domingo, 23 de febrero de 2014

SANDINO EN EL SIGLO XXI

Sandino en el siglo XXI

Lenin Fisher

El general Augusto C. Sandino (Niquinohomo, 18-5-1895 / Managua, 21-2-1934), es el intelectual orgánico de la nacionalidad nicaragüense, según el poeta Julio Valle-Castillo, y consecuentemente de la identidad nacional. En el octogésimo aniversario de su asesinato a traición, por órdenes de los imperialistas de la tierra, esta es una verdad incuestionable. El ejemplo y el pensamiento de Sandino no son patrimonio exclusivo de Nicaragua, sino que trascienden nuestras fronteras. Pertenecen a los pueblos de América Latina y el Caribe. Son, en realidad, patrimonio de todos los pueblos del mundo.

El pensamiento vivo de Sandino está, en el siglo XXI, más vivo que nunca. Su vigencia brilla con luz propia en los esfuerzos de unidad e integración latinoamericana y caribeña, que a contracorriente los gobernantes izquierdistas y progresistas impulsan, sin el visto bueno imperial. Si los países ricos y poderosos del planeta se unen en bloques económicos como la Unión Europea o en tratados de libre comercio, por qué no se pueden unir los países pobres africanos y latinoamericanos. Tenemos derecho a unirnos para salir del atraso, al cual nos han condenado por más de cinco siglos los países ricos del norte del mundo.

El supremo sueño de Bolívar y de Sandino se está concretando poco a poco y sus manifestaciones concretas son la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América o Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP. Cuba, 14-12-2004), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac. Quintana Roo, México, 23-2-2010) y Unión de Naciones Suramericanas (Unasur. Brasilia, 23-5-2008).

El triunfo en Chile de Michelle Bachelet (15-12-13) y la victoria en primera vuelta del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, en El Salvador, con Salvador Sánchez Cerén (2-2-14), indican que la unidad latinoamericana se fortalecerá. Los efectos negativos de los golpes de estado en Honduras (28-6-2009) y Paraguay (22-6-2012), avalados por el presidente de Estados Unidos (EU), Barack Obama, tutor del neogolpismo, han sido contrarrestados gradualmente.

La unidad latinoamericana y caribeña es un proceso difícil porque las oligarquías de nuestros países y los EU están en contra de la misma para mantener su dominio y privilegios, explotando los recursos naturales y a los seres humanos a su antojo. Por tal razón, ellos atacan sin piedad a Venezuela, que ha jugado un extraordinario papel de liderazgo regional, con Hugo Chávez y Nicolás Maduro, levantando la espada libertadora de Bolívar y la bandera anti-intervencionista de Sandino (en cuyas fuerzas estuvo el venezolano Carlos Aponte).

EU, la oligarquía venezolana y las compañías petroleras privadas transnacionales (cuya matriz está en el emporio creado por el hombre más rico y más explotador de la historia: John Davison Rockefeller) no se resignan a perder el control del petróleo y sus multimillonarias ganancias.

Los magnates del mundo saben que derrocar al gobierno democráticamente electo de Venezuela es abortar la unidad latinoamericana, por eso el encono en promover la violencia delincuencial y callejera, atacar a consulados venezolanos, dedicar más del 60% del tiempo de CNN para atacar a Venezuela y desconocer los resultados electorales obtenidos con el más seguro sistema electoral electrónico del mundo, según Jimmy Carter, ex–presidente de EU. La izquierda venezolana ha ganado 18 de 19 elecciones; en el último año y medio ha ganado cuatro; en las últimas elecciones de gobernadores ganó 20 de 23 estados; y en las municipales ganó más del 75% de las alcaldías. ¿Qué más quieren, falsos demócratas?

Managua, Nicaragua, 24 de febrero de 2014


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