Carlos Fonseca y sus tres
grandes errores
Lenin Fisher
El
pasado 8 de noviembre se conmemoró el 45 aniversario de la muerte en combate de
Carlos Fonseca, en la comarca Zinica, municipio de Waslala. La Guardia Nacional
dio muerte al principal fundador del Frente Sandinista de Nacional (FSLN), en
1976, un año muy difícil para la guerrilla sandinista en la montaña. Además,
fue el principal ideólogo del Frente Sandinista. Sin embargo, como estratega
militar no logró grandes victorias, en parte por las grandes dificultades de la
lucha guerrillera y por la superioridad militar de la Guardia Nacional.
Fonseca
tiene entre sus grandes méritos haber fundado el único instrumento
revolucionario que ha tenido el pueblo de Nicaragua, el cual pasó de
organización político-militar a partido político; el único partido
revolucionario que ha existido y existe en el país: el FSLN. Haber incorporado,
para siempre, el pensamiento y legado de Sandino a la lucha revolucionaria de
Nicaragua es otro gran mérito de Fonseca, que permitió al sandinismo
identificarse con las raíces de la tradición histórica de lucha popular y
patriótica. Por su ejemplo, abnegación y autoridad ética y moral Fonseca fue
llamado Comandante en Jefe de la Revolución Popular Sandinista.
No
obstante, poco o nada se ha escrito sobre los errores claves de Fonseca,
seguramente por el gran respeto y admiración que su figura genera. Algunos se
han limitado a describir los hechos en sus testimonios. Otros, solo han
señalado aspectos como la edad de 40 años, la miopía severa y prescindir del
guía de la montaña más experimentado. No obstante, parafraseando al historiador
Aldo Díaz Lacayo, la historia profunda, con pensamiento crítico, nos permite
sincerar la historia; ya sea ésta, la del país, la de la revolución o cualquier
otra historia.
Entre
tales errores, se pueden señalar tres fundamentales, a saber: 1) no permanecer
en el exterior e ingresar al país; 2) ingresar a la montaña para organizar una
reunión, que nunca se logró efectuar, y que se pudo organizar en la capital o
en ciudades del norte del país; 3) sostener hasta el último momento la
viabilidad de la tesis del foco guerrillero guevarista, es decir, una guerra
prolongada basada en el accionar de una guerrilla campesina, en la montaña
(casi una tradición latinoamericana), la cual llegaría a tener numerosas
columnas de combatientes, que bajarían de la montaña a liberar a las ciudades.
En
realidad, sostener la tesis del foco guerrillero en la montaña (tesis que
después fue llamada guerra popular prolongada), cuando la guerrilla sandinista
estaba siendo casi exterminada, en 1976, fue el principal error, que lo llevó a
cometer los otros dos señalados y que finalmente lo llevaron a morir
heroicamente en combate. Nadie obligó a Fonseca a entrar a Nicaragua, ni a
ingresar a la montaña. Esa fue una decisión personal, individual, de la que
nadie pudo hacerlo cambiar, porque simplemente él era el secretario general y
máximo líder.
Al
sostener la tesis del foco guerrillero y la guerra de guerrillas prolongada en
la montaña, hasta las últimas consecuencias, Fonseca negó la propuesta de la
segunda generación de militantes sandinistas (Eduardo Contreras, Daniel Ortega
y Humberto Ortega), la cual consistió en hacer de las ciudades el principal
escenario de la guerrilla sandinista, combinándola con amplias alianzas
políticas, internas y externas. Tal propuesta dio origen a la tendencia llamada
Insurreccional, también conocida como Tercerista (por ser la tercera conocida),
en junio de 1976, cinco meses antes de la muerte de Fonseca, como parte
integrante del FSLN, pero con dirección autónoma.
Como
se sabe, la tesis insurreccional, es decir, la insurrección en las ciudades
(los grandes conglomerados urbanos como el punto de gravitación de la lucha
revolucionaria y no la montaña), terminó siendo la tesis que permitió al FSLN
obtener resultados concretos y positivos, incluyendo el triunfo revolucionario
el 19 de julio de 1979. En efecto, el FSLN, con la tesis insurreccional hizo en
tres años, lo que no pudo hacer en 15 años de lucha heroica: liberar a
Nicaragua de la dictadura militar y dinástica de la familia Somoza, apadrinada
por los gobiernos de Estados Unidos, como la expresión del plan Cóndor en
Centroamérica.
En
conclusión, la gran enseñanza es que los líderes revolucionarios deben escuchar
con atención las propuestas de las generaciones más jóvenes, porque de
aplicarse en la realidad, pueden ser verdaderas innovaciones estratégicas y
tácticas, que a la postre resulten decisivas.
Managua,
Nicaragua, 29 de noviembre de 2021
Escritos
de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com