Ofensiva de Octubre de 1977: salto de calidad del FSLN
En homenaje a Eduardo Contreras
impulsor de la tesis insurreccional.
El Frente Sandinista de Liberación
Nacional (FSLN) lanzó su primera ofensiva militar en las ciudades, el 13 de
octubre de 1977; acción planificada por la dirección de la tendencia Insurreccional
o Tercerista, para atacar cuarteles de la Guardia Nacional (GN), en Ocotal
(Nueva Segovia), San Carlos (Río San Juan), Cárdenas (Rivas), Masaya y
Chinandega (cabeceras de los departamentos homónimos).
Entre los antecedentes de ataques a
cuarteles militares o de sublevación armada de las masas en las ciudades están:
los hechos de Jinotepe y Diriamba, en el departamento de Carazo, el 11 de
noviembre de 1960 (que debieron acompañarse de ataques en otras ciudades); y el
enfrentamiento armado durante la marcha del 22 de enero de 1967, en la capital
Managua, que resultó en una masacre perpetrada por la GN. A este tipo de
acciones algunos las calificaban de cuartelazos y cortoplacistas.
En octubre de 1977, la guerrilla en
la montaña, con la casi mítica columna Pablo Úbeda, se encontraba
en la etapa de extinción (con pocos hombres mal armados, sin municiones,
desarticulados, hambrientos, en la profundidad de la montaña, perseguidos
ferozmente por la GN, e incomunicados entre los pequeños grupos y con los
colaboradores). Además, la mayoría de los colaboradores habían sido asesinados,
desaparecidos, apresados o removidos a otros lugares, como parte de las
tácticas de contrainsurgencia, con las que Estados Unidos y el Condeca
asesoraban al ejército de Somoza. La base de colaboradores era de
aproximadamente unos dos mil campesinos (incluyendo a los familiares), según
René Vivas, quien hizo un recuento de los mismos con Carlos Agüero, en 1976.
Pues dicha base social, literalmente, ya no existía. A pesar de todo lo
anterior, la dirección de la tendencia Guerra Popular Prolongada (GPP), en las
ciudades, insistía en mantener la tesis del foco guerrillero en la montaña, es
decir, la guerrilla campesina, como el eje central de la actividad
revolucionaria para derrocar a la dictadura somocista. Sin obviar que, la tesis
del foco guerrillero no dio resultado en Raití-Bocay (1963), Pancasán (1967) y
Zinica (1970).
Además, el dictador Somoza Debayle
suspendió el Estado de Sitio, el 19 de septiembre de 1977, porque él y el
estado mayor de la GN, pensaban que el FSLN ya estaba derrotado y liquidado, a
pesar de contar con unos 50 militantes activos, dedicados a tiempo completo
(cifra muy cercana a la realidad, que no sobrepasaba a los 150 miembros), que
en todo caso, estaban dispersos y divididos. Una buena parte de ellos se
encontraban como prisioneros, en el exilio o en la clandestinidad. Vivas
también señala que después de la muerte en combate de Carlos Fonseca, el
secretario general del FSLN, la guerrilla en la montaña dejó de recibir
avituallamiento desde la ciudad (ya ni siquiera plástico negro para las champas
recibían; mucho menos botas, municiones o armas). Sin olvidar que, Tomás Borge,
otro de los fundadores del FSLN, tenía un año y ocho meses de estar encarcelado.
Estados Unidos, el Partido
Conservador, el gran capital empresarial y la oposición legal están maniobrando
para lograr un somocismo sin Somoza, tratando de inhabilitarlo por enfermedad,
debido a los dos infartos cardíacos que había sufrido el dictador, en diciembre
de 1976 y julio de 1977; pero dichos actores no encuentran o no se ponen de
acuerdo en quién puede sustituir a Somoza; no poseen líderes que satisfagan las
expectativas de cada uno de los sectores interesados en que se mantenga el
capitalismo sin Somoza.
En junio de 1976 fundan la
tendencia Insurreccional o Tercerista, en las faldas del volcán Mombacho, en
Granada, los siguientes guerrilleros sandinistas: Eduardo Contreras, Daniel
Ortega, Humberto Ortega, Camilo Ortega, Germán Pomares y Leticia Herrera.
Pomares y Humberto construirán la retaguardia estratégica en Costa Rica. Camilo
y Leticia trabajarán en los departamentos orientales (Granada, Carazo, Masaya y
Rivas). Daniel y Contreras, atenderían Managua, León y Chinandega. Mientras
tanto, Carlos Fonseca se dirige a la profundidad de la montaña para lograr reunir y unir
a los cuadros de la ciudad y el campo, que formaban parte de la GPP. El 7 de
noviembre de ese año cae en combate Eduardo Contreras, en Managua, quien era el
principal líder de la tendencia Insurreccional; y al día siguiente cae
combatiendo Carlos Fonseca, en Zinica, sin poder concretar la reunión
programada para el 15 de noviembre.
Un año después, en junio de 1977,
en San José, Costa Rica, se planifica la Ofensiva de Octubre, durante una
reunión en la que participan los siguientes combatientes sandinistas: Daniel
Ortega, Humberto Ortega, Germán Pomares, Víctor Tirado, Edén Pastora y Plutarco
Hernández. Se crean tres frentes: Norte, Sur y del Litoral Pacífico. La labor
organizativa incluye preparativos, viajes, reuniones y entrenamiento de
combatientes en Costa Rica y Honduras. En la reunión ellos reflexionaron si
convenía o no actuar y llegaron a dos conclusiones: primero, que si no actuaban
a la ofensiva, arriesgando el pequeño capital humano y material, el sandinismo
iría a la derrota y extinción total, inexorable e irreversible. Segundo, si
marchaban al combate ofensivo tenían dos opciones: vencer o ser vencidos. Por
lo tanto, decidieron actuar ofensivamente.
Los objetivos de la heroica
Ofensiva de Octubre de 1977 fueron, a saber: arrebatar al somocismo la
iniciativa político-militar; impedir al gobierno de Estados Unidos, el Partido
Conservador y las clases sociales más ricas que retocaran el régimen
dictatorial; contrarrestar el espacio político que la oposición burguesa había
ganado a través de la lucha legal; quitar presión militar a los restos de la
diezmada guerrilla en la montaña; hacer prevalecer la tesis de la insurrección;
impulsar una amplia apertura y alianzas con diferentes sectores sociales;
formar una junta de gobierno revolucionario pluralista para asumir el poder; y
lograr el apoyo de gobiernos y otras fuerzas políticas, de distintas
ideologías, en el mundo, y sobre todo en Latinoamérica.
El 24 de septiembre de 1977 los
servicios de seguridad de Costa Rica capturan los croquis y el plan de ataque
original de la Ofensiva de Octubre, tras una redada en San José. Cinco días
después Novedades, el periódico de la familia Somoza, publica dichos planes. Y
en contra de toda lógica, la jefatura Tercerista no cambia los planes, sino que
decide ejecutarlos sin ningún cambio, realizando así, una acción inesperada
para el enemigo. Así, la Ofensiva de Octubre de 1977 inicia el 13 de octubre, a
un año y cuatro meses de haberse fundado la tendencia Insurreccional. En tan
poco tiempo fueron capaces, los Terceristas, de organizar una acción ofensiva,
múltiple, en las ciudades, combinando la táctica invasionista, guerrilla urbana
con ataques a cuarteles, guerrilla en la montaña y alianza política amplia con
otros sectores de la sociedad. Sin duda, dicha ofensiva fue un gran
salto de calidad dialéctico. Debe tomarse en cuenta que, antes de octubre de
1977, el Departamento de América, del gobierno de Cuba, dirigido por el
comandante Manuel Piñeiro, el legendario Barba Roja, apoya
totalmente a la tendencia GPP.
Las acciones en Chinandega no se
realizan porque el organizador principal, Jorge Sinforoso Bravo cae en combate,
el 7 de octubre, y su acompañante, Lenin Cerna, tiene que escapar hasta
Honduras, con fracturas en las piernas, al saltar desde el puente los Cabros,
en la carretera de León a Chinandega.
El ataque a Ocotal, bajo el mando
de Daniel Ortega (Cleto), Víctor Tirado (el Canoso) y Germán Pomares (el Danto)
no ocurre porque el camión, procedente de Honduras, que tendría que trasladar a
los guerrilleros nunca llegó; y los guerrilleros tuvieron que combatir a la GN
en la carretera, caminos, municipios y montañas de Nueva Segovia,
convirtiéndose así en la guerrilla que más tiempo duró realizando acciones
ofensivas, y por lo tanto, en la única guerrilla exitosa. Entre los integrantes
o fundadores del naciente Frente Norte están: Facundo Picado, Ulises Tapia Roa,
la mexicana Aracely Pérez, Róger Deshón, Carlos Manuel Jarquín, Oscar
Benavidez, Heriberto Rodríguez, Francisco Ramírez (ex-GN), Francisco el
Zorro Rivera, Cristóbal Vanegas, Emerson Velásquez, Jorge Guerrero,
Eugenia Monroy (también mexicana), Leticia Herrera, Estanislao García, Dora
María Téllez, Álvaro Hernández, Joaquín Cuadra, Carlos Suárez, Elías Noguera
(René), Luis Rivera, la campesina Ramona Campos, Miriam Tinoco, Gerardo
Hernández (Chepe o el Pacífico), Aníbal García (Pedrito), Víctor Manuel Urbina
(Juancito o el Humilde Compañero), Carlos Rojas (el Doctorcito), Juan Ramón
Ramos (el Indio Emilio), Leoncia Granado (Esmeralda), Victoria de Jesús Gutiérrez
Montiel (Cosita), Carlos Suárez (Guandique), Julio Alemán Ortiz, José Luis Rivera
Lagos (el Recluta), Jorge Guerrero (el Cuervo), Juan Salgado (Leoncito), Gustavo
Villanueva (el Guerrillero Urbano), Enrique Jardiel Mayorga (el Poeta), Salvador
Bravo, Manuel Plata, entre otros.
El ataque a Masaya, dirigido por
Israel Lewites y en el que participa Hilario Sánchez (originario de Sutiaba),
sucede hasta el 17 de octubre debido a fallas en la comunicación, entre la
retaguardia en Costa Rica y Camilo Ortega, en Granada, quien no puede preparar
las condiciones para el día 13. Caen heroicamente en la Ciudad de las Flores
los siguientes guerrilleros urbanos: Israel Lewites, Maximiliano Antonio
Somarriba, Francisco Castellón Peinado, Juan Carlos Herrera, Rolando López Porras,
Manuel Sánchez García y Norman de Jesús López Porras.
En San Carlos, el ataque es
dirigido por Plutarco Hernández (quien tiene como lugar-tenientes a José
Valdivia Hidalgo y Antenor Ferrey), causando bajas a la GN; pero no logra su
rendición, tomar el cuartel ni insurreccionar al pueblo. La retirada ocurrió
antes de tiempo y fue desordenada y difícil. Un total de 30 guerrilleros,
armados con fusiles Garand, carabinas M1, subametralladoras M3, un fusil
ametralladora Browning de 30mm., y escopetas, divididos en tres grupos,
comandados por Hernández, Valdivia y Richard Lugo, causan cinco bajas efectivas
a la GN (un mayor, un teniente y tres soldados), así como seis soldados
heridos. Hay tres civiles muertos (entre ellos, el juez de policía municipal).
La mayoría de los guerrilleros sandinistas eran originarios de Solentiname,
entre ellos: Laureano Mairena, Miriam Guevara, José Arana, Gloria Guevara,
Felipe Peña, Julio Ramón Guevara, Nubia Arcia, Alejandro Guevara, Bosco
Centeno, Iván Guevara, entre otros. Además, murieron combatiendo: Elvis
Chavarría, Ernesto Chato Medrano, Donald Guevara y Roberto
Pichardo. Además, José Valdivia Hidalgo fue herido en un brazo, que tuvo riesgo
de perderlo.
El pequeño cuartel de Cárdenas sí
cayó en manos de los guerrilleros sandinistas dirigidos por Edén Pastora. Por
lo tanto, el traslado de los guerrilleros desde San Carlos hacia Cárdenas
(navegando a través del lago Cocibolca), tampoco sucedió, para después avanzar
hacia Sapoa y Peñas Blancas y conquistar un espacio territorial. Esta parte del
plan, la conexión San Carlos-Cárdenas, vista 45 años después, parece poco
realista.
Por otra parte, la Junta
Revolucionaria de Gobierno, formada entre mayo y junio de 1977, en San José,
Costa Rica y Cuernavaca, México, al trasladarse desde Liberia, Guanacaste,
Costa Rica, hacia Nicaragua (guiada por Herty Lewites y Carlos Coronel),
pensando que podría tomar posesión en la ciudad de Rivas (adonde también
ingresaría el mando de la tendencia Tercerista), nunca pudo llegar al país porque
el vehículo que los transportaba se deterioró, a mitad del camino, y tuvieron
que regresar a San José. La reunión de Cuernavaca la presiden por parte de los
Terceristas José Benito Escobar y Sergio Ramírez; y en dicha reunión se elige
como presidente de la junta al empresario industrial y comerciante, Felipe
Mántica.
El programa de la Junta
Revolucionaria de Gobierno consistía de cinco puntos básicos: un régimen
democrático de libertades públicas; abolición de la GN y creación de un nuevo
ejército nacional; expropiación de los bienes de Somoza y sus allegados;
transformación del régimen de propiedad realizando la reforma agraria dentro de
una economía mixta; y no alineamiento internacional, relación con todos los
países del mundo y fin de la dependencia con los Estados Unidos.
En fin, la Ofensiva de Octubre de
1977, después llamada Octubre Victorioso, solo obtuvo el éxito militar en Nueva
Segovia, con el Frente Norte, lo cual permitió potenciar el surgimiento del
grupo político de Los Doce (símbolo de la gran alianza nacional de todos los
sectores, en contra de la dictadura somocista), conformado a partir de la Junta
Revolucionaria de Gobierno, que no pudo salir de Costa Rica, y que lanzó una
proclama señalando que la solución de la crisis nicaragüense no podía ocurrir
sin la participación del FSLN. El éxito del Frente Norte permitió darle
continuidad a la beligerancia del Tercerismo, implementar la maniobra política
del Grupo de Los Doce y recomponer a las fuerzas guerrilleras.
A pesar de los numerosos epítetos
que las tendencias GPP y Proletarios lanzaban, después de octubre de 1977,
contra la tendencia Insurreccional, a la cual calificaban de golpistas y
aventureros, no puede negarse que la Ofensiva de Octubre de 1977 fue un
importante salto de calidad, un hecho histórico real, donde la tesis
Insurreccional rescató del abismo de la derrota y el exterminio al FSLN y
demostró en la praxis cuál debía ser el camino: la guerrilla urbana y la
insurrección popular en las ciudades, potenciando el apoyo internacional. Tenía
tanta razón Camilo Ortega cuando señaló que había que diferenciar el
aventurerismo de la audacia revolucionaria. Al enemigo se le sumiría en la
defensiva hasta acorralarlo en sus cuarteles y centros del poder, en su propia
retaguardia; así se desarrollaría la guerra revolucionaria sandinista, con
audacia como la mostrada en la Ofensiva de Octubre de 1977, en Nueva Segovia, San Carlos, Cárdenas y Masaya.
Lenin Fisher
Managua, Nicaragua, 8, 9 y 14 de octubre de 2022
Escritos de Lenin Fisher:
reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
https://leninfisher.blogspot.com/2022/10/ofensiva-de-octubre-de-1977-salto-de.html
Bibliografía e infografía
Cabezas Lacayo, O. (1988). Canción de amor para los
hombres. Nueva Nicaragua. Managua.
Ortega Saavedra, H. (2004). La epopeya de la
insurrección Lea. Managua, Nicaragua.
Radio La Primerísima. (2022). René Vivas Lugo, la columna Pablo Úbeda. 31-5-2022
https://radiolaprimerisima.com/entrevistas/rene-vivas-lugo-la-columna-pablo-ubeda/