martes, 17 de enero de 2023

DIRECCION NACIONAL DEL FSLN: SINTESIS HISTORICA

 

Dirección Nacional del FSLN: síntesis histórica

 

 

Lenin Fisher



El primer Jefe del Frente de Liberación Nacional (FLN) fue Noel Guerrero Santiago. Las siglas FLN fueron inspiradas en la organización del mismo nombre que luchó por la libertad e independencia de Argelia, en contra de la dominación colonial francesa. Como sabemos, el proceso de fundación y evolución del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) pasó por la fusión del Frente Revolucionario Sandino y el Movimiento Nueva Nicaragua, así como por la existencia del FLN.

 

La Dirección Nacional (DN) del FSLN nació en San José, Costa Rica, en el año de 1969, cuando Carlos Fonseca (en libertad) y Oscar Turcios (en prisión), deciden conformarla con los siguientes integrantes: Carlos Fonseca (Secretario General), Oscar Turcios (Segundo Responsable, que debió llamarse Jefe Militar o Jefe de Operaciones Militares; pero los nicaragüenses tenemos la mala costumbre de no llamar adecuadamente a las cosas por su nombre), Julio Buitrago Urroz, Ricardo Morales Avilés, Efraín Sánchez, Francisco Rosales Argüello y Humberto Ortega Saavedra (en prisión). Esta es la primera DN del Frente Sandinista, la que también es llamada Dirección Nacional Histórica.

 

En esa ocasión, quedaron pendientes de ser integrados o nombrados  como miembros de la DN los siguientes: Tomás Borge Martínez, José Benito Escobar y Daniel Ortega Saavedra. Hay que resaltar que el FSLN solo ha tenido, en toda su historia, dos Secretarios Generales: Carlos Fonseca y Daniel Ortega Saavedra. Julio Buitrago Urroz caería en desigual combate con la Guardia Nacional, el 15 de julio de 1969, por lo cual Carlos Fonseca ordenó, desde Costa Rica, condecorarlo post-mortem con el grado de Comandante (el primer militante del FSLN en recibirlo).

 

Oscar Turcios, en 1970, sostenía que la dirección y ejecución de la estrategia político-militar la debía llevar el Segundo Responsable. Simultáneamente, reconocía en Carlos Fonseca la jefatura y conducción general, política y militar, así como la fuerza moral para cohesionar a las filas.

 

En 1970, la DN se componía por los siguientes militantes sandinistas: Carlos Fonseca (Secretario General), Oscar Turcios (Segundo Responsable), Ricardo Morales Avilés, Efraín Sánchez, Francisco Rosales Argüello y Humberto Ortega Saavedra. Por otra parte, el Equipo de Dirección de la Montaña y la Resistencia Urbana estaba conformado por Oscar Turcios (Jefe), José Benito Escobar, Enrique Lorente, Efraín Sánchez, Germán Pomares Ordóñez, Víctor Tirado López, Jacinto Hernández, Denis Ortega Madrigal, Jaime Morales López y Denis Campbell.

 

Efraín Sánchez se alejó del FSLN en marzo de 1970, cuando Oscar Turcios ingresó a Nicaragua para asumir el mando general. Sánchez se enferma, viaja a Moscú para recibir tratamiento médico y posteriormente se afilió al Partido Comunista de Nicaragua. A finales de dicho año, Turcios estuvo solo dirigiendo al FSLN dentro del país. La dirección y conducción del FSLN, entre los años 1971 y 1973, recayó en Carlos Fonseca, desde el exterior, y Oscar Turcios, dentro del país.

 

La DN estuvo integrada en 1973 por: Carlos Fonseca (Secretario General), Oscar Turcios (Segundo Responsable General), Ricardo Morales Avilés y Humberto Ortega Saavedra. Por otra parte, continúa pendiente la ratificación en el cargo de Tomás Borge Martínez, José Benito Escobar y Daniel Ortega Saavedra. Francisco Rosales Argüello se retira del FSLN y la DN, mientras se encuentra en Europa, entre 1971 y 1972.

 

Después del asesinato de Oscar Turcios Chavarría y Ricardo Morales Avilés, en septiembre de 1973, surge una nueva dirección emergente, que representa a las nuevas generaciones de sandinistas y asume el mando de manera provisional, sobresaliendo los militantes: Pedro Arauz Palacios, Plutarco Hernández y Eduardo Contreras Escobar.

 

La última DN del FSLN, es decir, previa a la división en  tendencias, fue formada en los primeros meses del año de 1975, en La Habana, Cuba, después de la llegada de los prisioneros liberados por el comando Juan José Quezada, que asaltó la casa de José María Castillo, el 27 de diciembre de 1974, en Managua, y estuvo integrada por los siguientes miembros: Carlos Fonseca (Secretario General), Pedro Arauz Palacios, Eduardo Contreras Escobar, Henry Ruiz Hernández, Carlos Agüero Echeverría, Víctor Tirado López, Humberto Ortega Saavedra, Plutarco Hernández, José Benito Escobar y Daniel Ortega Saavedra. Son nombrados, por primera vez, un grupo de suplentes: Jacinto Hernández, Filemón Rivera, Edgard Munguía Álvarez y Carlos Roberto Huembes.

 

También en 1974, había sido reforzada la DN, de manera provisional, con Jaime Wheelock Román; pero en 1975, a instancias de la corriente que encabezan Pedro Arauz y Eduardo Contreras se suspende dicho nombramiento. Además, el nombramiento de Tomás Borge Martínez, como miembro de la DN, queda pendiente.

 

Al ingresar Carlos Fonseca a Nicaragua, en noviembre de 1975, la división de las tendencias del FSLN se caracterizaba por tres agrupaciones que representaban la fragmentación de la conducción. El primer agrupamiento estaba formado por el propio Fonseca, Pedro Arauz, Tomás Borge, Henry Ruiz y Carlos Agüero (que conformarían la GPP). El segundo, formado por: Carlos Roberto Huembes, Jaime Wheelock, Carlos Núñez Téllez y Luis Carrión Cruz (la tendencia Proletarios). Y el tercer grupo: Eduardo Contreras y los hermanos Daniel y Humberto Ortega Saavedra (quienes fundarían la tendencia Insurreccional o Tercerista).

 

El 8 de marzo de 1979 se dio a conocer, en San José, Costa Rica, la Dirección Nacional Conjunta del FSLN, integrada por nueve líderes guerrilleros, tres de cada una de las tendencias existentes (Insurreccional o Tercerista, Proletarios y Guerra Popular Prolongada), después de negociaciones realizadas en La Habana, Cuba, entre febrero y marzo del mismo año, auspiciadas por el Comandante de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz.

 

Los integrantes Dirección Nacional Conjunta del FSLN fueron, por la tendencia Insurreccional, los siguientes: Daniel Ortega Saavedra, Humberto Ortega Saavedra y Víctor Tirado López. Por la tendencia Proletarios: Carlos Núñez Téllez, Luis Carrión Cruz y Jaime Wheelock Román. Y representando a la Guerra Popular Prolongada (GPP): Tomás Borge Martínez, Henry Ruiz Hernández y Bayardo Arce Castaño.

 

Las tres tendencias estaban representadas por igual cantidad de miembros, aunque en orden de importancia, por el número de fuerzas y armas, la hegemonía la poseía la tendencia Insurreccional. En segundo lugar, se ubicaba la GPP y en tercer lugar la llamada Proletarios. Los líderes Terceristas ofrecieron igualdad de representación a las otras dos tendencias a cambio de apoyar la tesis insurreccional o guerrilla en las ciudades, con un amplio programa de alianzas nacionales e internacionales, lucha de masas y huelga general, para derrotar a la Guardia Nacional y derrocar a la dictadura militar y dinástica de los Somoza (como objetivos inmediatos).

 

En realidad, la Dirección Nacional Conjunta fue proporcional en términos numéricos; pero desproporcionada en las fuerzas reales, militares y políticas.  Objetivamente hablando, debió estar conformada por al menos cuatro dirigentes Terceristas, tres de la GPP y dos Proletarios. Entre los cuatro posibles comandantes Terceristas cabía Edén Pastora Gómez, pues era un luchador tan veterano como Tomás Borge Martínez y Víctor Tirado López.

 

El tiempo demostró que la integración proporcional, de tres miembros por tendencia, fue una decisión política correcta y reflejó la capacidad negociadora de los Terceristas, y por otra parte, los deseos de mando y poder de algunos, que representaban fuerzas minoritarias y que después de 1990 abandonaron y traicionaron al FSLN. Aunque traidores, miembros de la Dirección Nacional Conjunta o Histórica, como le llaman algunos, pertenecieron a las tres tendencias.

 

Dirección Nacional Conjunta fue el nombre que tomó el máximo órgano de dirección del FSLN, entre marzo y julio de 1979, porque después del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, el 19 de julio de 1979, pasó a llamarse únicamente como Dirección Nacional. Además, los miembros de la DN recibieron el grado honorífico de Comandantes de la Revolución. Asimismo, se consideró a Tomás Borge Martínez el único fundador del FSLN, sobreviviente; aunque ese mérito también lo tenía Víctor Tirado López.

 

El 2 de octubre de 1990 murió prematuramente el Comandante de la Revolución Carlos Núñez Téllez, originario de León y considerado el Padre de la Constitución Política, actualmente vigente. Durante el periodo neoliberal (1990-2006) los únicos Comandantes de la Revolución que se mantuvieron fieles al FSLN y al sandinismo fueron: Daniel Ortega Saavedra, Tomás Borge Martínez y Bayardo Arce Castaño. Ellos tres fueron los únicos leales y protagonistas del retorno al poder político del FSLN, cuando ganó las elecciones de noviembre de 2006 y Daniel Ortega Saavedra asumió la presidencia, nuevamente, el 10 de enero de 2007. Tomás Borge Martínez murió el 30 de abril de 2012 y desde 1991 fungió como Vice-Secretario General del Frente Sandinista.

 

Debe señalarse que, durante la labor de oposición política, el FSLN enfrentó a los gobiernos neoliberales (1990-2006), bajo la conducción de Daniel Ortega Saavedra, quien asumió el cargo de Secretario General, en el mes de julio de 1991, a través del Congreso partidario. En ese mismo año se estableció que el Congreso era el máximo órgano de decisión, un rango que antes poseía la Dirección Nacional (Fonseca, 2005). A partir de ese momento, el Congreso y la Asamblea Sandinista adquirieron un lugar jerárquico superior a la Dirección Nacional. En el Congreso de 1991 se eligió a los miembros de la Dirección Nacional, a través del mecanismo de plancha o lista; y se propuso que en 1994 se elegirían a los integrantes de manera uninominal o individual. René Núñez Téllez y Sergio Ramírez Mercado fueron electos, dentro de la plancha oficial, como miembros de la DN, en el Congreso de 1991. Fue durante el Tercer Congreso, en 1998 (que correspondía a la sesión ordinaria del Congreso elegido en 1996), que dejó de existir la Dirección Nacional, la cual fue sustituida por el Consejo Sandinista de Dirección y tuvo sus estructuras equivalentes a nivel departamental.

 

Los demás miembros de la DN se alejaron del FSLN, lo abandonaron, apoyaron la fundación de otros partidos, se derechizaron y se aliaron con los agentes del imperialismo estadounidense y europeo, hasta apoyar el derrotado golpe de Estado blando, en el año 2018. El primero en retirarse o renunciar al FSLN y a su cargo en la DN, fue Humberto Ortega Saavedra, mientras se impulsaba la despartidización y desideologización del Ejército Popular Sandinista. De todos ellos, solamente Víctor Tirado López regresó a brindar su apoyo al FSLN, precisamente en el mes de abril de 2018, cuando inició la “revolución de colores” o “primavera árabe”, para derrotar a la Revolución Sandinista, en su segunda etapa, financiada por el imperialismo global. Así, en la lista de ex–comandantes de la revolución, miembros de la DN, que traicionaron al sandinismo, se incluyen: Henry Ruiz, Humberto Ortega, Luis Carrión y Jaime Wheelock.

 

En conclusión, la Dirección Nacional jugó un importante papel histórico en la lucha por derrocar a la dictadura somocista y para derrotar a la contrarrevolución (ambos, dictadura y contrarrevolución, financiados por los gobiernos de Estados Unidos). La perseverancia de tres Comandantes de la Revolución (Daniel Ortega, Tomás Borge y Bayardo Arce) permitió la conducción del FSLN para que el pueblo nicaragüense enfrentara al neoliberalismo (que intentaba revertir las conquistas revolucionarias), retomara el poder político en 2007 y continúe construyendo hasta el día de hoy la segunda etapa de la Revolución Popular Sandinista. Como ha señalado recientemente el Presidente de la República, Daniel Ortega Saavedra, lo que demuestra si eres consecuente con la causa revolucionaria es lo que estás haciendo en el presente y qué estás pensando hacer en el futuro, porque lo que hiciste en el pasado ya no cuenta. No importa si antes hiciste, apoyaste o defendiste a la revolución; si ahora estás del lado de los que reniegan, atacan o destruyen a la revolución.

 

Referencias

 

Fonseca Terán, C. (2005). El poder, la propiedad, nosotros…Hispamer. Managua, Nicaragua.

 

Ortega Saavedra, H. (2004). La epopeya de la insurrección. Lea. Managua, Nicaragua.

 

 

León y Managua, Nicaragua, 25 y 26 de diciembre de 2022.

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

sábado, 14 de enero de 2023

BIOGRAFIA DE YADER CHAVARRIA: HEROE DE LA LIBERACION NACIONAL

 

Biografía de Yader Chavarría: héroe de la liberación nacional

 

 

En el 44° aniversario de su muerte.

 

Autor: Edén Lenin Fisher Chavarría

 

Yader Alejo Chavarría nació en la ciudad de León, el 17 de febrero de 1960 y murió el 14 de enero de 1979, cuando le faltaban 34 días para cumplir los 19 años. Su madre fue Miriam Esperanza Chavarría y su padre biológico fue el abogado Francisco Pereira, quien no lo reconoció legalmente, por lo cual Yader solamente se firmaba con el apellido de la madre. Sin embargo, Yader mantenía comunicación ocasional con su padre y entre sus jóvenes amigos era conocido como el Chele Pereira.

Francisco Pereira, ya fallecido, era un abogado que formaba parte del grupo de abogados Pereira, que siempre representaron, en el occidente del país, los intereses de la familia Pellas, una de las más ricas del país, que junto a los grupos de las familias Montealegre y Somoza, constituían los tres grandes grupos económicos de Nicaragua, entre la década de 1950 y 1979.

Como era común, en esa época, el parto fue en casa y Yader nació en el barrio San Juan, del antiguo Maracaibo, 85 varas al norte, a mano derecha.Estudió la escuela primaria en el Colegio Superior de Varones Simón Bolívar. Los dos primeros años de la secundaria los estudió en el Instituto Miguel Larreynaga (ubicado de la esquina este del parque La Merced, una cuadra y media al norte), que durante la Revolución Sandinista sería llamado Juan de Dios Muñoz. También estudió en el Instituto Iberoamericano, de efímera duración y que se localizaba de la iglesia San José una cuadra y media al este. No fue muy disciplinado, que digamos, en los estudios. Sin embargo, una vez incorporado a la lucha revolucionaria se caracterizó por su disciplina y buen comportamiento.

 

Yader, el segundo en el orden de seis hermanos varones, supo de Sandino, al igual que mi hermano mayor Harold, porque mi padre, Luis Fisher Pérez (padre de crianza de Yader y uno de los co-fundadores del FSLN), pegaba, en una pared de la casa, el afiche del general Sandino, que publicaba Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en La Prensa, cada 21 de febrero.

Yader era un joven alegre, que le gustaban las fiestas, las mujeres, la música disco de los grupos Bee Gees y Boney M., así como pasearme en bicicleta por la ciudad de León. Además, jugando baseball, conectaba unos grandes batazos en el predio vacío donde ahora es el Hotel El Convento. Como una buena parte de los jóvenes de la época fumó y tomó licor.

De acuerdo a Harold Chavarría, nuestro hermano mayor y combatiente histórico, Yader le contó que cuando escuchó los primeros disparos de la insurrección el 9 de septiembre de 1978, a las seis de la tarde, lo primero que pensó fue: Deben ser estos majes (Harold e Iván García). Son por la v…no me avisaron. Y es que, pocos días antes, Yader vio que Harold había escondido una carabina M-1, en la casa de mi abuela materna Mercedes Chavarría, en el Pochote, San Felipe. Iván García Abarca es uno de los fundadores del Frente Occidental Rigoberto López Pérez, en febrero de 1978, y había sido vecino nuestro en el barrio San Juan, entre 1973 y 1975, cuando vivimos en casas contiguas (de la esquina de las Fajas William media cuadra al norte).

Según el combatiente histórico Yader Shiffman (el gran amigo de la adolescencia y la juventud de Yader Chavarría), en la tercera edición del libro La toma del búnker de Somoza (2020) se describe:

…[en] la Insurrección de Septiembre de 1978, su amigo, Yader Chavarría entró a su casa, rompió la puerta de un ropero y sustrajo un revólver calibre 22 con una buena cantidad de dinero, por lo cual le pidió disculpas, posteriormente, explicándole que tuvo que hacer eso para la causa. Shiffmann supone que con ese revólver Yader Chavarría se pudo integrar a la insurrección del 78.

Harold Chavarría, en su testimonio publicado en las tres ediciones del libro La toma del búnker de Somoza, ha señalado los siguientes hechos: …sería herido en la nariz, afortunadamente no de manera grave, al día siguiente 10 de septiembre, en el sector del barrio la Providencia, al tratar de cruzar una calle… y el día 11 fue llevado a una casa de seguridad, donde vivía el doctor Tulio César Juárez, médico forense. Yader Chavarría visitó a Harold en dicha casa, en distintos momentos.

El día 11 de septiembre de 1978, Yader, en una de las ocasiones en que regresó a visitar a su hermano mayor herido, apareció armado de una pistola y con provisiones. El doctor Juárez, junto a un hijo, también médico, vivían enfrente del portón del antiguo Aserrío Pereira y eran colaboradores del FSLN. Harold Chavarría, quien había sido rescatado de la Clínica Unión por el combatiente Tomás Bolaños, por orientaciones de Róger Deshón Argüello y Carlos Manuel Jarquín, luego que de la misma había sido secuestrado por la guardia somocista y llevado a la cárcel La 21; pero después fue devuelto, junto con otros compañeros heridos, gracias a las gestiones de la Cruz Roja Internacional; pues la guardia había bombardeado un convoy de la Cruz Roja, en el empalme de Izapa. El 14 de septiembre de 1978, enfrente de la casa del doctor Juárez, es decir en los alrededores del antiguo Aserrío Pereira, se organizó la retirada de las fuerzas insurreccionales de la ciudad de León.

Después de la insurrección del mes de septiembre del año 1978, Yader formó parte de la Escuadra Táctica de Combate (ETC) del Pochote, barrio San Felipe, en León, cuyo jefe era José Lenin Valle Ruiz.

Del testimonio de Benito Ramón Sevilla González (el Pupo), publicado en la primera edición del libro La toma del búnker de Somoza (2016), se extrae lo siguiente:

La primera emboscada que los guerrilleros urbanos de León hicieron a la GN, después de la Insurrección de Septiembre de 1978, fue hecha una noche de finales de octubre de ese año, en el parque San Felipe, por los combatientes de la escuadra del Pochote. Sevilla González portaba una pistola y bombas de contacto, y recuerda que participaron junto a él en ese combate los siguientes compañeros: Ramón Larios Brenes, Yader Chavarría (conocido como el Chele Pereira), su hermano Luis Antonio Fisher Chavarría, Omar Fernández López (Petén), José Fernández López (Chepe Pega), José Luis Medrano (el Chatel), Yader Lezama y Lenin Valle Ruiz (jefe de escuadra).

 

El relato de Lenin Valle Ruiz, en la tercera edición del libro La toma del búnker de Somoza (2020), confirma y amplía los hechos:

 

La emboscada del parque de San Felipe, […] fue en octubre de 1978 a las 10 de la noche; la escuadra portaba como arma más pesada un fusil Garand, que lo llevaba Roberto el Gato Lanuza, el cual al final no lo usó porque se saltó una tapia, y no pudo disparar desde ahí, al no tener ángulo de tiro, después que todos retrocedieron sorprendidos cuando Luis Fisher Chavarría (quien portaba una pistola y una bomba de contacto), les hizo seña, desde la esquina del faro en el tope de la iglesia San Felipe, de que la GN venía.

 

La mayoría de los guerrilleros corrieron hacia el parque y se apostaron rápidamente entre las bancas, arcos, acera y plantas. La GN fue atacada cuando inesperadamente decidió pasar por la calle oeste del parque, habitualmente muy oscura. Participaron, además: Elías Laguna, Aurelio [Escobar], Berny Bonilla, German Romero, Ramón Larios, Luis Fisher Chavarría, Benito Ramón Sevilla González, Yader Chavarría (el Chele Pereira) y Lenin Valle Ruiz (Felipe). Los dos últimos portaban una pistola-ametralladora Mauser cada uno. Los demás llevaban escopetas, pistolas, bombas de contacto y Molotov.

 

Y en cuanto a lo expresado por el propio Yader, en el mismo libro La toma del búnker de Somoza (2020), se puede leer lo siguiente:

 

Yader Chavarría relataría a sus hermanos y compañeros que en esa ocasión (la emboscada del parque San Felipe), antes de disparar su Mauser, quedó viendo a un guardia, que iba en la parte trasera del jeep, y éste lo miró a él; pero aparentemente, debido al miedo el guardia miró hacia otro lado.

 

Un pensamiento de Yader Chavarría que refleja la dura experiencia de la guerra de liberación nacional, vivida por muchos jóvenes, es el siguiente: Nunca creí llegar a disparar contra una persona, me duele mucho, pero me consuela un poco que cuando lo hago es porque, ellos han rebajado su calidad de humanos. Y otro pensamiento de Yader, que describe el ambiente vivido entre octubre de 1978 y mayo de 1979, en León, se lee a continuación: Realmente no podemos estar así, un día hostigando y otro día esperando que nos encuentren; no debemos perder la ofensiva.

 

El combatiente histórico Juan Sánchez (el Cabezón), relata en la segunda edición de La toma del búnker de Somoza (2017), lo siguiente:

 

…Yader Chavarría era una excelente persona, al que le gustaba usar su boina y el uniforme militar de los compañeros de la tendencia Insurreccional. Además, mientras Sánchez estaba escondido en una casa de seguridad, Yader siempre le llevó comida. Hostigamientos, clandestinidad y semi-clandestinidad, eran las variantes de la lucha en ese momento (Fisher, 2017).

Durante el entierro de Yader Chavarría, el 14 de enero de 1979 [en el cementerio de San Felipe], su hermano Harold tomó la palabra y pronunció un fuerte discurso revolucionario y anti-somocista, por lo cual, según Juan Sánchez (quien asistió al funeral, a pesar de la orientación de no asistir, como una medida de seguridad), Harold quedó “quemado” y eso contribuyó a su captura el 25 de enero de 1979 en el Pochote [en el barrio San Felipe], junto a Enrique Ruizzeth.

 En el libro Chavalos de la Revolución y otros ensayos (2010), escribí:

 

Fue mi abuelo, quien apartó de la mesa, el periódico La Prensa, en cuya primera plana estaba la fotografía de mi hermano herido de muerte, tendido en una acera y atendido por una socorrista de la Cruz Roja que por casualidad pasaba por el lugar. Pocos segundos antes, un celador le disparó por detrás, cuando Yader cubría la retirada de sus compañeros […] después de intentar asaltar un establecimiento comercial, para recuperar dinero que serviría para financiar la lucha armada contra la dictadura somocista.  La fatídica bala entró por la región occipital. Yader fue herido el 13 de enero de 1979 y murió al día siguiente.

 

Mi abuelo no quiso que yo viera la foto de mi hermano herido. Aunque yo, un niño de nueve años, logré ver la foto, pero muy rápidamente. Yader y yo habíamos nacido el mismo día: 17 de febrero, pero con nueve años de diferencia. Yader, un guerrillero urbano temerario, fue un héroe de la liberación nacional, treinta y cuatro días antes de cumplir los 19 años de edad.

 

El diario El Centroamericano, editado en León, el 13 de enero de 1979 tituló en mayúsculas: ASALTANTE HERIDO DE GRAVEDAD EN AGENCIA HARINERA A LAS 9 A.M. La Prensa, por su parte, tituló el 14 de enero: Joven herido después de un frustrado asalto, en la parte inferior izquierda de la primera plana, cuyo principal titular era Sha con pie en el avión (esa era la situación política en Irán). El 15 de enero su titular fue: Falleció joven baleado por celador.


Una bala de revólver, disparada por un vigilante, impactó en la región occipital de Yader, hiriéndolo gravemente. Sus dos compañeros (German Romero Lezcano y Ramón Larios Brenes), que salieron primero, lograron escapar en el auto que los esperaba. La acción de recuperación económica en Harinisa, situada en el barrio San Juan (del costado sur de la iglesia, casi dos cuadras al sur, a mano derecha), se frustró, alrededor de las nueve de la mañana del sábado 13 de enero de 1979. Por el lugar de los hechos, pasó casualmente la socorrista de la Cruz Roja, Patricia Pineda, quien le dio los primeros auxilios y escondió el pañuelo rojinegro, que Yader portaba.

Según don Pablo Efraín Jáen Puerto (don Payín), ese día, Yader viajaría a Managua con él, para pasar el fin de semana con la familia de don Payín; pero Yader le dijo que tenía que hacer un mandado y que regresaría más tarde para viajar. Pero Yader no pudo regresar. Este detalle se describe en el artículo titulado Morir en diciembre, publicado en El Nuevo Diario (2-1-2013); y luego en el libro Escritos revolucionarios del siglo XXI (2014).


Yader fue operado de emergencia, por el doctor Nerio Cabrera, neurocirujano, en el Hospital San Vicente de Paúl; sobrevivió a la operación; pero su pronóstico era muy malo. La enfermera Cony Dolmus, instrumentista quirúrgico, le comunicó a Harold, que era mejor que Yader muriera porque si sobrevivía quedaría en muy malas condiciones. Efectivamente, Yader murió en las primeras horas de la tarde del día 14 de enero de 1979, a los 18 años de edad.


Mi padre Luis Fisher Pérez, en su libro Mi vida, mi revolución (2010), relató:

La muerte de Yader, el segundo en el orden, el 14 de enero de 1979, fue otro golpe duro; murió un día después de haber sido herido en la región occipital, al cubrir la retirada de sus compañeros, ejecutando una acción de recuperación económica, en el barrio San Juan, en León.  Yader había combatido en la Insurrección de Septiembre de 1978; fue miembro de la escuadra de guerrilleros urbanos de El Pochote, San Felipe, con la que participó en varios hostigamientos a la G.N.

 

Luis Fisher, mi papá, me contó que cuando mi hermano Yader fue gravemente herido, en la región occipital […] él viajó a Managua, al día siguiente, para pedirle orientación y ayuda al doctor Sócrates Flores Vivas, quien le comentó que era un caso de pronóstico reservado y que debía esperar la evolución después de la neurocirugía realizada en el hospital San Vicente. Finalmente, el desenlace fue fatal (Sócrates Flores Vivas: un médico ejemplar. http://leninfisher.blogspot.com. 8-21/8/2021).

 

La Guardia Nacional no permitió velorio nocturno. Los compañeros de lucha de Yader intentaron ajusticiar al vigilante que lo hirió mortalmente; pero fallaron. Sin embargo, dicho objetivo se logró en un segundo intento. No puedo dejar de apuntar que German Romero Lezcano (tío en segundo grado de Yader Chavarría) y Ramón Larios Brenes fueron asesinados, a sangre fría, por la Guardia Nacional. German, el 9 de abril, en la masacre del Lunes Santo; y Ramón, el 20 de abril del año 1979.

 

Los 17 de febrero, cuando Yader y yo cumplíamos año, recuerdo que él se portaba conmigo, su hermano menor, más juguetón, bromista y tranquilo. La diferencia de edad era de nueve años entre nosotros. Después de la muerte de mi hermano Yader, mi cumpleaños perdió mucho el sentido de celebración y llegó a tener más bien un significado de reflexión, lo cual motivó el escrito titulado Cumpleaños y aniversario, publicado en El Nuevo Diario (17-1-2011) y luego incorporado en el libro Chavalos de la Revolución y otros ensayos (2010).

Harold Chavarría recuerda dos anécdotas dignas de contar, para tener una noción aproximada del carácter de su hermano Yader Chavarría, las cuales son las siguientes:

1.    A finales del mes abril de 1978, Gerardo Chavarría, tío materno de Yader, de oficio taxista, fue denunciado por alguien como colaborador de la GN, ante la escuadra de Luis Manuel Toruño Montenegro (el legendario Charrasca). Este lo retuvo, junto a su taxi, y lo llevó a la Poza del Aguacate para ser ajusticiado. En el camino, Gerardo le espetó que cómo iba a ser “oreja” si era hijo de Herminio Larios, un reconocido conservador, anti-somocista, involucrado en el ajusticiamiento de Somoza en 1956; y además, que era tío de combatientes sandinistas que vivían junto con él, en la casa de su madre Mercedes Chavarría. Entre los nombres de los sobrinos que mencionó estaban: Harold y Yader Chavarría (el Chele Pereira).

Cuando Charrasca escuchó “el Chele Pereira”, le contestó: Así que sos tío del Chele Pereira. Era bravo el hombre, era arrecho, para qué. Varias veces nos cachimbeamos; pero era un buen compañero. Esto te salva, andate. Gerardo le respondió: ¿Ideay y el carro? Entonces, Charrasca contesta: Ah no, ese se queda con nosotros, va para un operativo. Te lo devolvemos mañana en la tardecita. Pero Gerardo, en un último intento para que le regresaran el carro, le dice a Charrasca: Pero necesito el carro, yo tengo que trabajar, si no trabajo no como. Charrasca lo quedó viendo y le dijo: ¡Qué jodés! ¿Cuánto ganás diario? Gerardo contestó: Cien pesos. Y Charrasca, ya sin verlo, le dijo a uno de sus compañeros, dale 200 pesos para que éste no pierda, porque hasta mañana se lo devolveremos. Un nuevo intento de Gerardo, por recuperar su carro, fue callado con una sentencia: Ya te dije, mañana en la noche te lo devolvemos sano y salvo en tu casa, punto. No se habló más. Al día siguiente, a las seis de la tarde, el carro estaba siendo entregado al dueño, en su propia casa, limpio y sin ningún rasguño, tal como le había asegurado Charrasca.

2. Yader además de su fuerte carácter poseía un excelente sentido del humor, confraternizaba casi al instante con la gente. Su abuela Mercedes decía que tenía sangre dulce. Y él sabía utilizar esas cualidades. Fácilmente la gente llegaba a estimarlo y a entrar en confianza con él. Por ejemplo: Carlos Manuel Jarquín le tenía un afecto especial, que hasta permitía que Yader le diera bromas, entre ellas de que tenía las mismas mañas de Julio Iglesias –ya que a Carlos Manuel le gustaba andar zapatos mocasines y sin calcetines­–, a como las usaba el famoso cantante español.

 

Otra muestra de su don de relacionarse bien con la gente se reflejó el día de su entierro. En las tres horas que pasaron, entre haber salido su cadáver del Hospital San Vicente y su entierro en el Cementerio San Felipe, se reunió una gran cantidad de personas, entre ellos combatientes sandinistas, incluyendo algunos que incumplieron la orientación de no asistir al entierro, por medidas de seguridad. Fue rápidamente velado, en el transcurso de la tarde, en la casa de su tía paterna Auxiliadora Pereira. Asistieron al funeral su tío paterno Simón Pedro Pereira y su padre de crianza Luis Fisher Pérez. En el cementerio, cuando los panteoneros se disponían a quitar las barras decorativas del ataúd, Simón Pedro Pereira, les preguntó por qué hacían eso y los panteoneros respondieron que eran adornos que debían regresarse a la funeraria. Ante lo cual, el tío de Yader les ordenó que dejaran los adornos en el ataúd, los cuales serían pagados a la funeraria.


La muerte de Yader Chavarría impactó hasta a los miembros del estado mayor del Frente Occidental Rigoberto López Pérez, con los que había compartido en septiembre 1978 (Róger Deshón y Oscar Perez-Cassar Pereira). Esto lo supimos sus familiares dos días después del entierro, por medio de Carlos Manuel Jarquín, quien lo lloró, en la casa de doña Mercedes Chavarría, sentado en el lavandero. Años más tarde, el impacto de su muerte entre los dirigentes mencionados, fue corroborado por el compañero Antonio Meza Rojas.

 

Para finalizar diremos que Yader Chavarría pertenece a un pequeño grupo de combatientes sandinistas que murieron en asaltos o acciones de recuperación económica, entre los cuales, uno de los primeros fue Igor Úbeda, en 1970. Yader Chavarría es parte de la generación de jóvenes heroicos que no dijeron que morían por la Patria, sino que murieron por la liberación nacional y la transformación revolucionaria de la sociedad nicaragüense.

 

Managua, Nicaragua, 7 y 8 de enero de 2023

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

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