sábado, 28 de julio de 2018

CARTA ABIERTA AL PAPA FRANCISCO DESDE NICARAGUA LIBRE




Carta abierta al Papa Francisco

 desde Nicaragua libre

Lenin Fisher

Excelentísimo Papa Francisco:

Con todo el respeto que usted merece, como persona, como Jefe del Estado Vaticano y máximo líder de la Iglesia Católica, que representa el 20-25% de la población mundial, le escribe un ciudadano de Nicaragua, país donde ha ocurrido un intento de golpe de Estado blando (o guerra no convencional), en contra del gobierno constitucional, entre el 18 de abril y el 18 de julio, del corriente año (cuando Nicaragua no contaba con la presencia de un nuevo Nuncio Apostólico y en la recta final del periodo de la embajadora de Estados Unidos), para solicitarle que se realice una investigación exhaustiva sobre el proceder de algunos miembros de la jerarquía católica y otros sacerdotes, debido a lo siguiente:

1-. Algunos obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (C.E.N.) mantienen un lenguaje hostil, nada pacificador; más bien, es un lenguaje azuzador y promotor de la violencia. Nos han hablado de no cesar en las luchas violentas; de la necesidad de mucha sangre y tribulación; de gobernar sobre montañas de cadáveres; de expulsar inmediatamente al gobernante sin respetar ningún orden ni ley; y de que las multitudinarias manifestaciones del pueblo sandinista (algunas de ellas vistas por el Nuncio Apostólico), no son más que manadas. Tal es el lenguaje de algunos obispos.

2-. La Comisión de Mediación y Testigo del Diálogo Nacional, conformada por cinco miembros de la CEN, no ha desarrollado a cabalidad su labor neutral, imparcial y de búsqueda de puntos de encuentro, con excepción de uno de sus miembros. Al contrario, ha actuado como parte activa y beligerante, proponiendo e imponiendo temas de agenda, o planteando exigencias dentro y fuera de la mesa del diálogo, llegando al extremo de exigir la renuncia del presidente y la desintegración de todos los poderes del Estado nacional, irrespetando y menospreciando el voto popular mayoritario que eligió en 2016 al comandante Daniel Ortega Saavedra como Presidente de la República de Nicaragua. El obispo de León ha sido una excepción en la Comisión de Mediación; en dos ocasiones por la televisión vimos su postura de acercamiento y moderación; pero se impone la mayoría, que es de línea dura, intransigente y radical.

3-. Algunos sacerdotes han promovido una campaña mediática de manipulación religiosa para atribuir al gobierno y a los sandinistas la profanación de templos, iglesias o catedrales, en Managua, Matiguás, Matagalpa, León, etc., prácticamente desde el inicio del intento de golpe de Estado. Técnicamente son auto-profanaciones y auto-ataques, como la técnica de los auto-disparos con pistoleros dentro de las mismas manifestaciones de la oposición de la derecha golpista o con francotiradores, que disparan a los mismos opositores golpistas, a la Policía Nacional y a los sandinistas que defienden legítimamente al gobierno constitucional. Tal y como sucedió muchas veces en Venezuela o en Ucrania.

4-. Algunos sacerdotes han permitido verdaderas profanaciones de las iglesias porque éstas han servido de centros de avituallamiento o cuarteles de grupos terroristas, armados, que atacaron a la Policía Nacional y aterrorizaron a la población, saqueando y quemando propiedades públicas y privadas, como en la ciudad de Masaya, en el departamento homónimo. O bien, han servido de cárceles o centros de tortura contra ciudadanos sandinistas, como en Diriamba y Jinotepe, en el departamento de Carazo. Un joven sandinista expresó ante las cámaras de televisión que había sido torturado y golpeado por un sacerdote de una de las iglesias de Jinotepe. El mismo sacerdote fue testigo cuando los protestantes “pacíficos” de la derecha golpista lo golpeaban con machete, es decir, lo cinchoneaban, como decimos en Nicaragua.

5-. Algunos sacerdotes han sido partícipes, junto a supuestos promotores de derechos humanos, de pedir la rendición de las fuerzas de la Policía Nacional, como sucedió en Diriamba, Nagarote (departamento de León) y Masaya.

6-. Algunos sacerdotes junto a pastores evangélicos han sido testigos presenciales de torturas y actos humillantes o degradantes, realizados por delincuentes golpistas a personas de ideología sandinista, sin detener inmediatamente dichas torturas. Por el contrario, pidieron que las fotos o vídeos grabados con teléfonos celulares por los mismos verdugos y torturadores, no fuesen subidos a las redes sociales disponibles en internet, o bien, que fuesen borrados, como en Masaya y León.

7-. Uno de los miembros de la CEN desde el año 2007, cuando apenas había regresado al poder el FSLN, se ha dedicado a hacer publicidad a grupos delincuenciales, verdaderos paramilitares, vinculados al abigeo, secuestro y narcotráfico, que operan en lugares alejados del campo y en la frontera norte, los cuales cuando son abatidos por la Policía Nacional y el Ejército Nacional, son presentados como angelitos por las empresas privadas de los medios de comunicación de todo tipo.

8-. En todo el país hemos escuchado el audio grabado de la comunicación de un sacerdote con un grupo de delincuentes que secuestran, torturan, vejan, arrastran con un vehículo automotor en la carretera, asesinan, queman y se burlan de un oficial de la Policía Nacional. El sacerdote da instrucciones, orienta que amarren al policía y que lo metan a una letrina o excusado, no sin antes ofenderlo con un lenguaje soez. Ante tal cosa, cualquier persona decente por lo menos hubiese solicitado a las autoridades la realización de la prueba científico-técnica de la voz para corroborar la veracidad del audio antes referido. Un abuso histriónico de las redes sociales, que usted ha criticado y un incumplimiento del quinto mandamiento, no matarás.

9-. En muchas barricadas o tranques, ubicados en calles o carreteras, con las que los opositores golpistas y extremistas tenían secuestrados a pueblos enteros y más de 250 furgones y 400 transportistas de carga internacional, se cometieron todo tipo de crímenes y violaciones de los derechos humanos, innegables actos terroristas. En dichos lugares, hasta el 4 de julio, los opositores golpistas causaron casi cuatro veces más de muertes que las relacionadas estrictamente a las protestas, según la Comisión de la Verdad (116 contra 31). No obstante, los obispos de la CEN no tuvieron una actitud pro-activa para desactivar las barricadas que dañaban la economía nacional y promovían la violación sistemática de los derechos humanos de los nicaragüenses, incluyendo la libre circulación y el trabajo, exceptuando el obispo de Juigalpa, Chontales.

10-. Hubo casos de sacerdotes que promovieron la liberación de opositores radicales al gobierno, que armados con verdaderas armas de guerra, habían sido capturados cuando atacaron los cuarteles de la Policía Nacional. O bien, eran los únicos que se movilizaban en camionetas entre el montón de barricadas porque tenían que asegurar la comida, las bombas y las municiones en las barricadas que asediaban el cuartel policial, como en Masaya. A propósito de camionetas, honorable Papa Francisco, las que usan nuestros obispos en Nicaragua lucen nuevas y no valen menos de 25 mil dólares o 60 mil dólares. Y además, ninguno de los obispos se desplaza a pie o en autobús, como usted lo hizo siempre en Buenos Aires, Argentina, a pesar de que el gobierno sandinista subsidia el transporte público (el pasaje en Managua al viajar en autobús cuesta 2.50 córdobas, es decir, siete centavos de dólar).

11-. Grabado está en un vídeo el momento en que sacerdotes se presentan con opositores golpistas radicales a la estación policial de Diriamba, después que se retiraron los policías. Uno de los sacerdotes toma un teléfono y luego una computadora. Pocos días después, circularon fotografías del edificio totalmente desmantelado y ni siquiera el techo fue respetado. El séptimo mandamiento, no robarás, fue incumplido.

12-. Cuando los terroristas golpistas incendiaron el centro histórico de Granada, incluyendo la alcaldía, el obispo de la ciudad más antigua en territorio continental firme, no dijo ni siquiera esta boca es mía.

13-. En Managua se inventó una peregrinación en honor a la Virgen María, en una fecha en la que jamás se ha celebrado algo parecido, pero que al final la convirtieron en una manifestación de protesta política, donde un obispo, que no acostumbra guardar silencio, a pesar de que su tesis doctoral fue sobre el silencio en la Biblia, porque las cámaras de televisión tientan su carne y su conciencia, dijo que el presidente del país debía renunciar e irse.

14-. El derecho canónico, las leyes de Nicaragua o las leyes internacionales podrían tener competencia para investigar y sancionar las acciones hechas por algunos sacerdotes. En las fuerzas de orden público o en el ejército existe el término “baja deshonrosa”, que quizás pueda ser aplicado dentro del derecho canónico. Una cosa es segura: la actuación de varios obispos y sacerdotes en Nicaragua, durante el periodo señalado, ha sido escandalosa; para usar un término que usted gusta usar. Ha sido un total, verdadero y absoluto escándalo. Escándalo igual o mayor que los casos de pedofilia en Estados Unidos, Chile o cualquier parte del mundo.

15-. Debe tenerse en cuenta que durante la lucha revolucionaria para derrocar a la dictadura de la familia Somoza solo un sacerdote fue capaz de tomar las armas para combatir al lado del sandinismo, después de haber renunciado a su hábito religioso; pero no era nicaragüense, era español y se llamaba Gaspar García Laviana (hoy, en su honor, el hospital de la ciudad de Rivas lleva su nombre). Durante la Revolución Sandinista (1979-1990) cuatro sacerdotes católicos fueron perseguidos y sancionados por la jerarquía católica nacional y el Papa Juan Pablo II; pero ningún sacerdote fue asesinado en Nicaragua en dicho periodo. Al contrario, en El Salvador, durante la década de 1980, bajo el gobierno de dictaduras cívico-militares, se asesinaron a sacerdotes jesuitas, monjas de la orden Maryknoll y al arzobispo Oscar Arnulfo Romero, ahora santo, gracias a su gestión papal. Esa es la verdad; pero el poder de facto de los medios de comunicación en manos privadas ha contado todo al revés, antes y ahora. El octavo mandamiento, no mentir, ni decir falso testimonio, ha sido violado y contra-violado infinitas veces.

16-. En Nicaragua nunca ha habido una masacre como tal, es decir, contra un grupo o grupos de personas indefensas y desarmadas; ni tampoco las protestas fueron absolutamente pacíficas. Ha habido enfrentamientos entre policías y estudiantes y pandilleros armados; entre pandilleros o delincuentes y sandinistas que se defienden. Pareciera que ser sandinista en Nicaragua es un delito. La mayoría de las protestas de la oposición golpista fueron violentas, con gente armada de morteros, armas hechizas, bombas (molotov), tiradoras y piedras como aceptó ante los periodistas el obispo auxiliar de Managua.

A lo cual se debe agregar la gran cantidad de armas de fuego que portaban (pistolas, revólveres, escopetas, rifles con mira telescópica, AK-47 y M-16), de las cuales la Policía Nacional ha recuperado y mostrado verdaderos arsenales. Los opositores golpistas criminalizaron las protestas porque contrataron o pagaron a pandilleros nacionales y extranjeros, narcotraficantes y miembros del crimen organizado para seguir los manuales de operaciones sicológicas de la CIA, plagiados por un tal Gene Sharp, que ya nos aplicaron en la década de 1980.

Ningún nicaragüense debió morir. En Nicaragua no ha ocurrido ninguna masacre de estudiantes universitarios; éstos han muerto en distintos días y sitios. La cantidad de 22 policías asesinados es cuatro veces mayor que la cantidad de estudiantes muertos. De los oficiales de la policía muertos 20 son hombres y dos son mujeres. Entre los 400 policías heridos, 342 son hombres y 52 son mujeres. Entonces, lo que ha habido es una masacre de policías porque han sido asesinados o heridos, fundamentalmente, con armas de fuego y armas de guerra.

17-. La Policía Nacional sostiene que cuando fueron evacuados 200 individuos que tenían tomada la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, a la cual saquearon, destruyeron y quemaron, y que se refugiaron en la iglesia Divina Misericordia, fueron trasladadas armas pesadas, en una camioneta, hacia la Catedral de Managua, aprovechando que el Cardenal Brenes y el Nuncio Apostólico llegaron a “rescatarlos” con una caravana de vehículos. En la Catedral de Managua por varios días han permanecido más de 100 hombres refugiados, de los cuales una minoría quizás son estudiantes. Posteriormente, la Policía Nacional capturó el vehículo automotor mencionado. Vale destacar que en la iglesia Divina Misericordia los “protestantes pacíficos” se parapetaron y dispararon sus armas de fuego; y además, profanaron la iglesia disparando al interior y exterior de la misma, para después culpar a las autoridades de lo que en realidad fue una auto-profanación. Un sacerdote dijo en una grabación de televisión, con una leve sonrisa mal disimulada, que efectivamente los pseudo-estudiantes armados habían disparado desde la iglesia.

18-. Los nicaragüenses queremos la paz, reconciliación y justicia. Queremos y merecemos derechos humanos para todos, no solo para los opositores golpistas. Debemos esperar los resultados de las investigaciones de las instituciones nacionales y extranjeras invitadas por el gobierno. Está claro que cuando se trata de acciones delictivas, ningún organismo de derechos humanos puede defender a nadie.

19-. Si la oposición de derecha desea protestar que lo haga de manera pacífica; pero que no usen armas, ni destruyan la propiedad pública y privada, ni secuestren, ni maten a nadie. Si quieren, durante sus marchas, recibir el sol o la lluvia durante todo el día en las calles de las ciudades, que lo reciban, pero que se manifiesten de manera pacífica, cívica y civilizada.

20-. Durante los últimos 28 años Nicaragua ha vivido traspasos del poder político en paz, a partir de 1990, lo cual sería el segundo periodo más largo de la historia del país, en tales condiciones. Nos faltan dos años para empatar y tres años pasar desempatar los 30 años logrados en el siglo XIX.

21-. El diálogo nacional es muy importante; pero las condiciones actuales son muy distintas a las de hace tres meses. Nicaragua necesita otros mediadores, testigos y garantes del diálogo nacional, porque dicha tarea le quedó muy grande a los obispos católicos, quienes siempre se negaron a ser garantes y pusieron un plazo límite de un mes para lograr resultados, que sonó como un ultimátum. Quizás la ONU pueda ser un buen mediador, testigo y garante. Es innegable la falta que hace el cardenal Miguel Obando y Bravo, quien fue siempre un exitoso mediador, testigo y garante; y quien además, venía impulsando un proceso, igualmente exitoso, de reconciliación nacional, junto al gobierno actual.

22-. En ese diálogo nacional deben incluirse los partidos políticos ya existentes, que han participado en las elecciones anteriores, y por supuesto la Iglesia Protestante o Evangélica, que fue excluida de la primera etapa del diálogo nacional por los obispos católicos de la CEN.

23-. En no pocos lugares, los obispos no han querido escuchar a la población víctima del terrorismo golpista, como en Masaya, al día siguiente que la Policía Nacional recuperó el control de la ciudad; o bien, como en Diriamba y Jinotepe; lugares donde la gente se manifestó y criticó a los obispos porque aparecieron hasta que la Policía Nacional los había liberado, después de más de dos meses de secuestro terrorista, al mejor estilo de Al-Qaeda y el Estado Islámico, sacando de las iglesias armas de fuego, armas hechizas, armas artesanales, armas blancas, medicinas robadas al Ministerio de Salud, etc.

24-. La Iglesia Católica y todas las iglesias deberían contribuir para que los grupos opositores no sigan pidiendo a los políticos extremistas y al gobierno de Estados Unidos que realicen acciones intervencionistas o injerencistas en contra del gobierno democráticamente electo en Nicaragua, las cuales al fin y al cabo afectarían a todos los nicaragüenses, sin distinción de religión, ideología, clase social, etc.

25-. Nicaragua, antes del inicio del golpe de Estado promovido por la clase social que no pasará por el ojo de la aguja, es decir los ricos, internos y externos, era el país más seguro de Centroamérica, con bajos índices de criminalidad y con el segundo lugar en crecimiento económico solo superado por Panamá, habiendo sido reconocido por el FMI y el Banco Mundial por reducir la extrema pobreza y la pobreza. Usted sabe que la propiedad debe tener una función social. Queremos la paz y la reconciliación porque en Nicaragua no tiene cabida el ojo por ojo, el diente por diente, la mano por mano, ni el pie por pie de la ley del Talión del Deuteronomio.

Sé que es casi imposible que usted lea esta carta; pero ojalá pueda encontrarla, accidentalmente, durante una búsqueda privada en internet.

Agradezco su atención y le deseo éxitos en su función de pontífice católico.


Managua, Nicaragua, 28 de julio de 2018
Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com

EL REPLIEGUE EN ADELANTE NICARAGUA: ENTREVISTA CON RAFAEL CASANOVA FUERTES


El Repliegue en Adelante Nicaragua:

 entrevista con Rafael Casanova Fuertes

Lenin Fisher

Recientemente, durante el actual mes de julio, vi parcialmente una edición más del programa televisivo Adelante Nicaragua, dirigido por el periodista Néstor Espinosa, en la cual entrevistó al historiador Rafael Casanova Fuertes.

Siempre me han interesado los ensayos históricos escritos por Casanova Fuertes publicados en El Nuevo Diario. Uno de ellos, sobre la insurrección de septiembre de 1978, lo he utilizado como referencia bibliográfica en las dos ediciones del libro La toma del búnker de Somoza.

En la edición, arriba mencionada, de Adelante Nicaragua, Casanova Fuertes señaló que el Repliegue Táctico a Masaya (RTM) no fue una derrota y que en toda guerra existen repliegues, como en la guerra revolucionaria de China, encabezada por Mao Tse Tung. También criticó a una persona que desde Miami, Estados Unidos, ha dicho que el Repliegue fue una derrota militar.

En realidad, la Insurrección de Septiembre de 1978 fue una derrota militar y una victoria política, con el consiguiente repliegue de los guerrilleros urbanos encabezados por la tendencia Tercerista o Insurreccional, a quienes se sumaron pocos días después los combatientes de las tendencias Guerra Popular Prolongada y Proletarios. El RTM fue una derrota militar transitoria para el FSLN, aunque mucho hicieron los guerrilleros al resistir 16 días en la capital, cuando se esperaba que resistiesen tres días. Simultáneamente, fue una victoria temporal para la GN en Managua, que retomó las posiciones y el territorio abandonado, o sea, los barrios orientales de la capital, para poseer el control total de la capital.

La ofensiva final comenzó en Managua el día 9 de junio. El primer ataque a la GN lo realizan escuadras de la tendencia Insurreccional, que recibieron directamente la orden de ataque de parte del compañero Iván García Abarca, quien había sido trasladado a Managua, en noviembre de 1978, desde León, y que participó en el Repliegue Táctico a Masaya.

Atribuyó, Casanova, al RTM una gran importancia en el giro que tomó la ofensiva final o ininterrumpida del FSLN, en la guerra insurreccional contra la dictadura militar de la familia Somoza, entre junio y julio de 1979. En este sentido, creo que exageró. Casi puso al Repliegue como un  hecho decisivo para el triunfo revolucionario, lo cual en honor a la verdad histórica no fue así. Si se analizan objetivamente y de manera honesta los hechos se comprueba, sin mayor dificultad, la verdad, es decir, de que el Repliegue no fue el factor determinante de la victoria sandinista. Aunque no debe perderse de vista que una revolución es siempre obra colectiva, del pueblo y su vanguardia que lo guía.

Además, hubo otros repliegues de diferentes dimensiones y en distintas direcciones, que han sido descritos por el periodista Pablo Emilio Barreto, uno de los cuales fue una terrible derrota, como el de Batahola, que resultó en una dolorosa y traumática masacre. Incluso, un grupo dirigido por Orlando Núñez Soto se logró replegar hasta León. Cómo lo hizo, es algo que Núñez Soto nos debería relatar.

Casanova Fuertes señaló algunos hechos conocidos como el refuerzo que tuvieron los combatientes sandinistas de Masaya, cuando llegaron a dicha ciudad, entre el 28 y 29 de junio de 1979, los guerrilleros replegados desde Managua. Además, que los combatientes procedentes de Managua fueron los que cumplieron la misión de atacar y tomar las ciudades de Jinotepe (6 de julio) y Granada (18 de julio), así como el hecho de haber fortalecido el plan de impedir o dificultar el abastecimiento terrestre de las tropas del GN en el Frente Sur, es decir, en la frontera sur con Costa Rica y la ciudad de Rivas. En honor a la verdad, la GN siempre logró abastecer a sus tropas en la frontera sur por vía aérea, especialmente por medio de helicópteros.

Apuntó Casanova Fuertes que las fuerzas guerrilleras replegadas de Managua a Masaya fueron decisivas para desarticular un plan de contra-ofensiva que la Guardia Nacional tenía previsto desarrollar, bajo el concepto de operación yunque-martillo, con una fuerza de 700 a 1000 hombres, concentrados en Jinotepe y Granada (martillo), para recuperar Masaya (yunque). Señaló que en Jinotepe la GN tenías algunos oficiales del Condeca y soldados salvadoreños. Aunque Carlos Núñez Téllez escribió, en el libro Un pueblo en armas, que tal plan de contra-ofensiva existió, el cual fue revelado por un oficial de apellido Espinales, capturado en uno de los puestos militares de la GN en Jinotepe; plan que se desarrollaría a partir del 6 de julio de 1979, no menciona para nada la cantidad de hombres existentes en la zona o que potencialmente participarían de ese plan.

Espinales pudo mentir o inventar para que los guerrilleros le tuvieran alguna consideración a la hora de decidir su futuro, como por ejemplo, el tiempo que debía estar en prisión. Aunque también pudo decir una verdad a medias. Pero no tenía lógica que la contraofensiva iniciara desde Granada (que se mantuvo como ciudad de refrescamiento de las tropas de la GN) y desde Jinotepe (donde la GN, según Núñez Téllez, disfrutaba de un acuerdo tácito de conservar en su poder la cabecera departamental de Carazo, a cambio de que los guerrilleros sandinistas mantuvieran tomada la ciudad de Diriamba, a pocos kilómetros de distancia). Más bien, si alguna contra-ofensiva podía lanzar la GN contra Masaya era desde Managua, donde hasta el 18 y 19 de julio había alrededor de tres mil efectivos militares y estaban las principales reservas del alto mando; aunque no puede negarse que las fuerzas de Granada y Jinotepe apoyaran tal acción de contra-golpe.

No debe olvidarse que en la ciudad de Masaya, todavía el 18 de julio, los guerrilleros del Frente Sandinista combatían a la GN en la INCA y Las Flores. Asimismo, ellos y la población sufrían el bombardeo con morteros desde el fortín del cerro Coyotepe; posición que los guardias somocistas abandonaron a la una de la madrugada del propio 19 de julio, de acuerdo al libro Un pueblo en armas, del comandante Carlos Núñez Téllez.

Sorpresivamente, Casanova Fuertes pasó de manera brusca, de todas estas acciones importantes y heroicas desarrolladas en los departamentos de Masaya, Granada y Carazo, al 19 de julio de 1979, día en que oficialmente triunfó la Revolución Popular Sandinista.

Por otro lado, Casanova Fuertes no mencionó para nada el papel que jugó el indetenible avance de los guerrilleros sandinistas, procedentes de León, que conformaban el Frente Occidental Rigoberto López Pérez (FORLP). Único frente guerrillero que avanzó hacia Managua, derrotando y aniquilando a la GN (hecho reconocido por el comandante Fidel Castro Ruz y los altos mandos del ejército cubano), en León, fortín de Acosasco, Pancorva, Nagarote, La Paz Centro e Izapa, hasta llegar al empalme de Xiloá, a menos de 13 kilómetros del búnker de Somoza, el 18 de julio de 1979, a las 5:30 de la tarde, donde fueron los únicos que asediaron la capital el día antes del triunfo revolucionario definitivo.

El empalme de Xiloá fue el sitio y la hora al cual no pudieron, o no quisieron llegar los combatientes situados en Masaya, Jinotepe o Diriamba, seguramente porque el mando no se los orientó en tiempo y forma; o porque en el mando prevaleció la táctica de preservación de las fuerzas, que los mandos de la tendencia GPP practicaron hasta el final.

A Masaya entraron a finales de junio de 1979 seis mil civiles y 150 guerrilleros sandinistas; pero el 17 o el 18 de julio no pudo salir ninguno desde la propia Masaya a través de su carretera directa hasta la capital, ni desde Jinotepe, por medio de la carretera sur hasta Managua.

Sin embargo, Casanova solamente mencionó al Frente Occidental en una ocasión, para decir que fue de gran importancia su labor porque representaba a departamentos influyentes en la producción del país. Y a la ciudad de León únicamente la mencionó cuando apuntó que la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional se constituyó en Costa Rica, cuando León ya estaba liberado, lo cual fue una imprecisión de parte de Casanova, porque la Junta de Gobierno se formó el 18 de junio, en territorio tico, según Sergio Ramírez en su libro Adiós muchachos, cuando faltaban dos días para que la ciudad de León cayera bajo el control total de los guerrilleros del FSLN.

Quizás Casanova se confundió con la juramentación de la Junta de Gobierno el 18 de julio, por la mañana, en el Paraninfo de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, en la ciudad colonial de León, que fue la cabeza de playa que el Frente Sandinista nunca pudo lograr conquistar en el Frente Sur, ni en ningún otro frente guerrillero, al convertirse a las nueve de la mañana del 20 de junio de 1979, en la primera ciudad liberada. Por tal razón, la ciudad de León es llamada Primera Capital de la Revolución.

Cuando la extraordinaria unidad de combate, con desplazamiento rápido, llamada batallón Rolando Orozco, atacó Jinotepe el 5 de julio y la tomó al día siguiente, recuperó centenares de miles de municiones y muchas armas, según relató el comandante Carlos Núñez Téllez, en su libro Un pueblo en armas. En dicha obra también menciona algunas veces su deseo, y el deseo de los combatientes replegados, de regresar victoriosos, algún día, a Managua. Así como también reconoce en dos oportunidades la importancia de la derrota que el FORLP causó a la GN en el empalme de Izapa; pero sin mencionar las victorias contundentes en León, fortín de Acosasco, Pancorva, Nagarote y La Paz Centro.

Núñez Téllez como miembro de la tendencia Proletarios hizo énfasis en el establecimiento de la comunicación con el comandante Luis Carrión Cruz, jefe del Frente Oriental y a la toma de Juigalpa, cabecera departamental de Chontales, el 18 de julio; así como al avance de fuerzas del Frente Norte, procedentes de Estelí, hacia Boaco, o sea, hacia el sur del departamento de Matagalpa, donde no hubo combates con la GN, el 18 de julio, fecha en que se instauró la junta de gobierno municipal.

Según Núñez Téllez, el Frente Norte ocuparía el rol principal dentro de la guerra; pero no lo logró porque no pudo recuperarse a tiempo después de los ataques a Estelí, en abril, y a Jinotega, en mayo. Además, señala que el ataque por la retaguardia al doble cerco de la GN, hizo posible burlar a las tropas especiales de la EEBI (p. 63). Sin embargo, Francisco Rivera (el Zorro) dejó bien claro en su testimonio que ellos lograron salir de Estelí, sin disparar un solo tiro, porque la GN había abandonado sus posiciones, durante la noche (Ramírez, 1989), como acostumbraba hacerlo para acuartelarse. Núñez Téllez, en Un pueblo en armas y Casanova Fuertes, en Adelante Nicaragua, obviaron el 20 de junio como una fecha trascendental por ser el día de la liberación de la ciudad de León. Ésta fue liberada casi un mes antes que las tres veces heroica ciudad de Estelí.

De acuerdo a Núñez Téllez, la ofensiva final empezó en el Frente Sur, en el mes de mayo, cuando 600 hombres, procedentes de los campamentos en Costa Rica, al mando de Edén Pastora, atacaron el Ostional y el Naranjo, logrando penetrar varios kilómetros en el territorio nicaragüense. Durante más de una semana, el Frente Sur, fue el teatro principal de la guerra (p. 65).

En cuanto a los objetivos del ataque guerrillero en León, Núñez Téllez apunta que eran dos: reconcentrar a las fuerzas de la GN en León y que éstas no tuvieran ninguna capacidad de movilización dentro de la ciudad; y además, impedir que reforzaran a las tropas de Chinandega; ciudad que debía estar cercada después de las tomas de Chichigalpa y el ingenio San Antonio. Por otro lado, de debía evitar que las carreteras que pasan por León sirvieran de vías de para reforzar o abastecer a la GN en Chinandega (p. 67).

Probablemente, Casanova Fuertes no puede evitar el sesgo en su narrativa porque fue combatiente del Frente Sur Benjamín Zeledón, donde los guerrilleros sandinistas, con el mayor poder de fuego de todos los frentes guerrilleros y la mejor retaguardia posible, en territorio tico, realizaron heroicas acciones combativas contra la alta concentración de tropas especiales de la GN. No obstante, el Frente Sur nunca logró conquistar un territorio como cabeza de playa, para instaurar un gobierno provisional, o sea, la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional.


El Frente Sur empantanó a la EEBI y ésta impidió que el Frente Sur avanzara para tomar sitios estratégicos, incluyendo la ciudad de Rivas. En la frontera sur la guerra, que fue casi una guerra de posiciones, se caracterizó, por decirlo de alguna forma, por un empate técnico. Al punto que el 17 de julio, muy temprano, el comandante Bravo de la EEBI, empezó la operación de retirada “anfibia”, a través del puerto de San Juan del Sur, inmediatamente después de saber que el general de división Anastasio Somoza Debayle y presidente del país, había abandonado Nicaragua, rumbo hacia Estados Unidos, de acuerdo a Justiniano Pérez. El Frente Sur no tuvo la iniciativa o capacidad de persecución ofensiva para aniquilar a las tropas de la EEBI en retirada. De hecho, sus columnas guerrilleras llegaron a Managua hasta el 20 de julio; pero este hecho fue debido a que tuvieron que trasladar a las piezas de artillería con que contaban (morteros, cañones, etc.), como lo ha describo el comandante Edén Pastora Gómez. Sin embargo, no puede olvidarse la trágica derrota de una columna del Frente Sur, en Nueva Guinea, que vista en retrospectiva, fue un innecesario error táctico por las cifras de muertos (casi 150 hombres) y porque el énfasis de la lucha guerrillera estaba en las ciudades o zonas urbanas o sub-urbanas, no en un escenario selvático, aislado y despoblado. No había necesidad de recurrir a la montaña, otra vez.

Asimismo, las tropas de la GN situadas en el cuartel departamental de Rivas abandonaron la ciudad a pie, caminando y en fila, con toda la calma del mundo, dirigiéndose a la bella bahía sureña. Toda la retirada anfibia de la EEBI ubicada en la frontera y la GN situada en la ciudad de Rivas no recibió ningún tipo de resistencia de los heroicos guerrilleros que habían combatido en Rivas, porque estas tropas estaban enfocadas en operar juntas al Frente Interno, como lo señala el comandante José Valdivia, en Memorias de la lucha sandinista, escrito por Mónica Baltodano. Valdivia advirtió a Ezequiel de la probable ruta de escape de la EEBI, por medio de San Juan del Sur; pero no le entendieron, no le creyeron o le hicieron caso omiso. Además, el comandante Núñez Téllez apuntó en Un pueblo en armas, que el comandante Ezequiel, que dirigía las acciones guerrilleras en la propia ciudad de Rivas, participó en una reunión con el Frente Interno y sus tropas tuvieron la misión de atacar Nandaime, municipio del departamento de Granada.

En cambio, la ciudad de León, liberada totalmente desde el 20 de junio, por el FORLP, se convirtió en la cabeza de playa, donde tomó posesión el primer gobierno revolucionario, el 18 de julio de 1979, cuando el FORLP terminaba de derrotar a la GN en el empalme de Izapa; sitio donde el ejército del dictador Somoza incluía a tropas de la base militar de la EEBI (el centro de entrenamiento de armamento), ubicada en el Tamarindo, soldados del Condeca y mercenarios sud-coreanos.

De hecho, una fecha que se ha tratado de borrar u olvidar, es el 20 de junio de 1979, cuando el FSLN tomó la ciudad de León. En el testimonio de William Ramírez, en Memorias de la lucha sandinista, y en el libro Un pueblo en armas, de Carlos Núñez Téllez, esa fecha no es mencionada del todo. Ni Ramírez, ni Núñez, ni Baltodano Marcenaro señalaron qué efecto tuvo, aunque fuese anímico, el conocer sobre la toma del comando departamental de León, el 20 de junio. Porque tuvieron que haberse dado cuenta a través de las rondas de comunicación radial con Palo Alto y los demás frentes de guerra. Sin embargo, Somoza Debayle sí lo reconoció como el inicio del derrumbe de la GN, al señalar, en su libro Nicaragua traicionada, lo siguiente: En mi opinión, la caída de León marcó el principio del desmoronamiento de nuestras situación militar.

La lista de libros y de autores revolucionarios o ex-revolucionarios que olvidaron la importancia del 20 de junio de 1979 es muy larga, quizás porque recuerdan mucho más el impacto del asesinato del periodista Bill Stewart, que el significado estratégico-militar de la liberación de la ciudad de León. También es la larga la lista de los que olvidaron el histórico hecho de que el Frente Occidental llegó primero que los otros frentes guerrilleros a tomarse el búnker de Somoza y la Loma de Tiscapa. Y ha habido quienes se han querido atribuir ese gran mérito. Tales omisiones han sido analizadas en las dos ediciones del libro La toma del búnker de Somoza: 19 de julio de 1979.

Carlos Núñez Téllez escribió que la liberación de Jinotepe, cabecera departamental de Carazo, el 6 de julio de 1979, configuró el primer territorio liberado de Nicaragua, lo cual, según él, sería emulado posteriormente por la ciudad de León al escribir las fuerzas de ese departamento, una de las más brillantes páginas de la ofensiva final, al desembarazarse de los esbirros somocistas resguardados en el Fortín de Acosasco y al asestarle graves derrotas en los combates de Izapa (p. 182).

No obstante, las fechas hablan por sí solas. El 20 de junio de 1979 fue liberada la ciudad de León por el Frente Occidental. El 7 de julio, el Frente Occidental se toma el fortín de Acosasco y aniquila totalmente a las fuerzas que lo ocupaban y que habían roto el cerco guerrillero, al amanecer de ese mismo día.

Núñez Téllez describió: …las fuerzas de León continuaban su impetuoso avance sobre Managua, después de haber destrozado a fuerzas somocistas en Izapa, brindando una extraordinaria lección al derrotar a fuerzas de la EEBI, que dotadas de tanquetas pretendían detener el avance (p. 228).

Cuando el comandante Humberto Ortega Saavedra negocia la rendición con los altos mandos de la GN, durante la noche del 18 de julio y la madrugada del 19 de julio, solamente el FORLP está ubicado en la periferia de Managua, en el empalme de Xiloá, situado a 200-300 metros de la entrada del barrio capitalino Open Tres (mencionado en la canción de Quincho Barrilete), hoy conocido como municipio de Ciudad Sandino. En otras palabras, el 18 de julio el Frente Occidental, al de mando Leopoldo Rivas Alfaro, quien tenía como lugarteniente principal a Oscar Antonio Cortés Marín (el Chele Marcos), durmió a orillas de un barrio periférico de la capital Managua. Según Rivas Alfaro, en el libro La toma del búnker de Somoza, había acordado a través de radio-comunicación, con Joaquín Cuadra, que se reunirían al atardecer del 18 de julio de 1979, en el Open Tres, con las fuerzas procedentes de Masaya; pero éstas fuerzas no llegaron al sitio y hora acordados. La carretera a Masaya y la carretera sur (que comunica con Carazo), eran dos buenas vías de comunicación para desplazar unos 400 o 500 guerrilleros.

En ese momento, al atardecer del 18 de julio, es donde se manifiesta la táctica de preservación de las fuerzas, que practicaba la GPP; táctica que también se manifestó con la columna guerrillera del FORLP que avanzó desde Izapa hacia Nejapa, al mando del comandante Mauricio Valenzuela; pero que se desvió a Montelimar, donde estaba la playa privada de Somoza Debayle y un centro militar de la EEBI; lugar donde no encontraron tropas a las cuales combatir. Por esa razón, esta columna del Frente Occidental llegó por la tarde al búnker de Somoza, lo cual pudo originar la confusión de combatientes de otros frentes de guerra, al creer que el FORLP llegó a la Loma de Tiscapa por la tarde y después de ellos, el 19 de julio. No obstante, Valenzuela reconoce, en Memorias de la lucha sandinista, de Baltodano Marcenaro, que la otra columna donde a la vanguardia marchaba Oscar Cortés (el Chele Marcos), llegó de primero y varias horas antes que ellos.

Según Núñez Téllez: A las 8:00 p.m., todos los mandos de los distintos frentes de guerra fueron convocados por la Dirección Nacional Conjunta a una ronda radial con el fin de discutir la situación, coordinar el avance sobre Managua al día siguiente y discutir los término de rendición del estado mayor somocista. (p. 229).

En ese lugar (empalme de Xiloá) durmieron las columnas guerrilleras del FORLP, conformada por 850 a 900 hombres, al mando de Leopoldo Rivas Alfaro, mejor conocido como Polo Riva, contando con dos tanques Sherman, cuatro tanquetas, camiones blindados y armados hasta los dientes, listos y dispuestos para el asalto final de la capital, lo cual ocurrió al amanecer del 19 de julio, cuando tuvieron un breve enfrentamiento con reductos de la GN ubicados en el edificio de Enaluf (hoy Enatrel) y en el sector de la Cuesta del Plomo y Gruta Xavier.

Después el recorrido de la caravana victoriosa del FORLP pasó por las Brisas, Linda Vista, parte de la Dupla Norte hasta llegar donde hoy es el Ministerio del Trabajo, dirigirse hacia el Estadio Nacional, llegar a la Casa del Obrero (hoy CST) y girar hacia la calle Colón, desembocando en la esquina del Club de Clases de la GN, donde se dividió en tres columnas envolventes de la Loma de Tiscapa y todas las instalaciones militares ubicadas en la misma, hasta entrar al búnker de Somoza.

El 19 de julio de 1979, el comandante Núñez Téllez amaneció en Granada, ya liberada, donde también estaba Moisés Hassan Morales (quien era miembro de la comisión política del Frente Interno, junto a Lea Guido, Julio López Campos y otros compañeros, y trabajó en la conformación de las juntas de gobierno municipales en Masaya, Jinotepe y Granada).  Núñez desde muy temprano se trasladó a Masaya, porque la orden de asalto sobre la capital estaba dada para las dos de la tarde. Así que, a las dos de la tarde, el batallón Rolando Orozco estaba formado en caravana, a algunos kilómetros de distancia del centro de la ciudad de Masaya, según se lee en el libro Un pueblo en armas, por lo que llegaron al búnker de Somoza no antes de las 3:30 p.m., tomando en cuenta que la marcha de un convoy es lenta, sobre todo si se encuentra a multitudes de gente recibiéndolo y que además, había que desarmar a muchos civiles, en el camino, que andaban con armas abandonadas por la GN (armas de todo calibre, incluyendo morteros), como describió Núñez Téllez.

Al llegar a la Loma de Tiscapa y el búnker de Somoza, ya por la tarde, relató Núñez Téllez, encontraron un caos, con civiles saqueando todas las instalaciones. Pero esto parece una imprecisión porque el Frente Occidental que había tomado el centro del poder militar y político del país, desde horas de la mañana, ya había puesto el orden en la zona, de acuerdo a los testimonios de Leopoldo Rivas y múltiples combatientes leoneses del FORLP. Hecho que corrobora el comandante Humberto Ortega Saavedra en su libro La epopeya de la insurrección, donde señala que antes del mediodía del 19 de julio de 1979, las columnas guerrilleras del Frente Occidental Rigoberto López Pérez, bajo el mando del tercerista Leopoldo Rivas Alfaro, son las primeras en llegar a la Loma de Tiscapa y el búnker de Somoza.

En síntesis, todos los frentes guerrilleros del FSLN contribuyeron heroicamente, de una manera u otra, en distintos escenarios, a derrotar a la Guardia Nacional, el ejército de la dictadura de la familia Somoza. El triunfo de la Revolución Popular Sandinista, como toda revolución, fue una obra colectiva. Sin embargo, esto no niega la necesidad de analizar o interpretar los hechos históricos con objetividad y apegándose honestamente a la verdad, sin soslayar la premisa ética de honor a quien honor merece, para heredar a los jóvenes y a las futuras generaciones de nicaragüenses, sandinistas y revolucionarios el mayor y mejor conocimiento de la épica historia de lucha sandinista.

Referencias bibliográficas:

1-. Núñez Téllez, C. (2009). Un pueblo en armas: informe del frente interno. 2da. ed. Asamblea Nacional. Managua, Nicaragua.
2-. Ramírez, W. Unidad construida en la acción. En: Baltodano Marcenaro, M.S. Memorias de la lucha sandinista. Fundación Rosa Luxemburgo. Printex. Tomo II. Managua, Nicaragua. 2011; 267-292
3-. Fisher, L. La toma del búnker de Somoza el 19 de julio de 1979. Managua, Nicaragua. 2016: 235. Lenin Fisher.
4-. Fisher, L. (2017). La toma del búnker de Somoza: 19 de julio de 1979. 2da. ed. Universitaria. León, Nicaragua. 316.
5-. Ortega Saavedra, H. (2004). La epopeya de la insurrección. Managua, Nicaragua. Lea.
6-.Pérez Salas, J.R. (2008). EEBI: los Quijotes del ocaso. Managua, Nicaragua. La Prensa.
7-.Ramírez Mercado, S. (1999). Adiós muchachos: una memoria de la revolución sandinista. México, D.F. Aguilar.

8-.Valdivia, J. Qué revolución, ni qué nada, lo que queríamos era botar a Somoza. En: Baltodano Marcenaro, M.S. Memorias de la lucha sandinista. Fundación Rosa Luxemburgo. Printex. Tomo II. Managua, Nicaragua. 2011


Managua, Nicaragua, 24 de julio y 10 de agosto de 2018
Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com

domingo, 22 de julio de 2018

UNAN-MANAGUA. VICTIMA DEL GOLPE DE ESTADO TERRORISTA


UNAN-Managua:

 víctima del golpe de Estado terrorista


Lenin Fisher

La Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), y específicamente las instalaciones del Recinto Universitario Rubén Darío (RURD), ha sido víctima del golpe de Estado terrorista que la derecha reaccionaria con sus partidos políticos, el gran capital, el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), varios organismos no gubernamentales y la embajada norteamericana han impulsado en contra del gobierno elegido por la mayoría del pueblo nicaragüense en el año 2016, es decir, el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) encabezado por el Comandante de la Revolución y Presidente de la República Daniel Ortega Saavedra.

Como sabemos, un grupo de estudiantes golpistas se tomaron el RURD el lunes de 7 mayo, a las nueve de la mañana. En esa ocasión, disimulando su verdadera condición de dirigente de la toma, el miembro del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Gonzalo Carrión, entró al recinto sin autorización, portando una camiseta del Cenidh. Pero como dos estudiantes arrastraron a una profesora que portaba una bandera del FSLN, entonces, Carrión se vio obligado a salir ante las cámaras de televisión. El atropello indigno de estudiantes universitarios en contra de un profesor (que además era una mujer, una dama), resultó ser el preludio de lo que pasaría con el recinto.

A partir de entonces el recinto fue secuestrado, se suspendieron las clases, los trabajadores administrativos, catedráticos y autoridades dejaron de laborar.

Pocos días después, las autoridades universitarias denunciaron el robo de vehículos propiedad de la UNAN-Managua. Canal 12 transmitió imágenes, aparentemente filmadas desde el edificio de Invercasa, de estudiantes o supuestos estudiantes que secuestraban un camión de la Alcaldía de Managua. Pronto, muchos estudiantes abandonaron el recinto porque poco a poco fueron entrando jóvenes que no eran universitarios, sino más bien, jóvenes en riesgo, de los barrios vecinos o pandilleros. Esto fue más marcado cuando los supuestos estudiantes que tenían tomada la Universidad Politécnica (Upoli), abandonaron ésta el sábado 9 de junio, no sin antes saquearla y destruyendo instalaciones y equipos, para ir a refugiarse al RURD, el mismo día.

El objetivo era más que claro. Realizar los mismos actos vandálicos en la UNAN-Managua, la más grande universidad pública de Nicaragua, para afectar al Estado Nacional e interrumpir el año académico de más de 32 mil estudiantes.

En las barricadas colocadas en las calles que parten de la rotonda universitaria Rigoberto López Pérez hacia el este y el sur, así como también en la pista sub-urbana, sucedieron hechos lamentables y delincuenciales: robos, asaltos, balaceras entre pandillas; así como daños a la propiedad pública y municipal (daños a las luminarias de la rotonda, quema y derrumbe del árbol de la vida (ornamento metálico que iluminaba el sector), daño al adoquinado y al pavimento. Era tal el peligro que la gasolinera, situada al nor-oeste de la rotonda tuvo que desmantelar sus bombas de servicio, cerrar la tienda de conveniencias y la farmacia; también cerraron restaurantes y bares cercanos.

Las barricadas adyacentes al RURD eran verdaderos tranques del terror. Según la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz, hasta el cuatro de julio, las barricadas o tranques en las carreteras, instalados por la derecha golpista, han causado más muertes que la protesta social contra las reformas a la seguridad social, propiamente dicha. Según el vocero de dicha comisión, Cairo Amador, durante las protestas que iniciaron en el 18 de abril, murieron 31 personas, entre policías, estudiantes, transeúntes y otros. Mientras que en los tranques o barricadas organizados por las fuerzas golpistas de la derecha, han muerto 116 personas; es decir, que los tranques en las carreteras han causado casi cuatro veces más muertos que los enfrentamientos entre policías, estudiantes y pandilleros.

No debe pasarse por alto que en la Upoli el tercer piso era el piso donde estaba el cuarto de torturas, donde hacían labores de "inteligencia". En la UNAN-Managua, los delincuentes le llamaban el cuarto de las lamentaciones, al sitio destinado para torturar.

Atacaron, durante la noche del viernes 22 y la madrugada del sábado 23 de junio, residenciales situados detrás del colegio Americano, siendo repelidos por los vigilantes, quienes capturaron a algunos atacantes y los entregaron a la Policía Nacional. Al día siguiente llegó el show mediático con canales de televisión y sacerdotes. Supuestamente el objetivo era la casa del militante sandinista Francisco López; pero no puede descartarse que pretendían saquear y quemar instalaciones de Albanisa.

Posteriormente, la secretaría general de la UNAN-Managua denunció la agresión de la cual fueron víctimas dos profesores, que además son esposos (Irán Carera y Maritza Andino), en compañía de sus hijas, la noche del sábado 7 de julio. Como resultado, el profesor Carera (secretario de la Facultad de Humanidades y Ciencias Jurídicas) fue herido de gravedad. Por su parte, la profesora Andino se desempeña como directora del departamento de antropología.

Al atardecer del día viernes 13 de julio, los grupos delincuenciales que habían tomado durante 82 días el Recinto Universitario Rubén Darío de la UNAN-Managua, atacaron a una caravana que participaba en la conmemoración del Repliegue táctico Masaya, hiriendo a nueve personas, por lo cual, los marchistas sandinistas respondieron el ataque.

La Policía Nacional tuvo que intervenir hasta desalojar a los golpistas que incendiaron el centro de desarrollo infantil Arlen Siú, ubicado en los terrenos del recinto –el cual beneficiaba a trabajadores del recinto–y también quemaron un pabellón del campus universitario, para después huir y refugiarse en la iglesia católica de la Divina Misericordia, hasta donde se trasladaron con armamento.

Los golpistas desalojados de la UNAN-Managua, no dejaron precisamente abandonados en el recinto, libros, cuadernos y lapiceros, sino que más bien el siguiente arsenal: fusiles AK-47, M-16, escopetas calibre 12 y 20, fusiles con mira telescópica (Remington, calibre 22 y 30-30), bombas para morteros, lanza-morteros, armas hechizas, bombas molotov, etc.

Además, abandonaron una gran cantidad de avituallamiento que refleja el buen financiamiento y apoyo logístico que tiene el golpe de Estado no tan suave. Tenían refrigeradoras llenas de carne de todo tipo, enlatados y abundante cerveza y ron, que por supuesto son de las marcas más conocidas y consumidas en Nicaragua.

Ahora, sabemos más o menos la colosal destrucción causada por delincuentes que ocuparon el RURD. No obstante, la nación entera espera el informe de evaluación de daños, pérdidas y costos, que el Consejo Universitario y la Rectoría de la UNAN-Managua hará. De la misma manera que espera el informe de las autoridades de la Upoli.

Seguramente son decenas o centenas de miles de dólares, quizá millones, las pérdidas causadas por personas que no eran estudiantes, sino que eran delincuentes. En instalaciones de las distintas facultades, los supuestos estudiantes pacíficos destruyeron o robaron laboratorios enteros, abundantes medios audio-visuales de enseñanza, muchísimas computadoras, incontables equipos eléctricos o electrónicos. Además, saquearon todas las oficinas: Rectoría, Vice-Rectoría, Administración, Tesorería, Contabilidad, etc. Dañaron muchos pupitres, microscopios, materiales, reactivos, etc., etc. Asimismo, fueron afectados los propietarios de negocios que brindan servicio a la comunidad universitaria (comiderías, fotocopiadoras, etc.).

En el RURD los pandilleros y delincuentes, consumían licor, droga, guardaban motocicletas y carros robados, incluyendo una de la embajada yanqui (a cuyo oficial le robaron una pistola marca Glock), y por lo cual hasta la embajadora Laura F. Dogu le dijo al presidente Ortega que la Policía Nacional debía actuar. Previamente a que la Policía recuperara las instalaciones del RURD, ésta había informado de la desarticulación de una banda de roba carros y traficante de armas, que tenía su centro de operaciones en el recinto y de quien mencionó el nombre y el apodo de su líder.

La vía de abastecimiento de todo tipo, incluyendo armas y municiones, era a través del terreno alrededor de la iglesia Divina Misericordia, que limita con el recinto universitario, la cual goza de un parque adyacente, recientemente construido por la Alcaldía de Managua. Cuando la Policía Nacional realizó el operativo contra los delincuentes y terroristas que tenían tomado el RURD, éstos se refugiaron en la iglesia mencionada, desde donde disparaban, según dijo en un canal de televisión un sacerdote.

Al día siguiente, durante la mañana del sábado 14 de junio, obispos de la Conferencia Episcopal, acompañados del Nuncio Apostólico, llegaron a proteger y sacar a los 200 “estudiantes pacíficos” refugiados en la iglesia. Pero las autoridades eclesiásticas no contaban con la astucia de tales angelitos, pues en la caravana de vehículos que los llevó hasta la Catedral de Managua, trasladaron muchas armas en una camioneta sub-urban, que la Policía Nacional capturó posteriormente. En la Catedral, según la Policía, las armas fueron entregadas a un hombre, de quien solo mencionó el apodo. Y de acuerdo al periodista Teatino Santana, del noticiero ¿Qué pasa?, de radio Sandino, todavía el día sábado 21 de julio, en la Catedral de Managua estaban refugiados por lo menos 100 individuos, que estuvieron en la toma del RURD, de los que fueron rescatados por los obispos en la iglesia Divina Misericordia, y quienes están armados.

El año académico se ha atrasado mucho y podría estar en peligro. El presupuesto universitario no está preparado para este tipo de daños terroristas. Tendrá que haber medidas de austeridad. El daño a la educación, a la educación superior, a uno de los centros de la más alta inteligencia, es evidente y debe investigarse a los culpables para que sean llevados, como dicen en Estados Unidos, ante la justicia.

¿Qué comentarios u acciones tomarán ante el daño a la UNAN-Managua, personajes como Carlos Tünnermann (ex-rector de la UNAN), el rector de la Universidad Americana, Ernesto Medina Sandino y el padre José Alberto Idiáquez, rector de la Universidad Centroamericana, quienes han formado parte del grupo político golpista, que supuestamente quería dialogar, pero optó por mantener todos los tranques y barricadas? El doctor Ernesto Medina, dijo lastimosamente en dicho diálogo, que todos tenían un doctorado en tranques y que éstos debían mantenerse; oportunidad que desperdició como todo un rector magnífico.

Qué pensará de los daños causados por los delincuentes, disfrazados de estudiantes universitarios, a las personas afectadas, a la Upoli y a la UNAN-Managua, el ideólogo del golpismo de derecha, Denis Alberto Torres Pérez, ¡director del Instituto Martin Luther King, de la Upoli!, quien escribió un artículo de opinión titulado El carácter no violento de la lucha debe prevalecer (El Nuevo Diario. 21-6-18):

los tranques y morteros […] expresiones no violentas, apenas defensivas. Aun cuando los tranques, siendo expresiones de lucha pacífica, son también mecanismos de protección de la vida…
Nuestro pueblo debe de mantener su lucha en los marcos de la no violencia. Es evidente, frente a tanta perversidad y violencia sin sentido, se abra, en algunos sectores, la tentación a respuestas también violentas o armadas; se habla de la Ley del Talión, del ojo por ojo o de la resistencia armada…
La verdad es que la no violencia debe prevalecer en todas las acciones de nuestro pueblo…
La lucha no violenta requiere de una gran fortaleza espiritual, convicciones sólidas, éticas y morales; pero también paciencia, lo cual no supone pasividad, sino una intensa actividad creativa…
Esta lucha ya la tiene ganada nuestro pueblo porque está fundada en principios y valores que encuentran sus raíces en el evangelio y en los ideales más nobles por los cuales ha luchado la humanidad […] solo queda librar algunas batallas.
Ningún miembro de la comunidad universitaria (autoridades, profesores, estudiantes o trabajadores administrativos), puede estar de acuerdo con todos estos actos de barbarie, vandalismo y terrorismo, porque son un golpe grave a la nación, al país, al Estado Nacional, a la educación, a la ciencia, al avance y desarrollo de Nicaragua.
Tenía razón el Presidente de la República, cuando el sábado 21 de abril, dijo para toda la nación, que quienes dirigían las protestas estaban criminalizándolas por haber incorporado a pandilleros, delincuentes, narcotraficantes y crimen organizado.
¡No eran estudiantes, eran golpistas!
¡No eran estudiantes, eran delincuentes!
¡Nicaragua exige justicia por los daños a las personas, a la Upoli y a la UNAN-Managua!
Managua, Nicaragua, 22 de julio de 2018
Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
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