Cardenal Miguel Obando y Bravo:
su
muerte durante el golpe de Estado blando
Lenin
Fisher
La
muerte del cardenal Miguel Obando y Bravo, la madrugada de hoy domingo 3 de
junio de 2018 sucede en uno de los momentos más críticos del golpe de Estado
blando que las fuerzas políticas opositoras al gobierno revolucionario y
sandinista, impulsan desde el 18 de abril, aplicando un formato ya usado varias
veces en Venezuela, Honduras, Paraguay, Ecuador, Brasil, Yugoslavia, Ucrania,
Libia, Egipto y Siria.
El
cardenal Obando, ha sido la personalidad de la mediación y la reconciliación
por antonomasia, en Nicaragua. Alrededor de los últimos 50 años de la vida
política nacional ha sido mediador y conciliador de crisis.
Entre
las más importantes crisis políticas donde fue mediador, testigo o garante el Arzobispo,
y luego, Cardenal, Obando y Bravo, están las siguientes: asalto a la casa de
José María Castillo, el 27 de diciembre de 1974 y el asalto al Palacio
Nacional, el 22 de agosto de 1978; ambos realizados por el FSLN en contra de la
dictadura de Somoza Debayle, para rescatar prisioneros políticos. El triunfo de
la Revolución Popular Sandinista, el 19 de julio de 1979, en cuyos días previos
participó en las negociaciones entre el FSLN y los gobiernos de Somoza, de
Estados Unidos y de países latinoamericanos que mediaban; así como para proteger
la vida de prisioneros y heridos. El final de la guerra contrarrevolucionaria
que Estados Unidos promovió para derrotar a la Revolución Sandinista, entre
1988-1989, que llevó a la firma de los Acuerdos de Sapoá; proceso en el cual
encabezó la Comisión Nacional de Reconciliación, a petición del Presidente de
la República Daniel Ortega Saavedra. Y más recientemente, el proceso de
reconciliación iniciado con el FSLN, a partir de 2006, que permitió re-impulsar
y revitalizar la reconciliación nacional, una vez que el FSLN ganó las
elecciones de ese año y asumió el poder en enero de 2007. Momento a partir del
cual, presidió la Comisión de Verificación, Reconciliación, Paz y Justicia “Cardenal
Miguel Obando y Bravo”.
Su
muerte debe sonar como un campanazo de alerta para que la Comisión de Mediación
del Diálogo Nacional, formada por cinco miembros de la Conferencia Episcopal de
Nicaragua, asuma de manera imparcial su papel y que dicho diálogo se reanude
lo más pronto posible, para brindar resultados concretos al país, y éste, recupere la paz y la estabilidad que teníamos antes del 18 de abril. Este domingo 3 de junio, el Papa Francisco ha dicho que el diálogo debe ser humilde y sincero; y que se deben preparar todas las condiciones para reiniciarlo.
Es
tiempo que la Comisión de Mediación del Diálogo Nacional y la Conferencia
Episcopal de Nicaragua exijan el cese total de la violencia, venga de donde
venga, el levantamiento de todas las barricadas y tranques que impiden la libre
circulación de personas y mercancías; y que termine la destrucción, saqueo e incendios de la
propiedad pública y privada.
Es
tiempo de que la Comisión de Mediación no imponga agendas no consensuadas en el
Diálogo Nacional y que no deje llevarse por la manipulación mediática que
resalta masacres pre-fabricadas, aplicando técnicas de auto-disparos y
francotiradores; ni que sea influenciada por la técnica de la mentira, culpando
al gobierno de todos los saqueos, destrucción e incendios causados por grupos
vandálicos apoyados y pagados por los partidos políticos y los empresarios
privados de la derecha golpista.
Evidentemente
que a la Conferencia Episcopal de Nicaragua le ha quedado muy grande la camisa
de la Comisión de Mediación del Diálogo Nacional; pero todavía está a tiempo de
superar la labor hecha hasta hoy, que por supuesto ha dejado mucho que desear.
Mientras tanto, la sombra gigantesca del Prócer de la Paz y la Reconciliación Nacional
de Nicaragua, según declaró la Asamblea Nacional, el 2 de marzo de 2016, al
Cardenal Miguel Obando y Bravo, estará allí como una espada de Damocles, sobre
la Comisión de Mediación del Diálogo Nacional y la Conferencia Episcopal de Nicaragua,
entidades que ni juntas le llegan al ojo del pie al legado lleno de resultados
positivos para el pueblo de Nicaragua, que nos dejó el Cardenal Obando (q.e.p.d.).
Managua,
Nicaragua, 3 de junio de 2018
Escritos
de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com