sábado, 27 de enero de 2024

LENIN: A CIEN AÑOS DE SU MUERTE

 

Lenin: a cien años de su muerte

 

Lenin Fisher

 

En el siglo XXI conmemoramos el centenario de la muerte del gran líder revolucionario de Rusia y la Unión Soviética: Vladímir Ilich Uliánov, más conocido por su pseudónimo Lenin (el que viene del Lena), o sea, del río Lena (diminutivo de Magdalena), el río cercano a una de las cárceles, donde guardó prisión, como reo político.

 

Lenin nació el 22 de abril de 1870 y murió el 21 de enero de 1924. Ha sido calificado como el hombre más influyente en el siglo XX porque transformó su país y el mundo, a través de la primera revolución socialista en el planeta, que tuvo repercusiones en todos los continentes. Su gran mérito fue llevar a la práctica la teoría marxista, construyendo una sociedad socialista. Fue un teórico del materialismo dialéctico y del materialismo histórico, a los cuales enriqueció con sus propios aportes, basados en la experiencia real, o sea, a través de su lucha política, económica y militar.

 

En este año 2024, la televisora rusa RT (Russia Today) ha homenajeado a Lenin con una presentadora digital, llamada Anastasía (creada con inteligencia artificial), quien entre otras cosas ha dicho que en países latinoamericanos existen muchas personas que llevan por nombre Vladimir o Lenin, como Brasil (más de 14 mil) y Colombia (más 18 mil 500). Lenin como buen marxista creía en el potencial de la ciencia y la técnica para mejorar el conocimiento de la realidad, en beneficio de la humanidad.

 

En nuestro país, algunos han acostumbrado, a través del tiempo, nombrar a sus hijos con los nombres de grandes personajes de la humanidad. Así, Nicaragua también tiene muchas personas con el nombre de Lenin o Vladimir. Entre las más conocidas están: Antonio Lenin Fonseca Martínez (héroe de la liberación nacional) y Lenin Cerna Juárez (miembro de la segunda generación de cuadros históricos del Frente Sandinista, que ocupó importantes cargos en la defensa de la Revolución Popular Sandinista). En mi caso particular, mi padre Luis Fisher Pérez (uno de los primeros guerrilleros del Frente Sandinista de Liberación Nacional), le puso Vladimir, como primer nombre a su penúltimo hijo; y a mí, su último hijo, me puso Lenin, como segundo nombre. Evidentemente, que mi padre admiraba a V. I. Uliánov (Lenin). Recuerdo que, siendo niños y adolescentes, mi hermano Vladimir se burlaba de mí, diciéndome que yo, o sea, mi nombre, era solamente su pseudónimo. A lo cual, un día respondí que era más conocido por Lenin y que, además, así aparecía en sus libros. 

 

En Nicaragua, y quizás en otros países, los nombres de Vladímir y Lenin se han latinoamericanizados por: Vladimir y Lenín. De hecho, en los diccionarios aparecen las dos formas de escribir Lenin y Lenín. Y la distorsión al escribir los nombres Vladimir y Lenin también ha existido, principalmente debido a los errores de inscripción en las oficinas de registro de las alcaldías municipales (un problema que ha afectado a muchos otros nombres y apellidos, el cual debe superarse con capacitación). Entre tales errores crasos están los siguientes: Vladimir con “B”; Lenin con doble “n”; o Lenin con “g” al final. ¡Qué horror!

 

Recuerdo que, a finales del año 2003, en medio de un proceso de elecciones internas del Frente Sandinista, en la Casa Museo Rigoberto López Pérez (antigua Casa del Obrero, donde fue ajusticiado el dictador Somoza García y que durante la década de 1980 fue la sede de la Central Sandinista de Trabajadores), entre un montón de basura, próxima a ser eliminada, recogí, ante la mirada indiferente de varios compañeros sandinistas, seis libros de Lenin, publicados por editorial Progreso, que todavía conservo en mi pequeña biblioteca: los tomos 16, 17, 22 y 23 de sus Obras Completas; así como los tomos 1 y 3 de sus Obras Escogidas. Todos ellos muy interesantes. Eran los tiempos de los gobiernos neoliberales de la derecha nicaragüense y del retroceso de las fuerzas revolucionarias.

 

Los funerales de Lenin duraron cinco días y a ellos asistieron más de un millón de personas. De ahí surgió la idea de embalsamar y preservar su cuerpo para colocarlo en un monumento en Moscú. Posteriormente, a la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), se contabilizaron más de 14 mil 300 monumentos dedicados a Lenin.

 

En fin, hay que señalar que el legado de Lenin es imperecedero, entre otras cosas porque no se puede entender a la actual Rusia (líder del emergente mundo multipolar), sin la fundación y construcción de la Unión Soviética (la primera y mayor potencia económica, tecnológica y militar, de corte socialista).

 

Managua, Nicaragua, 27 de enero de 2024.

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

 

Webgrafía

 

La memoria de Lenin perdura en el mundo pese a los intentos de borrar su historia.

https://actualidad.rt.com/video/496453-memoria-lenin-mundo-intentos-historia. 20/1/24