domingo, 14 de noviembre de 2021

200 AÑOS DE INDEPENDENCIA DE AMERICA CENTRAL

 

200 años de independencia de América Central

 

Lenin Fisher

 

El 15 de septiembre se han conmemorado, en Nicaragua, los 200 años de la declaración de independencia de Centroamérica respecto al imperio español, realizada en 1821. Declaración que en ninguna parte incluye la palabra libertad, supuestamente “expresa la voluntad del pueblo de Guatemala” y ordena que el Jefe Político la mande a publicar “para prevenir las consecuencias que serían terribles en el que caso de que la proclamase de hecho el mismo pueblo”.

La independencia de las provincias de América Central fue un hecho relativamente pacífico; pero no exenta de algunas luchas y escaramuzas en El Salvador y Nicaragua, en los años 1811 y 1812. Sin embargo, las clases dominantes, criollos y altos funcionarios del Estado colonial, dudaron hasta el último momento en declarar la independencia. Al contrario de lo ocurrido en América del Sur donde los independentistas, encabezados por Simón Bolívar, impulsaron una guerra por la libertad, a lo largo de una década, que involucró amplios territorios y originó varios países, afectando seriamente la unidad latinoamericana, ante el acecho del naciente imperio de Estados Unidos, su futura potencia dominante, tras ganarle la partida al decadente imperio inglés.

De hecho, no tuvimos ni originalidad para decidir los colores de nuestras banderas, que fueron inspirados en el pabellón de las Provincias Unidas del Río de la Plata, cuando Aury y Buchard, dos corsarios franceses, lo desplegaron (blanco en el centro y azul-celeste en los extremos), cuando pasaron por América Central, un poco antes de la independencia regional, según Arellano (2017).

El oficio de la declaratoria independentista llegó a la ciudad de León el 22 de septiembre. La diputación provincial, integrada por monarquistas, desaprobó y se opuso a la declaratoria. En cambio, el ayuntamiento, conformado por criollos liberales, estaba por la independencia y desaprobó lo actuado por la diputación provincial. No obstante, el 28 de septiembre, el gobernador intendente González Saravia se reunió con la diputación provincial y el obispo García Jerez y emitieron un oficio, conocido como el Acta de los Nublados, en el cual las autoridades coloniales declaran: 1) Independencia de Guatemala. 2) Independencia de España “hasta tanto se aclaren los nublados del día”. 3) Permanencia de las autoridades españolas en sus cargos.

Ellos decían defender los “verdaderos intereses de las provincias”; pero en realidad, al pueblo nunca lo tomaron en cuenta para tomar decisiones. Además, el real significado de la célebre frase “hasta tanto se aclaren los nublados del día” es el siguiente, según Monterrey (1989): hasta tanto el Rey no envíe fuerzas militares para sofocar estos movimientos.

Por su parte, Granada estaba a favor del Acta de Independencia y rechazó el Acta de los Nublados. En Masaya, el ayuntamiento y el clero apoyaron la independencia; pero 15 días después se sumaron al plan de anexión a México, propuesto por el obispo García Jerez y sus seguidores, en León. La anexión al imperio mexicano de Agustín de Iturbide duró desde finales de 1821 hasta enero de 1823, cuando el artillero Cleto Ordóñez se rebeló, asaltó el cuartel de Granada, desconociendo a Iturbide y proclamando la República, por lo cual Saravia y García Jerez mandaron a mil hombres a tomar Granada, lo cual no lograron, y cuando se preparaban para un segundo ataque, cayó el emperador mexicano.

Posteriormente, surgieron las Provincias Unidas de Centroamérica, un pacto federal que duró, casi 15 años, desde junio de 1823 hasta 1838, y en cuya disolución las clases dominantes de Nicaragua jugaron un papel importante. Durante la federación, Nicaragua promulgó su primera Constitución Política, el 8 de abril de 1826.

Como período de la anarquía ha sido llamado el comprendido desde 1823 hasta 1857, que el incluye el proceso de la federación centroamericana, y en el cual existió crisis económica y política, con una lucha por el poder entre grupos oligárquicos de León y Granada; grupos que fueron los antecesores de los partidos políticos liberal (calandracas) y conservador (timbucos), o sea, precursores de las paralelas históricas, que entregarían el país, venderían la patria, en distintos momentos y en variadas formas, al imperialismo norteamericano.

El período anarquista incluye la primera intervención militar de Estados Unidos en Nicaragua: la invasión filibustera comandada por William Walker y Byron Cole, contratados por los liberales de León para derrocar a un gobierno conservador, encabezado por el miembro de una familia (los Chamorro), que ha gobernado el país, con ocho de sus miembros, en varios períodos, para venderlo a los intereses de Estados Unidos.

La Revolución Liberal encabezada por José Santos Zelaya, entre 1893 y 1909, fue el intento de una segunda independencia, que sentó continuó consolidando las bases del mercado capitalista, iniciada por los treinta años de gobiernos conservadores, y que vio frustrado el sueño de construir un canal interoceánico debido a la amenaza militar de, una vez más, Estados Unidos. El trágico desenlace llegó cuando Benjamín Zeledón, un liberal doctrinario, representó la resistencia anti-intervencionista en 1912, que fue derrotado por el fuego de los marines, los llamados chaquetas azules y las fuerzas militares conservadoras. La orden de muerte de Zeledón fue dada por Emiliano Chamorro.

Nicaragua probablemente tiene el récord de ocupaciones militares yankees en América Latina. Los militares gringos controlaban elecciones, aduanas, impuestos, ferrocarriles, todo. Nuestro himno nacional fue elaborado en medio de una de tales intervenciones, por tal razón no llama a luchar contra imperios o tiranos, ni llama al combate por la Patria, no clama por los héroes, ni su música es combativa, como ha señalado Zamora (2014).

Las pugnas inter-oligárquicas continuaron y surge Sandino para luchar contra las tropas intervencionistas de Estados Unidos, a las cuales derrotó, por medio de la guerra de guerrillas, expulsándolas en 1933. Su asesinato, a traición, es la piedra angular sobre la cual se empieza a construir una dictadura militar y dinástica, la de la familia Somoza, caracterizada por el enriquecimiento de pequeños grupos oligárquicos, la corrupción, la represión contra el pueblo, fraudes electorales, pactos, sometimiento al mandato norteamericano, entre otras cosas. En fin, Nicaragua era casi un protectorado.

La lucha anti-dictatorial y anti-somocista evoluciona hasta la fundación de la primera fuerza revolucionaria, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que persigue la segunda independencia de Nicaragua, concibiendo la liberación nacional como una meta integral, en todos los aspectos: económica, política, cultural, alimentaria, tecnológica, etc.

Con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, en 1979, por primera vez los intereses del pueblo están representados en el gobierno y el control del Estado. Es así que, entre el 19 de julio de 1979 y el 25 de abril de 1990, por primera vez Nicaragua es independiente, después de 1821.  Un hito que no puede olvidarse fue la promulgación de una nueva Constitución Política, en 1987, como la máxima expresión de la destrucción del viejo Estado somocista al servicio de los intereses extranjeros y la construcción de un nuevo Estado y una nueva institucionalidad para beneficio del pueblo de Nicaragua.

La Revolución Sandinista fue desplazada del poder político debido a una guerra despiadada que Estados Unidos financió y dirigió durante una década; una guerra brutal que no dio respiro ni descanso al heroico pueblo nicaragüense, en medio de la cual la Corte Internacional de Justicia condenó a Estados Unidos por terrorismo de Estado contra Nicaragua, mandatando una indemnización, que todavía no se ha cumplido. Llegó el periodo de gobiernos neoliberales entre 1990 y 2006, que fue el retorno del entreguismo para complacer a los intereses políticos y económicos de Estados Unidos y de las clases sociales más ricas del país. El neoliberalismo enterró otra vez la independencia.

Y Nicaragua construye una segunda independencia desde el 10 de enero de 2007, cuando el Comandante de la Revolución Daniel Ortega Saavedra, asume la Presidencia de la República, como líder del FSLN. Revertir y destruir las políticas neoliberales debía ser el primer paso para reiniciar la verdadera independencia. Desde 1990 los nicaragüenses han celebrado siete elecciones presidenciales en las cuales el traspaso del poder o la continuidad en el poder ha sido en paz, sin desembocar en una guerra promovida por las fuerzas políticas derrotadas. Ese es un récord nacional.

En otras palabras, Nicaragua lleva 31 años de elecciones en que se respeta la voluntad popular, con gobernantes que asumen el poder en paz, sin el sobresalto de una guerra. Sin olvidar, que las primeras elecciones en una Nicaragua libre fueron en 1984, cuando la extrema derecha, que se retiró de las mismas, creía en el triunfo de la vía militar contrarrevolucionaria. Desgraciadamente, entre abril y julio de 2018 la derecha extrema impulsó un golpe de Estado blando y armado, apoyado por Estados Unidos y la Unión Europea; pero que fue derrotado por el FSLN.

Los avances económicos y sociales durante los 14 años en que Daniel Ortega ha sido el presidente del país son la explicación por la cual el pasado 7 de noviembre el FSLN ganó las elecciones con el 75% de los votos y una participación superior al 65% de los votantes; cifras que no se ven en la Unión Europea, Reino Unido, ni en Estados Unidos desde hace muchos años.

Esta es la primera vez, en la historia de Nicaragua, que se realizan elecciones en las que los Estados Unidos no imponen su candidato, no financian directa o indirectamente a una fuerza política y no son los jueces para dar su visto bueno. Lo antes señalado ha sido posible porque una buena cantidad de agentes extranjeros, verdaderos miembros de la extrema derecha, fascista, están bajo buen resguardo, en sus casas o en la cárcel, por haber pedido a Estados Unidos y la Unión Europea bloqueos económicos y financieros, sanciones, invasiones militares y todo tipo de castigo contra Nicaragua. Tales agentes extranjeros conformaban una buena parte de la estructura organizativa para impulsar otro golpe de Estado blando.

El pueblo de Nicaragua, al darle el triunfo indiscutible al presidente Ortega, ha reafirmado que apoya la construcción de un país mejor para todos, para derrotar la pobreza y la extrema pobreza, buscando siempre la construcción de la segunda independencia, esta vez, del imperialismo mundial, que incluye, por supuesto, a Estados Unidos y la Unión Europea.

Referencias

Arellano, J.E. (2018). Argentina: acta de independencia y bandera.

https://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/463886. Managua, Nicaragua: 12-5-18

Reyes Monterrey, J. (1989). Apuntamientos básicos para el estudio de la historia general de Nicaragua. Universitaria. León, Nicaragua.

Zamora Rodríguez, A. (2014). La Ventana. El Nuevo Diario. Managua, Nicaragua.

 

Managua, Nicaragua, 14 de noviembre de 2021

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

https://leninfisher.blogspot.com/2021/11/200-años-de-independencia-de-america.html