Drones y magnicidio contra Nicolás
Maduro
Lenin
Fisher
El
sábado 4 de agosto la derecha venezolana llegó al cenit del síndrome de las
minorías desesperadas, al intentar asesinar al presidente constitucional de
Venezuela, Nicolás Maduro Moro, lanzando dos drones cargados de explosivo C-4.
La
derecha venezolana extremista, incapaz de derrotar al gobierno revolucionario
por medio de elecciones democráticas, porque no cuenta con el apoyo mayoritario
del pueblo, es capaz de cualquier cosa: guarimbas terroristas, golpes de
Estado, contratar a paramilitares colombianos y militares o ex-militares
venezolanos. Todo lo anterior, con el apoyo decidido y oficioso de la
oligarquía colombiana y el gobierno de Estados Unidos, a través de su embajada
en Caracas y el Comando Sur, con sede en Panamá.
El
intento de magnicidio falló y es totalmente condenable y repudiable. El sistema
electrónico defensivo funcionó. Los intentos de magnicidios fracasaron
centenares de veces contra el comandante Fidel Castro Ruz.
El
pueblo venezolano ha derrotado diferentes variantes de la guerra no
convencional del imperialismo yanqui en el siglo XXI, bajo la dirección de Hugo
Chávez y Nicolás Maduro. Recientemente en Nicaragua fue derrotado otro golpe de
Estado blando por el gobierno constitucional dirigido por el comandante Daniel
Ortega Saavedra y el Frente Sandinista de Liberación Nacional.
La
verdad es que durante la ola de gobiernos revolucionarios y progresistas de Latinoamérica,
durante el siglo XXI, los gobiernos gringos no descansaron y el presidente
Obama impulsó los golpes de Estado suaves o blandos en Honduras (contra Manuel
Zelaya) y en Paraguay (contra Fernando Lugo).
En
Paraguay, la embajadora de Estados Unidos en Asunción, durante una reunión con
políticos paraguayos preguntó abiertamente cuándo se realizaría el juicio
político contra Fernando Lugo, lo cual se filtró a la prensa y resultó un
escándalo. Poco tiempo después, el 22 de junio de 2012, se montó el golpe de
Estado suave, en su variable de juicio político, después de inventar el
pretexto (una falsa masacre atribuida a la policía), contando con el control
mayoritario del parlamento. El presidente Lugo solamente tuvo 17 horas para
defenderse, incluyendo una noche, para defenderse, cuando el paraguayo que roba
una gallina tiene, según la ley, derecho al debido proceso. Al poco tiempo,
llegó a la presidencia del Paraguay el hombre más rico del país. Hoy el
presidente es un hijo del que fue secretario personal del dictador Alfredo Stroessner,
de acuerdo al ex-presidente Lugo, que brindó una entrevista a Telesur.
El
juicio político contra Cristina Fernández y Lula da Silva, el golpe de estado
contra Dilma Rousseff, la persecución contra Rafael Correa, en Argentina,
Brasil y Ecuador, vinieron después.
Ahora
ha llegado el magnicidio como arma política para alcanzar el poder, como parte
de la lucha de clases que los adinerados de Venezuela impulsan contra un
gobierno que se preocupa por mejorar las condiciones de vida de los pobres.
Y
los gobernantes norteamericanos, sean de raza negra o raza blanca continuarán
apoyando los golpes de Estado, “revoluciones” de colores o primaveras árabes,
como la modalidad de la guerra no convencional de la contrarrevolución del
siglo XXI.
Nicolás
Maduro ha demostrado su gran capacidad de liderazgo como presidente de Venezuela.
Hoy el Partido Socialista Unido de Venezuela debe estar más unido que nunca.
Todos los líderes revolucionarios deben estar alertas y tomar las medidas de
seguridad necesarias.
¡Viva
la unidad latinoamericana!
Managua,
Nicaragua, 6 de agosto de 2018
Escritos
de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com