Banderas y harapos: breve crítica a un libro
sobre la revolución de Nicaragua
“Alguna vez este será un lugar de paz y aquí se
construirán escuelas.
Y siempre habrá gente para recoger todas las
naranjas.”
Julio Cortázar y las naranjas de Bismuna
Banderas
y harapos, libro de Gabriela
Selser, subtitulado Relatos de la
revolución en Nicaragua, publicado en 2016, en 323 páginas y 30 capítulos
nos ofrece un testimonio muy refrescante y creíble de la experiencia personal
de la autora, durante la Revolución Sandinista.
El texto, agradablemente escrito,
nos recuerda nombres, lugares, fechas, hechos y circunstancias que de alguna
forma hemos olvidado al pasar inevitable de los años o porque cuando sucedieron
los eventos en las ciudades, los que defendían la revolución en sus distintas
facetas (armada, productiva, política, etc.,) estaban lejos, en la montaña, sin
periódicos, televisión o radio-transitores para informarse debidamente.
Selser nos brinda una imagen
natural y humana de Ernesto Cabrera Cruz, llamado Cabrerita, ese joven matagalpino, líder de su generación, talentoso
y lleno de cualidades revolucionarias, quien había combatido a la Guardia
Nacional a partir de agosto de 1978 en Matagalpa, y que lastimosamente murió
combatiendo en una emboscada de la contrarrevolución, en noviembre de 1984.
El capítulo La loca de Quibuto, lugar que conocí personalmente, es uno de los
más conmovedores y refleja el impacto psicológico y psiquiátrico del monstruo
grande de la guerra que pisa fuerte a civiles y militares, que se refleja en el
personaje de una mujer campesina y pobre.
La autora argentina, radicada en
México, con un estatus social de clase media y la aureola de ser hija del gran
historiador del general Sandino, Gregorio Selser, tiene el gran mérito de haber
abandonado todas sus comodidades para venirse desinteresadamente a Nicaragua
para alfabetizar en 1980, en una comunidad remota del campo montañoso, en la
comarca las Casquitas, municipio de Waslala, Matagalpa; y poner en práctica la
teoría escrita por su padre. Ese esfuerzo y sacrificio los nicaragüenses de
buena voluntad y honestos siempre lo agradecerán.
Tal cambio radical en las
condiciones de vida se refleja cuando al vivir con los campesinos, la autora,
entonces alfabetizadora, choca con la práctica del fecalismo al aire libre; o
bien, al tratar de explicar cómo la gente vive en edificios de varios pisos, en
sus apartamentos, a los cuales se llega cómodamente por medio de ascensores, en
una ciudad como México.
De alguna forma lamento que la
autora se pregunte en más de una ocasión si los esfuerzos y sacrificios durante
la revolución valieron la pena, lo cual lo acompaña con críticas subliminales o
directas al FSLN. Ni los estadounidenses, ni los franceses, ni los rusos, ni
los chinos, ni los cubanos se preguntan si las revoluciones que protagonizaron,
en los siglos XVIII y XX, valieron la pena. Por eso no es casualidad, que el prólogo lo
haya escrito Sergio Ramírez Mercado, opositor al Frente Sandinista, partido
político que gobierna Nicaragua con Daniel Ortega Saavedra como presidente,
durante su tercer periodo consecutivo, a partir de 2007.
La ruptura transitoria de una
amistad, por motivos políticos, es dibujada en el capítulo titulado Patricia, en honor a una compañera de
alfabetización, de clase media alta, que abandona el país, por decisión de sus
padres, tres meses después de finalizada la cruzada nacional que disminuyó
drásticamente el analfabetismo, tras la muerte de Jorge Salazar, presidente del
Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), el 17 de noviembre de 1980.
Y es aquí, donde Selser no documenta
lo ocurrido y las circunstancias de la muerte de Salazar no pueden entenderse
integralmente. Bosco Matamoros Hüek (2004) -quien se desempeñó como recolector
de fondos para la Contra y
cabildeador entre congresistas estadounidenses, que apoyaban la guerra de baja
intensidad de los gobiernos de Reagan y Bush contra Nicaragua-, señala que la
primera persona que recolectó dinero y armas para la contrarrevolución
antisandinista en Estados Unidos y Centroamérica, fue precisamente Jorge
Salazar.
Por otra parte, Pérez Salas (2008),
el segundo al mando de la EEBI, solo subordinado al mayor Anastasio Somoza Portocarrero
el Chiguín, hasta el 17 de julio de 1979 y que salió de la embajada de
Guatemala disfrazado de cruz-rojista, al igual que el ex-militar gringo William
Bill Fiorito (general retirado,
compañero de promoción de Somoza Debayle en West Point), quien lo sacó de
Nicaragua el 24 de julio de ese mismo año para llevarlo, en un avión DC-10 a
Ilopango, El Salvador, fue testigo y protagonista de la derrota y huida de la
Guardia Nacional, vestido de civil, en la pista del aeropuerto internacional
las Mercedes (p. 104-113).
Pérez Salas (2006), enfatiza que
Salazar se reunió con los fundadores de la Legión 15 de Septiembre, el embrión
de las fuerzas contrarrevolucionarias, después conocida por su apócope la Contra, que surgió, en los primeros
días de agosto de 1979, con la reagrupación de los restos de la Guardia
Nacional, derrotada por el FSLN, que habían huido a El Salvador, Guatemala,
Honduras y Miami, Florida (p. 23-26).
La
Contra se convertiría, al
final, en la Resistencia Nicaragüense o el
ejército irregular más grande y mejor armado de América latina, a lo largo del
siglo XX, según el general retirado Humberto Ortega Saavedra.
Pérez Salas (2006) se reunió con
Jorge Salazar y Guillermo Mendieta (Coordinador Político-Militar de la Legión
15 de Septiembre, graduado de la Academia Militar en 1955 y odontólogo), en el
mes de noviembre de 1980, en San José, Costa Rica, en el restaurante Chalet
Suizo. Reunión en la que conocerían de Jorge Salazar:
…en
viva voz, su plan de acción en Nicaragua, sus posibilidades
de apoyo en Venezuela y su intención de aceptar el liderazgo político de la
Legión, que Mendieta le iba a presentar (p. 48).
Salazar, según Pérez Salas (2006):
…pidió
un poco de tiempo para digerir el concepto general y agregarlo al enfoque que
llevaba para Venezuela, no sin antes descartar la posibilidad de coordinar la
lucha desde el exterior. Creía firmemente que su papel primordial estaba dentro
Nicaragua (p.49).
Cuando Jorge Salazar muere en un
enfrentamiento con efectivos de la Seguridad del Estado, a quienes hizo
resistencia, transportaba armas en su vehículo, porque estaba dedicado a la
conformación de un frente interno contrarrevolucionario. Ese hecho desarticuló
la conexión venezolana, a través del general Alessandri. Pérez Salas (2006), escribió
que para entonces, el presidente del Cosep, estaba
en abierto desafío con los sandinistas (p.48).
Ortega Saavedra (2013) apunta que
en 1980 ocurrió la muerte del líder
empresarial del Cosep Jorge Salazar cuando conspiraba en actividades
subversivas (p.127). Ese hecho, más el asesinato del alfabetizador Georgino
Andrade (cometido por la Contra) y el
ajusticiamiento de Anastasio Somoza Debayle, en Paraguay, realizado por el
argentino Ejército Revolucionario del Pueblo, fueron tres desenlaces trágicos
que ese año agudizaron el conflicto durante la revolución.
El humor y la ironía, como en toda
experiencia humana, están presentes. Resulta divertido leer sobre las consignas
irónicas y espontáneas, las ridículas sanciones contra las brigadistas que
celebraban la victoria ante el analfabetismo, las bromas con el árbol de
nacatamales, las peripecias y atraso tecnológico para enviar noticias o
fotografías, y por supuesto, el llamado de atención que un policía de tránsito
hizo al comandante Carlos Núñez Téllez y su grupo, entre quienes estaba Selser,
al cruzar indebidamente, como peatones, por la parte central de una avenida y
no en la esquina, en una ciudad de la Unión Soviética.
Banderas
y harapos, es sin dudas, un
libro que debe leerse, se disfruta leerlo y del cual lo menos que honestamente
se puede decir es que realmente es muy interesante.
Managua,
Nicaragua, 14 de septiembre de 2017
Escritos
de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com
Referencias
bibliográficas:
1-.Matamoros
Hüeck, B. (2005). La contra: movimiento
nicaragüense 1979-1990. Madrid. 222
2-.Ortega
Saavedra, H. (2013). La odisea por
Nicaragua. Lea. Managua, Nicaragua. 239
3-.Pérez Salas, J.
R. (2006). Los albores de la Resistencia
Nicaragüense: la Legión 15 de septiembre y la lucha indígena. Ardisa.
Managua, Nicaragua. 159
4-.Pérez Salas, J.
R. (2008). EEBI: los quijotes del ocaso. La Prensa. Managua, Nicaragua. 118
5-.Selser, G. (2016).
Banderas y harapos: relatos de la revolución en Nicaragua. Managua. Gabriela
Selser. 323