Resonancia
magnética para el pueblo
Lenin Fisher
El
18 de abril de 2008 tuve el privilegio de ser testigo y partícipe de un hecho
trascendental: la realización por primera vez en la historia de la Medicina de
Nicaragua, y de la Radiología en particular, de un examen de resonancia
magnética en un hospital público, o sea, un hospital de carácter nacional o
estatal. Para que sucediera esto, tuvieron
que pasar 34 años desde que en 1974, en la Universidad de Aberdeen, Escocia,
obtuvieran la imagen de un ser vivo (un ratón); y 31 años, desde que Damadian
publicara, en 1977, la primera imagen axial del tórax humano. (1,2,3,4)
La
República Bolivariana de Venezuela y el Presidente Hugo Chávez Frías donaron al
pueblo de Nicaragua, a través de la cooperación promovida por la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de América (Alba), entre otros sofisticados
equipos, un resonador magnético marca Siemens, modelo Magnetom C, cuya campo
magnético es de 0.35 Tesla y cuyo valor, en cifras redondas, es de 1 millón de
dólares. Este equipo se encuentra
funcionando en el Centro de Diagnóstico de Alta Tecnología adjunto al Hospital
Escuela “Antonio Lenín Fonseca Martínez”, en Managua, que está al servicio de
todas las unidades de atención del sistema de salud pública. (1,2,3,4)
El
resonador es de tipo abierto (para evitar la claustrofobia) y tiene un imán que
pesa 16000Kg (35320Lb). La magnitud del campo magnético de nuestro planeta
Tierra es de 0.5 Gauss (G) y un Tesla (T) equivale a 10000 G , lo que quiere
decir que el campo magnético del resonador en cuestión es 7000 veces mayor que
el de la Tierra. Las imágenes por
resonancia magnética –obtenidas por medio de campo electromagnético, ondas de
radiofrecuencia y sistemas computarizados-representan un mapa de los protones
de hidrógeno (los más abundantes en el cuerpo humano y en la naturaleza en
general), es decir, son un mapa de la distribución del agua en el cuerpo. De
acuerdo a esa distribución del líquido vital se puede diagnosticar si los
tejidos u órganos están normales o alterados, sanos o enfermos. (1,2,3,4)
En
los hospitales privados del país un examen de resonancia magnética cuesta entre
330 y 500 dólares (lo cual representa desde una hasta seis veces el salario de
la mayoría de los nicaragüenses). Ante
esta barrera del precio, puesta por la mano invisible del mercado libre, muchos
compatriotas no podían hacerse este examen tan útil en la práctica médica
actual, o tenían que endeudarse, o pedir por caridad en los medios de comunicación
masiva (esto último, quizá, una de las más humillantes formas de libertad de
expresión). (1,2,3,4)
Actualmente,
como parte del cambio en la esencia de la política nacional de salud, contraria
al modelo neoliberal heredado de privatización y cobros, impulsada por el
gobierno del presidente Daniel Ortega Saavedra, el equipo donado por el pueblo
venezolano está al servicio del pueblo nicaragüense (mayoritariamente pobre).
De manera transparente y eficiente se le brinda gratuitamente este servicio a
la gente. Y ya hemos realizado más de 400 exámenes, lo cual a precio de mercado
representa alrededor de 200000 dólares invertidos en la salud de los pobres. (1,2,3,4)
Este
tipo de hechos concretos estimulan a pagar nuestros impuestos y me reafirman
que los hombres debemos estar donde tenemos que cumplir un deber ético y no donde estemos más cómodos y
ganemos más. (1,2,3,4)
Referencias bibliográficas:
- Fisher, L. Resonancia magnética para el pueblo. El Nuevo Diario. Managua, Nicaragua. 10-7-2008
- Fisher, L. La revolución antineoliberal. Editronic. Managua, Nicaragua. 2009: 287
- Fisher, L. Historia de la Radiología en Nicaragua: la senda de la luz invisible. Universitaria. Managua. 2010: 316
- Fisher, L. Historia de la Radiología en Nicaragua: la senda de la luz invisible. 2da. ed. Universitaria. Managua. 2011: 428
Managua, Nicaragua, 10 de julio de 2008
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