Sandino en el siglo
XXI
Lenin
Fisher
El
general Augusto C. Sandino (Niquinohomo, 18-5-1895 / Managua, 21-2-1934), es el
intelectual orgánico de la nacionalidad nicaragüense, según el poeta Julio
Valle-Castillo, y consecuentemente de la identidad nacional. En el octogésimo
aniversario de su asesinato a traición, por órdenes de los imperialistas de la
tierra, esta es una verdad incuestionable. El ejemplo y el pensamiento de
Sandino no son patrimonio exclusivo de Nicaragua, sino que trascienden nuestras
fronteras. Pertenecen a los pueblos de América Latina y el Caribe. Son, en
realidad, patrimonio de todos los pueblos del mundo.
El
pensamiento vivo de Sandino está, en el siglo XXI, más vivo que nunca. Su
vigencia brilla con luz propia en los esfuerzos de unidad e integración
latinoamericana y caribeña, que a contracorriente los gobernantes izquierdistas
y progresistas impulsan, sin el visto bueno imperial. Si los países ricos y
poderosos del planeta se unen en bloques económicos como la Unión Europea o en
tratados de libre comercio, por qué no se pueden unir los países pobres
africanos y latinoamericanos. Tenemos derecho a unirnos para salir del atraso,
al cual nos han condenado por más de cinco siglos los países ricos del norte
del mundo.
El
supremo sueño de Bolívar y de Sandino se está concretando poco a poco y sus
manifestaciones concretas son la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América o Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP. Cuba, 14-12-2004), la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac. Quintana Roo, México,
23-2-2010) y Unión de Naciones Suramericanas (Unasur. Brasilia, 23-5-2008).
El
triunfo en Chile de Michelle Bachelet (15-12-13) y la victoria en primera
vuelta del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, en El Salvador, con
Salvador Sánchez Cerén (2-2-14), indican que la unidad latinoamericana se
fortalecerá. Los efectos negativos de los golpes de estado en Honduras (28-6-2009)
y Paraguay (22-6-2012), avalados por el presidente de Estados Unidos (EU),
Barack Obama, tutor del neogolpismo, han sido contrarrestados gradualmente.
La
unidad latinoamericana y caribeña es un proceso difícil porque las oligarquías
de nuestros países y los EU están en contra de la misma para mantener su
dominio y privilegios, explotando los recursos naturales y a los seres humanos
a su antojo. Por tal razón, ellos atacan sin piedad a Venezuela, que ha jugado
un extraordinario papel de liderazgo regional, con Hugo Chávez y Nicolás
Maduro, levantando la espada libertadora de Bolívar y la bandera anti-intervencionista
de Sandino (en cuyas fuerzas estuvo el venezolano Carlos Aponte).
EU, la
oligarquía venezolana y las compañías petroleras privadas transnacionales (cuya
matriz está en el emporio creado por el hombre más rico y más explotador de la
historia: John Davison Rockefeller) no se resignan a perder el control del
petróleo y sus multimillonarias ganancias.
Los
magnates del mundo saben que derrocar al gobierno democráticamente electo de
Venezuela es abortar la unidad latinoamericana, por eso el encono en promover
la violencia delincuencial y callejera, atacar a consulados venezolanos,
dedicar más del 60% del tiempo de CNN para atacar a Venezuela y desconocer los
resultados electorales obtenidos con el más seguro sistema electoral
electrónico del mundo, según Jimmy Carter, ex–presidente de EU. La izquierda
venezolana ha ganado 18 de 19 elecciones; en el último año y medio ha ganado
cuatro; en las últimas elecciones de gobernadores ganó 20 de 23 estados; y en
las municipales ganó más del 75% de las alcaldías. ¿Qué más quieren, falsos
demócratas?
Managua, Nicaragua,
24 de febrero de 2014
leninfisherblogspot.com