domingo, 22 de julio de 2018

UNAN-MANAGUA. VICTIMA DEL GOLPE DE ESTADO TERRORISTA


UNAN-Managua:

 víctima del golpe de Estado terrorista


Lenin Fisher

La Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), y específicamente las instalaciones del Recinto Universitario Rubén Darío (RURD), ha sido víctima del golpe de Estado terrorista que la derecha reaccionaria con sus partidos políticos, el gran capital, el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), varios organismos no gubernamentales y la embajada norteamericana han impulsado en contra del gobierno elegido por la mayoría del pueblo nicaragüense en el año 2016, es decir, el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) encabezado por el Comandante de la Revolución y Presidente de la República Daniel Ortega Saavedra.

Como sabemos, un grupo de estudiantes golpistas se tomaron el RURD el lunes de 7 mayo, a las nueve de la mañana. En esa ocasión, disimulando su verdadera condición de dirigente de la toma, el miembro del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Gonzalo Carrión, entró al recinto sin autorización, portando una camiseta del Cenidh. Pero como dos estudiantes arrastraron a una profesora que portaba una bandera del FSLN, entonces, Carrión se vio obligado a salir ante las cámaras de televisión. El atropello indigno de estudiantes universitarios en contra de un profesor (que además era una mujer, una dama), resultó ser el preludio de lo que pasaría con el recinto.

A partir de entonces el recinto fue secuestrado, se suspendieron las clases, los trabajadores administrativos, catedráticos y autoridades dejaron de laborar.

Pocos días después, las autoridades universitarias denunciaron el robo de vehículos propiedad de la UNAN-Managua. Canal 12 transmitió imágenes, aparentemente filmadas desde el edificio de Invercasa, de estudiantes o supuestos estudiantes que secuestraban un camión de la Alcaldía de Managua. Pronto, muchos estudiantes abandonaron el recinto porque poco a poco fueron entrando jóvenes que no eran universitarios, sino más bien, jóvenes en riesgo, de los barrios vecinos o pandilleros. Esto fue más marcado cuando los supuestos estudiantes que tenían tomada la Universidad Politécnica (Upoli), abandonaron ésta el sábado 9 de junio, no sin antes saquearla y destruyendo instalaciones y equipos, para ir a refugiarse al RURD, el mismo día.

El objetivo era más que claro. Realizar los mismos actos vandálicos en la UNAN-Managua, la más grande universidad pública de Nicaragua, para afectar al Estado Nacional e interrumpir el año académico de más de 32 mil estudiantes.

En las barricadas colocadas en las calles que parten de la rotonda universitaria Rigoberto López Pérez hacia el este y el sur, así como también en la pista sub-urbana, sucedieron hechos lamentables y delincuenciales: robos, asaltos, balaceras entre pandillas; así como daños a la propiedad pública y municipal (daños a las luminarias de la rotonda, quema y derrumbe del árbol de la vida (ornamento metálico que iluminaba el sector), daño al adoquinado y al pavimento. Era tal el peligro que la gasolinera, situada al nor-oeste de la rotonda tuvo que desmantelar sus bombas de servicio, cerrar la tienda de conveniencias y la farmacia; también cerraron restaurantes y bares cercanos.

Las barricadas adyacentes al RURD eran verdaderos tranques del terror. Según la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz, hasta el cuatro de julio, las barricadas o tranques en las carreteras, instalados por la derecha golpista, han causado más muertes que la protesta social contra las reformas a la seguridad social, propiamente dicha. Según el vocero de dicha comisión, Cairo Amador, durante las protestas que iniciaron en el 18 de abril, murieron 31 personas, entre policías, estudiantes, transeúntes y otros. Mientras que en los tranques o barricadas organizados por las fuerzas golpistas de la derecha, han muerto 116 personas; es decir, que los tranques en las carreteras han causado casi cuatro veces más muertos que los enfrentamientos entre policías, estudiantes y pandilleros.

No debe pasarse por alto que en la Upoli el tercer piso era el piso donde estaba el cuarto de torturas, donde hacían labores de "inteligencia". En la UNAN-Managua, los delincuentes le llamaban el cuarto de las lamentaciones, al sitio destinado para torturar.

Atacaron, durante la noche del viernes 22 y la madrugada del sábado 23 de junio, residenciales situados detrás del colegio Americano, siendo repelidos por los vigilantes, quienes capturaron a algunos atacantes y los entregaron a la Policía Nacional. Al día siguiente llegó el show mediático con canales de televisión y sacerdotes. Supuestamente el objetivo era la casa del militante sandinista Francisco López; pero no puede descartarse que pretendían saquear y quemar instalaciones de Albanisa.

Posteriormente, la secretaría general de la UNAN-Managua denunció la agresión de la cual fueron víctimas dos profesores, que además son esposos (Irán Carera y Maritza Andino), en compañía de sus hijas, la noche del sábado 7 de julio. Como resultado, el profesor Carera (secretario de la Facultad de Humanidades y Ciencias Jurídicas) fue herido de gravedad. Por su parte, la profesora Andino se desempeña como directora del departamento de antropología.

Al atardecer del día viernes 13 de julio, los grupos delincuenciales que habían tomado durante 82 días el Recinto Universitario Rubén Darío de la UNAN-Managua, atacaron a una caravana que participaba en la conmemoración del Repliegue táctico Masaya, hiriendo a nueve personas, por lo cual, los marchistas sandinistas respondieron el ataque.

La Policía Nacional tuvo que intervenir hasta desalojar a los golpistas que incendiaron el centro de desarrollo infantil Arlen Siú, ubicado en los terrenos del recinto –el cual beneficiaba a trabajadores del recinto–y también quemaron un pabellón del campus universitario, para después huir y refugiarse en la iglesia católica de la Divina Misericordia, hasta donde se trasladaron con armamento.

Los golpistas desalojados de la UNAN-Managua, no dejaron precisamente abandonados en el recinto, libros, cuadernos y lapiceros, sino que más bien el siguiente arsenal: fusiles AK-47, M-16, escopetas calibre 12 y 20, fusiles con mira telescópica (Remington, calibre 22 y 30-30), bombas para morteros, lanza-morteros, armas hechizas, bombas molotov, etc.

Además, abandonaron una gran cantidad de avituallamiento que refleja el buen financiamiento y apoyo logístico que tiene el golpe de Estado no tan suave. Tenían refrigeradoras llenas de carne de todo tipo, enlatados y abundante cerveza y ron, que por supuesto son de las marcas más conocidas y consumidas en Nicaragua.

Ahora, sabemos más o menos la colosal destrucción causada por delincuentes que ocuparon el RURD. No obstante, la nación entera espera el informe de evaluación de daños, pérdidas y costos, que el Consejo Universitario y la Rectoría de la UNAN-Managua hará. De la misma manera que espera el informe de las autoridades de la Upoli.

Seguramente son decenas o centenas de miles de dólares, quizá millones, las pérdidas causadas por personas que no eran estudiantes, sino que eran delincuentes. En instalaciones de las distintas facultades, los supuestos estudiantes pacíficos destruyeron o robaron laboratorios enteros, abundantes medios audio-visuales de enseñanza, muchísimas computadoras, incontables equipos eléctricos o electrónicos. Además, saquearon todas las oficinas: Rectoría, Vice-Rectoría, Administración, Tesorería, Contabilidad, etc. Dañaron muchos pupitres, microscopios, materiales, reactivos, etc., etc. Asimismo, fueron afectados los propietarios de negocios que brindan servicio a la comunidad universitaria (comiderías, fotocopiadoras, etc.).

En el RURD los pandilleros y delincuentes, consumían licor, droga, guardaban motocicletas y carros robados, incluyendo una de la embajada yanqui (a cuyo oficial le robaron una pistola marca Glock), y por lo cual hasta la embajadora Laura F. Dogu le dijo al presidente Ortega que la Policía Nacional debía actuar. Previamente a que la Policía recuperara las instalaciones del RURD, ésta había informado de la desarticulación de una banda de roba carros y traficante de armas, que tenía su centro de operaciones en el recinto y de quien mencionó el nombre y el apodo de su líder.

La vía de abastecimiento de todo tipo, incluyendo armas y municiones, era a través del terreno alrededor de la iglesia Divina Misericordia, que limita con el recinto universitario, la cual goza de un parque adyacente, recientemente construido por la Alcaldía de Managua. Cuando la Policía Nacional realizó el operativo contra los delincuentes y terroristas que tenían tomado el RURD, éstos se refugiaron en la iglesia mencionada, desde donde disparaban, según dijo en un canal de televisión un sacerdote.

Al día siguiente, durante la mañana del sábado 14 de junio, obispos de la Conferencia Episcopal, acompañados del Nuncio Apostólico, llegaron a proteger y sacar a los 200 “estudiantes pacíficos” refugiados en la iglesia. Pero las autoridades eclesiásticas no contaban con la astucia de tales angelitos, pues en la caravana de vehículos que los llevó hasta la Catedral de Managua, trasladaron muchas armas en una camioneta sub-urban, que la Policía Nacional capturó posteriormente. En la Catedral, según la Policía, las armas fueron entregadas a un hombre, de quien solo mencionó el apodo. Y de acuerdo al periodista Teatino Santana, del noticiero ¿Qué pasa?, de radio Sandino, todavía el día sábado 21 de julio, en la Catedral de Managua estaban refugiados por lo menos 100 individuos, que estuvieron en la toma del RURD, de los que fueron rescatados por los obispos en la iglesia Divina Misericordia, y quienes están armados.

El año académico se ha atrasado mucho y podría estar en peligro. El presupuesto universitario no está preparado para este tipo de daños terroristas. Tendrá que haber medidas de austeridad. El daño a la educación, a la educación superior, a uno de los centros de la más alta inteligencia, es evidente y debe investigarse a los culpables para que sean llevados, como dicen en Estados Unidos, ante la justicia.

¿Qué comentarios u acciones tomarán ante el daño a la UNAN-Managua, personajes como Carlos Tünnermann (ex-rector de la UNAN), el rector de la Universidad Americana, Ernesto Medina Sandino y el padre José Alberto Idiáquez, rector de la Universidad Centroamericana, quienes han formado parte del grupo político golpista, que supuestamente quería dialogar, pero optó por mantener todos los tranques y barricadas? El doctor Ernesto Medina, dijo lastimosamente en dicho diálogo, que todos tenían un doctorado en tranques y que éstos debían mantenerse; oportunidad que desperdició como todo un rector magnífico.

Qué pensará de los daños causados por los delincuentes, disfrazados de estudiantes universitarios, a las personas afectadas, a la Upoli y a la UNAN-Managua, el ideólogo del golpismo de derecha, Denis Alberto Torres Pérez, ¡director del Instituto Martin Luther King, de la Upoli!, quien escribió un artículo de opinión titulado El carácter no violento de la lucha debe prevalecer (El Nuevo Diario. 21-6-18):

los tranques y morteros […] expresiones no violentas, apenas defensivas. Aun cuando los tranques, siendo expresiones de lucha pacífica, son también mecanismos de protección de la vida…
Nuestro pueblo debe de mantener su lucha en los marcos de la no violencia. Es evidente, frente a tanta perversidad y violencia sin sentido, se abra, en algunos sectores, la tentación a respuestas también violentas o armadas; se habla de la Ley del Talión, del ojo por ojo o de la resistencia armada…
La verdad es que la no violencia debe prevalecer en todas las acciones de nuestro pueblo…
La lucha no violenta requiere de una gran fortaleza espiritual, convicciones sólidas, éticas y morales; pero también paciencia, lo cual no supone pasividad, sino una intensa actividad creativa…
Esta lucha ya la tiene ganada nuestro pueblo porque está fundada en principios y valores que encuentran sus raíces en el evangelio y en los ideales más nobles por los cuales ha luchado la humanidad […] solo queda librar algunas batallas.
Ningún miembro de la comunidad universitaria (autoridades, profesores, estudiantes o trabajadores administrativos), puede estar de acuerdo con todos estos actos de barbarie, vandalismo y terrorismo, porque son un golpe grave a la nación, al país, al Estado Nacional, a la educación, a la ciencia, al avance y desarrollo de Nicaragua.
Tenía razón el Presidente de la República, cuando el sábado 21 de abril, dijo para toda la nación, que quienes dirigían las protestas estaban criminalizándolas por haber incorporado a pandilleros, delincuentes, narcotraficantes y crimen organizado.
¡No eran estudiantes, eran golpistas!
¡No eran estudiantes, eran delincuentes!
¡Nicaragua exige justicia por los daños a las personas, a la Upoli y a la UNAN-Managua!
Managua, Nicaragua, 22 de julio de 2018
Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com