Marchas sandinistas contra el golpe de
Estado
Lenin
Fisher
El
pueblo sandinista ha marchado de manera multitudinaria para respaldar al
gobierno revolucionario, presidido por el Comandante de la Revolución Daniel
Ortega Saavedra.
Las
marchas han sido muchas y masivas, en Managua, la capital, en las cabeceras
departamentales y municipales. La población sandinista marchó, hizo caravanas,
plantones y conciertos o cantatas para rechazar de forma categórica el golpe de
Estado, terrorista, que pretendía quebrar el orden constitucional.
Los
sandinistas se manifestaron masivamente durante innumerables ocasiones, de
manera pacífica. Las masas, conformadas sobre todo por gente pobre,
trabajadores, jóvenes, mujeres y campesinos, retomaron las calles como escenario
de la lucha por defender el poder popular, porque desde el año 2007 el pueblo
nicaragüense ha sido, como dice uno de los lemas del gobierno sandinista: ¡Pueblo Presidente!
Por
supuesto que los medios de comunicación nacionales y extranjeros, propiedad de
los ricos de aquí y de allá, por su ideología capitalista y derechista,
obviaron las manifestaciones sandinistas que mostraban el verdadero músculo
popular de los revolucionarios nicaragüenses y el gran respaldo a la gestión
del FSLN.
El
golpe de Estado, fascista y clasista, empezó el 18 de abril, como todos
sabemos. Las fuerzas reaccionarias de la derecha golpista se expresaron
violentamente, con ataques armados a partir del 19 de abril, en distintas
ciudades. Los golpistas hicieron grandes manifestaciones el lunes 23 y el
sábado 28 de abril, así como el 30 de mayo (con una clara tendencia a la
disminución del número de personas; pasando de unas 500 mil, a 300 mil y 200
mil manifestantes, respectivamente). Manifestaciones que finalizaron con hechos
violentos, de los cuales sobresalió el ataque a policías y manifestantes
sandinistas, el Día de las Madres, es decir el 30 de mayo, cuando aplicaron
francotiradores, la técnica de los auto-disparos y mataron por lo menos a dos
jóvenes sandinistas, uno de ellos medallista de oro de sambo, en los Juegos
Centroamericanos de 2017. Ese día la marcha golpista se trasladó desde el
sector de la UCA, donde supuestamente terminaría su protesta, hacia el sector
de los semáforos del antiguo Hospital Militar, pasando por la UNI y el Estadio
Nacional de Base-ball.
Los
golpistas de la derecha neo-somocista intentaron bloquear o atacaron marchas o
caravanas sandinistas en diferentes ciudades del país. En la Trinidad, Estelí,
mataron a un joven sandinista e hirieron a otras personas, incluyendo a 16
policías; hecho ocurrido el 30 de mayo. A propósito, los golpistas extremistas
decían públicamente que no había nada que celebrar el Día de las Madres).
Todavía
en la primera quincena de mayo, grupos de sandinistas se manifestaban
focalmente en algunas rotondas de la capital, hasta que las turbas violentas de
la derecha golpista se posicionaron de tales lugares, sobre todo al atardecer y
por la noche, quemando los árboles de la vida (ornamentos lumínicos,
nocturnos).
Un
grupo importante de sandinistas se mantuvo todos los días en la rotonda Hugo
Chávez, reunidos, cantando, pintando, bailando, declamando, pidiendo u orando
por la paz. Todo un ejemplo de perseverancia. En este lugar, diferentes líderes
del FSLN y del Gobierno, con sus discursos explicaban al pueblo la realidad de
lo que sucedía y reiteraban la voluntad de paz y diálogo del gobierno
sandinista.
Pero
fue el miércoles 4 de julio cuando el FSLN convocó a una marcha en Managua, la
cual inició en la rotonda El Periodista y terminó en la rotonda Hugo Chávez;
actividad que cayó como agua de mayo, porque el pueblo de Managua estaba
esperando una actividad como esa. El pueblo sandinista se reanimó. En las radioemisoras
se escucharon muchos comentarios favorables sobre la marcha.
El
sábado 7 de julio habló el comandante Ortega en la avenida Bolívar ante el
pueblo reunido alrededor de la rotonda Hugo Chávez. Fue ese día cuando calificó
de asesinos a los golpistas y terroristas de Jinotepe y Diriamba, los cuales se
disputaban con otros grupos las mejores notas en la aplicación de los manuales
de operaciones sicológicas de la CIA y Gene Sharp, matando, torturando,
secuestrando, violando, robando y destruyendo la propiedad pública y privada.
El
viernes 13 de julio, cuando los patrones capitalistas hicieron otro paro
nacional, el pueblo sandinista se desbordó marchando, en caravana vehicular,
hacia Masaya, conmemorando el 39 aniversario del Repliegue. El multitudinario
convoy con centenares de miles de sandinistas alegres y optimistas entró a la Ciudad
de la Flores, a pesar de que en Monimbó quedaba todavía un reducto de golpistas
en una cierta cantidad de barricadas. Reducto golpista que el 17 de julio no
soportaría por muchas horas la ofensiva de la Policía Nacional para restablecer
el orden interno, como señala la Constitución Política de Nicaragua. Los
golpistas de la derecha habían amenazado con impedir a toda costa el Repliegue
2018; pero tal cosa quedó solo en el mundo virtual, o sea, en su segunda
realidad: las redes sociales.
Ese
mismo día del Repliegue a Masaya, la Policía Nacional desalojó a los golpistas
del Recinto Universitario Rubén Darío de la UNAN-Managua, quienes estaban
divididos en ocho grupos (cinco de solamente delincuentes y tres que estaban
formados por estudiantes universitarios y delincuentes).
Mientras
tanto, en el resto del país las marchas pacíficas de los sandinistas
continuaban, a pie o en carro, en forma de actos culturales o vigilias. Y el 17
de julio llegó la gran noticia: la derrota total de los golpistas en Masaya.
Días después el comisionado Avellán diría que los organizadores y financistas
del golpe de Estado terrorista en Masaya no habían aguantado la ofensiva de la
Policía Nacional y se habían ido del país, algunos acompañados hasta de las
suegras.
De
la concentración el 19 de julio para celebrar el XXXIX aniversario de la
Revolución Sandinista ¿qué puedo decir? Bien, la derecha golpista tuvo ver como
un millón de sandinistas llenaban la Plaza de la Fe, la Plaza de la Revolución
y la avenida Bolívar. El discurso del presidente Daniel Ortega desenmascaró a
los golpistas y a los obispos mediadores.
La
marcha sandinista del 23 de julio, encabezada por los líderes de la UNEN (quienes
se desenvolvieron de una forma excelente en la mesa del diálogo nacional), fue
una gran demostración de respaldo al gobierno revolucionario del comandante
Daniel Ortega, deseos de paz y necesidad de justicia.
La
tónica en Managua fueron marchas sandinistas los días miércoles y sábados. Una mañana sabatina las creativas carrozas
mostraron los daños causados al sistema de salud pública (ambulancias quemadas,
destrucción de centros de salud, saqueo de medicinas, etc.). El pueblo parecía
no cansarse, aunque no todos los sandinistas podían ir todos los días a marchar
desde la UNAN-Managua, la rotonda Rubén Darío, rotonda Centroamérica o rotonda
Jean Paul Genie hacia la rotonda Hugo Chávez y la avenida Bolívar. Chávez y
Bolívar fueron los nombres de los lugares que simbolizaron la resistencia
sandinista ante el golpe de Estado terrorista apoyado por políticos extremistas
yanquis.
Y
la derecha golpista como perdió respaldo rápidamente y de manera masiva, también
fue perdiendo, en Managua, los escenarios (rotonda por rotonda). Hasta quedar
reducida a pequeños grupos violentos que no pedían permiso a la Policía
Nacional para marchar, como lo establece la Constitución Política en sus
artículos 53 y 54. Grupos que lesionaron policías, quemaron vehículos
policiales, golpearon a sandinistas, atacaron con piedras casas de sandinistas
o se robaron muchas tapas de manjoles; pero que al final solamente se quedaron dirigentes
del MRS y de distintos ONGs (encabezados por políticos del PLC o de CxL),
también renuentes a pedir permiso para marchar como se acostumbra en todo país
democrático del hemisferio occidental del planeta.
Los
analistas, periodistas o comentaristas que apoyaban el golpe de Estado decían
que el FSLN había perdido el control de las rotondas y el monopolio de las
calles. Pero la realidad demostró lo contrario. Los sandinistas volvieron a
marchar por las calles, avenidas, caminos y carreteras de todo el país para
respaldar al FSLN. Y hasta el día de hoy siguen agitando sus banderas, la
nacional y la rojinegra, en las rotondas de Managua, con una perseverancia,
alegría y disciplina, dignas de admiración, mostrando que ni el sol, ni la
lluvia los amilana para nada.
Managua,
Nicaragua, 21 y 27 de octubre de 2018
Escritos
de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com