domingo, 19 de julio de 2020

EL REPLIEGUE A MASAYA NO FUE DECISIVO EN EL TRIUNFO DE LA REVOLUCION SANDINISTA


El Repliegue a Masaya no fue decisivo

 en el triunfo de la Revolución Sandinista


Lenin Fisher


El día de ayer, 17 de julio, en Adelante Nicaragua, programa de entrevistas del canal 37 Extraplus, el periodista Néstor Espinosa entrevistó al historiador Rafael Casanova Fuertes.

Casanova Fuertes hizo un parangón muy interesante entre la Revolución Liberal de 1893 y la Revolución Popular Sandinista de 1979, encabezada por Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Nuevamente el historiador Casanova le da una gran relevancia, casi decisiva para que triunfara la Revolución Sandinista, al Repliegue táctico a Masaya, que los guerrilleros urbanos de Managua realizaron desde la capital a la Ciudad de las Flores. Esa importancia exagerada también la señaló en el mismo programa, en el año 2018. En esta oportunidad apuntó que: “el Repliegue a Masaya fue un golpe estratégico”.

Por otro lado, no puede compararse de manera simplista el Repliegue a Masaya con la Gran Marcha de la guerrilla del Partido Comunista Chino, dirigida, entre otros, por Mao Tse-Tung. Debe guardarse la distancia en todo sentido.

La Gran Marcha del Ejército Rojo chino fue una retirada, de 12 mil 500 kilómetros, en 370 días, de unos 120 mil hombres que buscaron los lugares más remotos y montañosos (alejados de centros urbanos o industriales y de poca relevancia estratégica),  ante la persecusión de más de un millón de soldados del Kuomintang, entre los años 1934 y 1935. Además, la invasión del ejército japonés en 1937 interrumpió la guerra entre los comunistas y los anticomunistas chinos, para obligarlos a unirse con sentido patriótico y combatir a los invasores nipones hasta derrotarlos y expulsarlos.

Sin embargo, los chinos reconocen la importancia histórica que tuvo la llegada del primer ejército en 1935, desde un año antes, que los otros ejércitos, al lugar donde se establecieron las tropas revolucionarias chinas al final de su repliegue, es decir, Shaanxi; región donde llegaron solamente ocho mil de los 86 mil que iniciaron la Gran Marcha. Aunque, después llegó el cuarto ejército, con 100 mil hombres, al mando de Zhan Guotao.

Mi tesis es que el Repliegue táctico a Masaya no fue decisivo para que la Revolución Sandinista triunfara el 19 de julio de 1979, ni ayudó a que el Frente Sur Benjamín Zeledón avanzara en la profundidad del territorio nicaragüense, desde Costa Rica, ni ayudó para que este frente guerrillero conquistara una cabeza playa en la frontera sur, ni en la ciudad de Rivas. Ninguna de estas dos cosas sucedió.

El origen de la exagerada importancia del Repliegue táctico a Masaya, desde el punto de vista táctico y estratégico militar, está en la forma en que los que dirigieron dicha acción  escribieron o re-escribieron a su manera  la historia, desde sus cargos políticos, militares y gubernamentales, durante la década de 1980, con la Revolución Sandinista en el poder.

Los dirigentes del Repliegue tuvieron mucha responsabilidad e influencia en el aparato de propaganda y agitación política del FSLN, y desde ahí empezaron a exagerar la importancia real del Repliegue, probablemente por el doble sentimiento de frustración por no haber podido derrotar a la Guardia Nacional (GN) en la capital y no haber podido regresar en contra-ofensiva victoriosa desde Masaya y Carazo, para ser los primeros en tomar el búnker de Somoza y la Loma de Tiscapa. Sino que regresaron a Managua el 19 de julio de 1979 después de las tres de la tarde.

No está demás señalar que la mayoría de los dirigentes del Repliegue traicionaron a la Revolución Sandinista, al FSLN y al sandinismo, a partir de que el Frente Sandinista entregó el poder al brazo político de la contrarrevolución somocista y neoliberal el 25 de abril de 1990.

Algunos jóvenes creen que sin el Repliegue a Masaya no habría triunfado la Revolución Sandinista, lo cual es erróneo y falso. El Repliegue táctico a Masaya fue una heroica retirada bajo hostigamiento de tropas terrestres de la GN, en algunos puntos, y el bombardeo de su fuerza aérea, con aviones y helicópteros.

Tal retirada estuvo basada en razones objetivas que no hacían posible mantener la resistencia guerrillera, ni mucho menos derrotar a la GN en la capital y tomar el control de Managua.  Las condiciones objetivas fueron: escasas municiones, cansancio, falta de alimentos, fallas del abastecimiento aéreo de municiones proveniente de Costa Rica, los efectos del bombardeo de la aviación somocista sobre la población civil y las masacres, con muchas bajas, en que terminaron otros intentos de repliegue en la zona occidental de Managua (Batahola y el Vapor).

Hay que aceptar con humildad que el Repliegue táctico a Masaya representó una derrota transitoria para el FSLN y una victoria temporal para la GN. Fue una retirada, una huida, heroica; pero una retirada al fin. Los guerrilleros de Managua tuvieron que retirarse, se vieron obligados a huir, para evitar un verdadero desastre, en bajas efectivas, muertos y heridos, si continuaban combatiendo a la guardia somocista dentro de la capital. El Frente Central Camilo Ortega Saavedra, que era el nombre del llamado Frente Interno que operaba en el departamento de Managua, hizo mucho más de lo esperado, porque se calculaba que sus acciones duraran solo tres días y se extendieron por 15 días más, hasta el 27 de junio, cuando se retiraron a Masaya.

Casanova Fuertes señala que hay evidencias de que la GN, asesorada por militares asiáticos y apoyada por fuerzas del Condeca (Consejo de Defensa Centroamericano), pensaba realizar una operación estratégica de yunque-martillo con tropas de Granada y Jinotepe en contra de Masaya, lo cual fue frustrado por la toma de Jinotepe, en 24 horas, el 6 de julio de 1979, realizado por las fuerzas guerrilleras replegadas desde Managua a Masaya y que conformaban la unidad de combate móvil, después llamada Batallón Rolando Orozco.

Antes del 6 de julio de 1979, había un equilibrio, casi como un acuerdo de hecho: mientras el FSLN controlaba Diriamba, la GN dominaba Jinotepe, según el comandante Carlos Núñez Téllez, en el libro Un pueblo en armas.

Otra vez Casanova obvió la importancia del Frente Occidental Rigoberto López Pérez (FORLP), que tomó la ciudad de León el 20 de junio de 1979, convirtiéndola en la cabeza de playa deseada y soñada, y que recibió a los comandantes Daniel Ortega Saavedra (coordinador de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional) y Tomás Borge Martínez desde el 14 de julio.

Fue hasta la madrugada del 18 de julio, no el 17 de julio como señaló el periodista Espinosa, que llegó a León el resto de la JGRN, es decir, Violeta Barrios, Sergio Ramírez y Alfonso Robelo, excepto Moisés Hassan, que estaba en Granada, continuando su labor política, organizativa y logística, de las nacientes juntas de gobierno municipal, en los poblados recién tomados por el FSLN. La JGRN fue juramentada en el Paraninfo de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, no en la Catedral de León, como dijo Casanova. El 20 de junio de 1979, León se ganó el título de Primera Ciudad Liberada. Luego, el 18 de julio de 1979, León se ganó el título de Primera Capital de la Revolución.

En realidad solamente el dictador Somoza Debayle reconoció, desde el principio, la importancia de la victoria del FSLN sobre la GN en León, el 20 de junio, lo cual puede leerse en su libro Nicaragua traicionada. Otros autores, ex-dirigentes de la Revolución Sandinista, historiadores, protagonistas, etc., han ignorado la fecha y el hecho, o bien, alguno ha reconocido, al pasar de los años, a regañadientes o parcialmente, tal verdad llena de evidencias y de relevancia estratégica militar y política.

También Casanova obvió que el Frente Occidental avanzó casi 100 kilómetros, derrotando a la GN, tropas del Condeca y mercenarios sudcoreanos en La Paz Centro, Izapa (donde había una base militar de las tropas élites llamadas EEBI o Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería) y Nagarote, para entrar a Managua al amanecer del 19 de julio de 1979. El Frente Occidental fue el único frente guerrillero que avanzó sobre Managua, derrotando totalmente a la GN en cuanto lugar se la encontró; hecho reconocido por el alto mando del ejército de Cuba y por el comandante Fidel Castro Ruz, según el valioso testimonio del comandante guerrillero Leopoldo Rivas Alfaro. Hecho que le cuesta reconocer a los nicaragüenses interesados en el tema de la lucha revolucionaria.

Pero si de evidencias se habla, debemos recordar que hay evidencias de que la fuerzas guerrilleras de Masaya y Carazo (Frente Oriental Ulises Tapia), que luego tomaron Granada (donde se incluyen a las fuerzas replegadas desde la capital o Frente Central Camilo Ortega), no regresaron nunca a Managua en contra-ofensiva, aunque muchos de sus combatientes lo deseaban; pero no recibieron la orden de sus mandos superiores. Nunca avanzaron hacia la capital para tomarla, ni por la carretera a Masaya (26.2Km), ni por la carretera sur, Jinotepe-Managua (49.3Km).  Ningún retén de la GN era excusa para no avanzar sobre Managua, ni siquiera el retén del kilómetro ocho de la carretera sur, que la tarde del 18 de julio ya estaba abandonado, según constataron algunos combatientes leoneses. Ni tampoco se presentaron las fuerzas de Masaya-Carazo en el Open Tres, el día 18 de julio, al atardecer, como habían acordado por radio-comunicación con los mandos del Frente Occidental. A Masaya, con el Repliegue, entraron más de 6 mil personas; pero para avanzar hacia Managua, desde Masaya o Carazo, no pudieron salir 300, 400 o 500 hombres, a pesar del inmenso arsenal recuperado en Jinotepe. Como se ha señalado en otras ocasiones, aparentemente predominó la táctica de preservación de las fuerzas, que algunos mandos de la tendencia GPP (Guerra Popular Prolongada) aplicaron en algunas ocasiones.

Por tal razón, las fuerzas guerrilleras de León (alrededor de 850-900 hombres, en una gran caravana encabezada por dos tanques Sherman, cuatro tanquetas y camiones militares blindados), fueron las primeras en entrar a Managua el 19 de julio, en plan ofensivo, y tomar el búnker de Somoza y la Loma de Tiscapa. El FORLP iba con la decisión de enfrentar a los tres mil guardias reservados por el tirano Somoza Debayle para enfrentar a los guerrilleros leoneses, desde que habían tomado León, como él mismo lo señaló en su libro Nicaragua traicionada; pero tales tropas ya habían huido por distintas vías.

Esperemos que en las entrevistas del año 2021 los historiadores entrevistados en los programas de televisión reconozcan la importancia del Frente Occidental Rigoberto López Pérez y sus acciones victoriosas en León y al avanzar hacia Managua. Porque los historiadores tienen una deuda con la verdad histórica referida a la importancia de León y de sus guerrilleros urbanos en la ofensiva final de 1979. Para luego es tarde, porque nunca es tarde para empezar.

En conclusión, no permitamos que la historia de la liberación nacional sea re-escrita. Las evidencias y la objetividad son las mejores herramientas para escribir e interpretar correctamente los hechos históricos. Llamemos a las cosas por su nombre y reconozcamos lo que debe ser reconocido. Al mérito, honor.

¡Viva el 41° aniversario del triunfo de la Revolución Sandinista!

Referencias:

1-. Cortés Domínguez, G. (2003). De León al búnker. Editarte. Managua. 400
2-. Fisher, L. La toma del búnker de Somoza el 19 de julio de 1979. Managua, Nicaragua. 2016: 235. Lenin Fisher.
3-. Fisher, L. (2017). La toma del búnker de Somoza: 19 de julio de 1979. 2da. ed. Universitaria. León, Nicaragua. 316.
4-. Fisher, L. (2018). El Repliegue en Adelante Nicaragua: entrevista con Rafael Casanova Fuertes. Managua, Nicaragua. Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua. leninfisherblogspot.com
5-. Núñez Téllez, C. (2009). Un pueblo en armas: informe del frente interno. 2da. ed. Asamblea Nacional. Managua, Nicaragua.
6-. Ortega Saavedra, H. (2004). La epopeya de la insurrección. Managua, Nicaragua. Lea.
7-.Pérez Salas, J.R. (2008). EEBI: los Quijotes del ocaso. Managua, Nicaragua. La Prensa.
8-.Ramírez Mercado, S. (1999). Adiós muchachos: una memoria de la revolución sandinista. México, D.F. Aguilar.
9-. Ramírez, W. Unidad construida en la acción. En: Baltodano Marcenaro, M.S. Memorias de la lucha sandinista. Fundación Roxa Luxemburgo. Printex. Tomo II. Managua, Nicaragua. 2011; 267-292
10-.Somoza Debayle, A. (1980). Nicaragua traicionada. Western Islands. Boston.

11-.Valdivia, J. Qué revolución, ni qué nada, lo que queríamos era botar a Somoza. En: Baltodano Marcenaro, M.S. Memorias de la lucha sandinista. Fundación Roxa Luxemburgo. Printex. Tomo II. Managua, Nicaragua. 2011

Managua, Nicaragua, 18 de julio de 2020
Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
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