Julian Assange y el precio de la
verdad
Lenin Fisher
Después
de estar asilado siete años en la embajada de Ecuador, en Londres, el
periodista australiano, nacionalizado ecuatoriano, Julian Assange, fue arrestado por la policía británica.
El
presidente ecuatoriano Moreno ha permitido que se viole el territorio de su
país en la capital inglesa, sentando un precedente maligno en el derecho
internacional.
Assange
por medio de Wikileaks denunció crímenes de guerra del ejército de Estados
Unidos en las agresiones militares contra Afganistán e Irak -incluyendo bombardeos contra
periodistas-, espionaje que los servicios secretos norteamericanos hacen a
todos los líderes mundiales y la corrupción de gobernantes y grandes empresas
privadas, con la consecuente evasión de impuestos en los paraísos fiscales,
entre otras revelaciones.
Tales
denuncias fueron el pecado de J. Assange. Por eso el gobierno yanqui pidió su
captura y la campaña de difamación contra él empezó muy temprano. El periodista
se asiló en la embajada ecuatoriana, cuando era presidente Rafael Correa, una de
las voces que criticaba y critica el orden económico global capitalista y
redirigió la labor del Estado ecuatoriano en beneficio de las mayorías pobres.
Moreno,
un traidor del proyecto transformador iniciado por Correa, busca congraciarse
con Estados Unidos para conseguir préstamos y ante las denuncias de corrupción
que, precisamente, han aparecido en Wikileaks. El actual gobierno de Ecuador ha
tratado de justificar su servilismo con las metrópolis capitalistas lanzando una
serie de mentiras (noticias falsas, les llaman ahora), contra Assange.
Assange
tiene derecho a defenderse, en su país, en medio de un juicio justo. No tiene
por qué ser deportado a Estados Unidos, ni mucho menos debe ser enjuiciado o
condenado en ese país de Norteamérica.
Los
grandes periódicos y otros medios de comunicación que se beneficiaron y ganaron
mucho dinero cuando Wikileaks les brindó las primicias, ahora están del lado de
los poderosos del mundo, porque éstos son también los dueños de tales mass media (verdaderas armas de
destrucción masiva, que engañan, confunden y alienan a la gente).
Assange
ha pagado con su libertad el hecho de dar a conocer la verdad. ¿Qué han dicho o
qué dirán las sociedades de prensa, como la interamericana y sus similares, del
caso Assange?
León de Nicaragua, 18 de abril de 2019
Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com
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