Argentina: del país demacrado al país normal
Lenin Fisher
Recientemente,
los revolucionarios y los sectores progresistas de Argentina perdieron una
batalla electoral, en la segunda vuelta, el domingo 22 de noviembre (51% versus
48%). Derrota dolorosa y triste.
La
democracia formal y electoral permite la alternabilidad en el poder. El
candidato Scioli, apoyado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, para
continuar los cambios progresistas y nacionalistas, perdió ante Macri, el
candidato del gran capital y de la oligarquía, criolla y extranjera.
Desde
Kirchner hasta Fernández la Argentina pasó de un país demacrado y desvalijado
por el Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional a un país normal. Macri,
el ganador, será sin dudas el presidente de los fondos buitres. Argentina pasó del
caos, el corralito financiero y la deuda externa (herencia de la derecha
neoliberal), al iniciar la década del año 2000, hacia la normalidad,
estabilidad y mayor distribución social de la riqueza producida, en 2015. Pero
la guerra mediática constante y prolongada, interna y externa, ha tenido su efecto
inmediato en ese 3-4% del electorado que hizo la diferencia. Los gobiernos
herederos de lo mejor del peronismo han reducido la pobreza y la extrema
pobreza; hicieron crecer a la clase media; pero los nuevos integrantes de la
clase media, tienen otras demandas y aspiraciones, que no son las prioritarias
para las mayorías.
La
Argentina normal permitió que el pueblo mirara por televisión gratuitamente, en
los canales nacionales, los partidos de fútbol de la liga que tiene a equipos
íconos como el Boca Junior y el River Plate. Antes, el pobreterío no podía
verlos porque tenían que pagar tv-cable o pay-per
view. Increíble, pero cierto, en la tierra de Maradona. Así es el
neoliberalismo capitalista.
La
izquierda argentina pierde entregándole al pueblo la tasa más baja de desempleo
(alrededor de 6%) y la tasa más baja de desendeudamiento desde 1976, cuando la
dictadura militar era una fea realidad. Reclamó la soberanía sobre las islas
Malvinas y manifestó su interés por el futuro de la Antártida. El país se
liberó del yugo de la deuda externa, al igual que Brasil. Enfrentó a los fondos
buitres y sus abogados del diablo, radicados en Estados Unidos. Fortaleció la
educación abriéndole oportunidades a miles de jóvenes. Apoyó a los pequeños y
medianos productores con ciencia y tecnología (clonaron una oveja productora de
carne y lana). El consumo per cápita de carne es mayor que hace 10 años.
Fortalecieron el Mercosur, Unasur y la Celac; y se acercaron al BRICS.
La revancha será en cuatro años. Chile ya demostró que se puede recuperar el poder político. Y cuando se gane otra vez, hay que superar todos los errores cometidos: no alejarse de la gente y tratarla siempre bien, como servidores y con humildad.
Managua, Nicaragua, 29
de noviembre de 2015
Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com