domingo, 1 de septiembre de 2019

AMLO: UN PRESIDENTE, UN ESTADISTA


AMLO: un presidente, un estadista

Lenin Fisher

Andrés Manuel López Obrador, llamado AMLO, el presidente mexicano izquierdista, durante su primer año de gobierno ha demostrado ser un estadista brillante.

En efecto, su brillo con luz propia empezó con el lema Por el bien de todos, primero los pobres; que en un país tan desigual por la injusticia capitalista y el neoliberalismo de los tratados de comercio libre cae como anillo al dedo. La prioridad no son los intereses de los “fifí”, es decir, los ciudadanos de la high society; ellos tienen siglos de estar muy bien.

AMLO junto al pueblo mexicano, mayoritariamente pobre, hará historia. La coalición con los intereses de los humildes hará valer el nombre de su coalición político-electoral Juntos haremos historia.

Funcionarios públicos, compañeros de lucha, amigos y familiares fueron claramente advertidos por López Obrador que no serán beneficiados por la impunidad si caen en las garras de la corrupción.

Combate al corrupto negocio ilícito de la venta trasegada de combustible producido por Pemex; cambio de estrategia en la lucha contra el narcotráfico dejando en segundo en plano la búsqueda de capos y priorizando la seguridad en las comunidades; creación de la Guardia Nacional para complementar a la fuerza policial; impulsar programas sociales para disminuir la pobreza y la extrema pobreza; crear una empresa estatal para llevar internet a más del 80% del territorio nacional; abanderar el principio de la no injerencia en los asuntos internos de otros países; y no prestarse a los ataques y agresiones imperialistas en contra del pueblo venezolano y de su gobierno electo legítimamente; son entre otras, parte de las buenas acciones que ha hecho López Obrador, ex-alcalde de la capital mexicana entre 2002 y 2005, quien es originario del estado de Tabasco, donde el 80% de los votos fueron para él, lo cual es algo más que un bonito gesto localista.

La contundente victoria de AMLO, con el 53% de los votos, me alegró mucho; pero en esos días no escribí ningún artículo en particular, excepto haciendo algunas referencias, porque Nicaragua estaba siendo afectada por el golpe de Estado blando que la derecha neoliberal y neosomocista impulsaba para derrocar al gobierno constitucional del presidente Daniel Ortega. El nuevo gobierno mexicano ha tenido una postura responsable en la OEA, donde Estados Unidos ha hecho un espectáculo mediático, lleno de noticias falsas, contra Nicaragua.

El 1 de julio de 2018 las fuerzas del imperialismo yanqui sufrieron una derrota en México al perder la presidencia. La coalición ganadora recibió más de 30 millones 46 mil votos, para ganar en 31 de los 32 estados del país, de un poco más de 50 millones 500 mil votantes, que representó el 63% de participación, de un total de 89 millones de votantes (Sputnik, 2018).

Seguramente la gente común siente que AMLO ha empezado a regenerar a México, por lo que el esfuerzo de fundar un nuevo partido político en 2014, el Movimiento de Regeneración Nacional, ha valido la pena; partido que recibió la mayor cantidad de votos dentro la alianza ganadora, con más de 25 millones 128 mil votos.

Según Sputnik (2018), el porcentaje de votos alcanzados por López Obrador, en su tercer intento electoral, supera a los presidentes de la derecha tradicional mexicana Salinas (1988), Fox (2000), Calderón (2006) y Peña (2011), quienes obtuvieron 50%, 42%, 36% y 38%, respectivamente.

No podría finalizar este pequeño escrito sin mencionar tres detalles interesantes. Primero, el elegante y oportuno reclamo al imperio español para que pidiera perdón por los daños causados a México durante la conquista y la colonia. Segundo, la aseveración del presidente de no re-elegirse, respetando las leyes mexicanas, a pesar de que se perfila como un verdadero líder capaz de dirigir grandes transformaciones revolucionarias, por lo que no debe perder tiempo en detectar y preparar al relevo. Y tercero, la costumbre de brindar conferencias de prensa frecuentemente, mostrando serenidad, educación y lenguaje oportuno; aún y cuando aparezcan periodistas irrespetuosos e insolentes como Jorge Ramos de CNN.

No todos los presidentes son estadistas. Trump por ejemplo nunca será un estadista; pero es el presidente de Estados Unidos; y aunque se reeligiese, los gringos tendrían otra vez a un presidente, pero no un estadista.

En conclusión, el México lindo y querido cuenta con un verdadero estadista como presidente, que está empeñado en hacer bien las cosas para beneficio de todos los mexicanos y especialmente de los marginados, excluidos y empobrecidos. Ese estadista de clase mundial es AMLO.

Referencia

Sputnik (2018). López Obrador ganó con 53.17% en escrutinio final de elecciones de México. 6-7-18

Managua, Nicaragua, 1 de septiembre de 2019
Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com