miércoles, 23 de noviembre de 2011

ASAMBLEA NACIONAL 2012-2017: EL PARLAMENTO QUE QUEREMOS

Asamblea Nacional 2012-2017: el Parlamento que queremos

Lenin Fisher 

La futura Asamblea Nacional de Nicaragua, recién electa por el pueblo (el soberano), estará conformada por 92 diputados procedentes de tres partidos políticos o alianzas: 62 del FSLN; 28 del PLI; y dos del PLC.

Este nuevo Parlamento con una clara mayoría sandinista, es decir, de izquierda, puede y debe realizar varios cambios importantes para el país.

Dada esta nueva mayoría democrática, podemos esperar que se acabará la disfuncionalidad de los congresistas y la paralización del primer poder del Estado para sabotear al Ejecutivo; se terminará con el famoso pretexto de la falta de quórum; finalizarán los costosos cañonazos para obtener votos; el célebre voto número 47 para lograr la mayoría mínima pasará a la historia; pasarán de moda las bancaditas bisagras o independientes (símbolos del oportunismo politiquero por antonomasia); y se podrá enfrentar mejor a las arbitrarias condicionalidades de los organismos financieros internacionales.

Por otro lado, la nueva Asamblea Nacional, el Parlamento que queremos, podría trabajar en los siguientes aspectos:

1-. Aprobar el referéndum revocatorio para el presidente y vicepresidente de la nación, a la mitad del período de gobierno. Que el pueblo decida si sigue mandando o no.

2-. Suprimir la inmunidad parlamentaria en Nicaragua y en el Parlamento Centroamericano.

3-. Eliminar la diputación regalada o hechiza para los candidatos a presidente y vice-presidente que ocupen el segundo lugar en las elecciones generales.

4-. Eliminar la diputación regalada o hechiza en el Parlacen para el ex-presidente y el ex–vicepresidente.

5-. Eliminar la pensión vitalicia con el mismo salario de alto funcionario público para cualquier magistrado de los diferentes poderes del Estado (la seguridad social existe en Nicaragua).

6-. Suprimir los 400 mil córdobas  y las cisternas de combustible que le asignan a cada diputado para realizar su campaña proselitista personal y permanente.

7-. Reducir el número de diputados y sus salarios.

8-. Re-estructurar a la Corte Suprema de Justicia, Consejo Supremo Electoral, Contraloría General y otras instituciones del Estado, reduciendo el número de magistrados o altos funcionarios.

9-. Reducir los salarios de todos los altos funcionarios de los distintos poderes del Estado, entes autónomos e instituciones importantes como Fiscalía, Procuradurías, etc., de la misma manera en que lo hizo el Poder Ejecutivo en 2007.

10-. Eliminar todos los cargos de suplentes o vices, en todas las instituciones del Estado, excepto el cargo de vice-presidente del país.

11-. En conjunto con una nueva Corte Suprema de Justicia, promover la re-estructuración del sistema judicial para que deje de ser lo que es actualmente.

12-. Poner un límite a la re-elección de todos los cargos públicos. No más de dos períodos consecutivos o discontinuos suena realista como algo transitorio en este momento. Idealmente, los altos funcionarios de los Poderes del Estado deberían cumplir solamente un período.

13-. Establecer legalmente que todos los partidos políticos deben participar de manera independiente cada dos o tres elecciones generales, regionales o municipales para que mantengan el favor de sus bases y se ganen la personalidad jurídica, como decimos en buen nicaragüense, a puro pulso. Esto ayudaría a contrarrestar el zancudismo, la moda utilitaria de las alianzas y el oportunismo político del “jet set” de los dirigentes de micro-partidos que hoy están en esta acera y mañana en la de enfrente.

14-. Impedir que los partidos políticos reciban de manera directa o indirecta alguna subvención proveniente del presupuesto del país.

15-. Promover que los políticos con altos cargos públicos, de elección popular o no, así como el gran capital realicen declaraciones de probidad públicas, accesibles para todo el pueblo, el cual tiene derecho a saber cuánto ganan anualmente y además, cómo lo ganan.

16-. Eliminar el re-embolso de dinero gastado por los partidos políticos en las campañas electorales, con fondos del Estado a través del Consejo Supremo Electoral.

17-. Promover la re-nacionalización de la energía.

18-. Impedir que los organismos financieros internacionales cambien arbitrariamente el porcentaje de cotización de los trabajadores, el límite de edad para jubilarse y el número de cuotas de la seguridad social.

Esa es la Asamblea Nacional que queremos.


Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua. 

leninfisher.blogspot.com

zanatepijul2011@hotmail.com