Revolución
Sandinista y especialidades médico-quirúrgicas
Lenin Fisher
La Revolución
Sandinista derrocó a una dictadura que causó la muerte de más de 200 mil
nicaragüenses. A partir del 19-7-1979 desintegró muchas instituciones y fundó
otras. Su aporte a la educación superior a través de las especialidades médicas
no ha sido suficientemente valorado y es muchas veces ignorado.
Durante la década
de 1980 el Estado nicaragüense, a través del Gobierno, Ministerio de Salud
(Minsa) y Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (U.N.A.N.), decidió
institucionalizar, de manera oficial, la formación de médicos especialistas en
los hospitales del sistema de salud público, con certificación universitaria.
Nicaragua formaría a sus propios médicos especialistas. Un avance que los
adversarios de la Revolución descalificaron, y cuyo resultado actual son miles
de médicos especializados. Antes, los médicos nacionales debían especializarse
en el extranjero, becados o cubriendo los gastos con su propio dinero.
La Dirección de Docencia
e Investigación del Ministerio de Salud y las Facultades de Ciencias Médicas de
la U.N.A.N. (núcleos de Managua y León) trabajaron conjuntamente para iniciar
los Postgrados de Especialidades Médico-Quirúrgicas, como parte del binomio
docente-asistencial. En 1984 se fundó oficialmente la Facultad de Ciencias
Médicas de la U.N.A.N.- Managua, que había empezado como Escuela de Medicina en
1980, con estudiantes de cuarto y quinto año, trasladados desde León.
Se estableció que
un postgrado o especialidad médico-quirúrgica debía ser cursado
obligatoriamente en un hospital docente, especialmente acreditado por el
Ministerio de Salud, con un programa teórico-práctico de tres años de duración,
bajo la supervisión y evaluación de los profesores (especialistas) existentes en
los diferentes departamentos hospitalarios. Se consolidaron así, los hospitales
escuela o docentes. Ahora existen especialidades quirúrgicas de cuatro años de
duración. El título de especialista empezó a ser extendido por la U.N.A.N., una
vez cumplidos los requisitos establecidos: aprobar los tres años de residencia;
presentar, defender y aprobar una investigación (tesis); y aprobar un examen de
grado.
Antes de 1979, como a inicios de la década de 1980,
los médicos que rotaban y se entrenaban en determinados servicios eran llamados
residentes “…aunque oficialmente no eran residentes…” La Comisión Central
conformada por el Minsa y la U.N.A.N., exigió que todos los planes y programas
académicos estuvieran elaborados antes de 1982, según escribió el doctor Uriel
Guevara Guerrero (Historia de la patología
en Nicaragua. Universitaria. León. 2003). Así fue como alrededor de
1982-1983 iniciaron las especialidades médico-quirúrgicas.
Gobernaba el país la Junta de Gobierno de
Reconstrucción Nacional (JGRN), coordinada por el Comandante de la Revolución
Daniel Ortega. Los residentes que
habían estado entrenándose al rotar durante varios años en los diferentes
servicios de los hospitales públicos, fueron a partir de 1983 considerados
realmente residentes especializándose, cursando un postgrado, con la garantía
de un diploma universitario. Además, se reconoció oficialmente como
especialistas a varios médicos de gran experiencia clínica y docente en
diferentes hospitales.
La Revolución
Francesa clausuró Facultades de Medicina y las refundó; obligó a los profesores
universitarios a ir al laboratorio a investigar; lo cual llevó a la medicina
francesa a la cúspide mundial en la primera mitad del siglo XIX. Cuando en ese
siglo médicos nicaragüenses como Roberto Sacasa y Luis Debayle estudiaron en
Francia, recibieron los frutos de la transformación revolucionaria de la
medicina gala. Toda revolución deja huellas en la educación y la Revolución
Sandinista a 34 años de su triunfo, no fue la excepción.
Managua, Nicaragua,
4 de agosto de 2013
leninfisher.blogspot.com