sábado, 14 de enero de 2023

BIOGRAFIA DE YADER CHAVARRIA: HEROE DE LA LIBERACION NACIONAL

 

Biografía de Yader Chavarría: héroe de la liberación nacional

 

 

En el 44° aniversario de su muerte.

 

Autor: Edén Lenin Fisher Chavarría

 

Yader Alejo Chavarría nació en la ciudad de León, el 17 de febrero de 1960 y murió el 14 de enero de 1979, cuando le faltaban 34 días para cumplir los 19 años. Su madre fue Miriam Esperanza Chavarría y su padre biológico fue el abogado Francisco Pereira, quien no lo reconoció legalmente, por lo cual Yader solamente se firmaba con el apellido de la madre. Sin embargo, Yader mantenía comunicación ocasional con su padre y entre sus jóvenes amigos era conocido como el Chele Pereira.

Francisco Pereira, ya fallecido, era un abogado que formaba parte del grupo de abogados Pereira, que siempre representaron, en el occidente del país, los intereses de la familia Pellas, una de las más ricas del país, que junto a los grupos de las familias Montealegre y Somoza, constituían los tres grandes grupos económicos de Nicaragua, entre la década de 1950 y 1979.

Como era común, en esa época, el parto fue en casa y Yader nació en el barrio San Juan, del antiguo Maracaibo, 85 varas al norte, a mano derecha.Estudió la escuela primaria en el Colegio Superior de Varones Simón Bolívar. Los dos primeros años de la secundaria los estudió en el Instituto Miguel Larreynaga (ubicado de la esquina este del parque La Merced, una cuadra y media al norte), que durante la Revolución Sandinista sería llamado Juan de Dios Muñoz. También estudió en el Instituto Iberoamericano, de efímera duración y que se localizaba de la iglesia San José una cuadra y media al este. No fue muy disciplinado, que digamos, en los estudios. Sin embargo, una vez incorporado a la lucha revolucionaria se caracterizó por su disciplina y buen comportamiento.

 

Yader, el segundo en el orden de seis hermanos varones, supo de Sandino, al igual que mi hermano mayor Harold, porque mi padre, Luis Fisher Pérez (padre de crianza de Yader y uno de los co-fundadores del FSLN), pegaba, en una pared de la casa, el afiche del general Sandino, que publicaba Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en La Prensa, cada 21 de febrero.

Yader era un joven alegre, que le gustaban las fiestas, las mujeres, la música disco de los grupos Bee Gees y Boney M., así como pasearme en bicicleta por la ciudad de León. Además, jugando baseball, conectaba unos grandes batazos en el predio vacío donde ahora es el Hotel El Convento. Como una buena parte de los jóvenes de la época fumó y tomó licor.

De acuerdo a Harold Chavarría, nuestro hermano mayor y combatiente histórico, Yader le contó que cuando escuchó los primeros disparos de la insurrección el 9 de septiembre de 1978, a las seis de la tarde, lo primero que pensó fue: Deben ser estos majes (Harold e Iván García). Son por la v…no me avisaron. Y es que, pocos días antes, Yader vio que Harold había escondido una carabina M-1, en la casa de mi abuela materna Mercedes Chavarría, en el Pochote, San Felipe. Iván García Abarca es uno de los fundadores del Frente Occidental Rigoberto López Pérez, en febrero de 1978, y había sido vecino nuestro en el barrio San Juan, entre 1973 y 1975, cuando vivimos en casas contiguas (de la esquina de las Fajas William media cuadra al norte).

Según el combatiente histórico Yader Shiffman (el gran amigo de la adolescencia y la juventud de Yader Chavarría), en la tercera edición del libro La toma del búnker de Somoza (2020) se describe:

…[en] la Insurrección de Septiembre de 1978, su amigo, Yader Chavarría entró a su casa, rompió la puerta de un ropero y sustrajo un revólver calibre 22 con una buena cantidad de dinero, por lo cual le pidió disculpas, posteriormente, explicándole que tuvo que hacer eso para la causa. Shiffmann supone que con ese revólver Yader Chavarría se pudo integrar a la insurrección del 78.

Harold Chavarría, en su testimonio publicado en las tres ediciones del libro La toma del búnker de Somoza, ha señalado los siguientes hechos: …sería herido en la nariz, afortunadamente no de manera grave, al día siguiente 10 de septiembre, en el sector del barrio la Providencia, al tratar de cruzar una calle… y el día 11 fue llevado a una casa de seguridad, donde vivía el doctor Tulio César Juárez, médico forense. Yader Chavarría visitó a Harold en dicha casa, en distintos momentos.

El día 11 de septiembre de 1978, Yader, en una de las ocasiones en que regresó a visitar a su hermano mayor herido, apareció armado de una pistola y con provisiones. El doctor Juárez, junto a un hijo, también médico, vivían enfrente del portón del antiguo Aserrío Pereira y eran colaboradores del FSLN. Harold Chavarría, quien había sido rescatado de la Clínica Unión por el combatiente Tomás Bolaños, por orientaciones de Róger Deshón Argüello y Carlos Manuel Jarquín, luego que de la misma había sido secuestrado por la guardia somocista y llevado a la cárcel La 21; pero después fue devuelto, junto con otros compañeros heridos, gracias a las gestiones de la Cruz Roja Internacional; pues la guardia había bombardeado un convoy de la Cruz Roja, en el empalme de Izapa. El 14 de septiembre de 1978, enfrente de la casa del doctor Juárez, es decir en los alrededores del antiguo Aserrío Pereira, se organizó la retirada de las fuerzas insurreccionales de la ciudad de León.

Después de la insurrección del mes de septiembre del año 1978, Yader formó parte de la Escuadra Táctica de Combate (ETC) del Pochote, barrio San Felipe, en León, cuyo jefe era José Lenin Valle Ruiz.

Del testimonio de Benito Ramón Sevilla González (el Pupo), publicado en la primera edición del libro La toma del búnker de Somoza (2016), se extrae lo siguiente:

La primera emboscada que los guerrilleros urbanos de León hicieron a la GN, después de la Insurrección de Septiembre de 1978, fue hecha una noche de finales de octubre de ese año, en el parque San Felipe, por los combatientes de la escuadra del Pochote. Sevilla González portaba una pistola y bombas de contacto, y recuerda que participaron junto a él en ese combate los siguientes compañeros: Ramón Larios Brenes, Yader Chavarría (conocido como el Chele Pereira), su hermano Luis Antonio Fisher Chavarría, Omar Fernández López (Petén), José Fernández López (Chepe Pega), José Luis Medrano (el Chatel), Yader Lezama y Lenin Valle Ruiz (jefe de escuadra).

 

El relato de Lenin Valle Ruiz, en la tercera edición del libro La toma del búnker de Somoza (2020), confirma y amplía los hechos:

 

La emboscada del parque de San Felipe, […] fue en octubre de 1978 a las 10 de la noche; la escuadra portaba como arma más pesada un fusil Garand, que lo llevaba Roberto el Gato Lanuza, el cual al final no lo usó porque se saltó una tapia, y no pudo disparar desde ahí, al no tener ángulo de tiro, después que todos retrocedieron sorprendidos cuando Luis Fisher Chavarría (quien portaba una pistola y una bomba de contacto), les hizo seña, desde la esquina del faro en el tope de la iglesia San Felipe, de que la GN venía.

 

La mayoría de los guerrilleros corrieron hacia el parque y se apostaron rápidamente entre las bancas, arcos, acera y plantas. La GN fue atacada cuando inesperadamente decidió pasar por la calle oeste del parque, habitualmente muy oscura. Participaron, además: Elías Laguna, Aurelio [Escobar], Berny Bonilla, German Romero, Ramón Larios, Luis Fisher Chavarría, Benito Ramón Sevilla González, Yader Chavarría (el Chele Pereira) y Lenin Valle Ruiz (Felipe). Los dos últimos portaban una pistola-ametralladora Mauser cada uno. Los demás llevaban escopetas, pistolas, bombas de contacto y Molotov.

 

Y en cuanto a lo expresado por el propio Yader, en el mismo libro La toma del búnker de Somoza (2020), se puede leer lo siguiente:

 

Yader Chavarría relataría a sus hermanos y compañeros que en esa ocasión (la emboscada del parque San Felipe), antes de disparar su Mauser, quedó viendo a un guardia, que iba en la parte trasera del jeep, y éste lo miró a él; pero aparentemente, debido al miedo el guardia miró hacia otro lado.

 

Un pensamiento de Yader Chavarría que refleja la dura experiencia de la guerra de liberación nacional, vivida por muchos jóvenes, es el siguiente: Nunca creí llegar a disparar contra una persona, me duele mucho, pero me consuela un poco que cuando lo hago es porque, ellos han rebajado su calidad de humanos. Y otro pensamiento de Yader, que describe el ambiente vivido entre octubre de 1978 y mayo de 1979, en León, se lee a continuación: Realmente no podemos estar así, un día hostigando y otro día esperando que nos encuentren; no debemos perder la ofensiva.

 

El combatiente histórico Juan Sánchez (el Cabezón), relata en la segunda edición de La toma del búnker de Somoza (2017), lo siguiente:

 

…Yader Chavarría era una excelente persona, al que le gustaba usar su boina y el uniforme militar de los compañeros de la tendencia Insurreccional. Además, mientras Sánchez estaba escondido en una casa de seguridad, Yader siempre le llevó comida. Hostigamientos, clandestinidad y semi-clandestinidad, eran las variantes de la lucha en ese momento (Fisher, 2017).

Durante el entierro de Yader Chavarría, el 14 de enero de 1979 [en el cementerio de San Felipe], su hermano Harold tomó la palabra y pronunció un fuerte discurso revolucionario y anti-somocista, por lo cual, según Juan Sánchez (quien asistió al funeral, a pesar de la orientación de no asistir, como una medida de seguridad), Harold quedó “quemado” y eso contribuyó a su captura el 25 de enero de 1979 en el Pochote [en el barrio San Felipe], junto a Enrique Ruizzeth.

 En el libro Chavalos de la Revolución y otros ensayos (2010), escribí:

 

Fue mi abuelo, quien apartó de la mesa, el periódico La Prensa, en cuya primera plana estaba la fotografía de mi hermano herido de muerte, tendido en una acera y atendido por una socorrista de la Cruz Roja que por casualidad pasaba por el lugar. Pocos segundos antes, un celador le disparó por detrás, cuando Yader cubría la retirada de sus compañeros […] después de intentar asaltar un establecimiento comercial, para recuperar dinero que serviría para financiar la lucha armada contra la dictadura somocista.  La fatídica bala entró por la región occipital. Yader fue herido el 13 de enero de 1979 y murió al día siguiente.

 

Mi abuelo no quiso que yo viera la foto de mi hermano herido. Aunque yo, un niño de nueve años, logré ver la foto, pero muy rápidamente. Yader y yo habíamos nacido el mismo día: 17 de febrero, pero con nueve años de diferencia. Yader, un guerrillero urbano temerario, fue un héroe de la liberación nacional, treinta y cuatro días antes de cumplir los 19 años de edad.

 

El diario El Centroamericano, editado en León, el 13 de enero de 1979 tituló en mayúsculas: ASALTANTE HERIDO DE GRAVEDAD EN AGENCIA HARINERA A LAS 9 A.M. La Prensa, por su parte, tituló el 14 de enero: Joven herido después de un frustrado asalto, en la parte inferior izquierda de la primera plana, cuyo principal titular era Sha con pie en el avión (esa era la situación política en Irán). El 15 de enero su titular fue: Falleció joven baleado por celador.


Una bala de revólver, disparada por un vigilante, impactó en la región occipital de Yader, hiriéndolo gravemente. Sus dos compañeros (German Romero Lezcano y Ramón Larios Brenes), que salieron primero, lograron escapar en el auto que los esperaba. La acción de recuperación económica en Harinisa, situada en el barrio San Juan (del costado sur de la iglesia, casi dos cuadras al sur, a mano derecha), se frustró, alrededor de las nueve de la mañana del sábado 13 de enero de 1979. Por el lugar de los hechos, pasó casualmente la socorrista de la Cruz Roja, Patricia Pineda, quien le dio los primeros auxilios y escondió el pañuelo rojinegro, que Yader portaba.

Según don Pablo Efraín Jáen Puerto (don Payín), ese día, Yader viajaría a Managua con él, para pasar el fin de semana con la familia de don Payín; pero Yader le dijo que tenía que hacer un mandado y que regresaría más tarde para viajar. Pero Yader no pudo regresar. Este detalle se describe en el artículo titulado Morir en diciembre, publicado en El Nuevo Diario (2-1-2013); y luego en el libro Escritos revolucionarios del siglo XXI (2014).


Yader fue operado de emergencia, por el doctor Nerio Cabrera, neurocirujano, en el Hospital San Vicente de Paúl; sobrevivió a la operación; pero su pronóstico era muy malo. La enfermera Cony Dolmus, instrumentista quirúrgico, le comunicó a Harold, que era mejor que Yader muriera porque si sobrevivía quedaría en muy malas condiciones. Efectivamente, Yader murió en las primeras horas de la tarde del día 14 de enero de 1979, a los 18 años de edad.


Mi padre Luis Fisher Pérez, en su libro Mi vida, mi revolución (2010), relató:

La muerte de Yader, el segundo en el orden, el 14 de enero de 1979, fue otro golpe duro; murió un día después de haber sido herido en la región occipital, al cubrir la retirada de sus compañeros, ejecutando una acción de recuperación económica, en el barrio San Juan, en León.  Yader había combatido en la Insurrección de Septiembre de 1978; fue miembro de la escuadra de guerrilleros urbanos de El Pochote, San Felipe, con la que participó en varios hostigamientos a la G.N.

 

Luis Fisher, mi papá, me contó que cuando mi hermano Yader fue gravemente herido, en la región occipital […] él viajó a Managua, al día siguiente, para pedirle orientación y ayuda al doctor Sócrates Flores Vivas, quien le comentó que era un caso de pronóstico reservado y que debía esperar la evolución después de la neurocirugía realizada en el hospital San Vicente. Finalmente, el desenlace fue fatal (Sócrates Flores Vivas: un médico ejemplar. http://leninfisher.blogspot.com. 8-21/8/2021).

 

La Guardia Nacional no permitió velorio nocturno. Los compañeros de lucha de Yader intentaron ajusticiar al vigilante que lo hirió mortalmente; pero fallaron. Sin embargo, dicho objetivo se logró en un segundo intento. No puedo dejar de apuntar que German Romero Lezcano (tío en segundo grado de Yader Chavarría) y Ramón Larios Brenes fueron asesinados, a sangre fría, por la Guardia Nacional. German, el 9 de abril, en la masacre del Lunes Santo; y Ramón, el 20 de abril del año 1979.

 

Los 17 de febrero, cuando Yader y yo cumplíamos año, recuerdo que él se portaba conmigo, su hermano menor, más juguetón, bromista y tranquilo. La diferencia de edad era de nueve años entre nosotros. Después de la muerte de mi hermano Yader, mi cumpleaños perdió mucho el sentido de celebración y llegó a tener más bien un significado de reflexión, lo cual motivó el escrito titulado Cumpleaños y aniversario, publicado en El Nuevo Diario (17-1-2011) y luego incorporado en el libro Chavalos de la Revolución y otros ensayos (2010).

Harold Chavarría recuerda dos anécdotas dignas de contar, para tener una noción aproximada del carácter de su hermano Yader Chavarría, las cuales son las siguientes:

1.    A finales del mes abril de 1978, Gerardo Chavarría, tío materno de Yader, de oficio taxista, fue denunciado por alguien como colaborador de la GN, ante la escuadra de Luis Manuel Toruño Montenegro (el legendario Charrasca). Este lo retuvo, junto a su taxi, y lo llevó a la Poza del Aguacate para ser ajusticiado. En el camino, Gerardo le espetó que cómo iba a ser “oreja” si era hijo de Herminio Larios, un reconocido conservador, anti-somocista, involucrado en el ajusticiamiento de Somoza en 1956; y además, que era tío de combatientes sandinistas que vivían junto con él, en la casa de su madre Mercedes Chavarría. Entre los nombres de los sobrinos que mencionó estaban: Harold y Yader Chavarría (el Chele Pereira).

Cuando Charrasca escuchó “el Chele Pereira”, le contestó: Así que sos tío del Chele Pereira. Era bravo el hombre, era arrecho, para qué. Varias veces nos cachimbeamos; pero era un buen compañero. Esto te salva, andate. Gerardo le respondió: ¿Ideay y el carro? Entonces, Charrasca contesta: Ah no, ese se queda con nosotros, va para un operativo. Te lo devolvemos mañana en la tardecita. Pero Gerardo, en un último intento para que le regresaran el carro, le dice a Charrasca: Pero necesito el carro, yo tengo que trabajar, si no trabajo no como. Charrasca lo quedó viendo y le dijo: ¡Qué jodés! ¿Cuánto ganás diario? Gerardo contestó: Cien pesos. Y Charrasca, ya sin verlo, le dijo a uno de sus compañeros, dale 200 pesos para que éste no pierda, porque hasta mañana se lo devolveremos. Un nuevo intento de Gerardo, por recuperar su carro, fue callado con una sentencia: Ya te dije, mañana en la noche te lo devolvemos sano y salvo en tu casa, punto. No se habló más. Al día siguiente, a las seis de la tarde, el carro estaba siendo entregado al dueño, en su propia casa, limpio y sin ningún rasguño, tal como le había asegurado Charrasca.

2. Yader además de su fuerte carácter poseía un excelente sentido del humor, confraternizaba casi al instante con la gente. Su abuela Mercedes decía que tenía sangre dulce. Y él sabía utilizar esas cualidades. Fácilmente la gente llegaba a estimarlo y a entrar en confianza con él. Por ejemplo: Carlos Manuel Jarquín le tenía un afecto especial, que hasta permitía que Yader le diera bromas, entre ellas de que tenía las mismas mañas de Julio Iglesias –ya que a Carlos Manuel le gustaba andar zapatos mocasines y sin calcetines­–, a como las usaba el famoso cantante español.

 

Otra muestra de su don de relacionarse bien con la gente se reflejó el día de su entierro. En las tres horas que pasaron, entre haber salido su cadáver del Hospital San Vicente y su entierro en el Cementerio San Felipe, se reunió una gran cantidad de personas, entre ellos combatientes sandinistas, incluyendo algunos que incumplieron la orientación de no asistir al entierro, por medidas de seguridad. Fue rápidamente velado, en el transcurso de la tarde, en la casa de su tía paterna Auxiliadora Pereira. Asistieron al funeral su tío paterno Simón Pedro Pereira y su padre de crianza Luis Fisher Pérez. En el cementerio, cuando los panteoneros se disponían a quitar las barras decorativas del ataúd, Simón Pedro Pereira, les preguntó por qué hacían eso y los panteoneros respondieron que eran adornos que debían regresarse a la funeraria. Ante lo cual, el tío de Yader les ordenó que dejaran los adornos en el ataúd, los cuales serían pagados a la funeraria.


La muerte de Yader Chavarría impactó hasta a los miembros del estado mayor del Frente Occidental Rigoberto López Pérez, con los que había compartido en septiembre 1978 (Róger Deshón y Oscar Perez-Cassar Pereira). Esto lo supimos sus familiares dos días después del entierro, por medio de Carlos Manuel Jarquín, quien lo lloró, en la casa de doña Mercedes Chavarría, sentado en el lavandero. Años más tarde, el impacto de su muerte entre los dirigentes mencionados, fue corroborado por el compañero Antonio Meza Rojas.

 

Para finalizar diremos que Yader Chavarría pertenece a un pequeño grupo de combatientes sandinistas que murieron en asaltos o acciones de recuperación económica, entre los cuales, uno de los primeros fue Igor Úbeda, en 1970. Yader Chavarría es parte de la generación de jóvenes heroicos que no dijeron que morían por la Patria, sino que murieron por la liberación nacional y la transformación revolucionaria de la sociedad nicaragüense.

 

Managua, Nicaragua, 7 y 8 de enero de 2023

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

leninfisherblogspot.com