Covid-19: socialismo versus capitalismo
Lenin Fisher
La pandemia del nuevo
coronavirus o Covid-19 ha puesto en evidencia que la sociedad humana debe
cambiar su forma de vida.
Desde la forma de
saludarnos y distribuir el presupuesto nacional en cada país y la esencia de las
políticas públicas de salud hasta la forma de organizar el trabajo productivo.
China abastece de manera
directa e indirecta el 90% del mercado de la industria farmacéutica de Estados
Unidos, donde existen cuatro grandes monopolios comercializadores y
distribuidores, que determinan los precios, los cuales fueron liberados de las
leyes antimonopolio desde la década de 1980 por el presidente Ronald Reagan. Actualmente,
Estados Unidos tiene un déficit de 147 medicamentos y no está preparado para
enfrentar la pandemia en su territorio, de acuerdo a Max Keisser y Stacy Herbert
(2020).
El neoliberalismo de
Estados Unidos lo llevó a desindustrializar su propio país para pagar salarios
más bajos, menos impuestos, en países de Asia y América Latina. No obstante,
China forzó un proceso de transferencia tecnológica y decidió impulsar el
desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción para
construir el socialismo con características chinas, que sostiene en la teoría y
la práctica, el presidente Xi Jinping, con el fin de que el pueblo chino viva en una sociedad modestamente acomodada.
China informó hoy 21 de
marzo que tiene tres días consecutivos de no presentar nuevos casos locales de
Covid-19, lo cual indica la derrota de la pandemia. Sin embargo, reportó que un
poco más de casos importados desde el extranjero fueron detectados, atendidos,
aislados y vigilados. En China comenzó la primera pandemia del siglo XXI y ahí
mismo ha empezado a ser derrotada con la medicina científico-técnica, basada en
el pensamiento racional. No podía ser de otra manera, pues la “medicina”
naturalista, herbolaria, tradicional, mágico-religiosa, supersticiosa y
astrológica no tenía nada que hacer ante la pandemia en cuestión.
Hasta hoy el Covid-19 ha
causado casi 300 mil infectados y más de 11 mil muertes. Italia supera las 4
mil 800 personas (posee la tasa de mortalidad mayor). España tiene mil
trescientos muertos. Irán lleva más de 800 muertes. China ocupa ahora el
segundo lugar de muertes por la pandemia de marras. Mientras Estados Unidos
lleva más de 300 muertos por Covid-19 y la factura en el sistema médico privado
de dicho país, al ser atendido por esta enfermedad, puede sobrepasar los 32 mil
dólares. Suecia, Austria, Dinamarca y Finlandia tienen las tasas más bajas de
mortalidad lo que se atribuye a que no han abandonado deliberadamente, al menos
por ahora, al sistema de salud pública.
Venezuela tiene
solamente 47 casos, todos importados, o sea, personas que han regresado del
extranjero (Colombia, Brasil, Panamá y Estados Unidos). Los venezolanos han
resuelto 15 de los casos mencionados y realizaron una encuesta virtual
respondida por más de 10 millones 100 mil habitantes, de los cuales fueron
seleccionados más de 16 mil que afirmaron tener fiebre y tos; este último grupo
fue visitado el mismo día en sus casos, aisladas las personas y sus contactos.
Además, Venezuela cuenta con todos los medicamentos para tratar la enfermedad y
la solidaridad china no se ha hecho esperar con pruebas diagnósticas, fármacos,
mascarillas, guantes, batas, etc., según el vicepresidente de comunicación Jorge Rodríguez, quien ha dicho que para el gobierno revolucionario de
Venezuela lo primero es cuidar la vida y la salud del pueblo y no las grandes
ganancias de los capitalistas.
Irán y Venezuela
insisten en que Estados Unidos suspendan las sanciones económicas porque
afectan la compra de medicamentos y equipos para tratar la pandemia del
Covid-19; pero los gringos rehúsan hacerlo; más bien, amenazan con
endurecerlas. El embajador iraní en Venezuela, Hojatollah
Suttani, ha dicho que esa política del gobierno de Estados Unidos es un tipo de
terrorismo médico o sanitario. Mientras el
canciller persa señaló que a los Estados Unidos les gusta matar gente. Y el
gobierno chino criticó por racista a Donald Trump al llamar “virus chino” al
Covid-19.
Cuba tiene brigadas
médicas en 23 países. Ha enviado galenos a Italia, Surinam, Grenada y
Nicaragua. Por su parte, Honduras ha pedido ayuda al gobierno cubano, el cual
ya cerró sus fronteras, aunque hace pocos días recibió y trató, por razones
humanitarias, a los pacientes de un barco de origen inglés, rechazado en otros
países, entre los que había pacientes afectados por el Covid-19, tanto de la
tripulación, como pasajeros. Además, el interferón alfa 2 beta, innovado por el
investigador cubano Luis Herrera, ha jugado un gran papel en los pacientes
chinos y está siendo usado en otros países.
El gobierno de la
República Popular de China ha anunciado que enviará ayuda con médicos, fármacos
y equipos a todos los países que lo necesiten, para derrotar a la pandemia del Covid-19.
El 31 de diciembre de 2019 estalló la epidemia en Wuhan (en el futuro está
ciudad será muy visitada, seguramente) y tan solo nueve días después, los científicos
chinos habían detectado el germen y elaborado su mapa genético o genoma viral,
el cual lo difundieron por internet para que sus colegas de todo el mundo lo estudiaran
e investigaran acerca de vacunas y medicamentos para combatirlo.
Un centro médico militar
chino ha dicho que ha empezado los ensayos clínicos de una posible vacuna; lo
mismo anunciaron investigadores de Estados Unidos. La fase de experimentación en animales ha sido omitida, debido a la emergencia que representa la pandemia. Año y medio es el tiempo
promedio para esperar la eficacia de una vacuna. Está por verse si los seres humanos
afectados levemente desarrollan inmunidad y por cuánto tiempo. Otra interrogante
son las secuelas, sobre todo pulmonares, como fibrosis, en los pacientes que
sobrevivieron a la neumonía viral, bacteriana o fúngica, en el contexto del
Covid-19, ha dicho un experto neumólogo ruso.
Abundan los actos
heroicos y las medidas excepcionales para enfrentar esta pandemia. Lo mejor de
los seres humanos ha aflorado; también lo peor ha salido a flote. El canto de
italianos, desde los balcones de la cuarentena, para apoyar las decisiones de su gobierno o los cantos en distintos
países reconociendo el esfuerzo del personal médico, han sobresalido en las
redes sociales.
Los chinos fueron
capaces de construir varios hospitales de más de mil camas, en un tiempo de
diez días. En algunos hospitales del norte de Italia tuvieron que cerrar los quirófanos
para convertirlos en salas de cuidados intensivos. En Rusia, los primeros
infectados provenían de Italia y eran jóvenes; pero posteriormente, comenzaron
a enfermarse las personas de mayor edad y con padecimientos crónicos. Se dice
que un oftalmólogo chino informó de los primeros casos y murió. Siria que
enfrenta una guerra terrorista todavía no tiene casos y se prepara.
También falleció el
director de uno de los principales hospitales de Wuhan, donde fue la primera
línea de la batalla. Un médico en Italia describió la situación como una
verdadera guerra, pues tienen que decidir a quién salvar y a quién no (es
preferible intentar salvar a un joven que a un anciano). Un médico español
rechaza que las autoridades les exijan ahorrar materiales y dice que para
atender inicialmente a un paciente con Covid-19 se necesitan dos galenos; uno
que lo examina clínicamente y el otro que escribe en el expediente, situado a
cierta distancia para disminuir el número de contagios. Otro galeno había dicho
que las jornadas de trabajo eran agotadoras y que los médicos abandonaban las
labores porque se contaminaban con el virus o por agotamiento. Una enfermera española fue una de las primeras en fallecer en el combate contra el Covid-19.
Y como en una versión de
los documentales de Un mundo sin humanos,
en medio de las emergencias, estados de sitio y cuarentenas nacionales
obligatorias, los venados aparecieron en las calles japonesas, los monos en las
tailandesas y las aguas de Venecia lucen cristalinas porque las góndolas
turísticas no las revuelven motivadas por la ganancia.
Es imposible negar la
lucha entre el capitalismo y el socialismo: el capitalismo con su
neoliberalismo que ha desarticulado a los sistemas de salud pública de casi
toda la Unión Europa y Estados Unidos donde sin seguro de vida privado, no hay
atención médica. Y el socialismo, como en China, Cuba y Venezuela donde el
Estado prioriza la salud de la gente.
Managua, Nicaragua, 21 de marzo de
2020
Escritos de Lenin Fisher:
reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
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