El Repliegue: historia
paralela, co-relato y re-escritura
En memoria de Aldo Díaz Lacayo
y su historia crítica,
desconocida,
oculta, sumergida y profunda
Lenin Fisher
El
día de ayer, jueves 23 de junio, en el programa televisivo Sumando vigores, del canal Extraplus 37, el periodista Néstor
Espinosa entrevistó al historiador Rafael Casanova Fuertes.
El
tema fue el Repliegue Táctico a Masaya, o sea, cuando los guerrilleros
sandinistas que combatían en la capital Managua, se tuvieron que retirar a la
ciudad de Masaya, la noche del 27 de junio de 1979, porque ya no tenían
suficientes municiones ni alimentos, estaban agotados, el abastecimiento aéreo
de armas y municiones procedente de Costa Rica ya no era efectivo, los
bombardeos de la Guardia Nacional (GN) causaban estragos en la población civil y en
los propios guerrilleros, y la GN no daba tregua, habida cuenta de que en la capital estaban una parte de las mejores fuerzas y los almacenes de municiones del régimen dictatorial.
Primero,
el entrevistado hizo un repaso de la lucha sandinista y los orígenes del FSLN.
Luego, abordaron algunos aspectos de los tres últimos años de la lucha para
derrocar a la dictadura somocista, es decir, los años 1977-1979.
Es
sabido que en una entrevista de una hora de duración es imposible mencionar
todos los detalles relevantes de un proceso como la lucha revolucionaria de
Nicaragua. Sin embargo, algunos aspectos que olvidaron el entrevistado y el
entrevistador, fueron los siguientes:
Un
detalle poco conocido es que el joven coronel Santos López, al huir herido, por
veredas, después de la masacre de Sandino y su estado mayor, fue encontrado y
ayudado en el monte por una banda de cuatreros, porque según le dijeron,
encontrar a un hombre solo, herido y armado, en el monte, merecía el respeto de
ellos, según el propio López le relataba a los guerrilleros del FRS y MNN, en
Cuba, lo cual quedó registrado en el testimonio de Luis Fisher Pérez, titulado:
Mi vida, mi revolución.
La
existencia del Frente Revolucionario Sandino, que entre 1958 y 1961, fue el
primer movimiento guerrillero, que enarboló la bandera rojinegra de Sandino y
tomó el apellido del héroe, como parte de su nombre. En otras palabras, el FSLN
no fue el primer destacamento político-militar en tener la bandera rojinegra,
ni en incorporar el nombre de Sandino a sus siglas.
No
mencionaron la fundación de la tendencia Insurreccional o Tercerista del FSLN,
en junio de 1976. Hecho que significa un parte aguas en la historia del Frente
Sandinista. Dicha fundación, como parte orgánica y a la vez autónoma del FSLN,
marca un insoslayable punto de inflexión, en la lucha de liberación nacional.
La tendencia Insurreccional o Tercerista, establece un antes y un después, en
el FSLN, porque su estrategia y táctica revive o “resucita” al Frente
Sandinista, que en 1976 y 1977 pasa por sus peores momentos, en medio de
derrotas militares de la pequeña y mal armada guerrilla de la montaña, con una
importante cantidad de guerrilleros muertos en combate, asesinados o
prisioneros, y una labor represiva de la Guardia Nacional y sus organismos de
seguridad muy fuerte y efectiva.
Siempre es oportuno recordar, que la idea inicial de la tesis Insurreccional se remonta a los primeros años de la década de 1970 y que entre sus fundadores, en junio de 1976, en la comarca el Coyolar, San Caralampio, en las faldas del Mombacho, departamento de Granada, están, nada más y nada menos que: Eduardo Contreras, los hermanos Daniel, Humberto y Camilo Ortega Saavedra, Leticia Herrera (todos de la segunda generación de militantes sandinistas), y el co-fundador del FSLN, Germán Pomares Ordóñez (que ya no le miraba futuro a la tesis de la guerrilla campesina en la montaña, de forma prolongada). Posteriormente, incorporaron a otros co-fundadores del FSLN, como: Víctor Tirado López y Edén Pastora Gómez (quienes también pensaban que el foco guerrillero en la montaña ya no daba más).
Por
otra parte, es necesario aclarar que la Ofensiva Ininterrumpida o Final no
empezó en el Frente Sur, sino que inició el 26 abril de 1979, el Jícaro, Nueva
Segovia, con el Frente Norte Carlos Fonseca, con pequeñas columnas dirigidas
por Germán Pomares. El Frente Sur comienza a combatir en dicha ofensiva hasta
el 28 de mayo. Asimismo, no es cierto que la Ofensiva Final se planificó de
manera escalonada. La idea original era lograr la mayor coordinación y
simultaneidad posible de los ataques a las principales ciudades; pero tal cosa
resultó imposible por los problemas de comunicación, logística y coordinación
entre las tendencias del FSLN, así como por la efectividad de la GN que acertó
muchas derrotas (no hay que temer a la palabra derrota), tales como: desalojo y
retirada de los guerrilleros sandinistas en Estelí (abril) y Jinotega, con la
muerte de Germán Pomares (mayo), aniquilamiento de la columna Jacinto Hernández
en Nueva Guinea (mayo), masacre del estado mayor del FORLP, en León, asesinato
de dos miembros del estado mayor Tercerista en Rivas y asesinato de miembros
del estado mayor Tercerista en Managua. La simultaneidad no se logró ni
siquiera con el llamado del 4 de junio a la huelga nacional; fecha que se
estableció porque existía el peligro de que el movimiento de masas se agotará y
había mucha presión de parte de Costa Rica, porque ya no podía justificar la
presencia de los campamentos guerrilleros que constituían la retaguardia
estratégica del Frente Sur Benjamín Zeledón.
Ni en el repaso histórico hecho inicialmente, ni en
ninguna parte de la entrevista, se mencionó la relevancia del Frente Occidental
Rigoberto López Pérez (FORLP), particularmente de las columnas de guerrilleros
urbanos de León. Porque si se analiza de forma objetiva el desempeño de los
distintos frentes guerrilleros en la Ofensiva Final, lo ocurrido en León, fue algo
verdaderamente excepcional. No obstante, en el programa solo mencionaron a León
para referirse al terrible golpe que significó la masacre de seis miembros del
tercer estado mayor del FORLP, el 16 de abril de 1979, cometida por la GN en el
reparto Veracruz.
Los resultados militares obtenidos, por el FORLP, en
la ciudad de León y el departamento homónimo, son la mejor evidencia:
1) León, primera ciudad liberada, primera
cabecera departamental liberada (20 de junio) y primera junta de gobierno municipal.
2) Primera Capital de la Revolución,
donde asumió el poder la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, el 18 de
julio de 1979, como resultado de que León fue la cabeza de playa que el FSLN
había planificado conseguir.
3) Primera tanqueta recuperada a la
GN (en la fábrica la Cartonera).
4) Primer tanque recuperado a la GN
(en el Comando Departamental).
5) El Fortín de Acosasco fue el
único tomado por el FSLN.
6) El Frente Occidental avanzó casi
100 kilómetros hasta Managua, a través de dos carreteras principales (Izapa-las
Piedrecitas e Izapa-Nejapa), derrotando a la GN en todas sus posiciones (Malpaisillo,
Pancorva, empalme de Izapa; La Paz Centro y Nagarote), a pesar de estar
reforzada con tropas del Condeca y mercenarios sudcoreanos.
7) Una gran cantidad de bajas
efectivas causadas a la GN.
8) Los combatientes leoneses
reforzaron a Chinandega, tomando el control de la aduana del Guasaule, Puerto
Corinto, además de Puerto Somoza y Mina El Limón. Además, tomaron el control de una sucursal o filial del Banco Central de Nicaragua, donde recuperaron una gran cantidad de dinero.
9) El Frente Occidental tomó el control
de tres bases militares de las fuerzas élites de la GN, la tristemente célebre
Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería (EEBI), a saber: el centro de
entrenamiento militar en el Tamarindo, centro de operaciones especiales en
Montelimar y el centro de materias generales en la Loma de Tiscapa. Asimismo, tomó el control de la Refinería de petróleo, ubicada en la periferia occidental de la capital.
10) El Frente Occidental fue el
primer frente guerrillero en entrar Managua, el 19 de julio de 1979. De hecho,
desde las 5:30 de la tarde del 18 de julio, sus fuerzas acamparon en la
periferia de la capital, en el empalme de Xiloá y exploraron Ciudad Sandino.
11) Además, el FORLP entró a Managua,
como la ha dicho el comandante Ramón Cabrales, con un verdadero ejército,
porque su extenso convoy, llevaba dos tanques Sherman y cuatro tanquetas.
Recordemos que Somoza dijo en su libro Nicaragua
traicionada, que la GN poseía cuatro tanques Sherman, o sea, que el FORLP
le arrebató a la GN el 50% de sus tanques Sherman para continuar el
espectacular avance ofensivo.
12) El Frente Occidental fue el
primer frente guerrillero en entrar al búnker de Somoza y tomar posesión del
complejo militar en la Loma de Tiscapa, en la mañana del 19 de julio de 1979.
Como sabemos, el triunfo revolucionario fue una acción colectiva, como resultado de un proceso, que incluyó actos heroicos colectivos e individuales. Sin embargo, omitir el valioso papel jugado por León en la Ofensiva Final, es un error de dimensiones tectónicas porque es reiterativo; error que hemos criticado con sólidos argumentos, en otros artículos y libros publicados (tres ediciones de La toma del búnker de Somoza). No es la primera vez que los historiadores o periodistas le dan más importancia al Repliegue Táctico a Masaya, que al avance frontal y victorioso del Frente Occidental, proveniente de León.
Las fuerzas replegadas a Masaya nunca regresaron en
contraofensiva, a pesar de la gran cantidad de municiones y armas que
recuperaron en Jinotepe. Empezaron a atacar Granada el 17 de julio para tomarla
al día siguiente. Granada que servía de sitio de refrescamiento de algunas
tropas de la GN.
La ciudad de León fue liberada una semana antes (20
de junio), que sucediera el Repliegue desde Managua a Masaya (27 de junio). Por
esa razón, desde la capital enviaron a Orlando Núñez, con un pequeño grupo,
para ayudar a organizar a la primera ciudad liberada. En el libro Nicaragua traicionada, el dictador
Somoza Debayle señala, que al caer León bajo el control del FSLN, con su estado
mayor decidió concentrar a tres mil hombres en Managua, porque estaban seguros
de que los guerrilleros leoneses serían los que avanzarían para atacar y tomar
Managua, lo cual efectivamente sucedió, casi al pie de la letra, excepto porque
los tres mil guardias somocistas terminaron de huir y esconderse en la madrugada
y primeras horas de la mañana del 19 de julio de 1979. Hasta Somoza Debayle da
a entender que le preocupaban más los guerrilleros que habían tomado León, que
los que enfrentaba en la propia capital. Seguramente, la información de
inteligencia que poseía sobre el estado de los guerrilleros sandinistas en
Managua, era bastante aproximada a la verdad.
Repliegue es una retirada ordenada; pero retirada al
fin. Nadie que gana una batalla en una ciudad importante la abandona. Las
fuerzas que abandonan una ciudad, es porque experimentan, por lo menos, una
derrota estratégica, sino la total derrota. Si vences, mantienes la posición,
las líneas o la ciudad. Hace falta humildad para aceptar que la retirada fue
una derrota, al igual que pasó en la insurrección de septiembre de 1978, en León,
Chinandega, Estelí y Masaya; ciudades en las cuales se integraron muchos
jóvenes a la lucha armada, a partir de ese momento; pero eso no niega que dicha
insurrección no haya sido una derrota militar. En junio de 1979, en León, los
sandinistas vinieron, vieron, combatieron y vencieron; pero en Managua,
vinieron, vieron, combatieron, no vencieron y se retiraron (de una manera
bastante ordenada, lo que no quiere decir que tuvieron que improvisar en
algunos momentos). Aceptar la realidad histórica es saludable.
El historiador señaló que la Revolución es un
proceso y hay interpretar los hechos de manera dialéctica. Pues el Repliegue no
es la excepción, porque no se puede aislar el Repliegue a Masaya de los otros
repliegues, que representaron derrotas militares y masacres (como en Batahola).
Todos estos hechos nos dan el resultado de una derrota estratégica en Managua y
una retirada obligatoria hacia Masaya.
El impacto anímico negativo del Repliegue a Masaya
se refleja en el testimonio de Glauco Robelo (jefe la GPP en Masaya), en Memorias de la lucha sandinista, para
quien al darse cuenta de que había que recibir a los replegados de Managua, se
preocuparon y pensó que si la GN había derrotado a los de la capital, entonces
después la GN iría contra Masaya. Del impacto anímico de la victoria del FSLN
en León nadie ha dicho nada. Recordemos que todos los días había rondas de
comunicación radial de los estados mayores de todos los frentes guerrilleros y
el mando central en Costa Rica. Por lo tanto, es imposible que no se dieran
cuenta de la liberación de León.
El historiador volvió a darle al Repliegue la
connotación de hecho decisivo para el triunfo sandinista, lo cual no fue así. El
abastecimiento aéreo del GN en el Frente Sur no pudo ser impedido por los
guerrilleros participantes en el Repliegue; ni facilitó la conquista de una
cabeza de playa en la frontera sur, ni en Rivas. En resumen, se transmite la
idea de una retirada posibilitó la victoria. Pues las victorias militares se
logran con ofensivas y contra-ofensivas. Pero las fuerzas del Repliegue no se
regresaron en contraofensiva, ni por la carretera a Masaya, ni por la carretera
sur (desde Carazo).
Afirmar que la GN preparaba una contraofensiva desde
Carazo y Granada, contra Masaya, y que las fuerzas replegadas la impidieron es
basarse en especulaciones, pues la GN de Jinotepe ni siquiera se atrevía a
recuperar Diriamba, situada muy cerca de la cabecera departamental de Carazo (había un empate técnico).
Además, en Granada, la GN permaneció casi sin eventualidades, hasta dos días
antes del triunfo popular. Ni siquiera el comandante Carlos Núñez Téllez,
máximo jefe del Repliegue, menciona en su libro Un pueblo en armas, el supuesto plan como algo real, comprobado y
desarticulado por las fuerzas que él comandaba.
En Un pueblo
en armas se manifiesta que los combatientes sandinistas querían, con
nostalgia, regresar a combatir a Managua; pero no entendían por qué el mando
nunca les daba la orden. El Repliegue permitió que entraran a Managua alrededor
de seis mil personas. Pero en contraofensiva nunca pudieron regresan 300, 400 o
500 guerrilleros.
Además, las fuerzas guerrilleras de Masaya, Carazo y
las replegadas desde Managua, no llegaron al Open Tres y empalme de Xiloá, en
la tarde del 18 de julio de 1979, como se había acordado entre Joaquín Cuadra y
Leopoldo Rivas, con el objetivo de planificar el asalto final sobre la ciudad
capital.
Algunos combatientes leoneses señalan que,
aparentemente, había la intención de desacelerar el avance del Frente
Occidental para que entrara a Managua junto a otras fuerzas guerrilleras
(provenientes de Matagalpa y Masaya). Finalmente, ante la ausencia de otros
frentes guerrilleros, el Frente Occidental, proveniente de León, tuvo que
lanzarse al asalto final de Managua solo, al amanecer del 19 de julio de 1979,
lo que le permitió llegar antes que los frentes guerrilleros al búnker de
Somoza y la Loma de Tiscapa.
Como ha señalado el comandante Leopoldo Rivas, el
estado mayor del Ejército de Cuba y el propio comandante Fidel Castro, al
analizar los mapas de las acciones militares, observaron que el único frente
guerrillero que avanzaba hacia Managua era el Frente Occidental, proveniente de
León.
Las fuerzas guerrilleros de Managua retrocedieron y
aunque lograron otros triunfos, en Carazo y Granada, no se lanzaron en
contraofensiva hacia la capital. Y a pesar de que reforzaron Masaya, eso no
ayudó a una victoria contundente en la fábrica Inca, ni a tomarse el Fortín del
Coyotepe, ni siquiera para formar un cerco alrededor de dicha fortaleza para
impedir que la GN escapara, como lo hizo en la madrugada del 19 de julio, y
además, para garantizar su persecución y derrota, como sí sucedió en el Fortín
de Acosasco, en León.
No podemos olvidar que el co-relato paralelo y hasta
re-escritura del significado e importancia del Repliegue a Masaya, lo
empezaron, en la década de 1980, la mayoría de los dirigentes del Repliegue,
que ocuparon importantes cargos en las áreas de agitación política y propaganda.
Y obviamente, tampoco debemos sufrir amnesia al señalar que la mayoría de ellos
traicionaron al FSLN, la Revolución Sandinista y al sandinismo (una o dos
veces).
La victoria militar del FSLN en León fue el primer
triunfo definitivo y de una gran importancia estratégica militar y política.
Militar, porque de León salieron las columnas guerrilleras en ofensiva y en
dirección a la capital Managua. Ningún frente guerrillero pudo hacer tal cosa.
Política, porque se obtuvo la cabeza de playa, necesaria, para instalar un
gobierno revolucionario, en ni más menos que la segunda ciudad en importancia
del país, a tan solo 91 kilómetros de distancia.
Un
poco más y nos dicen que sin el Repliegue no triunfa la Revolución Popular
Sandinista, lo cual es una falacia. Y a la par, omiten la importancia
estratégica de León para derrotar a la GN y derrocar a la dictadura. Una cosa
es que el Repliegue tuviese sus episodios de heroísmo, y otra muy distinta es
que, haya sido fundamental para la derrotar militar de la dictadura somocista. Esta
combinación de falacia y omisión es negativa para entender la verdadera
historia de la Ofensiva Final y del triunfo revolucionario.
En
fin, es una mezcla inadecuada, que nos lleva a una historia paralela, un
co-relato que sobrevalora una retirada (sin contraofensiva), y a la
re-escritura de la historia, donde la acción ofensiva que produce relevantes
victorias militares, que según los historiadores revolucionarios, no valen nada
y merecen negarse, ocultarse y olvidarse. Galeano diría que esto es parte del
mundo al revés, donde la retirada y la derrota se celebran, mientras que la ofensiva
victoriosa se ningunea. Es como dicen ahora, una "narrativa", muy lejana de la verdad histórica objetiva. La sobrevaloración del Repliegue y la omisión del
decisivo papel del FORLP, proveniente de León, son amigas íntimas de la historia desconocida, oculta, sumergida y profunda, que
tanto criticó el historiador Aldo Díaz Lacayo, sobre todo cuando se difunde a
través de un medio de comunicación masiva, como la televisión.
Managua,
Nicaragua, 24 de junio 2022
Escritos
de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com