Tomógrafo nuevo para
los pobres
Lenin Fisher
El pasado 13 de septiembre sucedió un hecho relevante
en la historia de la medicina y de la salud pública en Nicaragua: el Gobierno
de Unidad y Reconciliación Nacional, encabezado por el Presidente Daniel Ortega
Saavedra, inauguró oficialmente la instalación de un nuevo y moderno tomógrafo
helicoidal multicortes en el Hospital Escuela “Antonio Lenín Fonseca Martínez”
(HEALFM). (1,2,3,4)
Este es un hecho histórico porque desde que Godfrey
Hounsfield hizo el planteamiento teórico de la tomografía a las sociedades
científico-médicas inglesas, en 1971; o bien, desde que el primer tomógrafo
computarizado, modelo Mark I, fue instalado en el Hospital Atkinson de Londres,
en 1972, han transcurrido más de 35 años para que por primera vez en Nicaragua
un hospital público (nacional o estatal), tenga un tomógrafo nuevo, o sea, “de
paquete”. (1,2,3,4)
“El Lenín” es la manera en que el pueblo llama al
HEALFM. Esa manera de llamarlo quizá sea el gran homenaje para un joven leonés,
estudiante de medicina, habitante del histórico barrio de San Felipe (hermano
del también héroe de la liberación nacional
William Fonseca), que se convirtió en héroe y mártir al dar su vida por la
liberación del pueblo para revolucionar la sociedad nicaragüense en 1979. Ese mismo año, G. Hounsfield y A. Cormack
recibieron el Premio Nobel de Medicina por sus extraordinarios aportes
científicos en la invención de la tomografía axial computarizada (TAC). La TAC
revolucionó a la medicina. El nuevo
tomógrafo helicoidal del HEALFM revolucionará la atención médica en el sistema
nacional de salud para beneficio de la gente pobre. (1,2,3,4)
En Nicaragua nunca se había visto que el sistema
nacional de salud pública o como decimos, el Ministerio de Salud (Minsa),
tuviera un tomógrafo nuevo. Hace unos pocos años, entre 2004 y 2006, hubo un tomógrafo en el HEALFM, pero éste era
usado, era un modelo viejito, presentó muchos problemas (se le dañaban las
tarjetas con frecuencia) y no soportaba el ritmo de trabajo que el hospital
exigía. En 1991, vino a Managua, el primer tomógrafo computarizado, traído por
el Dr. Enrique Jiménez Quezada, tras el cual, poco a poco, vinieron otros
tomógrafos a centros de diagnóstico u hospitales privados, lo cual significó un
avance en la medicina nacional, mediado por el dinero, que la gente tenía o
tiene que pagar para obtener una tomografía, según es la regla del mercado: o
pagas o pagás. (1,2,3,4)
En los años duros de la guerra de 1980 a 1990, aún y cuando se
contaba con un sistema nacional único de salud, no se pudo equipar a los
hospitales con alta tecnología. Luego, los gobiernos neoliberales se encargaron
de desarticular el sistema de salud despidiendo personal, recortando el
presupuesto, facilitando la privatización parcial o total de diferentes tipos
de servicios y en consecuencia la corrupción.
Las administraciones neoliberales llegaron hasta el absurdo de pedirle
al pueblo que donara sábanas para los hospitales o de aceptar las “donaciones”
de sábanas usadas en moteles (algo jamás visto ni siquiera durante los años más
cruentos de la guerra, de la hiperinflación y de la escasez). (1,2,3,4)
Un tomógrafo nuevo en uno de los principales
hospitales del Estado nacional es indiscutiblemente un hito; es por lo tanto,
un mérito del gobierno actual. Ese sofisticado equipo marca Philips, “de seis
cortes”, muy rápido, que permite realizar exámenes en pocos segundos, obtener
imágenes bidimensionales y tridimensionales, capaz de detectar lesiones muy
pequeñas y cuyo valor supera el medio millón de dólares, es parte de la
donación hecha por Venezuela y el presidente Hugo Chávez Frías a través de los
acuerdos de cooperación entre los pueblos firmantes de la Alianza Bolivariana
para los Pueblos de América (Alba), cuyo monto total es de 2 millones 800 mil
dólares e incluye: varias clínicas médico-odontológicas móviles,
electrocardiógrafos, gastroscopio y por si fuera poco, un resonador magnético
que vale más de 800 mil dólares. (1,2,3,4)
En octubre se calcula que puede estar instalado el
resonador, el cual, obviamente, será otro hecho histórico, sin precedentes,
para los hospitales públicos donde la gente pobre es atendida. Desde ya podemos
dar por un hecho que ese resonador magnético será el primero instalado en un
hospital estatal, o sea, del Minsa. Tomógrafo y resonador nuevos terminarán con
el penoso caso de la gente pobre que tiene que mendigar a través de los medios
de comunicación para conseguir dinero y poder pagar un examen de tomografía o
de resonancia magnética. El neoliberalismo nos estaba acostumbrando a esa
escena trágica y a esa forma de libertad de expresión. Ambos equipos harán la
gran diferencia entre la vida y la muerte; facilitarán y agilizarán el
diagnóstico y el tratamiento de los pacientes. (1,2,3,4)
Los exámenes con esas máquinas de alta tecnología
serán gratuitos, lo que tendrá un impacto grandioso en la clase social pobre,
que es la mayoritaria; esa misma clase pobre que fue llamada eufemisticamente
“gente de escasos recursos” “sectores
vulnerables” “menos favorecidos”. Exámenes gratuitos. Sí, así como lo lee. Para
eso pagamos impuestos y queremos ser beneficiados con nuestros impuestos.
Durante estos primeros ocho meses de gobierno sandinista, el Minsa ha pagado
más de 1 millón 300 mil córdobas a hospitales privados por realizar tomografías o resonancias
magnéticas, lo cual demuestra que si los impuestos son bien utilizados se puede
pagar el costo de los exámenes gratuitos y darle mantenimiento adecuado a los
equipos. (1,2,3,4)
Aproximadamente 15 días durará el entrenamiento para
el personal técnico que manejará el tomógrafo; se tomarán todas las medidas
necesarias para la seguridad del equipo ante los altibajos de la corriente
eléctrica; luego, comenzaremos el trabajo arduo para ponernos al día; existe
una larga lista de espera de pacientes que necesitan una tomografía; los
resultados se verán muy pronto. (1,2,3,4)
Muy pocas veces he escrito sobre medicina y salud en
esta página de opinión de El Nuevo Diario (porque no es mi tema preferido),
pero hoy, no podía dejar de hacerlo porque la alegría me embarga. Si el 13 de
septiembre quedará registrado como el día en que se entregó el primer tomógrafo
nuevo a un hospital nacional, cuando se instale el primer resonador nuevo, el
Gobierno, sencillamente, la va a partir. Así, con mucho gusto pago los
impuestos para que la gente pobre se beneficie. (1,2,3,4)
Managua, Nicaragua, 19 de septiembre de 2007
Referencias bibliográficas:
- Fisher, L. Tomógrafo nuevo para los pobres. El Nuevo Diario. Managua, Nicaragua. 19-9-2007
- Fisher, L. La revolución antineoliberal. Editronic. Managua, Nicaragua. 2009: 287
- Fisher, L. Historia de la Radiología en Nicaragua: la senda de la luz invisible. Universitaria. Managua. 2010: 316
- Fisher, L. Historia de la Radiología en Nicaragua: la senda de la luz invisible. 2da. ed. Universitaria. Managua. 2011: 428
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