domingo, 31 de julio de 2022

GUERRILLEROS SANDINISTAS DE LEON: LOS SOBRINOS DE DON PAYIN

 

Guerrilleros sandinistas de León: los sobrinos de don Payín

 

Lenin Fisher

Los hermanos y primos Jáen fueron destacados guerrilleros sandinistas, originarios de León y que cumplieron misiones importantes.

 

Mis hermanos y yo supimos de ellos a través de las noticias o por medio de un tío de los Jáen, don Pablo Efraín Jáen Puerto (don Payín).

 

El más conocido, a nivel nacional, de todos los jóvenes leoneses, de apellido Jáen, que eran del Frente Sandinista de Liberación Nacional, fue Marcio Jáen, quien fue compañero de prisión de Tomás Borge Martínez (uno de los co-fundadores del FSLN). Torturado y aislado, Marcio fue también motivo de manifestaciones y protestas de estudiantes universitarios y de secundaria, en diferentes ciudades del país, en 1977 y 1978. Todavía recordamos aquella consigna que decía: ¡Para Marcio y Tomás…que no los aíslen más!

 

Cuando conocimos a don Payín, en enero de 1979, ya sabíamos de Marcio Jáen. Pero en mayo de ese año, él nos contó la mala noticia recibida por una familiar suya, madre de un guerrillero sandinista, que había muerto en la montaña. Don Payín se refería a su sobrino Alberto Jáen como Esteban. Según el comandante guerrillero René Vivas, en el combate de Siuna, Alberto Jáen (Alfredo), murió en el intento de neutralizar una ametralladora pesada, de calibre 30, emplazada en un torreón del cuartel de la Guardia Nacional (GN), objetivo que se alcanzó. Los guerrilleros eran parte de los sobrevivientes de la Brigada Pablo Úbeda, impulsada por la tendencia Guerra Popular Prolongada, desde 1974, que se desplazaron desde la región del Kilambé y Bosawás hacia Las Minas, como resultado del operativo contrainsurgente Águila VI, de la Guardia Nacional y el Condeca, asesorado por Estados Unidos.

 

Al que conocimos personalmente, en el primer trimestre de 1979, fue a Denis Callejas Jáen, un joven que formaba parte de la Escuadra Táctica de Combate del barrio San Felipe. Durante un combate diurno, en el barrio, entre abril y mayo de 1979, fue herido por una bala de fusil Galil, en una de sus mejillas. La bala entró a la boca en el preciso momento en que Denis gritaba y solamente afectó tejidos blandos. Don Payín le decía “Lenguita” por ese hecho; pero según José Antonio Villegas (Pescado Lucio), sus compañeros de combaten le decían “Traga Bala”. Durante la ofensiva final, de junio-julio de 1979, fue escolta de Leopoldo Rivas Alfaro, portaba el radio-comunicador y llevaba a este último a dormir a la casa que alquilaba don Payín, la cual estaba situada de la esquina del antiguo estanco Las Brisas del Pochote, media cuadra al norte. Denis aparece en una fotografía, con un fusil Fal y cargando el radio-comunicador, junto al estado mayor Tercerista del FORLP, en la calle del lado oeste del Parque Central. Fotografía publicada en las tres ediciones del libro La toma del búnker de Somoza (2016, 2017 y 2020).

 

Finalmente, conocimos a distancia, a Fanor Urroz Jáen (Mariano), porque don Payín nos decía, con orgullo, cuando miraba a su sobrino: ¡Allá va Fanor!, quien se desplazaba por la ciudad, durante la ofensiva final, en un jeep Gurgel, color blanco, que había sido recuperado y escondido por guerrilleros sandinistas en la insurrección de septiembre de 1978, según Francisco José Jarquín Ramírez (Camilo), uno de los co-fundadores del Frente Occidental Rigoberto López Pérez (FORLP).  Fanor por orientaciones del FSLN estudió, algunos años, leyes, y en otro momento medicina. Había sido expulsado de la tendencia Proletarios cuando Iván García Abarca lo reclutó para la tendencia Insurreccional o Tercerista. El tiempo demostró que fue una adquisición valiosa. Fanor fue miembro del cuarto estado mayor del FORLP, a partir de los primeros días de mayo de 1979.

 

Fanor dirigió los ataques al cuartel departamental de la GN desde el 4 hasta el 20 de junio, cuando liberaron a la ciudad de León, obteniendo así la primera victoria militar de relevancia estratégica del FSLN sobre la GN. Fanor aparece en varias fotografías del 20 de junio de 1979, día de la liberación de León, sin camisa, como acostumbraba dirigir los combates (fotografías publicadas en las tres ediciones de La toma del búnker de Somoza), preparando el asalto final, con la tanqueta Aracely, cuando capturan a los prisioneros y discuten la distribución de las armas recuperadas.

 

Posteriormente, el Frente Occidental realizó su avance ofensivo hacia Managua y en el combate para tomar el cuartel municipal de la GN, en Nagarote, muere Fanor Urroz Jáen. Su hermano Denis se regresó a León, acompañando a su hermano muerto, por lo cual no continuó en el avance hacia la capital. La mala noticia entristeció a don Payín, el 18 de julio; pero al día siguiente, 19 de julio de 1979, el Frente Occidental entró a Managua y tomó el control del búnker de Somoza y la Loma de Tiscapa. Tristeza por los caídos y alegría por el triunfo revolucionario.

 

Managua, Nicaragua, 31 de julio de 2022

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

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jueves, 28 de julio de 2022

SUMANDO VIGORES, BAYARDO ALTAMIRANO Y LA FUNDACION DEL FSLN

 

Sumando vigores, Bayardo Altamirano

 y la fundación del FSLN


Lenin Fisher

 

El pasado día martes, 26 de julio, en el programa Sumando vigores, de Canal 37 Extraplus, el periodista Néstor Espinosa entrevistó a Bayardo Altamirano (co-fundador del FSLN) y Rafael Casanova Fuertes (historiador), acerca de la fundación del Frente Sandinista, cuya fecha de referencia es el 23 de julio de 1961. El 23 de julio por la masacre de estudiantes en 1959, ocurrida en León; y 1961 por el sólido proceso de fusión del Frente Revolucionario Sandino (FRS) y el Movimiento Nueva Nicaragua (MNN), en Cuba, frecuentemente olvidado.

Un tema interesante, sin duda alguna, que da para más de un programa televisivo de una hora de duración. Sin embargo, no solo se habló de la fundación del FSLN, sino que se intentó abordar toda su historia hasta derrocar a la dictadura somocista en 1979. Y precisamente, esa fue una gran limitación porque hubiese sido mejor delimitarse al tema de la fundación, propiamente dicha, del Frente Sandinista, entendida ésta, como un proceso de unos cinco a seis años y no como una fecha específica, en la que hubo alguna reunión formal, con acta de por medio.

Teniendo en cuenta la edad de Bayardo Altamirano, co-fundador sobreviviente, un respetable octogenario, la delimitación del tema era casi obligatoria. Para muestra un botón: Altamirano olvidó y no le dieron tiempo de hablar sobre la importancia de la fusión del Frente Revolucionario Sandino (de la parte capturada en Honduras y que decidió viajar a Cuba, porque otra parte, no quiso viajar a la isla y optaron por regresar a México, donde re-estructuraron el FRS), con el Movimiento Nueva Nicaragua (MNN, al que pertenecían Carlos Fonseca, Silvio Mayorga, Tomás Borge y Germán Pomares), en la patria de Martí.

Tampoco pudo, Altamirano, recordar que, el FRS fue el primer movimiento guerrillero que incorporó el nombre de Sandino y también en haber asumido la bandera rojinegra del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional. Dos hechos que siempre reivindicó, orgullosamente, Edén Pastora Gómez (uno de los combatientes del FRS que no viajó a Cuba, por su origen conservador e ideas, en ese momento, anticomunistas).

No le dieron tiempo a Altamirano de señalar que el FRS, concretamente, Modesto Duarte y el propio Altamirano, son los autores de la letra del Himno Luchar y Vencer, el primer himno del FSLN, que fue escrito, musicalizado y cantado por primera vez, en Cuba. El himno fue posible debido a la sugerencia, la gestión, el apoyo, los instrumentos y el coro de compañeros cubanos. Además, este grupo de sandinistas participaron en el cerco defensivo de La Habana, durante la invasión contrarrevolucionaria en Bahía de Cochinos. Todos estos hechos refuerzan la idea de que el FSLN está en una fase avanzada de su proceso de fundación, en 1961, en Cuba.

Acerca de los dos grupos del FRS, el nombre de Sandino, la bandera rojinegra y el Himno Luchar y Vencer, se puede leer más detalles en dos valiosos testimonios publicados. El primero, del propio Altamirano: Voy a dar un pormenor (2008), en el cual, el nombre del autor aparece, sorprendentemente, escrito con “ll” y no con “y” (Ballardo). El segundo, de Luis Fisher Pérez (mi padre, uno de los capturados en Casa Colorada, en 1962), titulado: Mi vida, mi revolución (2010). Además, parte del testimonio de Altamirano fue publicado en Memorias de la lucha sandinista (Baltodano, 2011) y en entrevistas en El Nuevo Diario.

Todos esos detalles son antecedentes relevantes de la fundación del FSLN, que desafortunadamente no se mencionaron a lo largo del programa.

Cuando en 1962, Edén Pastora (con el segmento re-estructurado del FRS) negocia con Carlos Fonseca, en la desembocadura del río Guineo, afluente del río Patuca, el grupo fusionado del FRS-MNN, en Cuba, ya ha regresado a Nicaragua, o bien, está en Honduras.

Por otra parte, el primer Comandante Cero fue Humberto Ortega Saavedra, en el operativo para rescatar a Carlos Fonseca, de la prisión, en San José, Costa Rica (diciembre, 1969). El segundo, fue Eduardo Contreras (diciembre, 1974). El tercero, Edén Pastora Gómez (agosto, 1978). Y hubo un cuarto Comandante Cero, llamado así por su parecido a Edén Pastora, cuyo nombre era Noel Antonio Murillo Toruño, guerrillero urbano de León, que fue el segundo sandinista, después de Oscar Antonio Cortés Marín (el Chele Marcos), en entrar al búnker de Somoza, el 19 de julio de 1979, formando parte del Frente Occidental Rigoberto López Pérez (Comandantes Cero. Fisher, 2022; https://leninfisher.blogspot.com/2022/01/comandantes-cero.html).

Se habló de la división en tendencias; pero no de que la Insurreccional o Tercerista buscó la unidad y reconciliación con la GPP y los Proletarios. Sin embargo, al no ser escuchados, no les quedó otra opción que fundar una entidad autónoma y a la vez parte orgánica del FSLN. Tampoco se dijo nada del fracaso del foco guerrillero en la montaña.

Además, se señaló que Carlos Fonseca fue el principal fundador e ideólogo del FSLN, pero no se dijo nada sobre que murió aferrado al foquismo de la guerrilla campesina en la montaña, como parte de una lucha prolongada de más de 15 años, en ese entonces. Y consecuentemente, no aceptó la propuesta de los futuros líderes de la tendencia Tercerista: Eduardo Contreras y los hermanos Daniel y Humberto Ortega, que consistía en que Fonseca permaneciera en el extranjero (México, Honduras o Costa Rica) y ellos tres entrar a Nicaragua para buscar la unidad (Carlos Fonseca y sus tres grandes errores. Fisher, 2022; https://leninfisher.blogspot.com/2021/11/carlos-fonseca-y-sus-tres-grandes.html).

Sea este escrito un pequeño aporte o recordatorio sobre el estudio, análisis e interpretación de la historia de la fundación del FSLN.

 

Managua, Nicaragua, 28 de julio de 2022

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

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martes, 26 de julio de 2022

TRAIDORES E INFILTRADOS EN EL FSLN

 

Traidores e infiltrados en el FSLN

 

Lenin Fisher

 

A lo largo de su heroica lucha, por la transformación revolucionaria de la sociedad nicaragüense, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), ha sufrido los efectos negativos de traidores y de agentes enemigos infiltrados.

Si bien es cierto que los traidores e infiltrados no merecen ser recordados, el presente escrito tiene por objetivo abordar, desde una perspectiva histórica, los hechos, en su contexto determinado.

Julio Corrales, es mencionado en La paciente impaciencia (Borge, 1989), como alguien que introdujo y sacó, varias veces, a Carlos Fonseca, desde Honduras, que conocía bien todas las veredas, puntos ciegos y caminos para entrar y salir hacia el vecino país del norte, y que fue uno de los capturados cuando la Oficina de Seguridad Nacional (OSN) y la Guardia Nacional (GN) detectaron la primera escuela militar del Movimiento Nueva Nicaragua (MNN), en Casa Colorada, El Crucero, en 1962 (p. 172).

La descripción que Borge hace de Corrales, suena extraña y sospechosa, cuando un pequeño grupo de guerrilleros, en Raití-Bocay, navegan en cayuco, ayudados por mískitos; pues Corrales apareció, solo, en la ribera. Tomás Borge apunta que no sabe qué hacía ahí; si había ido a una finca cercana donde alguna amistad, o quién sabe qué. Luego, Borge describe como naufragaron en el río el Guayape; desastre en medio del cual, Corrales se aferró a un barril de gasolina, medio vacío, y murió ahogado.

Cito textualmente a Borge:

Aún estábamos en el [río] Guayape cuando desde la ribera un hombre nos hizo señales agitadas. Como nos pareció conocido, nos acercamos a la orilla. Era Julio Corrales, somoteño, muy joven, buen caminante, impulsivo, conocedor hasta con los ojos cerrados de las veredas por las que transitaban contrabandistas y guerrilleros entre Honduras y Nicaragua. Por ellas trasladó, en varias ocasiones, a Carlos Fonseca. No recuerdo qué hacía ahí. Había llevado una ayuda a unos amigos del río, iba de tránsito al MP [campamento Mario Pastrana, en el Guayambre]…Quién sabe. Se fue con nosotros (p. 198).

Alrededor de 2010-2011, yo fui testigo de una conversación en la casa de Edén Pastora Gómez, en Managua, entre Pastora y Luis Fisher Pérez (ambos antiguos integrantes del Frente Revolucionario Sandino. Fisher, además, fue uno de los capturados en Casa Colorada); conversación en la que Pastora preguntó: ¿Te acordás de Julio Corrales?, aquél que murió ahogado en un río, en Raití-Bocay. Sí, respondió Fisher. Pues ese, era infiltrado. Cuando triunfó la Revolución, nosotros encontramos información de él en los archivos de la OSN, agregó Pastora. Y Fisher respondió: ¡Cómo vas a creer!

En 1967, entre los sandinistas que estaban en la clandestinidad abierta, o sea, con una mampara legal, se encontraba Gustavo Regalado, un agente de la OSN infiltrado en las estructuras del FSLN, según Ortega Saavedra, en La epopeya de la insurrección (2017; p. 236), cuando se refiere a las fuerzas sandinistas en la resistencia urbana.

En México, el ingeniero José Ovidio Puente León era un veterano colaborador azteca del FSLN, porque desde los primeros años de su fundación siempre apoyó a la organización político-militar. Sin embargo, Puente León era un agente de los servicios de inteligencia mexicanos, a los cuales siempre mantuvo bien informados de las actividades de los sandinistas en la tierra de Emiliano Zapata, Francisco Villa y Benito Juárez. Cuando Carlos Fonseca fue liberado, en octubre de 1970, de la prisión en Costa Rica, por la acción comando dirigida por  Carlos Agüero, el segundo comandante Cero, fue trasladado a México, junto con Humberto Ortega y otros prisioneros, donde se reunió, en el D.F., antes de viajara a Cuba, con personalidades como Edelberto Torres, la doctora Concepción Palacios y el doctor José Córdoba Boniche, así como destacados militantes como Tomás Borge Martínez, Edén Pastora Gómez, Bayardo Altamirano y Henry Ruiz. La reunión fue de análisis político y en ella también estuvo presente Puente León. Sobre la labor de agente de la inteligencia mexicana de Puente León, creo haber leído en La Paciente Impaciencia, de Borge Martínez, o en una entrevista de Pastora Gómez. Esto lo revisaré y confirmaré muy pronto. Aunque este tipo de infiltración tuvo otra connotación, en términos prácticos, refleja como los servicios de seguridad, espionaje o inteligencia estaban interesados en conocer de las actividades del FSLN.

En Cuba, en 1972, como parte del contingente de jóvenes sandinistas que llegaron a entrenarse militarmente, se encontraba un oficinista, cuyo pseudónimo era "Fernando", quien era un infiltrado somocista y fue descubierto cuando transmitía información por vía inalámbrica, desde La Habana a la Oficina de Seguridad Nacional, en Managua, Nicaragua. Formaban el grupo mencionado los siguientes revolucionarios: Camilo Ortega, Edgard Munguía, Francisco Rivera, Juan de Dios Muñoz,  Angela Morales, Juan José Úbeda, David Blanco, Doris Tijerino, Venancio Avendaño, Gilberto Bervis, Mario Torres, Manuel Avilés y la chilena Gladys Zalaquett, de acuerdo a Humberto Ortega, en el subcapítulo titulado El FSLN en Cuba, del libro La epopeya de la insurrección (2004; p. 225-226).

Roberto “Tito” Chamorro: bajó de la montaña, en 1976, por enfermedad y al llegar a Granada, fue capturado por la GN. Brindó valiosa información sobre la guerrilla en el norte del país (integrantes, rutas, lugares, campamentos, colaboradores, etc.), sin importarle que ponía en peligro la vida de su hermana, Claudia Chamorro, una guerrillera que moriría combatiendo en 1977. También es mencionado en La paciente impaciencia, como uno de los factores que incidió en la muerte en combate de Carlos Fonseca, el secretario general, ideólogo y principal fundador del FSLN, el 8 de noviembre de ese año.

Marvin Corrales Irías: es mencionado en el libro En el mes más crudo de la siembra (Suárez, 2015), donde se describe que traicionó y delató a quienes venían procedentes de Cuba, en 1978, lo cual influyó en la muerte del guía (Mauricio Cajina Pérez) y la captura de Doris Tijerino, aunque logró escapar José Benito Escobar; hecho ocurrido en el Tablón, en el sector de El Espino, departamento de Madriz. Posteriormente, delató a Escobar, en el mes de julio, en la ciudad de Estelí, después de lo cual, le dispararon por la espalda a José B. Escobar. Según William Grigsby, en el programa Sin Fronteras, del 14/4/2023, Corrales Irías había sido capturado por la Guardia Nacional y no resistió las torturas, tras lo cual se convirtió en colaborador de los órganos de seguridad somocista, asumiendo el pseudónimo de Macoy. Tenía la misión de entregar a los dirigentes del FSLN. Era tan hábil, que al triunfar la Revolución Popular Sandinista, Macoy se incorporó a la Junta de Gobierno de Reconstrucción Municipal de la ciudad de Somoto. Pero la revisión de los archivos somocistas, en Managua, reveló que era colaborador de la GN y el FSLN lo sacó del gobierno municipal somoteño y lo condenaron a 30 años de prisión. Posteriormente, el arzobispo Obando y Bravo intercedió por él y logró sacarlo de la cárcel.

En la ciudad de León, un tipo apodado "el Chino", cuyo nombre era Rafael Castillo (según el libro Raíces de guerra, escrito por Pedro Sampson), estuvo infiltrado entre los guerrilleros sandinistas que participaron en la Insurrección de Septiembre de 1978, después de la cual, se integró abiertamente a la Guardia Nacional. Patrullando las calles de la ciudad, en los temidos jeeps de la BECAT (Brigada Especial Contra Ataques Terroristas), se dedicó a reconocer, denunciar, capturar y asesinar a los jóvenes sandinistas. Por ejemplo, "el Chino" identificó, llamó por su nombre e insultó a Ramón Larios Brenes, un adolescente de 15 años de edad, asesinado por la GN, el 20 de abril de 1979, en el sector del Pochote, en el barrio de San Felipe.

"El Chino" también identificó a Gerardo Hernández (el Pacífico), cuando fue capturado, en León, en abril de 1979, junto a un importante colaborador conocido como "el Tío Harry". Al triunfar la Revolución, "el Chino" se encontraba herido en el Hospital Militar y pasó a ser resguardado por la Cruz Roja Internacional.

En el mes de abril de 1979, un objetivo específico durante la segunda insurrección de Estelí era capturar al traidor Juan José Zamora (el Cherry), quien conocía casas de seguridad, campamentos, nuevos reclutados, rutas y la red de colaboradores de los sectores norte y sur de la ciudad de Estelí. El Cherry fue responsable de las masacres que ejecutó la Guardia Nacional en Santa Cruz, la Montañita y San Roque, asesinando a civiles inocentes, incluyendo familias enteras, niños y ancianos, según relatan Lazo y Hernández, en el libro De mi barrio salieron los muchachos (2013).

Por otra parte, Francisco Rivera (el Zorro o Rubén), en el libro La marca del zorro (Ramírez, 1989), precisamente en el capítulo titulado Metidos en la ratonera, dice textualmente, después de regresar del “Congresito” de los principales mandos de la tendencia Insurreccional o Tercerista, en Panamá, entre enero y febrero de 1979, lo siguiente:

Cuando regresé [a mediados de marzo] al campamento de El Tular me hallé con la novedad de la traición de Cherry. El buzón descubierto, perdidas las armas, los Benavides asesinados, la gente que nos seguían matando en la ciudad y en los campos a causa de sus denuncias. Ordené entonces que lo buscaran a como diera lugar para que lo ajusticiaran, y no pocos planes y emboscadas fueron organizados para cazarlo. No pudimos conseguirlo, y yo penaba por eso. Su saña era tal que llegaba a dejar los cadáveres de los colaboradores asesinados cerca de los campamentos, amarrados de manos, visibles las señales de la tortura, los golpes, las quemaduras del chuzo eléctrico, las heridas.

A dos tenía yo en la mira: a Cherry, y al torturador famoso de Estelí, Migdonio, aquel vendedor ambulante de Kola Shaler que había sido mi compañero de pupitre en la escuela de párvulos. Pero a ambos los tenía la Guardia bien resguardados, casi no los dejaban salir del cuartel.

Cherry había puesto en peligro las redes de colaboradores, era cierto (p. 19).

Róger Adrián Miranda Bengoechea: economista, troskista, que desde inicio de los años 70 ya era un agente infiltrado. Resultó ileso, en un tiroteo, en Granada. Estuvo en Chile, en tiempos del gobierno de Salvador Allende, donde desapareció misteriosamente, para luego aparecer en México. Tanto en Chile como en México, de pronto, aparecía con mucho dinero y en vehículo.

Durante la ofensiva final, en Masaya, es muy probable que, la información de inteligencia que brindó, haya sido una pieza clave en la masacre de 11 jóvenes guerrilleros de La Reforma, el 6 de junio de 1979, quienes conformaban la mejor escuadra de la tendencia Tercerista. Así como en la presencia de gran cantidad de refuerzos de la GN, en Ticuantepe, antes del ataque guerrillero y el bombardeo certero sobre la casa del estado mayor sandinista, donde resultó herido Hilario Sánchez, quien era el jefe del estado mayor del Frente Sandinista en Masaya, en los primeros días de julio de 1979, por lo que Bengoechea asumió el puesto de Sánchez.

Después del triunfo de la Revolución Sandinista fue uno de los traidores más connotados y que representó la mayor infiltración, la penetración al más alto nivel del Ejército Popular Sandinista, mejor lograda por los enemigos de la Revolución. Entregó a la Agencia Central de Inteligencia valiosa información sobre los planes de defensa que impulsaban el Gobierno, la Dirección Nacional del FSLN y el alto mando del Ejército Popular Sandinista, relacionados con la ayuda brindada por Cuba y la extinta Unión Soviética. Su deserción ocurrió en el mes de octubre de 1987, salió del país en el avión presidencial "19 de Julio" y al día siguiente apareció dando declaraciones en el Congreso de Estados Unidos, transmitidas por televisión, después de lo cual fue protegido y le garantizaron vivienda, salario y trabajo. Murió en California, el 29 de abril de 2023, a causa de un cáncer recidivante.

Una descripción interesante, hecha por Glauco Robelo, sobre el caso Miranda Bengoechea está registrada en el libro Memorias de la lucha sandinista (Baltodano, 2011).

Edén Pastora Gómez: abandonó la Revolución, en 1982, y formó la Alianza Revolucionaria Democrática (ARDE), en territorio de Costa Rica, para desde ahí agredir a la Nicaragua. Ese fue el frente sur de la contrarrevolución apoyada por Estados Unidos. En los primeros años del siglo XXI regresó al FSLN y se mantuvo apoyando al gobierno sandinista hasta que falleció.

Mi padre me puso como primer nombre Edén, en homenaje a su amistad con Edén Pastora Gómez, a quien conoció en la adolescencia, en la ciudad de Estelí y con quien compartió siendo miembros del FRS. Cuando supimos de la traición de Pastora, en la década de 1980, yo le reclamaba a mi padre por haberme puesto ese nombre. ¿Por qué me pusiste ese nombre, el nombre de un traidor?, le preguntaba y le decía que yo quería cambiarme el nombre. Y mi padre guardaba silencio y me miraba, para después decirme: Edén es una gran persona. Si vos no tenés camisa y él tiene una, él se quita su camisa y te la da a vos. Así es Edén, me respondía.

En el libro La paciente impaciencia, Tomás Borge Martínez señala que después del triunfo sandinista en 1979, se encontró información acerca del papel de doble agente de Harold Martínez, hermano de Alejandro Martínez, uno de los fundadores del movimiento guerrillero Frente Revolucionario Sandino (FRS). Textualmente lo dice así: Cuando triunfó la revolución, se encontró en archivos el nombre y las actividades de Harold Martínez como agente activo y confidente de la seguridad somocista (p. 193). Harold, junto a Edén Pastora, un mexicano y algunos indígenas Sumus (hoy llamados Mayangnas) se encontraron, en Piedra Chata, Río Patuca, con un grupo del Frente de Liberación Nacional (FLN), que preparaba condiciones para la jornada guerrillera de Raití-Bocay, en 1963. Según Borge, ni Harold, ni Pastora, ni el mexicano se unieron al grupo encabezado por Santos López y Carlos Fonseca, en cambio, los Sumus colaboraron de inmediato (p. 192-193).

Después del 25 de abril de 1990, cuando empezó a gobernar la derecha somocista y neoliberal, es decir, cuando el FSLN perdió el poder, entonces, no pocos comenzaron a abandonar el barco del ideal revolucionario.

En ese contexto, surgió la corriente partidaria llamada Por un sandinismo que vuelva a las mayorías, cuyos integrantes se retiraron del FSLN y formaron posteriormente el supuesto Movimiento Renovador Sandinista (MRS), en 1995, cuyos líderes más notorios fueron Sergio Ramírez Mercado y Dora María Téllez Argüello; pero tras bastidores estaban Humberto Ortega Saavedra y Antonio Lacayo Oyanguren (secretario de la presidencia y yerno de Violeta Barrios, la primera presidente neoliberal del país). El gran objetivo de este grupo era volver al FSLN un partido socialdemócrata. También a este grupo se sumó Henry Ruiz Hernández. En las elecciones presidenciales de 1996, el MRS logró menos del 2% de los votos, es decir, fue un fracaso total.

Posteriormente, en 2005, surgió el grupo de Mónica Baltodano y Julio López, mal llamado Movimiento por el Rescate del Sandinismo. El golpismo extremista del año 2018, apoyado por Estados Unidos, reunió a todos los traidores del FSLN, después de abril de 1990, entre ellos a algunos  que fueron comandantes de la Revolución, pero que ahora no merecen llamarse por ese cargo honorífico, como:  Luis Carrión Cruz, Jaime Wheelock Román, Henry Ruiz Hernández y Humberto Ortega Saavedra. En abril de 2018, se hizo público el regreso al FSLN, de parte de otro comandante de la Revolución, Víctor Tirado López, quien se había alejado durante varios años.

Nota: este artículo está en construcción.

Managua, Nicaragua, 26 de julio de 2022; 15/4/2023.

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

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jueves, 21 de julio de 2022

LA BATALLA POR LEON: EL DESEQUILIBRIO DE LA OFENSIVA FINAL

 

La batalla por León: el desequilibrio de la ofensiva final

 

Lenin Fisher

 

Sergio Rodríguez Gelfenstein, un combatiente internacionalista en Nicaragua, en el Frente Sur Benjamín Zeledón, entre los meses de junio y julio de 1979, brindó una entrevista a Hernán Cano, en Venezuela, la cual fue publicada en Sputnik, el 18 de julio.

Rodríguez, un escritor, investigador y analista político venezolano, que también fue fundador del Ejército Popular Sandinista, señala que, el 20 de julio de 1979 fue el mejor día de su vida. Precisamente el día de la celebración multitudinaria del triunfo de la Revolución Popular Sandinista.

De acuerdo a Rodríguez, el contingente internacionalista fue enviado, desde Cuba, por Fidel Castro. El líder de la Revolución Cubana les planteó al grupo de combatientes latinoamericanos la misión de ir a combatir a Nicaragua, junto al Frente Sandinista de Liberación Nacional. Y agrega que: Fidel nos planteó que el equilibrio en Nicaragua lo tenía que romper el Frente Sur.

 

En 1979, Rodríguez Gelfenstein, tenía 22 años, era teniente, jefe de una batería de artillería y tenía a su cargo 64 soldados, seis obuses de 122mm., de calibre y era prácticamente, un oficial regular del ejército cubano.  El contingente internacionalista fue reconcentrado en un lugar llamado Punto Cero, una de las escuelas en las que se formaban guerrilleros de otros países.

 

En ese lugar les informaron que tenían que prepararse porque irían a Nicaragua. Por la noche, llegó el propio Fidel Castro a plantearles la misión. A continuación, cito textualmente parte del valioso testimonio de este héroe venezolano, que ayudó a derrotar a la dictadura somocista:

 

La idea de Fidel es que había un equilibrio en Nicaragua que no se rompía y que para romper ese equilibrio tenía que romperse en el Frente Sur, creando un gran contingente que iniciara una ofensiva que rompiera con la forma de combate tradicional que tenían los sandinistas, que golpeaban y se retiraban. Para Fidel había que “golpear y quedarse, ocupar el territorio”. Decía que al llegar un gran contingente de combatientes internacionalistas, Somoza vendería la idea de que está luchando contra el comunismo internacional para pedir ayuda a todo el mundo. Esto obligaría a Somoza a concentrar la mayor parte de su fuerza militar en el Frente Sur, aflojando la tensión que tenían los otros frentes guerrilleros y permitiéndoles a los sandinistas pasar a la ofensiva. Esa fue la gran concepción estratégica de Fidel. Nos dijo: “ustedes tienen que entrar, avanzar lo más que puedan, cavar trinchera, quedarse ahí, resistir y crear un territorio liberado”. Esa fue la misión que él mismo nos planteó.

 

Los combatientes internacionalistas salieron de La Habana el 16 de junio de 1979. Durmieron en Panamá el día 17. El 18 de junio llegaron a Nicaragua en un avión de la fuerza aérea panameña, que facilitado por el general Omar Torrijos. Llegaron a un potrero que habían habilitado para aterrizar, en territorio de Costa Rica, a unos 20 kilómetros de la frontera con Nicaragua. La riqueza de la cita textual del testimonio de Rodríguez, también está reflejada en los siguientes párrafos:

 

Y fue Fidel, que iba diariamente allí [a Punto Cero], el que nos explicó qué estaba pasando en Nicaragua, la situación política, el tema de la unidad interna del Frente Sandinista, la concepción general de la guerra. Te digo más, en esa época no había proyectores, uno de esos días Fidel agarró una tiza y dibujó el mapa de memoria. Dónde íbamos a llegar, detalló las lomas, el río, los pueblos cercanos, la carretera, un nivel de detalle increíble, todo de memoria, tanto que cuando llegamos dijimos: “Fidel estuvo acá”. Y no, era un genio.

El mismo 18 tengo mi primer combate, que fue una locura, porque el jefe de una columna sin autorización del mando superior se trató de tomar una loma totalmente pelada, y mandó a las tropas sandinistas a cruzar el río y a avanzar. Y las ametralladoras las barrieron. Yo estaba allí dirigiendo el fuego de la artillería y me dan por radio la orden de retirada. Hubo decenas de bajas ese día. Ese fue mi bautismo de fuego en el Frente Sur, en un contingente donde había chilenos, uruguayos, salvadoreños, guatemaltecos y combatientes sandinistas que se estaban formando en Cuba y que los enviaron de vuelta, pero subordinados a nosotros. Era una cosa muy curiosa, un verdadero contingente internacionalista.

En algún momento quedó claro que el equilibrio se iba a mantener, nosotros no teníamos capacidad para romperlo, pero ellos no tenían la capacidad de derrotarnos. Sobre todo porque nosotros teníamos una logística abierta, teníamos la frontera con Costa Rica y por ahí nos entraba todo, nos podíamos seguir abasteciendo con municiones, armamento, comida, de todo. Y, efectivamente, Somoza concentró, primero a la EEBI, que era la Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería, una fuerza de élite cuyo jefe era su hijo; y luego la poca aviación que tenía Somoza se concentró en el Frente Sur, la artillería también, tenían una batería de lanzacohetes múltiples que habían enviado los militares de la dictadura argentina. Fue un mes de tira y afloja, pero pasó, finalmente, lo que predijo Fidel.

 

Empezamos la marcha hacia el norte después del mediodía del 19 de julio, porque una vez que nos dan la orden de prepararnos para irnos a Managua teníamos que guardar las municiones, meterlas en caja, asegurarlas para el viaje, teníamos morteros enterrados, etc. Y era una marcha muy lenta, porque la gente salía a la carretera a saludarnos, nos regalaban mangos, café, querían subirse a los camiones con sus niños. Avanzamos, pero nos dan la orden de desviarnos y dirigirnos a la ciudad de Granada, que era cuna de la oligarquía nicaragüense, una ciudad muy reaccionaria, y yo creo que el Frente Sandinista quiso hacer una demostración de fuerza. Así que dormimos ahí, y salimos muy temprano para Managua. Allí, en el tramo final que hicimos hacia Managua la masividad de la gente en las calles fue impresionante. Al final, a nosotros nos dicen que debíamos ir a lo que se llamaba “el búnker de Somoza”, la Oficina de Seguridad Nacional, ahí dejamos la artillería, los camiones, las municiones, y los compañeros empezaron a ir a la plaza porque se sabía que en la plaza se estaba armando un gran acto de celebración. Y ese día, que fue el 20 de julio, fue impactante, estaban en la plaza los frentes guerrilleros, la dirección nacional del Frente Sandinista, la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional y el pueblo volcado totalmente (…). Yo digo que ese fue el día más hermoso de mi vida.

 

El punto medular de este ensayo es el equilibrio de la guerra entre el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y la Guardia Nacional (GN). El propio Fidel Castro creía que el equilibrio de esa guerra, en Nicaragua, lo tenía que romper el Frente Sur.

 

Este aspecto del testimonio de Rodríguez coincide con lo que hemos señalado en otros escritos y publicaciones, basados en la revisión bibliográfica, en que según el plan general de la ofensiva final o ininterrumpida, se esperaba conquistar una cabeza de playa, para el gobierno revolucionario provisional, en la frontera sur o en la propia ciudad de Rivas (en ambos casos, en el departamento sureño de Rivas), como se recuerda en Adiós muchachos (Ramírez, 1999).

 

La misión que el Comandante de la Revolución Fidel Castro le planteó a los internacionalistas fue: ustedes tienen que entrar, avanzar lo más que puedan, cavar trinchera, quedarse ahí, resistir y crear un territorio liberado. A eso ayudarían al Frente Sur; pero tal cosa nunca se logró.

En realidad, el equilibrio militar durante la ofensiva final, esa guerra a muerte entre el FSLN y la GN, se rompió en la ciudad de León, en el occidente del país, cuando los guerrilleros sandinistas logran tomar el cuartel departamental del ejército somocista, el miércoles 20 de junio de 1979, tras 16 días de cruentos combates, a partir del 4 junio, cuando inició la ofensiva final en la ciudad metropolitana.

La victoria militar del FSLN sobre la GN, en León, fue la primera victoria de carácter estratégico de los sandinistas sobre la dictadura somocista. León fue entonces, la primera ciudad importante, y a la vez, la primera cabecera departamental, que tomaron los guerrilleros sandinistas Y además, la primera ciudad que con sus fuerzas insurgentes, avanzó hacia Managua, al centro del poder, y finalmente, la primera en llegar con sus tropas, al comando central de Somoza y la GN, el búnker del dictador y el complejo militar de la Loma de Tiscapa.

Así el territorio liberado no fue una colina despalada, cerca de la frontera sur, ni la ciudad más al sur del país, sino que fue, nada más y nada menos que, la segunda ciudad en importancia de Nicaragua. Entonces, fue el Frente Occidental Rigoberto López Pérez, con sus columnas en León, el que capturó la primera ciudad y a la vez la primera cabecera departamental.

 

La importancia de la victoria militar del FSLN sobre la GN, en León, 20 de junio, fue reflejada, por el propio dictador Anastasio Somoza Debayle, en diferentes párrafos de su libro Nicaragua traicionada (Cox, 1980), que a continuación cito textualmente:

 

En mi opinión, la caída de León marcó el principio del desmoronamiento de nuestra situación militar (p. 316).

 

El Frente Occidental captura León y rompe el equilibrio de la guerra, el 20 de junio, cuando el contingente internacionalista de Rodríguez, tiene un poco menos de dos días de estar combatiendo en el Frente Sur. El desequilibrio militar, con un territorio liberado, la colonial y universitaria ciudad de León, la cuna del FSLN, fue reconocido al día siguiente por el gobierno de Estados Unidos, cuando propone la formación de una fuerza interamericana de paz (seguramente para mediatizar el triunfo de los rebeldes sandinistas). El 20 de junio, con la victoria sandinista en León, el FSLN se dio cuenta, aunque a algunos les cueste ahora aceptarlo, de que realmente podía vencer a la GN y derrocar a la dictadura somocista. La balanza de la guerra empezó a inclinarse a favor del FSLN y lo hizo de manera paulatina e inevitable. Los sandinistas jamás se retirarían de León. Todo lo contrario, avanzarían en ofensiva hacia Managua.

 

En cuanto al acto suicida de la GN, cuando rompió el cerco guerrillero, alrededor del comando departamental y la cárcel La 21, en León, el día 16 de junio de 1979, el dictador Somoza Debayle apuntó:

 

Así terminó León. Después de la batalla se adoptó la decisión de abandonar la ciudad totalmente y no hacer ningún esfuerzo por tratar de recuperarla (Cox, 1980; p. 315).

El 16 de junio, a la una de la tarde, la guardia somocista rompió el cerco guerrillero, a un alto costo, utilizando a civiles como escudo humano (como buen ejército fascista), y se dirigió al Fortín de Acosasco, quedando atrapados en el cuartel departamental un poco menos de 30 guardias. El dictador Somoza Debayle y el estado mayor de la GN dieron por perdida a la ciudad de León, desde el 16 de junio, cuando el contingente internacionalista de Rodríguez, todavía estaba en Cuba.

 

Y previendo el avance ofensivo del Frente Occidental hacia la capital, como sucedió, en efecto, el dictador Somoza señaló:

 

En Managua teníamos una fuerza de tres mil hombres esperando el ataque de los [guerrilleros sandinistas] que habían capturado León, y queríamos estar perfectamente preparados (Cox, 1980; p. 318).

 

En efecto, fueron las columnas de guerrilleros urbanos del sandinista Frente Occidental, que capturaron León, las que avanzaron hacia Managua. Somoza y su estado mayor tenían razón en ver a los guerrilleros de León como la verdadera o más próxima amenaza. En realidad, en el plan general de la ofensiva ininterrumpida nunca se contempló que León llegase a ser la cabeza de playa soñada, ni de que sus fuerzas avanzaran, en ofensiva, a Managua.

 

Se creyó que el rol principal lo jugaría el Frente Norte (las Segovias, Matagalpa y Jinotega). Además e increíblemente, se contempló el avance hasta la capital, a través del Frente Sur-Oriental (Chontales y El Rama), de la columna guerrillera Jacinto Hernández, aniquilada por la GN, en Nueva Guinea, a lo largo del mes de mayo de 1979. Pero a León, en el plan general mencionado, se le concedió un papel secundario o distractor, a nivel nacional, y también en la región occidental, donde Chinandega sería la ciudad que tendría el papel principal, alrededor de la cual, León realizaría su accionar. En pocas palabras, a León se le subestimó. La evidencia de tal subestimación, en el plan general de la ofensiva final, se encuentra en los libros La epopeya de la insurrección (Ortega, 2004) y Un pueblo en armas (Núñez, 2009). Como sabemos, en toda actividad humana las cosas no siempre resultan como se planifican. Los resultados inesperados ocurren desde la ciencia hasta la revolución social, a los cuales algunos les llaman serendipia (circunstancia de encontrar por casualidad algo que no se buscaba o esperaba).

De hecho, el Frente Occidental, fue el único frente guerrillero del FSLN que avanzó victoriosamente, derrotando a la GN en todas las posiciones donde la encontró, hecho excepcional reconocido por Fidel Castro Ruz y el estado mayor del Ejército de Cuba, quienes daban seguimiento a las operaciones militares de la ofensiva final, según el testimonio de Leopoldo Rivas Alfaro, cuando una delegación de guerrilleros sandinistas visitó la isla, para conmemorar el asalto al cuartel Moncada, el 26 de julio de 1979.

Rivas Alfaro fue trasladado del Frente Sur al Frente Occidental, en abril de 1979, formó parte del estado mayor de este último y dirigió, desde el 14 de julio, las operaciones militares ofensivas hacia Managua, que permitieron avanzar casi 100 kilómetros, en cinco días, liberando, en cruentos combates, los municipios de La Paz Centro y Nagarote, derrotando además a la GN en un punto estratégico como el empalme de Izapa (sitio donde confluyen dos carreteras que llevan a la capital), a pocos kilómetros de la base militar de la Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería (EEBI), conocida como el Tamarindo, que funcionaba como centro de entrenamiento en armamento, hasta entrar a Managua, al amanecer del 19 de julio, al mando de un convoy de casi mil guerrilleros sandinistas, encabezados por dos tanques Sherman y cuatro tanquetas, recuperados a la GN.

Ahora sabemos, por el testimonio de Rodríguez, que el comandante Fidel esperaba que el equilibrio militar, en la ofensiva final, entre junio y julio de 1979, lo rompiera el Frente Sur, el cual era el frente guerrillero mejor armado, desarrolló una cuasi guerra de posiciones y contaba con la retaguardia estratégica en Costa Rica. Este reconocimiento al Frente Occidental (por la cabeza de playa y el avance ofensivo hacia la capital), de parte del propio Fidel y los altos mandos del ejército cubano, representa un acto de justicia y humildad, porque reconocieron, como solamente los grandes lo hacen, los resultados militares, objetivos, alcanzados en la práctica real.

La Revolución Popular Sandinista triunfó como resultado de una obra colectiva, con hechos heroicos, individuales o colectivos, en distintas épocas y en los diferentes frentes guerrilleros; hechos que deben recordarse, estudiarse e interpretarse para fortalecer la memoria histórica del pueblo nicaragüense y latinoamericano.

Finalmente, hay que decir que, guardando la debida distancia, la liberación de León fue el Stalingrado de 1943 o la Mariúpol de 2022, porque causó el desequilibrio de la guerra y el desmoronamiento de la GN, durante la lucha por la libertad de Nicaragua.

 

Managua, Nicaragua, 21 de julio de 2022

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

leninfisherblogspot.com

https://leninfisher.blogspot.com/2022/07/la-batalla-por-leon-el-desequilibrio-de.html


Referencias

Cano, H. (2022). Sergio Rodríguez Gelfenstein, combatiente en Nicaragua: "El 19 de julio fue el mejor día de mi vida". Sputnik. https://mundo.sputniknews.com/20220718/sergio-rodriguez-gelfenstein-combatiente-en-nicaragua-el-19-de-julio-fue-el-mejor-dia-de-mi-vida-1128439898

Cox, J. (1980). Nicaragua traicionada. Massachusetts. Western Islands.

Fisher, L. (2016, 2017, 2020). La toma del búnker de Somoza. Universitaria. León, Nicaragua.

Núñez Téllez, C. (2009). Un pueblo en armas: informe del frente interno. 2da. ed. Asamblea Nacional. Managua, Nicaragua.

Ortega Saavedra, H. (2004, 2017). La epopeya de la insurrección. Managua, Nicaragua. Lea

Ramírez Mercado, S. (1999). Adiós muchachos. México. Aguilar.


martes, 19 de julio de 2022

SUMANDO VIGORES Y LA TOMA DEL BUNKER DE SOMOZA

 

Sumando vigores y la toma del búnker de Somoza

 

Lenin Fisher

 

Hoy 19 de julio de 2022, vi en el programa Sumando vigores, en el Canal Extraplus 37, una entrevista realizada por el periodista Néstor Espinosa, el día de ayer 18, a tres combatientes históricos del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), los cuales fueron: Javier López Lowery (comandante 99), Lea Catalina Escoto y Rosendo Arsenio Solís. Escoto combatió en León, en el Frente Occidental Rigoberto López Pérez; mientras que López y Solís, lo hicieron en el Frente Central Camilo Ortega (más conocido como Frente Interno).

 

En realidad, muy pocas personas saben que la capital y todo el departamento de Managua conformaban el Frente Central Camilo Ortega Saavedra (la mayoría acostumbra, todavía hoy, llamarlo Frente Interno). Recordar el nombre del Frente Central es una manera de rendir homenaje al llamado “Apóstol de la Unidad Sandinista”. Mayores detalles se pueden encontrar en La epopeya de la insurrección (Ortega, 2004).

 

Es válido aclarar que el término Frente Interno, fue usado desde la década de 1960, después equivalió a la Ciudad, para diferenciarla de la Montaña. No solo incluía a la capital y al departamento de Managua, sino que a todas las ciudades del país donde había estructuras clandestinas y semi-clandestinas del FSLN. Se decía Frente Interno, o sea, dentro del país. Carlos Fonseca fue el primero en insistir en la creación de un Frente Interno para que el FSLN superara las tácticas invasionistas desde los países vecinos y pudiera mantenerse por sí solo, con el apoyo del pueblo. En Mi vida, mi revolución (Fisher, 2010), se puede leer sobre eso.

 

Los tres compañeros mencionados merecen todo nuestro respeto. Sus testimonios contienen detalles valiosos que ayudan a reconstruir algunos hechos. Sin embargo, como sucede frecuentemente, también presentan varias imprecisiones, que debemos intentar aclarar, en honor de la verdad histórica y para que no se re-escriba la historia. Al fin y al cabo, el esfuerzo colectivo, directo e indirecto, para descifrar la historia oculta, su significado, importancia e interpretación, es mejor que cuando una sola golondrina intenta hacer verano. Decía Aldo Díaz Lacayo que la historia oculta y sumergida debía darse a conocer tal como era.

 

Espinosa señaló que la toma del búnker de Somoza y la Loma de Tiscapa la reclama el Frente Occidental Rigoberto López Pérez, a lo cual López respondió que eso no es tan cierto, que para nada es tan cierto eso, y dijo que aclaraba que los primeros en llegar a los sitios mencionados habían sido los milicianos de Managua. Dijo también que las primeras fuerzas en ingresar fueron las del Frente Sur y las del Frente Interno (o sea, las fuerzas que se habían replegado a Masaya).

 

Además, como un sólido argumento de tal negación agregó que él junto a Jacinto Suárez, fueron los primeros en entrar a las oficinas del Servicio Anticomunista, estructura de los organismos de seguridad, que la dictadura somocista manejaba. De acuerdo, a López, vio que en el organigrama encontrado, él aparecía como miembro de la Dirección Nacional del FSLN, lo cual era evidentemente un error.

 

En otro momento, López apuntó que desde el 18 de julio de 1979, cuando se tomaron la ciudad de Granada, ellos, por la mañana o por la tarde, organizaron la caravana y se fueron a Managua, hasta llegar a la Loma de Tiscapa, donde estaba la Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería (EEBI) o tropas élites de la Guardia Nacional. Agregando que la parte alta la tomó el Frente Sur y la parte baja la tomaron ellos, es decir, el Frente Interno. Señaló que la columna guerrillera que él dirigía fue la primera en entrar a las instalaciones de la EEBI y tuvieron que desactivar los caza-bobos y trampas que los guardias habían dejado.

 

Posteriormente, dijo que ellos amanecieron el 19 de julio en la Loma de Tiscapa (lo que significa que ahí durmieron la noche del 18 de julio). Asimismo, dijo que al tomar Jinotepe y Granada, se cortó la línea de abastecimiento de las tropas de la Guardia Nacional, en el Frente Sur.

 

López apunta que las fuerzas guerrilleras de Managua tenían como objetivo distraer a la Guardia Nacional para que pudieran avanzar los frentes guerrilleros estratégicos, tales como: el frente norte, el frente sur y los ubicados al nororiente y al oriente del país. En ningún caso, dijo, los guerrilleros urbanos de la capital pretendían ser la punta de lanza de ninguna derrotar militar sobre el enemigo. Agregó que antes de iniciar el Repliegue Táctico a Masaya, él solamente tenía tres balas en su fusil.

 

Ahora intentemos identificar las imprecisiones del compañero López Lowery. En primer lugar, Jacinto Suárez Espinoza, en su libro En el mes más crudo de la siembra (2015), señala claramente: Entre a Nicaragua el 22 de julio… (p. 124). Suárez era parte del equipo de apoyo organizativo de la Dirección Nacional Conjunta, en Costa Rica, y señala: Nosotros venimos el 22 de julio, entregué plata y el informe… (p. 125). Seguramente es cierto que López haya compartido con Suárez la visita a la oficina del Servicio Anticomunista; pero eso ocurrió, tan tarde como el 22 de julio de 1979, o bien algunos días después. Esta evidencia descarta totalmente la posibilidad de que López haya sido de los primeros guerrilleros sandinistas en ingresar al complejo militar de la Loma de Tiscapa y el búnker de Somoza, el 19 de julio.

 

De lo anterior se infiere que López no durmió el 18 de julio de 1979, en la Loma de Tiscapa, si no hubiese tenido la oportunidad de despedir a Urcuyo Maliaños, quien salió hacia Guatemala en las primeras horas de la noche del 18 de julio. Por lo tanto, López no pudo amanecer el 19 de julio en la Loma de Tiscapa, dormido en la cama de agua, la preferida por Somoza Debayle y su amante Dinora Sampson, como dice que durmió, en algún momento, Elías Noguera, uno de los jefes guerrilleros del Frente Norte Carlos Fonseca, que se ha empeñado, desde los primeros años de la década del año 2000, en negar al Frente Occidental como la primera fuerza guerrillera en tomar el control del búnker de Somoza y de la Loma de Tiscapa; pero sin mostrar evidencias, solamente sus palabras.

 

Menos mal que López no aseveró que durmió en la gigantesca cama personal de Somoza, donde asegura Humberto Ortega Saavedra que durmió agotado, el 19 de julio. Cama gigante descrita por Leopoldo Rivas Alfaro, el miembro del estado mayor del Frente Occidental Rigoberto López Pérez, que dirigió exitosamente el avance desde León hasta Managua y que fue de los primeros guerrilleros sandinistas en entrar al búnker de Somoza, en las primeras horas de la mañana del 19 de julio de 1979, junto a Oscar Antonio Cortés Marín (el Chele Marcos) y Noel Antonio Murillo Toruño (Comandante Cero), entre otros. Más detalles, con abundantes testimonios, referencias bibliográficas, fotografías (de Bill Gentile, Alex Persons de la agencia UPI, Alon Reininger), enlaces de vídeos (de las cadenas NBC y ABC), en Youtube, etc., pueden encontrarse en las tres ediciones del libro La toma del búnker de Somoza (Fisher, 2016, 2017 y 2020).

 

Por otro lado, el Frente Sur Benjamín Zeledón llegó a Managua hasta el día 20 de julio, son variadas las fuentes que registran este hecho (tenía demasiados equipos pesados como: cañones, morteros, etc., para llegar muy temprano el 19 de julio a Managua). Las fuerzas guerrilleras de Masaya, Carazo y Granada (donde obviamente se incluyeron las del Repliegue Táctico a Masaya), formaron su caravana a las dos de la tarde, en la salida a Managua, en la ciudad de Masaya, según el libro Un pueblo en armas (2009), del comandante Carlos Núñez Téllez (jefe del Frente Central Camilo Ortega Saavedra). Tal caravana pudo recorrer los casi 30 kilómetros de distancia en una o dos horas, por lo que no pudieron arribar a Managua antes de las tres de la tarde, si es que viajaban a una velocidad de 30Km/h de manera constante; pero tratándose de un convoy, en un día victorioso, eso es, sencillamente, imposible. En consecuencia, no pudo haber ningún viaje directo de guerrilleros sandinistas, desde Granada hasta la Loma de Tiscapa, en Managua, el 18 de julio. Ninguna referencia bibliográfica registra esto último.

 

Recordemos que el FORLP fue el único frente guerrillero en asechar la capital, desde el 18 de julio de 1979, a las cinco y treinta de la tarde, cuando sus fuerzas acamparon en el empalme de Xiloá y exploraron el Open Tres. Este hecho tiene gran relevancia estratégica, porque entre una hora y hora y media después, empezaron las negociaciones, por vía telefónica entre el comandante Humberto Ortega y el general Federico Mejía, para la rendición incondicional de la GN.  De otra manera, cuando empieza la negociación final, solo un frente guerrillero está realmente acechando a la capital Managua y lo hace desde el empalme de Xiloá y las inmediaciones de un barrio periférico como el Open Tres.  Al amanecer del 19 de julio, el Frente Occidental se lanzó solo al asalto de Managua, porque las fuerzas del Frente Oriental (Masaya, Granada y Carazo) y las del Frente Central Camilo Ortega Saavedra (o “Frente Interno”, que se replegó a Masaya), no llegaron al empalme de Xiloá, al atardecer del 18 de julio, como estaba acordado.

 

En efecto, Leopoldo Rivas Alfaro y Joaquín Cuadra Lacayo empezaron, en la noche del 17 de julio, a puntualizar el encuentro de ambos frentes guerrilleros, en el empalme de Xiloá, para reunirse en una casa del Open Tres, donde planificarían el asalto final sobre Managua, el 19 de julio, con el objetivo de derrotar a los tres mil soldados de Somoza. El Frente Occidental va al asalto de Managua, solo, sin la compañía de ningún otro frente guerrillero, dispuesto a enfrentarse a los tres mil miembros de la GN, que Somoza tenía reservados para enfrentar a los que habían capturado la ciudad de León; pero los guardias somocistas ya no quisieron dar la última batalla, la batalla del honor, pues decidieron huir, retirarse, esconderse, disfrazarse o salir del país. Si la batalla final por Managua hubiera ocurrido, la proporción de los combates iniciales entre la GN y el Frente Occidental habría sido de 3.3 a 1 (un poco más de tres guardias somocistas por cada guerrillero sandinista). Tal proporción habría disminuido y posteriormente igualado, con la llegada del Frente Norte (Estelí y Matagalpa), Frente Sur-Oriental (Chontales y El Rama), Frente Oriental (Masaya, Carazo y Granada), Frente Central (guerrilleros de Managua replegados a Masaya).

 

Además, el Frente Occidental procedente de León logró conquistar la cabeza de playa que la Revolución Sandinista necesitaba, al liberar dicha ciudad, el 20 de junio. Fue el único en tomar un fortín y avanzar casi 100 kilómetros combatiendo y derrotando a la Guardia Nacional, incluso en las inmediaciones de la capital, en pequeñas escaramuzas en Mateare, los Brasiles, en las cercanías del Open Tres (en el plantel de Enaluf) y en la Gruta Xavier (lugares donde los grupos residuales de guardias somocistas se desbandaron y huyeron rápidamente). Sin olvidar las grandes victorias, después de cruentos combates en el empalme de Izapa y los municipios de La Paz Centro y Nagarote. Así tomó el control de Puerto Somoza, el centro de entrenamiento de armamentos de la EEBI en el Tamarindo, las propiedades de Somoza en Montelimar (incluyendo el centro de entrenamiento de operaciones especiales de la EEBI, en dicha playa).

 

El Frente Occidental dirigió a 150 de sus mejores hombres, bajo el mando de José Lenín Valle Ruiz, a tomar el control del Puerto de Corinto y de la aduana del Guasaule, fronteriza con Honduras (una idea del comandante Tomás Borge, que consideraba que para avanzar a Managua, había que retroceder y eliminar los potenciales bolsones de guardias somocistas).

 

Asimismo, el Frente Occidental tomó el control de la Refinería de petróleo y finalmente del complejo militar de la Loma de Tiscapa, incluyendo el búnker de Somoza y las instalaciones del centro de materias generales de la EEBI, que después la Revolución llamaría Escuela Carlos Agüero. Por lo tanto, el Frente Occidental tomó tres de los cuatro centros de entrenamiento de la EEBI. Solamente le faltó tomar el de Cibalsa, en el departamento de Rivas, muy cerca de la frontera sur.

 

Hay testimonios de combatientes del Frente Occidental, como el de Francisco José Rosales (Micón), que revelan que algunas escuadras (formadas por jóvenes muy inquietos, llenos de iniciativa y sin una estricta disciplina militar), después de tomar la Loma de Tiscapa y el búnker de Somoza, se fueron en vehículos hasta el Aeropuerto Internacional Las Mercedes, donde llegaron antes de que apareciera el Frente Norte; pero como no vieron guardias, solo estuvieron un rato y se fueron a patrullar la capital, porque la gente les decía sobre algunos lugares donde todavía estaban los guardias somocistas. Otros detalles se pueden leer en: La toma del búnker de Somoza (Fisher, 2017 y 2020).

 

Fue el comandante guerrillero Ramón Cabrales, en una edición del programa Adelante Nicaragua, en julio de 2019, también dirigido por Espinosa, quien dijo que el Frente Occidental entró a Managua con un verdadero ejército, lo cual es una aseveración correcta, pues era un convoy de casi mil combatientes, encabezado por dos tanques Sherman M4-A3 (cañón de 105mm), cuatro tanquetas T17E-1 (cañón de 37mm) y una buena cantidad de vehículos militares, incluyendo algunos camiones blindados. La GN tenía, según Somoza Debayle, cuatro tanques Sherman, y los guerrilleros del Frente Occidental le recuperaron la mitad de los mismos. Alrededor de 20 tanquetas poseía la GN y el Frente Occidental ingresó a Managua con el 20% de ellas, además de haber destruido una en León y otra en Chinandega, para alcanzar el 30% de las tanquetas destruidas o capturadas.

 

Vale la pena recordar que la tanqueta destruida en León, era parte de un refuerzo de la GN, que rompió el cerco guerrillero el día 5 de junio, y que tras un certero disparo de RPG-2, hecho por Isidro Ramiro Soza Hernández (Pisis), explotó como una bola de fuego, enfrente de la gasolinera Texaco Guadalupe, recuerda el comandante guerrillero Leopoldo Rivas Alfaro. Asimismo, en León, fue neutralizado un tanque Sherman, cuando Francisco Prado Peralta (Pancho Browning), disparó un RPG-2 y la granada entró exactamente en el cañón del tanque; pero no explotó y quedó atascada en el cañón de 105mm., según el testimonio de Francisco José Rosales (Micón). Para más detalles, consultar La toma del búnker de Somoza (Fisher, 2017 y 2020).

 

En ese mismo programa, Cabrales señaló que: después de la toma de Jinotepe, los combatientes de la Unidad Móvil se preguntaban ¿cuándo regresaremos a Managua?, ¿qué estamos haciendo aquí? Hasta que una parte fue enviada, el 17 de julio, a tomarse Granada. Solamente los altos mandos sabían por qué no se regresaban a Managua, desde donde se retiraron el 27 de junio. Los combatientes querían regresar a combatir a la capital, sobre todo después de recuperar gran cantidad de armas y municiones en el cuartel departamental y otras posiciones de la GN. Pero la orden de regresar a Managua, en contraofensiva, nunca llegó, según se lee en el ensayo Frente Occidental: un ejército entra a Managua (Fisher, 2019; leninfisherblospot.com), que pronto se publicará en un libro digital titulado Gran marcha a Managua: la hazaña del Frente Occidental, del mismo autor.

 

Respecto al corte de la línea de abastecimiento terrestre, por carreteras, de la GN ubicada en Rivas y la frontera sur, por un tiempo fue parcial en Masaya. Luego, hasta el 6 de julio fue derrotada la GN en Jinotepe, que la mantuvo bajo su control hasta buena parte del día 5 de julio. Granada permaneció intacta, como un centro de refrescamiento de las tropas de la GN hasta el 16 de julio, inclusive. En Rivas, la GN abandonó el cuartel departamental, marchando en fila india, es decir, sin mayor peligro, el propio 19 de julio. Las fuerzas de la GN que dirigía el comandante “Bravo”, en la frontera sur, iniciaron la retirada “anfibia” por San Juan del Sur, ejecutando así su plan B, desde muy temprano el día 17 de julio, inmediatamente después de la huida del dictador Somoza Debayle, hacia una base militar en los Estados Unidos, para poder llegar a Honduras o El Salvador, sin ningún tipo de persecución de parte de los guerrilleros de la frontera sur, ni de las ubicadas en Rivas. Por lo tanto, la toma de la ciudad de Granada, el 18 de julio, no incidió negativamente en el abastecimiento de la GN, que combatía contra el Frente Sur Benjamín Zeledón. Más importante aún, es recordar que, la GN mantuvo el abastecimiento de sus fuerzas en el sur por vía aérea, usando helicópteros que transportaban hombres, armas, municiones y todo tipo de avituallamiento.

 

En una cosa sí coincide López con el plan general de la ofensiva ininterrumpida o final, descrito en La epopeya de la insurrección (Ortega, 2004) y en Un pueblo en armas (Núñez, 2009), y es en que nunca se pensó que la ofensiva de la guerrilla sandinista avanzara victoriosamente desde León hacia Managua. En pocas palabras, se subestimó a la guerrilla sandinista de León.

 

Siempre se consideró al Frente Norte como el que jugaría el papel decisivo por la topografía del terreno (lo que refleja el arraigo imborrable de la tesis de la guerrilla campesina en la montaña y la influencia del ejemplo de Sandino en las Segovias). Simultáneamente, se planificó que la cabeza de playa, necesaria para un gobierno revolucionario provisional, se conquistaría en la frontera sur o en la ciudad de Rivas. Además, se pensó que la columna Jacinto Hernández, exterminada en Nueva Guinea, en mayo de 1979, se uniría al Frente Sur-Oriental Carlos Roberto Huembes y avanzaría desde el Rama y Chontales hacia Managua. El papel que le asignaron a León fue de distractor del estado mayor de la GN. Incluso, en occidente, el rol principal lo jugaría Chinandega. León, según el plan general mencionado, debía impedir que la GN enviara refuerzos de León a Chinandega y de Managua a Chinandega. León debía cortar las comunicaciones terrestres entre Managua y Chinandega, entre el norte y occidente; así como, aislar al país por la frontera norte y a través de los puertos marítimos.

 

Ninguno de estos supuestos en el plan general de la ofensiva final se cumplió. Resultó algo inesperado, como sucede en distintos ámbitos de la vida y el quehacer social: León fue la cabeza de playa y sus guerrilleros se lanzaron en ofensiva, avanzado de manera triunfante sobre las carreteras principales que conducen a Managua, hasta llegar a tomarse el búnker de Somoza y la Loma de Tiscapa, antes que cualquier otro frente guerrillero.

 

Como también dijo el comandante Ramón Cabrales, Managua después del Repliegue Táctico a Masaya era tierra de nadie y en los últimos días, en ella reinaba el caos. Todos los frentes guerrilleros querían llegar primero que los demás a la Loma de Tiscapa. Todos querían eso, pero no todos podían llegar al mismo tiempo, lo cual era imposible. Era una competencia fraterna estimulada por el ideal de justicia. Como dice Orlando Núñez Soto en La revolución rojinegra (2004): Muchos pretendientes fueron tentados de tomarse el Bunker, meta de soñadores y revolucionarios… pero la realidad indicó que no todos podían tener ese privilegio. Tal honor le correspondió al Frente Occidental Rigoberto López Pérez, a pesar de que periodistas, analistas políticos, historiadores, comandantes guerrilleros y combatientes históricos han intentado negarlo y olvidarlo.

 

En cuanto a que los milicianos llegaron primero que nadie a la Loma de Tiscapa, hay que decir que, no sería raro que civiles, gente muy pobre, familiares de guardias somocistas, vendedores o vecinos del centro neurálgico del poder de la dictadura somocista estuvieran en las instalaciones tratando de saquear lo que pudieran (comida, medicinas, objetos de valor, dinero, pertrechos militares, armas, etc.). Pero eso no tiene importancia desde el punto de vista de la urgencia militar de ocupar el comando central de la GN, sobre todo ante la amenaza de una intervención militar yanqui. Lo relevante es la llegada del primer frente guerrillero al corazón de acero de la dictadura somocista, para empezar a controlar el caos generado por la guerra y la derrota de la GN.

 

El comandante guerrillero Leopoldo Rivas Alfaro señala que había pequeños grupos de milicianos que estaban a algunas cuadras de distancia de la Loma de Tiscapa, pero no se atrevían a entrar.  Además, el Frente Occidental al llegar y tomar las instalaciones militares comenzó a poner orden entre los civiles que saqueaban algunos lugares y los milicianos armados. Hay una fotografía donde Noel A. Murillo Toruño (Comandante Cero) está desarmando a un miliciano de Managua. Mario Rodríguez Vásquez (el Chocoyo) relata en su testimonio que después de pasar por el búnker de Somoza y ocupar uno de los portones, fue a visitar a unos familiares que vivían en la Colonia Militar, quienes le dijeron que su tío, un teniente coronel de la GN hacía poco tiempo había salido huyendo a refugiarse a la Cruz Roja (logró ver el carro y al tío, pero no pudo detenerlo, ni hablar con él). Varios guerrilleros leoneses refieren que como ellos tomaron el control de las principales entradas y portones del complejo militar de la Loma de Tiscapa, hubo forcejeos y amenazas cuando empezaron a llegar los otros frentes guerrilleros, que llenos de ímpetu querían entrar por la fuerza. Ninguno refiere desactivación ni de minas ni de caza-bobos. La derrotada y desesperada GN no tuvo tiempo de preparar ese tipo de trampas, al estilo de las películas de Rambo (por lo menos de manera masiva). Nuevamente, más detalles en: La toma del búnker de Somoza (Fisher, 2017 y 2020).

 

Finalmente, en Nicaragua traicionada (Somoza, 1980), deja muy claro que la derrota de la GN o la victoria del FSLN en León, marcó el inicio del desequilibrio militar de la guerra. Asimismo, agregó que a partir del 16 de junio dio por perdida a León (el 20 de junio fue tomado el cuartel departamental) y junto con su estado mayor ordenó que en la capital se reconcentraran tres mil hombres de la GN para enfrentar a los guerrilleros sandinistas de León, a quienes miraban como la amenaza que avanzaría sobre Managua, lo cual efectivamente sucedió. Es importante notar que tal decisión la toman antes del Repliegue Táctico a Masaya, ocurrido el 27 de junio.

 

En otras palabras, al dictador y al alto mando de la GN no le preocupaban demasiado los guerrilleros sandinistas en Managua, ni los de la ciudad más cercana a Managua, es decir, Masaya (a menos de 30 kilómetros), sino que le preocupaban los situados a 91 kilómetros de distancia, o sea, en León. Es cierto que Somoza Debayle era leonés y conocía al pueblo de León; pero él y el estado mayor de la GN eran militares con estudios profesionales y superiores, que habían analizado muy bien lo ocurrido en los 16 días de combates en la ciudad colonial y universitaria, entre el 4 y el 20 de junio. No por casualidad, el dictador calificó a la batalla por León como una debacle, un infierno, un baño de sangre y algo que merecía prestarle atención. La batalla de León, la primera victoria militar estratégica del FSLN sobre la GN, es guardando la distancia, el Stalingrado de la Segunda Guerra Mundial o la Mariúpol de la Operación Militar Especial, en Ucrania, que ha parido un nuevo orden mundial multipolar y la desglobalización.

 

López Lowery, al igual que el historiador Casanova Fuertes, sobrevaloran la importancia del Repliegue Táctico a Masaya, realizado por el Frente Central y olvidan o niegan el rol decisivo del Frente Occidental, a pesar de haber sido el único frente guerrillero del FSLN que avanzó victoriosamente, derrotando a la GN en todas las posiciones donde la encontró, hecho excepcional reconocido por Fidel Castro Ruz y el estado mayor del Ejército de Cuba, quienes daban seguimiento a las operaciones militares de la ofensiva final, según el testimonio de Leopoldo Rivas Alfaro, cuando una delegación de guerrilleros sandinistas visitó la isla, para conmemorar el 26 de julio de 1979.

 

A continuación, recomiendo ver los siguientes vídeo-films, de gran importancia histórica, que no dejan duda sobre la llegada del Frente Occidental, procedente de León, a la Loma de Tiscapa y el búnker de Somoza, en las primeras horas de la mañana del 19 de julio de 1979, el día oficial del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, hace 43 años.

 

Título: EL BÚNKER DE ANASTASIO SOMOZA

PGB

https://www.youtube.com/watch?v=UoW7bsngMyU  

Se muestra la llegada del Frente Occidental Rigoberto López Pérez (FORLP) a la Loma de Tiscapa. Aparecen trotando Noel Antonio Murillo Toruño (Comandante Cero), con un fusil IMI-Galil, y Oscar Antonio Cortés Marín (el Chele Marcos), portando un fusil Galil-Sar, ambas armas recuperadas a la Guardia Nacional.

El periodista norteamericano relata en inglés lo que observa y al final dice que es de la cadena noticiosa NBC News.

 

Título: VALOR FROM DARKNESS (CORAJE DESDE LA OSCURIDAD). Editado por la Universidad de Quinnipiac, Estados Unidos. 

https://www.youtube.com/watch?v=bJg7EeCYBgE 

 

Desde los 15 minutos con 53 segundos (15:53) a los 16 minutos con 19 segundos (16:19). Entran los jóvenes guerrilleros sandinistas del Frente Occidental Rigoberto López Pérez (FORLP) y desfilan enfrente del búnker, entre ellos los hermanos Gustavo y Mario Rodríguez Vásquez (los Chocoyos), así como Alberto Roque (Betín) y Auxiliadora Martínez (la Chilo).

 

Desde los 16 minutos con 25 segundos (16:25) a los 16 minutos con 35 segundos (16:35). Aparece Leopoldo “Polo” Rivas Alfaro conversando con un periodista extranjero y algunas personas salen corriendo del complejo de la Loma de Tiscapa.

 

El vídeo fue tomado de una filmación de la cadena noticiosa ABC.

 

Managua, Nicaragua, 19 de julio de 2022

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

leninfisherblogspot.com