Sumando vigores y la toma del búnker de Somoza
Lenin Fisher
Hoy 19 de julio de 2022, vi en el programa Sumando vigores, en el Canal Extraplus
37, una entrevista realizada por el periodista Néstor Espinosa, el día de ayer
18, a tres combatientes históricos del Frente Sandinista de Liberación Nacional
(FSLN), los cuales fueron: Javier López Lowery (comandante 99), Lea Catalina Escoto
y Rosendo Arsenio Solís. Escoto combatió en León, en el Frente Occidental
Rigoberto López Pérez; mientras que López y Solís, lo hicieron en el Frente
Central Camilo Ortega (más conocido como Frente Interno).
En realidad, muy pocas personas saben que la
capital y todo el departamento de Managua conformaban el Frente Central Camilo
Ortega Saavedra (la mayoría acostumbra, todavía hoy, llamarlo Frente Interno).
Recordar el nombre del Frente Central es una manera de rendir homenaje al
llamado “Apóstol de la Unidad Sandinista”. Mayores detalles se pueden encontrar
en La epopeya de la insurrección
(Ortega, 2004).
Es válido aclarar que el término Frente Interno, fue
usado desde la década de 1960, después equivalió a la Ciudad, para
diferenciarla de la Montaña. No solo incluía a la capital y al departamento de
Managua, sino que a todas las ciudades del país donde había estructuras
clandestinas y semi-clandestinas del FSLN. Se decía Frente Interno, o sea,
dentro del país. Carlos Fonseca fue el primero en insistir en la creación de un
Frente Interno para que el FSLN superara las tácticas invasionistas desde los
países vecinos y pudiera mantenerse por sí solo, con el apoyo del pueblo. En Mi vida, mi revolución (Fisher, 2010),
se puede leer sobre eso.
Los tres compañeros mencionados merecen todo
nuestro respeto. Sus testimonios contienen detalles valiosos que ayudan a
reconstruir algunos hechos. Sin embargo, como sucede frecuentemente, también
presentan varias imprecisiones, que debemos intentar aclarar, en honor de la
verdad histórica y para que no se re-escriba la historia. Al fin y al cabo, el
esfuerzo colectivo, directo e indirecto, para descifrar la historia oculta, su
significado, importancia e interpretación, es mejor que cuando una sola
golondrina intenta hacer verano. Decía Aldo Díaz Lacayo que la historia oculta
y sumergida debía darse a conocer tal como era.
Espinosa señaló que la toma del búnker de Somoza y
la Loma de Tiscapa la reclama el Frente Occidental Rigoberto López Pérez, a lo
cual López respondió que eso no es tan cierto, que para nada es tan cierto eso,
y dijo que aclaraba que los primeros en llegar a los sitios mencionados habían
sido los milicianos de Managua. Dijo también que las primeras fuerzas en
ingresar fueron las del Frente Sur y las del Frente Interno (o sea, las fuerzas
que se habían replegado a Masaya).
Además, como un sólido argumento de tal negación
agregó que él junto a Jacinto Suárez, fueron los primeros en entrar a las
oficinas del Servicio Anticomunista, estructura de los organismos de seguridad,
que la dictadura somocista manejaba. De acuerdo, a López, vio que en el
organigrama encontrado, él aparecía como miembro de la Dirección Nacional del
FSLN, lo cual era evidentemente un error.
En otro momento, López apuntó que desde el 18 de
julio de 1979, cuando se tomaron la ciudad de Granada, ellos, por la mañana o
por la tarde, organizaron la caravana y se fueron a Managua, hasta llegar a la
Loma de Tiscapa, donde estaba la Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería
(EEBI) o tropas élites de la Guardia Nacional. Agregando que la parte alta la
tomó el Frente Sur y la parte baja la tomaron ellos, es decir, el Frente
Interno. Señaló que la columna guerrillera que él dirigía fue la primera en
entrar a las instalaciones de la EEBI y tuvieron que desactivar los caza-bobos
y trampas que los guardias habían dejado.
Posteriormente, dijo que ellos amanecieron el 19 de
julio en la Loma de Tiscapa (lo que significa que ahí durmieron la noche del 18
de julio). Asimismo, dijo que al tomar Jinotepe y Granada, se cortó la línea de
abastecimiento de las tropas de la Guardia Nacional, en el Frente Sur.
López apunta que las fuerzas guerrilleras de
Managua tenían como objetivo distraer a la Guardia Nacional para que pudieran
avanzar los frentes guerrilleros estratégicos, tales como: el frente norte, el
frente sur y los ubicados al nororiente y al oriente del país. En ningún caso, dijo,
los guerrilleros urbanos de la capital pretendían ser la punta de lanza de
ninguna derrotar militar sobre el enemigo. Agregó que antes de iniciar el
Repliegue Táctico a Masaya, él solamente tenía tres balas en su fusil.
Ahora intentemos identificar las imprecisiones del
compañero López Lowery. En primer lugar, Jacinto Suárez Espinoza, en su libro En el mes más crudo de la siembra
(2015), señala claramente: Entre a
Nicaragua el 22 de julio… (p. 124). Suárez era parte del equipo de apoyo
organizativo de la Dirección Nacional Conjunta, en Costa Rica, y señala: Nosotros venimos el 22 de julio, entregué
plata y el informe… (p. 125). Seguramente es cierto que López haya
compartido con Suárez la visita a la oficina del Servicio Anticomunista; pero
eso ocurrió, tan tarde como el 22 de julio de 1979, o bien algunos días después.
Esta evidencia descarta totalmente la posibilidad de que López haya sido de los
primeros guerrilleros sandinistas en ingresar al complejo militar de la Loma de
Tiscapa y el búnker de Somoza, el 19 de julio.
De lo anterior se infiere que López no durmió el 18
de julio de 1979, en la Loma de Tiscapa, si no hubiese tenido la oportunidad de
despedir a Urcuyo Maliaños, quien salió hacia Guatemala en las primeras horas
de la noche del 18 de julio. Por lo tanto, López no pudo amanecer el 19 de
julio en la Loma de Tiscapa, dormido en la cama de agua, la preferida por
Somoza Debayle y su amante Dinora Sampson, como dice que durmió, en algún
momento, Elías Noguera, uno de los jefes guerrilleros del Frente Norte Carlos
Fonseca, que se ha empeñado, desde los primeros años de la década del año 2000,
en negar al Frente Occidental como la primera fuerza guerrillera en tomar el
control del búnker de Somoza y de la Loma de Tiscapa; pero sin mostrar
evidencias, solamente sus palabras.
Menos mal que López no aseveró que durmió en la
gigantesca cama personal de Somoza, donde asegura Humberto Ortega Saavedra que
durmió agotado, el 19 de julio. Cama gigante descrita por Leopoldo Rivas
Alfaro, el miembro del estado mayor del Frente Occidental Rigoberto López
Pérez, que dirigió exitosamente el avance desde León hasta Managua y que fue de
los primeros guerrilleros sandinistas en entrar al búnker de Somoza, en las
primeras horas de la mañana del 19 de julio de 1979, junto a Oscar Antonio
Cortés Marín (el Chele Marcos) y Noel Antonio Murillo Toruño (Comandante Cero),
entre otros. Más detalles, con abundantes testimonios, referencias
bibliográficas, fotografías (de Bill Gentile, Alex Persons de la agencia UPI,
Alon Reininger), enlaces de vídeos (de las cadenas NBC y ABC), en Youtube,
etc., pueden encontrarse en las tres ediciones del libro La toma del búnker de Somoza (Fisher, 2016, 2017 y 2020).
Por otro lado, el Frente Sur Benjamín Zeledón llegó
a Managua hasta el día 20 de julio, son variadas las fuentes que registran este
hecho (tenía demasiados equipos pesados como: cañones, morteros, etc., para
llegar muy temprano el 19 de julio a Managua). Las fuerzas guerrilleras de
Masaya, Carazo y Granada (donde obviamente se incluyeron las del Repliegue
Táctico a Masaya), formaron su caravana a las dos de la tarde, en la salida a
Managua, en la ciudad de Masaya, según el libro Un pueblo en armas (2009), del comandante Carlos Núñez Téllez (jefe
del Frente Central Camilo Ortega Saavedra). Tal caravana pudo recorrer los casi
30 kilómetros de distancia en una o dos horas, por lo que no pudieron arribar a
Managua antes de las tres de la tarde, si es que viajaban a una velocidad de
30Km/h de manera constante; pero tratándose de un convoy, en un día victorioso,
eso es, sencillamente, imposible. En consecuencia, no pudo haber ningún viaje
directo de guerrilleros sandinistas, desde Granada hasta la Loma de Tiscapa, en
Managua, el 18 de julio. Ninguna referencia bibliográfica registra esto último.
Recordemos que el FORLP fue el único frente
guerrillero en asechar la capital, desde el 18 de julio de 1979, a las cinco y
treinta de la tarde, cuando sus fuerzas acamparon en el empalme de Xiloá y
exploraron el Open Tres. Este hecho tiene gran relevancia estratégica, porque
entre una hora y hora y media después, empezaron las negociaciones, por vía
telefónica entre el comandante Humberto Ortega y el general Federico Mejía,
para la rendición incondicional de la GN. De otra manera, cuando empieza la negociación
final, solo un frente guerrillero está realmente acechando a la capital Managua
y lo hace desde el empalme de Xiloá y las inmediaciones de un barrio periférico
como el Open Tres. Al amanecer del 19 de
julio, el Frente Occidental se lanzó solo al asalto de Managua, porque las
fuerzas del Frente Oriental (Masaya, Granada y Carazo) y las del Frente Central
Camilo Ortega Saavedra (o “Frente Interno”, que se replegó a Masaya), no
llegaron al empalme de Xiloá, al atardecer del 18 de julio, como estaba
acordado.
En efecto, Leopoldo Rivas Alfaro y Joaquín Cuadra
Lacayo empezaron, en la noche del 17 de julio, a puntualizar el encuentro de
ambos frentes guerrilleros, en el empalme de Xiloá, para reunirse en una casa
del Open Tres, donde planificarían el asalto final sobre Managua, el 19 de
julio, con el objetivo de derrotar a los tres mil soldados de Somoza. El Frente
Occidental va al asalto de Managua, solo, sin la compañía de ningún otro frente
guerrillero, dispuesto a enfrentarse a los tres mil miembros de la GN, que
Somoza tenía reservados para enfrentar a los que habían capturado la ciudad de
León; pero los guardias somocistas ya no quisieron dar la última batalla, la
batalla del honor, pues decidieron huir, retirarse, esconderse, disfrazarse o salir
del país. Si la batalla final por Managua hubiera ocurrido, la proporción de
los combates iniciales entre la GN y el Frente Occidental habría sido de 3.3 a
1 (un poco más de tres guardias somocistas por cada guerrillero sandinista).
Tal proporción habría disminuido y posteriormente igualado, con la llegada del
Frente Norte (Estelí y Matagalpa), Frente Sur-Oriental (Chontales y El Rama),
Frente Oriental (Masaya, Carazo y Granada), Frente Central (guerrilleros de
Managua replegados a Masaya).
Además, el Frente Occidental procedente de León logró
conquistar la cabeza de playa que la Revolución Sandinista necesitaba, al
liberar dicha ciudad, el 20 de junio. Fue el único en tomar un fortín y avanzar
casi 100 kilómetros combatiendo y derrotando a la Guardia Nacional, incluso en
las inmediaciones de la capital, en pequeñas escaramuzas en Mateare, los
Brasiles, en las cercanías del Open Tres (en el plantel de Enaluf) y en la
Gruta Xavier (lugares donde los grupos residuales de guardias somocistas se
desbandaron y huyeron rápidamente). Sin olvidar las grandes victorias, después
de cruentos combates en el empalme de Izapa y los municipios de La Paz Centro y
Nagarote. Así tomó el control de Puerto Somoza, el centro de entrenamiento de
armamentos de la EEBI en el Tamarindo, las propiedades de Somoza en Montelimar
(incluyendo el centro de entrenamiento de operaciones especiales de la EEBI, en
dicha playa).
El Frente Occidental dirigió a 150 de sus mejores
hombres, bajo el mando de José Lenín Valle Ruiz, a tomar el control del Puerto
de Corinto y de la aduana del Guasaule, fronteriza con Honduras (una idea del
comandante Tomás Borge, que consideraba que para avanzar a Managua, había que
retroceder y eliminar los potenciales bolsones de guardias somocistas).
Asimismo, el Frente Occidental tomó el control de
la Refinería de petróleo y finalmente del complejo militar de la Loma de
Tiscapa, incluyendo el búnker de Somoza y las instalaciones del centro de
materias generales de la EEBI, que después la Revolución llamaría Escuela
Carlos Agüero. Por lo tanto, el Frente Occidental tomó tres de los cuatro
centros de entrenamiento de la EEBI. Solamente le faltó tomar el de Cibalsa, en
el departamento de Rivas, muy cerca de la frontera sur.
Hay testimonios de combatientes del Frente
Occidental, como el de Francisco José Rosales (Micón), que revelan que algunas
escuadras (formadas por jóvenes muy inquietos, llenos de iniciativa y sin una
estricta disciplina militar), después de tomar la Loma de Tiscapa y el búnker
de Somoza, se fueron en vehículos hasta el Aeropuerto Internacional Las Mercedes,
donde llegaron antes de que apareciera el Frente Norte; pero como no vieron
guardias, solo estuvieron un rato y se fueron a patrullar la capital, porque la
gente les decía sobre algunos lugares donde todavía estaban los guardias
somocistas. Otros detalles se pueden leer en: La toma del búnker de Somoza (Fisher, 2017 y 2020).
Fue el comandante guerrillero Ramón Cabrales, en una
edición del programa Adelante Nicaragua, en julio de 2019, también dirigido por
Espinosa, quien dijo que el Frente Occidental entró a Managua con un verdadero
ejército, lo cual es una aseveración correcta, pues era un convoy de casi mil
combatientes, encabezado por dos tanques Sherman M4-A3 (cañón de 105mm), cuatro
tanquetas T17E-1 (cañón de 37mm) y una buena cantidad de vehículos militares,
incluyendo algunos camiones blindados. La GN tenía, según Somoza Debayle,
cuatro tanques Sherman, y los guerrilleros del Frente Occidental le recuperaron
la mitad de los mismos. Alrededor de 20 tanquetas poseía la GN y el Frente
Occidental ingresó a Managua con el 20% de ellas, además de haber destruido una
en León y otra en Chinandega, para alcanzar el 30% de las tanquetas destruidas
o capturadas.
Vale la pena recordar que la tanqueta destruida en
León, era parte de un refuerzo de la GN, que rompió el cerco guerrillero el día
5 de junio, y que tras un certero disparo de RPG-2, hecho por Isidro Ramiro
Soza Hernández (Pisis), explotó como una bola de fuego, enfrente de la
gasolinera Texaco Guadalupe, recuerda el comandante guerrillero Leopoldo Rivas
Alfaro. Asimismo, en León, fue neutralizado un tanque Sherman, cuando Francisco
Prado Peralta (Pancho Browning), disparó un RPG-2 y la granada entró
exactamente en el cañón del tanque; pero no explotó y quedó atascada en el
cañón de 105mm., según el testimonio de Francisco José Rosales (Micón). Para
más detalles, consultar La toma del
búnker de Somoza (Fisher, 2017 y 2020).
En ese mismo programa,
Cabrales señaló que: después de la toma de Jinotepe, los combatientes de la
Unidad Móvil se preguntaban ¿cuándo regresaremos a Managua?, ¿qué estamos
haciendo aquí? Hasta que una parte fue enviada, el 17 de julio, a tomarse
Granada. Solamente los altos mandos sabían por qué no se regresaban a Managua,
desde donde se retiraron el 27 de junio. Los combatientes querían regresar a
combatir a la capital, sobre todo después de recuperar gran cantidad de armas y
municiones en el cuartel departamental y otras posiciones de la GN. Pero la
orden de regresar a Managua, en contraofensiva, nunca llegó, según se lee en el
ensayo Frente Occidental: un ejército
entra a Managua (Fisher, 2019; leninfisherblospot.com), que pronto se
publicará en un libro digital titulado Gran
marcha a Managua: la hazaña del Frente Occidental, del mismo autor.
Respecto al corte de la
línea de abastecimiento terrestre, por carreteras, de la GN ubicada en Rivas y
la frontera sur, por un tiempo fue parcial en Masaya. Luego, hasta el 6 de
julio fue derrotada la GN en Jinotepe, que la mantuvo bajo su control hasta
buena parte del día 5 de julio. Granada permaneció intacta, como un centro de
refrescamiento de las tropas de la GN hasta el 16 de julio, inclusive. En
Rivas, la GN abandonó el cuartel departamental, marchando en fila india, es
decir, sin mayor peligro, el propio 19 de julio. Las fuerzas de la GN que
dirigía el comandante “Bravo”, en la frontera sur, iniciaron la retirada
“anfibia” por San Juan del Sur, ejecutando así su plan B, desde muy temprano el
día 17 de julio, inmediatamente después de la huida del dictador Somoza
Debayle, hacia una base militar en los Estados Unidos, para poder llegar a
Honduras o El Salvador, sin ningún tipo de persecución de parte de los
guerrilleros de la frontera sur, ni de las ubicadas en Rivas. Por lo tanto, la
toma de la ciudad de Granada, el 18 de julio, no incidió negativamente en el
abastecimiento de la GN, que combatía contra el Frente Sur Benjamín Zeledón.
Más importante aún, es recordar que, la GN mantuvo el abastecimiento de sus
fuerzas en el sur por vía aérea, usando helicópteros que transportaban hombres,
armas, municiones y todo tipo de avituallamiento.
En una cosa sí coincide López con el plan general
de la ofensiva ininterrumpida o final, descrito en La epopeya de la insurrección (Ortega, 2004) y en Un pueblo en armas (Núñez, 2009), y es
en que nunca se pensó que la ofensiva de la guerrilla sandinista avanzara
victoriosamente desde León hacia Managua. En pocas palabras, se subestimó a la
guerrilla sandinista de León.
Siempre se consideró al Frente Norte como el que
jugaría el papel decisivo por la topografía del terreno (lo que refleja el
arraigo imborrable de la tesis de la guerrilla campesina en la montaña y la
influencia del ejemplo de Sandino en las Segovias). Simultáneamente, se
planificó que la cabeza de playa, necesaria para un gobierno revolucionario
provisional, se conquistaría en la frontera sur o en la ciudad de Rivas. Además,
se pensó que la columna Jacinto Hernández, exterminada en Nueva Guinea, en mayo
de 1979, se uniría al Frente Sur-Oriental Carlos Roberto Huembes y avanzaría
desde el Rama y Chontales hacia Managua. El papel que le asignaron a León fue
de distractor del estado mayor de la GN. Incluso, en occidente, el rol
principal lo jugaría Chinandega. León, según el plan general mencionado, debía
impedir que la GN enviara refuerzos de León a Chinandega y de Managua a
Chinandega. León debía cortar las comunicaciones terrestres entre Managua y
Chinandega, entre el norte y occidente; así como, aislar al país por la
frontera norte y a través de los puertos marítimos.
Ninguno de estos supuestos en el plan general de la
ofensiva final se cumplió. Resultó algo inesperado, como sucede en distintos
ámbitos de la vida y el quehacer social: León fue la cabeza de playa y sus
guerrilleros se lanzaron en ofensiva, avanzado de manera triunfante sobre las
carreteras principales que conducen a Managua, hasta llegar a tomarse el búnker
de Somoza y la Loma de Tiscapa, antes que cualquier otro frente guerrillero.
Como también dijo el comandante Ramón Cabrales,
Managua después del Repliegue Táctico a Masaya era tierra de nadie y en los
últimos días, en ella reinaba el caos. Todos los frentes guerrilleros querían
llegar primero que los demás a la Loma de Tiscapa. Todos querían eso, pero no
todos podían llegar al mismo tiempo, lo cual era imposible. Era una competencia
fraterna estimulada por el ideal de justicia. Como dice Orlando Núñez Soto en La revolución rojinegra (2004): Muchos pretendientes fueron tentados de
tomarse el Bunker, meta de soñadores y revolucionarios… pero
la realidad indicó que no todos podían tener ese privilegio. Tal honor le
correspondió al Frente Occidental Rigoberto López Pérez, a pesar de que periodistas,
analistas políticos, historiadores, comandantes guerrilleros y combatientes
históricos han intentado negarlo y olvidarlo.
En cuanto a que los milicianos llegaron primero que
nadie a la Loma de Tiscapa, hay que decir que, no sería raro que civiles, gente
muy pobre, familiares de guardias somocistas, vendedores o vecinos del centro
neurálgico del poder de la dictadura somocista estuvieran en las instalaciones tratando
de saquear lo que pudieran (comida, medicinas, objetos de valor, dinero,
pertrechos militares, armas, etc.). Pero eso no tiene importancia desde el
punto de vista de la urgencia militar de ocupar el comando central de la GN,
sobre todo ante la amenaza de una intervención militar yanqui. Lo relevante es
la llegada del primer frente guerrillero al corazón de acero de la dictadura
somocista, para empezar a controlar el caos generado por la guerra y la derrota
de la GN.
El comandante guerrillero Leopoldo Rivas Alfaro
señala que había pequeños grupos de milicianos que estaban a algunas cuadras de
distancia de la Loma de Tiscapa, pero no se atrevían a entrar. Además, el Frente Occidental al llegar y
tomar las instalaciones militares comenzó a poner orden entre los civiles que
saqueaban algunos lugares y los milicianos armados. Hay una fotografía donde
Noel A. Murillo Toruño (Comandante Cero) está desarmando a un miliciano de
Managua. Mario Rodríguez Vásquez (el Chocoyo) relata en su testimonio que
después de pasar por el búnker de Somoza y ocupar uno de los portones, fue a
visitar a unos familiares que vivían en la Colonia Militar, quienes le dijeron
que su tío, un teniente coronel de la GN hacía poco tiempo había salido huyendo
a refugiarse a la Cruz Roja (logró ver el carro y al tío, pero no pudo
detenerlo, ni hablar con él). Varios guerrilleros leoneses refieren que como
ellos tomaron el control de las principales entradas y portones del complejo
militar de la Loma de Tiscapa, hubo forcejeos y amenazas cuando empezaron a
llegar los otros frentes guerrilleros, que llenos de ímpetu querían entrar por
la fuerza. Ninguno refiere desactivación ni de minas ni de caza-bobos. La
derrotada y desesperada GN no tuvo tiempo de preparar ese tipo de trampas, al
estilo de las películas de Rambo (por lo menos de manera masiva). Nuevamente,
más detalles en: La toma del búnker de
Somoza (Fisher, 2017 y 2020).
Finalmente, en Nicaragua
traicionada (Somoza, 1980), deja muy claro que la derrota de la GN o la
victoria del FSLN en León, marcó el inicio del desequilibrio militar de la
guerra. Asimismo, agregó que a partir del 16 de junio dio por perdida a León
(el 20 de junio fue tomado el cuartel departamental) y junto con su estado
mayor ordenó que en la capital se reconcentraran tres mil hombres de la GN para
enfrentar a los guerrilleros sandinistas de León, a quienes miraban como la
amenaza que avanzaría sobre Managua, lo cual efectivamente sucedió. Es
importante notar que tal decisión la toman antes del Repliegue Táctico a
Masaya, ocurrido el 27 de junio.
En otras palabras, al dictador y al alto mando de
la GN no le preocupaban demasiado los guerrilleros sandinistas en Managua, ni los
de la ciudad más cercana a Managua, es decir, Masaya (a menos de 30
kilómetros), sino que le preocupaban los situados a 91 kilómetros de distancia,
o sea, en León. Es cierto que Somoza Debayle era leonés y conocía al pueblo de
León; pero él y el estado mayor de la GN eran militares con estudios
profesionales y superiores, que habían analizado muy bien lo ocurrido en los 16
días de combates en la ciudad colonial y universitaria, entre el 4 y el 20 de
junio. No por casualidad, el dictador calificó a la batalla por León como una
debacle, un infierno, un baño de sangre y algo que merecía prestarle atención.
La batalla de León, la primera victoria militar estratégica del FSLN sobre la
GN, es guardando la distancia, el Stalingrado de la Segunda Guerra Mundial o la
Mariúpol de la Operación Militar Especial, en Ucrania, que ha parido un nuevo
orden mundial multipolar y la desglobalización.
López Lowery, al igual que el historiador Casanova
Fuertes, sobrevaloran la importancia del Repliegue Táctico a Masaya, realizado
por el Frente Central y olvidan o niegan el rol decisivo del Frente Occidental,
a pesar de haber sido el único frente guerrillero del FSLN que avanzó
victoriosamente, derrotando a la GN en todas las posiciones donde la encontró,
hecho excepcional reconocido por Fidel Castro Ruz y el estado mayor del
Ejército de Cuba, quienes daban seguimiento a las operaciones militares de la
ofensiva final, según el testimonio de Leopoldo Rivas Alfaro, cuando una
delegación de guerrilleros sandinistas visitó la isla, para conmemorar el 26 de
julio de 1979.
A continuación, recomiendo ver los siguientes
vídeo-films, de gran importancia histórica, que no dejan duda sobre la llegada
del Frente Occidental, procedente de León, a la Loma de Tiscapa y el búnker de
Somoza, en las primeras horas de la mañana del 19 de julio de 1979, el día
oficial del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, hace 43 años.
Título: EL
BÚNKER DE ANASTASIO SOMOZA
PGB
https://www.youtube.com/watch?v=UoW7bsngMyU
Se muestra la llegada del Frente Occidental Rigoberto López Pérez
(FORLP) a la Loma de Tiscapa. Aparecen trotando Noel Antonio Murillo Toruño
(Comandante Cero), con un fusil IMI-Galil, y Oscar Antonio Cortés Marín (el
Chele Marcos), portando un fusil Galil-Sar, ambas armas recuperadas a la
Guardia Nacional.
El periodista norteamericano relata en inglés lo que observa y al
final dice que es de la cadena noticiosa NBC News.
Título: VALOR
FROM DARKNESS (CORAJE DESDE LA OSCURIDAD). Editado por la Universidad de
Quinnipiac, Estados Unidos.
https://www.youtube.com/watch?v=bJg7EeCYBgE
Desde los
15 minutos con 53 segundos (15:53) a los 16 minutos con 19 segundos (16:19).
Entran los jóvenes guerrilleros sandinistas del Frente Occidental Rigoberto
López Pérez (FORLP) y desfilan enfrente del búnker, entre ellos los hermanos Gustavo y Mario Rodríguez Vásquez (los
Chocoyos), así como Alberto Roque (Betín) y Auxiliadora Martínez (la
Chilo).
Desde los
16 minutos con 25 segundos (16:25) a los 16 minutos con 35 segundos (16:35).
Aparece Leopoldo “Polo” Rivas Alfaro conversando con un periodista extranjero y
algunas personas salen corriendo del complejo de la Loma de Tiscapa.
El vídeo fue tomado de una filmación de la cadena noticiosa ABC.
Managua, Nicaragua, 19 de julio
de 2022
Escritos de Lenin Fisher:
reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com