Operación Militar Especial de Rusia en Ucrania: un año después
Lenin Fisher
Dentro de tres días se cumplirá el primer aniversario del inicio de la Operación Militar Especial (OME) de Rusia en Ucrania.
En febrero de 2022
Ucrania se preparaba para lanzar una nueva ofensiva sobre las repúblicas del
Donbass. Posteriormente, atacarían Crimea y Sebastopol. Estados Unidos, la OTAN
y la Unión Europea promovieron el golpe de Estado en 2014, en Kiev. Desde entonces,
comenzaron a armar y entrenar al ejército ucraniano para desencadenar el
genocidio del pueblo rusoparlante.
Simultáneamente, las
potencias occidentales usaron los Acuerdos de Minks y el Cuarteto de Normandía,
como una táctica para ganar tiempo y así poder entrenar y armar hasta los
dientes a Ucrania para que fuese la punta de lanza en la guerra por delegación
contra Rusia. Las cínicas declaraciones de Merkel y Hollande confirman este
juego con cartas marcadas, mientras Rusia actuaba de buena fe para lograr una
solución pacífica del conflicto.
Además, el Occidente
colectivo desarrollaba los bio-laboratorios como parte de la guerra biológica
contra los pueblos eslavos y particularmente contra el pueblo ruso. Más de 40
bio-laboratorios fueron descubiertos y se han recopilado más de 20 mil
documentos que comprometen a Estados Unidos en el proyecto perverso.
Según el presidente
Putin, los guerreristas occidentales han invertido más de 150 mil millones de
dólares en Ucrania; mientras que, el G-7 solo ha destinado 60 mil millones a
los países pobres, entre 2020 y 2021. La AID ha invertido más de 20 mil
millones de dólares en Ucrania. El dinero occidental ha servido para comprar
armas, municiones, equipos y para enriquecer a la corrupta élite política y
económica de Ucrania.
Von der Leyen aceptó
que las bajas del ejército ucraniano superaban los cien mil efectivos, hace
tres meses; pero ese dato lo borró del vídeo original de su declaración.
Actualmente se sabe que superan las 300 mil víctimas. A lo largo de esta
guerra-proxi, de la OTAN contra Rusia, las bajas ucranianas han sido por lo
menos 10 veces más que las rusas.
En esta guerra de la
OTAN, hasta el último ucraniano, el 80% de las bajas ucranianas son efectivas,
es decir, letales. Por lo tanto, solamente el 20% de sus bajas son heridos. Es
primera vez en la historia de las guerras que tales proporciones se ven.
Siempre se ha dicho que los heridos en una guerra son 3, 5 o hasta 10 veces
mayor que los muertos. Pero nunca se había visto que la cantidad de muertos
fuese cuatro veces la de heridos. Los expertos militares dicen que la
explicación está en la potencia y la eficiencia de las armas rusas.
No puede dejar de
mencionarse que la guerra dirigida por Washington contra Moscú, la cual tiene
como escenario el territorio de Ucrania, ha mostrado los grandes avances de la
tecnología militar rusa. No en vano se puede asegurar que es la guerra donde
más se han usado y derribado drones o vehículos aéreos no tripulados y
dirigidos a control remoto.
La mayor parte de los
territorios de Donestk y Lugansk están liberados. Dichas repúblicas, así como
las provincias de Jersón y Zaporiyia proclamaron su adhesión a Rusia, a través
de referendos con resultados abrumadores y contundentes. La liberación de
ciudades como Mariúpol y Soledar han tenido un gran impacto en el escenario real
de la guerra y en el exterior.
Al día de hoy, de
acuerdo al Ministerio de Defensa de Rusia, las pérdidas materiales de Ucrania,
causadas por el ejército ruso, son las siguientes: 3213 drones, 1043
lanzacohetes múltiples, 386 aviones, 210 helicópteros, 7975 tanques y otros
vehículos blindados, 4185 cañones de artillería de campaña y morteros, 406
sistemas de defensa aérea (S-300, BUK-M1, Osa), y 8479 vehículos militares,
destruidos.
La guerra del
imperialismo y el colonialismo occidental no solo es militar. También es
económica y financiera. Rusia es hoy el país con más sanciones (agresiones)
económicas en la historia, con más de 10 mil en su contra (desde los tiempos de
la Unión Soviética). Sin embargo, las desafortunadas sanciones no han tenido el
impacto esperado. Al contrario, la economía rusa se ha fortalecido, el rublo
luce sólido, los intercambios en rublo y monedas nacionales con otros países
han aumentado, el dólar se ha debilitado, China e India se han vuelto los
principales clientes de las fuentes energéticas rusas, el desempleo alcanzó el
récord histórico de 3.7%, los bloques económicos como el BRICS se robustecen y
crecen. Además, la alianza bilateral sino-rusa es más fuerte que una roca.
Las pérdidas
mundiales por la guerra en Ucrania, que el Occidente imperialista acepta
descaradamente que ellos iniciaron en 2014, se calculan en 1.6 billones de
dólares. Solamente Alemania ha perdido el equivalente al 4% del PIB. En el
Reino Unido se estima que las pérdidas económicas corresponderían a 1,200 dólares
por cada ciudadano adulto. El efecto global se acentúa por las sanciones
promovidas por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, de tal manera que en
América Latina la pobreza alcanzó el 32% y la extrema pobreza el 13% de la
población.
En fin, Rusia ha demostrado que no necesita de Estados Unidos, ni de Europa, para vivir. Es imposible derrotar a Rusia en el plano militar y también en el económico. Rusia, en pleno siglo XXI, está luchando a la vanguardia, otra vez, contra el nazismo y el fascismo internacional, por su supervivencia como país, Estado y nación, y por la sobrevivencia de la humanidad entera. El mundo dejó de ser el que conocíamos a partir del 24 de febrero de 2022. Los guerreristas occidentales saben muy bien que el fin de ese mundo ha llegado. Los rusos otra vez transformando el mundo, como en 1917 y 1945. ¡Oh, esos rusos! ¡Viva Rusia! ¡Viva Putin!
Managua, Nicaragua, 21 de
febrero de 2023.
Escritos de Lenin Fisher:
reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com