Emilio Álvarez Montalván:
político derechista tradicional
Lenin Fisher
Emilio
Álvarez Montalván fue un político miembro del Partido Conservador, una de las
paralelas históricas que tienen su origen en los grupos oligárquicos coloniales
y post-coloniales.
Oftalmólogo
de profesión. Estudió medicina en Argentina donde se asombró de la atención en
salud gratuita para los enfermos de tuberculosis, cuando, siendo estudiante,
estuvo internado en uno de los llamados sanatorios; a pesar de lo cual apoyó el
neoliberalismo privatizador del servicio de salud pública.
Por
algún tiempo tuvo posiciones anti-somocistas; pero estaba más cerca de Fernando
Agüero y Luis Pasos Argüello, que de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal. Este
último recibió la oposición abierta de parte de Álvarez Montalván, en momentos decisivos
de la lucha anti-somocista, a finales de la década de 1970, como lo refleja
Ortega (2017):
En
agosto de 1977, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal comunica a Edmundo Jarquín que
el Partido Conservador, a través de Emilio Álvarez Montalván y Luis Pasos
Argüello, persiguen sujetarlo y colocarlo bajo su control con el propósito de
desbaratar UDEL [Unión Democrática de Liberación] (p. 405).
El
Partido Conservador quería hegemonizar a la oposición legal y se presentaba
como una opción más llevadera ante los ojos del gobierno de Estados Unidos, que
no aceptaba totalmente el cierto grado de nacionalismo que defendía Chamorro
Cardenal, líder de UDEL, agrupación que planteó algunas reformas importantes,
según Ortega (2017).
Álvarez
Montalván fue opositor a la Revolución Sandinista en la década de 1979 a 1990.
Durante los gobiernos neoliberales (1990-2006), fue funcionario de la
administración del presidente Arnoldo Alemán Lacayo, desempeñándose como
canciller. Estuvo siempre a favor del neoliberalismo y de la subordinación de
la política exterior de Nicaragua a los intereses de Estados Unidos. Ese
pensamiento lo reflejaba en sus escritos de opinión y entrevistas, cuando el
poderío fáctico de los medios de comunicación lo presentaban como analista
político, supuestamente imparcial.
En
uno de sus libros relata que funcionarios del gobierno y agencias de Estados
Unidos, provenientes del Instituto Republicano Internacional (IRI) o del
Instituto Democrático Internacional (IDI), lo visitaron para financiar distintos
proyectos político-ideológicos (Álvarez, 2013; p. 221-223) para enfrentar a la Revolución
Sandinista y el FSLN. El
dinero de los contribuyentes norteamericanos llegaba a través de la Agencia
Internacional para el Desarrollo (AID).
El IRI financió la
fundación del grupo Fundemos; para lo cual Álvarez Montalván convocó a sus
amigos: Roberto Calderón Gutiérrez, Leopoldo Navarro, Enrique Belli y Francisco
Mayorga. La secretaria ejecutiva era Violeta Granera Padilla y entre las
actividades incluían hasta exposiciones de caricaturistas mediocres, que
publicaban en La Prensa (Álvarez, 2013; p. 221).
El
IDI financió los cursos de educación cívica, formación de líderes políticos y
fiscales electorales para las elecciones presidenciales de febrero de 1990. En
este proyecto, que se extendió hasta 1992, Álvarez Montalván seleccionó a los
miembros de la directiva, a saber: Vilma Núñez de Escorcia, Carlos Tünnermann
Bernheim, Alejandro Bendaña, Alejandro Serrano Caldera y una pastora evangélica
de apellido Forbes, de la escuela Morava de Bluefields, ayudándoles mucho el
obispo Abelardo Mata, con amplios contactos en la zona rural de Estelí
(Álvarez, 2013; p. 222).
Como
sabemos, algunos de tales directivos traicionaron al FSLN y fueron parte de una
agrupación autollamada renovadora, que terminó ejecutando el golpe de Estado
armado y violento de 2018, contra el gobierno de Daniel Ortega Saavedra.
No
está demás decir que, Calderón Gutiérrez, ya fallecido, fue presidente fundador
de Fundemos y uno de los fundadores del organismo no gubernamental Ética y
Transparencia, que desde 1995 fue promovido por el IRI, con el que se pretendía
formar un tribunal civil. Además, el IRI incidió en la selección de dos
notables: Emilio Álvarez y Roberto Calderón (Fisher, 2011).
El
IRI es una de las organizaciones satélites del National Endowment for Democracy (Fundación Nacional para la
Democracia), que fue el organismo que sustituyó a la CIA, en la década de 1980,
en su papel para desestabilizar y derrocar gobiernos nacionalistas,
progresistas o revolucionarios. Ahora sabemos que el ONG Ética y Transparencia
también impulsó el golpe de Estado blando, fallido y derrotado, en el año 2018,
bajo la dirección de Roberto Courtney.
En
1993, Álvarez fue invitado por el Centro Wilson, de Washington, a través del rector de la
Universidad Centroamericana, Xavier Gorostiaga, para exponer sobre el proceso
de transición de un gobierno revolucionario y antimperialista, a un gobierno contrarrevolucionario,
neoliberal y pro-imperialista. Mientras Antonio Lacayo, ministro de la
presidencia de su suegra Violeta Barrios, habló de manera optimista, Álvarez
Montalván usó un término de la derecha extrema porque llamó cogobierno al hecho
de que el primer gobierno neoliberal respetara la existencia del FSLN, como
interlocutor válido, contraparte negociadora y representante de los intereses
populares (Álvarez, 2013; p. 223).
En
Washington, criticó la lucha popular de resistencia antineoliberal, apoyó la
privatización de las empresas estatales, señaló que la AID capitalizó al Banco Nacional
con 250 millones de dólares y que un directivo del Banco Nicaragüense
auspiciaba los préstamos para vehículos que vendía su propia empresa importadora
de automóviles, por lo cual tuvo que ser también capitalizado. Para finalizar
diciendo que: En resumen, mi apreciación
de la transición nicaragüense fue de mucha preocupación que pudiera malograrse (Álvarez,
2013; p. 223- 224). Una apreciación, que la historia ha demostrado lo errado que
estaba.
En
conclusión, la promoción de “analistas políticos” y de personalidades
presentadas como “notables”, al igual que los mal llamados periodistas
“independientes”, son una vieja práctica de los gobiernos de Estados Unidos, para
dividir la opinión del pueblo que desea cambiar las injustas relaciones
económicas y sociales, que se viven en una sociedad capitalista bajo el dominio
de intereses extranjeros.
Referencias:
Álvarez Montalván, E. (2013). Médico de
vocación y aficionado en política: memorias. Managua. La Prensa.
Fisher, L. (2011).
Los rayos X en Nicaragua. En: Historia de la radiología en Nicaragua: la senda
de la luz invisible. 2da. ed. Universitaria. Managua.
Ortega Saavedra, H. (2017). La epopeya de la insurrección
Lea. Managua.
Sarmiento, M. (2008). El gran negocio de la observación
electoral. El 19. Managua. No. 8; 9-10-08: 19-20
Managua, Nicaragua, 1 de diciembre de 2021
Escritos de Lenin Fisher: reflexiones
sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com