viernes, 3 de diciembre de 2021

FSLN Y PSUV GANAN ELECCIONES EN 2021

 

FSLN y PSUV ganan elecciones en 2021


Lenin Fisher


El FSLN y PSUV han ganado elecciones democráticas en Nicaragua y Venezuela, respectivamente, al finalizar este año. El Frente Sandinista de Liberación Nacional y el Partido Socialista Unido de Venezuela son dos partidos revolucionarios, que están gobernando e impulsando cambios sociales para beneficiar a la mayoría de la población.

El FSLN y PSUV llegaron al poder político de manera distinta. El primero, en 1979, por medio de la luchar armada, y el segundo, en 1999, a través de la lucha cívico-electoral. Veinte años de diferencia, el mismo tiempo que entre la Revolución Cubana de 1959 y la Revolución Sandinista.

El FSLN ganó nuevamente la presidencia, con el Comandante de la Revolución Daniel Ortega Saavedra y la amplia mayoría de las diputaciones a la Asamblea Nacional y el Parlamento Centroamericano. El presidente Ortega ganó con el 75% de los votos, en medio de una participación del 65% de la población, lo cual indica que la mitad del padrón electoral votó por los proyectos de justicia social que el sandinismo impulsa desde 2007, cuando regresó al poder por la vía electoral y democrática. Según el presidente venezolano Nicolás Maduro la victoria sandinista, con esas proporciones, es un récord mundial.

Pero la Revolución Venezolana tiene un récord: ha ganado 27 de 29 elecciones organizadas en dos décadas. Este año, los candidatos socialistas y aliados en el Gran Polo Patriótico ganaron 18 de 23 gobernaturas estatales, lo cual es una victoria rotunda. En solo un estado del país se repetirán las elecciones. Debe agregarse el contundente triunfo en la mayoría de las alcaldías municipales.

Ambos procesos electorales se realizaron en completa paz y normalidad, como verdaderas fiestas cívicas, a pesar de estar amenazados y atacados por las fuerzas reaccionarias de la derecha mundial, encabezada por los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea.

Sin duda, todos los que se auto-llaman de la izquierda light, socialdemócratas o centro izquierda, tienen que aprender mucho del PSUV y del FSLN, porque éstos tienen un acúmulo de experiencias enriquecedoras de la práctica revolucionaria sin recetas. Y por supuesto, que la primera lección del FSLN y el PSUV es hacer la revolución. No lo olviden.


Managua, Nicaragua, 3 de diciembre de 2021

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

leninfisherblogspot.com

miércoles, 1 de diciembre de 2021

EMILIO ALVAREZ MONTALVAN: POLITICO DERECHISTA TRADICIONAL

 

Emilio Álvarez Montalván: político derechista tradicional

 

Lenin Fisher

 

Emilio Álvarez Montalván fue un político miembro del Partido Conservador, una de las paralelas históricas que tienen su origen en los grupos oligárquicos coloniales y post-coloniales.

 

Oftalmólogo de profesión. Estudió medicina en Argentina donde se asombró de la atención en salud gratuita para los enfermos de tuberculosis, cuando, siendo estudiante, estuvo internado en uno de los llamados sanatorios; a pesar de lo cual apoyó el neoliberalismo privatizador del servicio de salud pública.

 

Por algún tiempo tuvo posiciones anti-somocistas; pero estaba más cerca de Fernando Agüero y Luis Pasos Argüello, que de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal. Este último recibió la oposición abierta de parte de Álvarez Montalván, en momentos decisivos de la lucha anti-somocista, a finales de la década de 1970, como lo refleja Ortega (2017):

 

En agosto de 1977, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal comunica a Edmundo Jarquín que el Partido Conservador, a través de Emilio Álvarez Montalván y Luis Pasos Argüello, persiguen sujetarlo y colocarlo bajo su control con el propósito de desbaratar UDEL [Unión Democrática de Liberación] (p. 405).

 

El Partido Conservador quería hegemonizar a la oposición legal y se presentaba como una opción más llevadera ante los ojos del gobierno de Estados Unidos, que no aceptaba totalmente el cierto grado de nacionalismo que defendía Chamorro Cardenal, líder de UDEL, agrupación que planteó algunas reformas importantes, según Ortega (2017).

 

Álvarez Montalván fue opositor a la Revolución Sandinista en la década de 1979 a 1990. Durante los gobiernos neoliberales (1990-2006), fue funcionario de la administración del presidente Arnoldo Alemán Lacayo, desempeñándose como canciller. Estuvo siempre a favor del neoliberalismo y de la subordinación de la política exterior de Nicaragua a los intereses de Estados Unidos. Ese pensamiento lo reflejaba en sus escritos de opinión y entrevistas, cuando el poderío fáctico de los medios de comunicación lo presentaban como analista político, supuestamente imparcial.

 

En uno de sus libros relata que funcionarios del gobierno y agencias de Estados Unidos, provenientes del Instituto Republicano Internacional (IRI) o del Instituto Democrático Internacional (IDI), lo visitaron para financiar distintos proyectos político-ideológicos (Álvarez, 2013; p. 221-223) para enfrentar a la Revolución Sandinista y el FSLN. El dinero de los contribuyentes norteamericanos llegaba a través de la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID).

 

El IRI financió la fundación del grupo Fundemos; para lo cual Álvarez Montalván convocó a sus amigos: Roberto Calderón Gutiérrez, Leopoldo Navarro, Enrique Belli y Francisco Mayorga. La secretaria ejecutiva era Violeta Granera Padilla y entre las actividades incluían hasta exposiciones de caricaturistas mediocres, que publicaban en La Prensa (Álvarez, 2013; p. 221).

 

El IDI financió los cursos de educación cívica, formación de líderes políticos y fiscales electorales para las elecciones presidenciales de febrero de 1990. En este proyecto, que se extendió hasta 1992, Álvarez Montalván seleccionó a los miembros de la directiva, a saber: Vilma Núñez de Escorcia, Carlos Tünnermann Bernheim, Alejandro Bendaña, Alejandro Serrano Caldera y una pastora evangélica de apellido Forbes, de la escuela Morava de Bluefields, ayudándoles mucho el obispo Abelardo Mata, con amplios contactos en la zona rural de Estelí (Álvarez, 2013; p. 222).

 

Como sabemos, algunos de tales directivos traicionaron al FSLN y fueron parte de una agrupación autollamada renovadora, que terminó ejecutando el golpe de Estado armado y violento de 2018, contra el gobierno de Daniel Ortega Saavedra.

 

No está demás decir que, Calderón Gutiérrez, ya fallecido, fue presidente fundador de Fundemos y uno de los fundadores del organismo no gubernamental Ética y Transparencia, que desde 1995 fue promovido por el IRI, con el que se pretendía formar un tribunal civil. Además, el IRI incidió en la selección de dos notables: Emilio Álvarez y Roberto Calderón (Fisher, 2011).

 

El IRI es una de las organizaciones satélites del National Endowment for Democracy (Fundación Nacional para la Democracia), que fue el organismo que sustituyó a la CIA, en la década de 1980, en su papel para desestabilizar y derrocar gobiernos nacionalistas, progresistas o revolucionarios. Ahora sabemos que el ONG Ética y Transparencia también impulsó el golpe de Estado blando, fallido y derrotado, en el año 2018, bajo la dirección de Roberto Courtney.

 

En 1993, Álvarez fue invitado por el Centro Wilson, de Washington, a través del rector de la Universidad Centroamericana, Xavier Gorostiaga, para exponer sobre el proceso de transición de un gobierno revolucionario y antimperialista, a un gobierno contrarrevolucionario, neoliberal y pro-imperialista. Mientras Antonio Lacayo, ministro de la presidencia de su suegra Violeta Barrios, habló de manera optimista, Álvarez Montalván usó un término de la derecha extrema porque llamó cogobierno al hecho de que el primer gobierno neoliberal respetara la existencia del FSLN, como interlocutor válido, contraparte negociadora y representante de los intereses populares (Álvarez, 2013; p. 223).

 

En Washington, criticó la lucha popular de resistencia antineoliberal, apoyó la privatización de las empresas estatales, señaló que la AID capitalizó al Banco Nacional con 250 millones de dólares y que un directivo del Banco Nicaragüense auspiciaba los préstamos para vehículos que vendía su propia empresa importadora de automóviles, por lo cual tuvo que ser también capitalizado. Para finalizar diciendo que: En resumen, mi apreciación de la transición nicaragüense fue de mucha preocupación que pudiera malograrse (Álvarez, 2013; p. 223- 224). Una apreciación, que la historia ha demostrado lo errado que estaba.

 

En conclusión, la promoción de “analistas políticos” y de personalidades presentadas como “notables”, al igual que los mal llamados periodistas “independientes”, son una vieja práctica de los gobiernos de Estados Unidos, para dividir la opinión del pueblo que desea cambiar las injustas relaciones económicas y sociales, que se viven en una sociedad capitalista bajo el dominio de intereses extranjeros.

 

Referencias:

Álvarez Montalván, E. (2013). Médico de vocación y aficionado en política: memorias. Managua. La Prensa.

Fisher, L. (2011). Los rayos X en Nicaragua. En: Historia de la radiología en Nicaragua: la senda de la luz invisible. 2da. ed. Universitaria. Managua.

Ortega Saavedra, H. (2017). La epopeya de la insurrección Lea. Managua.

Sarmiento, M. (2008). El gran negocio de la observación electoral. El 19. Managua. No. 8; 9-10-08: 19-20

 

Managua, Nicaragua, 1 de diciembre de 2021

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

leninfisherblogspot.com