Empresarios
privados y economía nacional
Lenin Fisher
El
domingo 8 de septiembre vi el programa Esta semana, cuando el periodista Carlos
Chamorro entrevistó a José Aguerri, presidente del Consejo Superior de la
Empresa Privada (Cosep). El líder empresarial, recientemente reelecto por
séptimo año consecutivo, respondió a las preguntas del periodista con calma,
acierto y objetividad. Puso en primer lugar el tema económico porque el
desarrollo de la economía debe determinar lo político. Los capitalistas no
quieren que los políticos continúen decidiendo sobre tópicos que competen a los
empresarios, es decir, no quieren seguir alejados de decisiones vitales que
influyen en la economía y en el desempeño de la empresa privada. Ellos no se
sienten representados por la oposición derechista. Aunque el entrevistador
insistía en temas de gobernabilidad, institucionalidad, elecciones y libertad
de expresión.
Hace
pocos días el Presidente de la República, Daniel Ortega, se reunió con el
Cosep, Carlos Pellas, otros miembros del gran capital e inversionistas de
México y Colombia. Algunos de los empresarios hicieron declaraciones positivas
a la prensa acerca de los resultados del encuentro. Esta fue la razón por la
cual Aguerri fue invitado a Esta semana. Si comparamos la entrevista con una
pelea de boxeo diríamos que el periodista perdió por lo menos por nocáut
técnico porque los argumentos del empresario fueron sólidos, convincentes,
veraces y seguros.
Aguerri
apuntó que el Consejo de Planificación Económica y Social (Conpes) surgido por una
reforma constitucional en 1995 no sirvió para nada. El fue representante del
Cosep durante dos años y medio durante el gobierno de Bolaños Geyer y los
empresarios no lograron nada. En cambio, con el gobierno sandinista han tenido
un acercamiento que institucionalizarán a través de diferentes vías de
comunicación y acción para impulsar el desarrollo económico. Eso explica la
aprobación de varias decenas de leyes que han sido consultadas a los
empresarios, quienes han dado su visto bueno y favorecido el consenso. El Cosep
sin ser un partido político y sin renunciar a diferentes planteamientos
políticos que ha hecho, está enfocado en mejorar la economía de Nicaragua y por
eso impulsará la ley del Estado socio público y privado para mejorar la
transparencia en las licitaciones de grandes proyectos. Reconoce que el
ambiente actual para fomentar la inversión nacional y extranjera es propicio y
es el mejor en Centroamérica. En los últimos tres años el crecimiento económico
del país ha sido de 4.7% en promedio, con exportaciones y PIB aumentando,
macroeconomía estable, inflación de un dígito contralada, y con un mayor
porcentaje de inversión en relación al PIB si lo comparamos con los demás centroamericanos.
El clima de seguridad y paz, la existencia de libertad de expresión y
elecciones democráticas son factores que vuelven atractiva a Nicaragua, que ha
superado a 16 países en el ranking de los mejores sitios para invertir.
Chamorro
calificó el crecimiento económico de modesto e insuficiente ante el crecimiento
poblacional. Aguerri no perdió nunca la objetividad y dijo que la empresa
privada está involucrada en 12 de 13 grandes proyectos de generación de energía
eléctrica; ha contribuido a pasar de 15% de producción de energía renovable a
42% (en 2014 llegarán a 52%); y que la meta es el 95% de la energía nacional. Los
ingenios azucareros producirán menos energía con derivados del petróleo para usar carbón.
Sobre
la seguridad social, una vez que el gobierno señaló que la edad (60) y el
número de cuotas de jubilación (750) no aumentarán, los capitalistas están
dispuestos a compartir los costos aumentando la cuota patronal, pero también la
cuota laboral, para lograr sostenibilidad, lo cual no se alcanzará únicamente
con el pago, en 2014, de la deuda gubernamental de más de 600 millones de
dólares, acumulada desde 1957.
Desarrollar
las fuerzas productivas es necesario si queremos avanzar a un estado de bienestar, al estilo europeo, nórdico.
A la izquierda light, de Lula o Bachelet,
le adjudicaban una labor exitosa con sus empresarios privados. Algo similar
está pasando en Nicaragua, en medio de la crisis del capitalismo mundial. Sin
embargo, el crecimiento económico también se tendrá que reflejar en más empleo
formal y estable, mejores salarios, mayor producción y consumo de alimentos, y
mejor educación y salud. Sólo así los capitalistas no cavarán su propia tumba;
y evitaremos que en Nicaragua sean felices únicamente los Vanderbilt,
Rockefeller, Scott, Carnegie, Morgan, Ford, Dupont, Slim y Gates.
Managua,
Nicaragua, 10 de septiembre de 2013
leninfisher.blogspot.com