España:
campeona mediática del fútbol
Lenin Fisher
Brasil ha
terminado de demostrar, al ganarle a España 3 a 0, hoy domingo 30 de junio de
2013, en el estadio de Maracaná, que el equipo ibérico es un campeón mundial
del fútbol de tipo mediático, porque cuando España juega ante equipos de buen
nivel, exigentes, que atacan, pelean el balón y no se repliegan hacia la
portería, no reflejan ninguna superioridad (ej: Italia, Brasil).
España,
si fuese por el número de goles producidos, no hubiese sido campeón en la Copa
Mundial de 2010, en Sudáfrica. Según el prestigioso cronista deportivo Edgar
Tijerino Mantilla, España era favorito ante Brasil “…por ser el mejor equipo del mundo, el nuevo dueño del juego bonito,
el rey de la posesión del balón y de la creatividad, pero a veces le cuesta
sacudir las redes. Marcó ocho goles en siete juegos para ganar la Copa en
Sudáfrica, con un gol en cada uno de sus últimos cuatro duelos.” (¡Miedo!...
¿qué es eso?: Brasil y España a la trinchera hoy. END: 30-6-2013). Pero España en
el Mundial pasado siempre necesitó de la ayuda de los árbitros para que
expulsaran a uno o dos jugadores contrarios o para ejecutar penalties a favor
de los peninsulares; y aún así ganaban con un gol de diferencia o con el mínimo
marcador. Ganó contra 10 jugadores ante Chile (2-1), Portugal (1-0) y Holanda (1-0). No goleó a Honduras
(2-0); ganó a Paraguay 1-0 y a Alemania 1-0. No pudo revertir, en su primer juego,
la diferencia de 1 a 0 ante Suiza, marcador con el que perdió. España anotó
ocho goles (algunos de penalty de
dudosa justificación) y permitió dos goles.
España sólo golea contra equipos como
Tahití, el número 138 del ranking de
la FIFA (diez a cero), como esta vez en Brasil. España ganó ante Uruguay 2-1
con un autogol de los uruguayos; frente a Nigeria 3-0; ante Italia, que atacó
mucho, no metió gol en 120 minutos para ganar 7-6 en penalties. La prensa española dice que esta fue la peor España y el
mejor Brasil. Sin embargo, deben tener en cuenta que ahora el anfitrión estaba
entre los favoritos. No fue así en Sudáfrica, anfitrión que no tenía ninguna
posibilidad de ganar el primer lugar. Por lo tanto, 2010 era la ocasión ideal
para que el multimillonario negocio de las empresas del fútbol español se
legitimaran, ante los indignados de España y del mundo, como los dueños del
“mejor fútbol”, al ganar por primera vez una Copa Mundial. En tierra carioca,
España no contó con un pulpo adivinador, como expresión de la más burda
manipulación de la superstición masiva: el extinto cefalópodo “Paúl”, con cuyos
“vaticinios” el poder mediático preparaba el terreno mental de millones de
ingenuos. El colmo de la irracionalidad: un invertebrado “generando opinión” al
indicar con uno de sus tentáculos la bandera española, como la favorita para
ganar el siguiente juego.
Brasil
ganó la Copa Confederaciones 2013 inundado de jóvenes valores, encabezados por
Neymar, quien a los 21 años logró conducir exitosamente a su selección
nacional, brillando en casi todas las principales jugadas (al contrario de dos
jugadores millonarios del fútbol español, que cuando visten la camiseta de
Portugal o de Argentina se vuelven verdaderas pulgas invisibles, nulas).
Managua,
Nicaragua, 30 de junio de 2013
leninfisher.blogspot.com