domingo, 30 de julio de 2023

ALI ABARCA MELENDEZ: GUERRILLERO DE LA MONTAÑA

 

Alí Abarca Meléndez: guerrillero de la montaña

 

Lenin Fisher


Alí Abarca Meléndez fue un guerrillero sandinista que murió asesinado en las montañas del norte de Nicaragua, el 25 de julio de 1977, en el Valle de los Condega, en las cercanías del cerro el Kilambé (la segunda montaña más alta del país), municipio de Wiwilí, departamento de Jinotega, después de ser capturado por jueces de mesta, que lo entregaron a una patrulla de la Guardia Nacional, junto al joven Justo Guido Ochoa.

Abarca Meléndez nació en el barrio Ermita de Dolores, de la ciudad de León, el 18 de febrero de 1950.  Sus padres fueron Rufino Abarca Mendoza (un obrero albañil) y Luisa Emilia Meléndez. Alí Abarca Meléndez era contador mercantil y trabajó en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), junto a Josías Sáenz. Se incorporó al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), en 1967. Realizó trabajo político, en conjunto con Edgard Munguía Álvarez (la Gata Munguía), quien llegó a ser el primer presidente de ideología y militancia sandinista del Centro Universitario de la Universidad Nacional (CUUN), en la UNAN.

En el año de 1972 formó parte de la directiva central del Instituto Nocturno Mariano Fiallos Gil. Para el año 1974 es el responsable político del FSLN ante el Sindicato de Carpinteros Albañiles Armadores y Similares (SCAAS). Según el combatiente histórico José Antonio Villegas (Pescado Lucio), el compañero Alí Abarca Meléndez, junto a Arnoldo Quant Pozo (el Chino Nahualt), atendían políticamente al SCAAS, trabajando conjuntamente con los hermanos Daniel, Carlos y Alberto Izaguirre Téllez, Francisco Vallejos, Miguel Lezama, Juan Antonio González Icabalceta y Napoleón Manzanares (quien era de la comunidad indígena de Sutiaba y fue presidente de la junta directiva del SCAAS). Los hermanos Alí Abarca e Iván García Abarca eran capacitadores de líderes sindicalistas. Fue así como el SCAAS llegó a ser un bastión de lucha por las reivindicaciones obreras, en León.

Entre noviembre y diciembre de 1976 parte a la montaña y el 4 de diciembre pasó a formar parte de la incipiente unidad de combate rural "Bonifacio Montoya", en el norte del país, donde su jefe inmediato fue Omar Cabezas Lacayo. Abarca Meléndez sufrió de lepra de montaña, en ambas piernas, una de las enfermedades que podían padecer los guerrilleros.

Después del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, una comitiva de familiares, entre ellos Iván García Abarca (hermano de Alí), quien era oficial del Ejército Popular Sandinista, viajó hasta Wiwilí, en un helicóptero Sikorsky (que había sido de la antigua Fuerza Aérea Nacional, dirigida por el dictador Somoza Debayle) y que en ese momento pertenecía a la nueva Fuerza Aérea Sandinista (FAS); pero en Wiwilí no obtuvieron información útil para localizar los restos de Alí Abarca M.

Marcelino Guido Ochoa, hermano de Justo, Leonel y Ana Julia Guido Ochoa (Fiscal General en los últimos años), reportó la localización de los restos de Alí Abarca Meléndez y Justo Guido, por lo que en septiembre de 1980 fueron exhumados sus restos, los cuales fueron velados en la ciudad de Jinotega. En el caso de Abarca Meléndez, sus restos fueron trasladados el 23 de septiembre de ese año a León, donde fueron velados, en el barrio Ermita de Dolores y luego sepultados, al día siguiente, en el cementerio de San Felipe.

El Sindicato de Trabajadores Administrativos, de la UNAN-León, se llama Alí Abarca Meléndez, en homenaje al guerrillero sandinista.

 

En el libro Canción de amor para los hombres (1988), del ex–guerrillero Omar Cabezas Lacayo, se menciona a Alí Abarca Meléndez, cuyo pseudónimo era “Rufino”. La pequeña columna Bonifacio Montoya (la “Bacho” Montoya) fue estructurada por Cabezas Lacayo, que en ese momento estaba conformada por tres o cuatro compañeros y solo tenían armas de palo.

Iván García Abarca señala en el libro La toma del búnker de Somoza (2017, 2020), que:

 “… José del Carmen Arauz (el Segoviano o el Chele Jaime), general en retiro, que era de la columna de Francisco Rivera el Zorro [le comentó] que ese día que mataron a Alí Abarca, el 25 de julio de 1977, Omar Cabezas, jefe de la columna Bacho Montoya, ordenó a Alí bajar del cerro Kilambé a una comarca, en las faldas del cerro, para hacer el contacto donde había un buzón y traer dicho buzón. La GN ya estaba en la casa, donde tenían detenido al dueño de la casa y capturaron a Alí, quien venía con un niño, hermano o sobrino de Ana Julia Guido. La GN los obligó a cavar sus tumbas y de espaldas los fusilaron; el orificio de la bala lo tenía en la parte posterior de lo que quedaba de su cráneo.”

En el capítulo titulado Génesis del Frente Occidental del libro antes mencionado, Iván García Abarca también apunta que después del asalto a la casa de “Chema” Castillo, en diciembre de 1974, la primera vez que Daniel Ortega Saavedra regresa a Nicaragua, procedente de Cuba, y viaja a León, se aloja en la casa de Alí Abarca Meléndez, lo cual ocurrió en los primeros cuatro meses de 1975.

Alí e Iván, hermanos por parte de padre, fueron de los primeros sandinistas de León, junto a Francisco Jarquín Ramírez, que recibieron las primeras ideas de la nueva tesis de lucha, o sea, de cambiar la táctica de lucha en las montañas por la lucha en la ciudad, planteadas por Eduardo Contreras Escobar y Daniel Ortega. Los hermanos Abarca y Jarquín eran parte de la tendencia más influyente, hasta ese momento, es decir, la Guerra Popular Prolongada (GPP), que sostenía la tesis del foco guerrillero guevarista o la guerrilla campesina en la montaña.

Contreras invitó a Alí e Iván (los invitó, no les podía dar órdenes, porque ellos eran parte de la GPP), a una importante reunión en Managua, en el Open Tres, el 7 de noviembre de 1977, donde los demás invitados no llegaron (Martha Cranshaw y Francisco Meza, por los Proletarios; y Mónica Baltodano, por la GPP). A dicha reunión llegó un campesino, procedente de la montaña, quien trajo una carta escrita de puño y letra por Víctor Tirado López, que a través de la misiva apoyaba la tesis insurreccional, firmando con el pseudónimo de “el Canoso”. La carta fue leída por Contreras.

Después de esa reunión es que muere en combate Eduardo Contreras, en Satélites de Asososca, junto al campesino Rogelio Picado, que trajo la carta de Tirado López; y a Silvio Reñazco, quien era gerente de la fábrica Inca, en Masaya, había estudiado en Alemania con Eduardo Contreras y era colaborador (llevó en un vehículo a Contreras). Alí e Iván vieron desde un autobús, el combate, mientras llevaban un paquete de la revista Gaceta Sandinista, que les entregó Contreras (revista impresa por Herty Lewites, en Estados Unidos), se bajaron en las Piedrecitas y pudieron regresar a León. La noche del 7 de noviembre de 1976, Carlos Fonseca, dio entre sus últimas orientaciones, la siguiente: abrir una ruta de abastecimiento con Honduras, a través del río Par-Par, que no pasara por ciudad alguna. En la madrugada del 8 de noviembre moriría desangrado, después de un combate con la Guardia Nacional.

Cinco meses antes, en junio de 1976, se había fundado la tendencia Insurreccional, como parte integrante del FSLN, pero autónoma, en una reunión en las faldas del volcán Mombacho, con la participación de Eduardo Contreras, Daniel Ortega, Humberto Ortega, Leticia Herrera y Germán Pomares; después de que fracasaron buscando la unidad sandinista y la aceptación de su nueva propuesta de lucha: hacer de la ciudad el escenario principal de la lucha armada.  

Posteriormente a esa reunión con Eduardo Contreras, los hermanos Abarca fueron sancionados y enviados a la montaña, con el riesgo de dejar de pertenecer al FSLN, si no cumplían la orden. Ellos cumplieron con disciplina; pero Iván (Edgard, en honor a Edgard Munguía Álvarez) se regresó a León dos meses después, señalando que se sentía más útil en la ciudad, lo cual efectivamente así fue, porque resultó ser uno de los fundadores del Frente Occidental Rigoberto López Pérez (FORLP), junto a Francisco Jarquín Ramírez, William Fonseca Martínez y Guadalupe Ignacio Moreno Mendoza, en febrero de 1978. Como sabemos, el FORLP fue uno de los frentes guerrilleros decisivos en la victoria militar del FSLN sobre la Guardia Nacional y la dictadura somocista.

Managua, Nicaragua, 30 de julio de 2023.

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

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miércoles, 19 de julio de 2023

LEOPOLDO RIVAS ALFARO EN SUMANDO VIGORES

 

Leopoldo Rivas Alfaro en Sumando Vigores

 

Lenin Fisher

El martes 18 de julio de 2023 el comandante guerrillero Leopoldo Rivas Alfaro fue entrevistado por el periodista Néstor Espinosa, en el programa Sumando Vigores, del Canal 37 Extraplus.

Dicha entrevista televisiva, seguramente era esperada por los estudiosos y analistas de la lucha revolucionaria sandinista. Pues bien, la entrevista por fin ha llegado. El título dado al enlace, para compartir en las redes sociales, por parte de Sumando Vigores, fue Una historia de revolución (https://www.youtube.com/watch?v=I48Lcj-LoFE); la revolución que derrocó a la corrupta y sangrienta dictadura militar y dinástica de la familia Somoza, creada y mantenida por los gobiernos de Estados Unidos.

En la entrevista referida el comandante Rivas Alfaro, quien además es médico y cirujano, especialista en cirugía, hace un recuento desde su incorporación a la lucha revolucionaria, a la par de su amigo y amigo Julio Buitrago Urroz, hasta el día del triunfo de la Revolución Popular Sandinista el 19 de julio de 1979, y la celebración al día siguiente.

El libro De León al búnker (2003), la revista Visión Sandinista (2009) y las tres ediciones del libro La toma del búnker de Somoza (2016, 2017 y 2020) reúnen, en mayor o menor medida, implícita o explícitamente, el testimonio de Leopoldo “Polo” Rivas, acerca de la ofensiva final de la guerrilla sandinista, en 1979, en el Frente Occidental Rigoberto López Pérez (FORLP), específicamente en la ciudad de León.

Rivas Alfaro es uno de los cuadros históricos del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), quien tiene entre sus grandes méritos los siguientes: el preso político que más tiempo estuvo en las cárceles del somocismo (prácticamente ocho años) y el haber dirigido al primer frente guerrillero, el Frente Occidental, en llegar al búnker de Somoza y el complejo militar de la Loma de Tiscapa, lo que lo convirtió en el primer militante histórico del FSLN en llegar al centro neurálgico del poder político, militar y económico de la dictadura somocista.

 

De acuerdo a Rivas Alfaro, el Frente Occidental tomó el control del búnker de Somoza a las ocho de la mañana del 19 de julio de 1979. Calificó de “chapulines” a los combatientes de las columnas guerrilleras sandinistas del FORLP porque destruían a las tropas de la Guardia Nacional (GN) y tomaban sus posiciones, armamentos, municiones, pertrechos y vehículos militares, incluyendo tanques, tanquetas, camiones y jeeps. En efecto, el Frente Occidental fue una verdadera maquinaria de guerra para la liberación de Nicaragua. Como sabemos los “chapulines” o saltamontes pueden actuar como una plaga destructora de grandes extensiones de cultivos.

Rivas Alfaro enfatizó en que él personalmente contó 62 cadáveres de soldados de la GN, en la calle del cuartel departamental de León y los cañones de San Sebastián, así como en la gran cantidad de bajas efectivas en La Paz Centro y Nagarote. Alrededor de 450 bajas efectivas pudo tener la GN en los combates acaecidos desde León hasta Nagarote. Además, señala la ferocidad de los guerrilleros del Frente Occidental, que en el empalme de Izapa, al derrotar a la GN, era imposible detenerlos cuando espontáneamente remataban a los heridos. Sabiendo que enfrentarían a tres mil guardias en Managua, no podía detenerlos.

Reiteró el comandante Rivas, fundador del Ejército Popular Sandinista y retirado con el grado de coronel del Ejército de Nicaragua, que quien dirigió a la GN en el empalme de Izapa fue Ronald Sampson, un oficial asesino, que cuando vio derrotadas a sus fuerzas, las cuales tenían como base al centro de entrenamiento en armamento del Tamarindo, salió huyendo hacia Managua y se fue directo al Aeropuerto Internacional Las Mercedes para salir del país.

Rivas Alfaro también confirmó que al atardecer del 18 de julio de 1979 los guerrilleros del Frente Occidental acamparon en el empalme de Xiloá, o sea, a unos 13 kilómetros del centro histórico de Managua, del sitio donde se comienzan a contar las distancias a cualquier parte de Nicaragua. En las primeras horas de la noche del 18 de julio empezaron las negociaciones, por vía telefónica, con la GN para que ésta se rindiera. Como sabemos, columnas del Frente Norte ese día se habían dirigido a Boaco, donde los pocos soldados de la GN ya habían huido, siguiendo así, al pie de la letra el plan general de la ofensiva final. ¿Qué hubiese ocurrido si esa columna del Frente Norte avanzaba hacia Managua y llegase, digamos, al empalme de San Benito, al atardecer del 18 de julio de 1979? ¿Y si las fuerzas de Masaya y Carazo hubiesen cumplido, lo acordado el 17 de julio, de llegar al Open Tres, el 18 de julio, para planificar el asalto final de la capital, junto con el Frente Occidental?

También ratificó Rivas Alfaro que al tomar la Loma de Tiscapa y el búnker de Somoza, el Frente Occidental no enfrentó ningún tipo de resistencia de parte de la GN, porque sus tropas habían huido, o sea, que los tres mil hombres que el general de división Somoza Debayle, graduado en la academia militar de West Point, designó para enfrentar a los guerrilleros sandinistas que avanzarían desde León, a partir de la liberación de la ciudad el 20 de junio de 1979, se habían desaparecido.

Asimismo, Rivas Alfaro fue enfático en que no encontraron a ningún prisionero político en todo el complejo militar de la Loma de Tiscapa. Por lo tanto, queda solamente en leyenda aquel relato de un prisionero viejo, anciano, flaquito, con pelo, barba y uñas larguísimas, como parte de una publicación que en su momento dijo que incluía la última palabra sobre la toma del búnker de Somoza; me refiero a Memorias de la lucha sandinista (2010).

Enfatizó también, Rivas Alfaro, que: “…el siguiente frente que entró fue el de Javier Carrión...”, de acuerdo a sus propias palabras durante la entrevista, es decir, que el segundo frente guerrillero en llegar hasta el búnker de Somoza fue el Frente Norte Carlos Fonseca (FNCF). Rivas Alfaro describe como inimaginable la alegría de ver a los compañeros que tenía muchos años de no ver, en medio del triunfo revolucionario, algo todavía más marcado en él, porque estuvo casi ocho años como preso político de la dictadura somocista.

En términos deportivos y olímpicos, la medalla de oro la obtuvo el Frente Occidental y la de plata fue para el Frente Norte. Al fin y al cabo, siempre una existió un sana y fraterna competencia entre las tendencias del Frente Sandinista y entre los distintos frentes guerrilleros, para liberar sus ciudades y llegar primero al objetivo estratégico: la capital Managua, la cereza del pastel. Pero no todos podían llegar al mismo tiempo. Alguno de los frentes guerrilleros tenía que ser el primero.

En el Frente Occidental, como en todos los frentes guerrilleros, había combatientes locales y de otras ciudades, así como algunos internacionalistas (aunque estos últimos se concentraron en el Frente Sur Benjamín Zeledón).  En León combatieron jóvenes procedentes de Managua, Estelí, Chinandega y Matagalpa, entre otros lugares. Leopoldo Rivas y Oscar Cortés Marín (el Chele Marcos) eran de Managua. Guadalupe Moreno Mendoza (Abel) era originario de Bluefields. Oscar Emilio Muñoz Lumbí (Emiliano Pancasán) era originario de Matagalpa. Pablo Bonilla Murillo, procedía de Estelí. Recordemos que, por la condición de ciudad universitaria, en León, convergían jóvenes de todo Nicaragua. Sin embargo, el grueso de los combatientes de León, eran precisamente leoneses. Tal proporción se repitió en otras ciudades, como debía ser, según la estrategia insurreccional en los grandes centros urbanos: los propios habitantes de una ciudad debían ser la principal cantera de guerrilleros urbanos.

Por otro lado, describió al mapa de registro de las operaciones militares, que Somoza utilizaba, como artesanal. Encontraron una gran mesa con un gran mapa de la Esso, en el que también el dictador usaba el término “Yeicos” para referirse a los sandinistas (término que también usaban sus tropas). Señaló que la GN no destruyó nada de los archivos secretos de la oficina de seguridad y que todos esos documentos pasaron a manos del sistema de seguridad del nuevo estado revolucionario. En cada escritorio había un casco y una canana, así como un cerro de títulos valores, de distintas propiedades y empresas del dictador, por ejemplo: la cementera, la fosforera. El secretario personal del dictador, Adonis Porras, aparecía como co-propietario o co-dueño en los títulos valores. El interior del búnker de Somoza era un escenario como el de una película de misterio donde todo estaba intacto, nada se encontraba destruido y solo faltaba la gente.

En el Hospital Militar había guardias somocistas heridos. En el hotel Intercontinental capturaron a algunos guardias. Dio la orden de no dejar entrar a nadie en las oficinas donde estaban una gran cantidad de archivos, por lo cual ordenó que tales oficinas debían cerrarse a cal y canto. Los periodistas Melvin Wallace y Guillermo Cortés Domínguez fueron testigos de la llegada del Frente Occidental al búnker de Somoza. Los periodistas ya habían entrado y salido del búnker y estaban enfrente de la puerta del famoso búnker, que no era realmente un búnker. Rivas Alfaro platicó con Wallace y Cortés. Ellos le preguntaron si podían entrar y Rivas Alfaro les respondió: Espérense, déjennos entrar a nosotros; pero Rivas Alfaro no sabía que los periodistas ya habían entrado y salido.

Obviamente que el tiempo de una hora para entrevistar a Rivas Alfaro es muy poco. Los buenos programas y periodistas deberían invitarlo con más frecuencia para grabar sus testimonios sobre temas específicos de la lucha revolucionaria. Además, la riqueza de esta entrevista es un recordatorio para la Alcaldía de León, que podría considerar al comandante guerrillero Leopoldo Rivas Alfaro como un candidato para recibir las llaves de la ciudad, a propósito de que el próximo año se conmemorarán los 500 años de la fundación de León. Pues, la liberación de León, alcanzada el 20 de junio de 1979, como he dicho en otras ocasiones, es la mayor hazaña colectiva que haya realizado el pueblo leonés en sus cinco siglos de historia. Y, además, representó la primera victoria estratégica del FSLN sobre la GN; el desequilibrio militar de la guerra de liberación, iniciándose así, el desmoronamiento de la situación militar de la guardia somocista (de acuerdo al propio dictador); para constituirse en la cabeza de playa soñada, sede del gobierno revolucionario provisional y capital de la Revolución.

Finalmente, el contenido de esta entrevista es muy valioso para el estudio de la lucha de liberación del pueblo nicaragüense para lograr la transformación revolucionaria de la sociedad en paz, que actualmente, durante el gobierno de Daniel Ortega Saavedra muestra muchos avances en reducción de la pobreza y la extrema pobreza, educación, salud, infraestructura, inversiones, exportaciones, reservas internacionales, autosuficiencia alimentaria, transporte público, seguridad ciudadana, subsidios en áreas vitales, conectividad digital, energía eléctrica con predominio de fuentes renovables, alianzas estratégicas con otros países, soberanía e independencia.


Managua, Nicaragua, 19 de julio de 2023.

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

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domingo, 16 de julio de 2023

LIBERACION DE ARTIOMOVSK POR LOS RUSOS

 

Liberación de Artiómovsk por los rusos

 

Lenin Fisher

 

La liberación de la ciudad de Artiómovsk (del pseudónimo Artiom, usado por el líder revolucionario bolchevique, de origen ruso, Fiódor Serguéyev), por parte de las fuerzas de la Federación de Rusia, encabezadas por la agrupación Wagner, el 20 mayo de este año, es un triunfo militar clave durante la Operación Militar Especial (OME) realizada para desnazificar y desmilitarizar Ucrania.

 

Precisamente Artiómovsk ha sido liberada cuando se cumplía un año de la liberación de otra ciudad símbolo como lo es Mariúpol, donde fueron derrotados batallones nazi-fascistas de origen ucraniano, los cuales verdaderamente recibieron una gran lección y tuvieron que rendirse en las inmensas plantas metalúrgicas de la ciudad; lugar donde también fueron capturados varios oficiales de alto rango, incluyendo generales de la OTAN, de Europa, Canadá y Estados Unidos.

 

Artiómovsk constituía un importante centro o nodo del abastecimiento de las tropas ucranianas en la región del Donbás. En la ciudad, la OTAN había construido una fuerte línea de defensa con todo lo mejor de las tropas ucranianas y del armamento que la OTAN, la Unión Europea y Estados Unidos le hacen llegar a las fuerzas ultranacionalistas y fascistas de Ucrania. Artiómovsk representaba la línea defensiva más profunda y fuerte de la OTAN y Ucrania.

 

Hace unos seis meses, el analista militar Scott Ritter señalaba la importancia de la futura batalla en Artiómovsk. En ese momento, casi nadie mencionaba a la ciudad, que él la llamó Bajmut (nombre según los ucranianos), pronosticando que ahí se desarrollaría una batalla estratégica. En ese momento Ritter pronosticó que, si las fuerzas rusas derrotaban a las ucranianas en Bajmut, prácticamente se rompería la última línea defensiva importante, que los ultranacionalistas ucranianos tenían para intentar impedir el avance del ejército ruso a la profundidad del territorio ucraniano, abriendo el paso, inevitablemente, hacia otra ciudad conocida como Kramatorsk.

 

 

El grupo militar privado o agrupación Wagner, que se llama así en honor al músico alemán Wagner (ellos dicen que a los enemigos en el campo de batalla los hacen bailar), ha tenido una participación destacadísima y ha logrado vencer todo tipo de dificultades. El grupo Wagner a la vanguardia de las tropas rusas fue poco a poco tomando poblados cercanos a Artiómovsk. Posteriormente, fue liberando poco a poco la periferia de la ciudad tomando el control de distritos, paulatinamente, cuadra por cuadra, casa por casa, hasta llegar a conquistar el centro de la ciudad y proclamar la toma política o el control político, debido a la liberación político-administrativa de la ciudad, alrededor del 13 abril.

 

El último sector por liberar fue la zona occidental de la ciudad y hay que recordar que, uno de los primeros pasos para el asedio de Artiómovsk, consistió en que las fuerzas rusas rodearon la ciudad, tomando las elevaciones más importantes alrededor de la urbe. Los rusos tenían como objetivo práctico impedir que las fuerzas ucranianas se retiraran ordenadamente y que fueran abastecidas o reforzadas con tropas. En determinado momento se informó que las fuerzas ultranacionalistas de Ucrania no podían retirarse por las vías de comunicación habituales, o sea a través de las carreteras en mejores condiciones, sino que tuvieron que salir en desbandada a campo traviesa, entre el monte y los bosques, porque sus vehículos no podían desplazarse ni por carreteras ni por caminos, donde resultaban blanco fácil para la artillería.

 

Se ha señalado que en Artiómovsk se han dado los combates más sangrientos entre las fuerzas de la Federación de Rusia y las tropas ultranacionalistas de Ucrania. En algún momento se apuntó que el fuego de artillería entre ambos bandos tenía una relación de 10:1 a favor de las tropas rusas, es decir que, por cada proyectil de obús lanzado por la artillería ucraniana, las fuerzas rusas lanzaban 10. En otro momento, durante los combates de Artiómovsk se describió que las tropas ucranianas disparaban 5 mil granadas, cohetes o  misiles de artillería, por día, los rusos respondían por lo menos con 15 mil.

 

Por otra parte, las fuerzas nazi-fascistas ucranianas tuvieron 70 mil soldados muertos en Artiómovsk. Una verdadera carnicería. La relación de bajas mortales entre Rusia y Ucrania es de 1 a 10. Ya para entonces, los ucranianos habían tenido más de 300 mil bajas efectivas (recordemos que Estados Unidos se retiró derrotado de Vietnam con 58 mil soldados muertos). Además, se mantenían las proporciones de 80% y 20%, de muertos y heridos, respectivamente, entre las bajas de las tropas ucranianas, amamantadas por la OTAN, debido principalmente a la potencia y precisión del armamento ruso.

 

Se pretendía que Artiómovsk fuese liberada antes del 9 mayo, la fecha de la conmemoración histórica del triunfo del Ejército Rojo, de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en la Gran Guerra Patria, derrotando al ejército alemán nazi-fascista, tomando Berlín y el búnker de Hitler, desde abril de 1945. Es cierto que la liberación de Artiómovsk no pudo ser antes del 9 de mayo; pero los cálculos estratégicos estuvieron muy bien hechos, porque tan sólo 11 días después, la ciudad fue totalmente liberada de las tropas neonazis del ejército ucraniano (ejecutor de una guerra por delegación, por demás otra guerra imperialista), contra Rusia.

 


Managua, Nicaragua, 24 de mayo y 16 de julio de 2023.

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

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sábado, 8 de julio de 2023

CAÑO LA CRUZ: LA CONTRA Y EL BLI RAMON RAUDALES

 

Caño La Cruz: la Contra y el BLI Ramón Raudales

 

Lenin Fisher

 

En Caño La Cruz la contrarrevolución emboscó a la primera compañía del Batallón de Lucha Irregular Coronel Ramón Raudales (BLI RA-RA), en las primeras horas de la mañana del 19 de junio de 1987.  Hacía tres meses, el 23 de marzo, el contingente de los fundadores del BLI RA-RA fueron desmovilizados y el batallón fue reforzado con un nuevo contingente de jóvenes procedentes de Managua, Masaya y Granada. En ese momento también hubo cambio de jefe de batallón.

 

Las bajas sufridas por el BLI RA-RA fueron considerables: nueve muertos, varios heridos y 12 secuestrados, entre ellos un hijo del ex-combatiente del Frente Sur Benjamín Zeledón, Richard Lugo (Sacco), que en 1987 era el jefe de la Fuerza Naval de Nicaragua.

 

El primer pelotón y la primera escuadra (se debe suponer que también la escuadra de exploración) de la primera compañía del BLI RA-RA cayeron en la emboscada, en ese lugar propicio, el Caño La Cruz, situado entre el cerro el Kilambé y San José de Bocay (en ese entonces municipio de El Cuá), en el departamento de Jinotega.

 

La primera compañía estaba bajo el mando del teniente Humberto López (quien murió en una emboscada de la Contra, después de las elecciones de febrero de 1990). Era jefe del BLI RA-RA el capitán Roberto Samcam Ruiz (ahora traidor del sandinismo y golpista, quien dirigió actos de terrorismo en abril, mayo, junio y julio de 2018, en el departamento de Carazo). El jefe de la tercera compañía Carlos, le ofreció a López apoyarlo para enfrentar a las fuerzas del Comando Regional Jorge Salazar (nombre del empresario privado que organizaba el frente interno, armado, de la contrarrevolución somocista, en Managua, a inicios de la década de 1980); fuerzas que estaban muy bien abastecidas y emboscadas en el Caño La Cruz; pero López no aceptó. Por otra parte, el capitán Samcam no dirigió el combate por radiocomunicación.

 

Entre los jóvenes caídos en combate ese 19 de junio de 1987, en Caño La Cruz, varios eran originarios de Managua, están los siguientes: José Rubén Cruz Valle (Chispitas), Juan Ramón Martínez Cruz (Barba-papá), Rafael Salas (Payito), Roberto Enrique Martínez Avilés (REMA), Marvin Alejandro Pérez Hernández (el Niño), el Zompopo y el Zurdo Peña.

 

A finales de 2018, en una reunión de ex-miembros del BLI RA-RA, un compañero contó que los compañeros de la primera compañía, en el Caño La Cruz, habían pasado una puerta de golpe y que a poca distancia los estaba esperando un contra, sin camisa, armado con una ametralladora M-60, la cual disparaba sin cesar, haciendo mucho daño.

 

El día viernes 7 de julio de 2023, en el programa Sin fronteras, de Radio La Primerísima, el periodista William Grigsby Vado (desde el minuto 58:07 hasta el final del programa), leyó un testimonio elaborado por cuatro ex-Cachorros de Sandino del BLI RA-RA, sobre la triste experiencia de la emboscada de Caño La Cruz. Róger Sobalvarro Arauz, Jairo José Alvarado Ramírez (el Charral), Noel Orlando Rodríguez (Chocolate) y Erick René Barrios (Eriquito) (https://radiolaprimerisima.com/sin-fronteras-viernes-7-de-julio-de-2023/).

 

En el año 2017, yo conocí a Richard Lugo (hijo), el joven del Servicio Militar Patriótico, que fue parte de los doce secuestrados, quien me contó que se los llevaron a Honduras y que en el campamento contrarrevolucionario donde estaba, el propio Enrique Bermúdez (380), el principal jefe de la Contra, le llegó a decir personalmente la mala noticia de la muerte de su madre, debido a cáncer de la glándula mamaria. Posteriormente, Lugo y otros combatientes del BLI RA-RA fueron intercambiados por prisioneros contrarrevolucionarios que tenía el Ejército Popular Sandinista.

 

Conversé con Lugo, ex–miembro del BLI RA-RA, la noche del 23 de marzo de 2017 (casi treinta años después de la derrota en Caño La Cruz), durante la presentación del libro Memorias de una guerra olvidada, de Manuel Coronel Novoa, quien fue Cachorro de Sandino en el BLI Juan Pablo Umanzor. Recuerdo que, a la presentación de la obra, en el Centro Cultural Pablo Antonio Cuadra, de Hispamer (en las cercanías de la rotonda Rubén Darío), en Managua, asistió el comandante Edén Pastora Gómez y quien realizó la presentación fue el sociólogo Orlando Núñez Soto. A propósito, en esa oportunidad le entregué a Núñez Soto un disco compacto con la primera edición del libro La toma del búnker de Somoza y en la breve conversación sostenida, me dijo que en la Ofensiva Final de 1979, él comenzó en Managua; pero que había terminado en León (algo que posteriormente leí, con lujo de detalles, en su libro La revolución rojinegra).

 

Haciendo fila para hablar con el autor de Memorias de una guerra olvidada (por demás un excelente testimonio), oí que alguien mencionó al BLI RA-RA y yo me volteé y pregunté quién había mencionado a dicho BLI. Entonces, de un grupo de tres hombres, uno de ellos me respondió que él había sido. Así comenzó la plática con Richard Lugo, hijo.

 

Un contingente procedente de León que reforzó al BLI RA-RA, en octubre de 1987, después de los 45 días de entrenamiento en la escuela militar de Mulukukú; contingente al cual pertenecí yo. Recuerdo la tristeza y los gestos amargos en la cara de algunos compañeros, como: Noel Rodríguez (Chocolate), José Antonio Barrantes Selva (Marañón) y José Romero (el Conejo), cuando nos contaban o les preguntábamos sobre el combate del Caño La Cruz.

 

El 19 de junio de 1987 el BLI RA-RA perdió una batalla; pero a lo largo de su historia tuvo más victorias que derrotas. Alrededor de febrero de 1988 se ganó la Bandera de Combate del Ejército Popular Sandinista, por ser la unidad militar que más combates había tenido con la contrarrevolución, más bajas había causado y más armamento había recuperado. Y en marzo de ese mismo año participó en el Operativo Danto 88.

 

Managua, Nicaragua, 8 y 9 de julio de 2023; 14-4-2024

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

http://leninfisher.blogspot.com/2023/07/cano-la-cruz-la-contra-y-el-bli-ramon.html

sábado, 1 de julio de 2023

LEON: 499 AÑOS DE FUNDACION Y 44 DE LIBERACION

 

León: 499 años de fundación y 44 de liberación

 

Lenin Fisher

 

El pasado 19 de junio la ciudad de León cumplió 499 años de fundación y al día siguiente conmemoró sus 44 años de liberación de la dictadura militar somocista.

El principal conflicto en la ciudad, en el año de 1524, era la lucha entre los conquistadores e invasores españoles y los pueblos originarios, nativos de estas tierras. En 1979, la contradicción principal era entre la dictadura militar y dinástica de la familia Somoza (creada y apoyada por el imperialismo estadounidense) y el pueblo nicaragüense vanguardizado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional. En 1524 el dominio lo empezaba a ejercer el imperio español y en 1979 tal dominio lo ejercía el imperialismo norteamericano.

Cuando la ciudad metropolitana de León derrotó a la Guardia Nacional, el 20 de junio de 1979, la ciudad había cumplido, el día anterior, nada más y nada menos que 455 años de fundada y 369 años de haberse trasladado desde Imabite hasta Sutiaba, hecho ocurrido en 1610 (desplazamiento estratégico que permitió a la ciudad prevalecer y sobrevivir, para continuar enriqueciendo la historia e identidad de León y de toda Nicaragua).

El 19 de junio de 1979 cayeron en combate dos destacados guerrilleros urbanos sandinistas: Guadalupe Ignacio Moreno Mendoza (Abel) y Jorge Vicente Patiño Aguirre (Ariel). Moreno fue uno de los fundadores del Frente Occidental Rigoberto López Pérez. Mientras que Patiño era de origen ecuatoriano y vivía en León desde el año 1976. Moreno y Patiño murieron combatiendo a la Guardia Nacional el día en que León cumplía 455 años de su fundación.

Este año, 2023, la Revolución Popular Sandinista conmemorará el 44 aniversario de su triunfo, el 19 de julio de 1979. León fue liberada un mes antes del triunfo sandinista definitivo. La primera rebelión contra los reyes de España, en el territorio del nuevo continente, sucedió en León, con el grito de los hermanos Contreras: ¡A la m…el Rey!

La ofensiva final del Frente Sandinista empezó en León con 244 hombres armas, los cuales se multiplicaron por 10 o más veces. Mientras tanto, la Guardia Nacional contaba con unos 1500 a 1600 hombres; los cuales con refuerzos recibidos llegaron hasta 2000 soldados. Los guerrilleros sandinistas se reconcentraron principalmente en cuatro lugares: la casa del legendario Luis Manuel Toruño Montenegro (Charrasca), en el barrio San Felipe; la hacienda el Hamaquero (en dirección a la comarca Abangasca Sur); la finca San José de la Montaña (en dirección a la comarca Troilo); y en Pueblo Grande (en la zona norte de Sutiaba). Además, hubo pequeños grupos de jóvenes que se concentraron en otros lugares, como por ejemplo en una casa enfrente del costado norte de la iglesia católica de Zaragoza. La Guardia Nacional distribuyó sus fuerzas en el Comando Departamental, Cárcel o Destacamento La 21, Aeropuerto Godoy, Banco Central y Fortín de Acosasco.

El cerco y asedio del Comando Departamental y la Cárcel La 21 fue dirigido por el miembro del estado mayor del Frente Occidental, Fanor Urroz Jáen. Por su parte, la neutralización de los francotiradores en los edificios más altos del centro histórico de la ciudad fue dirigida por Leopoldo Rivas Alfaro; quien además, fue el encargado de garantizar la impenetrabilidad de la ciudad por parte de los refuerzos de la Guardia Nacional, a través de cuatro emboscadas de contención instaladas en los siguientes lugares: loma de Pancorva y puente del río la Leona (ambas en la carretera hacia Managua); la Pedrera (cerca del empalme de Quezalguaque, en la carretera a Chinandega); y en el antiguo edificio de la Leche El Hogar (donde hoy es  la universidad privada U de M), en la esquina opuesta a la esquina noreste del cementerio de Guadalupe.

Entre los héroes sandinistas caídos en la batalla de León, propiamente por la liberación de la ciudad, sin incluir a los caídos en los combates del Fortín de Acosasco, están los siguientes: Guadalupe Ignacio Moreno Mendoza, Jorge Vicente Patiño Aguirre, Constantino (Tino) Duarte (quien era maestro), William Alemán, Verónica Lacayo, Carlos Amaya Talamante, Denis Tenorio, Ariel Pérez Salinas (Walter o Canana), José Gilberto Orozco Iglesias, Carlos Alvarado Bedel (Carlos Pierna) y Marcos Antonio Mayorga (el Chele Nicho).

Además, se debe recordar que la tarde del 16 de junio de 1979, en la cárcel La 21, los guerrilleros urbanos sandinistas encontraron los cadáveres de tres mujeres, de la comunidad indígena de Sutiaba, asesinadas, atrozmente, por la Guardia Nacional: Santos Bárcenas Centeno, Lorena Fonseca Bárcenas y Antonia Picado Loáisiga; las dos últimas, hija y nuera, de Santos, respectivamente.

La batalla final por León empezó a las 12:05 del 4 de junio de 1979, bajo un torrencial aguacero. El 4 de junio los guerrilleros sandinistas destruyen la primera tanqueta T-17E1, en Guadalupe. Entre el 5 y 6 de junio neutralizan un tanque Sherman, en el sector de la Renta, en el barrio El Laborío. El 9 de junio recuperan la primera tanqueta, poseedora de un cañón de 37mm., en la Cartonera. En 10 días los guerrilleros habían eliminado a los francotiradores del centro de la ciudad y lograron el control político-administrativo sobre los principales edificios. El 14 de junio intentan incendiar la cárcel La 21. Antes del 16 de junio han derrotado a la Guardia Nacional en el Aeropuerto Godoy y en el Banco Central. El 16 de junio la Guardia Nacional rompe el cerco del comando departamental y la cárcel La 21, tras un combate sangriento. Ese mismo día el dictador Somoza Debayle y su estado mayor dan por perdida la ciudad y deciden no hacer nada para recuperarla. El 20 de junio, por la mañana, es tomado por asalto el cuartel departamental de la Guardia Nacional, recuperan un tanque Sherman y gran cantidad de armas y municiones; tan solo un día después de que se constituyera la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, en San José, Costa Rica. Así, en solamente 12 y 16 días (que corresponden a los hechos del 16 y 20 de junio), la derrota de la guardia somocista y la liberación de León producen el desequilibrio de la guerra y el inicio del desmoronamiento de la situación militar de la Guardia Nacional, según el testimonio de su propio Jefe Director: el dictador Anastasio Somoza Debayle.

El desequilibrio de la guerra en León fue un resultado inesperado porque el plan general de la ofensiva final consideraba que el desequilibrio de la guerra se produciría en el Frente Norte o en el Frente Sur, en los cuales la Guardia Nacional se empantanaría y serían así los frentes guerrilleros que jugarían un papel decisivo (en el norte el terreno escarpado y la enseñanza de la lucha de Sandino influirían, mientras que en el sur, estaba la retaguardia estratégica y el mejor armamento). Según el plan mencionado, León jugaría un papel secundario en el Frente Occidental (impediría que pasaran refuerzos a Chinandega desde Managua, el norte del país y de la misma León). El plan tampoco contemplaba a los guerrilleros de León como los que avanzarían victoriosamente hacia Managua. Efectivamente, nunca se consideró ni a León ni a Masaya, como las ciudades desde las cuales podrían avanzar las columnas guerrilleras hacia Managua, con la cual tenían y tienen buenas vías de comunicación. En la práctica, León fue la cabeza de playa para el gobierno provisional y el punto desde donde inició el avance ofensivo hacia la capital, lo que representó un recorrido de casi 100 kilómetros. Por otra parte, Chinandega nunca pudo ser tomada, hasta el 19 de julio, cuando la guardia somocista huyó.

El propio Comandante de la Revolución Cubana, Fidel Castro, consideraba que el desequilibrio de la guerra sucedería en el Frente Sur, donde los internacionalistas latinoamericanos, enviados desde Cuba, debían posicionarse en un territorio, cavar trinchera, permanecer en una posición territorial y no retirarse, para superar la vieja táctica sandinista de atacar, golpear y retirarse. Fidel Castro les orientó esa misión a los internacionalistas el 16 de junio de 1979 y en León se derrota a la Guardia Nacional cuatro días después, o sea, el 20 de junio. Aunque el propio 16 de junio el dictador Somoza había dado por perdida a la ciudad.

Núñez Téllez en el libro Un pueblo en armas, subtitulado como Informe del frente interno, señala que el 11 de junio, dos días después de haber iniciado la insurrección en Managua, ya sabían de los reveses en Chinandega y Chichigalpa, y les preocupaba que las fuerzas estratégicas no llegaban a la capital y miraban un estaticismo en los combates de tales fuerzas estratégicas, que no las menciona; pero que se deduce que eran el Frente Norte y el Frente Sur, de acuerdo al plan general de la ofensiva final. En cualquier caso, las fuerzas estratégicas debían llegar en tres días a Managua. Ese era el plazo que las fuerzas sandinistas en la capital debían resistir para distraer a la Guardia Nacional; pero resistieron 17 días. Todo indica que las fuerzas estratégicas del Frente Sandinista no eran las que combatían en León, ni en Masaya; las ciudades más cerca de la capital. Al final, las columnas del Frente Occidental, procedentes de León, actuaron como una verdadera fuerza estratégica y decisiva.

Por otra parte, Núñez Téllez señala que para el 20 de junio les preocupaba la actitud de los combatientes en Managua de querer mantenerse en las trincheras, casi naturales, de los cauces, y no pasar al combate callejero. Un paso que tuvieron que dar a partir del 20 de junio. Sin embargo, no menciona para nada la buena noticia de la liberación de León y la toma por asalto del cuartel departamental de la Guardia Nacional, ocurrida precisamente el 20 de junio de 1979.

A partir del 21 de junio se refuerza el cerco militar sobre el Fortín de Acosasco, el cual fue tomado el 7 de julio de 1979, después que unos 70 elementos de la Guardia Nacional rompieron el cerco de los guerrilleros sandinistas y estos últimos iniciaron una persecución eficaz hasta desarticular, y prácticamente aniquilar, a esas tropas gubernamentales. Posteriormente, los combatientes sandinistas derrotaran a la Guardia Nacional en Pancorva, La Paz Centro, empalme de Izapa y Nagarote, entre los días 14 y 17 de julio. De hecho, cuando desde Palo Alto, en San José, Costa Rica, dan la orden de: ¡Avanzar, avanzar sobre Managua!, el Frente Occidental, procedente de León, ya libra el último combate en la cabecera municipal de La Paz Centro y ahí escuchan la noticia de la huida, en avión, del tirano Somoza Debayle. Todo lo anterior permitió avanzar en dos caravanas, a lo largo de las dos carreteras que van de León hacia Managua, acampando al atardecer del 18 de julio, en el empalme de Xiloá, a 13 kilómetros del centro de la capital, para lanzarse al asalto de Managua, al amanecer del 19 de julio de 1979.

En León, los combatientes sandinistas del Frente Occidental se volvieron expertos en persecución de la Guardia Nacional, cada vez que ésta rompió el cerco guerrillero, como sucedió en León, el Fortín de Acosasco, La Paz Centro y Nagarote. Al contrario de lo ocurrido en Managua, donde la Guardia Nacional se dedicó a la persecución de los guerrilleros que realizaron los diferentes repliegues (a Masaya, a la hacienda el Vapor, Batahola, etc.).

El avance ofensivo y victorioso descrito, por parte del Frente Occidental fue dirigido por Leopoldo Rivas Alfaro. Avance ofensivo que incluyó la caída en combate de Fanor Urroz Jáen, a la medianoche del 17 de julio, en Nagarote. Se calcula que las bajas efectivas de la Guardia Nacional ante el Frente Occidental fueron 450, de las cuales la mayor parte fueron contadas una por una, desde León hasta Nagarote. No se puede olvidar que los altos mandos del Ejército de Cuba señalaron, en julio de 1979, cuando se conmemoraba otro aniversario del 26 de julio y el asalto al cuartel Moncada, que ellos observaron en el mapa de las acciones militares, que el único frente guerrillero que avanzó hacia Managua fue el Frente Occidental, según el testimonio de Leopoldo Rivas Alfaro, el jefe de las operaciones militares ofensivas hacia la capital.

Fue tal el impacto de la liberación de León que el dictador Somoza Debayle y el estado mayor de la Guardia Nacional designaron a tres mil soldados para resguardar Managua, porque estaban seguros que los guerrilleros que asaltarían la capital serían los que habían tomado el control de León. No les preocupaban los frentes guerrilleros del norte, del sur, ni los de Masaya (a menos de 30 kilómetros de la capital). Independientemente de la opinión que se tenga sobre Somoza Debayle, no puede olvidarse que era un militar de profesión, con estudios y formación militar en la academia de West Point, en Estados Unidos, o sea, que algún conocimiento sobre táctica y estrategia militar tenía que lo obligaba a tomar la medida antes descrita, previendo que desde León avanzaría la ofensiva guerrillera, como efectivamente sucedió. Otra cosa es que los tres mil soldados de la guardia somocista huyeron a lo largo de la noche del 18 de julio y la madrugada del 19 de julio de 1979, ante el asedio del Frente Occidental, posicionado en el empalme de Xiloá, y no tuvieron el valor, ni la dignidad de defender la capital.

Después de 455 años de su fundación, León se convirtió en la primera ciudad y la primera cabecera departamental liberada de la dictadura somocista. La victoria sandinista en León permitió conquistar una cabeza de playa donde se instaló el gobierno revolucionario provisional y representó la primera victoria estratégica de la guerrilla sandinista sobre la Guardia Nacional, porque la toma de León rompió el equilibrio militar de la guerra de liberación y permitió el avance del Frente Occidental hacia la capital Managua.

El triunfo sandinista en León permitió demostrar que era posible derrotar, en una ciudad, a un contingente importante de la Guardia Nacional. Porque en octubre de 1977 no se pudo derrotarle en San Carlos y Masaya. Ni se logró derrotarle en Granada, Rivas y Masaya, en febrero de 1978. Tampoco se le derrotó en agosto de 1978 en Matagalpa. En la insurrección del mes de septiembre de 1978 no se le pudo derrotar en Estelí, Masaya, Chinandega, León, Managua y Jinotepe. No se pudo derrotarla en abril de 1979, en Estelí, ni en mayo del mismo año, en Jinotega. Por lo tanto, la victoria del Frente Sandinista sobre la Guardia Nacional, en León, en junio de 1979, confirma la tesis insurreccional de que era posible vencer a la guardia somocista en los grandes conglomerados urbanos. Hasta el 20 de junio de 1979 lo único que se había demostrado era que se podía insurreccionar al pueblo en las ciudades, hostigar, hacer retroceder y acuartelar a la Guardia Nacional, por unas cuantas horas o algunos días; pero no se había demostrado que se le podía vencer y arrebatarle una plaza importante y menos aún estratégica como León, la segunda ciudad en importancia del país, desde el punto de vista económico y político-administrativo. Al fin y al cabo, el triunfo de la Revolución Popular Sandinista fue un fenómeno victorioso fundamentalmente urbano, como dice Núñez Soto, en el libro La revolución rojinegra.

En la historia de la ciudad de León, por demás heroica y combativa, no hay ningún hecho que se compare y menos aún que supere la trascendencia y el impacto a nivel nacional de un triunfo militar de las fuerzas populares revolucionarias, ante un enemigo poderoso, como la Guardia Nacional, superior en armas, municiones y entrenamiento militar, con más de 50 años de existencia y que funcionaba como ejército pretoriano, al servicio de la potencia imperialista más grande que ha existido en el planeta, desde el punto de vista económico y militar, como son los Estados Unidos de Norteamérica.

La derrota de la Guardia Nacional ante el Frente Sandinista, el 20 de junio de 1979, en León, supera con creces a la respuesta dada a la invasión del pirata inglés Dampier (1685); rebasa al resultado ante la invasión  de los ejércitos salvadoreño y hondureño, encabezados por Malespín y Guardiola (promovida por los oligarcas conservadores, en 1844); sobrepasa a la "Rebelión Liberal", que los campesinos e indios comuneros expropiados, organizados política y militarmente, realizaron para vengarse de la oligarquía y la aristocracia conservadora, como promotores de la llamada Guerra de Malespín-Guardiola; y supera a la derrota propinada al ejército hondureño comandado por Durón, en 1912 (otra intervención extranjera promovida por la oligarquía conservadora), para derrotar a los rebeldes encabezados por Mena y Zeledón. Aunque debe señalarse que la táctica empleada por los guerrilleros sandinistas en 1979, de perforar las gruesas paredes de las casas coloniales, del centro histórico de la ciudad, para combatir y eliminar a los francotiradores, también fue usada en la guerra contra las tropas de Durón.

Sin duda la liberación de la ciudad de León, el 20 de junio de 1979, es la mayor hazaña colectiva que los leoneses y León han realizado en sus quinientos años de historia, que se conmemorarán el 19 de junio de 2024.

Managua, Nicaragua, 1-3 de julio de 2023.

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

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