domingo, 24 de abril de 2011

CRUCIFIXION E INVESTIGACION CIENTIFICA


Crucifixión e investigación científica


Lenin Fisher 

Dijo Vittorio de Sica que “La televisión es el único somnífero que se toma por los ojos”; pero anoche miré, en el canal de Historia (History), un programa televisivo muy interesante, que no me provocó sueño. El tema era la crucifixión y la causa de muerte de Jesús de Nazareth, un hombre judío, de 33 años de edad, por lo demás saludable, que fue víctima del castigo y tortura más atroz practicada por los soldados del imperio romano cuando dominaban e imponían la pax romana en Palestina y otros lugares del mundo.

Cuando la rebelión de esclavos, entre los años 73 y 71 A.C., dirigida por Espartaco (I Guerra Servil) fue derrotada por los romanos, éstos crucificaron a 6000 esclavos a lo largo de un camino de 200Km., desde Copua hasta Roma. El emperador Constantino I en el año 313 legalizó el cristianismo y suprimió la crucifixión debido a su conversión religiosa; así, la cruz pasó de ser símbolo de martirio, castigo y dolor a símbolo de esperanza y fe. En el año 4, al morir Herodes, una rebelión del pueblo judío fue aplastada y 2000 judíos fueron crucificados. Ser condenado a morir crucificado significaba que el crucificado no era superior o mejor que un esclavo; era la muerte del esclavo. Los romanos dejaron de usar la crucifixión hasta en el año 337.

En 1968, trabajadores de la construcción encontraron en Jerusalén, la tumba de un hombre judío, llamado  Yehohanan o Johanan, de 20 a 30 años cuando fue crucificado y quien vivió entre los años 100 y 200; los huesos de su talón derecho atravesado por un clavo de 12 cm., de largo, son la única evidencia que se conserva de la práctica imperial romana de la crucifixión. El pie fue colocado en la parte lateral del patíbulo, entre el pie y el clavo fue puesto un pedazo de madera y el clavo atravesó el espesor del hueso calcáneo. En el año 64, Nerón incendió Roma y culpó a los judíos; desató la persecución y la crucifixión. En el año 66 el pueblo judío luchó contra los romanos (I Guerra Judeo-Romana) y los expulsó de Jerusalén, pero luego la ciudad fue sitiada y Roma tomó el control nuevamente en el 73. En el siglo XVI, se practicó otra vez la crucifixión, pero en Japón, donde el emperador temía a los misioneros católicos y ordenaba a los samurai que los crucificaran después de caminar 1500Km., desde Kyoto hasta Nagasaki. En el año 1592 fueron crucificados, a la manera japonesa, 26 misioneros católicos. El crucificado misionero moría porque dos samurai le enterraban simultáneamente sus lanzas (largas y puntiagudas) en el tórax.

Jesús desde que era niño seguramente miró a personas crucificadas porque en ese tiempo en Judea no faltaban los judíos rebeldes que eran castigados de esa manera. Rebeldes que combatían con las armas en la mano –aplicando tácticas de guerra de guerrillas, diríamos hoy-, a las falanges romanas de ocupación y que eran llamados Zelotes (formados por Judas “El Galileo” 4A.C.) y a los cuales perteneció Barrabás. Hay quienes afirman que los dos “ladrones” crucificados junto a Jesús también eran rebeldes, revoltosos.

Hace varios años leí en El Nuevo Diario un artículo en el que el autor decía que la causa de muerte de Jesús crucificado (con un tórax asténico, más largo que ancho), fue una bula enfisematosa o “burbuja de aire” en el tejido pulmonar, de origen tuberculoso, que estalló espontáneamente, a lo cual se sumó la incapacidad de respirar y la consecuente asfixia. Recuerdo al anatomista y cirujano cardiovascular dominicano, Dionisio Soldevila, que en 2006 anunció en París que los tres músculos glúteos son en realidad uno solo (tríceps de Soldevila); el tendón extensor común de los dedos del pie se divide en 5 tendones y no en 4; y que la cabeza tiene 28 huesos (datos no registrados en libros clásicos de anatomía desde el congreso de Suiza, en 1895). Por otro lado, Plutón ya no es planeta, es un “planeta enano” desde el 24-8-2006. El conocimiento es dinámico debido a la investigación y experimentación.

En el programa mencionado, el médico especialista en emergencias, ya retirado, el doctor David Ball, del Tri-Lakes Medical Center, de Estados Unidos, a través de investigaciones científicas, explica qué pudo haber sucedido, cuál fue la causa de muerte, tan rápida, de Jesús de Nazareth. Rápida porque murió 3 ó 4 horas después de haber sido crucificado, cuando comúnmente una persona crucificada moría a los 3 ó 4 días, y algunas hasta nueve días después.

La tortura con latigazos significó un gran estrés, desgarró la piel, el tejido subcutáneo y los músculos de la espalda. Al inicio, la vasoconstricción de los pequeños vasos impidió que saliera mucha sangre; pero después, con los latigazos repetitivos se dañaron vasos sanguíneos de mayor calibre y el sangrado aumentó.  Se formaron hematomas en los músculos intercostales y para-espinales, además de contusiones pulmonares y renales. Las contusiones pulmonares con su componente hemorrágico causaron dificultad respiratoria. Todo eso llevó a deshidratación y choque hipovolémico (poca sangre llega a los tejidos y órganos del cuerpo).

Es poco probable que Jesús haya cargado una cruz como tal. Lo común era que la víctima cargara un madero (llamado patíbulo, el cual en la cruz es el componente horizontal o travesaño), cuyo peso era de 50Kg., colocado en la parte alta de la espalda y amarrado sobre los brazos en abducción (formando un ángulo de 90º con el tórax). El componente vertical de la cruz era llamado stipes o palus.  Existían dos tipos de cruces: tau en forma de "T" mayúscula; y latin, en forma de "t" minúscula. Jesús recorrió las calles de Jerusalén cargando el patíbulo–alrededor de tres kilómetros-, hasta caer por lo menos tres veces. En una de tales caídas, de bruces, y con el patíbulo sobre él, se produjo la más grave de las lesiones: trauma torácico cerrado que produjo que el corazón se golpeara con la cara posterior del hueso esternón y se produjera una contusión del músculo cardíaco, el miocardio. En el área de contusión miocárdica -zona debilitada por el trauma al igual que le ocurre al conductor durante un accidente automovilístico si no lleva puesto el cinturón de seguridad y golpea fuertemente su pecho contra el volante-, se formó un aneurisma post-traumático (bolsa que se comunica con alguna de las cavidades cardiacas) debido a la presión repetitiva del corazón bombeando sangre. El aneurisma comprime al corazón; el fallo cardiaco favorece la formación de derrame pleural y edema pulmonar. La frecuencia cardiaca es mayor de 180 latidos por minutos.

Crucificado el cuadro es el siguiente: dolor intenso en las manos y pies por haber sido clavados. Las manos amarradas. Los clavos en las manos o muñecas han lesionado los nervios medianos, lo cual produce dolor severo. Deshidratación. Dolor en la espalda al rozar el madero vertical que aumentaba el sangrado. Disnea o dificultad respiratoria. Las contusiones pulmonares pudieron condicionar hemotórax (sangre en la cavidad pleural que rodea a los pulmones). Sin dormir por más de 24 horas, humillado y torturado psicológicamente. Los pies no tenían soporte de madera alguno; sólo el clavo que atravesaba los pies. El cuerpo humedecido por diferentes secreciones: sudor, sangre, lágrimas, orina y heces.

Los pintores de la Edad Media, quienes nunca estuvieron presentes en ninguna crucifixión ni miraron a alguien crucificado, pintaron un soporte de madera debajo de los pies; pero eso no era lo acostumbrado. Sin soporte la tortura era mayor y era más difícil respirar. Jesús crucificado expresó por lo menos siete frases con orden lógico, habló hasta el último momento, lo cual sugiere que su cerebro estaba siendo irrigado y oxigenado hasta ese instante, por lo cual no murió de asfixia, ni por excesivo y constante dolor, las cuales eran también causas de muerte de los crucificados. La muerte llegó porque el aneurisma cardíaco post-traumático creció y se rompió, estalló, lo cual provocó hemopericardio (sangre en la cavidad pericárdica, alredor del corazón) ocasionando presión sobre el corazón. El pinchazo con lanza, en un costado del tórax, que ejecuta un soldado romano después que Jesús murió lo demuestra: salió un chorro de sangre a presión, seguido de un líquido claro, como agua.

Entre las causas de muerte debido a la crucifixión, según Wikipedia, se han señalado: asfixia (cirujano Pierre Barbet); dolor excesivo (Frederick Zugibe, de la Universidad de Columbia, experimentó en voluntarios, en 1980); choque hipovolémico debido a hemorragia por los azotes; o bien, una combinación de varios factores como deshidratación, insolación, sepsis generalizada por infección de las heridas y cansancio crónico, que podían llevar a un paro cardiaco (análisis médico de la crucifixión, Clínica Mayo).

En jóvenes voluntarios, sanos, no torturados, que imitan la posición de la crucifixión, el doctor Ball observó lo siguiente: inician con frecuencia cardíaca (FC) de 78 latidos por minuto. A los dos minutos, la FC es de más de 110; a los 7 minutos es mayor de 172 latidos por minuto. A los quince minutos, la capacidad respiratoria, cuantificada por medio de espirometría, ha disminuido 10%. El dolor inicia en los muslos a los dos minutos y aumenta gradualmente en las cuatro extremidades. Temblor en muslos y piernas son evidentes antes de los 10 minutos (a pesar de tener un pequeño e incómodo soporte en los pies). El límite de peso que soportan las manos clavadas, antes de desgarrarse, es de 60Kg. El joven ya no aguantó más. En la modalidad de crucifixión aplicada por los nazis hitlerianos (los brazos totalmente hacia arriba, las manos amarradas de la parte superior de un tronco, el cuerpo colgando y los pies en el aire sin ningún apoyo), los investigadores observan: similares cambios en la FC, a los 10 minutos la capacidad respiratoria ha disminuido 10% y el joven no soporta más. En alguien torturado los hallazgos deben ser peores y se agravan al pasar el tiempo.

No todo está dicho. ¡Jóvenes, a investigar!

León de Nicaragua, 24 de abril de 2011

sábado, 23 de abril de 2011

HALLAZGOS RADIOGRAFICOS EN COLANGIOGRAFIA POST-OPERATORIA

Hallazgos radiográficos en colangiografía post-operatoria


 Fisher Chavarría, Edén Lenin (1)

RESUMEN

OBJETIVO:

Determinar los hallazgos radiográficos más frecuentes en colangiografía post-operatoria (CP) o colangiografía por tubo en T o de Kher.

MATERIAL Y METODO:

Se revisaron los informes radiológicos y el libro de registro de las CP realizadas en el Departamento de Radiología del Hospital Roosevelt de Guatemala, desde julio de 1996 hasta diciembre de 1997.

RESULTADOS:

De 59 CP realizadas, sólo 10 presentaron hallazgos radiográficos anormales. En cinco CP se observaron signos radiográficos de cálculos biliares residuales; en tres CP se observó dilatación de las vías biliares extrahepáticas incluyendo coledocoectasia; en dos CP hubo extravasación del medio de contraste desde la sonda de drenaje; signos de biloma, masa neoplásica de vías biliares extrahepáticas y de fístula bilio-gástrica se observaron en una CP, respectivamente. No se describieron complicaciones.

CONCLUSIONES: La mayoría de CP no presentaron hallazgos radiográficos anormales. Los cálculos biliares residuales fueron el hallazgo anormal más frecuente. El radiólogo y el cirujano deben pensar en la posibilidad de encontrar  en la CP, además de cálculos biliares residuales y obstrucción de las vías biliares, otros hallazgos radiográficos anormales.

Palabras clave: cálculos biliares residuales, colangiografía post-operatoria, colangiografía por tubo en T, colangiografía por tubo de Kher, vías biliares.  

(1): Residente de Radiología de segundo año (1997).

viernes, 22 de abril de 2011

RESEÑA DEL LIBRO HISTORIA DE LA RADIOLOGIA EN NICARAGUA

Reseña del libro

Historia de la Radiología en Nicaragua

 

El libro titulado “Historia de la Radiología en Nicaragua”, subtitulado “La senda de la luz invisible” es un libro pionero sobre el tema en Nicaragua, y quizá en Centroamérica.


El autor es el médico nicaragüense, Especialista en Radiología, Dr. Lenin Fisher. La obra fue publicada en octubre de 2010, consta de 316 páginas y 56 capítulos; además, contiene una galería de fotos históricas. El ISBN es 978-99924-69-13-2.

Entre los temas abordados están: biografía de William Roentgen, historia de los rayos X en España, América Latina y Nicaragua; así como el contexto histórico en que W. C. Roentgen descubrió los rayos X.

En la sección del libros de la edición digital del noticiero virtual del Colegio Interamericano de Radiología (NOT i CIR) Vol. 8 No. 2, de febrero de 2011, se puede leer lo siguiente:

 “Historia de la Radiología en Nicaragua: la senda de la luz invisible”

El libro editado por Editorial Universitaria UNAN-Managua, cuyo autor es el Dr. Lenin Fisher, es el primer libro escrito en Nicaragua sobre la historia de la radiología. De una forma amena, clara y sencilla reúne la mayor cantidad de información historiográfica sobre la radiología nicaragüense, latinoamericana y mundial que se haya publicado. Para investigadores está disponible en las principales bibliotecas de Nicaragua. Además, ya está a la venta en las siguientes librerías: Hispamer, Literato, Rigoberto López Pérez, Centro Nicaragüense de Escritores y Librería Universitaria de León.

Managua, Nicaragua, 22 de abril de 2011

SENSIBILIDAD Y ESPECIFICIDAD DE LOS SIGNOS CLINICOS EN ARTERIOGRAFIA DE EMERGENCIA


Sensibilidad y especificidad
de los signos clínicos
 en arteriografía de emergencia

  
Fisher Chavarría, Edén Lenin (1)

RESUMEN

OBJETIVO:
Calcular la sensibilidad (S) y especificidad (E) de los signos clínicos indicadores de arteriografía de emergencia (AE).

MATERIAL Y METODO:
En el año 1997, en el Departamento de Radiología del Hospital Roosevelt de Guatemala, se hicieron 145 AE, con la técnica de Seldinger, debido a trauma penetrante de las extremidades y del cuello, con signos clínicos mayores (déficit del pulso, acrocianosis, llenado capilar anormal y frialdad), o con el signo clínico menor de proximidad arterial. Se calcularon la S, E, valores predictivos positivo (VPP) y negativo (VPN), analizando en tablas de 2x2 cada signo clínico presente o ausente y el resultado positivo o negativo de la arteriografía, que fue considerada la prueba de oro.

RESULTADOS:
El 99% de las AE indicadas por la proximidad arterial fueron negativas. El 93% de las AE positivas fueron indicadas por signos clínicos mayores, los cuales presentaron de manera global S=60%; E=99%; VPP=93%; y VPN=93%. La proximidad arterial tuvo S=0,8%; E=18%; VPP=7%; VPN=2%. El déficit del pulso: S=57%; E=97%; VPP=80%; VPN=93%. Llenado capilar anormal: S=90%; E=94%; VPP=60%; VPN=93%. Acrocianosis y frialdad: S=100%; E=93%; VPP=53%; VPN=100%.

CONCLUSIONES:
Los signos clínicos mayores fueron mejores predictores que los signos clínicos menores. Los signos de isquemia fueron los más sensibles. El déficit del pulso tuvo el mejor VPP. La proximidad arterial no fue una indicación útil de AE.

Palabras clave: arteriografía de emergencia, sensibilidad, especificidad, valor predictivo positivo, valor predictivo negativo, trauma arterial, signos clínicos mayores, signos clínicos menores.

(1): Especialista en Radiología

Nota: presentado como cartel (poster) en el II Congreso Científico del Hospital Bautista de Nicaragua (Managua. Marzo, 2000) y en el IX Congreso Nacional de Radiología de Guatemala (Antigua Guatemala, 21-22 octubre de 2000).

RESONANCIA MAGNETICA CEREBRAL EN PACIENTES CON CEFALEA

Resonancia magnética cerebral
en pacientes con cefalea

 Fisher Chavarría, Edén Lenin (1)



RESUMEN

OBJETIVO:
Determinar los hallazgos anormales más frecuentes en los pacientes con cefalea, examinados con resonancia magnética (RM) cerebral.

MATERIAL Y METODO:
Se realizó un estudio de corte transversal, descriptivo, con 100 pacientes ambulatorios, cuya queja principal era cefalea y que acudieron a Centro de Diagnóstico Tecni-Scan de Guatemala, entre mayo y diciembre del año 2000. Se usó un resonador magnético superconductor Siemens, Magnetom Vision, de 1.5T. Las variables fueron: diagnóstico imagenológico, lesión, localización y hallazgos asociados. Los datos se presentan en números absolutos y relativos en porcentajes, con distribución de frecuencias.

RESULTADOS:
Fueron anormales 59(59%) de las RM; de éstas, 34(58%) demostraron lesiones encefálicas y 25(42%), sólo demostraron sinusitis. El 34% de las RM presentaron lesiones encefálicas y el 25% sinusitis. Se detectaron 43 lesiones; las lesiones intraxiales fueron 30(71%) y las supratentoriales 34(77%). Los Objetos Brillantes no Identificados (OBNI) de la sustancia blanca, se observaron en el 6% de los pacientes y la hidrocefalia supratentorial, como hallazgo asociado a diferentes lesiones, se observó en el 5%. La atrofia cerebral fue el segundo hallazgo intraxial más común con 5%.

CONCLUSIONES:
La frecuencia de RM cerebrales anormales es muy alta. La proporción de pacientes con lesiones encefálicas que podrían explicar la cefalea, es alta.  Las lesiones intraxiales y supratentoriales fueron más comunes que las extraxiales e infratentoriales. Los OBNI y neurocisticercosis encabezaron las lesiones intraxiales y extraxiales, respectivamente. La sinusitis crónica es muy frecuente. La hidrocefalia supratentorial fue el hallazgo asociado más común.

Palabras clave: cefalea, IRM, objetos brillantes no identificados, OBNI, resonancia magnética cerebral.

(1): Especialista en Radiología

Nota: presentado como cartel (poster) en el XXIII Congreso Centroamericano de Radiología e Imagen. Montelimar, Nicaragua. Sept. 2001.

LA ESPECIALIZACION DENTRO DE LA ESPECIALIDAD MEDICA DE RADIOLOGIA

La especialización dentro de la
especialidad médica de Radiología


Si el alumno no supera al maestro,
ni es bueno el alumno; ni es bueno el maestro.
Proverbio chino


Lenin Fisher


La división del trabajo existe desde que el hombre vive en comunidad o sociedad. Se habla entonces de la primera y segunda división social del trabajo.  No han estado exentas de esta realidad las ciencias médicas, incluyendo las especialidades como Radiología, que por el rápido avance tecnológico han ampliado sus campos en el diagnóstico y en la terapéutica.

Rosendo Rubí Altamirano importó y poseyó el primer tubo de vacío generador de rayos X en Nicaragua, en 1902. Humberto Tijerino, especialista en medicina interna, graduado en Francia, ejerció la práctica y la docencia de la Radiología, hasta mediados del siglo XX. Inocente Lacayo, el primer radiólogo nicaragüense, graduado como tal, en el extranjero, en Francia, desde 1926 ejerció por muchos años como el único radiólogo del país. En la década de 1950, Luis Jacinto Espinosa Rodríguez, especialista en pediatría, realizó estudios de especialización en Radiología, México, para dedicarse por completo a esta última en Nicaragua. Roberto Calderón Gutiérrez fue el primer radiólogo nicaragüense graduado en Estados Unidos, en 1953. En 1978, Enrique Jiménez Quezada regresó de Colombia, como el primer neuro-radiólogo del país. A inicios de la década de 1980, Hernán Talavera Cruz, especialista en pediatría, se especializó en Radiología pediátrica, en México, para laborar durante muchos años en el Hospital Infantil “Manuel J. Rivera”.

Entre 1950 y 1960 continuaron viniendo radiólogos graduados en Estados Unidos, España y México. En 1984, se fundó el primer Postgrado de Radiología en Nicaragua, en el Hospital Escuela “Manolo Morales Peralta” hasta llegar al año 2008 con cuatro hospitales ofreciendo la especialización en Radiología, aproximadamente para 80 médicos residentes. A lo largo de los años, también ha habido un grupo de radiólogos, graduados en Nicaragua o en otro país, que han preferido no regresar a Nicaragua y quedarse en el país donde estudiaron para trabajar y vivir definitivamente.

El rápido avance del conocimiento científico médico, el desarrollo de la tecnología y la necesidad de ganar más dinero para mejorar el nivel de vida impulsa a los médicos especialistas en Radiología a especializarse aún más, es decir, a sub-especializarse, como decimos en Nicaragua. Las nuevas generaciones buscan la especialización y la sub-especialización. Se sub-especializan para dominar la teoría y la práctica de un campo más delimitado de la Radiología; para obtener mayor estabilidad laboral; para “no ser vistos como parte del montón”; y así, mejorar sus ingresos. La sub-especialización es una tendencia, aunque todavía no mayoritaria, de los nuevos radiólogos nicaragüenses.

Actualmente, es más frecuente observar que jóvenes radiólogos, graduados en Nicaragua o en el extranjero, realizan sub-especialización, fellowship o diplomado en otros países en áreas como: glándulas mamarias, radiología oncológica, neuro-radiología, radiología intervencionista, tomografía computarizada, resonancia magnética, neuro-radiología intervencionista, ultrasonografía y doppler color.

La realidad, de manera general, es que a nivel institucional el salario nominal de los radiólogos no aumenta significativamente por el hecho de ser especialista en un área de la Radiología. Por ejemplo, en los hospitales del sistema de salud pública, el hecho de ser sub-especialista representa ganar alrededor de 1500 córdobas adicionales, o sea, un poco más de 60 dólares mensuales, lo cual ocurre en todas las demás especialidades médico-quirúrgicas y no es para nada estimulante. Lo mismo sucede en las Empresas o Clínicas Médicas Previsionales, privadas o estatales, que atienden a pacientes de la seguridad social, donde durante muchos años a los médicos especialistas les han pagado como médicos generales y donde los sub-especialistas son considerados como especialistas.

Además de la errónea tendencia administrativa de priorizar los exámenes de mayor volumen de pacientes como la ultrasonografía en detrimento de la entrega de resultados y la eficiencia en tomografía computarizada o resonancia magnética, y menospreciar la importancia de que todo estudio radiográfico simple o con medio de contraste debe ser informado por un radiólogo.

Quizá el radiólogo sub-especializado donde materializa un poco sus metas de mejoría es en algún hospital privado, de exclusivo servicio privado. Pero aún ahí, está sujeto a la reducción salarial o de sus ingresos porcentuales, de manera abierta o solapada, por razones de rentabilidad; así como a desempeñarse en otras áreas de la Radiología que no son las mismas de la sub-especialización que realizó. Al igual que en otros países de América Central y del resto de Latinoamérica y el Caribe, un radiólogo sub-especialista, la mayoría de las veces no logra vivir dedicándose únicamente al campo de la sub-especialidad; casi forzosamente debe trabajar en varias áreas de la Radiología, sino en todas.

Lo que ha demostrado mejorar sustancialmente los ingresos de los radiólogos es poseer los medios de producción, sobre todo poseer los más complejos y caros, en medio de la dura competencia del mercado, la cual no asegura todo el tiempo altos márgenes de ganancia. Esto es, que el radiólogo sea dueño o co-propietario de los equipos de diagnóstico por imagen, lo cual corresponde invariablemente a la práctica médica privada. No obstante, en los mismos centros o clínicas privadas muy bien equipadas, la mayoría de los radiólogos propietarios se dedican a las diferentes áreas de la Radiología (por razones de austeridad), y en menor medida contratan a otros radiólogos.

            Es razonable que la sub-especialización, si existieran las condiciones materiales, se debería abordar desde el último año de la especialidad, ya sea que el entrenamiento en Radiología dure tres o cuatro años. La vida es corta, las necesidades del país son muchas y la población crece cada día más.

            Todo lo anterior no niega la necesidad ni la posibilidad de éxito (¿qué es el éxito?) de los radiólogos sub-especializados, ni la realidad de la tendencia existente a especializarse cada día más. Ni tampoco niega la necesidad de servicios de salud, públicos o privados, hospitalarios o extra-hospitalarios, más y mejor equipados, que brinden estabilidad laboral y que paguen mejores salarios a los radiólogos cada vez más entrenados y especializados.

León de Nicaragua, 22 de abril de 2011

miércoles, 20 de abril de 2011

JAPON: CRISIS NUCLEAR Y BOMBAS ATOMICAS

Japón: crisis nuclear y bombas atómicas

La bomba atómica fue más que un arma
 de una terrible destrucción, fue un arma psicológica.
Henry L. Stimpson.  Ex-Secretario de Guerra

¿Cuál fue el nivel del desastre nuclear y humanitario que causaron las dos bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, en agosto de 1945? ¿Es comparable con lo ocurrido en la planta nuclear de Fukushima Daiichi, 250 Km., al noreste de Tokio?

El 11 de marzo pasado, Japón (el país del origen del sol) tal es el significado literal de su nombre, según Wikipedia, fue estremecido por un terremoto de 9.1 en la escala de Richter –el más fuerte en los últimos 140 años-, a las 14:46 horas, en la región noreste del archipiélago formado por más de 6 mil islas. Como consecuencia del fuerte sismo, un tsunami con olas de 10-15 metros de altura, golpeó al país. En un sismo de magnitud  7.6 de Richter, la Tierra despliega una “potencia” mil veces más fuerte que el impacto sufrido por las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en 1945; pero sin el efecto nocivo de la radioactividad. El tsunami afectó a la planta nuclear de Fukushima, algo imprevisto, según Yuriko Koike. Japón con una historia de 2500 años, 127 millones de personas (9 millones en Tokio), 377883Km2 y un PIB percápita de 32443 dólares, que lo ubica entre los lugares 22 y 24 en el mundo, enfrenta un desastre natural colosal.  Fuerzas naturales, materia en constante movimiento y transformación, por enésima vez, sobre el pueblo nipón. No obstante, no hay tal castigo, ni maldición.

La vasta experiencia de los japoneses ante temblores o terremotos, con sus construcciones antisísmicas, alta tecnología, alto nivel de organización y disciplina minimizarían el efecto del desastre. Al cumplirse un mes del terremoto, otro sismo, un poco menos fuerte –de 7.1 en la trágica escala richteriana- golpeó a Japón. Hay casi 30 mil muertos (casi 14 mil muertos confirmados, casi 15 mil desaparecidos, más de 150 mil damnificados y 300 mil millones de dólares en pérdidas). La crisis económica mundial, causada por la avaricia capitalista del siglo XXI, también estaba perjudicando a Japón (la tercera economía del mundo, después de China y Estados Unidos, con un PIB de 4.6 billones de dólares) como parte de la globalización. La crisis natural provocada por la materia de nuestro planeta, en constante cambio debido a sus propias fuerzas y contradicciones internas, como ha sido a lo largo de millones de años, ha sido agravada por la crisis nuclear, ya que una de las principales plantas de energía atómica de Japón, la de Fukushima, ha sido severamente averiada (su reactor número tres ha sufrido explosiones), en medio de la crisis energética mundial y de las protestas de miles de seres humanos en contra de la construcción de plantas o reactores nucleares.

Los grandes medios de comunicación mundiales han dicho que la crisis nuclear japonesa de 2011 es la peor que ha tenido el país. Ninguno de ellos se acuerda de la crisis nuclear del año 1945. La generada, para ser más exacto, el 6 y 8 de agosto de ese año, cuando dos aviones del ejército de Estados Unidos de América dejaron caer –innecesariamente- dos bombas atómicas, por órdenes del presidente Harry Truman, sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, para que Japón se rindiera el 15 de agosto. En Hiroshima explotó una bomba de 20 kilotones (veinte toneladas de TNT o dinamita) y en Nagasaki, una tres veces más potente, de 60 kilotones. Pero Estados Unidos habla más de los apodos de las bombas nucleares y de los aviones, que sobre el daño causado a Japón, a la humanidad. En mayo, el ejército alemán, derrotado por el ejército ruso, capituló. Y en agosto, el ejército japonés aliado de Alemania e Italia (el eje del mal de aquel entonces), ya estaba estratégicamente derrotado. Pero Estados Unidos quería demostrar –en medio de la ruina de Europa y más de 50 millones de muertos-, quién mandaba en el mundo, a partir del final de la Segunda Guerra Mundial, a la cual se incorporaron sus soldados hasta en 1944, en Normandía, cuando los rusos traían de retroceso a las mejores tropas de Hitler.

“…Con esta bomba hemos añadido un nuevo y revolucionario incremento en destrucción a fin de aumentar el creciente poder de nuestras fuerzas armadas. En su forma actual, estas bombas se están produciendo. Incluso están en desarrollo otras más potentes. (...) Ahora estamos preparados para arrasar más rápida y completamente toda la fuerza productiva japonesa que se encuentre en cualquier ciudad. Vamos a destruir sus muelles, sus fábricas y sus comunicaciones. No nos engañemos, vamos a destruir completamente el poder de Japón para hacer la guerra...” Así se expresó el presidente yankee Harry S. Truman, del Partido Demócrata, el 9 de agosto de 1945. Hacer explotar el arma más poderosa en ese momento, era símbolo de la supremacía mundial y había que hacerlo antes de que se disparara el último tiro.

El Servicio de Seguridad Nuclear de Japón clasificó el accidente nuclear de Fukushima como de nivel 7 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES).  El nivel 7 significa  un “accidente grave”, es decir, que “se produjo una emisión mayor de materias radiactivas” con “efectos generalizados en la salud y el medio ambiente”. Se consideró que el problema era tan grave como el de la planta nuclear de Chernobyl, Ucrania, Unión Soviética, ocurrido el 26 de abril 1986, donde se estableció una zona de exclusión o alienación de 30Km., aunque las emisiones de radiactividad en el reactor N1 de Fukushima, equivalían al 10% de las registradas en Chernobyl, donde la explosión del reactor N4 de la central nuclear emitió en diez días cerca de 12 mil millones de becquereles al medio ambiente, o sea, 30 mil veces más que todas las emisiones radiactivas atmosféricas anuales en el mundo (radiación y emisiones tóxicas 500 veces mayores que las producidas por la bomba atómica de Hiroshima, lo que causó la muerte de 31 personas y la evacuación de 116 mil). La dosis de radiación letal en seres humanos es de tan sólo 3.5 a 4.5 Grays.

¿Cuáles fueron los daños humanos “colaterales” causados por Estados Unidos a Japón en 1945, debido al único ataque nuclear ocurrido en la historia de la especie humana, un doble crimen de lesa humanidad? Las bombas atómicas mataron a 140 mil personas en Hiroshima y 80 mil en Nagasaki, es decir, 220 mil seres humanos, la mitad de los cuales murió en los días de los bombardeos de manera inmediata. Entre 1950 y 1990, el 15 y 20% de las víctimas murió por lesiones o enfermedades atribuidas al efecto nocivo de la radiación atómica. Fallecieron por leucemia 231 personas y por distintos tipos de cáncer 334. Aunque otros registran 5 mil muertes por cáncer. La mayoría de las estimaciones, indican que los efectos inmediatos mataron aproximadamente a 70.000 personas en Hiroshima e hirieron a 300 mil. Para 1950, más de 200.000 personas murieron por quemaduras, cáncer y otros padecimientos a largo plazo. En Nagasaki fallecieron inmediatamente entre 40 mil y 75 mil personas; el total de muertes a finales de 1945 fue de 80 mil. Otros daños colaterales tardíos fueron las malformaciones congénitas y mutaciones genéticas.

La amenaza nuclear es una realidad. Estados Unidos posee entre 5 mil y 10 mil cabezas nucleares (con una potencia media de 150 kilotones), Rusia 3500 e Israel  200 a 400 (con sólo 27817Km2 y 7 millones de hab.). Los rusos llegaron a construir la más potente arma nuclear, la bomba del zar (Tsar), cuya potencia fue de 100 megatones. La producción de armas nucleares (que pueden terminar con la vida en el planeta) y la construcción de centrales nucleares deben detenerse (con 443 es suficiente). No más Hiroshima,  Nagasaki, Chernobyl o Fukushima.   

martes, 19 de abril de 2011

50 AÑOS DE PLAYA GIRON

50 años de Playa Girón


El 15 abril de 1961 aviones norteamericanos empezaron a bombardear Cuba. La madrugada del 17 de abril ocurrió el desembarco contrarrevolucionario respaldado por el gobierno de Estados Unidos para formar una cabeza de playa, desde la cual se conformaría un gobierno y se pediría la ayuda del ejército yankee.

En esos días, estaba en Cuba mi padre, Luis Fisher Pérez, quien tuvo la oportunidad de formar parte del cordón defensivo de La Habana, junto a un grupo de guerrilleros nicaragüenses del Frente Revolucionario Sandino y el Movimiento Nueva Nicaragua, los cuales serían cofundadores del Frente Sandinista de Liberación Nacional: Carlos Fonseca Amador, Silvio Mayorga, Tomás Borge, Faustino Ruiz, Modesto Duarte, Bayardo Altamirano y otros. Ellos, posteriormente, trabajaron en ingenios azucareros y combatieron a la  contrarrevolución en las montañas de El Escambray, como parte de su entrenamiento, según el testimonio de Luis Fisher “Mi vida, mi revolución” (Universitaria. León. 2010), lo cual es corroborado fácilmente por el testimonio de Bayardo Altamirano en “Voy a dar un pormenor…” y en la entrevista, de este último, registrada en “Memorias de la lucha sandinista” de Mónica Baltodano, ambos publicados en 2010. Durante el acto político del 16 de abril de 1961, al día siguiente que iniciaron los bombardeos, en que el comandante Fidel Castro, ante una multitud armada de fusiles, anunció el rumbo socialista de la Revolución Cubana, el grupo de nicaragüenses antes mencionado, estuvo presente, entre ellos mi padre.

La Brigada 2506, era la fuerza contrarrevolucionaria de 1500 hombres, que se había entrenado en Guatemala y que se trasladó, por órdenes del presidente John F. Kennedy, a Puerto Cabezas (Bilwi), Nicaragua, desde donde partió hacia Cuba. Dicha brigada fue despedida por Anastasio Somoza Debayle, Jefe Director de la Guardia Nacional, quien pidió que le trajeran la barba de Fidel como trofeo de guerra. El presidente Dwight Einsenhower ordenó que la CIA organizara a la contrarrevolución cubana. Y Kennedy, con menos de tres meses en la Casa Blanca, terminó ejecutando los planes de agresión y sus manos no salieron limpias. Durante las primeras horas de la mañana del 19 de abril, antes de que se cumplieran 72 horas del desembarco, la brigada contrarrevolucionaria había sido derrotada y se rindió. Las fuerzas revolucionarias cubanas sufrieron 176 muertes; los contrarrevolucionarios tuvieron 115 muertos y 1819 fueron capturados y considerados prisioneros de guerra. El pueblo cubano dispuso a 15 mil hombres para defender su revolución y la brigada contrarrevolucionaria estaba constituida por 1511 invasores.

Cincuenta y dos años han pasado desde que triunfó, por la vía armada, la Revolución Cubana, el 1 de enero de 1959. Cincuenta años han pasado desde que la primera agresión contrarrevolucionaria patrocinada por Estados Unidos fuera derrotada por fuerzas revolucionarias en América Latina. Playa Girón no fue exactamente la primera derrota del imperialismo yankee en Latinoamérica, como dice un anuncio de Telesur, la excelente televisora sudamericana que ha puesto en jaque, con la verdad, a CNN. La primera derrota del ejército gringo fue la propinada por el General de los Hombres Libres Augusto C. Sandino y su “Pequeño Ejército Loco”, quien combatió durante casi seis años a tropas norteamericanas de ocupación (4 de mayo de 1927 - 1 de enero de 1933). Eso sí, Playa Girón fue la primera victoria frente a una agresión contrarrevolucionaria imperialista dirigida a derrocar a una revolución en el poder.

Hoy, 50 años después se realiza el VI Congreso del Partido Comunista Cubano (PCC) con mil delegados. Después de sobrevivir a diferentes adversidades tales como: agresión, embargo, derrumbe del socialismo europeo pro-soviético, crisis económica mundial, etc., Cuba ha demostrado que construir el socialismo es posible. Sus innegables avances en educación, salud, cultura  lo reflejan. Sin embargo, todo pueblo culto y es capaz de identificar los factores que atrasan su desarrollo, obstruyen su ingenio e impiden desarrollar todas sus potencialidades. ¿Es posible que un pueblo con tan alto nivel cultural no trate de modificar las estructuras y condiciones vigentes por varias décadas? ¿Un pueblo altamente capacitado no debe ser capaz de proponerse los cambios de todo tipo, incluyendo los relacionados con las libertades, para enfrentar los problemas? ¿Cómo con tanta gente capacitada el país importa el 80% de los alimentos?

La sociedad socialista cubana es un ejemplo para todos los pueblos del mundo porque ha demostrado que con poco se puede hacer mucho; pero está lejos de ser perfecta. Temas del Congreso son medidas que debieron aplicarse hace mucho tiempo. En el país del pleno empleo “actualizarán” el socialismo despidiendo a 1.8 millones de trabajadores del Estado, a los cuales se les ofrecerá alternativas. Promoverán así, el empleo por cuenta propia de los desempleados y las micro-empresas privadas. Aseguran que no sucederá lo mismo que ocurrió en Nicaragua con las medidas neoliberales fondomonetaristas, donde los microempresarios exitosos se aproximaron fácilmente a la cifra de cero. ¿Surgirán nuevos ricos? El modelo chino que ha sacado de la pobreza a casi 500 millones de personas es acaso el ejemplo a seguir con su dinámica capitalista de partido único y donde “ser rico no es malo”, como dijo el presidente Deng Xiao Ping, en 1982. En China hay 875 mil individuos con más de 1.5 millones de dólares (el promedio de ellos nacidos en 1970); y de los 55 mil que tienen más de 15 millones de dólares, el promedio nació en 1966. El 12 por ciento de los chinos ricos mencionados en la lista de los más ricos ocupan cargos de consejeros gubernamentales, ya sean miembros de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC) o del Comité Permanente del Partido Comunista de China (PCCh). Once de las 20 mujeres más ricas del mundo son chinas y ocupan los tres primeros lugares, según NotiActual.com. Evidentemente, los ricos en China también son una minoría para 1300 millones de habitantes y el país es hoy líder de la economía mundial.

Eliminarán la libreta de racionamiento de alimentos y productos básicos (medida para tiempos de guerra y crisis grave como la gran depresión de 1929 en Estados Unidos y Nicaragua en 1980-1990). El modelo de economía mixta y pluralismo político de la Revolución Sandinista bien pudo ser, a pesar de contextos diferentes, una enseñanza para Cuba. Al fin y al cabo, algunos han dicho o escrito que el comandante Fidel Castro sugirió a los sandinistas realizar elecciones en 1981 y suspender el servicio militar en la campaña electoral de 1990. Ninguna de las dos sugerencias fue tomada en cuenta.

Y el talón de Aquiles de los revolucionarios y de todos los seres humanos en el poder: delimitación del tiempo para ejercer un cargo público. Proponen un límite de 10 años, es decir, dos períodos continuos de cinco años. La pregunta es: ¿por qué la sabia dirección cubana no tomó esa medida antes? La delimitación del tiempo ejerciendo el poder es un tema que tienen, deben y necesitan debatir y modificar los revolucionarios del mundo. Los verdaderos líderes deben promover el relevo generacional y no esperar los 80 años de edad para hablar del asunto. Delimitar el tiempo en el poder es promover el relevo generacional; es combatir la corrupción; es impedir la construcción de círculos de hierro o de nomenclaturas infranqueables; es evitar que el poder en manos de un partido político revolucionario o en manos de la derecha reaccionaria, se maneje como un asunto familiar, matrimonial, hereditario, congénito, mesiánico, divino o genético y determinado por el genoma humano.


León de Nicaragua, 19 de abril de 2011

viernes, 15 de abril de 2011

INFORME RADIOLOGICO

Informe radiológico

Lenin Fisher

            El informe radiológico es el documento legal, firmado y sellado por un radiólogo, que brinda la descripción de los hallazgos radiológicos o imagenológicos, así como la conclusión diagnóstica, que permite orientar al médico que trata al paciente, para tomar una decisión terapéutica, conservadora o quirúrgica.

            El informe radiológico, ultrasonográfico o imagenológico, según sea la técnica diagnóstica utilizada, es la síntesis del trabajo del técnico de rayos X y el radiólogo. Es la forma de comunicación entre el radiólogo, el paciente y el médico tratante o referente.

            La estructura básica y generalmente aceptada del informe radiológico es la siguiente: 1) datos generales; 2) descripción técnica; 3) resultado o cuerpo del informe; y 4) conclusión.

            Los datos generales incluyen: 1) nombre completo del paciente; 2) edad; 3) sexo; 4) fecha de realización del examen radiológico; 5) número de expediente; 6) número de solicitud u orden médica. Hay elementos opcionales tales como: número de factura, identificación, sala o servicio, número de la seguridad social, nombre de la unidad de salud referente y otros, dependiendo del tipo de institución en que se realice el examen radiológico (privada, pública, etc.).

            En la descripción técnica se menciona el tipo de examen realizado, la región del cuerpo examinada con sus límites proximal y distal, el tipo de medio de contraste usado y su vía de administración, así como si se requirió de sedación o anestesia. Según el tipo de técnica diagnóstica se incluye el tipo de transductor, el grosor de los cortes y el espacio entre ellos, uso de inyector, algún tipo de secuencia especial o si hubo o no reconstrucciones de imágenes, etcétera.

            El cuerpo del informe es la descripción detallada de los hallazgos radiológicos o imagenológicos, que debe responder inicialmente y de forma prioritaria a las preguntas siguientes: ¿qué se observa?, ¿dónde está o dónde se localiza el hallazgo? y ¿cuáles son las dimensiones o cuánto mide la lesión o anormalidad?

Después de haber respondido, en el cuerpo del informe, las tres preguntas anteriormente mencionadas, se describen los hallazgos secundarios o complementarios: densidad, intensidad, ecogenicidad, realce con medio de contraste, efectos sobre estructuras vecinas, etc.
            Existen diferentes estilos para escribir el cuerpo del informe: 1) en prosa o párrafos; 2) enumeración de los hallazgos. Cuando se escriben párrafos se debe tener presente de que éstos no sean muy extensos. La enumeración de los hallazgos se caracteriza por ser una especie de lista de los hallazgos revelantes numerados a partir del número uno; tiende a ser más breve, directo y conciso que el estilo en prosa.

            La conclusión es la conclusión diagnóstica desde el punto de vista radiológico o imagenológico; es el máximo poder de síntesis del contenido del informe radiológico; en ella se sintetizan todos los hallazgos radiológicos descritos en el cuerpo del informe. No es,  ni debe ser, una repetición descriptiva del cuerpo del informe radiológico. La conclusión no debe contradecir al cuerpo del informe y viceversa. En cuanto a este último aspecto, hay que decir que el uso de esquemas o machotes grabados en la memoria de la computadora, a veces tiene el inconveniente de que por la presión o el volumen de trabajo y el cansancio, dejamos en el cuerpo del informe hallazgos normales que más tarde describimos como anormales –causando una contradicción que puede tener importancia médico-legal-  que se refleja frecuentemente en la conclusión del informe.

En algunas circunstancias no se incluye una conclusión como tal, ya que los informes se limitan a ser entera y únicamente descriptivos, por ej: en pacientes post-operatorios o post-procedimientos invasivos. La conclusión ocasionalmente no es necesaria colocarla al final, sobre todo cuando se ha mencionado claramente en el cuerpo del informe (en los párrafos o en la lista de hallazgos enumerados), la posibilidad diagnóstica con frases como: “lo cual puede estar relacionado con...” o “los hallazgos pueden corresponder a…”

            La segunda opinión es un informe radiológico realizado después que se ha escrito el primer informe radiológico en la institución donde se hizo el examen diagnóstico. Este segundo informe u opinión puede ayudar a confirmar, negar o contradecir los hallazgos y la conclusión del primer informe. Asimismo, la segunda opinión puede aportar nuevos hallazgos radiológicos que pueden ser relevantes.

            No pocas veces el informe radiológico escrito en español debe ser traducido a otro idioma, frecuentemente el inglés, especialmente en estos tiempos de la globalización, de los viajes intercontinentales y del turismo creciente, por lo cual se recomienda el dominio básico del idioma inglés y realizar una traducción concisa y directa (el estilo de enumeración de una lista de hallazgos es muy útil en estos casos).

            Recuerdo que en 1996, cuando era residente del primer año de Radiología en el Hospital Roosevelt de Guatemala, fotocopié un artículo científico encontrado en la revista Radiology, sobre el estilo de informe radiológico que preferían los médicos de un grupo de hospitales. Entre los estilos evaluados estaban: 1) informe constituido sólo por la palabra NORMAL, si el examen resultaba normal; o bien, el conformado únicamente por el diagnóstico radiológico, si era un examen anormal. 2) Informe con una descripción en párrafos de manera detallada de todos los hallazgos normales y anormales, positivos y negativos. 3) Informe a manera de lista enumerada de los hallazgos. Los médicos mayoritariamente prefirieron el estilo más breve y directo, es decir, el que contenía sólo la palabra NORMAL, si era un examen normal; o bien, contenía sólo el diagnóstico radiológico, si había resultado anormal. Lastimosamente, la fotocopia del estudio la perdí.

            Todo informe radiológico debe ser firmado y sellado por el radiólogo que lo dicta o escribe. Cuando es un caso de gran importancia, muy complicado, se ha cometido un error diagnóstico previamente, si puede haber una variedad de implicaciones, si el paciente es un colega médico o una personalidad muy reconocida, se recomienda que lo firmen dos o más  radiólogos, incluyendo el jefe de área o departamento.

En un hospital escuela con programa de entrenamiento en Radiología, los residentes de mayor jerarquía deben siempre firmar los informes radiológicos, acompañando a la firma del residente de menor jerarquía. La realización del informe radiológico por un equipo de trabajo constituido básicamente por el radiólogo y el residente de Radiología, en algunas instituciones complementado con una secretaria, constituye una manera muy eficaz de combinar el trabajo con la enseñanza-aprendizaje. Al fin y al cabo, ni el residente está sólo para transcribir todos los informes, ni el radiólogo está únicamente para firmar y sellar los informes.

            Siempre se debe tener en cuenta para escribir un buen informe radiológico, además de los elementos técnicos, médicos e imagenológicos propiamente dichos, los conocimientos básicos de gramática, ortografía, puntuación, sintaxis, redacción y hasta de caligrafía en los casos en que el informe debe ser escrito a mano por problemas técnicos con las computadoras y máquinas de escribir, o ante un apagón de energía eléctrica.

Y nunca debemos olvidar que al escribir un informe radiológico estamos escribiendo ciencia, o sea, que usamos el lenguaje científico –el cual tiene que ser claro, directo, breve, conciso y preciso. En el informe radiológico no escribimos literatura o ficción, por lo que debemos evitar la verborrea, andar por las ramas, los rodeos y la periferia. Por lo tanto, todo buen informe radiológico, aunque se trate de la enfermedad o trastorno más complejo, debe, puede y tiene que alcanzar en una página, la cual es suficiente espacio para escribir, describir y concluir un diagnóstico radiológico. De la misma manera en que los resultados realmente importantes de cualquier investigación en el mundo, al ser escritos en prosa, deben alcanzar en una página, como lo ha señalado Robert Day, así, el informe radiológico debe también alcanzar en una página. (189)

            Concluyendo, podemos afirmar que el informe radiológico es una tarea culminante y de gran responsabilidad médico-legal, que refleja de manera sintetizada el dominio y conocimiento que el radiólogo firmante tiene de los aspectos médicos, técnicos, radiológicos e idiomáticos, para diagnosticar un problema de salud y comunicarse adecuadamente con los pacientes y sus colegas médicos.



Managua, 15 de abril de 2011

LA RADIOLOGIA Y LA SALUD PUBLICA

La Radiología y la salud pública


Lenin Fisher

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que para brindar una adecuada atención en Radiología debe existir un radiólogo por cada 20 mil a 30 mil habitantes (1). Un médico radiólogo y un técnico pueden atender a una población de 15 mil a 30 mil habitantes. (2)

Actualmente, Nicaragua posee un radiólogo por cada 45000 habitantes; pero la mayoría de los hospitales públicos (nacionales o estatales), no poseen radiólogos o tienen uno solamente. La mayoría de radiólogos se dedica a laborar la mayor parte de su tiempo en clínicas, centros u hospitales privados, así como en empresas médicas previsionales, donde sus honorarios son mejores, si se comparan con el sistema de salud pública (2).

            Desde el punto de vista epidemiológico, la mayoría de los exámenes de rayos X en los hospitales de los países subdesarrollados son exámenes simples, principalmente de tórax, abdomen y huesos. Estos hospitales comúnmente están situados en las capitales, ciudades importantes y grandes poblados. Además, entre el 30 y 60% de los equipos radiológicos están deteriorados, lo cual implica que los exámenes simples tengan que realizarse en los hospitales universitarios o de referencia. (3)

            El 80% de todos los exámenes con rayos X son fundamentalmente sencillos; en el mundo en desarrollo la proporción está más cerca de 90% debido a la falta de equipo complicado y la escasez de personal muy especializado. (4).


En términos generales, se considera que un equipo integrado por un médico radiólogo y un técnico de rayos X pueden tener un rendimiento de cinco estudios radiológicos por hora, siempre que entre dichos exámenes requieran administración de medio de contraste un máximo de cuatro, en una jornada de seis horas (cinco horas dedicadas al trabajo en la sala de rayos X y una hora para que el radiólogo interprete, diagnostique e informe). En las salas donde se realicen estudios más complejos no se puede aplicar el cálculo anterior, por ej.: arteriografías, cateterismos, ventriculografías, cistografías, etc. (2)

En un departamento de Radiología tradicional o convencional, el sistema de trabajo como parte de la organización de un servicio auxiliar contempla que el trámite de la cita del paciente debe durar de 3 a 6 minutos; tomar las radiografías, 15 minutos; el revelado, 7 minutos; la distribución, 10 minutos; la interpretación de 5 a 10 minutos; y la transcripción, de 10 a 12 minutos; para un tiempo total de 50 a 60 minutos (una hora) (2). Todo lo cual sustenta el supuesto o la norma de poder entregar los resultados de los exámenes radiológicos o imagenológicos en una hora, a partir de su realización.

                   En mi experiencia personal he observado que un radiólogo puede informar entre 5 y 7 tomografías computarizadas o resonancias magnéticas en una hora; y si predominan los exámenes con resultados normales, el radiólogo puede informar hasta 10 estudios en una hora. He trabajado en clínicas privadas con alto volumen de pacientes como en Tecni-Scan de Guatemala, Centro de Diagnóstico, donde se realizaban en los años 1998-2002 entre 60 y 70 tomografías computarizadas y 30-35 resonancias magnéticas diarias y todos los exámenes se informaban y entregaban el mismo día; ningún examen quedaba pendiente para informarse al día siguiente.  Lo anterior es posible si se aplica el principio de que una placa radiográfica o una tomografía computarizada deben tener un tiempo de entrega de una hora, a partir de que se realiza el examen radiológico. Estos aspectos positivos de la eficiencia de algunos centros privados en el trabajo radiológico pueden tomarse como ejemplo para los departamentos de Radiología de los hospitales públicos.
          En el Hospital Escuela "Antonio Lenín Fonseca Martínez" (HEALFM), un hospital público de Managua, Nicaragua, un  solo  radiólogo mantuvo al día la entrega del informe radiológico de las resonancias magnéticas realizadas entre abril de 2008 y febrero de 2009. Luego, al darse la rotación de radiólogos, hubo un atraso que significó para el mes de abril de 2009 una cantidad acumulada de resonancias magnéticas sin informar de 250. Estas fueron informadas y puestas al día en un poco menos de un mes, al mismo tiempo que se continuó realizando exámenes.
            En el HEALFM, entre febrero y abril de 2009, se pudo mantener al día la realización de los informes radiológicos de las tomografías computarizadas realizadas por las tardes.
            En otras palabras, está demostrado en el HEALFM que es posible mantener al día los informes radiológicos de tomografía computarizada y resonancia magnética, a pesar del gran volumen de trabajo, sin permitir que se acumulen los estudios sin informar y sin entregar los resultados hasta dos meses después de realizados.

             La radiología tropical ha desempeñado un importante papel identificando enfermedades tropicales, y por lo tanto, ha contribuido con la epidemiología, en esta época de las migraciones y viajes intercontinentales que han hecho que las enfermedades tropicales ya no tengan una delimitación geográfica específica. (3)

            Aproximadamente dos tercios (66%) de la población mundial, es decir, alrededor de 4 mil 400 millones de seres humanos, no tienen acceso a los servicios radiológicos más básicos. Y aquellos servicios disponibles son frecuentemente de una calidad cuestionable. (3)

            En 1993, la OMS elaboró las especificaciones técnicas de lo que se llamó Sistema Radiológico Básico (SRB), que en inglés fue conocido como el Basic Radiology System (BRS), el cual era suficientemente simple para ser manejados adecuadamente por técnicos con un tiempo mínimo de entrenamiento de dos semanas. (3)

            El SRB fue ideado para atender poblaciones de 25 mil a 200 mil personas en unidades de atención primaria en salud, hospitales periféricos, pequeñas policlínicas y centros de salud. (4)

            En América Latina, en 1973, más del 30% de los equipos de rayos X estaban fuera de servicio, sin funcionar, o sea, en mal estado; y no se hacía lo suficiente para repararlos o darles mantenimiento. Más del 85% de los exámenes de radiodiagnóstico hechos en los hospitales universitarios o para-universitarios eran exámenes simples que debían ser realizados en los niveles regional y local. Los hospitales regionales y locales necesitaban equipos sencillos para realizar exámenes sencillos, los cuales son la abrumadora mayoría de los exámenes radiológicos. (3)

            En el Hospital Kanombe de Ruanda, en 1990, de 10 mil exámenes radiológicos realizados, 40 diarios en promedio, el 55% correspondió a huesos o esqueleto apendicular; 36% a tórax; 5,5% a cráneo y columna vertebral o esqueleto axial; 0,1% al abdomen; 0,8% a urografías; 0,6% a exámenes del tracto gastrointestinal. (3)

El SRB es el estándar de oro para los equipos radiológicos básicos en cualquier parte del mundo, incluyendo los países industrializados. Es capaz de realizar el 80% de todos los exámenes radiológicos, excluyendo las tomografías y seriografías. Es un conjunto de equipos sencillos, flexibles y confiables. Puede tener una extensión fluoroscópica, pantalla fluoroscópica o un intensificador de imagen tipo panel, de bajo costo. Un ultrasonógrafo portátil puede completar el esquema básico del SRB. (3)

            El uso apropiado de la tecnología (estado de las conexiones eléctricas, radioprotección, mantenimiento, etc.),  la utilización de la telerradiología (consulta telerradiológica con expertos situados a larga distancia), el uso de contenedores solares para abastecer de energía a los equipos de rayos X y la instalación de fábricas ensambladoras de equipos radiológicos son todos aspectos relacionados con la salud pública, y que en los países subdesarrollados adquieren mucha importancia.  (3)

            Según W. Peter Cockshott, en 1977-78, en Africa y el Lejano Oriente, los servicios de radiología eran vistos por los planificadores de la salud como alta tecnología, que imponía grandes exigencias sobre el dinero disponible y los recursos humanos entrenados.  Las autoridades de salud le temían a la radiología porque podía representar gran consumo del presupuesto. Cuando hay poco dinero para invertir en la salud, las autoridades de salud (ministros, directores, etc.) priorizan las medidas de salud pública preventiva, quizá para beneficiar a más personas, antes que a los fondos para los servicios diagnósticos y terapéuticos dirigidos a pocos individuos. La Radiología compite por los fondos y puede tener una prioridad baja. (3)

            A finales de la década de 1970, la proporción de equipos de rayos X funcionando era en Senegal, de 66%; en el Congo de 72%; y en Liberia de 80%.  El número de habitantes por cada equipo de rayos X era menor de 2000 en Estados Unidos; menor de 3000 en Australia; menor de 10 mil en Nueva Zelandia; un poco menos de 20 mil en Cuba; de 100 mil en Nigeria; y más de 100 mil en Ghana, Kenia, Costa de Marfil, Congo, Senegal y Haití. (3)

            Para 1977-1978 el número de técnicos en rayos X era de 5.2 por cada 20 mil habitantes en Suecia; de 4.2 por cada 25 mil hab., en Estados Unidos; de 4.0 por cada 30 mil hab., en Canadá; de 3.9 por cada 35 mil hab., en Australia; de 2.0 por cada 55 mil hab., en el Reino Unido; de 7.2  por cada 28 mil hab., en Tahiti; de 1.0 por cada 800 mil hab., en Malasia; de 1.4 por 850 mil hab., en Senegal; de 0.9 por 950 mil hab., en Kenia; 0.6 por cada 1 millón 130 mil hab., en Liberia; 0.7 por 1 millón 140 mil hab., en Ghana; de 0.9 por 1.5 millones de hab., en Nigeria; y de 0.25 por más de 1.5 millones de hab., en Papua Nueva Guinea. (3)

            En 1972, el número de exámenes radiológicos por cada 1000 hab.,  era de 139 en Bélgica, 131 en Suecia y 125 en Australia. En 1976-77, el número de exámenes radiológicos por cada 1000 hab.,  en Ghana era de 2.7; en Papua Nueva Guinea de 4.0; en Kenia de 4.8; en Brunei de 18.5; en Malasia de 27.8; y en Tahiti de 113. (3)

            El síndrome de la ciudad capital existe en la Radiología y consiste en la concentración de los servicios radiológicos en grandes zonas urbanas, que causa una considerable mala distribución de los equipos y personal de Radiología. Este síndrome es más evidente en los países pobres o subdesarrollados. En el último tercio de la década de 1970, en la capital del Congo se concentraba el 100% de los radiólogos, el 29% de la población y se realizaba el 84% de los exámenes. En Papua Nueva Guinea las cifras correspondientes eran: 100%, 6% y 25%. En Liberia: 100%, 20% y 35%. En Costa de Marfil: 89%, 15% y 79%. En Senegal: 86%, 30% y 84%. En Ghana: 86%, 7% y 35%. En Kenia: 75%, 5% y 29%. En Malasia: 44%, 7% y 25%. En Nigeria: 38% y 5%. (3)

Managua, 13 de abril de 2011

Referencias bibilográficas:

1. Fisher, L. Historia de la radiología en Nicaragua: la senda de la luz invisible. Universitaria. Managua. 2010: 316


2. Barquín Calderón, M. Dirección de hospitales: sistemas de atención médica. 6ta. ed. Interamericana McGraw Hill. México. 1992

3. Deutsches Röntgen Museum. Radiology in developing countries. Stadt Remscheid. Deustch. 1998


4. Palmer, PES. Cockshott, WP. Hegedüs, V. Samuel, E. Manual de interpretación radiográfica para el médico general. Sistema radiológico básico de la Organización Mundial de la Salud. Ginebra. 1985