Diálogo Nacional,
Consejo de Estado,
Asamblea Nacional y Modelo Político Alternativo
en Nicaragua
Lenin Fisher
Nicaragua
se apresta a un interesante Diálogo Nacional, que puede ser el inicio, si el
sandinismo actúa de manera inteligente, de la introducción de un Modelo Político
Alternativo.
Carlos
Fonseca Terán (2005), escribió en su libro El
poder, la propiedad, nosotros…, sobre la necesidad de preservar las
transformaciones revolucionarias a través de la superestructura de la sociedad,
una de las carencias de la Revolución Sandinista, en medio de su parcial
originalidad.
La
Revolución Sandinista se desarrolló dentro de tres líneas fundamentales:
economía mixta, pluralismo político y no alineamiento. Hasta las elecciones
presidenciales y para Asamblea Constituyente de 1984, funcionó el Consejo de
Estado, una expresión del poder popular, donde estaban representados los distintos
sectores sociales, políticos y económicos del país (obreros, campesinos,
empresarios, productores, partidos políticos, maestros, jóvenes, mujeres,
periodistas, etc.). El Consejo de Estado fue una expresión de la nueva
democracia generada por la Revolución Sandinista, que había triunfado el 19 de
julio, encabezada por el FSLN.
Recientemente,
en el programa televisivo titulado Conversando
con Correa (dirigido por el carismático ex-presidente de Ecuador, Rafael
Correa), transmitido por el canal Russia
Today (RT), la ex-presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner
señaló que el modelo de la democracia liberal o burguesa, todavía vigente,
tiene más de 200 años de existencia (229 para ser más exactos), y que por lo
tanto, es un modelo obsoleto. El funcionamiento del equilibrio de los poderes
independientes del Estado, ya no da más. La independencia de poderes de la
democracia tradicional es un modelo caduco, que no se adecúa a la profunda
necesidad de transformaciones económicas y sociales que los países de América
latina y el Caribe necesitan.
Desde
el año 2007 el gobierno sandinista, encabezado por el Comandante de la
Revolución Daniel Ortega, ha impulsado un modo de gobierno de reconciliación
nacional y alianza tripartita entre el Gobierno, los empresarios privados y los
trabajadores (modelo elevado a rango constitucional), lo cual ha dado muy buenos resultados económicos: crecimiento de
la economía, aumento de las exportaciones, incremento de la inversión extranjera
directa, aumento del empleo, crecimiento del número de cotizantes de la
seguridad social, etc. Pero muchas fuerzas sociales no se sienten totalmente
representadas en dicho modelo.
El
Presidente de la República de Nicaragua Daniel Ortega Saavedra y Secretario General
del Frente Sandinista de Liberación Nacional, podría a partir del Diálogo
nacional propiciar las condiciones para que una nueva forma de poder popular
surja: un nuevo Consejo de Estado (Consejo Social de Estado), donde todos los
sectores de la sociedad nicaragüense estén permanentemente representados y
donde exista un diálogo constante. Dicho Consejo
de Estado podría tener sus propias normas de funcionamiento y facultades para
aprobar o rechazar determinadas leyes, reformas, etc. Podría ser la antesala de
decisiones tomadas por la Asamblea Nacional, y que junto a ella constituiría una
especie de Parlamento bicameral, o algo así como Congreso, formado por Senado y Cámara de Representantes.
La
democracia representativa ya es insuficiente, independientemente de cómo sean
elegidos los diputados. La democracia participativa tiene muchas ventajas y
potencialidades; sin embargo, necesita de una estructura legalmente
constituida, la cual podría ser el nuevo Consejo de Estado. Este sería un
instrumento para fomentar el diálogo pacífico y constructivo en la sociedad, democratizar
la democracia y democratizar la Revolución; para que permanezca la llama de la
Revolución dentro de la Revolución misma.
Managua,
Nicaragua, 30 de abril de 2018
Escritos
de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com