9 de junio de 2012
Managua, Nicaragua | elnuevodiario.com.ni
Transformación revolucionaria de la
Universidad
Lenin
Fisher | Opinión
Se debe
transformar la Universidad Agraria, UNA, y la Universidad de Ingeniería, UNI,
en Facultad de Ciencias Agropecuarias y Facultad de Ingeniería,
respectivamente. Si alguien está en contra de tal cosa, que nos muestre 50 ó
100 patentes e invenciones. Todas las facultades pasarían a tener escuelas (lo
cual no es nada deshonroso).
Hay que suprimir
toda escuela, facultad o anexo de tipo privado dentro de los recintos de la
Universidad Nacional, como ha sucedido en la UNI.
Debe fundarse el
primer Instituto Tecnológico de Nicaragua, adjunto a la Universidad Nacional.
Habría que darle
más valor y prioridad a las investigaciones, monografías o tesis que los
estudiantes de pre-grado y posgrado realicen. La construcción del conocimiento
y la experimentación del mismo para producir más conocimiento, es
indispensable. Fortalecer la investigación en el nivel de posgrado, donde con
frecuencia podemos encontrar que los graduandos tienen serias dificultades para
resumir sus propias investigaciones o ni siquiera hacen un resumen de su
informe final. ¿Cuál es entonces la evidencia que se lega como ciencia en las
bases de datos digitales?
No debe
permitirse la reelección de las máximas autoridades como rectores,
vicerrectores, secretarios generales, decanos y directores de escuela. Así,
durante un período tendrán que dedicar su mejor esfuerzo para el avance
universitario. Es ampliamente aceptado como principio gerencial que todos los
cargos administrativos deben rotarse; un burócrata después de 3 ó 4 años en el
cargo termina viendo todo bien, pasa inadvertidos los problemas, se acomoda y
rehúye enfrentar con soluciones verdaderas y eficaces los males.
Que todas las
máximas autoridades (rectores, vicerrectores, decanos, vicedecanos,
secretarios, etc.) se dediquen a tiempo completo a sus labores administrativas
o gerenciales, es decir, que estén exentos de ejercer la docencia (para eso
están los demás profesores) porque hace falta tiempo para dirigir
correctamente.
Reafirmar
claramente, en la Ley de Autonomía reformada, que son los Consejos Facultativos
(decano, vicedecano, secretario y demás miembros), los que deciden contratar o
despedir a profesores. La decisión de la contratación de profesores que cumplan
los requisitos no debe ser tomada por los grupos de presión internos
(sindicatos, gremios, claustro de profesores de un departamento, etc.).
Para decisiones
tan importantes como la mencionada, están el decano y los Consejos
Facultativos. Estos serían cambios para avanzar.
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