sábado, 27 de octubre de 2018

MARCHAS SANDINISTAS CONTRA EL GOLPE DE ESTADO


Marchas sandinistas contra el golpe de Estado

Lenin Fisher


El pueblo sandinista ha marchado de manera multitudinaria para respaldar al gobierno revolucionario, presidido por el Comandante de la Revolución Daniel Ortega Saavedra.

Las marchas han sido muchas y masivas, en Managua, la capital, en las cabeceras departamentales y municipales. La población sandinista marchó, hizo caravanas, plantones y conciertos o cantatas para rechazar de forma categórica el golpe de Estado, terrorista, que pretendía quebrar el orden constitucional.

Los sandinistas se manifestaron masivamente durante innumerables ocasiones, de manera pacífica. Las masas, conformadas sobre todo por gente pobre, trabajadores, jóvenes, mujeres y campesinos, retomaron las calles como escenario de la lucha por defender el poder popular, porque desde el año 2007 el pueblo nicaragüense ha sido, como dice uno de los lemas del gobierno sandinista: ¡Pueblo Presidente!

Por supuesto que los medios de comunicación nacionales y extranjeros, propiedad de los ricos de aquí y de allá, por su ideología capitalista y derechista, obviaron las manifestaciones sandinistas que mostraban el verdadero músculo popular de los revolucionarios nicaragüenses y el gran respaldo a la gestión del FSLN.

El golpe de Estado, fascista y clasista, empezó el 18 de abril, como todos sabemos. Las fuerzas reaccionarias de la derecha golpista se expresaron violentamente, con ataques armados a partir del 19 de abril, en distintas ciudades. Los golpistas hicieron grandes manifestaciones el lunes 23 y el sábado 28 de abril, así como el 30 de mayo (con una clara tendencia a la disminución del número de personas; pasando de unas 500 mil, a 300 mil y 200 mil manifestantes, respectivamente). Manifestaciones que finalizaron con hechos violentos, de los cuales sobresalió el ataque a policías y manifestantes sandinistas, el Día de las Madres, es decir el 30 de mayo, cuando aplicaron francotiradores, la técnica de los auto-disparos y mataron por lo menos a dos jóvenes sandinistas, uno de ellos medallista de oro de sambo, en los Juegos Centroamericanos de 2017. Ese día la marcha golpista se trasladó desde el sector de la UCA, donde supuestamente terminaría su protesta, hacia el sector de los semáforos del antiguo Hospital Militar, pasando por la UNI y el Estadio Nacional de Base-ball.

Los golpistas de la derecha neo-somocista intentaron bloquear o atacaron marchas o caravanas sandinistas en diferentes ciudades del país. En la Trinidad, Estelí, mataron a un joven sandinista e hirieron a otras personas, incluyendo a 16 policías; hecho ocurrido el 30 de mayo. A propósito, los golpistas extremistas decían públicamente que no había nada que celebrar el Día de las Madres).

Todavía en la primera quincena de mayo, grupos de sandinistas se manifestaban focalmente en algunas rotondas de la capital, hasta que las turbas violentas de la derecha golpista se posicionaron de tales lugares, sobre todo al atardecer y por la noche, quemando los árboles de la vida (ornamentos lumínicos, nocturnos).

Un grupo importante de sandinistas se mantuvo todos los días en la rotonda Hugo Chávez, reunidos, cantando, pintando, bailando, declamando, pidiendo u orando por la paz. Todo un ejemplo de perseverancia. En este lugar, diferentes líderes del FSLN y del Gobierno, con sus discursos explicaban al pueblo la realidad de lo que sucedía y reiteraban la voluntad de paz y diálogo del gobierno sandinista.

Pero fue el miércoles 4 de julio cuando el FSLN convocó a una marcha en Managua, la cual inició en la rotonda El Periodista y terminó en la rotonda Hugo Chávez; actividad que cayó como agua de mayo, porque el pueblo de Managua estaba esperando una actividad como esa. El pueblo sandinista se reanimó. En las radioemisoras se escucharon muchos comentarios favorables sobre la marcha.

El sábado 7 de julio habló el comandante Ortega en la avenida Bolívar ante el pueblo reunido alrededor de la rotonda Hugo Chávez. Fue ese día cuando calificó de asesinos a los golpistas y terroristas de Jinotepe y Diriamba, los cuales se disputaban con otros grupos las mejores notas en la aplicación de los manuales de operaciones sicológicas de la CIA y Gene Sharp, matando, torturando, secuestrando, violando, robando y destruyendo la propiedad pública y privada.

El viernes 13 de julio, cuando los patrones capitalistas hicieron otro paro nacional, el pueblo sandinista se desbordó marchando, en caravana vehicular, hacia Masaya, conmemorando el 39 aniversario del Repliegue. El multitudinario convoy con centenares de miles de sandinistas alegres y optimistas entró a la Ciudad de la Flores, a pesar de que en Monimbó quedaba todavía un reducto de golpistas en una cierta cantidad de barricadas. Reducto golpista que el 17 de julio no soportaría por muchas horas la ofensiva de la Policía Nacional para restablecer el orden interno, como señala la Constitución Política de Nicaragua. Los golpistas de la derecha habían amenazado con impedir a toda costa el Repliegue 2018; pero tal cosa quedó solo en el mundo virtual, o sea, en su segunda realidad: las redes sociales.

Ese mismo día del Repliegue a Masaya, la Policía Nacional desalojó a los golpistas del Recinto Universitario Rubén Darío de la UNAN-Managua, quienes estaban divididos en ocho grupos (cinco de solamente delincuentes y tres que estaban formados por estudiantes universitarios y delincuentes).

Mientras tanto, en el resto del país las marchas pacíficas de los sandinistas continuaban, a pie o en carro, en forma de actos culturales o vigilias. Y el 17 de julio llegó la gran noticia: la derrota total de los golpistas en Masaya. Días después el comisionado Avellán diría que los organizadores y financistas del golpe de Estado terrorista en Masaya no habían aguantado la ofensiva de la Policía Nacional y se habían ido del país, algunos acompañados hasta de las suegras.

De la concentración el 19 de julio para celebrar el XXXIX aniversario de la Revolución Sandinista ¿qué puedo decir? Bien, la derecha golpista tuvo ver como un millón de sandinistas llenaban la Plaza de la Fe, la Plaza de la Revolución y la avenida Bolívar. El discurso del presidente Daniel Ortega desenmascaró a los golpistas y a los obispos mediadores.

La marcha sandinista del 23 de julio, encabezada por los líderes de la UNEN (quienes se desenvolvieron de una forma excelente en la mesa del diálogo nacional), fue una gran demostración de respaldo al gobierno revolucionario del comandante Daniel Ortega, deseos de paz y necesidad de justicia.

La tónica en Managua fueron marchas sandinistas los días miércoles y sábados.  Una mañana sabatina las creativas carrozas mostraron los daños causados al sistema de salud pública (ambulancias quemadas, destrucción de centros de salud, saqueo de medicinas, etc.). El pueblo parecía no cansarse, aunque no todos los sandinistas podían ir todos los días a marchar desde la UNAN-Managua, la rotonda Rubén Darío, rotonda Centroamérica o rotonda Jean Paul Genie hacia la rotonda Hugo Chávez y la avenida Bolívar. Chávez y Bolívar fueron los nombres de los lugares que simbolizaron la resistencia sandinista ante el golpe de Estado terrorista apoyado por políticos extremistas yanquis.

Y la derecha golpista como perdió respaldo rápidamente y de manera masiva, también fue perdiendo, en Managua, los escenarios (rotonda por rotonda). Hasta quedar reducida a pequeños grupos violentos que no pedían permiso a la Policía Nacional para marchar, como lo establece la Constitución Política en sus artículos 53 y 54. Grupos que lesionaron policías, quemaron vehículos policiales, golpearon a sandinistas, atacaron con piedras casas de sandinistas o se robaron muchas tapas de manjoles; pero que al final solamente se quedaron dirigentes del MRS y de distintos ONGs (encabezados por políticos del PLC o de CxL), también renuentes a pedir permiso para marchar como se acostumbra en todo país democrático del hemisferio occidental del planeta.

Los analistas, periodistas o comentaristas que apoyaban el golpe de Estado decían que el FSLN había perdido el control de las rotondas y el monopolio de las calles. Pero la realidad demostró lo contrario. Los sandinistas volvieron a marchar por las calles, avenidas, caminos y carreteras de todo el país para respaldar al FSLN. Y hasta el día de hoy siguen agitando sus banderas, la nacional y la rojinegra, en las rotondas de Managua, con una perseverancia, alegría y disciplina, dignas de admiración, mostrando que ni el sol, ni la lluvia los amilana para nada.

Managua, Nicaragua, 21 y 27 de octubre de 2018
Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com