miércoles, 12 de octubre de 2011

ELECCIONES NICARAGUENSES 2011: LA MEDALLA DE PLATA



Elecciones nicaragüenses 2011:
la medalla de plata

Lenin Fisher

En las próximas elecciones presidenciales del 6 de noviembre, de acuerdo a todas las encuestas, la gran interrogante a responder es quién ocupará el segundo lugar.

¿Quién será el claro ganador de la medalla de plata? ¿Qué candidato presidencial ocupará la segunda grada del podium? La verdadera batalla política y partidaria la llevarán a cabo dos fuerzas: el PLC y sus aliados con el ex-presidente Arnoldo Alemán Lacayo como candidato presidencial y el PLI-UNE con Fabio Gadea Mantilla, quien nunca ha sido presidente y es consuegro del primero.

Gadea M., quien sabe como contar cuentos, inicia muy mal su cuento publicitario televisivo porque insulta a centenares de miles de nicaragüenses y decenas de miles de familias que de una u otra forma han sido beneficiadas por la gigantesca obra social con que el sandinismo en el poder ha combatido la pobreza y la extrema pobreza, durante cinco años, en medio de diferentes errores, limitaciones y equivocaciones. Según Gadea M., contrarrestar el desgarro profundo que el neoliberalismo causó en nuestro país es simplemente: repartir miseria. ¡Qué fácil es ofender a los pobres!

El escenario electoral es el mejor para decidir qué fuerza política debe dirigir a la derecha nicaragüense y qué líder debe encabezarla. La fórmula de los embajadores gringos, a puerta cerrada, ha fracasado varias veces y la contienda electoral resulta ser el único ambiente donde la disputa por el control económico y político de los partidos de derecha se debe hacer en medio del juego democrático y la paz. Quién manda en la derecha política ya no lo decide el procónsul estadounidense; lo decidirían los votos de los nicaragüenses, lo cual sería en sí mismo, un avance.

Por otro lado, si el FSLN gana otra vez las elecciones presidenciales, como lo hizo en 2006, necesita una nueva oposición, que sea más inteligente, responsable y disciplinada en su labor parlamentaria; facilitadora del nombramiento, reestructuración y funcionamiento de los altos cargos en los diferentes poderes del Estado; que realmente trabaje para beneficiar a todos los nicaragüenses y no sólo a los ricos de aquí y de allá; capaz de sentarse a elaborar acuerdos de desarrollo nacional a mediano y largo plazo, aunque no sea la derecha quien esté en el poder.

En medio de este escenario, es llamativo que un partido político con casi 70 años de existencia como el PLI, sale del ropero, se desempolva y no es capaz de lograr la unidad de su anquilosada directiva, la cual se dividió en cuatro tantos, pero no del mismo tenor. ¿Qué ejemplo de democracia, tolerancia y unidad nacional es ése? Ninguno. Todo lo cual es exacerbado por oportunistas, intolerantes e infiltrados del llamado verdadero neoliberalismo.

Casi todas las encuestas indican que la intención de votos de los nicaragüenses dará la medalla de oro a Daniel Ortega Saavedra y el FSLN (50-60%); la medalla de plata para Fabio Gadea Mantilla y el PLI-UNE (33-38%); y el bronce para Arnoldo Alemán Lacayo y el PLC (10-15%). La derecha se reacomodará porque su correlación de fuerzas internas cambiará. Si Gadea le quita a Alemán el 50% del voto duro y desde el segundo lugar le saca una ventaja de 25 a 30 puntos porcentuales, el liderazgo de Alemán se hundirá y muchas caras en los pasillos del parlamento cambiarán.  La gran victoria electoral de la derecha será ganar el segundo lugar dejando atrás, muy atrás, a Alemán y el PLC, lo cual es bueno para toda la sociedad.

¡Oye chico, la medalla viene!

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