Bicentenario de Managua
Lenin Fisher
El 24 de marzo próximo nuestra
capital Managua celebrará 200 años de haber sido elevada a villa, en esa fecha,
pero del año 1819, por el rey de España, Fernando VI, quien brindó el título de
Leal Villa de Santiago de Managua, dentro de la Provincia de Nicaragua y Reyno
de Goathemala, según lo describió Gratus Halftermeyer en su libro Managua a través de la historia
(Hospicio San Juan de Dios. León, 1946).
Managua llegó a ser considerada una
villa casi dos años antes de la independencia de Centroamérica, incluyendo por
supuesto la independencia de Nicaragua, o sea, en pleno colonialismo español.
Como sabemos, Managua fue elevada a
ciudad el 24 de julio de 1846, por lo que Halftermeyer publicó su libro cuando
se conmemoraba el centenario de la ciudad. Seis años después, mientras ejercía
como capital de hecho, fue declarada capital de Nicaragua, el 5 de febrero de 1852, para intentar poner fin a las guerras
intra-oligárquicas, entre liberales y conservadores, que desangraban y
destruían al país, con el objetivo de obtener el poder político y más réditos
económicos y comerciales.
2019 es el año en que Managua
conmemora 200 años de haber sido elevada a villa, 173 años de haber alcanzado
la categoría de ciudad y 167 años de ser la capital de Nicaragua.
En los últimos doce años, durante
el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), desde 2007,
con las administraciones Ortega-Morales, Ortega-Hallesleven y Ortega-Murillo, Managua
ha cambiado y mejorado mucho, en coordinación con la Alcaldía capitalina
(dirigida por los ediles Lewites, Marenco, Argüello, Torres y Rueda).
Entre los grandes avances de la
capital se pueden mencionar, entre otros, los siguientes: recuperación del
centro histórico de la capital; construcción de un complejo turístico y
recreativo en la costa del lago Xolotlán; pavimentación de muchas calles (con
asfalto y concreto hidráulico); pasos a desnivel en Rubenia, las Piedrecitas, 7
Sur; construcción de casas en el centro y la periferia; mejoría del transporte
público, del sistema de tren de aseso y del alumbrado público; construcción de
instalaciones deportivas (Estadio Nacional, Polideportivo, Complejo de
Piscinas, usados en los XI Juegos Deportivos Centroamericanos 2017, los
primeros organizados en Nicaragua); construcción o restauración de parques, escuelas
e institutos; y mejoría del sistema de agua potable y alcantarillado.
Todo lo antes mencionado refleja
que los impuestos de los capitalinos y las donaciones o préstamos han sido
adecuadamente invertidos para el progreso de Managua. Esas son las evidencias.
El avance y la transformación de Managua es una verdad irrefutable, que nos beneficia
a todos.
Managua,
Nicaragua, 5 de febrero de 2019
Escritos
de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com