Tesis Insurreccional o Tercerista:
innovación estratégica y exitosa del sandinismo
Lenin Fisher
El 8 de noviembre del corriente año, el Comandante de la Revolución y Presidente de la República de Nicaragua, Daniel Ortega, señaló algunos detalles interesantes acerca del origen de la tendencia Insurreccional o Tercerista del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Tales señalamientos fueron hechos durante el acto en
conmemoración del 47° o cuadragésimo séptimo aniversario de la muerte en
combate de Carlos Fonseca, Comandante en Jefe de la Revolución Popular
Sandinista. La importancia del breve relato testimonial pudo haber pasado
inadvertida, para la mayoría, ante lo interesante de otras partes del contenido
del discurso; pero para los apasionados de la historia de la lucha sandinista,
no pasó desapercibida.
Daniel apuntó que, después de la liberación de los
prisioneros políticos sandinistas (entre ellos, él mismo), en diciembre de
1974, como resultado de la acción comando, en la recepción diplomática, realizada
en la casa de José María Castillo Quant, al llegar a Cuba, comenzaron los
intercambios de ideas sobre el método de lucha armada a seguir.
En tales discusiones participaron los militantes
sandinistas que se encontraban en Cuba, así como los miembros del comando Juan
José Quezada y los prisioneros sandinistas liberados. Eran discusiones fuertes,
donde había insultos y no faltaban los calificativos despectivos para aquellos
que planteaban que la lucha guerrillera en la montaña no podía continuar porque
no estaba dando resultados, debido a que muchos compañeros morían en la
montaña, ante las acciones contrainsurgentes de la Guardia Nacional. Quienes
señalaban que la guerrilla en la montaña no debía seguir, apuntaron que se
debía organizar y preparar al pueblo para la insurrección.
Los principales cuadros sandinistas que sostenían el
necesario cambio de la táctica de lucha en la montaña por una táctica de
insurrección en la ciudad, eran Eduardo Contreras, quien dirigió la exitosa
acción de rescate de diciembre de 1974, y Daniel Ortega, el prisionero político
más tiempo encarcelado, hasta ese momento, en la historia del país, por la dictadura
somocista.
Al respecto, Jacinto Suárez señala en su libro En el mes más crudo de la siembra, que
al inicio de las discusiones todos los miembros del comando guerrillero estaban
de acuerdo con los planteamientos de Eduardo Contreras; pero al autor no entra
en mayores detalles sobre la tesis insurreccional planteada, sino que
únicamente menciona que Carlos Fonseca fue desplazado de una conferencia de
prensa.
El breve testimonio histórico, señalado al inicio de
este escrito, fue reforzado el 27 de diciembre del presente año, nuevamente por
Daniel Ortega, Secretario General del FSLN, que también hizo referencia sobre
estos hechos, durante el 49° o cuadragésimo noveno aniversario del asalto a la
casa de “Chema” Castillo, en el acto en que se refundó el Ministerio del
Interior, un nuevo paso en la consolidación y mejoramiento de los mecanismos de
seguridad del país, que contrarresta las medidas de los gobiernos neoliberales,
que intentaron desintegrar a las instituciones de defensa y orden interno
creadas por la Revolución Sandinista en 1979; lo cual permitirá enfrentar mejor
los planes golpistas y desestabilizadores, promovidos permanentemente, por las
agencias de Estados Unidos y vende-patrias a sus servicios.
En esta segunda oportunidad, Daniel Ortega, el
principal líder en la historia del Frente Sandinista, apuntó que, al llegar a
Cuba, después de la liberación de los prisioneros, por la acción comando del 27
de diciembre de 1974, se dan los primeros intercambios con Carlos Fonseca sobre
la idea de cambiar la forma de lucha. Ahí fue la primera vez que hablaron de
insurrección (lo cual tuvo que ser en el mes de enero de 1975), inspirados en
insurrecciones de otros pueblos del mundo, incluyendo la Revolución de Octubre.
Porque la lucha de la guerrilla en la montaña no podía seguir debido a que
morían muchos compañeros. A pesar del valor y el heroísmo de los guerrilleros
sandinistas, iban muriendo poco a poco, porque la Guardia Nacional tenía una
superioridad militar. Regresaron de Cuba, de forma clandestina, para organizar
al pueblo, integrarlo a la lucha armada e insurreccionarlo en las ciudades, en
medio de contradicciones; pero al final, lográndose la unidad hasta alcanzar la
victoria.
Literalmente, el testimonio de Daniel es el siguiente:
Al llegar a Cuba, después de la
intermediación del Cardenal Obando, al llegar Cuba (…) nos encontramos con
Carlos [Fonseca]. Carlos estaba en Cuba, en ese momento. Y había muchos
compañeros que estaban preparándose, que estaban estudiando. Y ahí, se produce
el primer intercambio que hacemos con Carlos [Fonseca], con Eduardo Contreras,
sobre cambiar la estrategia de lucha que traíamos. Ahí empezamos a hablar de la
insurrección, inspirados en las insurrecciones que se habían librado en otras
naciones, en otros países, incluyendo la insurrección [Revolución] de Octubre.
Era un método de lucha que no
podíamos descartarlo y decíamos que teníamos que buscar como el pueblo se
incorporara al combate y no estar llevando más compañeros a la montaña, porque ahí
la situación era desventajosa; tan desventajosa, que en la montaña cayó Carlos
[Fonseca]. Y ahí, luego, cuando viajamos de Cuba a Nicaragua, entramos
clandestinos, empezamos a hacer reuniones aquí, para trabajar [en] la lucha
insurreccional.
Y bueno, [de] la lucha insurreccional
podemos decir que este fue el primer paso. Porque este era un tema que incluso,
nosotros lo debatíamos en la cárcel. Sentíamos que estábamos estancados. Destacamentos
heroicos de compañeros, allá en la montaña, que no tenían las posibilidades de
golpear al enemigo y más bien el enemigo golpeando, golpeando. Y así murió
Carlos Agüero. Iban cayendo compañeros, continuamente, en la montaña y no
teníamos condiciones ni posibilidades, a pesar del valor de los compañeros, de
la valentía de los compañeros, del sacrificio de los compañeros, no había
capacidad táctica militar de empezar. La correlación de fuerzas era demasiado
desventajosa. Realmente, los destacamentos del Frente [Sandinista] en la
montaña eran tan pequeños, que con facilidad la guardia lograba, como en
Pancasán, lograba desbaratarlos, destruirlos. Y Carlos [Fonseca] estaba
convencido de que había que ir a la insurrección; que había que ir a la
ofensiva. Y de ahí que, la acción heroica del comando [Juan José Quezada, el 27
de diciembre de 1974], abrió las puertas para que pudiésemos avanzar hacia la
lucha insurreccional; en medio de discrepancias; pero al final, logrando la
unidad, hasta derrotar a la tiranía somocista el 19 de julio de 1979.
Algunos han interpretado de manera simplista este
debate táctico-estratégico, en Cuba, iniciado en enero de 1975, entre los
principales cuadros del FSLN, reduciéndolo a un intento de desautorizar y
despojar del mando al fundador Carlos Fonseca, quien ya era, desde 1969, el
secretario general de la organización político-militar.
Sin embargo, la esencia del debate no era una lucha
egoísta por el poder, sino que giró alrededor del cambio de la táctica y la
estrategia en la lucha revolucionaria del instrumento del pueblo nicaragüense
para librarse de la dictadura somocista: el FSLN. La tesis planteada fue, como
lo dice Daniel, la tesis de la insurrección, o sea, la tesis de la guerrilla en
las ciudades; la tesis de la insurrección popular, que al final, no solo fue la
tesis hegemónica, sino que, además, victoriosa, con resultados concretos,
favorables y positivos, en todos los órdenes.
Todo lo antes expuesto confirma lo señalado por Iván
García Abarca, en su testimonio titulado Génesis
del Frente Occidental, publicado en la segunda y tercera edición del libro La toma del búnker de Somoza, en 2017 y
2020, donde señala como Eduardo Contreras y Daniel Ortega visitaron, en León,
durante los primeros meses de 1975, a compañeros como Alí Abarca Meléndez,
Francisco Jarquín Ramírez e Iván García Abarca; reuniéndose en casas de
seguridad de los barrios Ermita de Dolores y San Juan. Posteriormente, en
febrero de 1978, Iván García y Francisco Jarquín, junto a William Fonseca y
Guadalupe Moreno serían los fundadores del Frente Occidental Rigoberto López
Pérez, de tendencia Insurreccional o Tercerista.
Reuniones donde Contreras y Ortega empezaron a
plantearles la idea de una nueva táctica de lucha, la de llevar la lucha armada
a las ciudades para atacar los cuarteles de la Guardia Nacional y sus tropas en
movimiento, incorporando al pueblo y a la juventud, principalmente, en lo que
sería una insurrección popular, como efectivamente ocurrió, en la mayoría de
ciudades del país, en el transcurso de los cuatro años siguientes, que
incluyeron, entre las principales acciones, a saber: la ofensiva de octubre de
1977, el asalto al Palacio Nacional en agosto de 1978, la insurrección de
septiembre de 1978 y la ofensiva final de 1979. Todo lo cual formó parte de la
más relevante innovación táctico-estratégica del sandinismo, en su historia,
que le permitió sobrevivir, reorganizarse y triunfar. Eso es lo que representa
la tesis insurreccional para el sandinismo: una innovación estratégica exitosa.
Carlos Fonseca pudo haber estado de acuerdo en pasar a
la insurrección y la ofensiva, en las ciudades, aunque en sus escritos mencionó
muy poco la palabra insurrección. Asimismo, en la práctica los cuadros
dirigentes de la tesis de la guerrilla en la montaña o tendencia Guerra Popular
Prolongada (GPP), continuaron impulsando su tesis hasta el final. De hecho, una
de las últimas indicaciones de Fonseca, el 7 de noviembre de 1976, cuando siete
compañeros, se despidieron a las siete de la noche, según el testimonio de
Francisco Rivera (el Zorro), fue que uno de los subgrupos debía construir una
ruta de abastecimiento, a través del río Par-Par, hasta llegar a Honduras; pero
sin contactar con ninguna ciudad. Carlos Fonseca murió, heroicamente en
combate, convencido de la tesis del foco guerrillero en la montaña.
Para ese entonces, ya la tendencia Insurreccional o
Tercerista, organizaba una retaguardia estratégica en Costa Rica y daría pasos
agigantados para transportar armas de guerra y municiones a las principales
ciudades de Nicaragua, por medio de furgones, a través de carreteras pavimentadas.
Pues se había constituido como grupo autónomo e integrante del FSLN, desde
cinco meses antes, en junio de 1976 (ante los oídos sordos a los llamados de
unidad y del cambio de táctica, encontrados en las tendencias GPP y
Proletarios), en la comunidad el Coyolar-San Caralampio, en las faldas del
volcán Mombacho, municipio de Granada, en una troje, propiedad del colaborador
Erlo o Rudy Umaña, en una reunión donde estuvieron presentes Eduardo Contreras,
Daniel Ortega, Germán Pomares, Humberto Ortega, Leticia Herrera y Camilo Ortega.
En conclusión, los breves testimonios orales y
discursivos del Comandante de la Revolución Daniel Ortega sobre el origen de la
tesis insurreccional en el Frente Sandinista, señalados en dos ocasiones, en
2023, tienen un gran valor histórico y ayudan a entender mejor la verdadera
historia de la lucha sandinista, que algunos han intentado re-escribir, negar,
ocultar o tergiversar. Además, sirven de aliciente para los jóvenes, que deben
asumir como propia la construcción y defensa de la Revolución, con nuevas ideas
y estilos, para que Nicaragua sea un país mejor para todos sus habitantes.
Managua,
Nicaragua, 29 de diciembre de 2023.
Escritos
de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
https://leninfisher.blogspot.com/2023/12/tesis-insurreccional-o-tercerista.html
Referencias
19 Digital. La historia revolucionaria reconoce
vigencia del Ministerio del Interior. 27-12-2023. https://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:147890-la-historia-revolucionaria-reconoce-vigencia-del-ministerio-del-interior
Fisher,
L. (2017, 2020). Génesis del Frente Occidental. En: La toma del búnker de Somoza. Universitaria. León, Nicaragua.
Fisher,
L. (2023). División del FSLN: tradición versus innovación. En: Gran marcha a
Managua: la hazaña del Frente Occidental. Académica Española. Moldavia.
Ortega
Saavedra, H. (2004, 2017). La epopeya de la insurrección. Lea. Managua,
Nicaragua.
Ramírez
Mercado. S. (1989). La marca del zorro. Nueva Nicaragua. Managua.
Suárez Espinoza, J. (2015, 2019). En
el mes más crudo de la siembra. Asamblea Nacional Managua, Nicaragua.