sábado, 28 de julio de 2018

CARTA ABIERTA AL PAPA FRANCISCO DESDE NICARAGUA LIBRE




Carta abierta al Papa Francisco

 desde Nicaragua libre

Lenin Fisher

Excelentísimo Papa Francisco:

Con todo el respeto que usted merece, como persona, como Jefe del Estado Vaticano y máximo líder de la Iglesia Católica, que representa el 20-25% de la población mundial, le escribe un ciudadano de Nicaragua, país donde ha ocurrido un intento de golpe de Estado blando (o guerra no convencional), en contra del gobierno constitucional, entre el 18 de abril y el 18 de julio, del corriente año (cuando Nicaragua no contaba con la presencia de un nuevo Nuncio Apostólico y en la recta final del periodo de la embajadora de Estados Unidos), para solicitarle que se realice una investigación exhaustiva sobre el proceder de algunos miembros de la jerarquía católica y otros sacerdotes, debido a lo siguiente:

1-. Algunos obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (C.E.N.) mantienen un lenguaje hostil, nada pacificador; más bien, es un lenguaje azuzador y promotor de la violencia. Nos han hablado de no cesar en las luchas violentas; de la necesidad de mucha sangre y tribulación; de gobernar sobre montañas de cadáveres; de expulsar inmediatamente al gobernante sin respetar ningún orden ni ley; y de que las multitudinarias manifestaciones del pueblo sandinista (algunas de ellas vistas por el Nuncio Apostólico), no son más que manadas. Tal es el lenguaje de algunos obispos.

2-. La Comisión de Mediación y Testigo del Diálogo Nacional, conformada por cinco miembros de la CEN, no ha desarrollado a cabalidad su labor neutral, imparcial y de búsqueda de puntos de encuentro, con excepción de uno de sus miembros. Al contrario, ha actuado como parte activa y beligerante, proponiendo e imponiendo temas de agenda, o planteando exigencias dentro y fuera de la mesa del diálogo, llegando al extremo de exigir la renuncia del presidente y la desintegración de todos los poderes del Estado nacional, irrespetando y menospreciando el voto popular mayoritario que eligió en 2016 al comandante Daniel Ortega Saavedra como Presidente de la República de Nicaragua. El obispo de León ha sido una excepción en la Comisión de Mediación; en dos ocasiones por la televisión vimos su postura de acercamiento y moderación; pero se impone la mayoría, que es de línea dura, intransigente y radical.

3-. Algunos sacerdotes han promovido una campaña mediática de manipulación religiosa para atribuir al gobierno y a los sandinistas la profanación de templos, iglesias o catedrales, en Managua, Matiguás, Matagalpa, León, etc., prácticamente desde el inicio del intento de golpe de Estado. Técnicamente son auto-profanaciones y auto-ataques, como la técnica de los auto-disparos con pistoleros dentro de las mismas manifestaciones de la oposición de la derecha golpista o con francotiradores, que disparan a los mismos opositores golpistas, a la Policía Nacional y a los sandinistas que defienden legítimamente al gobierno constitucional. Tal y como sucedió muchas veces en Venezuela o en Ucrania.

4-. Algunos sacerdotes han permitido verdaderas profanaciones de las iglesias porque éstas han servido de centros de avituallamiento o cuarteles de grupos terroristas, armados, que atacaron a la Policía Nacional y aterrorizaron a la población, saqueando y quemando propiedades públicas y privadas, como en la ciudad de Masaya, en el departamento homónimo. O bien, han servido de cárceles o centros de tortura contra ciudadanos sandinistas, como en Diriamba y Jinotepe, en el departamento de Carazo. Un joven sandinista expresó ante las cámaras de televisión que había sido torturado y golpeado por un sacerdote de una de las iglesias de Jinotepe. El mismo sacerdote fue testigo cuando los protestantes “pacíficos” de la derecha golpista lo golpeaban con machete, es decir, lo cinchoneaban, como decimos en Nicaragua.

5-. Algunos sacerdotes han sido partícipes, junto a supuestos promotores de derechos humanos, de pedir la rendición de las fuerzas de la Policía Nacional, como sucedió en Diriamba, Nagarote (departamento de León) y Masaya.

6-. Algunos sacerdotes junto a pastores evangélicos han sido testigos presenciales de torturas y actos humillantes o degradantes, realizados por delincuentes golpistas a personas de ideología sandinista, sin detener inmediatamente dichas torturas. Por el contrario, pidieron que las fotos o vídeos grabados con teléfonos celulares por los mismos verdugos y torturadores, no fuesen subidos a las redes sociales disponibles en internet, o bien, que fuesen borrados, como en Masaya y León.

7-. Uno de los miembros de la CEN desde el año 2007, cuando apenas había regresado al poder el FSLN, se ha dedicado a hacer publicidad a grupos delincuenciales, verdaderos paramilitares, vinculados al abigeo, secuestro y narcotráfico, que operan en lugares alejados del campo y en la frontera norte, los cuales cuando son abatidos por la Policía Nacional y el Ejército Nacional, son presentados como angelitos por las empresas privadas de los medios de comunicación de todo tipo.

8-. En todo el país hemos escuchado el audio grabado de la comunicación de un sacerdote con un grupo de delincuentes que secuestran, torturan, vejan, arrastran con un vehículo automotor en la carretera, asesinan, queman y se burlan de un oficial de la Policía Nacional. El sacerdote da instrucciones, orienta que amarren al policía y que lo metan a una letrina o excusado, no sin antes ofenderlo con un lenguaje soez. Ante tal cosa, cualquier persona decente por lo menos hubiese solicitado a las autoridades la realización de la prueba científico-técnica de la voz para corroborar la veracidad del audio antes referido. Un abuso histriónico de las redes sociales, que usted ha criticado y un incumplimiento del quinto mandamiento, no matarás.

9-. En muchas barricadas o tranques, ubicados en calles o carreteras, con las que los opositores golpistas y extremistas tenían secuestrados a pueblos enteros y más de 250 furgones y 400 transportistas de carga internacional, se cometieron todo tipo de crímenes y violaciones de los derechos humanos, innegables actos terroristas. En dichos lugares, hasta el 4 de julio, los opositores golpistas causaron casi cuatro veces más de muertes que las relacionadas estrictamente a las protestas, según la Comisión de la Verdad (116 contra 31). No obstante, los obispos de la CEN no tuvieron una actitud pro-activa para desactivar las barricadas que dañaban la economía nacional y promovían la violación sistemática de los derechos humanos de los nicaragüenses, incluyendo la libre circulación y el trabajo, exceptuando el obispo de Juigalpa, Chontales.

10-. Hubo casos de sacerdotes que promovieron la liberación de opositores radicales al gobierno, que armados con verdaderas armas de guerra, habían sido capturados cuando atacaron los cuarteles de la Policía Nacional. O bien, eran los únicos que se movilizaban en camionetas entre el montón de barricadas porque tenían que asegurar la comida, las bombas y las municiones en las barricadas que asediaban el cuartel policial, como en Masaya. A propósito de camionetas, honorable Papa Francisco, las que usan nuestros obispos en Nicaragua lucen nuevas y no valen menos de 25 mil dólares o 60 mil dólares. Y además, ninguno de los obispos se desplaza a pie o en autobús, como usted lo hizo siempre en Buenos Aires, Argentina, a pesar de que el gobierno sandinista subsidia el transporte público (el pasaje en Managua al viajar en autobús cuesta 2.50 córdobas, es decir, siete centavos de dólar).

11-. Grabado está en un vídeo el momento en que sacerdotes se presentan con opositores golpistas radicales a la estación policial de Diriamba, después que se retiraron los policías. Uno de los sacerdotes toma un teléfono y luego una computadora. Pocos días después, circularon fotografías del edificio totalmente desmantelado y ni siquiera el techo fue respetado. El séptimo mandamiento, no robarás, fue incumplido.

12-. Cuando los terroristas golpistas incendiaron el centro histórico de Granada, incluyendo la alcaldía, el obispo de la ciudad más antigua en territorio continental firme, no dijo ni siquiera esta boca es mía.

13-. En Managua se inventó una peregrinación en honor a la Virgen María, en una fecha en la que jamás se ha celebrado algo parecido, pero que al final la convirtieron en una manifestación de protesta política, donde un obispo, que no acostumbra guardar silencio, a pesar de que su tesis doctoral fue sobre el silencio en la Biblia, porque las cámaras de televisión tientan su carne y su conciencia, dijo que el presidente del país debía renunciar e irse.

14-. El derecho canónico, las leyes de Nicaragua o las leyes internacionales podrían tener competencia para investigar y sancionar las acciones hechas por algunos sacerdotes. En las fuerzas de orden público o en el ejército existe el término “baja deshonrosa”, que quizás pueda ser aplicado dentro del derecho canónico. Una cosa es segura: la actuación de varios obispos y sacerdotes en Nicaragua, durante el periodo señalado, ha sido escandalosa; para usar un término que usted gusta usar. Ha sido un total, verdadero y absoluto escándalo. Escándalo igual o mayor que los casos de pedofilia en Estados Unidos, Chile o cualquier parte del mundo.

15-. Debe tenerse en cuenta que durante la lucha revolucionaria para derrocar a la dictadura de la familia Somoza solo un sacerdote fue capaz de tomar las armas para combatir al lado del sandinismo, después de haber renunciado a su hábito religioso; pero no era nicaragüense, era español y se llamaba Gaspar García Laviana (hoy, en su honor, el hospital de la ciudad de Rivas lleva su nombre). Durante la Revolución Sandinista (1979-1990) cuatro sacerdotes católicos fueron perseguidos y sancionados por la jerarquía católica nacional y el Papa Juan Pablo II; pero ningún sacerdote fue asesinado en Nicaragua en dicho periodo. Al contrario, en El Salvador, durante la década de 1980, bajo el gobierno de dictaduras cívico-militares, se asesinaron a sacerdotes jesuitas, monjas de la orden Maryknoll y al arzobispo Oscar Arnulfo Romero, ahora santo, gracias a su gestión papal. Esa es la verdad; pero el poder de facto de los medios de comunicación en manos privadas ha contado todo al revés, antes y ahora. El octavo mandamiento, no mentir, ni decir falso testimonio, ha sido violado y contra-violado infinitas veces.

16-. En Nicaragua nunca ha habido una masacre como tal, es decir, contra un grupo o grupos de personas indefensas y desarmadas; ni tampoco las protestas fueron absolutamente pacíficas. Ha habido enfrentamientos entre policías y estudiantes y pandilleros armados; entre pandilleros o delincuentes y sandinistas que se defienden. Pareciera que ser sandinista en Nicaragua es un delito. La mayoría de las protestas de la oposición golpista fueron violentas, con gente armada de morteros, armas hechizas, bombas (molotov), tiradoras y piedras como aceptó ante los periodistas el obispo auxiliar de Managua.

A lo cual se debe agregar la gran cantidad de armas de fuego que portaban (pistolas, revólveres, escopetas, rifles con mira telescópica, AK-47 y M-16), de las cuales la Policía Nacional ha recuperado y mostrado verdaderos arsenales. Los opositores golpistas criminalizaron las protestas porque contrataron o pagaron a pandilleros nacionales y extranjeros, narcotraficantes y miembros del crimen organizado para seguir los manuales de operaciones sicológicas de la CIA, plagiados por un tal Gene Sharp, que ya nos aplicaron en la década de 1980.

Ningún nicaragüense debió morir. En Nicaragua no ha ocurrido ninguna masacre de estudiantes universitarios; éstos han muerto en distintos días y sitios. La cantidad de 22 policías asesinados es cuatro veces mayor que la cantidad de estudiantes muertos. De los oficiales de la policía muertos 20 son hombres y dos son mujeres. Entre los 400 policías heridos, 342 son hombres y 52 son mujeres. Entonces, lo que ha habido es una masacre de policías porque han sido asesinados o heridos, fundamentalmente, con armas de fuego y armas de guerra.

17-. La Policía Nacional sostiene que cuando fueron evacuados 200 individuos que tenían tomada la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, a la cual saquearon, destruyeron y quemaron, y que se refugiaron en la iglesia Divina Misericordia, fueron trasladadas armas pesadas, en una camioneta, hacia la Catedral de Managua, aprovechando que el Cardenal Brenes y el Nuncio Apostólico llegaron a “rescatarlos” con una caravana de vehículos. En la Catedral de Managua por varios días han permanecido más de 100 hombres refugiados, de los cuales una minoría quizás son estudiantes. Posteriormente, la Policía Nacional capturó el vehículo automotor mencionado. Vale destacar que en la iglesia Divina Misericordia los “protestantes pacíficos” se parapetaron y dispararon sus armas de fuego; y además, profanaron la iglesia disparando al interior y exterior de la misma, para después culpar a las autoridades de lo que en realidad fue una auto-profanación. Un sacerdote dijo en una grabación de televisión, con una leve sonrisa mal disimulada, que efectivamente los pseudo-estudiantes armados habían disparado desde la iglesia.

18-. Los nicaragüenses queremos la paz, reconciliación y justicia. Queremos y merecemos derechos humanos para todos, no solo para los opositores golpistas. Debemos esperar los resultados de las investigaciones de las instituciones nacionales y extranjeras invitadas por el gobierno. Está claro que cuando se trata de acciones delictivas, ningún organismo de derechos humanos puede defender a nadie.

19-. Si la oposición de derecha desea protestar que lo haga de manera pacífica; pero que no usen armas, ni destruyan la propiedad pública y privada, ni secuestren, ni maten a nadie. Si quieren, durante sus marchas, recibir el sol o la lluvia durante todo el día en las calles de las ciudades, que lo reciban, pero que se manifiesten de manera pacífica, cívica y civilizada.

20-. Durante los últimos 28 años Nicaragua ha vivido traspasos del poder político en paz, a partir de 1990, lo cual sería el segundo periodo más largo de la historia del país, en tales condiciones. Nos faltan dos años para empatar y tres años pasar desempatar los 30 años logrados en el siglo XIX.

21-. El diálogo nacional es muy importante; pero las condiciones actuales son muy distintas a las de hace tres meses. Nicaragua necesita otros mediadores, testigos y garantes del diálogo nacional, porque dicha tarea le quedó muy grande a los obispos católicos, quienes siempre se negaron a ser garantes y pusieron un plazo límite de un mes para lograr resultados, que sonó como un ultimátum. Quizás la ONU pueda ser un buen mediador, testigo y garante. Es innegable la falta que hace el cardenal Miguel Obando y Bravo, quien fue siempre un exitoso mediador, testigo y garante; y quien además, venía impulsando un proceso, igualmente exitoso, de reconciliación nacional, junto al gobierno actual.

22-. En ese diálogo nacional deben incluirse los partidos políticos ya existentes, que han participado en las elecciones anteriores, y por supuesto la Iglesia Protestante o Evangélica, que fue excluida de la primera etapa del diálogo nacional por los obispos católicos de la CEN.

23-. En no pocos lugares, los obispos no han querido escuchar a la población víctima del terrorismo golpista, como en Masaya, al día siguiente que la Policía Nacional recuperó el control de la ciudad; o bien, como en Diriamba y Jinotepe; lugares donde la gente se manifestó y criticó a los obispos porque aparecieron hasta que la Policía Nacional los había liberado, después de más de dos meses de secuestro terrorista, al mejor estilo de Al-Qaeda y el Estado Islámico, sacando de las iglesias armas de fuego, armas hechizas, armas artesanales, armas blancas, medicinas robadas al Ministerio de Salud, etc.

24-. La Iglesia Católica y todas las iglesias deberían contribuir para que los grupos opositores no sigan pidiendo a los políticos extremistas y al gobierno de Estados Unidos que realicen acciones intervencionistas o injerencistas en contra del gobierno democráticamente electo en Nicaragua, las cuales al fin y al cabo afectarían a todos los nicaragüenses, sin distinción de religión, ideología, clase social, etc.

25-. Nicaragua, antes del inicio del golpe de Estado promovido por la clase social que no pasará por el ojo de la aguja, es decir los ricos, internos y externos, era el país más seguro de Centroamérica, con bajos índices de criminalidad y con el segundo lugar en crecimiento económico solo superado por Panamá, habiendo sido reconocido por el FMI y el Banco Mundial por reducir la extrema pobreza y la pobreza. Usted sabe que la propiedad debe tener una función social. Queremos la paz y la reconciliación porque en Nicaragua no tiene cabida el ojo por ojo, el diente por diente, la mano por mano, ni el pie por pie de la ley del Talión del Deuteronomio.

Sé que es casi imposible que usted lea esta carta; pero ojalá pueda encontrarla, accidentalmente, durante una búsqueda privada en internet.

Agradezco su atención y le deseo éxitos en su función de pontífice católico.


Managua, Nicaragua, 28 de julio de 2018
Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com