Amado Caballero (el Poeta Celador) y la columna sandinista Jacinto
Hernández: Nueva Guinea, mayo de 1979
Lenin Fisher
Amado Caballero o el Poeta
Celador era un joven originario de Boaco, al cual conocí como trabajador de
la compañía de electrificación Celnicsa, durante la ejecución del proyecto de
electrificación en la Gateada, comarca del municipio de Villa Somoza (hoy Villa
Sandino), departamento de Chontales.
Después de la insurrección de septiembre de 1978, mi papá
Luis Fisher Pérez, decidió llevarnos a Chontales a sus cuatro hijos menores,
como una medida de seguridad por el peligro que existía, una vez que la Guardia
Nacional tomara el control de las cabeceras departamentales insurreccionadas.
El campamento del proyecto de electrificación, que incluía
la construcción de una subestación en el sector llamado la Curva e instalación del
tendido eléctrico, con postes de madera y torres de alta tensión, conocí a ese
joven que se llamaba Amado Caballero y que se auto-llamaba como el Poeta Celador.
Amado Caballero era analfabeta; él no podía leer ni
escribir. Sin embargo, era capaz de hacer versos, poemas, con rima, los cuales declamaba,
de manera espontánea, a sus compañeros de trabajo. A veces yo escribí algunos
versos que él mismo me dictó.
Sobre Amado Caballero yo escribí algunos párrafos en el
libro titulado Chavalos de la revolución
y otros ensayos (p. 24-25), cuando relato mi testimonio sobre las
experiencias vividas antes del triunfo de la Revolución Popular Sandinista,
entre las cuales describo que en el mes de noviembre de 1978 hubo una huelga de
los trabajadores de Celnicsa, compañía que era propiedad de unos ingenieros electricistas
de origen italiano. El centro de la huelga era el plantel donde los trabajadores
guardaban sus herramientas, materiales, alambres, postes de madera, perlines de
metal para construir torres, camionetas y camiones. Dicho plantel se localizaba
a unos dos o tres kilómetros de distancia de la Gateada, que se sitúa a lo
largo de la carretera que va desde Juigalpa hacia el Rama.
En esa huelga, en la que mi papá participaba como
intermediario entre los trabajadores y la patronal, los trabajadores me
indicaron que yo tenía que acercarme a las oficinas del plantel para escuchar
lo que negociaban y después tenía que regresarme donde ellos para contarles lo
que yo lograba escuchar. Eso lo hice unas tres o cuatro veces.
En determinado momento los trabajadores decidieron que
alguien fuera a la oficina del telégrafo en la Gateada para transmitir un
comunicado a los medios de comunicación, radiales y escritos, para que se diera
conocer la noticia de la huelga de los trabajadores de Celnicsa. Entonces,
decidieron que fuera Amado Caballero a la oficina del telégrafo. Sin embargo,
al poco tiempo recordaron que el Poeta
Celador no podía leer ni escribir, debido a lo cual, los trabajadores
decidieron que yo acompañara a Amado Caballero, al telégrafo, para transmitir
el comunicado. Yo era un niño que tenía nueve años y estaba en tercer grado de
primaria.
En Chavalos de la Revolución
y otros ensayos (2011) señalé que, con el consentimiento de mi padre fui
con Amado Caballero hasta la oficina del telégrafo en la Gateada. Caminamos
esos dos o tres kilómetros de distancia en la carretera pavimentada, con un
cielo nublado, bajo una llovizna persistente y mientras eran alrededor de las
10:30 de la mañana.
Amado Caballero y yo logramos llegar hasta la oficina del
telégrafo que quedaba en las primeras casas de la Gateada y en esa oficina del
telégrafo el Poeta Celador me dictó el comunicado de los trabajadores. El texto
del comunicado se lo mostré y leí al telegrafista para que él enviara el
mensaje, la noticia, de manera codificada, al periódico La Prensa y a Radio Corporación.
Efectivamente, al día siguiente la noticia logramos leerla en La Prensa, que en
ese tiempo era un periódico vespertino y que llegaba a la Gateada unas 24 o 48
horas después de haber sido impreso en Managua. Yo recuerdo que leímos la
noticia y eso causó alegría entre los trabajadores.
Después del triunfo de la Revolución platiqué con mi papá,
Luis Fisher Pérez, en varias oportunidades sobre Amado Caballero, el Poeta Celador. No sabíamos qué había
pasado con él durante la Revolución. Lo único que le habían dicho a mi papá es
que Amado Caballero había sido asesinado por la Guardia Nacional en Boaco. No sabíamos
nada más.
Sin embargo, en la audición del 15 de mayo de 2023, del programa Sin fronteras, de Radio La Primerísima, dirigido por el periodista y analista político, William Grigsby Vado (entre los minutos 1:19 y 1:18) fue leído un testimonio de un compañero llamado Marcelo, sobreviviente de la columna guerrillera Jacinto Hernández del Frente Sur Benjamín Zeledón, la cual, durante el mes de mayo de 1979, incursionó desde Costa Rica pasando por el departamento de Río San Juan hacia Nueva Guinea.
Dirigían la columna Jacinto Hernández los siguientes compañeros: Oscar Benavidez Lanuza (Rosendo), Iván Montenegro Báez (Ernesto) y el veterano luchador e internacionalista Adolfo García (Comandante Domingo). Alrededor de 127 combatientes sandinistas murieron en combate contra las tropas terrestres y helitransportadas, que oscilaron entre 1500 y 2000 hombres. Dicha columna guerrillera fue creada el 13 de abril de 1979, en el Frente Sur, con combatientes de las bases 20 y 21; conformando tres grandes columnas de 40 guerrilleros cada una. Tuvo una gran cantidad de enfrentamientos con las tropas especiales de la Guardia Nacional, conocida como la Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería (EEBI), a partir del 17 de mayo de 1979, después de lo cual, la columna guerrillera fue prácticamente desarticulada y casi totalmente exterminada, excepto por 33 guerrilleros sobrevivientes.
Entre los caídos están el mando guerrillero mencionado (Benavidez, Montenegro y García), además de Yelba María Antúnez (Verónica), el doctor Luis Felipe Moncada, Francisco Sirias Tenorio (Miguel), José Noel Navas (Bienvenido), Martha Guadalupe Cruz Conrado (Susana o Sussy) y Amado Caballero (el Poeta Celador). La mayoría de los héroes, alrededor de 85, cayeron el 17 de mayo de 1979, cuando la GN los emboscó.
Entre los sobrevivientes se cuentan: 1) Jorge Alberto Martínez González (que cayó combatiendo a la contrarrevolución el 8/6/1987), 2) Emmet Lang, 3) Aída Alemán (Jossy, panameña), 4) German Montiel, 5) Gustavo Adolfo Peña, 6) Antonio Agelos (el Secre), 7) Francisco Aragón Bravo (Chespirito), 8) Fidel Obando (Pedrito), 9) Julio Mejía (Danilo), 10) Humberto Salazar López (Choncito), 11) Abraham Rojas (el Zorro), 12) Juango, 13) Garañón, 14) Lobo (alemán), 15) Emilio Mena (Chacalote), 16) Varguitas, 17) Chino, 18) Bill (estadounidense, ex-mercenario en Vietnam y Angola), 19) Orantes (panameño), 20) Coco (panameño), 21) Pedro Pablo, 22) Pedro Tijuana, 23) Brinquín, 24) Hermógenes, 25) Douglas (venezolano), 26) Mario, 27) Rufino, 28) Gallina, 29) Antolín, 30) Hugo, 31) William "Pelón", 32) Álvaro y 33) Marcelo.
El compañero Marcelo relató que a él le correspondió ir, en
el mes de agosto de 1979, con 15 compañeros, entre ellos sobrevivientes de la
columna Jacinto Hernández, que además eran miembros del recién formado Ejército
Popular Sandinista, hasta Nueva Guinea (en el sector de Toro Bayo), a
desenterrar los cadáveres de varios de sus compañeros guerrilleros caídos en
combate. A Marcelo le correspondió desenterrar a uno de los caídos y lo cargó hasta
sacarlo a la carretera. Posteriormente supo que ese compañero desenterrado se llamaba
Amado Caballero y con ese nombre bautizó una cooperativa campesina, en Nueva
Guinea, cuando se retiró de la vida militar. La cooperativa estaba formada por
ex–combatientes del EPS y ex–miembros de la Contrarrevolución; y cuando Marcelo
propuso el nombre de Amado Caballero, ninguno de los cooperativistas se opuso.
Grigsby citó al blog Sueños del Caribe, de Ronald Hill Álvarez, quien publicó
el relato de Marcelo y Álvaro, ambos sobrevivientes del trágico mayo de 1979,
en Nueva Guinea.
Ahora, cito textualmente lo dicho por el compañero Marcelo
y escrito por Hill Álvarez:
El que yo rescaté se llamaba Amado
Caballero y cuando dejé la vida militar me convertí en cooperativista. Al
organizar la cooperativa junto a otros campesinos de la zona, aún [y] cuando
muchos de ellos combatieron con la Contra, ninguno se opuso a mi moción de
nombrarla “Amado Caballero”, dijo Marcelo…
Fue de esa manera que supe del trágico final de la vida de Amado
Caballero, el Poeta Celador. La noticia
de su muerte en combate, es decir, el conocer cómo murió heroicamente en la
lucha por la liberación de Nicaragua, me impactó mucho.
Posteriormente, en la audición del 17 de mayo de 2023, del
programa Sin fronteras, de Radio La Primerísima,
el periodista William Grigsby Vado (entre los minutos 10:50 y 14:43), leyó la
mayor parte de lo escrito sobre Amado Caballero, el Poeta Celador, en el libro Chavalos
de la Revolución y otros ensayos (p. 24-25).
Según Ortega Saavedra en el libro La epopeya de la insurrección (2017; p. 529-530), la columna Jacinto
Hernández tenía que avanzar a través de la serranía de Yolaina, o sea, por
medio de la selva en Río San Juan y Nueva Guinea hasta El Rama, en el
departamento de Zelaya, para formar una ruta de abastecimiento desde el río San
Juan. Además, debía unirse a las fuerzas guerrilleras de los departamentos de Chontales
y El Rama (que conformaban el Frente Sur-Oriental Carlos Roberto Huembes), tomar
el municipio-puerto fluvial del Rama, y avanzar hacia Juigalpa y la capital
Managua, a través de la carretera pavimentada existente. Realmente, esos planes
no eran realistas. El objetivo, según el plan elaborado por Humberto Ortega,
Víctor Tirado y Edén Pastora era actuar con la modalidad de guerrilla distractora
para disminuir la presión que tenían los guerrilleros sandinistas en las
ciudades. De hecho, la EEBI trasladó tropas, desde el cerco que tenía en la
Nueva, Estelí, hacia Nueva Guinea. Abandonaron posiciones en Estelí y se
agruparon en Nueva Guinea, Zelaya.
El Frente Norte Carlos Fonseca (FNCF), atacó en mayo de
1979 a la ciudad de Jinotega para disminuir la presión que la GN ejercía sobre
la columna Jacinto Hernández, en Nueva Guinea. A pesar de fuertes combates, el
FSLN en Jinotega no pudo tomar el cuartel departamental de la GN y además,
sufrió la pérdida de Germán Pomares Ordóñez, el jefe del FNCF. En realidad, el
objetivo de tomar Jinotega no se cumplió y la presión sobre la columna Jacinto Hernández nunca disminuyó y fue tal que causó su derrota total y aniquilamiento.
La EEBI tuvo que movilizar, desde el departamento de
Estelí, alrededor de dos mil soldados para perseguir, cercar y derrotar a la
columna Jacinto Hernández, que no avanzó por las serranías de Yolaina, sino que
se desplazó a través de las llanuras de Nueva Guinea, lo cual fue uno de sus
errores. Aunque según Grigsby, citando a un familiar de un miembro de la GN, ésta
sufrió muchas bajas en Nueva Guinea, que fueron trasladadas a Managua, en
helicópteros, hasta las instalaciones de la fuerza aérea, donde los dejaban
caer, como fardos, en bolsas plásticas, lo cual nunca se ha mencionado. Es
lógico que la GN haya sufrido bajas porque la columna Jacinto Hernández iba
bien armada y tuvo varios combates. Los guerrilleros sandinistas fueron
enterrados en sectores como Toro Bayo, Paso de las Yeguas y Punta Gorda.
Aparentemente, la dirigencia de la Ofensiva Final, desde la
retaguardia estratégica en Costa Rica, continuaba subestimando las
posibilidades de los guerrilleros urbanos en importantes ciudades como León. A
la larga, el Frente Sur Benjamín Zeledón no pudo conquistar una cabeza de playa
(cabeza de puente le dicen algunos), ni en la frontera sur, ni en la ciudad de
Rivas u otro municipio del departamento homónimo, a lo largo de combates en los
meses de mayo, junio y julio de 1979.
Quienes conquistaron una cabeza de playa fueron los guerrilleros del Frente Occidental Rigoberto López Pérez (FORLP), al
tomar el cuartel departamental de la GN en la ciudad de León, desde el 20 junio
de 1979. Adicionalmente, las columnas del FORLP fueron las únicas que lograron
avanzar, en combate ofensivo, derrotando a la GN en todas las posiciones y líneas,
a lo largo de dos carreteras pavimentadas, en su ruta hacia Managua, avanzando
más de 90 kilómetros, hasta el centro del poder político militar de la dictadura
somocista, convirtiéndose en el primer frente guerrillero en tomar el control
de la Loma de Tiscapa y el búnker de Somoza.
Sirva este pequeño relato como un homenaje al compañero Amado
Caballero, el Poeta Celador, héroe
sandinista caído en combate por la liberación de Nicaragua, y simultáneamente a
todos los miembros de la columna guerrillera Jacinto Hernández, caídos y
sobrevivientes.
Managua,
Nicaragua, 25 de mayo; 2 y 4 de junio; de 2023.
Escritos de
Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com
Referencias:
1-.Baltodano Marcenaro, M. Los adolescentes tuvimos que meternos en la runga. En: Memorias de la lucha sandinista. https://memoriasdelaluchasandinista.org/view_stories.php?id=104
2-.Fisher, L. (2011). Chavalos de la revolución
y otros ensayos. Universitaria. León, Nicaragua. 254
3-.Grigsby Vado, W. (2023). https://radiolaprimerisima.com/sin-fronteras-lunes-15-de-mayo-de-2023/
4-.Grigsby Vado, W. (2023). https://radiolaprimerisima.com/sin-fronteras-miercoles-17-de-mayo-de-2023/
5-.Hill Álvarez, R. (2012). Sueños del Caribe.
https://hillron.blogspot.com/2012/02/bajo-la-espesura-del-bosque.html#comment-form
6-.Martínez González, J.A. (1982). Vivos y con nosotros los héroes de la columna Jacinto Hernández. 12-4-1982. https://radiolaprimerisima.com/vivos-y-con-nosotros-los-heroes-de-la-columna-jacinto-hernandez/
7-.Ortega Saavedra, H. (2017). La epopeya de la insurrección. Managua, Nicaragua. Lea.