viernes, 3 de diciembre de 2021

FSLN Y PSUV GANAN ELECCIONES EN 2021

 

FSLN y PSUV ganan elecciones en 2021


Lenin Fisher


El FSLN y PSUV han ganado elecciones democráticas en Nicaragua y Venezuela, respectivamente, al finalizar este año. El Frente Sandinista de Liberación Nacional y el Partido Socialista Unido de Venezuela son dos partidos revolucionarios, que están gobernando e impulsando cambios sociales para beneficiar a la mayoría de la población.

El FSLN y PSUV llegaron al poder político de manera distinta. El primero, en 1979, por medio de la luchar armada, y el segundo, en 1999, a través de la lucha cívico-electoral. Veinte años de diferencia, el mismo tiempo que entre la Revolución Cubana de 1959 y la Revolución Sandinista.

El FSLN ganó nuevamente la presidencia, con el Comandante de la Revolución Daniel Ortega Saavedra y la amplia mayoría de las diputaciones a la Asamblea Nacional y el Parlamento Centroamericano. El presidente Ortega ganó con el 75% de los votos, en medio de una participación del 65% de la población, lo cual indica que la mitad del padrón electoral votó por los proyectos de justicia social que el sandinismo impulsa desde 2007, cuando regresó al poder por la vía electoral y democrática. Según el presidente venezolano Nicolás Maduro la victoria sandinista, con esas proporciones, es un récord mundial.

Pero la Revolución Venezolana tiene un récord: ha ganado 27 de 29 elecciones organizadas en dos décadas. Este año, los candidatos socialistas y aliados en el Gran Polo Patriótico ganaron 18 de 23 gobernaturas estatales, lo cual es una victoria rotunda. En solo un estado del país se repetirán las elecciones. Debe agregarse el contundente triunfo en la mayoría de las alcaldías municipales.

Ambos procesos electorales se realizaron en completa paz y normalidad, como verdaderas fiestas cívicas, a pesar de estar amenazados y atacados por las fuerzas reaccionarias de la derecha mundial, encabezada por los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea.

Sin duda, todos los que se auto-llaman de la izquierda light, socialdemócratas o centro izquierda, tienen que aprender mucho del PSUV y del FSLN, porque éstos tienen un acúmulo de experiencias enriquecedoras de la práctica revolucionaria sin recetas. Y por supuesto, que la primera lección del FSLN y el PSUV es hacer la revolución. No lo olviden.


Managua, Nicaragua, 3 de diciembre de 2021

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

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miércoles, 1 de diciembre de 2021

EMILIO ALVAREZ MONTALVAN: POLITICO DERECHISTA TRADICIONAL

 

Emilio Álvarez Montalván: político derechista tradicional

 

Lenin Fisher

 

Emilio Álvarez Montalván fue un político miembro del Partido Conservador, una de las paralelas históricas que tienen su origen en los grupos oligárquicos coloniales y post-coloniales.

 

Oftalmólogo de profesión. Estudió medicina en Argentina donde se asombró de la atención en salud gratuita para los enfermos de tuberculosis, cuando, siendo estudiante, estuvo internado en uno de los llamados sanatorios; a pesar de lo cual apoyó el neoliberalismo privatizador del servicio de salud pública.

 

Por algún tiempo tuvo posiciones anti-somocistas; pero estaba más cerca de Fernando Agüero y Luis Pasos Argüello, que de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal. Este último recibió la oposición abierta de parte de Álvarez Montalván, en momentos decisivos de la lucha anti-somocista, a finales de la década de 1970, como lo refleja Ortega (2017):

 

En agosto de 1977, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal comunica a Edmundo Jarquín que el Partido Conservador, a través de Emilio Álvarez Montalván y Luis Pasos Argüello, persiguen sujetarlo y colocarlo bajo su control con el propósito de desbaratar UDEL [Unión Democrática de Liberación] (p. 405).

 

El Partido Conservador quería hegemonizar a la oposición legal y se presentaba como una opción más llevadera ante los ojos del gobierno de Estados Unidos, que no aceptaba totalmente el cierto grado de nacionalismo que defendía Chamorro Cardenal, líder de UDEL, agrupación que planteó algunas reformas importantes, según Ortega (2017).

 

Álvarez Montalván fue opositor a la Revolución Sandinista en la década de 1979 a 1990. Durante los gobiernos neoliberales (1990-2006), fue funcionario de la administración del presidente Arnoldo Alemán Lacayo, desempeñándose como canciller. Estuvo siempre a favor del neoliberalismo y de la subordinación de la política exterior de Nicaragua a los intereses de Estados Unidos. Ese pensamiento lo reflejaba en sus escritos de opinión y entrevistas, cuando el poderío fáctico de los medios de comunicación lo presentaban como analista político, supuestamente imparcial.

 

En uno de sus libros relata que funcionarios del gobierno y agencias de Estados Unidos, provenientes del Instituto Republicano Internacional (IRI) o del Instituto Democrático Internacional (IDI), lo visitaron para financiar distintos proyectos político-ideológicos (Álvarez, 2013; p. 221-223) para enfrentar a la Revolución Sandinista y el FSLN. El dinero de los contribuyentes norteamericanos llegaba a través de la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID).

 

El IRI financió la fundación del grupo Fundemos; para lo cual Álvarez Montalván convocó a sus amigos: Roberto Calderón Gutiérrez, Leopoldo Navarro, Enrique Belli y Francisco Mayorga. La secretaria ejecutiva era Violeta Granera Padilla y entre las actividades incluían hasta exposiciones de caricaturistas mediocres, que publicaban en La Prensa (Álvarez, 2013; p. 221).

 

El IDI financió los cursos de educación cívica, formación de líderes políticos y fiscales electorales para las elecciones presidenciales de febrero de 1990. En este proyecto, que se extendió hasta 1992, Álvarez Montalván seleccionó a los miembros de la directiva, a saber: Vilma Núñez de Escorcia, Carlos Tünnermann Bernheim, Alejandro Bendaña, Alejandro Serrano Caldera y una pastora evangélica de apellido Forbes, de la escuela Morava de Bluefields, ayudándoles mucho el obispo Abelardo Mata, con amplios contactos en la zona rural de Estelí (Álvarez, 2013; p. 222).

 

Como sabemos, algunos de tales directivos traicionaron al FSLN y fueron parte de una agrupación autollamada renovadora, que terminó ejecutando el golpe de Estado armado y violento de 2018, contra el gobierno de Daniel Ortega Saavedra.

 

No está demás decir que, Calderón Gutiérrez, ya fallecido, fue presidente fundador de Fundemos y uno de los fundadores del organismo no gubernamental Ética y Transparencia, que desde 1995 fue promovido por el IRI, con el que se pretendía formar un tribunal civil. Además, el IRI incidió en la selección de dos notables: Emilio Álvarez y Roberto Calderón (Fisher, 2011).

 

El IRI es una de las organizaciones satélites del National Endowment for Democracy (Fundación Nacional para la Democracia), que fue el organismo que sustituyó a la CIA, en la década de 1980, en su papel para desestabilizar y derrocar gobiernos nacionalistas, progresistas o revolucionarios. Ahora sabemos que el ONG Ética y Transparencia también impulsó el golpe de Estado blando, fallido y derrotado, en el año 2018, bajo la dirección de Roberto Courtney.

 

En 1993, Álvarez fue invitado por el Centro Wilson, de Washington, a través del rector de la Universidad Centroamericana, Xavier Gorostiaga, para exponer sobre el proceso de transición de un gobierno revolucionario y antimperialista, a un gobierno contrarrevolucionario, neoliberal y pro-imperialista. Mientras Antonio Lacayo, ministro de la presidencia de su suegra Violeta Barrios, habló de manera optimista, Álvarez Montalván usó un término de la derecha extrema porque llamó cogobierno al hecho de que el primer gobierno neoliberal respetara la existencia del FSLN, como interlocutor válido, contraparte negociadora y representante de los intereses populares (Álvarez, 2013; p. 223).

 

En Washington, criticó la lucha popular de resistencia antineoliberal, apoyó la privatización de las empresas estatales, señaló que la AID capitalizó al Banco Nacional con 250 millones de dólares y que un directivo del Banco Nicaragüense auspiciaba los préstamos para vehículos que vendía su propia empresa importadora de automóviles, por lo cual tuvo que ser también capitalizado. Para finalizar diciendo que: En resumen, mi apreciación de la transición nicaragüense fue de mucha preocupación que pudiera malograrse (Álvarez, 2013; p. 223- 224). Una apreciación, que la historia ha demostrado lo errado que estaba.

 

En conclusión, la promoción de “analistas políticos” y de personalidades presentadas como “notables”, al igual que los mal llamados periodistas “independientes”, son una vieja práctica de los gobiernos de Estados Unidos, para dividir la opinión del pueblo que desea cambiar las injustas relaciones económicas y sociales, que se viven en una sociedad capitalista bajo el dominio de intereses extranjeros.

 

Referencias:

Álvarez Montalván, E. (2013). Médico de vocación y aficionado en política: memorias. Managua. La Prensa.

Fisher, L. (2011). Los rayos X en Nicaragua. En: Historia de la radiología en Nicaragua: la senda de la luz invisible. 2da. ed. Universitaria. Managua.

Ortega Saavedra, H. (2017). La epopeya de la insurrección Lea. Managua.

Sarmiento, M. (2008). El gran negocio de la observación electoral. El 19. Managua. No. 8; 9-10-08: 19-20

 

Managua, Nicaragua, 1 de diciembre de 2021

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

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martes, 30 de noviembre de 2021

AGUINALDO DOBLE, JUBILACION A LOS 50 AÑOS Y OTRAS REIVINDICACIONES

 

Aguinaldo doble, jubilación a los 50 años y otras reivindicaciones

 

Lenin Fisher


Los seres humanos deben aspirar a mejorar sus condiciones de vida, a través de la construcción de sociedades más justas, desde el punto de vista económico y social. Mejorar las condiciones de vida y el nivel de conciencia de la humanidad, sin duda, ayudarían a aproximarnos a la felicidad de nuestra especie.

 

El avance tecnológico permitirá, de manera inexorable, que las máquinas con inteligencia artificial trabajen por los hombres, mientras éstos se dedican a dirigirlas, supervisarlas, repararlas y a disfrutar la riqueza generada por las primeras, distribuyéndola de una forma cada vez más equitativa.

 

Los gobiernos revolucionarios, como el existente en Nicaragua y los otros países del Alba podrían, en determinado momento dar ese salto de calidad, una vez que se desarrollen más la economía y sus fuerzas productivas.

 

Por tal razón, no es descabellado que en nuestros países se llegue a convertir en una norma, más temprano que tarde, el aguinaldo doble, es decir, que los trabajadores tendría no solamente un décimo-tercer mes, sino que también, un décimo cuarto mes de salario.

 

En Nicaragua a ningún trabajador le caería mal un segundo aguinaldo, que podría ser alrededor de junio. Existen antecedentes de esa práctica en El Salvador y en el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). Se puede empezar con un 25% del valor del aguinaldo acostumbrado, para aumentar cada dos o tres años, a 50%, 75% hasta alcanzar el 100% del aguinaldo navideño.

 

Otra reivindicación que no estaría en los cuernos de la Luna, sería la jubilación universal y obligatoria para todos los trabajadores, lo cual tendría dos grandes ventajas: 1) mayor oportunidad de trabajo para los jóvenes; y 2) los jubilados tendrían más tiempo para disfrutar de su jubilación. Al fin y al cabo, trabajamos para vivir y no deberíamos vivir para trabajar.

 

También sería posible que a las mujeres embarazadas se les beneficie con la extensión hasta dos años del periodo prenatal y postnatal. Asimismo, las mujeres podrían llegar a trabajar solamente la mitad del tiempo que trabajan los hombres; pero con derecho a igual salario, para que tengan tiempo de brindar atención a sus hijos, familiares ancianos o con discapacidades, al hogar, etc.

Mientras tanto, la mejoría del salario mínimo, del salario promedio y del salario según el nivel técnico y profesional, son batallas importantes; sin olvidar, que en algún momento será necesario el estímulo del aumento salarial y del ascenso en categoría, casi olvidados por el neoliberalismo, tanto en la empresa privada como en el ámbito público.

Además, debe encontrarse una fórmula que permita no vivir devaluando nuestra moneda nacional ante ninguna divisa extranjera. No digamos que no se puede de primas a primeras.

En conclusión, está justificado reflexionar sobre estos tópicos económicos, sociales y salariales porque el capitalismo neoliberal nos ha hecho creer que la contradicción principal o la lucha fundamental es entre los salarios de los hombres y las mujeres; o bien, en que si los hombres o las mujeres tienen más poder o cargos; y peor aún, que lo principal es atender a las demandas de minorías, que a veces solo tienen que ver con caprichos de “opciones sexuales”, cuando la mayoría necesita mejorar sus condiciones de vida a través de los salarios y de las políticas públicas integrales.

Si nadie lo propone, entonces, cuando yo sea candidato presidencial lo haré ¿?. Al final de cuentas, casi nada es imposible.

 

Managua, Nicaragua, 30 de noviembre de 2021

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

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lunes, 29 de noviembre de 2021

CARLOS FONSECA Y SUS TRES GRANDES ERRORES

 

Carlos Fonseca y sus tres grandes errores


Lenin Fisher


El pasado 8 de noviembre se conmemoró el 45 aniversario de la muerte en combate de Carlos Fonseca, en la comarca Zinica, municipio de Waslala. La Guardia Nacional dio muerte al principal fundador del Frente Sandinista de Nacional (FSLN), en 1976, un año muy difícil para la guerrilla sandinista en la montaña. Además, fue el principal ideólogo del Frente Sandinista. Sin embargo, como estratega militar no logró grandes victorias, en parte por las grandes dificultades de la lucha guerrillera y por la superioridad militar de la Guardia Nacional.

 

Fonseca tiene entre sus grandes méritos haber fundado el único instrumento revolucionario que ha tenido el pueblo de Nicaragua, el cual pasó de organización político-militar a partido político; el único partido revolucionario que ha existido y existe en el país: el FSLN. Haber incorporado, para siempre, el pensamiento y legado de Sandino a la lucha revolucionaria de Nicaragua es otro gran mérito de Fonseca, que permitió al sandinismo identificarse con las raíces de la tradición histórica de lucha popular y patriótica. Por su ejemplo, abnegación y autoridad ética y moral Fonseca fue llamado Comandante en Jefe de la Revolución Popular Sandinista.

 

No obstante, poco o nada se ha escrito sobre los errores claves de Fonseca, seguramente por el gran respeto y admiración que su figura genera. Algunos se han limitado a describir los hechos en sus testimonios. Otros, solo han señalado aspectos como la edad de 40 años, la miopía severa y prescindir del guía de la montaña más experimentado. No obstante, parafraseando al historiador Aldo Díaz Lacayo, la historia profunda, con pensamiento crítico, nos permite sincerar la historia; ya sea ésta, la del país, la de la revolución o cualquier otra historia.

 

Entre tales errores, se pueden señalar tres fundamentales, a saber: 1) no permanecer en el exterior e ingresar al país; 2) ingresar a la montaña para organizar una reunión, que nunca se logró efectuar, y que se pudo organizar en la capital o en ciudades del norte del país; 3) sostener hasta el último momento la viabilidad de la tesis del foco guerrillero guevarista, es decir, una guerra prolongada basada en el accionar de una guerrilla campesina, en la montaña (casi una tradición latinoamericana), la cual llegaría a tener numerosas columnas de combatientes, que bajarían de la montaña a liberar a las ciudades.

 

En realidad, sostener la tesis del foco guerrillero en la montaña (tesis que después fue llamada guerra popular prolongada), cuando la guerrilla sandinista estaba siendo casi exterminada, en 1976, fue el principal error, que lo llevó a cometer los otros dos señalados y que finalmente lo llevaron a morir heroicamente en combate. Nadie obligó a Fonseca a entrar a Nicaragua, ni a ingresar a la montaña. Esa fue una decisión personal, individual, de la que nadie pudo hacerlo cambiar, porque simplemente él era el secretario general y máximo líder.

 

Al sostener la tesis del foco guerrillero y la guerra de guerrillas prolongada en la montaña, hasta las últimas consecuencias, Fonseca negó la propuesta de la segunda generación de militantes sandinistas (Eduardo Contreras, Daniel Ortega y Humberto Ortega), la cual consistió en hacer de las ciudades el principal escenario de la guerrilla sandinista, combinándola con amplias alianzas políticas, internas y externas. Tal propuesta dio origen a la tendencia llamada Insurreccional, también conocida como Tercerista (por ser la tercera conocida), en junio de 1976, cinco meses antes de la muerte de Fonseca, como parte integrante del FSLN, pero con dirección autónoma.

 

Como se sabe, la tesis insurreccional, es decir, la insurrección en las ciudades (los grandes conglomerados urbanos como el punto de gravitación de la lucha revolucionaria y no la montaña), terminó siendo la tesis que permitió al FSLN obtener resultados concretos y positivos, incluyendo el triunfo revolucionario el 19 de julio de 1979. En efecto, el FSLN, con la tesis insurreccional hizo en tres años, lo que no pudo hacer en 15 años de lucha heroica: liberar a Nicaragua de la dictadura militar y dinástica de la familia Somoza, apadrinada por los gobiernos de Estados Unidos, como la expresión del plan Cóndor en Centroamérica.

 

En conclusión, la gran enseñanza es que los líderes revolucionarios deben escuchar con atención las propuestas de las generaciones más jóvenes, porque de aplicarse en la realidad, pueden ser verdaderas innovaciones estratégicas y tácticas, que a la postre resulten decisivas.

 

Managua, Nicaragua, 29 de noviembre de 2021

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

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GOLPISMO Y GOLPISTAS DERROTADOS EN HONDURAS

 

Golpismo y golpistas derrotados en Honduras: elecciones 2021


Lenin Fisher


Hace 12 años escribí un pequeño artículo titulado Gorilas golpean en Honduras, a propósito del golpe de Estado contra el presidente constitucional Manuel Zelaya.

Ayer el pueblo hondureño en un acto colectivo de sabiduría y justicia popular ha votado mayoritariamente a favor de Xiomara Castro, del Partido Libre, que representa el heroico esfuerzo de la resistencia de la sociedad civil, de los sectores populares, empobrecidos y marginados. La victoria popular es con 20 puntos porcentuales de diferencia, al obtener el 53% de los votos.

Castro es la esposa del perseverante presidente Zelaya (un hombre que refleja honestidad), derrocado por la oligarquía y el ejército hondureño, por mandato del imperialismo yankee, cuando gobernaba el tristemente célebre Obama, en el país de las barras y las estrellas.

Honduras tendrá a su primera presidenta de la historia y la tercera mujer en América Central en ostentar dicho cargo. Ella, estoy seguro, que pasará a la historia como una verdadera estadista, que velará por los intereses de su pueblo. Porque las otras dos presidentas centroamericanas han sido parte del proyecto norteamericano neoliberal, de desunión y desintegración latinoamericana, así como de empobrecimiento de las mayorías y enriquecimiento sin límites de unas pocas familias. Estoy hablando de Violeta Barrios, en Nicaragua, y de Laura Chinchilla, en Costa Rica.

La alegría del pueblo hondureño yo también la celebro. Una contundente derrota al golpismo neoliberal, antidemocrático y fascista, que como un fantasma recorre Latinoamérica y que los pueblos están sabiendo derrotar de manera cívica, pacífica, civilizada, democrática y electoral.

¡Hondureños de los cuatro puntos cardinales, uníos, que ahora debe empezar la construcción de la verdadera democracia para todos, con justicia económica y social!

 

Managua, Nicaragua, 29 noviembre de 2021

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

domingo, 14 de noviembre de 2021

200 AÑOS DE INDEPENDENCIA DE AMERICA CENTRAL

 

200 años de independencia de América Central

 

Lenin Fisher

 

El 15 de septiembre se han conmemorado, en Nicaragua, los 200 años de la declaración de independencia de Centroamérica respecto al imperio español, realizada en 1821. Declaración que en ninguna parte incluye la palabra libertad, supuestamente “expresa la voluntad del pueblo de Guatemala” y ordena que el Jefe Político la mande a publicar “para prevenir las consecuencias que serían terribles en el que caso de que la proclamase de hecho el mismo pueblo”.

La independencia de las provincias de América Central fue un hecho relativamente pacífico; pero no exenta de algunas luchas y escaramuzas en El Salvador y Nicaragua, en los años 1811 y 1812. Sin embargo, las clases dominantes, criollos y altos funcionarios del Estado colonial, dudaron hasta el último momento en declarar la independencia. Al contrario de lo ocurrido en América del Sur donde los independentistas, encabezados por Simón Bolívar, impulsaron una guerra por la libertad, a lo largo de una década, que involucró amplios territorios y originó varios países, afectando seriamente la unidad latinoamericana, ante el acecho del naciente imperio de Estados Unidos, su futura potencia dominante, tras ganarle la partida al decadente imperio inglés.

De hecho, no tuvimos ni originalidad para decidir los colores de nuestras banderas, que fueron inspirados en el pabellón de las Provincias Unidas del Río de la Plata, cuando Aury y Buchard, dos corsarios franceses, lo desplegaron (blanco en el centro y azul-celeste en los extremos), cuando pasaron por América Central, un poco antes de la independencia regional, según Arellano (2017).

El oficio de la declaratoria independentista llegó a la ciudad de León el 22 de septiembre. La diputación provincial, integrada por monarquistas, desaprobó y se opuso a la declaratoria. En cambio, el ayuntamiento, conformado por criollos liberales, estaba por la independencia y desaprobó lo actuado por la diputación provincial. No obstante, el 28 de septiembre, el gobernador intendente González Saravia se reunió con la diputación provincial y el obispo García Jerez y emitieron un oficio, conocido como el Acta de los Nublados, en el cual las autoridades coloniales declaran: 1) Independencia de Guatemala. 2) Independencia de España “hasta tanto se aclaren los nublados del día”. 3) Permanencia de las autoridades españolas en sus cargos.

Ellos decían defender los “verdaderos intereses de las provincias”; pero en realidad, al pueblo nunca lo tomaron en cuenta para tomar decisiones. Además, el real significado de la célebre frase “hasta tanto se aclaren los nublados del día” es el siguiente, según Monterrey (1989): hasta tanto el Rey no envíe fuerzas militares para sofocar estos movimientos.

Por su parte, Granada estaba a favor del Acta de Independencia y rechazó el Acta de los Nublados. En Masaya, el ayuntamiento y el clero apoyaron la independencia; pero 15 días después se sumaron al plan de anexión a México, propuesto por el obispo García Jerez y sus seguidores, en León. La anexión al imperio mexicano de Agustín de Iturbide duró desde finales de 1821 hasta enero de 1823, cuando el artillero Cleto Ordóñez se rebeló, asaltó el cuartel de Granada, desconociendo a Iturbide y proclamando la República, por lo cual Saravia y García Jerez mandaron a mil hombres a tomar Granada, lo cual no lograron, y cuando se preparaban para un segundo ataque, cayó el emperador mexicano.

Posteriormente, surgieron las Provincias Unidas de Centroamérica, un pacto federal que duró, casi 15 años, desde junio de 1823 hasta 1838, y en cuya disolución las clases dominantes de Nicaragua jugaron un papel importante. Durante la federación, Nicaragua promulgó su primera Constitución Política, el 8 de abril de 1826.

Como período de la anarquía ha sido llamado el comprendido desde 1823 hasta 1857, que el incluye el proceso de la federación centroamericana, y en el cual existió crisis económica y política, con una lucha por el poder entre grupos oligárquicos de León y Granada; grupos que fueron los antecesores de los partidos políticos liberal (calandracas) y conservador (timbucos), o sea, precursores de las paralelas históricas, que entregarían el país, venderían la patria, en distintos momentos y en variadas formas, al imperialismo norteamericano.

El período anarquista incluye la primera intervención militar de Estados Unidos en Nicaragua: la invasión filibustera comandada por William Walker y Byron Cole, contratados por los liberales de León para derrocar a un gobierno conservador, encabezado por el miembro de una familia (los Chamorro), que ha gobernado el país, con ocho de sus miembros, en varios períodos, para venderlo a los intereses de Estados Unidos.

La Revolución Liberal encabezada por José Santos Zelaya, entre 1893 y 1909, fue el intento de una segunda independencia, que sentó continuó consolidando las bases del mercado capitalista, iniciada por los treinta años de gobiernos conservadores, y que vio frustrado el sueño de construir un canal interoceánico debido a la amenaza militar de, una vez más, Estados Unidos. El trágico desenlace llegó cuando Benjamín Zeledón, un liberal doctrinario, representó la resistencia anti-intervencionista en 1912, que fue derrotado por el fuego de los marines, los llamados chaquetas azules y las fuerzas militares conservadoras. La orden de muerte de Zeledón fue dada por Emiliano Chamorro.

Nicaragua probablemente tiene el récord de ocupaciones militares yankees en América Latina. Los militares gringos controlaban elecciones, aduanas, impuestos, ferrocarriles, todo. Nuestro himno nacional fue elaborado en medio de una de tales intervenciones, por tal razón no llama a luchar contra imperios o tiranos, ni llama al combate por la Patria, no clama por los héroes, ni su música es combativa, como ha señalado Zamora (2014).

Las pugnas inter-oligárquicas continuaron y surge Sandino para luchar contra las tropas intervencionistas de Estados Unidos, a las cuales derrotó, por medio de la guerra de guerrillas, expulsándolas en 1933. Su asesinato, a traición, es la piedra angular sobre la cual se empieza a construir una dictadura militar y dinástica, la de la familia Somoza, caracterizada por el enriquecimiento de pequeños grupos oligárquicos, la corrupción, la represión contra el pueblo, fraudes electorales, pactos, sometimiento al mandato norteamericano, entre otras cosas. En fin, Nicaragua era casi un protectorado.

La lucha anti-dictatorial y anti-somocista evoluciona hasta la fundación de la primera fuerza revolucionaria, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que persigue la segunda independencia de Nicaragua, concibiendo la liberación nacional como una meta integral, en todos los aspectos: económica, política, cultural, alimentaria, tecnológica, etc.

Con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, en 1979, por primera vez los intereses del pueblo están representados en el gobierno y el control del Estado. Es así que, entre el 19 de julio de 1979 y el 25 de abril de 1990, por primera vez Nicaragua es independiente, después de 1821.  Un hito que no puede olvidarse fue la promulgación de una nueva Constitución Política, en 1987, como la máxima expresión de la destrucción del viejo Estado somocista al servicio de los intereses extranjeros y la construcción de un nuevo Estado y una nueva institucionalidad para beneficio del pueblo de Nicaragua.

La Revolución Sandinista fue desplazada del poder político debido a una guerra despiadada que Estados Unidos financió y dirigió durante una década; una guerra brutal que no dio respiro ni descanso al heroico pueblo nicaragüense, en medio de la cual la Corte Internacional de Justicia condenó a Estados Unidos por terrorismo de Estado contra Nicaragua, mandatando una indemnización, que todavía no se ha cumplido. Llegó el periodo de gobiernos neoliberales entre 1990 y 2006, que fue el retorno del entreguismo para complacer a los intereses políticos y económicos de Estados Unidos y de las clases sociales más ricas del país. El neoliberalismo enterró otra vez la independencia.

Y Nicaragua construye una segunda independencia desde el 10 de enero de 2007, cuando el Comandante de la Revolución Daniel Ortega Saavedra, asume la Presidencia de la República, como líder del FSLN. Revertir y destruir las políticas neoliberales debía ser el primer paso para reiniciar la verdadera independencia. Desde 1990 los nicaragüenses han celebrado siete elecciones presidenciales en las cuales el traspaso del poder o la continuidad en el poder ha sido en paz, sin desembocar en una guerra promovida por las fuerzas políticas derrotadas. Ese es un récord nacional.

En otras palabras, Nicaragua lleva 31 años de elecciones en que se respeta la voluntad popular, con gobernantes que asumen el poder en paz, sin el sobresalto de una guerra. Sin olvidar, que las primeras elecciones en una Nicaragua libre fueron en 1984, cuando la extrema derecha, que se retiró de las mismas, creía en el triunfo de la vía militar contrarrevolucionaria. Desgraciadamente, entre abril y julio de 2018 la derecha extrema impulsó un golpe de Estado blando y armado, apoyado por Estados Unidos y la Unión Europea; pero que fue derrotado por el FSLN.

Los avances económicos y sociales durante los 14 años en que Daniel Ortega ha sido el presidente del país son la explicación por la cual el pasado 7 de noviembre el FSLN ganó las elecciones con el 75% de los votos y una participación superior al 65% de los votantes; cifras que no se ven en la Unión Europea, Reino Unido, ni en Estados Unidos desde hace muchos años.

Esta es la primera vez, en la historia de Nicaragua, que se realizan elecciones en las que los Estados Unidos no imponen su candidato, no financian directa o indirectamente a una fuerza política y no son los jueces para dar su visto bueno. Lo antes señalado ha sido posible porque una buena cantidad de agentes extranjeros, verdaderos miembros de la extrema derecha, fascista, están bajo buen resguardo, en sus casas o en la cárcel, por haber pedido a Estados Unidos y la Unión Europea bloqueos económicos y financieros, sanciones, invasiones militares y todo tipo de castigo contra Nicaragua. Tales agentes extranjeros conformaban una buena parte de la estructura organizativa para impulsar otro golpe de Estado blando.

El pueblo de Nicaragua, al darle el triunfo indiscutible al presidente Ortega, ha reafirmado que apoya la construcción de un país mejor para todos, para derrotar la pobreza y la extrema pobreza, buscando siempre la construcción de la segunda independencia, esta vez, del imperialismo mundial, que incluye, por supuesto, a Estados Unidos y la Unión Europea.

Referencias

Arellano, J.E. (2018). Argentina: acta de independencia y bandera.

https://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/463886. Managua, Nicaragua: 12-5-18

Reyes Monterrey, J. (1989). Apuntamientos básicos para el estudio de la historia general de Nicaragua. Universitaria. León, Nicaragua.

Zamora Rodríguez, A. (2014). La Ventana. El Nuevo Diario. Managua, Nicaragua.

 

Managua, Nicaragua, 14 de noviembre de 2021

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

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miércoles, 10 de noviembre de 2021

COSEP, GOLPISMO Y TRANQUES DE LA MUERTE

 

Cosep, golpismo y tranques de la muerte

 

Lenin Fisher

 

El lunes 25 de octubre de 2021 el periodista y analista político William Grigsby Vado, en su programa Sin fronteras, de radio la Primerísima, reveló la estructura de dirección de los tranques de la muerte durante el golpe de Estado blando derrotado. Los co-propietarios eran la Conferencia Episcopal, el Cosep y el MRS. Como sabemos, el golpe de Estado de 2018 fue la acción militar de la extrema derecha en Nicaragua, financiada millonariamente por el gobierno de Estados Unidos. El obispo Silvio Báez fue el que calificó a los tranques de la muerte como una “invención extraordinaria”.

 

¿Cómo se distribuyeron la organización, administración y dirección de los tranques del terror?

 

El director general del apoyo a los tranques era José Adán Aguerri (presidente del Cosep) y su asistente era María Germania Carrión (hermana del Cuqui). Los fondos del Banpro: Juan Álvaro Munguía. Fondos de los otros bancos: Luis Rivas, quien tenía armas en su casa y una empresa de seguridad, casi un ejército personal, de donde salieron armas para los tranques. Juan Sebastián Chamorro García: manejaba los fondos de Estados Unidos. Ariana Moraga: coordinadora de Managua y su equipo de trabajo estaba formado por Ángel Gabriel Rocha, Iskra Yitzel Malespín y Juan Diego Barberena. Coordinadora de Masaya: Zaida Hernández y Ronald. María Fabiola Espinoza: le pagaba a todos los auto-llamados “periodistas independientes”.

 

Cosep, Ancham, Funides, Upanic, Hagamos Democracia, Ética y Transparencia formaron un pool, cuyo coordinador general era Álvaro Vargas (hasta hace poco vice-presidente del Cosep) y su asistente era Tania Solórzano. Abastecimiento, armas y otras cositas: Michael Healy (hasta hace pocos días presidente del Cosep) y su asistente Jennifer Artola. Felipe Argüello, secretario ejecutivo de Hagamos Democracia, era el coordinador general de fondos internacionales, incluyendo el dinero proveniente de la Unión Europea. Irlanda Suárez (que se quedó en Miami), coordinaba los fondos de Estados Unidos. Ana Murillo Argüello era asistente para los fondos internacionales. Luciano García coordinaba los fondos de Hagamos Democracia.

 

Otros personajes vinculados a los tranques de los golpistas de la extrema derecha fueron: Manuel Orozco que vive en Washington y es agente de la CIA. Roberto Courtney, de Ética y Transparencia, con su asistente Ana Murillo. Gabriel Álvarez Argüello (abogado constitucionalista); Kitty Monterrey (que dirigía el partido político Ciudadanos por la Libertad o CxL); José Peraza, Yader Loza, Jasson Salazar (que abastecía a la UPOLI); Judith Belén Mairena, encargada de abastecer al tranque de la UNAN Managua, con María Antonieta Fiallos y Freddy Blandón Argeñal (asesor legal del Cosep). Mercedes Deshón coordinaba los fondos de la USAID (era la cajera del dinero de la embajada de Estados Unidos, o sea, de la CIA).

 

Claudia Neyra (administraba dinero de Funides). Mario Arana distribuía productos médicos. Horacio Borge coordinaba el abastecimiento de los tranques de la carretera norte, en Managua. María José Villavicencio coordinadora general del abastecimiento de los tranques de occidente (León y Chinandega). Mariela Terán coordinaba el abastecimiento de Jinotega, Matagalpa, Estelí y Boaco, con su asistente Elena Leiva. Contador general y auditor de inventario: Roberto Linarte. Lucy Valenty abastecía los tranques de Rivas, Granada y Ometepe. Daysi Georges: encargada de la Costa Caribe. Ximena González manejaba los fondos del Inde (que pertenece al Cosep) y del Finde (la fundación del Inde), atendía los tranques de nada más y nada menos que de Jinotepe, Carazo. Medardo Mairena y su asistente Pedro Mena, coordinadores de los tranques de la muerte del Pacífico y el Centro. Representante de los movimientos ante la coordinación de los tranques: Ana Quirós (tica feminista, que ahora vive en Costa Rica) y Alexa Zamora, de la Unidad Azul Blanco. Abastecían de medicamentos en Managua, Carlos Bendaña y Rosana Terán.

 

Managua, Nicaragua, 10 de noviembre de 2021

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

leninfisherblogspot.com

 

sábado, 16 de octubre de 2021

HIMNO LUCHAR Y VENCER: HISTORIA Y ORIGEN

 

Himno Luchar y vencer: historia y origen


Lenin Fisher

El origen del himno titulado Luchar y vencer, el primer himno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), tiene estrecha relación con el Frente Revolucionario Sandino (FRS), movimiento guerrillero precursor del FSLN, que existió entre 1959 y 1961. El FRS fue el primer movimiento guerrillero, en contra de la dictadura somocista, que asumió el nombre de Sandino y su bandera rojinegra, algo que en distintas ocasiones señaló Edén Pastora Gómez.

 

Como es sabido, el himno Luchar y vencer fue el primer himno del Ejército Popular Sandinista (EPS), durante la Revolución Sandinista, en el periodo 1979-1990. Según Ortega (2017): En la década de 1980 pasó a convertirse en la marcha oficial del Ejército Popular Sandinista.

 

Ballardo (con “ll”, no con “y”) Altamirano y Luis Fisher Pérez, dos ex-miembros del FRS, que posteriormente fueron parte del FSLN, señalan en sus respectivos libros testimoniales que el origen del himno Luchar y vencer, data de 1960, cuando una parte de los guerrilleros del FRS que estaba en Cuba, se unió al incipiente Movimiento Nueva Nicaragua (MNN), que estaba integrado por Carlos Fonseca, Silvio Mayorga, Tomás Borge, Noel Guerrero, Germán Pomares, entre otros.

 

Altamirano, en su libro Voy a dar un pormenor…(2008), y Fisher, en su libro Mi vida, mi revolución (2010), señalan que el autor de la letra del himno Luchar y vencer fue el combatiente sandinista Modesto Duarte, al que Altamirano consideraba medio poeta. La letra propuesta por Duarte fue entregada a un compañero cubano, que atendía al grupo de sandinistas, y éste se encargó de conseguir la música y las voces.

 

Esta parte de la historia del himno Luchar y vencer es poco conocida por la militancia sandinista y por el pueblo nicaragüense en general; pero es muy interesante. Además, es muy diferente a lo señalado en La epopeya de la insurrección (Ortega, 2004 y 2017), quien apunta que el origen del himno tiene que ver con el movimiento guerrillero dirigido por Julio Alonso Leclaire y que posteriormente el FRS adoptó como propio. Ese himno fue como un aliciente moral después de la derrota militar de la guerrilla de Raití-Bocay; fue asumido como himno por el naciente FSLN y fue el himno de combate hasta finales de la década de los 70.

 

A continuación transcribo textualmente el testimonio de Luis Fisher Pérez, en Mi vida, mi revolución, sobre el tema:

 

En esa quinta estábamos unidos los miembros del FRS y del MNN y pasamos a ser MNN; en esta misma quinta fue donde el FRS entregó el disco de vinilo con la grabación del himno “Luchar y vencer” (p. 43). 

 

Cuando estábamos en Miramar, nos asistía un muchacho cubano, blanco, pelo crespo, amarillento, cuyo aspecto era de clase media, que probablemente había sido del frente interno del Movimiento 26 de Julio. Todavía los grupos no nos habíamos unido; pero nos reuníamos a platicar. Alguien dijo, no recuerdo si fue Modesto Duarte, que nosotros necesitábamos un himno.  Como Modesto era medio poeta, entonces Bayardo Altamirano le dijo: vos que sos medio pueta hacé la letra. Todos tomamos en serio el tema del himno (p. 46).

 

Esperamos la llegada del cubano que nos asistía y visitaba dos o tres veces a la semana; ese joven cubano llegaba en un carro Oldsmobile, colores rosado y blanco. En ese carro nos sacaba a pasear y a comer sandwichs en algunos kioscos. A él le planteamos la idea del himno, le gustó; se llevó algunas estrofas escritas por Modesto Duarte; dijo que platicaría con gente que podía ayudar.

 

Un día, el cubano nos visitó, llevó una grabadora con un cassette, y nos reunió para escuchar el primer himno del FSLN; aquél titulado Luchar y vencer que dice: “Luchar, luchar, luchar/es nuestro grito de guerra/vencer, vencer, vencer/es nuestro ideal…” Años después, Radio Sandino lo ponía en sus transmisiones clandestinas. Esa es la historia del primer himno del FSLN. El Movimiento o Frente Revolucionario Sandino (FRS) tuvo la idea y el compañero cubano le puso mucho dinamismo porque consiguió coro y orquesta para grabarlo.

 

Cuando el FRS se unió al grupo del Movimiento Nueva Nicaragua (MNN), donde estaban Carlos Fonseca Amador, Tomás Borge Martínez, Silvio Mayorga Delgado y Noel Guerrero, el FRS llevó grabado el himno “Luchar y vencer” en un disco de vinilo de 33 revoluciones por minuto, es decir, en un long play. Dicho himno se convirtió en el primer himno del Ejército Popular Sandinista (EPS).  El segundo himno del FSLN ya fue escrito y musicalizado por Carlos Mejía Godoy en 1979 (p. 47).

 

De tal manera que, no es cierto que el himno Luchar y vencer surgió de las guerrillas del valiente Julio Alonso Leclaire y que después el FRS adoptó como propio, como señala el general Ortega Saavedra. El himno Luchar y vencer fue escrito, musicalizado y grabado en Cuba cuando el MNN y el FRS se unieron allá, en 1961 (p. 48).

 

Altamirano, en Voy a dar un pormenor…, literalmente apunta:

 

Una vez el Comandante Faustino Pérez en una conversación preguntó por los símbolos del FRS. Le hablamos de la bandera que era roja y negra idéntica a la usada por ejército sandinista y del lema Patria Libre o Morir (p. 60).

 

Entonces preguntó por el himno. Como no lo teníamos insistió en la importancia que tuvo disponer de uno para el Movimiento 26 de Julio. Como quien no quiere la cosa nos sugirió abocarnos a esa tarea. Con Modesto Duarte preparamos la letra de Luchar, luchar y un compañero cubano de apellido Santiesteban le puso la música. La letra debía llenar varias condiciones. Mencionar que seguíamos el ejemplo de nuestros héroes, Sandino y Rigoberto. La disposición de entregar nuestras vidas a esa causa y dar confianza en la victoria final (p. 60-61).

 

La música debía ser emotiva y entusiasmadora.  Nos basamos un poco en [el] himno del Instituto Ramírez Goyena, elaborado siendo director el maestro Rothschuh. Se hicieron varios ensayos y como nunca quedamos conformes aplicamos la fórmula, más vale bueno ahora que excelente nunca (p. 61).

 

Por su parte, en Memorias de la lucha sandinista (Baltodano, 2011) se señala que Altamirano y Modesto Duarte escribieron la letra del primer himno del FSLN. Y Altamirano agrega:

 

El que nos motivó fue el Comandante Faustino; nos dijo que era importante tener un himno. Con Modesto Duarte escribimos la letra y un cubano apellido Santiesteban [al que los guerrilleros sandinistas apodaban “Sabor y Melodía”], quien tocaba piano, le puso la música.

 

Si se fijan bien, hay influencia del himno del Instituto Ramírez Goyena de nuestro tiempo. También teníamos influencia del [Movimiento] 26 de julio. Para nosotros era una cuestión importante tener un himno, y en Raití y Bocay lo cantábamos. Era una forma de hacer propaganda, nada más que lo hacíamos con mískitos. Los mískitos nos oían como quien oye llover. ¿Y éstos qué cantan?, seguramente se preguntaban.

 

En una breve entrevista a El Nuevo Diario (2007), Altamirano apuntó lo siguiente:

 

Nos capturan en Honduras, en 1960, y nos deportan a Cuba. Ahí nos vamos al ingenio azucarero Central Sandino, antes “Merceditas”. Hicimos, Modesto Duarte y yo, amistad con Cheíto, un combatiente de la Sierra Maestra. Éramos del Frente Revolucionario Sandino. Él nos llevó donde el Comandante de la Revolución cubana Faustino Pérez, el mismo de quien dijo Fidel: “Es la conducta de la Revolución”.

 

El comandante Faustino Pérez les dijo: Como movimiento revolucionario deben tener sus símbolos. Deben buscar su historia, sus héroes. Altamirano agrega lo siguiente:

 

Y nos da la tarea concreta de preparar un himno (…) por eso decimos Sandino y Rigoberto. Me inspiró el himno del Goyena, que decía: “a estudiar, estudiar, libro al brazo marchemos…”

 

Modesto y yo hemos pasado inadvertidos. Antes no lo había dicho porque uno [puede parecer] como [que está] reclamando honores. Y uno no [está] para reclamar honores.

 

La letra del himno Luchar y vencer es la siguiente:

 

Luchar, luchar, luchar
es nuestro grito de guerra.
Vencer, vencer, vencer,
es nuestro ideal.
Y al grito de Patria Libre o Morir
marcharemos al triunfo de la Revolución.

Con el fusil nicaragüense
hermanados triunfaremos,
orgullosos Sandino y Rigoberto,
nos verán la meta alcanzar.


Luchar, luchar, luchar…

Las lágrimas y muertos, en vano,

en la tierra no pueden quedar,

servirán de trinchera a aquéllos,

que a la Patria van a liberar.

Luchar, luchar, luchar…

 

La libertad de Nicaragua
ya muy pronto será realidad,
porque sus rebeldes unidos,
a la dictadura van a derrocar.

Entre los miembros del FRS que viajaron a Cuba, desde Honduras, según el testimonio de Luis Fisher Pérez, estaban los siguientes:


Viajamos a Cuba, a inicios de 1960, los siguientes compañeros: Daniel García (Wiwilí), Bayardo Altamirano, Francisco Toribio, Alejandro Martínez, Leopoldo Rodríguez Membreño, Leónidas Rodríguez, Faustino Ruiz (El Cuje), Pedro Pablo Ruiz, Heriberto Rodríguez, Leonel Montoya, Tomás Palacios, Antonio López, Modesto Duarte, Gustavo Vílchez y yo [Luis Fisher Pérez]. Eramos como veinte (p. 38).

Y de acuerdo a Altamirano (2008), Pedro Pablo Ríos (el Indio) y Faustino Ruiz (el Cuje), en el ingenio o central azucarera Sandino, sembraron hortalizas. Por su parte, Daniel García (Wiwilí), Modesto Duarte (el Tiesito), Luis Fisher y Tobías Gadea colaboraban eficientemente en todas las tareas (alfabetizar, trabajar, vigilar, reparar vías férreas, etc.).

En conclusión, las fuentes bibliográficas revisadas brindan suficiente evidencia de que el himno Luchar y vencer, el primer himno del FSLN, tuvo su origen en los combatientes del FRS que estuvieron en Cuba, entre 1960 y 1961. Su letra fue escrita por Modesto Duarte y Ballardo o Bayardo Altamirano; la música y las voces originales, son de autores y cantores cubanos.

Referencias

Altamirano, B. (2008). Voy a dar un pormenor… Amerrisque. Managua, Nicaragua.

Baltodano Marcenaro, M. S. (2011). De Raudales a la fundación del Frente. En: Memorias de la lucha sandinista. Fundación Roxa Luxemburgo. Managua, Nicaragua.

Fisher, L. (2010). Mi vida, mi revolución: la vida de un obrero llamado Luis Fisher. Universitaria. León, Nicaragua.

Ortega Saavedra, H. (2004). La epopeya de la insurrección Lea. Managua, Nicaragua.

Ortega Saavedra, H. (2017). La epopeya de la insurrección Lea. Managua, Nicaragua.

Sánchez, E. (2007). Ejército no tiene himno. El Nuevo Diario. elnuevodiario.com.ni. 2-8-2007

 

Managua, Nicaragua, 16 de octubre de 2021

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

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