Historia de los rayos X y la radiología en Nicaragua
Dr.
Rosendo Rubí Delgado
Rosendo Rubí fue un físico de gran
ilustración, que fue el primero en aplicar en Nicaragua los rayos X. “Existe
para su nombre aureola de gran prestigio por sus célebres ensayos sobre
Telegrafía (sic) sin hilos comentados en San Luis, Missourí (sic) en 1904.” Rosendo Rubí fue conocido
por inventar un sistema de teléfono sin hilos que patentó en Washington,
EE.UU., en 1900. (1,2)
Según José H. Montalván
los rayos X se usaron por primera vez…“En Nicaragua en 1902. Parece que entre
nosotros fueron los Drs. Debayle y Rubí los cultivadores de este maravilloso
método de investigación. Es realmente sorprendente que un año después de su
descubrimiento ya Centroamérica los conociera no obstante los lógicos atrasos
de la época y la dificultad de transporte.” En 1896 fueron usados en Chile y Guatemala; y
en 1898 en Honduras. En Nicaragua, los rayos X se usaron siete años después de
su descubrimiento. El Dr. Luis Henry Debayle Pallais regresó de Francia en 1890.
En 1901, el Dr. Montoya Flórez (sic) llevó el primer equipo de rayos X a
Medellín, con el cual se tomó la primera placa radiográfica en Colombia, y en
1911 se tomó la primera radiografía en Bogotá. (1,2)
Rosendo Rubí nació
aproximadamente en 1862 y murió el 6 de enero de 1942 (a los 80 años de edad).
Su esposa fue Josefa
Margarita Otero, quien murió el 4 de mayo de 1942, y con la cual tuvo
ocho hijos, de los cuales dos murieron jóvenes. (1,2)
El
era un poco mayor que el doctor Luis H. Debayle y que el “Príncipe de
las Letras Castellanas” Rubén Darío. No era un discípulo más joven que él, “El
Sabio” Debayle como se ha descrito. Era tres años mayor que el Dr. Debayle y cinco
años mayor que el poeta Darío. (1,2)
En el año 1900, Rosendo Rubí inventó un aparato para la transmisión de
la voz por ondas hertzianas de radio (sin hilos). El doctor Rubí y sus
amigos hicieron esfuerzos para patentar su invento en Nueva York, pero el
italiano Guillermo Marconi patentó un invento similar en esa ciudad antes que
el nicaragüense.
Desgraciadamente,
no tenemos ninguna evidencia concreta de que el invento ocurrió en 1900, además
de las palabras de Rubén Darío, quien escribió que Rosendo Rubí patentó su
invento en 1900. Esto es sumamente improbable. Sólo tenemos evidencia de un
viaje a los Estados Unidos, en 1904, y la mención de una demostración de su
invento en León en 1902. (1,2)
Guillermo Marconi, el investigador
italiano, es el mundialmente conocido inventor de la radio, aunque un fallo de
la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos reconoce ese mérito a Nicolás
Tesla, el científico croata. (3)
Rubén Darío, que regresó a Nicaragua
el 23 de noviembre de 1907, describió en el capítulo número tres de su obra
titulada “Viaje a Nicaragua e Intermezzo Tropical”, lo siguiente: “…Y hasta algo
(sic) como un Charles Cros nicaragüense ha habido que ha experimentado allá un
sistema de teléfono sin hilos mucho antes de las hoy triunfantes tentativas de
electricistas europeos. Me refiero al doctor Rosendo Rubí, que obtuvo en
Washington una patente el año de 1900.”
(1,2). Charles Cros fue uno de los poetas malditos franceses, que también era
inventor e investigador y realizó trabajos sobre el fonógrafo. (3)
Entre la familia Rubí Moncada y
otras que lo conocieron, lo que se recuerda es que el Dr. Rubí trató
de conseguir la patente, pero no lo logró. No sabemos en cual ciudad
exactamente trató de patentar su invento. Aparte de San Luis, Missouri, no
sabemos si visitó otra ciudad durante su estadía en los Estados Unidos, en
1904. (1,2)
El Dr. Rubí merece nuestro reconocimiento porque sobresalió en la ciencia cuando en
nuestros países no dan importancia a las matemáticas ni a las ciencias. En el
frontispicio de la casa del Dr. Rubí, en León, se puede leer una
placa que dice (1,2):
“En esta casa se hizo
el primer experimento de radiotelefonía por el sabio doctor Rosendo Rubí, en
presencia del primer magistrado de la nación, general J. S. Zelaya, en el año
de 1902.
En recuerdo del magno
acontecimiento, la ciudad consagra esta placa recordativa a su hijo eminente.”
(1,2)
El Dr. Carlos Berríos Delgadillo en
su ensayo “Breves biografías de los grandes médicos nicaragüenses del pasado”
publicado en León, Nicaragua, el 18 de octubre de 1950, presentó la biografía
del Dr. Rosendo Rubí en la página 17, y algunas breves referencias sobre el
Dr. Rubí A., en las páginas 11, 12 y 16.
El ensayo del Dr. Berríos Delgadillo brinda resúmenes biográficos de
médicos del pasado, muy conocidos, ya fallecidos, señalando lo siguiente (1,2):
“Rosendo
Rubí. Vivió la vida modesta y sencilla de su laboratorio. Egresado de nuestra
Centenaria Universidad, no sólo desempeñó con acierto y altruismo su profesión,
sino que lleno de fervoroso anhelo por la ciencia, se convierte en eficaz
investigador, hasta llegar después de paciente trabajo a descubrir los
principios de la telefonía sin hilos.
Va
a los Estados Unidos de Norte América, lleva a la exposición de San Louis de
Missouri de 1904 su invento que le valió salvar las fronteras patrias y figurar
como sabio en el Diccionario Ilustrado de la Real Academia Española.
De
temperamento modesto, nunca sintió en su espíritu la vanidad del triunfo.
Siempre le vimos deambular por las calles de nuestro León, con porte sereno,
con paso vacilante por los años, llegar de tarde en tarde a dictar su clase de
Física Médica a la Facultad
de Medicina.
Murió
como todos los sabios, sin mayores recursos económicos, pero con la
tranquilidad del deber cumplido y la satisfacción de haber dado lustre a su
patria.” (1,2)
El Dr. Rubí Delgado y su familia vivían enfrente de la
Casa de Salud del Dr. Debayle en lo que se llama el
barrio El Sagrario (contiguo a la farmacia Norma, donde son las oficinas del
Consejo Supremo Electoral), sector que es parte del centro histórico de la
ciudad, en la casa que era de la familia Moncada. Cuando el Dr. Rubí introdujo
el equipo de rayos X (el primero en hacerlo en Nicaragua, en 1902), el Dr. Debayle le enviaba pacientes para tomarle placas de rayos X. Rubí y Debayle eran
colegas médicos. (12)
Entre
mayo y junio de 1904, el Dr. Rosendo Rubí estuvo presente en la
exposición o feria mundial realizada en St. Louis, Estados Unidos, con el
objetivo de presentar el resultado de sus experimentos de telegrafía sin hilos.
El gobierno de Nicaragua encabezado por el general liberal José Santos Zelaya,
quien gobernó el país durante 16 años sin realizar elecciones, construyó un
pabellón, o sea, un edificio especial para que fuera ocupado por los
representantes de Nicaragua.
Probablemente, el gobierno nicaragüense quería causar buena impresión al
Congreso de Estados Unidos en medio de la selección de Panamá o Nicaragua para
construir un canal interoceánico. De los países latinoamericanos sólo
Argentina, Brasil, México y Cuba construyeron edificios más grandes que el de
Nicaragua. (1,2)
Rosendo Rubí fue un físico de gran
ilustración, que fue el primero en aplicar en Nicaragua los rayos X. “Existe
para su nombre aureola de gran prestigio por sus célebres ensayos sobre
Telegrafía (sic) sin hilos comentados en San Luis, Missourí (sic) en 1904.” Rosendo Rubí fue conocido por inventar un sistema de teléfono
sin hilos que patentó en Washington, EE.UU., en 1900. (1,2)
Según José H.
Montalván los rayos X se usaron por primera vez…“En Nicaragua en 1902. Parece
que entre nosotros fueron los Drs. Debayle y Rubí los cultivadores de este
maravilloso método de investigación. Es realmente sorprendente que un año
después de su descubrimiento ya Centroamérica los conociera no obstante los
lógicos atrasos de la época y la dificultad de transporte.” En 1896 fueron usados en Chile y Guatemala; y
en 1898 en Honduras. En Nicaragua, los rayos X se usaron siete años después de
su descubrimiento. El Dr. Luis Henry Debayle Pallais regresó de Francia en 1890.
En 1901, el Dr. Montoya Flórez (sic) llevó el primer equipo de rayos X a
Medellín, con el cual se tomó la primera placa radiográfica en Colombia, y en
1911 se tomó la primera radiografía en Bogotá. (1,2)
El
Dr. José H. Montalván escribió en 1960 sobre el uso de los rayos X por primera
vez en Nicaragua; él fue Rector de la Universidad Nacional
de Nicaragua y por lo tanto, una persona bien informada, que escribió sobre un
hecho de 1902, o sea, 58 años después. El Dr. Luis J. Espinosa Rodríguez
publicó sobre este tópico en 1995, es decir, 93 años después. Y en el escrito
del Dr. Espinosa Rodríguez se basó el Dr. Elías Corea Fonseca en el año 2000
para escribir una reseña sobre la Radiología en su libro “Historia de la medicina
en Nicaragua”, o sea, 98 años después de que según J. H. Montalván vino el
primer aparato productor de rayos X. (1,2)
¿Si
Guatemala tuvo su primer aparato de rayos X en 1896 y Honduras en 1898, por qué
Nicaragua no lo pudo obtener en 1902? Si el primer equipo de rayos X que vino a
Nicaragua hubiese venido hasta en 1920, hubiese coincidido el hecho con la
llegada de “El Cuarteto de la
Sorbona ” (Drs. Humberto Tijerino, Alcides Delgadillo, Alfonso
Argüello y Alberto Martínez). Y si hubiese sido en 1920, los doctores Debayle y Rubí habrían tenido 55 y 58 años respectivamente; y el Dr.
Juan José Martínez Moya habría traído el segundo aparato de rayos X a Granada
en 1920; o bien, algunos años después de 1920. El apogeo de la actividad
científica del Dr. Rubí fue entre 1900 y 1904 (intento de patentar y
presentación de la telegrafía sin hilos en Estados Unidos). 1902 es un año que
está dentro de ese pequeño período; precisamente el año en que J. H. Montalván
atribuye al Dr. Rubí haber traído el primer aparato productor de
rayos X a Nicaragua. (1,2)
Lo que sí es cierto,
es que el Dr. Rosendo Rubí no pudo hacer funcionar inmediatamente un
aparato de rayos X entregado por el presidente Bartolomé Martínez al Hospital
San Vicente de Paul de la ciudad de León, en el año de 1919-1920, debido a que
hacía falta una pieza. Este fue quizás, uno de los primeros aparatos de rayos X
en dicho hospital. Lo anterior, pudo haber generado la idea de que el Dr. Rubí
Altamirano trajo hasta en 1920 el primer tubo de vacío, generador de rayos X. (1,2)
Todo indica que el Dr.
Rubí tomó la primera radiografía en Nicaragua y que el Dr. Debayle
Pallais fue el primer médico clínico referente, es decir, que remitió a un
paciente para que se tomara una radiografía. Rubí y Debayle trabajaron estrechamente aplicando los rayos X en León. Fue en 1902, en León,
que inició el uso -y probablemente el abuso de los rayos X en Nicaragua-, dado
que para entonces los tiempos de exposición eran de varios minutos (15 minutos
o más); y porque hasta 1912, o sea, 15 años después del descubrimiento de W. C.
Roentgen, los científicos se dieron cuenta realmente qué eran los rayos X: una
onda electromagnética con longitud de onda muy corta y alta frecuencia. No deja
de ser sorprendente que, mucho tiempo antes de que los científicos supieran la
verdadera naturaleza de los rayos X, ellos hayan empezado a desarrollar
aplicaciones médicas en gran escala. (1,2)
Los
doctores Luis Jacinto Espinosa Rodríguez y Elías Corea Fonseca apuntaron que
fue en el año de 1920 que llegó a la ciudad de León el primer aparato de rayos
X, hecho que ocurría por primera vez en Nicaragua. Sin embargo, el Dr. José H. Montalván nos ha
señalado que los rayos X se usaron por primera vez en Nicaragua en el año 1902. La diferencia sería de 18 años. (1,2)
Ese primer aparato de
rayos de X llegó a León para ser utilizado por el médico Rosendo Rubí, quien
tenía inclinaciones hacia la física general. Dicho equipo se instaló en “La Casa de Salud” (clínica
privada del Dr. Luis Henry Debayle). Dicha casa todavía se conserva, restaurada, en la ciudad colonial
de Santiago de León de los Caballeros y está situada en la esquina opuesta a la
esquina nor-este del Hospital Escuela “Dr. Oscar Danilo Rosales Argüello”. No existen registros del aprovechamiento de
ese equipo (1,2).
Nicaragua no conserva
la primera radiografía tomada en el país; radiografía que tuvo que haber sido
tomada por el Dr. Rosendo Rubí, quien tuvo como primer médico
referente de pacientes al Dr. Luis Henry Debayle Pallais. Si el Dr. Rubí hubiese traído el primer aparato de rayos X a León de Nicaragua en
1920, quiere decir que tuvo que haber coincidido con la llegada del “Trío de La Sorbona ” en el mismo año y
debió haberlo hecho casi a los 58 años de edad (55 años para el Dr. Debayle). Además, el espíritu emprendedor del Dr. Rubí tuvo su
apogeo alrededor de 1904 cuando presentó su invención de la telegrafía sin
hilos en Estados Unidos. El tamaño del tubo de vacío productor de rayos X no
era muy grande, comparado con los actuales, porque era un instrumento
rudimentario, sencillo, todavía, lo cual facilitaba su importación. Todo indica
que el año 1902 (siete años después del descubrimiento de Roentgen) fue el año
en que a Nicaragua vino el primer equipo de rayos X. (1,2)
Lastimosamente,
Nicaragua no conserva la primera radiografía tomada en León por el Dr. Rosendo
Rubí al contrario de Colombia que conserva la primera radiografía
tomada por el Dr. Montoya Flórez en 1901. Sin embargo, el hecho de que no haya
registros de la labor realizada con ese primer aparato de rayos X importado por
el Dr. Rubí no quiere decir que haya sido intrascendente, como lo
calificó el Dr. L. J. Espinosa Rodríguez; sobre todo cuando la falta de
registro, la pérdida de registro o el subregistro es un mal que cargamos como
país. Pero existe una fotografía histórica, valiosa, en la que se observa al
Dr. Rubí no a la par del tubo de vacío generador de rayos X, que él
había traído a Nicaragua, con un paciente en decúbito supino, al cual le está
tomando una radiografía. (1,2)
En aquel tiempo,
predominaba entre los profesionales el espíritu de lo novedoso y la práctica
del acaparamiento. Después que murió
Debayle, en 1938, en sus bodegas se encontró una gran cantidad de aparatos y
equipos traídos a Nicaragua desde el extranjero, los cuales pudieron ser útiles
en los hospitales del país; pero que jamás fueron utilizados. (1,2)
La lápida de su tumba
en la ciudad de León dice que murió en el año de 1940, lo cual se considera
incorrecto sobre todo por el pequeño obituario del periódico estadounidense The
New York Times fechado en 1942. The New York Times describió en su obituario lo
siguiente (1,2):
“Dr. ROSENDO RUBI
Special Cable to THE NEW YORK TIMES
MANAGUA, Nicaragua, Jan. 7-
Dr.
Rosendo Rubi, leading physicist
of
Nicaragua, died yesterday at
the
age of 80. He was a pioneer
in
the field of wireless telegraphy
and
was sent to the St. Louis Ex-
position
by President General José
Santos
Zelaya to demonstrate his
experiments.
He was called the
Nicaraguan
Marconi. Dr. Rubi
was
Professor of Physics for many
years
at the University of Leon.
The
New York Times. Thursday, Jan. 8 of 1942”
“Dr. Rosendo Rubí
Cable especial para The
New York Times
Managua,
Nicaragua, 7 de enero.
El Dr. Rosendo Rubí,
un prominente físico de Nicaragua, murió ayer a la edad de 80 años. Era un
precursor en el campo de la telegrafía sin hilos y fue enviado a la exposición
de San Luis por el presidente y general José Santos Zelaya para demostrar sus
experimentos. Le llamaban el Marconi nicaragüense. El Dr. Rubí fue profesor de
física por muchos años en la Universidad de León.
The
New York Times. Jueves, 8 de enero de 1942.”
Aunque
el obituario es relativamente breve, debe valorarse que The New York Times lo
consideró como una noticia que valía la pena publicar, sobre todo si se toma en
cuenta que el Dr. Rubí Delgado era originario de Nicaragua, un país pequeño,
y porque en 1942 se desarrollaba en su máxima intensidad la Segunda Guerra
Mundial, independientemente de que el cable haya sido enviado desde Managua
(comúnmente, todo cable es enviado desde el lugar donde se origina la noticia)
y que refleje más el concepto que los nicaragüenses tenían del Dr. Rubí que la opinión de The New York Times. (1,2)
Algunas de las
noticias publicadas en Nicaragua al morir el Dr. Rosendo Rubí,
fueron las siguientes (1,2):
“Diario La
Noticia. Edición del 8 enero 1942
Murió el doctor
Rosendo Rubí
Antenoche dejó de
existir en León el distinguido [palabra irreconocible] doctor Rosendo Rubí
notable médico y hombre de ciencia que se había dedicado al estudio de [palabra
irreconocible] física, hace muchos años hizo interesantes experimentos de
radio-telefonía. Fue catedrático de la Universidad de León. Su desaparecimiento ha sido
muy sentido en los círculos sociales y profesionales de la metrópoli.
Presentamos nuestro
sentido pésame a toda la familia del extinto.”
“La Nueva Prensa. Edición del 7 enero 1942 (Año X, Época
IV) [Página 1]
(Managua.
Director-Editor: Gabry Rivas; Administrador: José Esteban Rivas)
Murió anoche en
León el Marconi nicaragüense, Dr. Rosendo Rubí
Fue el precursor de la comunicación inalámbrica. En
1902, hizo sus primeros experimentos ante el entonces Presidente Zelaya, quien
lo envió a los Estados Unidos para que exhibiera su invento en la Exposición de
San Luis. León, 6 –La Nueva Prensa-Managua-Por teléfono–
A las seis de la
tarde de hoy dejó de existir en esta ciudad, el conocido hombre de ciencia,
doctor Rosendo Rubí, médico y cirujano distinguido que gozaba del general
aprecio en el seno de la sociedad metropolitana.
El doctor Rubí fue
el precursor de las comunicaciones inalámbricas. En mil novecientos dos, hizo
su primer experimento público en presencia del Presidente de la República General
José Santos Zelaya, quien reconociendo sus méritos de hombre de ciencia, lo
envió a los Estados Unidos a la exposición de San Luis para que presentara su
invento. (pasa
a la página 10)
[Página 10:]
Hace como un año, el Alcalde Municipal de esta ciudad, don Roberto De’Bayle,
mandó a colocar una placa recordatoria en la casa donde se verificó el ensayo
inalámbrico, edificio que pertenece a la familia Padilla Méndez de esta ciudad.
El doctor Rubí
dedicó gran parte de su vida a los estudios de física, adquiriendo profundos
conocimientos, por lo cual se le llamaba el Marconi nicaragüense.
Por nueve años fué
profesor de físicas de la
Universidad. Muere pobre como casi todos los sabios. Su
nombre figura en la
Enciclopedia Espasa. -Corresponsal.”
“La Nueva Prensa. Edición del 9 enero 1942 (Año X, Epoca
IV) [Página 6]
Honores póstumos de
la Centenaria
Universidad Leonesa al eminente doctor Rosendo Rubí
Pronunciaron
discursos los doctores Alí Vanegas y José María Carmona.
León, 8-La Nueva Prensa, Managua.
León, 8-La Nueva Prensa, Managua.
Ayer en la tarde se
verificaron los funerales del recordado maestro doctor Rosendo Rubí, al cual
asistieron todos los elementos sociales de la ciudad.
El cortejo fúnebre
salió de la casa de habitación de su viuda doña Chepita, en medio de una gran
concurrencia, compuesta principalmente de profesionales y alumnos. El cadáver
del Maestro fue llevado en hombros de sus discípulos hasta la Universidad , que
encresponada, esperaba a uno de sus más queridos hijos.
Durante el acto
tomaron la palabra los doctores José María Carmona y Alí Vanegas. En la Universidad
pronunciaron sendos discursos el doctor Atanasio Salmerón, a nombre de la Juventud Médica y
el doctor Salvador Pérez-Grijalva, a nombre de la Sociedad Luis H.
Debayle.
Se hizo
rememoración de los grandes Maestros idos, Drs. Debayle, Berríos, Marín y Lara,
pilares del prestigio de esta Universidad y quienes, como el Dr. Rubí, se
entregaron por entero a la juventud en el santo cumplimiento de sus vocaciones.
Los Decanos y
miembros de ambas Facultades, la mayor parte de los médicos y abogados de León;
alumnos universitarios y de intermediaria y público en general, acompañaron el
cuerpo del que fuera bien llamado el Marconi nicaragüense, hasta su última
morada. Su enterramiento tuvo lugar hasta las siete de la noche en el
cementerio de Guadalupe.
Renovamos nuestro
pésame a la familia doliente.”
“Palabras
silenciosas, pronunciadas en el entierro del doctor don Rosendo Rubí por Alí
Vanegas.
Señores:
El simún de la muerte
azota al mundo y los flagelos de Dios, desde las páginas tremendas de la Biblia , convulsionan la Tierra , secan la hierba
debajo de las ruedas de sus monstruos mecánicos y convierten las horas, en
todos los confines, en un espantoso crepúsculo sangriento.
Pero no es esto lo que hoy agita y entenebrece nuestras almas. ¡No! Es que en medio de la inmensa barsúnda de la guerra y de la muerte, se ha dormido para siempre uno de los puros.
Pero no es esto lo que hoy agita y entenebrece nuestras almas. ¡No! Es que en medio de la inmensa barsúnda de la guerra y de la muerte, se ha dormido para siempre uno de los puros.
Este que durante su
vida fue siempre un silencioso, hoy quiso morir como vivió: calladamente. Como
actuó dando la vida –su vida– y dando la ciencia – su ciencia -, según el evangelio:
sin que su mano izquierda supiera lo que hizo su mano derecha. Por eso ante su
tránsito, yo no pronuncio: ¡ha muerto! Digo en voz baja: se ha dormido….
Y el doctor Rosendo
Rubí, desde la eternidad, apaciblemente, ha de sentir la gran satisfacción de
ese silencio, el mismo acaso que le arrulló sus sueños en su gabinete de físico
e inventor eminente. Porque para él están de sobra las palabras, las inútiles
palabras que se dicen a los que el mundo de los gritos imagina grandes.
¿Su vida? La música
pura del silencio. Si en 1904, cuando inventó el telégrafo sin hilos, que le
fue arrebatado, se le hubiera recibido en su patria con fanfarrias y laureles
más o menos efímeros, él se hubiera sentido fuera de su lugar.
Es que eso, no era
para él. Es que eso hubiera sido disonante en su vida de río fecundante que
pasa como un sueño, abstraído y olvidado del mar. Están bien los fatuos honores
del mundo para los que triunfaron, como en el juego de azar, en las finanzas,
por un golpe de audacia. O de suerte.
Para este sabio que hoy se ha dormido en el regazo de la ciencia, yo tengo ahora, señores, en nombre de mi patria agradecida, la trémula oración de mi silencio.
Para este sabio que hoy se ha dormido en el regazo de la ciencia, yo tengo ahora, señores, en nombre de mi patria agradecida, la trémula oración de mi silencio.
He dicho.
Alí Vanegas.
León, Nicaragua.
8 de enero, 1942”
De la
misma manera que en Cuba el Dr. Francisco Domínguez Roldán es considerado el
“Padre de la Radiología ”,
el Dr. Rosendo Rubí debe ser considerado no sólo pionero de la
Radiología, sino que el padre y fundador de la misma en Nicaragua. El Dr. R.
Rubí tiene un sitio de honor como pionero, fundador y padre de la Radiología en
Nicaragua, al igual que el Dr. Arturo Salazar en Chile; Dr. Darío González en
Guatemala; Dr. Miguel Ugarte en Honduras; Dr. Miguel Ugarte en Honduras; Silva
Ramos, Alfredo Brito y Francisco Pereira Nieves en Brasil; Dr. Tomás Varzi y
Dr. Jaime R. Costa en Argentina; el químico Antonio Pedro Mora en Venezuela; Ing.
Luis Espinosa y Cuevas en México; y el Dr. Montoya Flórez en Colombia; y el
antes mencionado Dr. Domínguez Roldán en Cuba. El Dr. Rubí Altamirano es el
equivalente del Dr. Carlos Desvernine en Cuba, quien llevó a la isla el primer
tubo de vacío generador de rayos X. (1,2)
El
Dr. Rosendo Rubí es más importante en la historia de la Radiología
de Nicaragua de lo que hasta ahora se ha sabido, dicho, escrito, transmitido o
pensado sobre él. Por lo tanto, en el 115 aniversario del descubrimiento de los
rayos X, honor y gloria para el “Padre de la Radiología en Nicaragua”, quien
fue el primero en traer al país un tubo de vacío generador de rayos X hace 109
años; así como el primero en tomar una radiografía en el país, con la nueva
clase de rayos que el 8 de noviembre de 1895 descubriera el alemán William
Conrad Röntgen. (1,2)
Dr.
Juan José Martínez Moya
El Dr. Juan José
Martínez Moya importó desde Francia un aparato de rayos X y aplicó por primera
vez, la radiografía como auxiliar diagnóstico en obstetricia. El Dr. J. J.
Martínez Moya tomó la primera radiografía con aparato de rayos X portátil; pero
no se sabe una fecha precisa. El Dr.
Martínez Moya, nació el 16 de mayo de 1868, un año después de Rubén Darío. Su
padre fue Jacobo Téffel, de origen alemán y Esmeralda Moya. J. Téffel se cambió el apellido alemán por
Martínez en agradecimiento al Presidente de la República de Nicaragua, Tomás
Martínez, de tendencia política conservadora. No se ha confirmado verazmente la
existencia de otro equipo de rayos X en la ciudad de Granada, propiedad del
destacado cirujano Dr. Juan José Martínez Moya. (1,2)
El Dr. J. J. Martínez
Moya fue pionero de la cirugía en Nicaragua. Se bachilleró en el South Park
Collage of London. Ingresó a la
Facultad de Medicina de New York, EE.UU., a la edad de 16
años, graduándose el 8 de marzo de 1887 a los 19 años, entre los 20 primeros
lugares de su promoción. En el Hospital
Bellevue de New York realizó su internado.
Trabajó como cirujano durante cinco años en el Hospital de New York.
Viajó dos veces a Europa para estudios de perfeccionamiento y se vinculó a
prestigiosos cirujanos de esa época tales como: Kocher, Billroth, Albert;
oculistas como Fuchs y Stellwag; así como con el dermatólogo Kaposi (40,41). El
Dr. Martínez M., regresó a Nicaragua en 1889. (1,2)
El Dr. Juan J.
Martínez M., fue el fundador de la
Escuela de Medicina y Cirugía de Granada, en 1916. Junto al Dr. Debayle fundó la moderna cirugía
en Nicaragua al introducir y poner en práctica los fundamentales principios de
asepsia y antisepsia. (1,2)
Fundó una Casa de
Salud en donde se realizó intensa labor quirúrgica, sentando escuela. De
atrayente personalidad, de finos modales, se impuso en la investigación
científica y en la docencia. Publicó trabajos de gran mérito entre los cuales
figuran: “Historia de la
Cirugía en Nicaragua” y “Estudio del cerebro de Rubén
Darío”. Ejerció la profesión por más de
60 años. Fue Decano varias veces, ministro de gobernación, senador, diputado y
alcalde de Granada, cargos en los que dejó impreso su entusiasmo, mesura y devoción por la cultura. (1,2)
Cuando el Dr. Martínez
Moya regresó a Nicaragua presentó y aprobó por unanimidad su examen que versó
sobre asepsia y antisepsia, de la cual es promotor y principal impulsor,
esfuerzo que coincide con la actividad de su colega leonés, Dr. Luis H.
Debayle. En diciembre de 1889, hizo la primera cirugía de catarata, una
ovariotomía y la primera cesárea exitosa. El Dr. J. J. Martínez Moya es una de
las personalidades de la historia hospitalaria granadina en el periodo entre
1900 y 1927. Faltaban seis años para que W. C. Roentgen descubriera los rayos X
en Europa cuando el Dr. Martínez Moya regresó a Nicaragua. (1,2)
En 1919, el Presidente
de la República
Bartolomé Martínez obsequió al Hospital San Vicente de la
ciudad de León, un aparato de autoclave y otro de rayos X; este último, no pudo
hacerlo funcionar inmediatamente el Dr. Rosendo Rubí Altamirano por faltarle
algunas piezas que no llegaron. Los
hermanos Francisco y Elías Pereira, con amplios conocimientos en ingeniería
mecánica brindaron sus servicios oportunos por muchos años, en las
instalaciones del tanque de agua y el motor eléctrico del pozo, así como en los
aparatos de rayos X y autoclave. (1,2)
A
finales del año 1920, la medicina clínica de León recibió un gran impulso con
el regreso al país de un grupo de jóvenes que se había formado en Francia, en la Universidad de París o
La Sorbona de
París. “El regreso de los Drs. Alfonso Argüello, Humberto Tijerino, Alcides Delgadillo
y Alberto Martínez significó un gran impulso e influencia para el ejercicio de la Medicina en la época.”
Para ese tiempo la escuela quirúrgica de Debayle –caracterizada por ser
anatómica, aséptica y hemostática, tres aspectos revolucionarios para
entonces-, desarrollaba su trabajo en el Hospital San Vicente y en la Casa de Salud, conocida
previamente como Hospital de Sangre. (1,2)
En
aquel tiempo, existían los Caballeros Católicos de Granada -entre los cuales
destacaba Salvador Cardenal, Presidente de la Junta de Beneficencia Local-, quien prohibió que
los estudiantes de medicina realizaran disecciones sobre cadáveres de mujeres,
a solicitud de una monja católica, con el argumento de que era un ataque a la
“pureza” de las mujeres. No obstante, la Facultad de Medicina rechazó tal disposición
administrativa. Los Caballeros Católicos se oponían a que las mujeres
practicaran actividades deportivas porque “éstas acabarían masculinizando a las
mujeres y transformándolas en marimachas.” (1,2)
Tiempos en que un
diputado, Salvador Castrillo, promovió y consiguió la promulgación de una ley,
en 1918, que prohibía a las mujeres y hombres conversar en las calles, si
previamente no habían sido formalmente presentados; ley tan absurda que fue
revocada por la Corte
Suprema de Justicia. El comportamiento inmoral y escandaloso
de las mujeres de la élite –decían- podía erosionar el respeto que el populacho
debía guardar a las “clases directoras”. (1,2)
En ese contexto, el Dr. Henry
Pallais B., joven, talentoso y prominente cirujano graduado en Estados Unidos
-otra de las personalidades de la historia hospitalaria granadina- luchó por
más de tres años junto a la Facultad de Medicina, Cirugía, Farmacia y
Dentistería de la Universidad de Oriente y Mediodía contra el clero y sus
aliados, los católicos caballeros. En
1924, el Dr. Pallais B., recibió el castigo de la élite social granadina: fue
rechazado al intentar pertenecer al exclusivo Club Social de Granada. (1,2)
Dr.
Inocente Lacayo
El Dr. Inocente Lacayo
fue el primer especialista dedicado a la Radiología como actividad profesional a tiempo
completo y ejerció en Managua. El Dr. Lacayo, médico graduado en Francia, vino
a Nicaragua entre 1925 y 1926, con sus equipos listos para comenzar a trabajar
y servir a la población. Fue pionero y
único profesional en el campo de la Radiología. En 1929, el Dr. I. Lacayo firmó
un contrato de libre importación de aparatos de rayos X con el gobierno de José
M. Moncada impuesto por el ejército estadounidense de ocupación. (1,2)
El Dr. Lacayo fue el
autor de “Breve reseña histórica sobre la Sociedad Médica de Managua”,
publicada en la revista “Nicaragua Médica”, en 1938. El Dr. I. Lacayo se graduó en la Facultad de Medicina de
París donde recibió la distinción Medalla de Plata de dicha Facultad por su
trabajo “El radiodiagnóstico de las insuflaciones abdominales”. Pionero de la Radiología en Nicaragua
y uno de los primeros líderes del gremio médico nacional. Fue electo como el
primer Presidente de la
Asociación Médica Nicaragüense el 5 de agosto de 1939. Y está
incluido en la lista de personalidades de la historia hospitalaria de Granada,
en el periodo de 1900 a
1927. (1,2)
“Cabe consignar, como
homenaje a sus ilustres autores Dres. (sic) Arturo Arana M., ya ido, e Inocente
Lacayo, que aún labora como eminente radiólogo, que el primer ensayo de Código
de Deontología Médica fue el formulado por ellos en 1922 y que fuera aprobado
por la Sociedad Médica
de Managua el 20 de junio de ese mismo año.” Era lo que señalaba L. H. Montalván,
en 1960, quien además anotó: “Ambos Códigos nuestros, el primero formulado y el
vigente, no consignan penas. Quizás sea conveniente completarlos
consignándolas.” Se refería al Código de
Moral Médica aprobado en el V Congreso Médico Centroamericano reunido en San
Salvador en 1938. (1,2)
De
acuerdo al editorial de la revista Bolsa Médica, de octubre de 1994, el 3 de
septiembre de 1883 se fundó la Sociedad Médica de Managua, cuyo primer
Presidente fue el Dr. Pastor Guerrero.
Esta Sociedad con el tiempo desapareció y fue relevada por una nueva
Sociedad Médica de Managua, en 1922. La Asociación Médica Nicaragüense se fundó
en 1939, es decir, 17 años después de haberse refundado la Sociedad Médica de
Managua, siendo su primer Presidente el Dr. Inocente Lacayo, radiólogo; esa
ocasión fue considerada como “el inicio histórico del gremio con
características de grupo nacional.” (1,2)
En 1929, el Dr. Lacayo
firmó un contrato de libre introducción de equipos de rayos X, con el Ministro
de Higiene y Beneficencia Públicas, Frutos Paniagua, durante el gobierno
liberal del General José María Moncada. Dos años y siete meses duraba ya, la
resistencia antintervencionista del General Augusto César Sandino. El contrato
tuvo carácter de decreto ministerial y decía así (1,2):
“1930:
LIBRE INTRODUCCION DE RAYOS X A NICARAGUA”
EL
PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
ACUERDA:
Dar
su aprobación al contrato que dice así:
El
Dr. Frutos Paniagua, Ministro de Higiene y Beneficencia Públicas, en
representación propia, de otra parte, han convenido en el siguiente contrato:
I
El
Dr. Lacayo se compromete, durante el tiempo que dure el contrato, a practicar
en el Laboratorio de Radiología que tiene establecido en esta población, a
principal y costo, todo trabajo de Rayos X que le sea solicitado por los
Hospitales de la República
o por el Ministerio de Beneficencia y siempre que dichos trabajos sean en
enfermos de beneficencia.
II
Para mayor claridad
en lo estipulado en la cláusula anterior, se establece la suma de seis córdobas
(C$6.00) como equivalente al principal y costo de cada examen.
III
A
cambio de esta concesión, el señor Ministro Paniagua, o en su falta cualquier
otro representante del Gobierno de Nicaragua, concede o concederá al Dr.
Lacayo, libre introducción por los puertos de la República , de todo
aparato de Rayos X que el referido Dr. Lacayo necesite para completar o
perfeccionar su Laboratorio de Radiología.
IV
La
libre introducción de los aparatos a que se refiere la cláusula anterior, queda
limitada a la suma de cuatro mil córdobas (C$4000.00) de principal. El Dr.
Lacayo queda facultado a efectuar esta introducción en varios pedidos que
pueden ser hechos durante el tiempo que dure el presente contrato.
V
La
validez del presente contrato será hasta el treinta y uno de diciembre de mil
novecientos treinta y dos.
Firmamos
dos tantos iguales, en Managua, a veintiuno de diciembre de mil novecientos
veintinueve. FRUTOS PANIAGUA, INOCENTE LACAYO.
Comuníquese.
Casa Presidencial. Managua, ocho de enero de mil novecientos treinta. JOSE
MARIA MONCADA. El Ministro de Higiene y Beneficencia Públicas. FRUTOS PANIAGUA.
Gaceta.
En la ciudad de León,
en 1932, el Dr. Alfonso Argüello
Cervantes, cirujano, adquirió otro equipo de rayos X, el cual no fue
aprovechado durante algún tiempo por lo cual pasó al Hospital San Vicente de la
misma ciudad. La tesis original del Dr. Argüello Cervantes sobre los vasos
linfáticos de la vejiga urinaria, fue reconocida por el anatomista francés
Ruviere, quien la incluyó en su “Tratado de Anatomía”. Durante la década de
1940, el Dr. Ramón Méndez Tijerino,
en la ciudad de Matagalpa, adquirió otro aparato de rayos X, el cual tenía poca
capacidad para obtener radiografías y por lo tanto, el servicio a la población
fue limitado. En esta misma década, el Dr. Humberto Tijerino, en la ciudad de
León, utilizó otro equipo de rayos X. (1,2)
En
esos mismos años, las compañías mineras extranjeras que explotaban nuestro
suelo en el norte y centro del país, por disposiciones legales y exigencias
sanitarias, compraron sus propios aparatos de rayos X para usarse en sus
pequeños hospitales y controlar así, las enfermedades pulmonares de origen
laboral como la silicosis, neumoconiosis y tuberculosis. (1,2)
En 1941, se organizó
el Segundo Congreso Médico, presidido por el Dr. Roberto Alvarado. En enero de
1950, en León, se realizó el Tercer Congreso Médico de Nicaragua, presidido por
el Dr. Rafael Alvarado Sarria. En este evento se aprobó que el Día del Médico
Nicaragüense fuera el 26 de octubre, en conmemoración del natalicio del Dr.
Luis Henry Debayle Pallais. La
iniciativa fue propuesta por el Dr. Apolonio Berríos y fue secundada por el Dr.
Germán Castillo. El decreto oficial fue
emitido por los galenos siguientes: Dr. Víctor Manuel Román y Reyes (Presidente
de la República );
Dr. José H. Montalván (Ministro de Educación); y Dr. Alejandro Sequeira Rivas
(Ministro de Salud). El homenaje a “El sabio” Debayle fue rendido por sus
colegas casi 12 años después de su muerte. (1,2)
El
Dr. Inocente Lacayo, pionero de la Radiología , dirigió la Revista Médica ,
desde 1944 a
1948. El Dr. I. Lacayo fue el segundo director de dicha revista fundada en
1931, cuyo primer director y fundador fue el Dr. Arturo Arana Marín
(1897-1944). Asimismo, el Dr. I. Lacayo fue el primer presidente de la Asociación Médica
Nicaragüense, ejerciendo dicho cargo durante tres períodos, es decir, reelegido
en dos oportunidades. En el ensayo Revistas Médicas de Nicaragua, el Dr.
Calderón Gutiérrez escribió textualmente:
“…En 1944 se hizo
cargo de la dirección de la revista, el Dr. Inocente Lacayo, con estudios de
Radiología en Francia y a quien se le reconoce con justicia como el pionero de
esta especialidad en Nicaragua. El Dr. Lacayo demostró un espíritu de entrega y
solidaridad gremial difícil de superar y sus méritos fueron ampliamente
reconocidos por todos sus colegas. Fue el primer presidente de la Asociación Médica
Nicaragüense, tomando posesión de ese cargo el 5 de agosto de 1939, año de su
fundación. Un signo inequívoco del
respeto que se le guardaba al Dr. Lacayo es que fue el único electo presidente
de esa asociación en tres ocasiones: en 1939, 1942 y 1947. Sirvió como director
de la revista hasta 1948, pero sus actividades se prolongaron durante toda su
vida para convertirse en uno de los pilares de la organización del gremio.” (1,2)
El
título de “Revista Médica” fue sustituido por el de “Nicaragua Médica”, (nombres con los cuales) circuló durante
41 años hasta que el terremoto de 1972 interrumpió esta impresionante
perseverancia editorial iniciada cuatro décadas antes, el año del otro sismo en
1931. “Ambas revistas, la una sucesora de la otra, fueron órganos oficiales de la Sociedad Médica de
Managua y de las sociedades que se establecieron más tarde: la Asociación Médica
Nicaragüense y el Colegio Médico.” (1,2)
“La Sociedad Médica de
Managua fue fundada el 30 de enero de 1922 y su primer presidente fue el Dr.
José Luis Arce. Este grupo de médicos también se esforzó por establecer una
asociación que reuniera a todos los médicos del país y sus esfuerzos culminaron
con la organización de la
Asociación Médica Nicaragüense cuyo primer presidente fue el
Dr. Inocente Lacayo, electo en la asamblea del 5 de agosto de 1939, fecha que
se considera como el inicio histórico del gremio con características de grupo
nacional. Esta asociación fue transformada en Colegio Médico en 1965 por
decreto ejecutivo del Dr. René Shick, convirtiendo a los directivos en
ejercicio de esa asociación, doctores Edmundo Mendieta y Roberto Calderón, en
los primeros presidente y secretario del Colegio Médico de Nicaragua.” (1,2)
“Revistas
Médicas de Nicaragua”, fue un ensayo en homenaje a los 72 años de la fundación
de la Sociedad Médica
de Managua, escrito por el Dr. Roberto Calderón G., en la sección Memorias de la Medicina en Nicaragua, de
la revista Bolsa Médica. Dicho ensayo fue una reseña de los esfuerzos pasados
para tener publicaciones médicas y representó un tributo a los pioneros de
estas actividades, entre los cuales se puede mencionar a los siguientes
médicos: Arturo Arana Marín, Inocente Lacayo (radiólogo), Germán Castillo,
Gerardo Peralta y Juan Ignacio Gutiérrez Sacasa. (1,2)
Gaceta Médica (37,38),
Revista Médica, Nicaragua Médica, Revista del Hospital General de Managua
(1967), Revista Médica de AMINS (década 1970), Nicaragua Pediátrica
(1962-1979), Salud (1988), Revista Nicaragüense de Medicina y Farmacología
(1992), Bolsa Médica (1993-1995) y Revista Hospital Bautista (1999-2000) han
sido las revistas médicas más relevantes en Nicaragua. (1,2)
La revista médica
pionera llamada “Gaceta Médica”, fue fundada por el Dr. Luis Henry Debayle
Pallais, en la ciudad de León; de dicha revista sólo se han podido localizar
dos números. “Gaceta Médica” fue fundada en 1901, era el órgano oficial de la
Escuela de Medicina, de la Sociedad Médica de León y del Hospital San Vicente. (1,2)
Entre la bibliografía
consultada por el Dr. Calderón Gutiérrez, que fue publicada en Nicaragua
Médica, están: “Acta de fundación de la Sociedad Médica de
Managua” (1952); “Bodas de plata de la Asociación Médica
Nicaragüense” (1964) cuyo autor es el propio Dr. Calderón G.; y “Breve reseña
histórica sobre la
Sociedad Médica de Managua” (1938), del Dr. Inocente Lacayo.
(1,2)
En 1936, llegó el
primer equipo de rayos X al Hospital General de Managua y fue nombrado como
radiólogo el Dr. Inocente Lacayo; en ese entonces, el Dr. Porfirio Solórzano
fungía como director de dicha institución y de la Junta Local de
Asistencia Social (JLAS). En 1945, regresó a Nicaragua el Dr. Luis Jacinto
Espinoza Rodríguez, quien empezó a brindar sus servicios profesionales como
radiólogo. (1,2)
Un médico alemán, el Dr. Salomon, vino a Nicaragua entre
1940 y 1945, durante la
Segunda Guerra Mundial, quien trajo un aparato de rayos X, el
cual instaló en una sección del Ministerio de Salud. En 1944, el Servicio Cooperativo
Interamericano, programa de ayuda del gobierno de EE.UU., donó a Nicaragua un equipo de rayos X, el
primero que fue instalado adecuadamente y que resultó muy importante para la
campaña de rastreo y control de pacientes tuberculosos. Entonces, el Dr. Salomon con su equipo de
rayos X se trasladó al Hospital Bautista, en Managua. Cuando el Dr. Espinoza Rodríguez dirigió el
Servicio de Rayos X del Hospital Bautista, donde laboró casi 12 años, hasta ser
sustituido por el Dr. Carlos Alberto Marín, encontró restos del equipo de rayos
X utilizado por el Dr. Salomon, el cual fue reemplazado por otro más moderno,
marca Picker, fabricado en Estados Unidos. (1,2)
El Dr. Armando Incer
fue testigo de muchos cambios en la medicina nicaragüense. “Como médico, (…) le tocó junto a otros
colegas palpar esas vivencias y experiencias del gradual desarrollo de la vida
de los boaqueños (…) le tocó vivir y vio por primera vez la instalación de los
rayos X en Boaco,…” Entre 1943 y 1944 la Junta Nacional de Beneficencia le
asignó al hospital 500 pesos con los que se pudo construir infraestructura,
entre ellas un edificio de dos pisos, donde se destinó cuartos para rayos X en
el segundo piso. (1,2)
En 1966, el director
del hospital Dr. Arnulfo Suárez
Sobalvarro “dejó un equipo de rayos X, el que perduró por gran cantidad de
años. En el listado oficial de las autoridades hospitalarias y jefes de
servicios y personal del Hospital “José Nieborowski”, aparece como jefe de
rayos X el señor Aurelio Cruz Peña, como parte del personal técnico, y no se
habla de servicio ni de jefe de Radiología. (1,2)
Entre los médicos de
Boaco, en el periodo 1870-1970, destacan los dos siguientes: el Dr. Arnulfo Suárez
Sobalvarro, graduado en México. Fue el cuarto médico boaqueño en el siglo
XX. El Dr. Suárez Sobalvarro “Introdujo
al hospital (de Boaco) el primer
equipo de rayos X.” Y el Dr. Rubén
Valladares del Castillo, nacido en León, médico de la Academia Militar
de Nicaragua, fue miembro de la tropa de la G.N ., que llegó a Boaco a combatir a los rebeldes
invasionistas de Olama, en 1959; se radicó en Boaco en 1967 e “…introdujo el
uso del bisturí eléctrico y tuvo su propio equipo de rayos X, para ayudarse en
sus diagnósticos.”(1,2)
El
Hospital General de Managua, en 1950, adquirió un nuevo aparato de rayos X, que
fue instalado en un nuevo local cerca de la sala de operaciones, inaugurándose
así un nuevo departamento, el 2 de noviembre de 1946, el Día de los Difuntos, a
tan sólo seis días de que se conmemorara el 51 aniversario del descubrimiento
de los rayos X. En 1947, el Hospital
General de Managua tenía entre otras dependencias un nuevo aparato de rayos X,
gestionado por el segundo jefe de departamento, el Dr. Inocente Lacayo, pionero
de la Radiología nicaragüense. El Dr. Lacayo es considerado una de las
personalidades de la historia del Hospital General de Managua, que en la década
de 1950 fue relevado por un nuevo hospital llamado El Retiro. (1,2)
La reorganización del
Hospital General de Managua incluyó al cuerpo médico por lo que el 20 de
octubre de 1952, el Dr. Luis Jacinto Espinosa Rodríguez fue nombrado miembro
del personal con el cargo de radiólogo asistente en el departamento de
Radiología, que formaba parte del servicio de diagnóstico. El Hospital General
de Managua fue abierto o re-abierto en 1963 con el nombre de Hospital El Retiro
cuya capacidad de hospitalización era casi de mil camas; el edificio fue
destruido en los primeros seis segundos del terremoto de 1972. (1,2)
El Hospital General de
Managua, El Retiro, fue inaugurado oficialmente el 12 de octubre de 1962; pero
abierto oficialmente en enero de 1963, siendo Presidente de la República , el Ing. Luis
Somoza Debayle. Fue llamado El Retiro
por haber sido construido en los terrenos de la hacienda que llevaba ese
nombre. Su construcción y equipamiento costó 40 millones de córdobas, contó con
950 camas, 10 salas de operaciones, la primera unidad de cobaltoterapia en
Nicaragua y atendía un promedio mensual de 80 mil pacientes. (1,2)
Entre los médicos especialistas del Hospital
General El Retiro estaban los radiólogos Roberto Calderón G., y Luis Jacinto
Espinosa Rodríguez. El hospital fue destruido por el terremoto del 22 de
diciembre de 1972 y el 16 de febrero de 1973 el general Anastasio Somoza
Debayle, Presidente del Comité Nacional de Emergencia, ordenó su demolición
porque el edificio quedó totalmente fuera de servicio por los daños causados
por el sismo. “Yo lo ví, desde la acera de mi casa, como se venía desmoronando”
comentó alguna vez el Dr. Calderón G., quien recuerda al Hospital El Retiro
como la escuela hospitalaria única en Nicaragua. El terremoto pasó a retiro al
Hospital El Retiro. (1,2)
Sobre el contexto citadino de la capital, el Dr. Arce Páiz describió
que, entre el terremoto de 1931 y el de 1972, el Barrio San Antonio, tuvo su
apogeo, progresó y se modernizó. Se
establecieron clínicas médicas de los doctores siguientes: Roberto Calderón
Gutiérrez (rayos X), Gilberto Suárez, Julio Gómez, Enrique Lacayo Farfán, Luis
Jacinto Espinosa Rodríguez (radiólogo-pediatra), Alejandro Sequeira Rivas (cirujano),
Orlando Castillo, Carlos Osorio, Armando Benard, Abel Medina H., José Ferrey
Robleto, Edmundo Miranda (odontólogo), José Argüello Meza
(otorrinolaringólogo), Ricardo Lacayo (oftalmólogo) y el Dr. Elvir. (1,2)
En
los años 50 se conformó la primera generación de radiólogos nicaragüenses,
precedida por los doctores Inocente Lacayo y Luis J. Espinosa R. En 1955,
regresó al país el Dr. Roberto Calderón Gutiérrez, graduado en Estados Unidos
como radiólogo, quien se dedicó apasionadamente a trabajar y enseñar radiología. Posteriormente, en la
misma década, regresaron los doctores Gonzalo Ramírez Morales, Ignacio Chávez
Díaz, Evenor Argüello y Carlos Alberto Marín (radicados en Managua); así como
el Dr. Enrique Sacasa, quien se radicó en León. El
Dr. Gonzalo Ramírez Morales fue impulsor de la Federación Latinoamericana de
Radiología todavía a finales de la década de 1980, de acuerdo al Dr. Enrique
Jiménez Quezada. (1,2)
Dr.
Ramón Méndez Tijerino
En
1995, la Sociedad
Médica de Matagalpa (SMM), dedicó el Primer Congreso Médico
del Norte, realizado entre el 21 y 23 de septiembre, al “ilustre Dr. Ramón
Méndez Tijerino, pionero de la
Radiología en Matagalpa e impulsor de muchas obras humanas y
de progreso.” El 14 de enero de 1951
a las 11:00 a.m., en la ciudad de Matagalpa, se fundó la SMM , contándose entre sus
fundadores a los doctores Leonardo Somarriba (Presidente), Enrique Miranda
(Secretario), Luis Salazar (Tesorero), Rodolfo Pérez (Primer Vocal), Ramón
Méndez Tijerino (Segundo Vocal), Arístides Castellón, J. A. Aguilar y J. Moreno; sus estatutos fueron
aprobados por decreto presidencial el 16 de diciembre de 1953 por lo que fue una
de las primeras sociedades médicas en Nicaragua que obtuvo su personería
jurídica. (1,2)
En 1929, el Dr. Ramón
Méndez Tijerino, siendo doctor infieri,
era Jefe del Dispensario Médico. El doctor Méndez Tijerino nació el 12 de junio
de 1902, en Matagalpa. Fue hijo único. Se graduó de Doctor en Medicina y
Cirugía el 30 de julio de 1932, en la Facultad de Medicina, Cirugía, Farmacia y
Dentistería de la
Universidad de Oriente y Mediodía y Septentrión de la ciudad
de Granada. Su título reza: “por unanimidad de votos en el examen a que se
sometió”. Diploma que firmado por el Gral. José María Moncada, Presidente de la República , y el Dr.
Manuel Ubago, Decano de la Facultad. Murió el 26 de marzo del año 2000 a los 98 años de edad.
(1,2)
El gobierno “nos dio,
a petición mía, un aparato de rayos X, del que yo fui fundador como primer
servicio de rayos X de Matagalpa. Tenía mi clínica bien montada, todo tenía,
hasta quise hacer una sala de maternidad, con mis rayos X fui el fundador de la Radiología en el
servicio hospitalario y clínico.” Así se expresaba el Dr. Méndez Tijerino. (1,2)
Al Dr. R. Méndez T.,
le llamaban en Matagalpa “el médico de los pobres” de lo cual decía sentirse
orgulloso. “Es el título más honroso de mi vida” decía. Y sostenía que el
médico no era un comerciante, que llevaba por delante la calidad y el
sacrificio detrás de él. Según el Dr. Méndez Tijerino, el médico es el mejor
servidor de la humanidad, ya que debería servir sin intereses creados; sirve
con el alma y llora con el espíritu cuando un paciente se le muere. Pero eso es
una lección de sabiduría para seguir defendiendo a los pueblos, sobre todo a
los pobres (54). Para algunos, más que médico de los pobres era el médico de
los campesinos, quienes formaban grandes filas para ser atendidos por el Dr.
Méndez Tijerino. Este practicó siempre la atención clínica, la cual
complementaba con radiografías, buscando la atención integral del paciente.
Fue, además, capitán del Cuerpo de Bomberos de Matagalpa. (1,2)
Durante su labor como
médico, el Dr. Méndez Tijerino trabajó en el Hospital de Matagalpa (en los tres
hospitales construidos en dicha ciudad). Fue un pionero de la Radiología en el
Hospital de Matagalpa; pero también fue Radiólogo de Aranjuez. “…sólo los
libros marcan los acontecimientos y esos acontecimientos son el cúmulo de la
sabiduría en la vida de los hombres” pensaba de manera categórica el Dr. Méndez
Tijerino. (1,2)
El Dr. Méndez Tijerino
era también maestro y un gran conocedor de la historia de Matagalpa; era una
rica fuente, viva, de historia oral; un conocedor de muchas anécdotas
matagalpinas. “Soy un intelectual, un
hijo dilecto de estas tierras de matagalpas, un Maestro del que se olvidan las
nuevas generaciones, pero yo estoy aquí firme como siempre. Cuando el hombre
envejece, arrastra consigo la indiferencia social, que ni siquiera se dan
cuenta que vive un gran maestro del pasado en la ciudad que lo vio nacer.” (1,2)
El Primer Congreso
Médico Regional del Norte, realizado en Matagalpa entre el 21 y 23 de
septiembre de 1995, fue presidido por el Dr. Ramón Méndez Tijerino, a quien
también fue dedicado dicho evento, entre otras cosas, por sus 73 años de
ejercicio profesional y por haber sido el primer radiólogo de Matagalpa. El Dr.
Méndez Tijerino fue trabajador hospitalario por muchos años y fue considerado
como un gran médico, colega, maestro y amigo. (1,2)
Otro
decreto para la importar aparatos de rayos fue el siguiente (2):
Decreto
para importación de equipos de rayos X en 1945
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA,
A sus habitantes,
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA,
A sus habitantes,
SABED:
Que el Congreso ha ordenado lo siguiente:
DECRETO No. 406
Que el Congreso ha ordenado lo siguiente:
DECRETO No. 406
LA
CÁMARA DE DIPUTADOS Y LA DEL SENADO
DE LA REPÚBLICA DE NICARAGUA
DECRETAN:
DECRETAN:
Artículo
1º.- Durante un término de dos años contados a partir de la fecha en que sea
promulgada la presente ley, los médicos de nacionalidad nicaragüense, podrán
importar para uso de sus propias clínicas, equipos de Rayos X gozando de amplia
franquicia aduanera para la introducción de esos aparatos. Para este fin, se
considerará en suspenso durante el término y para los fines indicados, la
fracción 896 B, de la Ley Arancelaria vigente, en la parte correspondiente.
Artículo 2º.- Las importaciones que se efectúen de conformidad con el artículo anterior, gozarán también de exención en el pago de los derechos consulares correspondientes, así como el de cualquier otro impuesto, exceptuando únicamente los de Beneficencia.
Artículo 3º.- El Departamento de Emisión del Banco Nacional de Nicaragua está obligado a vender las divisas necesarias para la importación de los equipos a que se refiere esta ley.
Artículo 4º.- Esta ley empezará a regir desde su publicación en “La Gaceta”, Diario Oficial.
Dado en el Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados.- Managua, D. N., 9 de Agosto de 1945.- A. MONTENEGRO, D. P.- J. CENTENO, D. S.- C. IRIGOYEN, D. S.
Al Poder Ejecutivo.- Cámara
del Senado.- Managua, D. N., 14 de Agosto de 1945. ONOFRE SANDOVAL, S. P.- J.
SOLORZANO DÍAZ, S. S.- A. ALEMÁN S., S. S.
Por Tanto: Ejecútese.- Casa
Presidencial.- Managua, D. N., diez y siete de Agosto de mil novecientos
cuarenta y cinco.- El Presidente de la República.- A. SOMOZA. El Secretario de Estado en el Despacho de Hacienda y
Crédito Público, J. R. SEVILLA.
Aprobado el 9 de agosto de
1945. Publicado en La Gaceta No. 176 del 23 de agosto de 1945. (270)
El 15 de mayo de 1951,
en Managua, se fundó la Sociedad Centro Médico, el primer grupo médico
unificado para ejercer la práctica médica privada, según el Dr. Alejandro
Borge. El Dr. Inocente Lacayo estuvo entre los médicos que formaron parte de
dicha sociedad; pero, posteriormente se retiró al igual que otros, porque sus
recursos económicos no eran los suficientemente cuantiosos para cubrir sus
responsabilidades cuando llegó la etapa de construcción. El Dr. Lacayo fue
sustituido por el Dr. Ignacio Chávez D., quien aparece en la Directiva Médica
del Centro Médico con la responsabilidad de Rayos X. Contaba el Centro Médico
con una unidad de diagnóstico de 500
M .P., marca Siemens, último modelo, para cubrir
adecuadamente los últimos requerimientos del campo de la radiología. (1,2)
Dr.
Luis Jacinto Espinosa Rodríguez
La
colangiografía intravenosa se empezó a usar en Nicaragua, en 1952, según el Dr.
Luis J. Espinosa Rodríguez, en un momento en que dicho procedimiento solamente
lo realizaba el Dr. Lidio Mosca, en otro país latinoamericano: Argentina. Los
resultados de la experiencia nicaragüense fueron dados a conocer a través de
una comunicación del Dr. Espinosa Rodríguez en el III Congreso Médico Nacional
de 1950 y luego se publicaron en la revista especializada “Archivos Cubanos de
Cancerología (Jul.–Sept., 1954). La
empresa Schering A. G., de Alemania patrocinó la investigación. (1,2) Obsérvese
que, Frummhold propuso la colangiografía intravenosa en 1953 (4). La
institucionalización de los servicios de salud permitió enfrentar de alguna
manera la escasez de materiales que se adquirían en el extranjero y el uso de
medicamentos casi desconocidos; así como también facilitó la colaboración de
los especialistas que deseaban avanzar con nuevos conocimientos y técnicas.
Otras compañías que apoyaron el trabajo de los radiólogos en ese tiempo fueron
Kodak, Agfa y Guevert. (1,2)
El
Dr. Luis Jacinto Espinosa Rodríguez, de acuerdo a Bolsa Médica de octubre de
1995, nació en Diriamba, Carazo, el 2 de julio de 1914. Hijo de Miguel Espinosa
y Catalina Rodríguez. Se casó con Guillermina Cole-Vone con quien tuvo seis
hijos de los cuales dos fueron médicos. Se desempeñó 55 años como radiólogo y
se jubiló en 1984. Todavía en 1995 tenía un centro de diagnóstico privado donde
se realizaban radiografías, ultrasonografías, arteriografías periféricas
(carotídeas y cerebrales), y electromiografías. Falleció el 25 de enero del año
2004, a los 89 años de edad, en San José, Costa Rica, de acuerdo a los archivos
de la Alcaldía de Managua. (1,2)
Inició sus estudios de
primaria en la Escuela Pública de Diriamba y desde el tercer grado en el
Colegio Privado San Sebastián. Inició la
secundaria en 1926 en el Instituto Pedagógico de Managua y continuó desde el
tercer año en el Instituto Nacional de Occidente (INO) en León, donde se
bachilleró en 1931. En primaria se consideró como “un magnífico estudiante” y
en la secundaria como “un estudiante bueno” que dejó “muy buenos recuerdos
entre el profesorado”. Siendo estudiante de secundaria conoció a Julio Quintana
(quien llegó a ser canciller) y René Shick Gutiérrez (quien se desempeñó como
inspector del INO y fue Presidente de la República ). (1,2)
En
1932, ingresó a la Facultad
de Medicina de la
Universidad Nacional en León; pero en 1935 viajó a México a
continuar sus estudios, los cuales finalizó en 1938, por lo que perteneció a la
generación del centenario de la
Escuela de Medicina de la Universidad Nacional
Autónoma de México, graduándose – a los 23 años de edad-, el 3 de mayo de 1939
(Día de los Albañiles en México). Realizó la especialidad de Pediatría, trabajó
en Guadalajara como pediatra y perteneció a la Sociedad de Pediatría de
Guadalajara. Con el Dr. Espinosa Rodríguez se graduaron de médicos
principalmente mexicanos, entre ellos: el Dr. Manuel Velasco, el primer
neurocirujano de México y fundador de la primera Escuela de Neurocirugía; así
como también, el Dr. José Barba Rubio, fundador del primer Instituto de
Dermatología. (1,2)
Regresó
a Nicaragua en 1945, trayendo un pequeño aparato de rayos X para auxiliarse en
la atención médica pediátrica. En esa época conoció al Dr. Inocente Lacayo,
quien había venido en 1926 como el primer médico graduado de radiólogo y quien
tenía 20 años de estar trabajando solo en el campo de la Radiología. Ya
existía la Sociedad
Médica de Managua. “Yo empecé a trabajar como pediatra y a
hacer mis radiografías, pero a insistencia de algunos médicos (…) que tenían
mucha fama (…) de distintas especialidades, me solicitaban que les hiciera
radiografías a sus pacientes adultos y niños (…) y empezaron a mandarme mucho
trabajo, de manera que vi la necesidad de salir otra vez (…) del país, a México
y Estados Unidos, para entrenarme un poco en radiología (…) De regreso, traje
equipos nuevos para trabajar como radiólogo, dejando a un lado la pediatría…” Era más necesaria la existencia de otro
radiólogo porque existían varios pediatras. Entonces le tocó, bajo presión de
los colegas, dedicarse a la radiología y desde el año 1946 trabajó
ininterrumpidamente como radiólogo. El Dr. Luis Jacinto Espinosa Rodríguez en
1945, fue el segundo radiólogo que vino a Nicaragua y en 1955, vino el tercero,
el Dr. Roberto Calderón Gutiérrez. (1,2)
En 1958, cuando había
entre 6 y 8 radiólogos en el país, se fundó la primera Sociedad de Radiología
de Nicaragua y empezaron a tener relaciones con todas las sociedades homólogas
de América Central, organizando congresos bianuales; “…a Nicaragua le
correspondió marchar a la cabeza de todos los centroamericanos (…) como
radiólogos estaban al día con todos los adelantos que existían en América.”(1,2)
Al poco tiempo de regresar a Nicaragua, el Dr.
L. J. Espinosa Rodríguez trabajó en el Hospital General de Managua como
radiólogo; el mejor hospital en atención y tecnología, donde dejó parte de su
vida al trabajar durante 36 años. A su llegada encontró al Dr. Inocente Lacayo,
único radiólogo, que había comprado un equipo de rayos X nuevo para el hospital
en 1944-1945, colocado en un pequeño local frente a la sala de
operaciones. Todo empezaba a funcionar
en el hospital cuando él llegó. Le costó mucho ingresar, pero al final, fue
nombrado ayudante del Dr. I. Lacayo; “…no lo dejaban entrar al departamento de
radiología porque lo miraban como extranjero (…) porque así me consideraban.” (1,2)
“Había cierto temor a
que yo entrara y la secretaria o la técnica del Dr. Lacayo en cuanto me miraba
cerraba la puerta, afortunadamente me hice amigo de las monjas, las que me
trataban bien y a la monjita encargada del departamento le simpatizaba mucho y
me dejaban entrar. Ese temor fue pasando. La gente temía que les quitara el
puesto que ostentaban, porque no creo que el Dr. Lacayo haya dado orden que no
me dejaran pasar...” (1,2)
Al principio fue jefe
del departamento de diagnóstico, luego jefe de “punto cuarto” (servicio de
ayuda del gobierno de EE.UU., para organizar el sistema de salud de Nicaragua).
La junta directiva del hospital lo nombró radiólogo y jefe del departamento de
radiología como parte de la reorganización. (1,2)
El Hospital General se
trasladó al local del Hospital El Retiro, el que se pasó construyendo 20 años.
Ese hospital tenía excelente organización, cuerpo médico de primera y atención
de calidad. “Fue equipado con el departamento de radiología más moderno de la
época, consistente en cinco aparatos que hacían todo el trabajo de radiología.”
Allí trabajaron los doctores Lacayo, Calderón, Chávez, Díaz, Marín y Espinosa
Rodríguez. “Todos hacíamos los tres turnos diarios para cubrir las 24 horas del
día, hicimos cosas buenas, dimos lo que teníamos, estudiábamos lo que nos hacía
falta…” El terremoto de 1931 -que ocurrió cuando se preparaba para su examen
general en el INO, el 31 de marzo- no
destruyó al Hospital General de Managua; lo deterioró bastante; luego fue
reactivado y fue destruido totalmente por el terremoto de 1972. (1,2)
En
Nicaragua, la Radiología
tomó un nuevo impulso en la década de los años 20 del siglo XX, con el Dr.
Inocente Lacayo. Posteriormente, los
equipos de rayos X, importados desde el extranjero, aparecen en Managua y León
manejados empíricamente por médicos interesados en el diagnóstico radiológico,
como por ejemplo: el Dr. Humberto Tijerino (médico clínico) y el Dr. Luis Jacinto
Espinosa Rodríguez (pediatra). Estrictamente hablando, la Radiología empezó en
Nicaragua cuando el Dr. Rosendo Rubí trajo el primer aparato de rayos X, en
1902, y lo utilizó, tomando la primera radiografía. (1,2)
Durante los años 50 se
establecieron bases sólidas de la especialidad de Radiología con los doctores
Enrique Sacasa, en León; Gonzalo Ramírez, Evenor Argüello, Ignacio Chávez Díaz
y Roberto Calderón Gutiérrez, en Managua. En aquella época y durante mucho
tiempo, el trabajo del radiólogo se basó en la radiografía simple y los
estudios radiológicos con medios de contraste (baritados o yodados), también
conocidos como estudios especiales. Sobresalieron en la especialidad médica de
Radiología los doctores Inocente Lacayo, Humberto Tijerino, Luis J. Espinosa,
Roberto Calderón, Enrique Sacasa Sequeira y Evenor Argüello. Y en radioterapia
fue pionero el doctor Arnoldo Rugama. Un ex–alumno recuerda al Dr. Lacayo: “En
los salones plenos de trabajo y de enfermos nos recibieron los maestros que se
encargarían de nosotros: Adrián Guerrero, Fernando Vélez Páiz, Fernando Valle
López, Inocente Lacayo, Joaquín Pérez Mora, Alejo Espinoza López.” (1,2)
Entre 1955 y 1972 llegaron los siguientes radiólogos a Nicaragua: Roberto
Calderón G., Gonzalo Ramírez, Ignacio Chávez D., Evenor Argüello, Carlos Marín, Enrique Lacayo, Enrique Sacasa
S., y Roberto Aguilar Gallo. En la década de 1970, fue profesor de Radiología
en el Hospital San Vicente de Paúl, en León, el Dr. Roberto Aguilar Gallo,
quien remitía, con alguna frecuencia, a médicos internos con casos complejos
discutidos en sesiones anatomo-radiológicas al Hospital Oriental, después
llamado “Manolo Morales Peralta” para que fueran consultados con el Dr. Roberto
Calderón G., según relata el Dr. Freddy Meynard Mejía, quien era médico interno
para ese entonces. El Dr. Aguilar Gallo fue de los radiólogos que migraron
hacia Estados Unidos durante los primeros años de la Revolución Sandinista por
estar en desacuerdo con los cambios que impulsaba el gobierno de la época,
según explica el Dr. Oscar Aragón Téllez, oftalmólogo leonés. (1,2)
Desde el origen de la
radiología los ojos han sido fundamentales para el radiólogo; sin ellos, no
pueden valorarse las radiografías o imágenes.
El sentido de la visión es de vital importancia en el trabajo del
radiólogo. Conviene recordar las palabras de Rudolf Armheim, en “Art and Visual
Perception” (1974), citado por el Dr. Emilio Alvarez Montalván: “…La visión,
lejos de ser un registro mecánico de elementos sensoriales, es una aprehensión
realmente creativa de la realidad, pues es simultáneamente: imaginativa,
inventiva, aguda y bella.” (59)
Dr.
Humberto Tijerino
En un discurso en
representación de la
Sociedad Médica de León, el Dr. Oscar Aragón Téllez,
destacado oftalmólogo leonés, propuso la creación de una galería de maestros
médicos. Señaló el Dr. Aragón Téllez:
“Cómo no recordar en este día al famoso Trío de La Sorbona , compuesto por los
Drs. Humberto Tijerino, Pedro Alcides Delgadillo y el siempre venerado Luis
Alberto Martínez, quienes ejercieron gran influencia, marcando una época en
nuestra historia de la Medicina;…” (1,2)
En La Sorbona , la famosa
Universidad de París, se graduaron los doctores Tijerino, Delgadillo y
Martínez, de ahí el sobrenombre del trío, como eran conocidos entre el gremio
médico. Entre los pioneros de la
especialidad de Medicina Interna destacaron los doctores Tijerino, Delgadillo y
Martínez (9). En el periodo 1963-1964 el Hospital San Vicente contó en su
servicio de Medicina con los Drs. Martínez, Delgadillo y Tijerino. (1,2)
Entre
las personalidades de la historia hospitalaria y de la Facultad de Medicina de
León se mencionan a: Luis Henry Debayle Pallais, Rosendo Rubí y Humberto
Tijerino, en los periodos de 1896, 1920 y 1955, respectivamente. Los tres están
vinculados a la historia de los rayos X y de la Radiología de
Nicaragua. El Dr. H. Tijerino impartió clases de Radiología hasta 1964 en el
Hospital San Vicente de Paúl, en León, de acuerdo a su ex-alumno, el Dr. Oscar
Aragón Téllez. (1,2)
La
población leonesa acostumbraba a llamar sabio a todo ciudadano o profesional
destacado e inteligente. No hacía mucho había dejado de llamar sabio al Dr.
Debayle, -“El sabio” Debayle- miembro de la aristocracia leonesa, que se
vinculó a la naciente dictadura de la familia Somoza a través de su hija
Salvadora, esposa de Anastasio Somoza García. Y el pueblo leonés llamó sabio
también al Dr. Humberto Tijerino; pero resabios del racismo no dejaron de aflorar ya que por su
biotipo físico, tez morena y origen no aristocrático, al Dr. Tijerino le
apodaban “El mono sabio”. (1,2)
La casa del Dr.
Tijerino, en la Calle Real
de la ciudad de León, fue una de las que sobrevivió al daño causado al
patrimonio histórico de dicha ciudad colonial por los religiosos del Colegio La Salle , quienes destruyeron
varias casas coloniales –casi una manzana entera-, para construir un nuevo
colegio. Luis Angel Berríos Estrada (1,2)
lo describió así:
“…Los hermanos de la Salle , por ejemplo, destruyeron casi una manzana
del viejo colegio Beato Salomón, salvándose únicamente porque sus dueños no les
quisieron vender, las viejas casonas solariegas de los Pepanos Terán, del Dr.
Humberto Tijerino y la del Padre Pedro González.” (1,2)
“Con esa
acción de los Hermanos de La Salle, se cambió la fisonomía de la Calle Real de León, las
célebres 4 esquinas desaparecieron, dejando desangelada la esquina del museo
archivo Rubén Darío, dando lugar a que don Rafael Castro, mandara a botar su
vieja casona para mandarse hacer una de dos pisos, rompiendo con ello la
armonía urbanística, sin que nadie dijera nada.” (1,2)
“Los
hermanos por puro gusto botaron el viejo colegio. Mi abuelo, el Dr. Jesús
Berríos les vendió a precio simbólico 70 manzanas de sus mejores tierras de su
finca La Luz , a
solamente 2 kilómetros
de la ciudad de León, contigüo a donde se está levantando el complejo judicial,
con el objeto de que levantaran un gran colegio moderno, lleno de canchas
deportivas. Esos terrenos desde que pasaron a manos de La Salle han estado alquilados
para cultivos agrícolas.” (1,2)
Dr. Roberto
Calderón Gutiérrez
El
Dr. Roberto Calderón Gutiérrez nació en Ocotal, Nueva Segovia, el 20 de julio
de 1928. Sus padres fueron don Ignacio Calderón y doña Concepción Gutiérrez. Se
casó en 1949 con Kathy Calderón con quien procreó cuatro hijos, dos hombres y
dos mujeres. Su hijo Roberto es radiólogo del AMI Regional Kendall Medical
Center, en Miami, Florida, EE.UU. (1,2)
El Dr.
Calderón Gutiérrez se graduó de médico en la Universidad de El
Salvador en 1946. Se especializó en Radiología entre 1946 y 1951 en la Universidad de Texas,
EE.UU. Laboró, en 1952, como médico en el Anderson Hospital for Cancer Research
en Houston, Texas, y como instructor de Radiología en el mismo hospital.
Recibió el diploma del American College of Radiology (ACR) el 6 de diciembre de
1952, es decir el llamado “Board”. Fue declarado miembro honorario en 1975 del
ACR. En 1952 realizó estudios en el
Karolinska Institute, Estocolmo, Suecia; y en 1953 en la Universidad de Upsala,
Suecia. Entre 1954 y 1955 fue profesor
asociado de Radiología de la
Universidad de Texas, Houston, EE.UU. (1,2)
Entre 1963 y
1972 fue Jefe del Departamento de Radiología del Hospital El Retiro, Managua.
Fue profesor de Radiología de la Universidad Nacional
Autónoma de Nicaragua (U.N.A.N.), desde 1958 hasta 1997. Representó al Rector Magnífico de la U.N .A.N., en Managua, desde
1962 hasta 1971, durante los periodos de los Drs. Marianos Fiallos Gil y Carlos
Tünnermann. Jefe de Radiología del Hospital Escuela “Manolo Morales Peralta”
(HEMMP) y fundador del Postgrado de Radiología del HEMMP. Fue miembro fundador de la Escuela de
Ciencias de la Educación de la U.N.A.N. (1,2)
El
Dr. Calderón Gutiérrez fue profesor visitante de las siguientes instituciones:
Fundación Curie (Francia, 1963), Royal Cancer Hospital (Inglaterra, 1965),
Universidad de Keio (Japón, 1961), Tanzania (Africa, 1965) y en Karolinska
Institute (Estocolmo, Suecia, 1978-1983).
Además, fue miembro del grupo científico de la Organización Mundial
de la Salud
(Ginebra, Suiza, 1983); asesor de la Organización Panamericana
de la Salud
(México y Perú 1984), (Argentina, Brasil y Caracas 1985); Presidente del
Colegio Interamericano de Radiología (CIR, 1979-1983); y miembro fundador de
Fletch Journal (64). El 19 de abril de 1994 recibió el reconocimiento de “Profesor en su más Alta Dignidad”, entregado
por la Asociación Nicaragüense de Radiología, presidida
por el Dr. Enrique Jiménez Quezada, en presencia del Presidente del CIR, Dr.
Luis Romero, de origen argentino. (1,2)
No
deja de ser llamativo que el único radiólogo nicaragüense que ha sido
Presidente del Colegio Interamericano de Radiología, el Dr. Roberto Calderón
Gutiérrez, haya ejercido tal cargo entre los años 1979 y 1983, cuando Nicaragua
era noticia mundial de primera plana por los cambios revolucionarios y el
derrocamiento de una dictadura militar por la vía armada. Además de los
indiscutibles méritos del Dr. Calderón Gutiérrez, no podría negarse tan
fácilmente que haya influido el contexto centroamericano y latinoamericano
dentro del cual Nicaragua tenía muchas simpatías debido a sus luchas. (1,2)
Estudiando
Medicina en El Salvador, un radiólogo nicaragüense, famoso, que trabajaba en
ese país, el Dr. Raúl Argüello Maning, le sugirió aprender a manejar un equipo
de rayos X portátil, como técnico, para tratar de ganar dinero por tomar
radiografías. Así le nació la inquietud por la Radiología. (1,2)
El primer
año de la carrera lo había hecho en León, en 1941 –después de haber sido
inscrito por el padre Benito Oyanguren-, pero como cambiaron el plan de
estudios, aumentando a ocho años la duración del curriculum, entonces, se fue
al país cuscatleco. Realizó 271 autopsias con el Dr. Manfarré por lo cual
estaba muy animado con patología; sin embargo, un tío materno lo desanimó
cuando le preguntó ingenuamente, en Ocotal: “¿Así es mi hijito que usted se
está especializando en muertos?” El mismo Dr. Argüello Maning le hizo la
conexión para estudiar en el Hospital Anderson en Houston, el mejor hospital de
cáncer de EE.UU. (1,2)
En
1955 regresó a Nicaragua, después de casi 15 años de estar estudiando y
trabajando en El Salvador, EE.UU., y Suecia. Desilusionó al padre del Dr.
Calderón, el alto precio de los equipos de rayos X y el gran gasto de energía eléctrica,
después de haber instalado una oficina anexa a la casa, en Ocotal. Entonces, decidió invertir en un terreno
baldío, un potrero, situado frente al lugar donde se construía el Hospital El
Retiro; donde después llegaría a construir su casa y donde funcionaría el
Instituto de Radiología (64). El Dr.
Calderón Gutiérrez relató en el programa televisivo “Médico en su casa” -que él
mismo dirigía en el Canal 4-, que cuando el llegó a El Sauce, León, conoció la
luz eléctrica, las bujías encendidas. Años después, él se especializaría en una
rama de la medicina que requería de mucha energía eléctrica y no poco dinero
para comprar sus propios equipos. (1,2)
El
Dr. Calderón supo de las preferencias hacia los médicos europeos (tratados como
sabios y mejor pagados), en los propios EE.UU., donde él ganaba $900. Por esta
razón fue a entrenarse a Suecia, durante año y medio, y al regresar le
ofrecieron un sueldo de $3000. Desde
1963 hasta 1978, se hizo cargo de la bomba de cobalto que fue instalada en el
Hospital El Retiro. (1,2)
En
1956, un año después de regresar al país, fue electo Presidente de la Asociación Médica
Nicaragüense (AMN), fundada el 5 de agosto de 1939. Fue secretario de la AMN en 1965 por cuarta
ocasión. En ese año, la AMN
cumplía su XXV aniversario o bodas de plata; el Presidente de la AMN era Edmundo Mendieta,
amigo del entonces Presidente de la República , el abogado René Shick Gutiérrez–quien
era parte del maquillaje civilista que la dictadura de los Somoza se
autoaplicaba. El Dr. Mendieta quería que durante ese aniversario la AMN pasara a ser Colegio
Médico, lo cual solicitó al presidente Shick G., quien lo complació y en un
receso del congreso realizado ese año, convirtió a la AMN en Colegio Médico. De tal
suerte que, los Drs. Mendieta y Calderón fueron los primeros presidente y
secretario, respectivamente, del Colegio de Médicos de Nicaragua. O sea que, no
hubo un trámite institucional -donde se involucraran los Poderes Legislativo y
Ejecutivo-, de propuesta, formulación, consulta, discusión, aprobación y
divulgación de una ley creadora del Colegio Médico nacido en ese momento. (1,2)
El primer
presidente electo del Colegio de Médico fue el Dr. Abraham Rossman y el primer
secretario el Dr. Alfredo Cardoza. Este
primer Colegio Médico, que duró 15 años, inició con 629 médicos registrados en
toda Nicaragua. El censo fue elaborado por el Dr. Roberto Calderón G., y
publicado en la revista Nicaragua Médica en 1964, un año antes de la
colegiación. (1,2)
Los
radiólogos Dr. Roberto Calderón G., y Dr. Luis Jacinto Espinosa R., formaron
parte de la comisión designada para estudiar la reestructuración o cierre del
Colegio de Médicos y Cirujanos de Nicaragua, según el acta No. 448. La comisión
propuso en la asamblea realizada los días 22 y 23 de diciembre de 1979 “el
cierre temporal” del Colegio Médico, lo cual cumplió la Junta Directiva
según se refleja en la última acta (No. 449), del 14 de enero de 1980,
entregando conforme a inventario los bienes del Colegio al Dr. Alfonso Moncada,
Presidente de Fesomenic. (1,2)
El
Dr. Calderón Gutiérrez era asiduo lector y practicante de magia y fotografía.
Reconocía la importancia de guardar la historia en escritos, aunque él nunca se
detuvo a escribir un libro. Con sus actos de magia divirtió a sus familiares,
amigos, colegas, prisioneros y enfermos. Para explicar esto, recurría a la
frase del escritor estadounidense Ernest Hemingway (1896-1961), en la novela
“El viejo y el mar”: “Hay algunas cosas que no pueden ser aprendidas
rápidamente y con algo tienen que pagarse, pero hay un montón de cosas que no
pueden pagarse más que con el tiempo.” Y este es un mensaje valioso para los
jóvenes radiólogos: necesariamente tiene que pasar un tiempo para que uno
aprenda lo que tarda en llegar, la experiencia.
Decía el Dr. Calderón Gutiérrez: “…lo que un hombre llega a saber en la
vida, es sumamente costoso, por una razón elemental, lo ha pagado con la vida
misma.” (1,2)
Durante la década de
los años 60, del siglo XX, llegó al antiguo Hospital El Retiro, la primera
unidad, bomba o fuente de cobalto 60. En esa misma época ingresaron a Nicaragua
fuentes selladas de radio para aplicaciones intracavitarias como parte de la
terapéutica del cáncer cervicouterino, el más común de América Latina. En
Ontario, Canadá, se había instalado la primera unidad de cobalto 60 en América,
durante la década de los años 50. En 1972, Nicaragua tenía un hospital moderno
con radioterapia adecuada, considerado uno de los mejores de América Central;
pero el terremoto del 22 de diciembre destruyó totalmente el Hospital El Retiro.
El Dr. Adolfo Blandino fue el primer médico nicaragüense con estudios
especializados en gammagrafía, según refirió, en conversación con el autor, el
Dr. Enrique Jiménez Quezada. (1,2)
“Además de los rayos X
descubiertos por Roentgen a finales del Siglo XIX, llegan a nosotros: el
ultrasonido, las arteriografías (…) exploraciones funcionales con isótopos
(gammagrafía),…” “Fue en este siglo (el XX) cuando la medicina dejó de ser
puramente clínica y la confrontación anatómica dejó de ser suficiente. Llegó un día en que se requirieron estudios
minuciosos de la función orgánica… Nadie podría negar que la cosecha ha sido
extraordinaria, por no decir fantástica
(…) en este siglo nació la radiología cardiovascular, la tomografía, la
angiocardiografía, la electrocardiografía, la ultrasonografía (…) cateterismo
cardiaco (…) angioplastia con rayos láser.” (1,2)
En 1984, durante el
proceso sociológico conocido como Revolución Popular Sandinista o Revolución
Nicaragüense, se fundaron los diferentes programas de especialidades médicas,
con certificación universitaria, como parte de una política gubernamental para
la formación de los propios recursos humanos especializados que Nicaragua
necesitaba. Con el triunfo de la Revolución Sandinista se establecieron por
primera vez en nuestro país, de manera oficial y con metodología para tal
efecto, los programas de especialidades o postgrados en la medicina
nicaragüense. (1,2)
La Dirección de
Docencia e Investigación del Ministerio de Salud y las Facultades de Ciencias
Médicas de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua U.N.A.N. (núcleos de Managua y León)
trabajaron conjuntamente para iniciar los Postgrados de Especialidades
Médico-Quirúrgicas, como parte del binomio docente-asistencial. Se estableció
que un postgrado o especialidad médico-quirúrgica debía ser cursado
obligatoriamente en un hospital docente, especialmente acreditado por el
Ministerio de Salud, con un programa teórico-práctico de tres años de duración,
bajo la supervisión y evaluación de los profesores (especialistas) existentes
en los diferentes departamentos, regidos por el nivel regional y nacional. (1,2)
“Otro
paso muy importante en los programas de enseñanza médica, lo constituyó el
establecimiento de los estudios de postgrado, los cuales se inician en los años
80 en nuestros hospitales, específicamente en las ramas de medicina interna y
cirugía. Posteriormente se irán organizando programas similares en las otras
ramas especializadas.” (1,2)
El título de especialista
empezó a ser extendido por la U.N.A.N., una vez cumplidos los requisitos
establecidos: aprobar los tres años de residencia; presentación, defensa y
aprobación de una investigación; y aprobar un examen de grado. En este
contexto, el Dr. Roberto Calderón Gutiérrez fundó el Postgrado de Radiología en
el Hospital Escuela “Manolo Morales Peralta” de la ciudad de Managua y fue su
primer jefe. En 1985 ingresaron cinco residentes a la Especialidad
de Radiología (tres en Managua y dos en León). Así comenzó el Postgrado de
Radiología que por muchos años sería el único en Nicaragua hasta que en 1999
una institución privada, el Hospital Bautista, fundara su propio Postgrado de
Radiología, el segundo en el país. (1,2)
El Postgrado de Radiología del Hospital
Escuela “Manolo Morales Peralta” tuvo como primer jefe docente al Dr. Roberto
Calderón Gutiérrez desde su fundación en 1985 hasta 1997. Luego, asumió la
responsabilidad el Dr. Marvin Gutiérrez Sánchez. Posteriormente, fue jefe
docente el Dr. Enrique Jiménez Quezada. Continuó el Dr. Adolfo Blandino, quien
ejerció el cargo por casi una década, hasta el año 2009. (1,2)
En diciembre de 1993,
el Dr. Calderón Gutiérrez formó parte de la Comisión de la Carrera de Medicina
de la Universidad Autónoma Americana (UAM), en Managua. Dijo el Dr. Calderón
Gutiérrez en 1994: “…Creo que todos o la gran mayoría de Radiólogos en
Nicaragua han sido formados por mí. Fui decisivo en enseñar y ayudar a la
patria, porque cuando en el 79 se fueron todos los especialistas radiólogos,
sólo nos quedamos Luis Jacinto Espinosa y yo.” Se refirió así a la realidad
sociopolítica de los cambios revolucionarios de 1979 cuando muchos
profesionales y técnicos se fueron, desde los primeros días y luego
gradualmente, hacia otros países, principalmente a EE.UU. La actitud del Dr.
Calderón G., y del Dr. Luis J. Espinosa R., fue patriótica porque decidieron
quedarse en Nicaragua en medio de las difíciles condiciones de aquellos años.
(1,2)
La revista Bolsa
Médica dedicó su edición número 9 correspondiente al mes de mayo de 1994, a los Drs. Mario
Flores Ortiz (Psiquiatra) y Roberto Calderón Gutiérrez (Radiólogo). En el editorial puede leerse: “Esta edición,
la hemos dedicado a dos grandes hombres que como sabemos, han acumulado méritos
en la medicina, (…) que como parte de una valiosa generación de maestros,
luchadores incansables por la unidad de las profesiones médicas han sido
merecedores de reconocimientos de autoridades y sociedades médicas de
Nicaragua.” Rindiendo este homenaje, la revista inició su sección “Una
generación de Maestros”. (1,2)
En 1995, la revista
Bolsa Médica del mes de junio, publicó la galería de Jefes Nacionales de
Enseñanza y presentó al Dr. Roberto Calderón G., como el Jefe Nacional de
Enseñanza de la Especialidad de Radiología. El 30 de junio de 1995, en el Hotel
Camino Real con motivo del centenario del descubrimiento de los rayos X, la Sociedad Médica
del Hospital Escuela “Manolo Morales Peralta” brindó un significativo
reconocimiento al Dr. Roberto Calderón Gutiérrez, eminente radiólogo nacional,
presentándose una exposición, muy documentada, sobre la vida del
homenajeado. Para esa fecha todavía
laboraba en ese hospital el Dr. Calderón, cuando era aún la única institución hospitalaria
que impartía la enseñanza de la especialidad de Radiología. En el centro de la
fotografía publicada aparece el Dr. Calderón y a su izquierda, el Dr. Marvin
Gutiérrez, radiólogo, ambos ya fallecidos. Según la revista Bolsa Médica de
agosto de 1995, el Dr. Calderón era humilde ante los que no sabían y por eso
era Maestro. (1,2)
El Dr. L. J. Espinosa
Rodríguez escribió en 1995: “…Diez años después de este servidor, en 1955,
acompañado de sus múltiples y especiales dotes (…) llegó al país el Dr. Roberto
Calderón G., quien desde entonces ha sido un digno ejemplo de compañerismo,
dedicado con pasión al trabajo y con gran amor a la enseñanza de la
especialidad, siendo además, un amigo desinteresado y sincero, cualidades que
como muchas otras lo enaltecen.” (1,2)
En 1997, por razones
de salud, el Dr. Calderón G., se retiró del Hospital Escuela “Manolo Morales
P.” Mantuvo ininterrumpidamente todos los viernes, a las siete
de la mañana, una sesión radiológica con todos los médicos del hospital, así
como una clase para los médicos internos, cada miércoles a las dos de la tarde.
El 4 de junio de
1998, murió debido a cáncer colónico. Irónicamente, a su lecho de muerte, a su
propia casa, le llevaron su carta de despido como parte de una medida
gubernamental durante una de las huelgas
médicas más importantes de la historia del país, que había durado varios meses.
Política oficial que desmanteló una red docente que había costado varios años
construirla en los hospitales públicos. Era entonces Presidente de la República el Dr. Arnoldo
Alemán Lacayo. (1,2)
Durante muchos años
fue miembro del Club Rotario Internacional ocupando diferentes
responsabilidades en ese organismo no gubernamental. Asimismo, a lo largo de la
década de los años 90, el Dr. Calderón Gutiérrez fue presidente del grupo
“Etica y Transparencia”, del cual fue su presidente fundador. También fue
considerado dentro de la lista de ciudadanos nicaragüenses notables que
promovía la sociedad civil. “Creo que la cosa más difícil de lograr es saber lo
que uno quiere. Cuando regresé al país
me pregunté si quería trabajar en política y me respondí que no. Mis aspiraciones son estrictamente de
carácter cívico.” Así se expresaba el Dr. Calderón G. (1,2)
La promoción de
organismos supuestamente “independientes” como “Etica y Transparencia” -que
actúan como fiscalizadores de la gestión pública, de la observación o
transparencia electoral, de las normas democráticas y que son promotoras de
personalidades notables u honorables, personas con mucho prestigio y proyección
“neutral” ante los hechos políticos, dentro de la sociedad civil-, ha sido una
práctica en Nicaragua y otros países latinoamericanos, que algunos señalan como
financiada por el Departamento de Estado
(Ministerio de Relaciones Exteriores o Cancillería) del gobierno de los Estados
Unidos a través de agencias como el Instituto Republicano Internacional (IRI),
una de las organizaciones satélites de la Fundación Nacional
para la Democracia
(NED por sus siglas en inglés: National Endowment for Democracy). (1,2)
El IRI desde 1995
promovió la formación de “Etica y Transparencia” para que actuara como un
“tribunal civil” e incidió en la selección de los dos notables: el conservador
Dr. Emilio Alvarez Montalván (oftalmólogo), que a través de su perfil de
politólogo expresa sus ideas político-ideológicas; y el Dr. Roberto Calderón
Gutiérrez (radiólogo), que en ese entonces era el presidente de Fundemos.
Funcionarios del Centro de Estudios Estratégicos Nicaragüenses y de Fundemos
viajaron en 1995 a
Perú a aprender de la experiencia en el país andino con organismos similares a
“Etica y Transparencia”. Como me dijo una noche, el veterano radiólogo, Dr.
Salvador López, pupilo del Dr. Calderón G., después de una reunión académica en
un hotel capitalino: “El Dr. Calderón era el hombre de la embajada gringa”.
(1,2)
Rayos
X en odontología
La aplicación de los
rayos X en odontología, en Nicaragua, tiene relación con la fundación de la Facultad de Odontología
de la Universidad
Nacional de León, en 1954, según el destacado odontólogo
leonés Julián Chiong Meléndez, quien apunta que entre los fundadores estuvieron
los odontólogos Dr. José Machado Sacasa, Dr. Jaime Argüello Guillén y el Dr.
Porras (cónsul de su país, España, en la ciudad de León), así como los
distinguidos médicos Dr. Néstor Salinas Esquivel, Dr. Osmán Ríos y Dr. Terencio
Delgado. (2)
El Dr. Chiong Meléndez
coincide con el Dr. Humberto Altamirano, actual Decano de la Facultad de Odontología
de la U.N .A.N.-León,
en que el pionero de la radiología odontológica en León –y consecuentemente en
Nicaragua-, fue el Dr. René Artola. (2)
El Dr. R. Artola
aprendió empíricamente el uso de los aparatos de rayos X odontológicos, no
acostumbraba protegerse de la radiación e impartía clases de radiología a los
estudiantes de odontología, todavía al inicio de la década de 1970, según el
Dr. Chiong Meléndez, quien fue su alumno, graduado en 1974. (2)
La Universidad envió
al Dr. René Artola becado a Francia para realizar un postgrado en radiología
odontológica; allá se enfermó y le diagnosticaron cáncer, seguramente
relacionado con la exposición a radiación X. El Dr. Artola regresó a Nicaragua,
donde murió, de acuerdo al Dr. Chiong Meléndez.
El doctor René Artola podría ser considerado como uno de los mártires de
la Radiología en Nicaragua y hasta donde sabemos, nunca ha recibido ningún
homenaje o reconocimiento universitario oficial. (2)
Nuevas
tecnologías en la historia radiológica de Nicaragua
Desde
1952 el Dr. L. J. Espinosa R., empezó a hacer angiografías cerebrales, en la
práctica médica privada, en colaboración con los neurocirujanos, pioneros de
dicha técnica, Dr. César Amador Kühl y Dr. Amílcar Ibarra Rojas. Cinco años
después, en 1957, habían realizado 148.
En el Hospital General El Retiro y en el Hospital del INSS, así como en
la práctica privada, se realizaron angiocardiografías y aortografías en
colaboración con los cardiólogos Enrique Belli Cortés y Aarón Tuckler. (1,2)
En 1956, “Atomos para
la paz” de la Comisión
de Energía Atómica de EE.UU., instaló un laboratorio de radioisótopos
provisional, que entrenó durante octubre y noviembre de ese año a radiólogos
nacionales, según el Dr. L. J. Espinosa Rodríguez. (1,2)
Durante
la década de 1960, del siglo XX, llegó al antiguo Hospital El Retiro, la
primera unidad, bomba o fuente de cobalto 60. En esa misma época ingresaron a
Nicaragua fuentes selladas de radio para aplicaciones intracavitarias como
parte de la terapéutica del cáncer cervicouterino, el más común de América
Latina. En Ontario, Canadá, se había instalado la primera unidad de cobalto 60
en América, durante la década de 1950. En 1972, Nicaragua tenía un hospital
moderno con radioterapia adecuada, considerado uno de los mejores de
Centroamérica. (1,2)
En 1975, en el Hospital San Vicente, de la ciudad de León, el Dr. Julio
César Terán, cardiólogo, profesor de la
U.N .A.N., quien además laboraba en la Clínica San José,
realizó la primera ecocardiografía en Nicaragua, de acuerdo al Dr. Enrique
Sánchez. Esa primera ecocardiagrafía fue realizada a quien en ese momento era
el médico interno y actualmente Decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la
U.N.A.N.-Managua, Dr. Freddy Meynard Mejía, quien corrobara la información. (2)
Entre 1976 y 1978, el Dr. Adolfo
Blandino dedicó algún tiempo a su laboratorio de medicina nuclear usando
isótopos radiactivos para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades no
abordables hasta entonces, en el país, por otros métodos; pero en los primeros
años de la década de 1980 abandonó el país. El Dr. Blandino, además de ser el
primer radiólogo nicaragüense con entrenamiento en gammagrafía –según relata el
Dr. Enrique Jiménez Quezada- posteriormente fue el primero en dedicarse a la
electromiografía. (1,2)
El Dr. Enrique Jiménez
Quezada regresó de Colombia en 1978 como el primer neurorradiólogo
nicaragüense; y fue el primer médico y radiólogo nacional que utilizó la técnica
arteriográfica de Seldinger, inventada en 1953. El Dr. Jiménez Q., aplicó por
primera vez en Nicaragua la técnica de Seldinger, en 1978, en el Hospital “11
de Julio”, propiedad del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) -hoy
llamado Hospital Escuela “Antonio Lenín Fonseca Martínez”-, que fue el primer
hospital del país en tener un equipo de fluoroscopia telecomandado.
Transcurrían los últimos meses del gobierno liberal de Anastasio Somoza
Debayle. Veinticinco años después de inventada la técnica angiográfica
percutánea femoral, en Europa, se aplicó en Nicaragua por primera vez. Nuestro
retraso crónico ha oscilado entre 20 y 25 años en las diferentes técnicas
radiológicas o imagenológicas (tomografía computarizada, resonancia magnética).
(1,2)
En 1984 se firmaron
convenios con la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) para
fortalecer la radioterapia y el diagnóstico en medicina nuclear. Para esa época ingresaron al país muchos
equipos principalmente procedentes de la Unión Soviética y una
máquina de cobalto de segunda mano, procedente de Texas, Estados Unidos,
financiados por la OIEA.
(1,2)
Dichas gestiones no se
concretaron por no estar construido el centro oncológico y porque desapareció
la casa fabricante en la Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) al producirse, a partir de 1989, el
estrepitoso derrumbe, sin necesidad de disparar una sola bala, del bloque de
países socialistas que ayudaban a Nicaragua. (1,2)
Se finalizó la
construcción del edificio del Centro Nacional de Radioterapia en 1990, con un
costo de un millón de dólares, el cual cuenta con cuartos especiales cuyas
paredes tienen un grosor de 120cm., para poder alojar a las unidades de
cobalto. Asimismo, en 1990, con el apoyo de Noruega y la OIEA se compró una nueva y
moderna unidad de cobalto a un costo de 400 mil dólares. La unidad de cobalto
se instaló con su unidad de simulación. Noruega donó 314 mil dólares, Francia
facilitó un préstamo, Cuba envió técnicos y especialistas y el gobierno de
Nicaragua presidido por Violeta Barrios invirtió un millón de dólares. (1,2)
A
finales de 1985 llegó el primer ultrasonógrafo al Hospital Militar Escuela “Alejandro Dávila Bolaños” (HMEADB). El
Dr. Valentín Zambrana, radiólogo, inició sus estudios de Radiología en
Nicaragua y los finalizó en México,
quien trabajó en el HMEADB, fue pionero de una nueva etapa de la
ultrasonografía en Nicaragua. Este
primer equipo tenía sólo una sonda de 5MHz., de tipo lineal. (1,2)
En
1986, el Hospital Bautista de Nicaragua, el único hospital privado durante
muchos años, impulsó la construcción de un nuevo departamento de rayos X. (1,2)
El primer ultrasonógrafo con doppler pulsado lo
tuvo el HMEADB, desde 1989, cuya marca era Siemens; pero fue hasta el año 1994
cuando se empezó a utilizar el doppler pulsado cuando la Dra. Angélica
Alvarado Vanegas hizo la primera ultrasonografía doppler pulsada de arterias
carótidas del cuello, según el relato de las doctoras Alvarado V., y
Aracelly Pérez O., en entrevista con el autor.
(1,2)
El director del Hospital
Bautista, en 1994, Dr. William Abdalah señaló: “…el servicio de ultrasonido es
garantizado y nos permite hacer diagnósticos más finos, gracias a un equipo que
nos costó 80 mil dólares, un indicativo de la capacidad del equipo;…” En el año
2003 un ultrasonógrafo con mayor resolución y nitidez de las imágenes costaba 3
ó 4 veces menos. (1,2)
En 1994, el medio de contraste iónico
ioxitalamato (telebrix), recibió publicidad en la revista Bolsa Médica. (1,2)
El Dr. Bayardo Flores Pereira, en el año 1994,
señaló: “…En Nicaragua, hasta muy recientemente han comenzado a instalarse los
primeros equipos mamográficos, y hemos considerado útil dar a conocer de manera
muy simple los alcances y limitaciones de esta técnica.” (1,2)
Antes de 1993 no había ni un solo mastógrafo o
mamógrafo en Nicaragua, es decir, que los equipos de rayos X convencionales
eran utilizados para tomar radiografías a las glándulas mamarias, según refiere
el Dr. Enrique Jiménez Quezada. En enero de 1994, el Instituto de Radiología
publicó propaganda de su servicio de mamografía, en la revista Bolsa Médica. En
octubre de 1994, la revista Bolsa Médica publicó propaganda del Centro de
Mujeres Ixchen (organismo no gubernamental de atención en salud), ofreciendo el
servicio de mamografía en Managua. Llama la atención que para este mismo
tiempo, el Hospital Bautista, el principal hospital privado del país, en su
propaganda en la misma revista, no ofrecía todavía exámenes de mamografía. (1,2)
Sin embargo, al conmemorarse el 65 aniversario
del Hospital Bautista, en febrero de 1995, se informó lo siguiente: “Entre sus
equipos cuenta ya con un mamógrafo, un moderno equipo radiológico,…” Y además se anunciaba: “Un equipo de
tomografía axial computarizada está en proceso de ser adquirido para completar
las unidades de diagnóstico del hospital.” (1,2)
En
noviembre de 1994, el Hospital Bautista con un fondo de más de un millón de
dólares construyó un edificio y amplió las unidades de rayos X, ultrasonografía
y mamografía. En la revista Bolsa Médica de julio de 1995, el Hospital Bautista
publicó por primera vez una página completa, en la cara interna de la portada,
propaganda de su nuevo equipo de mamografía o mastógrafo Senographe 600T Senix
HF, calificado como el mejor de su clase, y de su tiempo. Llama la atención la
siguiente aclaración al pie del anuncio: “Nuestra moderna tecnología a su
servicio no significa que el estudio sea caro.”
En el
número de noviembre de 1995, de la misma revista, se señalaba que el mastógrafo
del Hospital Bautista poseía doble punto focal, compresión neumática y baja
radiación. Además, se instalaba en el
mismo hospital un moderno equipo de rayos X con fluoroscopía con mesa
basculante, generador trifásico de 1200mA., intensificador de imagen con cadena
de televisión y suspensión cielítica, características que lo hacían el más
completo de Nicaragua. (1,2)
El Instituto de Radiología anunciaba desde julio
de 1993, en la revista Bolsa Médica, su servicio de ecocardiografía. En abril y
octubre de 1994, la revista Bolsa Médica informó que el Hospital Escuela “Dr.
Oscar Danilo Rosales Argüello” (HEODRA), de la ciudad de León, contaba con
modernos ecocardiógrafos, donados por médicos de EE.UU., encabezados por el Dr.
John A. Paar. (1,2)
En 1996 vino al país el primer ultrasonógrafo
doppler color, el cual fue adquirido por el HMEADB y cuya marca era General
Electric, modelo Logic 500, de acuerdo a entrevista de las doctoras Aracely
Pérez Ordóñez y Angélica Alvarado Vanegas con el autor. Un ultrasonógrafo doppler color, similar al
antes mencionado, fue comprado por el Hospital Bautista en 1999, el autor fue
testigo presencial del estreno y uso de tal equipo. El apellido Doppler, debido
al danés que describió el efecto doppler, se ha vuelto tan común en la jerga
médico-radiológica que le ha sucedido lo mismo que el nombre de Galeno, es
decir, que se puede escribir con minúscula por usarse frecuentemente para
referirse en términos generales y no a la persona en particular; galeno es
sinónimo de médico; y doppler es el examen ultrasonográfico específico. (1,2)
1991 es el año en que
el Dr. Enrique Jiménez Quezada –neurorradiólogo formado en la Fundación
Instituto de Neurología de Colombia-, introdujo al país el primer tomógrafo
axial computarizado, marca General Electric, modelo CT Max 640, el cual todavía
funcionaba en el año 2010. Este equipo fue comprado en Miami, Florida, EE.UU.,
y tuvo un costo de 340 mil dólares. En 1998, el Dr. Jiménez Quezada trajo a
Nicaragua el primer tomógrafo helicoidal, marca General Electric, modelo
Synergy. Así, el Dr. Jiménez Q., fue el primer propietario en Nicaragua de un
tomógrafo. (1,2)
En Bolsa Médica de
diciembre de 1994 se puede leer una nota titulada “Tomografía axial
computarizada: tres años de su introducción a Nicaragua”, la cual dice (1,2):
“El Instituto de
Diagnóstico por Imágenes, que preside el Dr. Enrique Jiménez cumplió tres años
de fundado y de haber introducido por primera vez a Nicaragua, la tomografía
axial computarizada, hecho que hizo trascender el diagnóstico para el tratamiento
de enfermedades tan complejas del sistema neurológico y del corazón, entre
otras.” (1,2)
“El 17 de diciembre de
1991, por esfuerzos personales del Dr. Enrique Jiménez, especialista en
Neurorradiología y TAC se creó el primer centro de esta naturaleza que ha
permitido (el diagnóstico tomográfico),
en todo el país y servicios a los hospitales privados y estatales, reduciendo
así la fuga de divisas y la migración de pacientes al exterior.” (1,2)
“La tomografía es un
concepto pequeño-burgués de la medicina” fue una frase que dos médicos cubanos,
expresaron al Dr. Enrique Jiménez Q., en 1989, en el Hospital “Fernando Vélez
Páiz”, ante la presencia de un alto funcionario del gobierno revolucionario,
según ha expresado en privado y públicamente el propio Dr. Jiménez Q. Lo
curioso es que para 1989 Cuba ya poseía en La Habana tomógrafos computarizados y resonador
magnético. Quizá, quisieron criticar la aplicación de la tecnología de la TAC en la práctica médica
privada. De cualquier manera, fue un comentario desafortunado y no le restó
ímpetu emprendedor al Dr. Jiménez Quezada. Ese primer tomógrafo fue instalado
en Managua, en Altamira del Este, de donde fue la distribuidora Vicky 75 varas
al este (arriba), de acuerdo a entrevista del Dr. Jiménez Q., con el autor. Este
proyecto resultó rentable y creció en pocos años hasta tener una segunda
sucursal en el reparto Las Brisas, en las cercanías del Hospital Escuela “A.
Lenín Fonseca M.” (1,2)
Curiosamente, el Dr.
Jiménez Quezada trajo a Nicaragua el primer tomógrafo axial computarizado antes
que viniera al país el primer mastógrafo o mamógrafo, lo cual suena absurdo,
pero así fue la realidad. Antes de 1993 los exámenes radiológicos de las
glándulas mamarias se realizaban con equipos de rayos X convencionales, lo cual
significaba una mayor dosis de radiación para las pacientes y por supuesto una
menor calidad de imagen. Eran mamogramas obtenidos con aparatos de rayos X que
no eran mastógrafos o mamógrafos, los cuales ya estaban usándose en otros
países del área. Así que, Nicaragua tuvo tomógrafo antes que mastógrafo. La
importación del primer mastógrafo antes de 1993, no la hizo ni la empresa
privada, ni el Estado nicaragüense. Este hecho fue criticado sutil o
abiertamente por radiólogos mexicanos invitados al primer simposio de
tomografía axial computarizada, realizado en agosto de 1992, en Managua. (1,2)
Alrededor de seis
meses después, a mediados de 1992, el Dr. Roberto Calderón Gutiérrez instaló en
el Instituto de Radiología, del cual era director, el segundo tomógrafo axial
computarizado en Nicaragua. En enero de 1994, J. A. Montiel escribió: “Gracias
al esfuerzo de médicos privados, Nicaragua tiene dos centros de diagnóstico
(imagenología), que entre sus equipos cuentan con la tomografía axial
computarizada, que tantos beneficios ha dado a pacientes y médicos, al definir
los diagnósticos que por falta de tecnología estaban errados o confusos.” (1,2)
El
29 de agosto de 1992 se inauguró el “Primer Simposio de Tomografía Axial
Computarizada”, en Managua, Nicaragua; evento organizado por el Dr. Enrique
Jiménez Quezada y al cual asistió como expositor invitado el radiólogo mexicano
Dr. Pedro Salmerón, quien laboraba en la Clínica Londres ,
de México, según relató el Dr. Jiménez Q., en entrevista con el autor. (1,2)
En Bolsa Médica de
enero de 1994 -la revista médica más importante, por no decir la única del
país-, puede leerse publicidad sobre tomografía axial computarizada, ofrecida
por el Instituto de Radiología, ocupando la mitad superior de una página interna,
en azul y blanco. Por otro lado, es
hasta en marzo de 1994, que la misma revista publica propaganda del Instituto
de Diagnóstico por Imágenes “Dr. Enrique Jiménez M.”, la cual ocupa
completamente la cara interna de la contraportada, totalmente a color. La competencia por el mercado de la
tomografía axial computarizada estaba echada entre dos centros privados. (1,2)
En 1995, escribió el Dr. L. J. Espinosa Rodríguez:
“…es hasta hoy (…) la instalación de un Departamento de Medicina Nuclear del
Instituto de Radiología del Dr. Roberto Calderón.”. Agregando: “Y continuamos
viendo cristalizar el valor y el entusiasta esfuerzo como el de traer al país
dos equipos de tomografía computarizada y además, por otro lado, uno de
resonancia magnética que está en planes de instalarse…” Es llamativo que el Dr.
L. J. Espinosa R., no haya mencionado al Dr. Enrique Jiménez Quezada como el
pionero de la tomografía axial computarizada (TAC) en Nicaragua, por haber
traído el primer TAC al país. Curiosamente, le dio el mérito al Dr. Calderón
G., por el esfuerzo en medicina nuclear; pero no al Dr. Jiménez Q., por su
esfuerzo de iniciar con la TAC en Nicaragua. (1,2)
El Hospital Bautista de Nicaragua,
en 1995, instaló el primer tomógrafo axial computarizado en un hospital
propiamente dicho, aunque de tipo privado; equipo cuya marca era General Electric,
modelo Systec 3000i. En la edición de septiembre de 1995, de Bolsa Médica, el
Hospital Bautista desplegó, en toda la cara interna de la portada, un anuncio
sobre su nuevo TAC. (1,2)
El Hospital Bautista usó una
donación de un millón y medio de dólares procedente de Estados Unidos e instaló
el nuevo equipo de tomografía computarizada que posee una poderosa computadora,
la cual controla todos los parámetros del equipo permitiendo adquirir,
presentar e imprimir imágenes de forma simultánea, acortando el tiempo del
estudio. Con cortes de hasta 1.0mm., de
grosor que permitían estudiar, localizar y diagnosticar las alteraciones de una
manera precisa para lo cual tiene una matriz de presentación de 512x512 pixels y
una impresora láser de los tomogramas. El nuevo tomógrafo tenía una capacidad
de realizar entre 6 y 10 estudios por hora con una duración de seis minutos por
cada examen. Ese tomógrafo estableció el antes y el después en dicho hospital.
El precio inicial de cada examen de TAC fue de 250 dólares. Se decía, en ese
entonces, que era el tomógrafo más completo de América Central. (1,2)
Bolsa Médica de septiembre de 1995 informó que: “La
compañía Hermoso y Vijil, de amplia trayectoria comercial en Nicaragua, estará
en poco tiempo instalando el equipo para diagnóstico por resonancia magnética
(…) el equipo estará bajo la dirección de la doctora Angélica Alvarado…” (1,2)
En 1997 fue instalado el primer resonador magnético en
Nicaragua. Dicho equipo era marca Hitachi, de 0,025T, de tipo abierto. Estuvo
ubicado en Managua (hacia el norte del antiguo edificio del Banic, hoy Lafise,
en el sector del paso a desnivel y rotonda de la colonia Centroamérica), y era
propiedad de un inversionista estadounidense. La Dra. Angélica
Alvarado Vanegas y el Dr. Adolfo Blandino fueron los primeros radiólogos
nicaragüenses que estuvieron
interpretando exámenes de resonancia magnética realizados en el país.
Este equipo funcionó durante año y medio y con él se llegó a hacer hasta cinco
exámenes de IRM diariamente, realizándose estudios del encéfalo, columna
vertebral y sistema musculoesquelético; las imágenes de mejor calidad eran las
obtenidas del encéfalo, debido a las limitaciones propias del equipo, según
entrevista del autor con la Dra. Alvarado V. (1,2)
De acuerdo al técnico en rayos X, Julio César
Quintero, en conversación con el autor, todo indica que el inversionista gringo
sabía que el equipo estaba en su fase terminal porque la vida útil había sido
sobrepasada. J. C. Quintero, quien fue el técnico que manejó el primer
resonador magnético instalado en Nicaragua, considera que nuestro país fue
visto como el sitio donde se podía obtener alguna ganancia con un equipo viejo,
aprovechando el ambiente de atracción de
la inversión extranjera, antes de que el resonador diera en cualquier momento
el barquinazo. Ya para 1997 se producían resonadores magnéticos en Estados
Unidos, Europa y Japón de gran calidad y sin lugar a dudas muy superiores al
Hitachi de 0,025T. Si en realidad querían hacer una inversión duradera que
contribuyera por mucho tiempo con un mejor abordaje de los pacientes, pues la
fórmula era sencilla: comprar un equipo de modelo más reciente, talvez no
nuevo, pero más moderno. (1,2)
En 1999, el Hospital Bautista
inauguró un nuevo Postgrado de Radiología, a cargo del Dr. Marvin Gutiérrez
Sánchez hasta el año 2006, en que asumió la responsabilidad el Dr. David
Góngora Rojas. En el año 2006 se inauguró el Postgrado de Radiología en el
Hospital Militar Escuela “Alejandro Dávila Bolaños” a cargo de la Dra. Aracely Pérez
Ordóñez. (1,2)
El Hospital Bautista, de carácter
privado, en 1999, instaló el primer resonador magnético, ubicado a nivel
intrahospitalario, cuya marca era General Electric, modelo Sigma, con campo
magnético de 0.5T, con sistema de enfriamiento a base de helio. Este equipo
brindaba imágenes de mayor calidad y los exámenes eran más rápidos que con el
equipo Hitachi antes mencionado, que para entonces, ya no funcionaba. Como no
existía competencia los exámenes costaban desde 500 hasta 700 dólares más el
valor del medio de contraste paramagnético. El autor fue testigo de la
instalación y de los primeros tres meses de funcionamiento de dicho resonador
magnético. En el II Congreso Científico del Hospital Bautista, organizado en un
hotel capitalino, como una actualización en resonancia magnética impartida por
radiólogos mexicanos, tuve la oportunidad de presentar en forma de cartel
(poster) el trabajo de investigación titulado “Sensibilidad y especificidad de
los signos clínicos en arteriografía de emergencia” realizado en el Hospital
Roosevelt, Guatemala, en el año 1997. (1,2)
El día tres de agosto de 1999 el
Centro de Diagnóstico “William Röntgen” se fundó, en Managua, y contó con un
tomógrafo computarizado (marca Siemens, modelo Somaton Art). El 14 de marzo del año 2000, se fundó el
Centro de Diagnóstico por Imágenes “Linda Vista”, el cual inició operaciones el
10 de enero de 2001 y en el año 2007 adquirió un tomógrafo computarizado
helicoidal, marca Siemens, modelo Somaton Arx, renovado con otro equipo marca
Siemens, modelo Somaton Balance. Este centro privado se convertiría, en el año
2005, en el primero de su tipo, sin ser hospital, en poseer un resonador
magnético (marca Siemens, modelo Concerto, campo magnético de 0.23 Tesla). La revolución
de los softwares, más versátiles y rápidos, inició a compensar el menor teslaje
de los resonadores magnéticos. (1,2)
La dinámica económica, técnicas de
mercadeo que incluyen un importante sector de médicos “cautivos” y la
renovación de equipos permitieron al grupo del Centro de Diagnóstico “Linda
Vista” crecer y extenderse e instalar dos tomógrafos en las cercanías del
mercado “Roberto Huembes” y en Sébaco, Matagalpa, los cuales funcionaron
durante año y medio y un año, respectivamente. (1,2)
El Dr. Erick Altamirano llevó, a su
clínica privada en la ciudad de Masaya, el primer ultrasonógrafo doppler color,
en el año 2000, cuya marca era Siemens, modelo Sonoline Sienna. (1,2)
En 2002, instalaron el primer tomógrafo
computarizado en León, de tipo helicoidal, marca Siemens, modelo Somaton
Arhp, en el Centro de Diagnóstico San
Sebastián, de tipo privado; el autor de
este libro trabajó con ese equipo durante los primeros 10 meses de funcionamiento
de dicho centro. Este mismo tomógrafo, desde el año 2009, está ubicado en
Juigalpa, Chontales. (1,2)
El 25 de junio de 2005 fue instalado
el segundo tomógrafo computarizado en León, marca General Electric, modelo GE/e
de tipo helicoidal, monocorte –primero de su tipo en León-, en la clínica
privada del Dr. David Fletes. En 2006 se instaló el tercer tomógrafo en León,
en la clínica del Dr. Iván Aráuz Godoy, quien desde hace muchos años ejerce la
radiología convencional, en la ciudad metropolitana, combinada con la
ultrasonografía y ecocardiografía. El Dr. Aráuz Godoy es quizá, actualmente, el
radiólogo de mayor edad. (1,2)
En el año 2004 inauguraron, en
Managua, el Hospital Metropolitano “Vivian Pellas”, de tipo privado, con un
perfil de atención para la clase alta y media alta, de moderna construcción
vertical y con equipos radiológicos que incluyen tomógrafo computarizado
helicoidal marca Philips, modelo MX-8000 (de dos cortes) y el primer resonador
magnético de 1.5T en el país, marca Philips, modelo Intera. (1,2)
La competencia por el mercado de las
resonancias magnéticas empezó. Los precios, en 2004, bajaron de 500 dólares
hasta alcanzar 350, y en determinado momento, menos de 300 dólares. Hubo un momento en que los administradores de
los dos únicos hospitales del país, con resonadores magnéticos, negociaron un
precio mínimo límite para no obtener pérdidas. (1,2)
El HMEADB compró su primer tomógrafo computarizado,
que fue de tipo multicorte (cuatro cortes), marca General Electric, en agosto
del año 2004. En diciembre del mismo año
adquirió un resonador magnético, de 0,025 T, de tipo abierto, General Electric,
modelo Sigma. (1,2)
Entre 2005 y 2006 se
instaló un tomógrafo computarizado en el Hospital Escuela “Antonio Lenín
Fonseca Martínez” (HEALFM), el primer tomógrafo axial computarizado en un
hospital público; el cual fue donado, era usado y los exámenes realizados con
el mismo eran vendidos a la población pobre, como parte de la privatización
parcial de los servicios de salud pública impulsada por los gobiernos
neoliberales. El radiólogo que laboró la mayor parte del tiempo en que funcionó
dicho aparato fue el Dr. David Góngora Rojas. (1,2)
El
Dr. Erick Altamirano instaló el primer tomógrafo computarizado en Masaya, en el
año 2006; equipo de marca Siemens, modelo Somaton Emotion, de seis cortes, el
cual fue el primero en la región oriental y sur de Nicaragua. (1,2)
En
Estelí, en el año 2007, fue instalado un tomógrafo computarizado –el primero en
la ciudad y en la región de las Segovias, de tipo multicorte (dos cortes),
marca General Electric, en un centro diagnóstico privado. El primer tomógrafo
multicorte de 64 cortes fue instalado en un hospital privado: Salud Integral,
en Managua, en el año 2007. (1,2)
También en 2007, el
Centro de Imágenes y Procedimientos, en Managua, instaló un tomógrafo
computarizado; además, intentó la instalación de un resonador magnético de los
ensamblados dentro de un “furgón o tráiler” sin tener éxito. Posteriormente, en 2008, instalaron
tomógrafos computarizados los hospitales privados Sumédico, Monte España y
Central “Dr. César Amador Kühl”. (1,2)
En abril del año 2008,
durante el gobierno del Presidente de la República Daniel
Ortega Saavedra, se fundó con equipos donados por el Presidente de la República Bolivariana
de Venezuela, Hugo Chávez Frías, el Centro de Alta Tecnología (CAT), en el
HEALFM, el cual cuenta con tomógrafo helicoidal multicorte (de seis cortes) y
resonador magnético (abierto, de 0.35T); ambos fueron los primeros equipos
nuevos, de este tipo, instalados en un hospital público, nacional o estatal de
Nicaragua. El resonador empezó a funcionar en abril y el tomógrafo en mayo; el
primer examen de resonancia magnética en un hospital público de Nicaragua, o
sea en el HEALFM, se realizó el 18 de abril de 2008, evento en el cual
participaron el técnico de rayos X, Miguel Angel Gaitán, el ingeniero Iván
Zúniga Vilanova y el radiólogo Lenin Fisher. (1,2)
Estas circunstancias excepcionales para un
hospital público y para todo el sistema de salud pública favorecieron la
inauguración del cuarto Postgrado de Radiología en Nicaragua, con sede en el
HEALFM, dirigido por el Dr. Edén Lenin Fisher Chavarría, el cual comenzó con 10
residentes de primer año. (1,2)
En otras palabras,
transcurrieron 36 años, desde que el primer tomógrafo axial computarizado fue
instalado en el Hospital Atkinson Morley`s de Londres; o bien, 34 años desde
que se obtuvo la primera imagen por resonancia magnética de un ser vivo (un
ratón) en la Universidad
de Aberdeen, Escocia; para que en Nicaragua, un hospital del sistema de salud
pública tuviera por primera vez, tomógrafo computarizado y resonador magnético
nuevos. (1,2)
El HMEADB recibió en carácter de donación, en octubre
de 2009, por parte de médicos estadounidenses, un equipo de PET (tomografía con
emisión de positrones) y durante este mismo año el Centro Nacional de
Radioterapia “Nora Astorga” del Ministerio de
Salud compró otro equipo de PET. Entre 2007 y 2008 hubo intentos de
instalar otros tomógrafos computarizados en Masaya, Granada y Sébaco
(Matagalpa), los cuales enfrentaron serias dificultades, que llevaron al cierre
parcial o total de operaciones. (1,2)
En julio de 2010, se instaló el primer tomógrafo
computarizado, de tipo multicorte, marca Siemens, en el hospital público de la
ciudad de Estelí, el Hospital San Juan de Dios; equipo completamente nuevo, donado por Venezuela, a
través de la Alianza
Bolivariana de los Pueblos de América (Alba). Así, el
hospital público de Estelí fue el primer
hospital departamental que tuvo un tomógrafo computarizado, no usado, no de
segunda mano, no refaccionado, no “refurbish”,
sino, nuevo, o sea, de paquete. (1,2)
En el mes de julio del año 2011 fue instalado un equipo
de medicina nuclear en el Centro Nacional de Radioterapia “Nora Astorga”, en la
capital; el primero de ese tipo en el sistema de salud pública desde el
terremoto de Managua, en 1972. El tres de noviembre de 2011, en la misma
institución empezó a utilizarse la yodoterapia para pacientes con carcinoma
tiroideo. (1,2)
Referencias bibliográficas:
- Fisher, L. Historia de la Radiología en Nicaragua: la senda de la luz invisible. Universitaria. Managua. 2010: 316
- Fisher, L. Historia de la Radiología en Nicaragua: la senda de la luz invisible. 2da. ed. Universitaria. Managua. 2011: 428
- Wikipedia: la enciclopedia libre. 2012
- Pedrosa, C. S. Pedrosa Moral, I. S. Diagnóstico por imagen: evolución histórica. En: Pedrosa, C. S., Casanova, R. Pedrosa. Diagnóstico por imagen. Vol. I: Generalidades. Aparatos respiratorio y cardiovascular. McGraw-Hill Interamericana. Madrid. 2002:1-20
Managua, Nicaragua, 30 de abril de 2012
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