viernes, 2 de junio de 2023

AMADO CABALLERO (EL POETA CELADOR) Y LA COLUMNA SANDINISTA JACINTO HERNANDEZ: NUEVA GUINEA, MAYO DE 1979

 

Amado Caballero (el Poeta Celador) y la columna sandinista Jacinto Hernández: Nueva Guinea, mayo de 1979

 

Lenin Fisher

 

Amado Caballero o el Poeta Celador era un joven originario de Boaco, al cual conocí como trabajador de la compañía de electrificación Celnicsa, durante la ejecución del proyecto de electrificación en la Gateada, comarca del municipio de Villa Somoza (hoy Villa Sandino), departamento de Chontales.

 

Después de la insurrección de septiembre de 1978, mi papá Luis Fisher Pérez, decidió llevarnos a Chontales a sus cuatro hijos menores, como una medida de seguridad por el peligro que existía, una vez que la Guardia Nacional tomara el control de las cabeceras departamentales insurreccionadas.

 

El campamento del proyecto de electrificación, que incluía la construcción de una subestación en el sector llamado la Curva e instalación del tendido eléctrico, con postes de madera y torres de alta tensión, conocí a ese joven que se llamaba Amado Caballero y que se auto-llamaba como el Poeta Celador.

 

Amado Caballero era analfabeta; él no podía leer ni escribir. Sin embargo, era capaz de hacer versos, poemas, con rima, los cuales declamaba, de manera espontánea, a sus compañeros de trabajo. A veces yo escribí algunos versos que él mismo me dictó.

 

Sobre Amado Caballero yo escribí algunos párrafos en el libro titulado Chavalos de la revolución y otros ensayos (p. 24-25), cuando relato mi testimonio sobre las experiencias vividas antes del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, entre las cuales describo que en el mes de noviembre de 1978 hubo una huelga de los trabajadores de Celnicsa, compañía que era propiedad de unos ingenieros electricistas de origen italiano. El centro de la huelga era el plantel donde los trabajadores guardaban sus herramientas, materiales, alambres, postes de madera, perlines de metal para construir torres, camionetas y camiones. Dicho plantel se localizaba a unos dos o tres kilómetros de distancia de la Gateada, que se sitúa a lo largo de la carretera que va desde Juigalpa hacia el Rama.

 

 

En esa huelga, en la que mi papá participaba como intermediario entre los trabajadores y la patronal, los trabajadores me indicaron que yo tenía que acercarme a las oficinas del plantel para escuchar lo que negociaban y después tenía que regresarme donde ellos para contarles lo que yo lograba escuchar. Eso lo hice unas tres o cuatro veces.

 

En determinado momento los trabajadores decidieron que alguien fuera a la oficina del telégrafo en la Gateada para transmitir un comunicado a los medios de comunicación, radiales y escritos, para que se diera conocer la noticia de la huelga de los trabajadores de Celnicsa. Entonces, decidieron que fuera Amado Caballero a la oficina del telégrafo. Sin embargo, al poco tiempo recordaron que el Poeta Celador no podía leer ni escribir, debido a lo cual, los trabajadores decidieron que yo acompañara a Amado Caballero, al telégrafo, para transmitir el comunicado. Yo era un niño que tenía nueve años y estaba en tercer grado de primaria.

 

En Chavalos de la Revolución y otros ensayos (2011) señalé que, con el consentimiento de mi padre fui con Amado Caballero hasta la oficina del telégrafo en la Gateada. Caminamos esos dos o tres kilómetros de distancia en la carretera pavimentada, con un cielo nublado, bajo una llovizna persistente y mientras eran alrededor de las 10:30 de la mañana.

 

Amado Caballero y yo logramos llegar hasta la oficina del telégrafo que quedaba en las primeras casas de la Gateada y en esa oficina del telégrafo el Poeta Celador me dictó el comunicado de los trabajadores. El texto del comunicado se lo mostré y leí al telegrafista para que él enviara el mensaje, la noticia, de manera codificada, al periódico La Prensa y a Radio Corporación. Efectivamente, al día siguiente la noticia logramos leerla en La Prensa, que en ese tiempo era un periódico vespertino y que llegaba a la Gateada unas 24 o 48 horas después de haber sido impreso en Managua. Yo recuerdo que leímos la noticia y eso causó alegría entre los trabajadores.

 

Después del triunfo de la Revolución platiqué con mi papá, Luis Fisher Pérez, en varias oportunidades sobre Amado Caballero, el Poeta Celador. No sabíamos qué había pasado con él durante la Revolución. Lo único que le habían dicho a mi papá es que Amado Caballero había sido asesinado por la Guardia Nacional en Boaco. No sabíamos nada más.

 

 

 

Sin embargo, en la audición del 15 de mayo de 2023, del programa Sin fronteras, de Radio La Primerísima, dirigido por el periodista y analista político, William Grigsby Vado (entre los minutos 1:19 y 1:18) fue leído un testimonio de un compañero llamado Marcelo, sobreviviente de la columna guerrillera Jacinto Hernández del Frente Sur Benjamín Zeledón, la cual, durante el mes de mayo de 1979, incursionó desde Costa Rica pasando por el departamento de Río San Juan hacia Nueva Guinea.

Dirigían la columna Jacinto Hernández los siguientes compañeros: Oscar Benavidez Lanuza (Rosendo), Iván Montenegro Báez (Ernesto) y el veterano luchador e internacionalista Adolfo García (Comandante Domingo). Alrededor de 127 combatientes sandinistas murieron en combate contra las tropas terrestres y helitransportadas, que oscilaron entre 1500 y 2000 hombres. Dicha columna guerrillera fue creada el 13 de abril de 1979, en el Frente Sur, con combatientes de las bases 20 y 21; conformando tres grandes columnas de 40 guerrilleros cada una. Tuvo una gran cantidad de enfrentamientos con las tropas especiales de la Guardia Nacional, conocida como la Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería (EEBI), a partir del 17 de mayo de 1979, después de lo cual, la columna guerrillera fue prácticamente desarticulada y casi totalmente exterminada, excepto por 33 guerrilleros sobrevivientes.

Entre los caídos están el mando guerrillero mencionado (Benavidez, Montenegro y García), además de Yelba María Antúnez (Verónica), el doctor Luis Felipe Moncada, Francisco Sirias Tenorio (Miguel), José Noel Navas (Bienvenido), Martha Guadalupe Cruz Conrado  (Susana o Sussy) y Amado Caballero (el Poeta Celador). La mayoría de los héroes, alrededor de 85, cayeron el 17 de mayo de 1979, cuando la GN los emboscó.

Entre los sobrevivientes se cuentan: 1) Jorge Alberto Martínez González (que cayó combatiendo a la contrarrevolución el 8/6/1987), 2) Emmet Lang, 3) Aída Alemán (Jossy, panameña), 4) German Montiel, 5) Gustavo Adolfo Peña, 6) Antonio Agelos (el Secre), 7) Francisco Aragón Bravo (Chespirito), 8) Fidel Obando (Pedrito), 9) Julio Mejía (Danilo), 10) Humberto Salazar López (Choncito), 11) Abraham Rojas (el Zorro), 12) Juango, 13) Garañón, 14) Lobo (alemán), 15) Emilio Mena (Chacalote), 16) Varguitas, 17) Chino, 18) Bill (estadounidense, ex-mercenario en Vietnam y Angola), 19) Orantes (panameño), 20) Coco (panameño), 21) Pedro Pablo, 22) Pedro Tijuana, 23) Brinquín, 24) Hermógenes, 25) Douglas (venezolano), 26) Mario, 27) Rufino, 28) Gallina, 29) Antolín, 30) Hugo, 31) William "Pelón", 32) Álvaro y 33) Marcelo.

El compañero Marcelo relató que a él le correspondió ir, en el mes de agosto de 1979, con 15 compañeros, entre ellos sobrevivientes de la columna Jacinto Hernández, que además eran miembros del recién formado Ejército Popular Sandinista, hasta Nueva Guinea (en el sector de Toro Bayo), a desenterrar los cadáveres de varios de sus compañeros guerrilleros caídos en combate. A Marcelo le correspondió desenterrar a uno de los caídos y lo cargó hasta sacarlo a la carretera. Posteriormente supo que ese compañero desenterrado se llamaba Amado Caballero y con ese nombre bautizó una cooperativa campesina, en Nueva Guinea, cuando se retiró de la vida militar. La cooperativa estaba formada por ex–combatientes del EPS y ex–miembros de la Contrarrevolución; y cuando Marcelo propuso el nombre de Amado Caballero, ninguno de los cooperativistas se opuso. Grigsby citó al blog Sueños del Caribe, de Ronald Hill Álvarez, quien publicó el relato de Marcelo y Álvaro, ambos sobrevivientes del trágico mayo de 1979, en Nueva Guinea.

 

Ahora, cito textualmente lo dicho por el compañero Marcelo y escrito por Hill Álvarez:


El que yo rescaté se llamaba Amado Caballero y cuando dejé la vida militar me convertí en cooperativista. Al organizar la cooperativa junto a otros campesinos de la zona, aún [y] cuando muchos de ellos combatieron con la Contra, ninguno se opuso a mi moción de nombrarla “Amado Caballero”, dijo Marcelo…

 

Fue de esa manera que supe del trágico final de la vida de Amado Caballero, el Poeta Celador. La noticia de su muerte en combate, es decir, el conocer cómo murió heroicamente en la lucha por la liberación de Nicaragua, me impactó mucho.

Posteriormente, en la audición del 17 de mayo de 2023, del programa Sin fronteras, de Radio La Primerísima, el periodista William Grigsby Vado (entre los minutos 10:50 y 14:43), leyó la mayor parte de lo escrito sobre Amado Caballero, el Poeta Celador, en el libro Chavalos de la Revolución y otros ensayos (p. 24-25).

 

Según Ortega Saavedra en el libro La epopeya de la insurrección (2017; p. 529-530), la columna Jacinto Hernández tenía que avanzar a través de la serranía de Yolaina, o sea, por medio de la selva en Río San Juan y Nueva Guinea hasta El Rama, en el departamento de Zelaya, para formar una ruta de abastecimiento desde el río San Juan. Además, debía unirse a las fuerzas guerrilleras de los departamentos de Chontales y El Rama (que conformaban el Frente Sur-Oriental Carlos Roberto Huembes), tomar el municipio-puerto fluvial del Rama, y avanzar hacia Juigalpa y la capital Managua, a través de la carretera pavimentada existente. Realmente, esos planes no eran realistas. El objetivo, según el plan elaborado por Humberto Ortega, Víctor Tirado y Edén Pastora era actuar con la modalidad de guerrilla distractora para disminuir la presión que tenían los guerrilleros sandinistas en las ciudades. De hecho, la EEBI trasladó tropas, desde el cerco que tenía en la Nueva, Estelí, hacia Nueva Guinea. Abandonaron posiciones en Estelí y se agruparon en Nueva Guinea, Zelaya.

 

El Frente Norte Carlos Fonseca (FNCF), atacó en mayo de 1979 a la ciudad de Jinotega para disminuir la presión que la GN ejercía sobre la columna Jacinto Hernández, en Nueva Guinea. A pesar de fuertes combates, el FSLN en Jinotega no pudo tomar el cuartel departamental de la GN y además, sufrió la pérdida de Germán Pomares Ordóñez, el jefe del FNCF. En realidad, el objetivo de tomar Jinotega no se cumplió y la presión sobre la columna Jacinto Hernández nunca disminuyó y fue tal que causó su derrota total y aniquilamiento.

 

La EEBI tuvo que movilizar, desde el departamento de Estelí, alrededor de dos mil soldados para perseguir, cercar y derrotar a la columna Jacinto Hernández, que no avanzó por las serranías de Yolaina, sino que se desplazó a través de las llanuras de Nueva Guinea, lo cual fue uno de sus errores. Aunque según Grigsby, citando a un familiar de un miembro de la GN, ésta sufrió muchas bajas en Nueva Guinea, que fueron trasladadas a Managua, en helicópteros, hasta las instalaciones de la fuerza aérea, donde los dejaban caer, como fardos, en bolsas plásticas, lo cual nunca se ha mencionado. Es lógico que la GN haya sufrido bajas porque la columna Jacinto Hernández iba bien armada y tuvo varios combates. Los guerrilleros sandinistas fueron enterrados en sectores como Toro Bayo, Paso de las Yeguas y Punta Gorda.

 

Aparentemente, la dirigencia de la Ofensiva Final, desde la retaguardia estratégica en Costa Rica, continuaba subestimando las posibilidades de los guerrilleros urbanos en importantes ciudades como León. A la larga, el Frente Sur Benjamín Zeledón no pudo conquistar una cabeza de playa (cabeza de puente le dicen algunos), ni en la frontera sur, ni en la ciudad de Rivas u otro municipio del departamento homónimo, a lo largo de combates en los meses de mayo, junio y julio de 1979.

 

Quienes conquistaron una cabeza de playa fueron los guerrilleros del Frente Occidental Rigoberto López Pérez (FORLP), al tomar el cuartel departamental de la GN en la ciudad de León, desde el 20 junio de 1979. Adicionalmente, las columnas del FORLP fueron las únicas que lograron avanzar, en combate ofensivo, derrotando a la GN en todas las posiciones y líneas, a lo largo de dos carreteras pavimentadas, en su ruta hacia Managua, avanzando más de 90 kilómetros, hasta el centro del poder político militar de la dictadura somocista, convirtiéndose en el primer frente guerrillero en tomar el control de la Loma de Tiscapa y el búnker de Somoza.

 

Sirva este pequeño relato como un homenaje al compañero Amado Caballero, el Poeta Celador, héroe sandinista caído en combate por la liberación de Nicaragua, y simultáneamente a todos los miembros de la columna guerrillera Jacinto Hernández, caídos y sobrevivientes.

 

 

Managua, Nicaragua, 25 de mayo; 2 y 4 de junio; de 2023.

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

leninfisherblogspot.com

 

Referencias:

1-.Baltodano Marcenaro, M. Los adolescentes tuvimos que meternos en la runga. En: Memorias de la lucha sandinista. https://memoriasdelaluchasandinista.org/view_stories.php?id=104

2-.Fisher, L. (2011). Chavalos de la revolución y otros ensayos. Universitaria. León, Nicaragua. 254

3-.Grigsby Vado, W. (2023). https://radiolaprimerisima.com/sin-fronteras-lunes-15-de-mayo-de-2023/

4-.Grigsby Vado, W. (2023). https://radiolaprimerisima.com/sin-fronteras-miercoles-17-de-mayo-de-2023/

5-.Hill Álvarez, R. (2012). Sueños del Caribe. https://hillron.blogspot.com/2012/02/bajo-la-espesura-del-bosque.html#comment-form

6-.Martínez González, J.A. (1982). Vivos y con nosotros los héroes de la columna Jacinto Hernández. 12-4-1982. https://radiolaprimerisima.com/vivos-y-con-nosotros-los-heroes-de-la-columna-jacinto-hernandez/

7-.Ortega Saavedra, H. (2017). La epopeya de la insurrección. Managua, Nicaragua. Lea.