lunes, 28 de noviembre de 2011

NICARAGUA EN CIEN AÑOS DE SOLEDAD DEL PREMIO NOBEL DE LITERATURA GABRIEL GARCIA MARQUEZ

Nicaragua en “Cien años de soledad” del
Premio Nobel de Literatura
Gabriel García Márquez

Lenin Fisher

En la novela “Cien años de soledad”, la obra cumbre de Gabriel García Márquez, se puede leer:

 “Así estaban las cosas cuando Aureliano José desertó de las tropas federalistas de Nicaragua, se enroló en la tripulación de un buque alemán, y apareció en la cocina de la casa,…” (16ª ed. Oveja negra. Bogotá. 1986: 122).

Aureliano José -uno de los hijos del coronel Aureliano Buendía, iniciador de 32 guerras civiles de las cuales no pudo ganar ninguna-, se incorporó a la guerra de su padre después de una incursión nocturna y sorpresiva del coronel en Macondo, es descrito así, mientras estuvo lejos del ya famoso pueblo mítico:

“Había huido de ella tratando de aniquilar su recuerdo no sólo con la distancia, sino con un encarnizamiento aturdido que sus compañeros de armas calificaban de temeridad, pero más revolcaba su imagen en el muladar de la guerra, más la guerra se parecía a Amaranta. Así padeció el exilio, buscando la manera de matarla con su propia muerte, hasta que le oyó contar a alguien el viejo cuento del hombre que se casó con una tía que además era su prima, y cuyo hijo terminó siendo el abuelo de sí mismo.

-¿Es que uno se puede casar con una tía?- preguntó él asombrado.
-No sólo se puede –le contestó un soldado- sino que estamos haciendo esta guerra contra los curas para que uno se pueda casar con su propia madre.

Quince días después desertó.” (Ob., cit. p. 122-123)

La región de América Central y el Caribe, y en consecuencia, Nicaragua, es incluida en “Cien años de soledad” de la siguiente forma:

“El coronel Aureliano Buendía estaba vivo, pero aparentemente había desistido de hostigar al gobierno de su país y se había sumado al federalismo triunfante en otras repúblicas del Caribe. Aparecía con nombres distintos cada vez más lejos de su tierra. Después había de saberse que la idea que entonces lo animaba era la unión de las fuerzas federalistas de la América Central, para barrer con los regímenes conservadores desde Alaska hasta la Patagonia. La primera noticia directa que Úrsula recibió de él, varios años después de haberse ido, fue una carta arrugada y borrosa que llegó de mano en mano desde Santiago de Cuba.” (Ob., cit. p. 120)

Los personajes de la novela, el coronel Aureliano Buendía y su hijo Aureliano José apoyaron las luchas federalistas centroamericanas. Aureliano José combatió a la par de los federalistas en Nicaragua. Eso correspondería en la historia de Nicaragua al llamado “Período de la Anarquía” que va desde 1823 hasta 1857, caracterizado por crisis económica, crisis política y guerras civiles.

La Independencia de España el 15 de septiembre de 1821 fue seguida de la anexión por parte de la oligarquía y el clero de León y Granada, al imperio mexicano del coronel Agustín de Iturbide hasta 1823, cuando este último fue derrocado. Dicha anexión fue contrarrestada por la rebelión del artillero Cleto Ordóñez en Granada, en enero de 1823. Posteriormente, en Guatemala, en junio de 1823, la Asamblea Nacional Constituyente reorganizó políticamente el istmo y le llamó oficialmente “Provincias Unidas de Centroamérica” constituidas como una república federal libre e independiente de España, México y de cualquier potencia; pero cada Estado era libre en su gobierno y administración interna (Reyes Monterrey, J. Apuntamientos básicos para el estudio de la historia general de Nicaragua. Universitaria. León de Nicaragua. 1989: 97-122).

El Jefe de Estado, coronel José Zepeda, patriota liberal y oficial de confianza del unionista, federalista y centroamericanista, general Francisco Morazán, fue asesinado en enero de 1837 -como parte de una conjuración separatista- después de dirigir una benéfica administración durante año y nueve meses. En 1838, Nicaragua se separó de la República Federal, durante el gobierno de los doctores José Núñez y Pablo Buitrago (Reyes Monterrey, J. Idem).

Durante el “Período de la Anarquía” las guerras más relevantes fueron: Guerra de las Juntas (1824-1825); Guerra de Cerda y Argüello (1825-1828); Guerra de Malespín (1844-1845); Guerra Civil entre Fruto Chamorro y Máximo Jérez (1854) que desembocó en la Guerra Nacional contra los filibusteros yanquis de William Walker (12-9-1856 hasta mayo de 1857) (Reyes Monterrey, J. Idem).

Las guerras civiles de 1823 a 1857 fueron promovidas, financiadas y dirigidas por los terratenientes, el alto clero, los ganaderos y la burguesía comercial. Los sectores de la burguesía reaccionaria, conservadora, se aliaron en un sólido frente con el objetivo de aplastar las tentativas más democráticas de los liberales y federales, los cuales habían impulsado medidas contra los latifundistas y la iglesia. La burguesía liberal inició la lucha contra los privilegios de la iglesia católica (cobranza de derechos parroquiales, separación del Estado, etc.). La lucha contra los terratenientes y ganaderos incluyó asuntos tales como: esclavitud (abolida en 1824), contribuciones y mayorazgos. En aquel tiempo, los liberales o democráticos eran llamados calandracas; y los conservadores o legitimistas, eran conocidos como timbucos (Reyes Monterrey, J. Idem).


Este es el contexto histórico al cual correspondería la presencia en Nicaragua, Centroamérica y el Caribe de los personajes creados por el escritor colombiano y Premio Nobel de Literatura (1982), Gabriel García Márquez, en su novela “Cien años de soledad”, publicada en 1967, en Colombia, en el año del centenario del nacimiento del “Príncipe de las Letras Castellanas”, el nicaragüense Rubén Darío.


Managua, 27 de noviembre de 2011.
Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

leninfisher.blogspot.com

zanatepijul2011@hotmail.com