UNAN-Managua:
víctima del golpe de Estado terrorista
Lenin Fisher
La
Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), y específicamente
las instalaciones del Recinto Universitario Rubén Darío (RURD), ha sido víctima
del golpe de Estado terrorista que la derecha reaccionaria con sus partidos
políticos, el gran capital, el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep),
varios organismos no gubernamentales y la embajada norteamericana han impulsado
en contra del gobierno elegido por la mayoría del pueblo nicaragüense en el año
2016, es decir, el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)
encabezado por el Comandante de la Revolución y Presidente de la República
Daniel Ortega Saavedra.
Como sabemos, un grupo de
estudiantes golpistas se tomaron el RURD el lunes de 7 mayo, a las nueve de la
mañana. En esa ocasión, disimulando su verdadera condición de dirigente de la
toma, el miembro del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Gonzalo
Carrión, entró al recinto sin autorización, portando una camiseta del Cenidh. Pero
como dos estudiantes arrastraron a una profesora que portaba una bandera del
FSLN, entonces, Carrión se vio obligado a salir ante las cámaras de televisión.
El atropello indigno de estudiantes universitarios en contra de un profesor
(que además era una mujer, una dama), resultó ser el preludio de lo que pasaría
con el recinto.
A partir de entonces el recinto
fue secuestrado, se suspendieron las clases, los trabajadores administrativos,
catedráticos y autoridades dejaron de laborar.
Pocos días después, las
autoridades universitarias denunciaron el robo de vehículos propiedad de la
UNAN-Managua. Canal 12 transmitió imágenes, aparentemente filmadas desde el
edificio de Invercasa, de estudiantes o supuestos estudiantes que secuestraban
un camión de la Alcaldía de Managua. Pronto, muchos estudiantes abandonaron el
recinto porque poco a poco fueron entrando jóvenes que no eran universitarios,
sino más bien, jóvenes en riesgo, de los barrios vecinos o pandilleros. Esto
fue más marcado cuando los supuestos estudiantes que tenían tomada la
Universidad Politécnica (Upoli), abandonaron ésta el sábado 9 de junio, no sin
antes saquearla y destruyendo instalaciones y equipos, para ir a refugiarse al
RURD, el mismo día.
El objetivo era más que claro.
Realizar los mismos actos vandálicos en la UNAN-Managua, la más grande
universidad pública de Nicaragua, para afectar al Estado Nacional e interrumpir
el año académico de más de 32 mil estudiantes.
En las barricadas colocadas en las
calles que parten de la rotonda universitaria Rigoberto López Pérez hacia el
este y el sur, así como también en la pista sub-urbana, sucedieron hechos
lamentables y delincuenciales: robos, asaltos, balaceras entre pandillas; así
como daños a la propiedad pública y municipal (daños a las luminarias de la
rotonda, quema y derrumbe del árbol de la vida (ornamento metálico que
iluminaba el sector), daño al adoquinado y al pavimento. Era tal el peligro que
la gasolinera, situada al nor-oeste de la rotonda tuvo que desmantelar sus
bombas de servicio, cerrar la tienda de conveniencias y la farmacia; también
cerraron restaurantes y bares cercanos.
Las barricadas adyacentes al RURD
eran verdaderos tranques del terror. Según la Comisión de la Verdad, Justicia y
Paz, hasta el cuatro de julio, las barricadas o tranques en las carreteras,
instalados por la derecha golpista, han causado más muertes que la protesta
social contra las reformas a la seguridad social, propiamente dicha. Según el
vocero de dicha comisión, Cairo Amador, durante las protestas que iniciaron en
el 18 de abril, murieron 31 personas, entre policías, estudiantes, transeúntes
y otros. Mientras que en los tranques o barricadas organizados por las fuerzas
golpistas de la derecha, han muerto 116 personas; es decir, que los tranques en
las carreteras han causado casi cuatro veces más muertos que los
enfrentamientos entre policías, estudiantes y pandilleros.
No debe pasarse por alto que en la Upoli el tercer piso era el piso donde estaba el cuarto de torturas, donde hacían labores de "inteligencia". En la UNAN-Managua, los delincuentes le llamaban el cuarto de las lamentaciones, al sitio destinado para torturar.
No debe pasarse por alto que en la Upoli el tercer piso era el piso donde estaba el cuarto de torturas, donde hacían labores de "inteligencia". En la UNAN-Managua, los delincuentes le llamaban el cuarto de las lamentaciones, al sitio destinado para torturar.
Atacaron, durante la noche del
viernes 22 y la madrugada del sábado 23 de junio, residenciales situados detrás
del colegio Americano, siendo repelidos por los vigilantes, quienes capturaron
a algunos atacantes y los entregaron a la Policía Nacional. Al día siguiente
llegó el show mediático con canales de televisión y sacerdotes. Supuestamente
el objetivo era la casa del militante sandinista Francisco López; pero no puede
descartarse que pretendían saquear y quemar instalaciones de Albanisa.
Posteriormente, la secretaría general de la UNAN-Managua denunció la agresión de la cual fueron
víctimas dos profesores, que además son esposos (Irán Carera y Maritza Andino), en compañía de sus hijas, la noche del sábado 7 de julio. Como resultado, el profesor Carera (secretario de la Facultad de Humanidades y Ciencias
Jurídicas) fue herido de gravedad. Por su parte, la profesora Andino se desempeña como directora del departamento de antropología.
Al atardecer del día viernes 13 de
julio, los grupos delincuenciales que habían tomado durante 82 días el Recinto
Universitario Rubén Darío de la UNAN-Managua, atacaron a una caravana que
participaba en la conmemoración del Repliegue táctico Masaya, hiriendo a nueve
personas, por lo cual, los marchistas sandinistas respondieron el ataque.
La Policía Nacional tuvo que
intervenir hasta desalojar a los golpistas que incendiaron el centro de
desarrollo infantil Arlen Siú, ubicado en los terrenos del recinto –el cual beneficiaba a trabajadores
del recinto–y también quemaron un pabellón del campus
universitario, para después huir y refugiarse en la iglesia católica de la
Divina Misericordia, hasta donde se trasladaron con armamento.
Los golpistas desalojados de la
UNAN-Managua, no dejaron precisamente abandonados en el recinto, libros,
cuadernos y lapiceros, sino que más bien el siguiente arsenal: fusiles AK-47,
M-16, escopetas calibre 12 y 20, fusiles con mira telescópica (Remington,
calibre 22 y 30-30), bombas para morteros, lanza-morteros,
armas hechizas, bombas molotov, etc.
Además, abandonaron una gran
cantidad de avituallamiento que refleja el buen financiamiento y apoyo
logístico que tiene el golpe de Estado no tan suave. Tenían refrigeradoras
llenas de carne de todo tipo, enlatados y abundante cerveza y ron, que por
supuesto son de las marcas más conocidas y consumidas en Nicaragua.
Ahora, sabemos más o menos la
colosal destrucción causada por delincuentes que ocuparon el RURD. No obstante,
la nación entera espera el informe de evaluación de daños, pérdidas y costos,
que el Consejo Universitario y la Rectoría de la UNAN-Managua hará. De la misma
manera que espera el informe de las autoridades de la Upoli.
Seguramente son decenas o centenas
de miles de dólares, quizá millones, las pérdidas causadas por personas que no
eran estudiantes, sino que eran delincuentes. En instalaciones de las distintas
facultades, los supuestos estudiantes pacíficos destruyeron o robaron
laboratorios enteros, abundantes medios audio-visuales de enseñanza, muchísimas
computadoras, incontables equipos eléctricos o electrónicos. Además, saquearon
todas las oficinas: Rectoría, Vice-Rectoría, Administración, Tesorería,
Contabilidad, etc. Dañaron muchos pupitres, microscopios, materiales,
reactivos, etc., etc. Asimismo, fueron afectados los propietarios de negocios
que brindan servicio a la comunidad universitaria (comiderías, fotocopiadoras,
etc.).
En el RURD los pandilleros y
delincuentes, consumían licor, droga, guardaban motocicletas y carros robados,
incluyendo una de la embajada yanqui (a cuyo oficial le robaron una pistola
marca Glock), y por lo cual hasta la embajadora Laura F. Dogu le dijo al
presidente Ortega que la Policía Nacional debía actuar. Previamente a que la
Policía recuperara las instalaciones del RURD, ésta había informado de la
desarticulación de una banda de roba carros y traficante de armas, que tenía su
centro de operaciones en el recinto y de quien mencionó el nombre y el apodo de
su líder.
La vía de abastecimiento de todo
tipo, incluyendo armas y municiones, era a través del terreno alrededor de la
iglesia Divina Misericordia, que limita con el recinto universitario, la cual
goza de un parque adyacente, recientemente construido por la Alcaldía de
Managua. Cuando la Policía Nacional realizó el operativo contra los
delincuentes y terroristas que tenían tomado el RURD, éstos se refugiaron en la
iglesia mencionada, desde donde disparaban, según dijo en un canal de
televisión un sacerdote.
Al día siguiente, durante la
mañana del sábado 14 de junio, obispos de la Conferencia Episcopal, acompañados
del Nuncio Apostólico, llegaron a proteger y sacar a los 200 “estudiantes
pacíficos” refugiados en la iglesia. Pero las autoridades eclesiásticas no
contaban con la astucia de tales angelitos, pues en la caravana de vehículos
que los llevó hasta la Catedral de Managua, trasladaron muchas armas en una
camioneta sub-urban, que la Policía Nacional capturó posteriormente. En la Catedral,
según la Policía, las armas fueron entregadas a un hombre, de quien solo
mencionó el apodo. Y de acuerdo al periodista Teatino Santana, del noticiero ¿Qué pasa?, de
radio Sandino, todavía el día sábado 21 de julio, en la Catedral de Managua
estaban refugiados por lo menos 100 individuos, que estuvieron en la toma del
RURD, de los que fueron rescatados por los obispos en la iglesia Divina
Misericordia, y quienes están armados.
El año académico se ha atrasado
mucho y podría estar en peligro. El presupuesto universitario no está preparado
para este tipo de daños terroristas. Tendrá que haber medidas de austeridad. El
daño a la educación, a la educación superior, a uno de los centros de la más
alta inteligencia, es evidente y debe investigarse a los culpables para que
sean llevados, como dicen en Estados Unidos, ante la justicia.
¿Qué comentarios u acciones
tomarán ante el daño a la UNAN-Managua, personajes como Carlos Tünnermann
(ex-rector de la UNAN), el rector de la Universidad Americana, Ernesto Medina
Sandino y el padre José Alberto Idiáquez, rector de la Universidad
Centroamericana, quienes han formado parte del grupo político golpista, que
supuestamente quería dialogar, pero optó por mantener todos los tranques y
barricadas? El doctor Ernesto Medina, dijo lastimosamente en dicho diálogo, que
todos tenían un doctorado en tranques y que éstos debían mantenerse;
oportunidad que desperdició como todo un rector magnífico.
Qué pensará de los daños causados
por los delincuentes, disfrazados de estudiantes universitarios, a las personas
afectadas, a la Upoli y a la UNAN-Managua, el ideólogo del golpismo de derecha,
Denis Alberto Torres Pérez, ¡director del Instituto Martin Luther King, de la
Upoli!, quien escribió un artículo de opinión titulado El carácter no violento de la lucha debe prevalecer (El Nuevo
Diario. 21-6-18):
…los tranques y morteros […] expresiones no
violentas, apenas defensivas. Aun cuando los tranques, siendo expresiones de
lucha pacífica, son también
mecanismos de protección de la vida…
Nuestro pueblo debe de mantener su lucha en los
marcos de la no violencia. Es evidente, frente a tanta perversidad y violencia
sin sentido, se abra, en algunos sectores, la tentación a respuestas también
violentas o armadas; se habla de la Ley del Talión, del ojo por ojo o de la
resistencia armada…
La verdad es que la no violencia debe prevalecer en
todas las acciones de nuestro pueblo…
La lucha no violenta requiere de una gran fortaleza
espiritual, convicciones sólidas, éticas y morales; pero también paciencia, lo
cual no supone pasividad, sino una intensa actividad creativa…
Esta lucha ya la tiene ganada nuestro pueblo porque
está fundada en principios y valores que encuentran sus raíces en el evangelio
y en los ideales más nobles por los cuales ha luchado la humanidad […] solo
queda librar algunas batallas.
Ningún miembro de la comunidad universitaria
(autoridades, profesores, estudiantes o trabajadores administrativos), puede
estar de acuerdo con todos estos actos de barbarie, vandalismo y terrorismo,
porque son un golpe grave a la nación, al país, al Estado Nacional, a la
educación, a la ciencia, al avance y desarrollo de Nicaragua.
Tenía razón el Presidente de la República, cuando
el sábado 21 de abril, dijo para toda la nación, que quienes dirigían las
protestas estaban criminalizándolas por haber incorporado a pandilleros,
delincuentes, narcotraficantes y crimen organizado.
¡No eran estudiantes, eran golpistas!
¡No eran estudiantes, eran delincuentes!
¡Nicaragua exige justicia por los daños a las
personas, a la Upoli y a la UNAN-Managua!
Managua,
Nicaragua, 22 de julio de 2018
Escritos
de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com