Locos en las calles de
Nicaragua
(…)
el amor apagó el foco,
¿a quién le interesa un loco?
¿a quién le interesa un loco?
(…) ¿se te apagó la luz o la encontraste?
¿se te zafó un tornillo o lo apretaste?
¿cuál es la dimensión de la locura?
¿se te zafó un tornillo o lo apretaste?
¿cuál es la dimensión de la locura?
Loco / Ricardo Arjona
Lenin Fisher
En Nicaragua le llamamos locos o loquitos a los pacientes siquiátricos; y en las calles de las ciudades de nuestro país muchos locos o loquitos deambulan, sin que aparentemente nada se pueda hacer.
Locos o
personas con trastornos psicóticos son aquellas que presentan síntomas
psicóticos como principal característica. La psicosis es un trastorno mental
mayor, de origen emocional u orgánico, que produce un deterioro en la capacidad
de pensar, responder emocionalmente, recordar, comunicar e interpretar la
realidad.
Si bien
no existe un acuerdo universalmente válido sobre la definición del término
psicótico, se puede tomar como referencia la definición conceptual que ofrece
el “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales”, que lo
considera como una pérdida de las fronteras de sí mismo o un grave deterioro de la evaluación de la
realidad, es decir, que la persona se aleja de la realidad. El nivel de
malestar que produce este trastorno es tan invasivo que perjudica sobremanera
el normal funcionamiento del individuo, paralizando su actuar y no permitiéndole
comportarse de acuerdo a la realidad, por lo cual a veces es necesaria la
hospitalización.
Aproximadamente
el 10% de la población tiene creencias paranoides tan agudas que deberían ser
tratadas; pero sólo el 1% recibe tratamiento. Entre el 50 y 80% de los
pacientes que sufren trastornos psicóticos breves no evolucionan a
esquizofrenia, es decir que, entre el 20 y 50% de ellos sí evoluciona a
esquizofrenia. El 70% de la población mundial tiene acceso a menos de un
psiquiatra por cada 100 mil habitantes. En Nicaragua, la esquizofrenia
representa el 22% de las consultas médicas por enfermedades mentales. Las
enfermedades mentales son la quinta causa de invalidez, entre las 10
principales causas en el mundo. Más del
40% de los países del mundo carecen de una política de salud mental; más del
30% no poseen un programa de salud mental; y más del 25% no cuentan con
medicamentos psiquiátricos básicos en la atención primaria de salud (Proyectos de Política de Salud Mental.
Organización Mundial de la Salud. 2001. Programa Nacional de Salud Mental.
Ministerio de Salud de Nicaragua. 2003).
En las
ciudades de Nicaragua desde hace muchos años deambulan personas con trastornos
psiquiátricos llamados popularmente locos o loquitos. Los loquitos son de las
personas más marginadas dentro de los marginados. Puede decirse que en nuestras
ciudades han pululado varias generaciones de loquitos en condiciones miserables
y de mucho riesgo, sin tratamiento, abandonados, hambrientos y hasta desnudos. La
sociedad, las autoridades, las instituciones públicas y privadas, el Estado,
las Alcaldías, etc., no están suficientemente sensibilizadas para abordar
seriamente este problema tan importante. Muchas veces los pocos recursos que se
tienen se utilizan en otras actividades sin mayor importancia.
En 2010, murieron en la ciudad de León tres
loquitos, de manera lamentable y dramática. Uno de ellos, víctima de una
infección grave la piel que seguramente lo llevó a un choque séptico,
causándole convulsiones (los socorristas de los bomberos ni lo quisieron
trasladar), el hecho fue todo un escándalo; un periodista transmitió por radio
desde el lugar de los hechos demandando ayuda para el afectado. Otro, un
adolescente que jugaba por la noche en la carretera de circunvalación (by-pass),
fue atropellado por un furgón. Y un tercero, murió aparentemente asesinado.
Un ensayo
o proyecto piloto para atender a los
loquitos podría impulsarse en una ciudad, lo cual tendría un efecto positivo en
la actividad turística; los niños y adolescentes no mirarían el desagradable
espectáculo de un loquito abandonado a su mala y trágica suerte; se generarían
puestos de trabajo directos e indirectos; y se daría un mensaje humanístico,
solidario y constructivo a toda la sociedad y especialmente a los más jóvenes.
El Plan Piruca, los Programa Amor y Hambre Cero, Una casa para mi país y el
Teletón son ejemplos de que cuando se quiere hacer algo bueno, se puede lograr.
No podemos quedarnos con la respuesta que me dio un galeno cuando le platiqué
sobre esta inquietud: no es rentable. Todo lo contrario, es rentable desde el
punto de vista social, humano y ético.
Managua, Nicaragua, 26
de abril de 2012
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