jueves, 18 de abril de 2019

JULIAN ASSANGE Y EL PRECIO DE LA VERDAD



Julian Assange y el precio de la verdad


Lenin Fisher

Después de estar asilado siete años en la embajada de Ecuador, en Londres, el periodista australiano, nacionalizado ecuatoriano, Julian Assange, fue arrestado por la policía británica.

El presidente ecuatoriano Moreno ha permitido que se viole el territorio de su país en la capital inglesa, sentando un precedente maligno en el derecho internacional.

Assange por medio de Wikileaks denunció crímenes de guerra del ejército de Estados Unidos en las agresiones militares contra Afganistán e Irak -incluyendo bombardeos contra periodistas-, espionaje que los servicios secretos norteamericanos hacen a todos los líderes mundiales y la corrupción de gobernantes y grandes empresas privadas, con la consecuente evasión de impuestos en los paraísos fiscales, entre otras revelaciones.

Tales denuncias fueron el pecado de J. Assange. Por eso el gobierno yanqui pidió su captura y la campaña de difamación contra él empezó muy temprano. El periodista se asiló en la embajada ecuatoriana, cuando era presidente Rafael Correa, una de las voces que criticaba y critica el orden económico global capitalista y redirigió la labor del Estado ecuatoriano en beneficio de las mayorías pobres.

Moreno, un traidor del proyecto transformador iniciado por Correa, busca congraciarse con Estados Unidos para conseguir préstamos y ante las denuncias de corrupción que, precisamente, han aparecido en Wikileaks. El actual gobierno de Ecuador ha tratado de justificar su servilismo con las metrópolis capitalistas lanzando una serie de mentiras (noticias falsas, les llaman ahora), contra Assange.

Assange tiene derecho a defenderse, en su país, en medio de un juicio justo. No tiene por qué ser deportado a Estados Unidos, ni mucho menos debe ser enjuiciado o condenado en ese país de Norteamérica.

Los grandes periódicos y otros medios de comunicación que se beneficiaron y ganaron mucho dinero cuando Wikileaks les brindó las primicias, ahora están del lado de los poderosos del mundo, porque éstos son también los dueños de tales mass media (verdaderas armas de destrucción masiva, que engañan, confunden y alienan a la gente).

Assange ha pagado con su libertad el hecho de dar a conocer la verdad. ¿Qué han dicho o qué dirán las sociedades de prensa, como la interamericana y sus similares, del caso Assange?

León de Nicaragua, 18 de abril de 2019
Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com