El Repliegue a Masaya no fue decisivo
en el
triunfo de la Revolución Sandinista
Lenin Fisher
El día de ayer, 17 de julio, en Adelante Nicaragua, programa de
entrevistas del canal 37 Extraplus, el periodista Néstor Espinosa entrevistó al
historiador Rafael Casanova Fuertes.
Casanova Fuertes hizo un parangón muy
interesante entre la Revolución Liberal de 1893 y la Revolución Popular
Sandinista de 1979, encabezada por Frente Sandinista de Liberación Nacional
(FSLN).
Nuevamente el historiador Casanova
le da una gran relevancia, casi decisiva para que triunfara la Revolución
Sandinista, al Repliegue táctico a Masaya, que los guerrilleros urbanos de
Managua realizaron desde la capital a la Ciudad de las Flores. Esa importancia
exagerada también la señaló en el mismo programa, en el año 2018. En esta
oportunidad apuntó que: “el Repliegue a
Masaya fue un golpe estratégico”.
Por otro lado, no puede compararse de manera simplista el Repliegue a Masaya con la Gran Marcha de la guerrilla del Partido Comunista Chino, dirigida, entre otros, por Mao Tse-Tung. Debe guardarse la distancia en todo sentido.
La Gran Marcha del Ejército Rojo chino fue una retirada, de 12 mil 500 kilómetros, en 370 días, de unos 120 mil hombres que buscaron los lugares más remotos y montañosos (alejados de centros urbanos o industriales y de poca relevancia estratégica), ante la persecusión de más de un millón de soldados del Kuomintang, entre los años 1934 y 1935. Además, la invasión del ejército japonés en 1937 interrumpió la guerra entre los comunistas y los anticomunistas chinos, para obligarlos a unirse con sentido patriótico y combatir a los invasores nipones hasta derrotarlos y expulsarlos.
Sin embargo, los chinos reconocen la importancia histórica que tuvo la llegada del primer ejército en 1935, desde un año antes, que los otros ejércitos, al lugar donde se establecieron las tropas revolucionarias chinas al final de su repliegue, es decir, Shaanxi; región donde llegaron solamente ocho mil de los 86 mil que iniciaron la Gran Marcha. Aunque, después llegó el cuarto ejército, con 100 mil hombres, al mando de Zhan Guotao.
Mi tesis es que el Repliegue táctico
a Masaya no fue decisivo para que la Revolución Sandinista triunfara el 19 de
julio de 1979, ni ayudó a que el Frente Sur Benjamín Zeledón avanzara en la
profundidad del territorio nicaragüense, desde Costa Rica, ni ayudó para que
este frente guerrillero conquistara una cabeza playa en la frontera sur, ni en
la ciudad de Rivas. Ninguna de estas dos cosas sucedió.
El origen de la exagerada
importancia del Repliegue táctico a Masaya, desde el punto de vista táctico y estratégico
militar, está en la forma en que los que dirigieron dicha acción escribieron o re-escribieron a su manera la historia, desde sus cargos políticos, militares y gubernamentales,
durante la década de 1980, con la Revolución Sandinista en el poder.
Los dirigentes del Repliegue
tuvieron mucha responsabilidad e influencia en el aparato de propaganda y
agitación política del FSLN, y desde ahí empezaron a exagerar la importancia
real del Repliegue, probablemente por el doble sentimiento de frustración por
no haber podido derrotar a la Guardia Nacional (GN) en la capital y no haber
podido regresar en contra-ofensiva victoriosa desde Masaya y Carazo, para ser
los primeros en tomar el búnker de Somoza y la Loma de Tiscapa. Sino que
regresaron a Managua el 19 de julio de 1979 después de las tres de la tarde.
No está demás señalar que la
mayoría de los dirigentes del Repliegue traicionaron a la Revolución Sandinista,
al FSLN y al sandinismo, a partir de que el Frente Sandinista entregó el poder
al brazo político de la contrarrevolución somocista y neoliberal el 25 de abril
de 1990.
Algunos jóvenes creen que sin el
Repliegue a Masaya no habría triunfado la Revolución Sandinista, lo cual es
erróneo y falso. El Repliegue táctico a Masaya fue una heroica retirada bajo
hostigamiento de tropas terrestres de la GN, en algunos puntos, y el bombardeo
de su fuerza aérea, con aviones y helicópteros.
Tal retirada estuvo basada en razones
objetivas que no hacían posible mantener la resistencia guerrillera, ni mucho menos derrotar a la GN en la capital y tomar el control de Managua. Las condiciones objetivas fueron: escasas municiones, cansancio, falta de alimentos, fallas del
abastecimiento aéreo de municiones proveniente de Costa Rica, los efectos del
bombardeo de la aviación somocista sobre la población civil y las masacres, con
muchas bajas, en que terminaron otros intentos de repliegue en la zona
occidental de Managua (Batahola y el Vapor).
Hay que aceptar con humildad que el
Repliegue táctico a Masaya representó una derrota transitoria para el FSLN y
una victoria temporal para la GN. Fue una retirada, una huida, heroica; pero una
retirada al fin. Los guerrilleros de Managua tuvieron que retirarse, se vieron
obligados a huir, para evitar un verdadero desastre, en bajas efectivas, muertos
y heridos, si continuaban combatiendo a la guardia somocista dentro de la
capital. El Frente Central Camilo Ortega Saavedra, que era el nombre del
llamado Frente Interno que operaba en el departamento de Managua, hizo mucho
más de lo esperado, porque se calculaba que sus acciones duraran solo tres días
y se extendieron por 15 días más, hasta el 27 de junio, cuando se retiraron a
Masaya.
Casanova Fuertes señala que hay
evidencias de que la GN, asesorada por militares asiáticos y apoyada por
fuerzas del Condeca (Consejo de Defensa Centroamericano), pensaba realizar una
operación estratégica de yunque-martillo con tropas de Granada y Jinotepe en
contra de Masaya, lo cual fue frustrado por la toma de Jinotepe, en 24 horas,
el 6 de julio de 1979, realizado por las fuerzas guerrilleras replegadas desde
Managua a Masaya y que conformaban la unidad de combate móvil, después llamada
Batallón Rolando Orozco.
Antes del 6 de julio de 1979, había un equilibrio, casi como un acuerdo de hecho: mientras el FSLN controlaba Diriamba, la GN dominaba Jinotepe, según el comandante Carlos Núñez Téllez, en el libro Un pueblo en armas.
Antes del 6 de julio de 1979, había un equilibrio, casi como un acuerdo de hecho: mientras el FSLN controlaba Diriamba, la GN dominaba Jinotepe, según el comandante Carlos Núñez Téllez, en el libro Un pueblo en armas.
Otra vez Casanova obvió la
importancia del Frente Occidental Rigoberto López Pérez (FORLP), que tomó la
ciudad de León el 20 de junio de 1979, convirtiéndola en la cabeza de playa
deseada y soñada, y que recibió a los comandantes Daniel Ortega Saavedra
(coordinador de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional) y Tomás Borge
Martínez desde el 14 de julio.
Fue hasta la madrugada del 18 de
julio, no el 17 de julio como señaló el periodista Espinosa, que llegó a León
el resto de la JGRN, es decir, Violeta Barrios, Sergio Ramírez y Alfonso
Robelo, excepto Moisés Hassan, que estaba en Granada, continuando su labor
política, organizativa y logística, de las nacientes juntas de gobierno
municipal, en los poblados recién tomados por el FSLN. La JGRN fue juramentada
en el Paraninfo de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, no en la
Catedral de León, como dijo Casanova. El 20 de junio de 1979, León se ganó el
título de Primera Ciudad Liberada. Luego, el 18 de julio de 1979, León se ganó
el título de Primera Capital de la Revolución.
En realidad solamente el dictador Somoza
Debayle reconoció, desde el principio, la importancia de la victoria del FSLN
sobre la GN en León, el 20 de junio, lo cual puede leerse en su libro Nicaragua traicionada. Otros autores, ex-dirigentes
de la Revolución Sandinista, historiadores, protagonistas, etc., han ignorado
la fecha y el hecho, o bien, alguno ha reconocido, al pasar de los años, a
regañadientes o parcialmente, tal verdad llena de evidencias y de relevancia
estratégica militar y política.
También Casanova obvió que el
Frente Occidental avanzó casi 100 kilómetros, derrotando a la GN, tropas del
Condeca y mercenarios sudcoreanos en La Paz Centro, Izapa (donde había una base
militar de las tropas élites llamadas EEBI o Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería) y Nagarote, para entrar a Managua al amanecer del 19 de
julio de 1979. El Frente Occidental fue el único frente guerrillero que avanzó
sobre Managua, derrotando totalmente a la GN en cuanto lugar se la encontró;
hecho reconocido por el alto mando del ejército de Cuba y por el comandante
Fidel Castro Ruz, según el valioso testimonio del comandante guerrillero
Leopoldo Rivas Alfaro. Hecho que le cuesta reconocer a los nicaragüenses
interesados en el tema de la lucha revolucionaria.
Pero si de evidencias se habla,
debemos recordar que hay evidencias de que la fuerzas guerrilleras de Masaya y
Carazo (Frente Oriental Ulises Tapia), que luego tomaron Granada (donde se
incluyen a las fuerzas replegadas desde la capital o Frente Central Camilo
Ortega), no regresaron nunca a Managua en contra-ofensiva, aunque muchos de sus
combatientes lo deseaban; pero no recibieron la orden de sus mandos superiores.
Nunca avanzaron hacia la capital para tomarla, ni por la carretera a Masaya (26.2Km),
ni por la carretera sur, Jinotepe-Managua (49.3Km). Ningún retén de la GN era excusa para no
avanzar sobre Managua, ni siquiera el retén del kilómetro ocho de la carretera
sur, que la tarde del 18 de julio ya estaba abandonado, según constataron
algunos combatientes leoneses. Ni tampoco se presentaron las fuerzas de
Masaya-Carazo en el Open Tres, el día 18 de julio, al atardecer, como habían
acordado por radio-comunicación con los mandos del Frente Occidental. A Masaya,
con el Repliegue, entraron más de 6 mil personas; pero para avanzar hacia
Managua, desde Masaya o Carazo, no pudieron salir 300, 400 o 500 hombres, a
pesar del inmenso arsenal recuperado en Jinotepe. Como se ha señalado en otras
ocasiones, aparentemente predominó la táctica de preservación de las fuerzas,
que algunos mandos de la tendencia GPP (Guerra Popular Prolongada) aplicaron en
algunas ocasiones.
Por tal razón, las fuerzas
guerrilleras de León (alrededor de 850-900 hombres, en una gran caravana encabezada
por dos tanques Sherman, cuatro tanquetas y camiones militares blindados),
fueron las primeras en entrar a Managua el 19 de julio, en plan ofensivo, y
tomar el búnker de Somoza y la Loma de Tiscapa. El FORLP iba con la decisión de
enfrentar a los tres mil guardias reservados por el tirano Somoza Debayle para
enfrentar a los guerrilleros leoneses, desde que habían tomado León, como él
mismo lo señaló en su libro Nicaragua
traicionada; pero tales tropas ya habían huido por distintas vías.
Esperemos que en las entrevistas
del año 2021 los historiadores entrevistados en los programas de televisión
reconozcan la importancia del Frente Occidental Rigoberto López Pérez y sus
acciones victoriosas en León y al avanzar hacia Managua. Porque los
historiadores tienen una deuda con la verdad histórica referida a la
importancia de León y de sus guerrilleros urbanos en la ofensiva final de 1979.
Para luego es tarde, porque nunca es tarde para empezar.
En
conclusión, no permitamos que la historia de la liberación nacional sea
re-escrita. Las evidencias y la objetividad son las mejores herramientas para
escribir e interpretar correctamente los hechos históricos. Llamemos a las
cosas por su nombre y reconozcamos lo que debe ser reconocido. Al mérito,
honor.
¡Viva
el 41° aniversario del triunfo de la Revolución Sandinista!
Referencias:
1-. Cortés
Domínguez, G. (2003). De León al búnker. Editarte. Managua. 400
2-. Fisher, L. La toma del búnker de Somoza
el 19 de julio de 1979. Managua, Nicaragua. 2016: 235. Lenin Fisher.
3-. Fisher, L. (2017). La toma
del búnker de Somoza: 19 de julio de 1979. 2da. ed. Universitaria. León,
Nicaragua. 316.
4-. Fisher, L. (2018). El Repliegue en Adelante Nicaragua: entrevista con
Rafael Casanova Fuertes. Managua, Nicaragua. Escritos de Lenin Fisher:
reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua. leninfisherblogspot.com
5-. Núñez Téllez, C. (2009). Un
pueblo en armas: informe del frente interno. 2da. ed. Asamblea Nacional.
Managua, Nicaragua.
6-. Ortega Saavedra, H. (2004). La
epopeya de la insurrección. Managua, Nicaragua. Lea.
7-.Pérez Salas, J.R. (2008).
EEBI: los Quijotes del ocaso. Managua, Nicaragua. La Prensa.
8-.Ramírez Mercado, S. (1999).
Adiós muchachos: una memoria de la revolución sandinista. México, D.F. Aguilar.
9-. Ramírez, W. Unidad
construida en la acción. En: Baltodano Marcenaro, M.S. Memorias de la lucha
sandinista. Fundación Roxa Luxemburgo. Printex. Tomo II. Managua, Nicaragua.
2011; 267-292
10-.Somoza Debayle, A. (1980).
Nicaragua traicionada. Western Islands. Boston.
11-.Valdivia, J. Qué revolución,
ni qué nada, lo que queríamos era botar a Somoza. En: Baltodano Marcenaro, M.S.
Memorias de la lucha sandinista. Fundación Roxa Luxemburgo. Printex. Tomo II.
Managua, Nicaragua. 2011
Managua, Nicaragua, 18 de julio de
2020
Escritos de Lenin Fisher:
reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com