La
esencia ideológica del fallido intento de golpe de Estado que las fuerzas
político-partidarias de la derecha (económica, política e ideológica), han
organizado en Nicaragua, durante este mes de abril, se encuentra al leer los
inefables editoriales del diario La Prensa, partido político de papel,
propiedad de una de las familias oligárquicas del país, vinculada al verdadero
poder económico, empresarial, industrial, bancario, comercial, agropecuario y financiero
nacional.
Los
editoriales de los días 21, 23, 24, 25, 26, 28, 29 y 30 de abril, así como de los días 1, 2, 4, 5, 7 y 8 de mayo de 2018, demuestran que es equivocado llamar “auto-convocados” a
estudiantes que decían protestar contra las reformas de la seguridad social,
promovidas por el gobierno sandinista, debido a que detrás de ellos están
políticos disidentes del sandinismo, políticos liberales y organismos no
gubernamentales (todos financiados por agencias de Estados Unidos o Europa).
Los
estudiantes que protestaron no conocían, al igual que todos los nicaragüenses,
la propuesta de los empresarios (de los ricos del país), porque estos últimos
nunca la dieron a conocer como parte de su “responsabilidad empresarial”. Y los
empresarios capitalistas no la dieron a conocer porque su propuesta era igual a
la del Fondo Monetario Internacional (aumentando la edad de jubilación a 65
años, el número de cotizaciones a 1500 y recortando los gastos de atención en
salud a jubilados, pensionados y víctimas de la guerra).
La
manipulación mediática explotó en estos sucesos, elevada a la décima potencia
con las redes sociales, que enredan a la gente y que todo lo enredan.
Evidentemente, los estudiantes que protestaron fueron manipulados. Primero, la
derecha agitó las aguas manipulando el incendio de la reserva forestal Indio
Maíz. Luego, promovió la confusión con la supuesta ley que regularía el uso de
las redes sociales. Finalmente, las reformas de la seguridad social fueron el
pretexto para ejecutar, ahora sí, el intento de golpe de Estado blando, suave,
soft, smooth, light, incruento, descafeinado o sin azúcar.
La
guerra mediática también es interna y externa, incluyendo a cadenas expertas en
desinformación como: CNN, Univisión, Telemundo, etc.
El
plan ya estaba hecho y se buscaría la violencia de cualquier forma, cayeran o
no en la trampa de la provocación algunos jóvenes sandinistas. Golpe de Estado
light que sigue, de manera general, el formato Venezuela, Paraguay, Honduras,
Bolivia, Ecuador, etc., el cual incorpora a políticos de derecha, empresarios y
religiosos (incluyendo miembros radicales de la Conferencia Episcopal). Así,
los editorialistas de La Prensa una vez más han hecho de la verdad, la primera
víctima de la violencia que promueven, y de la guerra que desean, desde la
realidad virtual en que viven en sus oficinas y computadoras. Editorialistas
que nunca han sufrido en carne propia la guerra y que jamás han disparado una bala,
ni la dispararían jamás. Fanfarrones promotores de la guerra.
En
este siglo XXI la juventud y toda la nación debe interpretar la política basada
en evidencias. En otras palabras, con conciencia crítica, partiendo de
principios éticos generales y demandando información veraz a todos los actores
políticos, económicos y sociales.
La
Prensa, como toda empresa privada capitalista, sabe y cree en la lucha de
clases y por lo tanto defiende los intereses económicos de sus dueños.
Actualmente, La Prensa impulsa la lucha de clases (aunque siempre niegan su
existencia), promoviendo un golpe de Estado suave. Y las evidencias del
sustento ideológico de la derecha golpista en Nicaragua, escritas por los
editorialistas de La Prensa, que reflejan la verdadera causa y objetivo de las
protestas, son las siguientes:
La familia Ortega Murillo y los nuevos
oligarcas que los sostienen en el poder… ¿por qué no se retiran y dejan que
otros gobiernen Nicaragua, como les aconsejó Otto Reich en declaraciones a LA
PRENSA en marzo pasado?¿Por qué no se van…(La sangre sobre sus
cabezas, 21/4/18).
La Prensa no podía dejar de entrevistar y citar a un político
republicano, extremista, cuyo partido es uno de los que financian los planes de
desestabilización contra todo gobierno nacionalista en América Latina o
cualquier parte del mundo.
Los empresarios
también deben convocar a un paro nacional. Daniel Ortega ya no tiene capacidad
política ni autoridad moral para seguir gobernando. Ortega tiene que salir
pacíficamente del poder o tendrá que irse como se fue Somoza. (Ortega tiene que
irse del poder, 23/4/18).
En el diálogo
nacional, que debería ser mediado y garantizado por la comunidad internacional,
al menos por la OEA, se tiene que acordar la salida de Ortega, las garantías de
una transición ordenada y pacífica a la democracia y, primordialmente, la
convocatoria a elecciones libres y transparentes. (Ortega tiene que irse del
poder, 23/4/18).
…los mismos
empresarios, quienes también deberían considerar la convocatoria a un paro
nacional para respaldar la demanda nacional de que Daniel Ortega y Rosario
Murillo tienen que renunciar. (El compromiso empresarial, 24/4/18).
Como ya
lo dijimos, Daniel Ortega y Rosario Murillo pueden salir del poder de manera
ordenada y pacífica, o tendrán que hacerlo como salieron los Somoza. (Abril en
Nicaragua, 25/4/18).
Las
reformas que debe conseguir la OEA, en consonancia con el diálogo nacional,
solo pueden ser aceptables si son para adelantar las elecciones y que Ortega y
Murillo salgan del poder de manera cívica y pacífica, en vez de salir como los
Somoza. (Que funcione también la OEA, 26/4/18).
Ortega y Murillo tienen que dejar el poder. (La masacre de abril, 28/4/18).
…Daniel
Ortega y Rosario Murillo reconozcan que tienen que poner fin a la dictadura y
que en el diálogo negociarán las condiciones de su salida. Ellos no tienen
capacidad política ni autoridad moral para seguir gobernando. Tienen que dejar el poder. (Diálogo,
no misa negra, 30/4/18).
Y La Prensa no
podía dejar fuera del redil a su colaborador anticomunista, Carlos Alberto
Montaner, derrotado infinitamente por la Revolución Cubana, quien escribió:
Tal vez la astucia proverbial de Daniel Ortega le dicte que
lo mejor que puede hacer es renunciar, como le sugirió el Diario LA PRENSA, y
acaso dejar el poder en manos de un gobierno de concertación, o celebrar
elecciones y no presentarse como candidatos ni él ni su esposa. (La astucia de
Daniel Ortega, 29/4/18).
Posteriormente a
la multitudinaria manifestación popular de respaldo al FSLN y al Presidente de
la República Daniel Ortega Saavedra, el 30 de abril, en la Plaza de las
Victorias (centro funcional de Managua), los editorialistas de La Prensa, que
ya tienen algunos días de ir quedando solos, en sus llamados extremistas y
radicales, escribieron:
Sin embargo Ortega y Murillo tienen
ahora la oportunidad de irse del poder sin causar más desgracias, conviniendo
en el diálogo su salida de manera ordenada y cívica. No deberían desperdiciar
esta otra oportunidad. (Otra
vez, el “no te vas, te quedás”, 1/5/18).
Pero ni el director de
La Prensa, Jaime Chamorro Cardenal, ni el jefe de la página de Opinión del
periódico, Luis Sánchez Sancho (autores o coautores de los editoriales),
parecen no tener los pies sobre la tierra, porque persisten en su obsesión
golpista, a sabiendas de que los sandinistas jamás se quedarán de brazos
cruzados y que la guerra sobrevendría inevitablemente:
Ortega…no tiene capacidad…ni
voluntad para aceptar una transición ordenada y pacífica a la democracia,
comenzando con su renuncia o el acuerdo de un plazo para entregar el poder. (La
escabrosa ruta del diálogo, 2/5/18).
Ortega solo cede con presiones, no necesariamente
violentas…a fin de sacarlo del poder. Para obligar a Ortega a renunciar…hacen
falta más…presiones internas e internacionales más fuertes y efectivas. (La escabrosa
ruta del
diálogo, 2/5/18).
Muy importante será que las
instituciones nacionales empiecen las investigaciones de estos hechos de
violencia, muerte, destrucción y saqueos. La investigación anunciada por la
Fiscalía General de la República (Ministerio Público), la recepción de
denuncias de la Procuraduría de Derechos Humanos, la conformación de la
Comisión de la Verdad de la Asamblea Nacional y la convocatoria al diálogo
nacional hecha por la Presidencia de la República, son instrumentos que todos
los nicaragüenses de buena voluntad debemos apoyar.
Todos los nicaragüenses tenemos
derecho a saber cuántas personas murieron en realidad (estudiantes, policías, transeúntes,
vecinos, saqueadores, etc.,), cuáles fueron las circunstancias de su muerte,
quiénes los mataron, quién ordenó disparar, quiénes dispararon, por qué
dispararon, qué tipos de armas hirieron a los 123 policías heridos (entre ellos tres muertos), quiénes organizaron y financiaron a los
jóvenes estudiantes que recurrieron a la violencia.
Y como la tesis de un golpe de
Estado light no puede descartarse, hasta demostrar lo contrario, tenemos
derecho a saber si hubo policías, oficiales o soldados, que formaron parte del
plan golpista de la derecha. Conviene recordar el golpe de Estado blando ocurrido en Paraguay, contra
el presidente Lugo (la policía resultó involucrada en “masacre” de campesinos)
y lo sucedido en las distintas guarimbas en Venezuela, contra los presidentes Chávez
y Maduro (los francotiradores desde el lado de los protestantes disparaban a todo
lo que se moviera: protestantes, policías, civiles, transeúntes, etc., y al
final la mayoría de las víctimas eran chavistas o partidarios de la Revolución).
Todo debe investigarse, aplicando
ese instrumento poderoso e invicto de la investigación: el método científico;
recurriendo a las técnicas especializadas de la medicina forense, la criminalística,
la balística, etc. Medicina legal basada en evidencias, cuando la política
(lean muy bien jóvenes y estudiantes), debe basarse también en evidencias, no
en burdas manipulaciones mediáticas y de las redes sociales.
Ante el fallido golpe de Estado blando,
de la derecha golpista contra el gobierno sandinista, los nicaragüenses
necesitamos paz, diálogo nacional con frutos para todos, estabilidad, más
crecimiento económico, mayor distribución de la riqueza producida, respeto a la
Constitución Política, respeto a las leyes, más democracia, más libertad, así como
respeto a la voluntad popular expresada en las elecciones presidenciales de
2016, en las que el FSLN ganó con un mayoritario 63% de los votos (nadie en su
sano juicio puede obviar esta realidad). Intentar borrar de un plumazo ese
legítimo respaldo popular del presidente Daniel Ortega Saavedra, es vivir
alejado de la realidad y sufrir por lo menos de esquizofrenia, con el perdón de
los afectados por esta enfermedad.
Con el
respeto que merecen los ancianos editorialistas de La Prensa, por su condición
de ancianos, ante lo cual deberíamos esperar una postura más sabia y sensata,
digna de un Consejo de Güegües de nuestros ancestros indígenas, debe señalarse
que azuzar a los estudiantes y jóvenes pobres (y en riesgo) para tumbar del
poder al gobierno sandinista, sin esperar las elecciones de 2021, en contra de
las leyes y la Constitución Política, es totalmente insensato y nada sabio. Los
ideólogos del periódico de la familia Chamorro están evidentemente impacientes.
Pero seguramente habrá que esperar que la justicia se aplique hasta
después que Ortega y Murillo se vayan del poder (Una verdadera Comisión de la
Verdad, 4/5/18).
La derecha toda, tiene temor
de que las instituciones del Estado investiguen a través de la Comisión de la
Verdad de la Asamblea Nacional, la Fiscalía y el Comité de Víctimas de la
Procuraduría de Derechos Humanos, porque saben que las pesquisas revelarán todo
el plan desestabilizador y golpista, incluyendo títeres y titiriteros, basado
en la guía del golpe de Estado blando, elaborada por Gene Sharp para la Agencia Central de Inteligencia,
con sus 198 formas de derrocar gobiernos, en tres grandes etapas: 1) protestas
(no violentas hasta llegar a violentas); 2) no colaboración (sabotaje de todo
diálogo o arreglo pacífico); y 3) la intervención (llamar a organismos extranjeros
“imparciales”, sin descartar el uso de la fuerza militar foránea. La Prensa que
se desgarra las vestiduras por la institucionalidad, no quiere permitir que
tres instituciones del Estado funcionen.
Y solo la presión simultánea de la calle y de la
comunidad internacional, en particular de los Estados Unidos, lo podría obligar
a ceder (Condiciones indispensables para el
diálogo, 5/5/18).
Después
de la conmemoración del Día de la Dignidad Nacional, cuando Sandino no se
entregó a las tropas yanquis, como lo hicieron los liberales y conservadores,
en 1927, los editorialistas de La Prensa sin ningún rubor claman a su amo:
Estados Unidos, para que les ayude a cumplir sus sueños enfermizos: derrocar al
gobierno legítimo del FSLN.
Sánchez
Sancho frecuentemente escribe sobre mitología greco-romana. Pero esta serie de
editoriales reflejan que la adoración al dios de la guerra, Marte, es lo único
que recuerdan en el consejo editorial de La Prensa. Con tanto peligro que estos
señores promueven, es mejor que se jubilen, lo que seguramente ocurriría con la
pensión de mayor valor del INSS, o sea, el equivalente a 1500 dólares. Aunque
algunos de los editorialistas y dueños o gerentes del diario seguramente han
cotizado al INSS como que ganaran 80 mil córdobas mensuales, cuando en
realidad, podrían triplicar o cuadruplicar dicha cantidad. Razón por la cual, ellos,
todos los empresarios privados y sus gerentes, saltaron con las ya derogadas reformas
de la seguridad social, camuflando su verdadero resentimiento y mezquindad
clasista con la deducción del 5% para atención médica integral de los jubilados
y pensionados. Así, los golpistas de la derecha llevaron a que estudiantes,
policías, civiles, transeúntes y saqueadores perdieran el 100% de sus vidas en
medio de la violencia y destrucción callejera. Marte, el dios Marte.
El FSLN,
encabezado por Daniel Ortega Saavedra, respetó el periodo de gobierno de
Violeta Barrios viuda de Chamorro (a pesar de su programa neoliberal de
privatizaciones corruptas). Lo mismo hizo con la presidencia de Arnoldo Alemán
Lacayo (político liberal, uno de los gobernantes más corruptos del país). Y también
respetó las leyes y la Constitución Política durante todo el mandato de Enrique
Bolaños Geyer (político conservador, empresario privado, ex–presidente del
Cosep, continuador de la privatización corrupta, que no logró crecimiento
económico sostenido, ni aumentar la inversión nacional y extranjera, como ha
sucedido con el FSLN desde 2007). Y Violeta, Alemán y Bolaños, fueron en su
momento, los candidatos ideales de La Prensa.
También es lógico y comprensible
que…los estudiantes exijan que Daniel Ortega y Rosario Murillo renuncien a sus
cargos, o que por lo menos se adelanten las elecciones para que la pareja
dictatorial se vaya lo más pronto posible. (La salida institucional, 7/5/18).
…Ortega y Murillo no tienen
autoridad política y moral para seguir gobernando el país. Y por conciencia
ética y dignidad ciudadana, lo menos que se les puede pedir y exigir a los
dictadores es que se vayan del poder. (La salida institucional, 7/5/18).
La otra salida institucional de
Ortega y Murillo sería adelantar las elecciones… (La salida institucional,
7/5/18).
…con una fuerte presión de la
calle y de la comunidad internacional, para obligar a Ortega y Murillo a
aceptar esa salida saludable para la nación y digna para ellos mismos. (La
salida institucional, 7/5/18).
Con un
mensaje tan senil como la guerra misma, La Prensa habla de salida
institucional, cuando siempre ha dicho que las instituciones del país no
funcionan; pero para derrocar a un gobierno constitucional, por medio de un
golpe de Estado blando, las instituciones sí funcionan.
En realidad,
para la familia Chamorro las instituciones funcionan si hacen lo que ella
quiere. El deseo de poder está tan arraigado en la familia dueña de la Prensa, una
de las familias poderosas de Nicaragua, porque siempre se lo han disputado con otras familias oligárquicas, desde los tiempos de los
timbucos y calandracas, democráticos y legitimistas, hasta llegar a los
liberales y conservadores. El problema de Nicaragua siempre lo han visto como
un asunto entre familias, disputas entre una familia y otra.
En cuanto a
la comunidad internacional, no mencionaron a Estados Unidos (con ese nombre La
Prensa define a tal comunidad). Quizás sintieron un poco de vergüenza; pero
sabían que hoy mismo el vice-presidente de dicho país atacaría de manera
injerencista a Nicaragua en la OEA. Injerencismo con el cual los editorialistas
de La Prensa se sienten realizados.
Los Chamorros
tienen una tradición golpista: Emiliano Chamorro y el Lomazo de 1926, que
originó la Guerra Constitucionalista (aunque como general, seguramente solo
vivía en la retaguardia). Una tradición entreguista: Pacto Chamorro-Bryan
(concesión canalera por tres millones de dólares). Tienen una tradición
pactista: el Pacto de los Generales, entre el mismo Chamorro y Somoza García, en
1950. De involucrarse en la lucha armada, de manera aventurera, a sabiendas de
que al rendirse, sus vidas serían respetadas por ser hijos de familias
oligárquicas: Pedro Joaquín y Jaime Chamorro Cardenal, en la hacienda Fruta de
Pan, durante su derrota, ante la Guardia Nacional, en Olama y Mollejones.
Moraleja: estudiantes universitarios y jóvenes, no sean instrumentos de la
oligarquía, que está presta a aprovechar su sacrificio y esfuerzo para montarse
en una candidatura presidencial, para una vez en el poder, dejar de lado al
estudiantado y a toda la chavalada, pobre, proletaria, en su mayoría. ¿Puede un
estudiante universitario inteligente dejarse engañar por un periódico familiar
y oligárquico?
La Prensa,
consciente de su gran capacidad de manipulación y confusión sobre los jóvenes y
estudiantes, y aprovechando el plan del golpe de Estado light, se siente el
partido político más poderoso de Nicaragua, al igual que lo son Televisa, en
México, O´Globo, en Brasil y el grupo Clarín, en Argentina. Esa es la
democracia mediática (mediatocracia), como en Colombia, donde los tres capitalistas
más ricos controlan a todos los gigantes medios de comunicación masiva. Hoy, en
el siglo XXI, los editorialistas del pensamiento derechista, a favor del
capitalismo, envían la esencia de su mensaje a través de las redes sociales,
porque en cada teléfono, cada ser humano puede portar un partido político de
papel, aunque diga que sus acciones, pacíficas o violentas, sean apolíticas y
apartidistas, términos que no le lucen a los jóvenes o estudiantes
universitarios, porque por lo menos reflejan ignorancia.
…la renuncia de Ortega y Murillo al
poder presidencial… (La comisión orteguista de la mentira, 8/5/18).
…la rebelión…en cualquier momento volvería a estallar, con mayor
fuerza que la de abril. El único tiempo que podría ganar la pareja… sería
demorar su salida del poder, para de todas maneras irse en peores condiciones. (La
comisión orteguista de la mentira, 8/5/18).
Como La
Prensa muy bien sabe que estratégicamente el golpe de Estado blando está
derrotado, insiste cada día, en inocular en los jóvenes y estudiantes la idea de
que el gobierno actual renuncie, abandone o salga del poder, al cual llegó por
el voto de la amplia mayoría de los nicaragüenses. Definitivamente, como se
dice popularmente, sus editoriales tiene la visión que la familia Chamorro
tiene del país: su finca familiar, donde ellos ponen y quitan, a su antojo, al
mandador. Lo que permite inferir que los editorialistas, ya en el siglo XXI,
están “chochando” y deberían renunciar.
El lunes 18 de junio, los editoriales
de La Prensa y El Nuevo Diario, coinciden en dos cosas: primero, en no enviar
ningún mensaje optimista sobre la continuación del Diálogo Nacional, con la
reunión de las tres comisiones (electoral, judicial y de verificación y seguridad),
que se reunirían esta fecha; y segundo, en querer atribuir a la Policía
Nacional y partidarios sandinistas, un crimen atroz contra toda una familia,
que murió calcinada en su propia casa, y dos ciudadanos de filiación política
sandinista que fueron quemados al estar gravemente heridos, pero todavía vivos,
haciendo caso omiso del comunicado oficial de la institución policial y sin
señalar que este tipo de crímenes solo se han visto en las guerras del narcotráfico
y pandillas en México, países del triángulo del norte de Centroamérica y
Colombia. Ambos periódicos, propiedad de familias ricas, ni siquiera mencionan
este último elemento porque saben que la oposición golpista que desea derrocar
al gobierno sandinista, electo libremente por el pueblo, ha incluido dentro de
sus filas a pandillas vinculadas al narcotráfico nacional y regional. Pero, sin
lugar a dudas, las investigaciones de la Policía Nacional esclarecerán tales
crímenes y los editoriales de dichos periódicos serán desmentidos.
Señores editorialistas de La
Prensa: preparen su cédula de identidad para votar en las próximas elecciones
presidenciales de 2021, porque esa es la única vía posible para cambiar
gobiernos en Nicaragua, siempre y cuando ganen limpiamente.