Carta abierta a Mrs. Laura Dogu, embajadora
de
Estados Unidos: a propósito del golpe de Estado
blando en Nicaragua
Estados Unidos: a propósito del golpe de Estado
blando en Nicaragua
Lenin
Fisher
Excelentísima señora embajadora Laura Dogu:
Tengo
a bien expresarle que al fin sacó las garras cuando ordenó cobrar o quitar
algunas camionetas pick-up y un autobús a la Policía Nacional de Nicaragua, mientras
ha transcurrido un poco más de dos meses del golpe de Estado blando contra el
gobierno sandinista, que ha causado alrededor de 200 muertos y 1400 heridos, la
mayoría de los cuales pertenecen a la clase social pobre y donde no aparece
ningún rico, millonario, aristócrata u oligarca.
La falta de rubor, la expresó como diplomática, en
la red social Twitter, de la siguiente manera: Solicitamos
a Policía Nacional devolución o pago de vehículos donados, algunos usados para
reprimir protestantes pacíficos. Acciones que violan términos de entendimiento
de cooperación EEUU. Policía ha cooperado y devolvió los vehículos.
@USAmbNicaragua. (1)
En un comunicado de prensa la embajada yankee
aseguró que la solicitud la hicieron el lunes 25 de junio porque: algunos de estos vehículos han sido usados
por la Policía Nacional de Nicaragua, y fuerzas irregulares bajo su mando, para reprimir violentamente las
voces de quienes protestan pacíficamente contra las acciones de su gobierno. (1)
Podría
decirse, señora Dogu, que es mal agradecida porque la Policía Nacional, a pesar
de sus pocos recursos materiales, ha sido, junto al Ejército Nacional, un
sólido muro de contención al narcotráfico, negocio ilícito de cocaína y sus
derivados, del que todo mundo sabe que Estados Unidos y Europa son los
principales mercados, los primeros consumidores y los más grandes centros de
lavado de dinero por vía de la banca privada.
El
nivel de seguridad que la Policía Nacional brindaba a Nicaragua, antes del
golpe de Estado suave, era diametralmente mayor que la terrible inseguridad de
México, Guatemala, Honduras y El Salvador. Además, la Policía Nacional combatía
el crimen organizado, la migración ilegal y la trata de personas. Nicaragua
era, antes del 18 de abril, el tercer país más seguro de América Latina, con
tasas muy bajas de homicidios, robos y secuestros.
Desde
el 18 de abril del corriente año, empezó en Nicaragua, un golpe de Estado
blando, durante el cual, usted Mrs. Dogu como jefa de la misión diplomática
gringa, en Managua, había permanecido silenciosa, seguramente para que no se
notara abiertamente la intervención de Estados Unidos, dado el profundo
sentimiento anti-imperialista de los nicaragüenses, especialmente notorio en
los sandinistas.
Mrs.
Dogu: usted únicamente había aparecido como anunciadora o receptora
protocolaria de dos funcionarios gringos: Caleb McCarry, miembro del equipo del
senador republicano Robert Corker, presidente del comité de relaciones
exteriores del Senado; y Carlos Trujillo, embajador de USA en la OEA. Emisarios
del gobierno republicano de Donald Trump que se reunieron con la oposición
golpista, de derecha (donde se incluye a la Conferencia Episcopal), y con el
presidente Daniel Ortega. Nadie dijo nada acerca de lo conversado con McCarry y
Trujillo; pero la derecha golpista a través de sus medios de comunicación
exigió al comandante Ortega decir qué había platicado o acordado con los dos
funcionarios yanquis, como muy bien ha señalado el periodista Carlos Salgado,
de radio 580.
Sin
embargo, unas semanas antes de que el guión golpista de J. Foster Dulles, Henry
Kissinger y Gene Sharp comenzara a ser aplicado por la CIA en Nicaragua, usted
como nuestra todavía grata embajadora Dogu, durante una reunión con los
empresarios privados, impartió una conferencia titulada Perspectiva 2018: el camino hacia 2030 inicia hoy, evento en el
cual mostró sus dotes proféticos, con su respectiva bola de
cristal, alto dominio de las técnicas del oráculo y el más diáfano injerencismo
en la política nacional, para incentivar a la oposición a retomar el poder
político por cualquier medio y a cualquier costo, porque el fin justifica los
medios (entre ellos los anti-democráticos e inconstitucionales). Leamos, pues usted
Mrs. Dogu dijo:
“…la
situación de Nicaragua puede ser descrita como incierta”. (2)
“…las decisiones que Nicaragua ha tomado a nivel nacional, como en su
política exterior, han contribuido a generar incertidumbre”. (2)
“En conjunto, estos aspectos afectan la relación de Nicaragua con su
principal socio comercial [Estados Unidos]…” (2)
“…reafirman la percepción generalizada
de que en Nicaragua el Estado de Derecho y la institucionalidad son débiles…” (2)
“…los inversionistas están claros que
el riesgo y el retorno siempre están ligados.” (2)
“Si el nivel de riesgo aumenta, los
inversionistas demandarán un mayor nivel de retorno. Y en Nicaragua, el riesgo
ha aumentado pero las posibilidades de obtener mayor retorno no se presentan,
lo cual la hace menos competitiva”. (2)
Dogu apuntó que con la participación de
la Organización de Estados Americanos (OEA) en las elecciones municipales de
2017, no se pudo identificar algún cambio, lo que produce “incertidumbre acerca
de la sostenibilidad del actual sistema político, [que] a su vez, tiene un
componente económico”. (2)
Recordó que la Ley Nica o Nica Act,
pendiente de aprobación por el Senado de Estados Unidos, orientaría a este
gobierno a votar en contra de préstamos para Nicaragua. (2)
“Esta iniciativa de ley [Nica Act] surge
como consecuencia de la falta de democracia, la violación a los derechos humanos,
la corrupción y las relaciones cercanas con Rusia y Venezuela”. (2)
“[Estados Unidos] prohíbe trabajar muy
de cerca con gobiernos que han reconocido a Osetia del Sur y Abjasia, siendo
Rusia, Venezuela, Nicaragua y Nauru, los únicos países en el mundo que lo han
hecho”. (2)
“Roberto Rivas [presidente del Consejo Supremo
Electoral] fue sancionado por corrupción con base en la Ley Global Magnitsky”.
(2)
“El propósito de la designación por
parte de la OFAC (Oficina de Control de Activos) es evitar que, fondos de
origen corrupto, ingresen el sistema financiero de Estados Unidos. Es de todos
conocido que Nicaragua se ve afectada por las sanciones que Estados Unidos ha
impuesto a la empresa venezolana PdVSA (Petróleos de Venezuela), en vista de
que dicha empresa es accionista mayoritaria de Albanisa (Alba de Nicaragua)”.
(2)
Albanisa es una empresa constituida en
Nicaragua, en la cual el 51% de las acciones pertenece a Petróleos de Venezuela
y el 49% a Petróleos de Nicaragua (Petronic). (2)
El único tema que olvidó mencionar, por
alguna razón, en dicha ocasión Mrs., Dogu, fue el canal interoceánico que
eventualmente se construiría con inversión china.
Todas las citas textuales presentadas
reflejan la injerencia, pura y dura, de usted señora Laura Dogu, en la política
nicaragüense, ante lo cual el gobierno sandinista se ha mostrado más que
diplomático e indiferente, por el bienestar del país y sus ciudadanos.
Amnesia parece sufrir Mrs. Dogu porque
olvida que sus pacíficos protestantes, dignos clones del Estado Islámico, han
causado tantas acciones terroristas con destrucción, saqueo, incendio,
vandalismo, asesinatos atroces, secuestro, tortura, robo, obstrucción total de
calles y carreteras, en casi treinta ciudades y municipios de Nicaragua. Las
voces de sus protestantes pacíficos, señora Dogu, suenan mejor cuando hacen
coro con morteros, armas hechizas, piedras, bombas molotov, bombas de contacto,
revólveres, pistolas y fusiles (M-16, AK-47 y Dragúnov). Ellos utilizan al
final de sus manifestaciones la técnica de los auto-disparos a corta distancia
y con francotiradores. En Jinotepe, Carazo, pusieron dos cisternas llenas de
combustible a 50 metros de distancia del cuartel de la Policía Nacional e
intentaron hacerlas explotar, aterrorizando a miles de pobladores.
La Policía Nacional de Nicaragua al
enfrentar a tales pacíficos protestantes, distinguida embajadora Dogu, ha
sufrido casi una veintena de oficiales muertos y más de 200 heridos; la mayoría
de esas bajas policiales han sido producto de armas de fuego, armas hechizas,
morteros y bombas.
Mrs. Dogu: usted sabe que en su país,
todo el que obstruye una calle o carretera es inmediatamente reprimido y
desalojado por el Police Department y si es necesario por la National Guard.
Ese mismo papel de mantener el orden público aquí en Nicaragua lo cumple la
Policía Nacional; pero como hemos visto a lo largo de estos dos meses de
intento de golpe de Estado, para pasar de la democracia popular a la dictadura
capitalista neoliberal y al servicio de las transnacionales, puede ser
necesario la existencia de una especie de Policía Militar Antidisturbios, sobre
todo cuando la capacidad de la Policía Nacional sea excedida, a la cual no
podríamos llamar National Guard porque como usted sabe, ese nombre en Nicaragua
es de triste recordación, por haber sido uno de los engendros más nefastos de
los gobiernos de Estados Unidos. Aquí en Nicaragua también el derecho de unos
termina donde empieza el derechos de los otros. Y la libre circulación por las
calles y carreteras, así como el derecho a ir a trabajar y a no estar
secuestrado por medio de barricadas o tranques, levantados por opositores al
gobierno, es algo que seguramente el Police Department y la National Guard garantizan
en la Unión Americana.
Usted, embajadora Dogu, quita a la
Policía Nacional vehículos automotores que sirven para mantener el orden
público, la tranquilidad y la seguridad ciudadana, de la mayoría de los
nicaragüenses; condiciones alteradas severamente por una minoría golpista,
violenta, facinerosa, vandálica, fanática y terrorista. Recuerde Mrs. Dogu que
en la democracia los intereses de la mayoría prevalecen sobre los caprichos de
la minoría.
Señora embajadora Dogu: recuerde
también que la policía en Estados Unidos reprime manifestaciones que cuando
derivan en hechos violentos tiene que arrestar a quienes protestan, como
recientemente arrestó a sacerdotes católicos y anglicanos en Los Ángeles,
California, por protestar contra la política inmigratoria del presidente Trump
(3). No obstante, la dictadura no está en USA, sino que en Nicaragua, donde
ningún sacerdote, por más azuzador de la violencia que sea, ha recibido ni
siquiera una tarjeta amarilla, ni mucho menos una tarjeta roja (a propósito del
Mundial de Fútbol, en ese gran país, Rusia, que derrotó al nazi-fascismo
alemán, hitleriano). Aquí más bien, los obispos, incluyendo los de lenguaje
radical y violento, son mediadores del diálogo nacional.
Pues dicha minoría golpista dirigida
por políticos del MRS, PLC y CxL, con el apoyo de ONGs, como Hagamos
Democracia, Movimiento por Nicaragua y el IEEPP (todos financiados con dinero
de la NED y USAID), de acuerdo periodistas investigadores como Max Blumenthal y
Ben Waddel, quienes señalan que hasta el año 2018, la NED ha invertido en la
subversión golpista más de 5.2 millones de dólares. Receptores de dicho dinero
de los contribuyentes norteamericanos han sido: Luciano García (de Hagamos
Democracia), con la bicoca de 525 mil dólares; Félix Maradiaga (del Instituto
de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas, IEEPP), con la cantidad nada
despreciable de 260 mil dólares. Y en dicha red no podía faltar Freedom House,
que financió el viaje de pseudo-líderes estudiantiles –productos mediáticos, cuyo
discurso constituye una realidad virtual, que ni ellos se creen–, a Estados Unidos donde
cepillaron los zapatos de senadores y congresistas gringos, a menos de dos
meses de haber salido a la palestra pública. (4)
Tal minoría golpista, Mrs. Dogu, que
usted llama protestantes pacíficos, han causado, con sus acciones terroristas
(al mejor estilo de los manuales de operaciones sicológicas de la CIA, usados
por la contrarrevolución en la década de 1980), pérdidas a Nicaragua por más de
480 millones de dólares. Han disminuido la inversión extranjera directa en más
de 230 millones de dólares. Ellos provocaron daños a la propiedad pública por
más de 182 millones de dólares. Solamente a los puertos nacionales le han
causado pérdidas mayores a los 400 mil dólares. Ellos, de manera pacífica, han
quemado o destruido 55 ambulancias, del paquete de 155 que con fondos del Banco
Mundial obtuvo Nicaragua, estableciendo un récord en la historia del país, como
dijo nuestro ministro de hacienda Iván Acosta.
Y han generado la pérdida de más de 87
mil empleos. Imagínese usted doña Dogu estas cifras en términos proporcionales
para un país como Estados Unidos. Concluiría fácilmente que se trata de un
verdadero desastre terrorista, planificado hasta el más fino detalle y el
último centavo. Y sin lugar a duda, los ejecutores finales, o sea, sus
protestantes pacíficos deberán rendir cuentas, parafraseando al embajador de
Estados Unidos en la OEA, Carlos Trujillo.
Este golpe de Estado blando, como otros
patrocinados por su gobierno en todos los continentes, Mrs. Dogu, no surgió de
la nada y por generación espontánea. Así las cosas, usted sabía muy bien, en
marzo, por qué el futuro de Nicaragua era incierto. De que lo sabía, lo sabía. Cairo
Manuel López, abogado constitucionalista, de ideología socialcristiana, dijo en
una ocasión en el canal 12 de televisión, que los Estados Unidos estaban
cocinando a Nicaragua a fuego lento.
Mrs. Dogu debe recordar que al fanático
de la selección mexicana de fútbol, José Alberto Martínez, que le disparó
morteros a la policía de la ciudad de Los Ángeles, California, después de
ganarle México a Alemania, uno a cero, en la Copa Mundial de Fútbol 2018, en
Rusia, fue capturado y le esperan 27 años de prisión y una fianza de 350 mil
dólares (5). Pero ningún organismo de derechos humanos dice esta boca es mía.
Como en México, donde matan a 42
jóvenes, en una verdadera masacre; matan más de 120 políticos, candidatos
electorales, 102 hombres y 18 mujeres (6); y el presidente Peña Nieto ni recibe
la visita de la CIDH, ni sufre un golpe de Estado suave. O en Honduras, donde
el presidente Zelaya sufrió otro golpecito de Estado suave y más recientemente
hubo fraude electoral; ambos eventos con tremendas violaciones de los derechos
humanos; pero la CIDH como que vive en otro planeta, perdida en el
espacio-tiempo.
A propósito de derechos humanos, Mrs.
Dogu, debería invitar formalmente al gobierno de Estados Unidos a firmar la
convención de la CIDH sobre los derechos humanos, porque su país es el único
que no la ha firmado; pero tiene la sede de la CIDH en Washington y es quien
más la financia con dinero contante y sonante. Por lo tanto, las resoluciones
de la CIDH están diseñadas para ser vinculantes o de obligatorio cumplimiento
solamente para los gobiernos latinoamericanos progresistas o revolucionarios, como
en el caso de Nicaragua, de acuerdo a lo señalado por el ex–presidente
ecuatoriano Rafael Correa. La CIDH es un instrumento de dominación de política
exterior para favorecer los intereses del gobierno de Estados Unidos en el
subcontinente latinoamericano.
Los nicaragüenses ya sabíamos de su
especialidad diplomática en desestabilización de gobiernos, Mrs. Dogu. Su
aspecto de señora respetable y de suave hablar, ante los periodistas, disimulaba
bastante bien sus capacidades, dotes y pertinencias. Los golpes de Estado
blandos, apoyados por Estados Unidos y la CIA, son una realidad de la
contrarrevolución del siglo XXI, lo niegue quien lo niegue, incluyendo
periodistas como Omar García, que luce con un swing descolgado y muy mal,
cuando habla de política en la radio o la televisión, por lo que mejor debería
hablar de cine y de gestiones en las instituciones de servicio público. Después
de todo, los cursos de liderazgo, las capacitaciones en edición de vídeos o los
cursos a periodistas y sindicalistas, promovidos por la NED, USAID, Unión
Europea, fundaciones y ONGs algún efecto han producido.
Para ser claro y poniendo las cosas de
manera simple, como gusta decir Mr. Carlos Trujillo, el embajador de USA en la
OEA, usted tiene todo el mérito para ser declarada non grata y debería rendir
cuentas al pueblo norteamericano y a los contribuyentes sobre cómo utiliza
usted su dinero en la promoción del golpe de Estado blando en Nicaragua;
rendición de cuentas que debería ser ya y no hasta que se desclasifiquen
documentos, dentro de 40 años. Pero la fortaleza y la seguridad del FSLN y el
sandinismo en derrotar a este golpe de Estado light (como en realidad está
sucediendo), coup d´état dirigido por
usted en el terreno, desde sus oficinas en la embajada yanqui, vuelven su
expulsión un asunto de menor importancia.
Me resulta inevitable recordar cuando
un amigo anciano (etimológicamente la palabra anciano significa sabio), dijo en
una conversación de vecinos, en el mes de marzo, que la embajadora de Estados
Unidos había dicho que el futuro de Nicaragua era incierto. Hoy lo único cierto
es que el golpe de Estado suave, promovido por la derecha y para el cual han
contratado hasta pandilleros de otros países centroamericanos, será derrotado.
Como seguro es que serán derrotados por el FSLN todos los partidos políticos de
la derecha, defensora del capitalismo, en las próximas elecciones.
Mrs. Dogu: la Policía Nacional a la que
usted, de manera mezquina le quita los vehículos donados, fue capaz, en 16
días, de capturar a los presuntos asesinos de un periodista en la Costa Caribe; pudo
capturar a cabecillas de delincuentes que se refugiaron en la Universidad
Politécnica como supuestos estudiantes para cometer crímenes; pudo identificar
a los autores y las circunstancias del asesinato del estadounidense-venezolano Sixto Henry Vera, por quien usted envió el siguiente mensaje en la red social Twitter: El gobierno EEUU expresa sus condolencias a la familia
del ciudadano estadounidense fallecido anoche y a todas las familias que
recientemente visitaron medicina legal. La muerte de un ciudadano de EEUU es de
gran preocupación para la Embajada.
Ayer la Policía Nacional presentó a los periodistas a un pandillero de la Mara 18, procedente de El Salvador (algunas decenas de ellos se reconcentraron en La Paz Centro para participar en las protestas pacíficas que usted defiende) y estuvieron involucrados en acciones jamás vistas en Nicaragua, como los incendios, la destrucción y el saqueo desatado en León, Granada y Masaya. Los carteles de la droga de Colombia, México, Estados Unidos y Europa están interesados en que Nicaragua se vuelva un narco-Estado, como México y Colombia; por tal razón están involucrados en este golpe de Estado suave; pero el FSLN es la única fuerza política que puede impedir que Nicaragua se vuelva un narco-Estado, o como dijo oficiosamente Luciano García, un Estado fallido.
Ayer la Policía Nacional presentó a los periodistas a un pandillero de la Mara 18, procedente de El Salvador (algunas decenas de ellos se reconcentraron en La Paz Centro para participar en las protestas pacíficas que usted defiende) y estuvieron involucrados en acciones jamás vistas en Nicaragua, como los incendios, la destrucción y el saqueo desatado en León, Granada y Masaya. Los carteles de la droga de Colombia, México, Estados Unidos y Europa están interesados en que Nicaragua se vuelva un narco-Estado, como México y Colombia; por tal razón están involucrados en este golpe de Estado suave; pero el FSLN es la única fuerza política que puede impedir que Nicaragua se vuelva un narco-Estado, o como dijo oficiosamente Luciano García, un Estado fallido.
El doctor Carlos Argüello, experto en
derecho internacional, recordaba que en el juicio Nicaragua-Estados Unidos de
la década de 1980, los manuales de operaciones sicológicas de la CIA fueron
incorporados a las pruebas que Nicaragua presentó en la Corte Internacional de
Justicia, en La Haya, Holanda. Dichos manuales contemplaban el control de las
concentraciones masivas de personas y la contratación de criminales o
delincuentes profesionales para ejecutar acciones específicas.
Cualquier parecido, Mrs. Dogu, no es
pura coincidencia. ¿Recuerda la sentencia de la CIJ, a favor de Nicaragua,
cuando condenó a Estados Unidos por terrorismo de Estado, el 27 de junio de
1986? Así, Estados Unidos entró al libro de récords del derecho internacional,
como el primer país y Estado del mundo en ser condenado por terrorismo. En esos
años patrocinó el terrorismo a través de una guerra contrarrevolucionaria, con
el ejército irregular más grande y mejor armado del siglo XX en América Latina,
pero que no triunfó; hoy lo hace por medio del golpe de Estado suave, que
tampoco triunfará.
Y finalmente, Mrs. Dogu, como epílogo, otra
crítica certera de Rafael Correa, el brillante líder de la izquierda
revolucionaria latinoamericana: los
Estados Unidos son el único país del mundo que puede estar tranquilo, porque
jamás sufrirá un golpe de Estado, ya que no tiene una embajada
norteamericana en Washington.
(7)
Referencias bibliográficas:
1-.Estrada Galo, J. Policía Nacional entrega vehículos que Estados Unidos le solicitó “devolver o pagar” por usarlos para reprimir. La Prensa. Managua, Nicaragua. 27/6/18
2-.Álvarez, L. Embajadora de EE.UU.: “Situación de
Nicaragua puede ser descrita como incierta”. La Prensa. Managua,
Nicaragua. 12/3/18
3-.Cerrato O. J. Sacerdotes fueron apresados en Estados Unidos. Fides digital. Jun. 2018
4-.Telenica 8 digital. Así financia Estados Unidos el golpe de Estado en Nicaragua. Managua, Nicaragua. 26/6/2018
5-. El 19 Digital. Fanático del Tri que lanzó cohetes a policías en Los Ángeles enfrenta
pena de hasta 27 años de prisión. Managua,
Nicaragua. 27/6/18
6-.CNN. México:
una campaña pasada por sangre y fuego con 120 políticos asesinado. 25/6/18
7-. Fisher, L. Golpe de Estado en Paraguay. En: Escritos revolucionarios del siglo XXI: a XXXV años de la Revolución Sandinista. Universitaria. Managua, Nicaragua. 2014: 96-97
Managua,
Nicaragua, 30 de junio de 2018
Escritos
de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com