sábado, 21 de marzo de 2020

COVID-19: SOCIALISMO VERSUS CAPITALISMO


Covid-19: socialismo versus capitalismo


Lenin Fisher

La pandemia del nuevo coronavirus o Covid-19 ha puesto en evidencia que la sociedad humana debe cambiar su forma de vida.

Desde la forma de saludarnos y distribuir el presupuesto nacional en cada país y la esencia de las políticas públicas de salud hasta la forma de organizar el trabajo productivo.

China abastece de manera directa e indirecta el 90% del mercado de la industria farmacéutica de Estados Unidos, donde existen cuatro grandes monopolios comercializadores y distribuidores, que determinan los precios, los cuales fueron liberados de las leyes antimonopolio desde la década de 1980 por el presidente Ronald Reagan. Actualmente, Estados Unidos tiene un déficit de 147 medicamentos y no está preparado para enfrentar la pandemia en su territorio, de acuerdo a Max Keisser y Stacy Herbert (2020).

El neoliberalismo de Estados Unidos lo llevó a desindustrializar su propio país para pagar salarios más bajos, menos impuestos, en países de Asia y América Latina. No obstante, China forzó un proceso de transferencia tecnológica y decidió impulsar el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción para construir el socialismo con características chinas, que sostiene en la teoría y la práctica, el presidente Xi Jinping, con el fin de que el pueblo chino viva en una sociedad modestamente acomodada.

China informó hoy 21 de marzo que tiene tres días consecutivos de no presentar nuevos casos locales de Covid-19, lo cual indica la derrota de la pandemia. Sin embargo, reportó que un poco más de casos importados desde el extranjero fueron detectados, atendidos, aislados y vigilados. En China comenzó la primera pandemia del siglo XXI y ahí mismo ha empezado a ser derrotada con la medicina científico-técnica, basada en el pensamiento racional. No podía ser de otra manera, pues la “medicina” naturalista, herbolaria, tradicional, mágico-religiosa, supersticiosa y astrológica no tenía nada que hacer ante la pandemia en cuestión.

Hasta hoy el Covid-19 ha causado casi 300 mil infectados y más de 11 mil muertes. Italia supera las 4 mil 800 personas (posee la tasa de mortalidad mayor). España tiene mil trescientos muertos. Irán lleva más de 800 muertes. China ocupa ahora el segundo lugar de muertes por la pandemia de marras. Mientras Estados Unidos lleva más de 300 muertos por Covid-19 y la factura en el sistema médico privado de dicho país, al ser atendido por esta enfermedad, puede sobrepasar los 32 mil dólares. Suecia, Austria, Dinamarca y Finlandia tienen las tasas más bajas de mortalidad lo que se atribuye a que no han abandonado deliberadamente, al menos por ahora, al sistema de salud pública.

Venezuela tiene solamente 47 casos, todos importados, o sea, personas que han regresado del extranjero (Colombia, Brasil, Panamá y Estados Unidos). Los venezolanos han resuelto 15 de los casos mencionados y realizaron una encuesta virtual respondida por más de 10 millones 100 mil habitantes, de los cuales fueron seleccionados más de 16 mil que afirmaron tener fiebre y tos; este último grupo fue visitado el mismo día en sus casos, aisladas las personas y sus contactos. Además, Venezuela cuenta con todos los medicamentos para tratar la enfermedad y la solidaridad china no se ha hecho esperar con pruebas diagnósticas, fármacos, mascarillas, guantes, batas, etc., según el vicepresidente de comunicación Jorge Rodríguez, quien ha dicho que para el gobierno revolucionario de Venezuela lo primero es cuidar la vida y la salud del pueblo y no las grandes ganancias de los capitalistas.

Irán y Venezuela insisten en que Estados Unidos suspendan las sanciones económicas porque afectan la compra de medicamentos y equipos para tratar la pandemia del Covid-19; pero los gringos rehúsan hacerlo; más bien, amenazan con endurecerlas. El embajador iraní en Venezuela, Hojatollah Suttani, ha dicho que esa política del gobierno de Estados Unidos es un tipo de terrorismo médico o sanitario. Mientras el canciller persa señaló que a los Estados Unidos les gusta matar gente. Y el gobierno chino criticó por racista a Donald Trump al llamar “virus chino” al Covid-19.

Cuba tiene brigadas médicas en 23 países. Ha enviado galenos a Italia, Surinam, Grenada y Nicaragua. Por su parte, Honduras ha pedido ayuda al gobierno cubano, el cual ya cerró sus fronteras, aunque hace pocos días recibió y trató, por razones humanitarias, a los pacientes de un barco de origen inglés, rechazado en otros países, entre los que había pacientes afectados por el Covid-19, tanto de la tripulación, como pasajeros. Además, el interferón alfa 2 beta, innovado por el investigador cubano Luis Herrera, ha jugado un gran papel en los pacientes chinos y está siendo usado en otros países.

El gobierno de la República Popular de China ha anunciado que enviará ayuda con médicos, fármacos y equipos a todos los países que lo necesiten, para derrotar a la pandemia del Covid-19. El 31 de diciembre de 2019 estalló la epidemia en Wuhan (en el futuro está ciudad será muy visitada, seguramente) y tan solo nueve días después, los científicos chinos habían detectado el germen y elaborado su mapa genético o genoma viral, el cual lo difundieron por internet para que sus colegas de todo el mundo lo estudiaran e investigaran acerca de vacunas y medicamentos para combatirlo.

Un centro médico militar chino ha dicho que ha empezado los ensayos clínicos de una posible vacuna; lo mismo anunciaron investigadores de Estados Unidos. La fase de experimentación en animales ha sido omitida, debido a la emergencia que representa la pandemia. Año y medio es el tiempo promedio para esperar la eficacia de una vacuna. Está por verse si los seres humanos afectados levemente desarrollan inmunidad y por cuánto tiempo. Otra interrogante son las secuelas, sobre todo pulmonares, como fibrosis, en los pacientes que sobrevivieron a la neumonía viral, bacteriana o fúngica, en el contexto del Covid-19, ha dicho un experto neumólogo ruso.

Abundan los actos heroicos y las medidas excepcionales para enfrentar esta pandemia. Lo mejor de los seres humanos ha aflorado; también lo peor ha salido a flote. El canto de italianos, desde los balcones de la cuarentena, para apoyar las decisiones de su gobierno o los cantos en distintos países reconociendo el esfuerzo del personal médico, han sobresalido en las redes sociales.

Los chinos fueron capaces de construir varios hospitales de más de mil camas, en un tiempo de diez días. En algunos hospitales del norte de Italia tuvieron que cerrar los quirófanos para convertirlos en salas de cuidados intensivos. En Rusia, los primeros infectados provenían de Italia y eran jóvenes; pero posteriormente, comenzaron a enfermarse las personas de mayor edad y con padecimientos crónicos. Se dice que un oftalmólogo chino informó de los primeros casos y murió. Siria que enfrenta una guerra terrorista todavía no tiene casos y se prepara.

También falleció el director de uno de los principales hospitales de Wuhan, donde fue la primera línea de la batalla. Un médico en Italia describió la situación como una verdadera guerra, pues tienen que decidir a quién salvar y a quién no (es preferible intentar salvar a un joven que a un anciano). Un médico español rechaza que las autoridades les exijan ahorrar materiales y dice que para atender inicialmente a un paciente con Covid-19 se necesitan dos galenos; uno que lo examina clínicamente y el otro que escribe en el expediente, situado a cierta distancia para disminuir el número de contagios. Otro galeno había dicho que las jornadas de trabajo eran agotadoras y que los médicos abandonaban las labores porque se contaminaban con el virus o por agotamiento. Una enfermera española fue una de las primeras en fallecer en el combate contra el Covid-19.

Y como en una versión de los documentales de Un mundo sin humanos, en medio de las emergencias, estados de sitio y cuarentenas nacionales obligatorias, los venados aparecieron en las calles japonesas, los monos en las tailandesas y las aguas de Venecia lucen cristalinas porque las góndolas turísticas no las revuelven motivadas por la ganancia.

Es imposible negar la lucha entre el capitalismo y el socialismo: el capitalismo con su neoliberalismo que ha desarticulado a los sistemas de salud pública de casi toda la Unión Europa y Estados Unidos donde sin seguro de vida privado, no hay atención médica. Y el socialismo, como en China, Cuba y Venezuela donde el Estado prioriza la salud de la gente.


Managua, Nicaragua, 21 de marzo de 2020
Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.
leninfisherblogspot.com